El documento resume las principales ideas del filósofo escocés David Hume. Hume llevó el empirismo a sus últimas consecuencias al sostener que toda nuestro conocimiento proviene de la experiencia. Critica conceptos como sustancia, causalidad y yo, mostrando que no podemos demostrar su existencia. Esto lo lleva a un escepticismo filosófico y a sostener que nuestro conocimiento es solo probable, no cierto. En ética, propone un emotivismo donde los juicios morales se basan en sentimientos como la simpatía
VOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMAL
Hume radicaliza empirismo
1. HUME (siglo XVIII) es un empirista radical porque lleva al empirismo hasta sus últimas consecuencias.
•El empirismo es una corriente filosófica desarrollada en Inglaterra entre los siglos XVI y XVIII, paralelamente al
racionalismo. Los pensadores empiristas se centran, sobre todo, en cuestiones de teoría del conocimiento y de
filosofía del Estado. Entre las características más importantes del empirismo cabe destacar las siguientes: la
experiencia es la única fuente de conocimiento; se niega la existencia de las ideas innatas, los contenidos mentales
son adquiridos; se niegan las nociones metafísicas de sustancia, alma, esencia, ya que no poseen relación alguna con
la experiencia sensible; se toma lo sensible como criterio de verdad, lo sensible es lo que permite identificar lo
verdadero y lo falso; el modelo de la ciencia es la física, y se utiliza el método inductivo.
•El objetivo de Hume: de igual modo que Newton había descubierto las leyes del movimiento de los cuerpos, Hume
tratará de descubrir las leyes psicológicas que explican la asociación de las ideas en la mente y fundamentar en ellas
el conocimiento humano. Pero este proyecto de un gran sistema filosófico le va a llevar a algo menos ambicioso:
Hume terminará fijando los límites de la capacidad humana de conocimiento.
1. LA CRÍTICA DEL CONOCIMIENTO.
1.1. LOS ELEMENTOS DEL CONOCIMIENTO: IMPRESIONES E IDEAS.
Hume comienza su investigación estudiando los contenidos de la conciencia y distingue dos elementos: impresiones
(percepciones que nos llegan a través de los sentidos) e ideas (representaciones o copias de las impresiones en el
pensamiento, que son más débiles y menos vivas que aquéllas). Las ideas, por lo tanto, proceden de las impresiones.
Puesto que no hay nada en nuestro entendimiento más allá de las impresiones o las ideas, hay que reconocer que
todos los contenidos de la conciencia provienen de la experiencia sensible: no hay en el entendimiento ideas
innatas. Hume propone un criterio de verdad tajante: una idea será verdadera si podemos señalar la impresión a la
que corresponde. En consecuencia, la experiencia es el origen y el límite de nuestro conocimiento.
1.2. LAS LEYES DE ASOCIACIÓN DE IDEAS.
Las ideas se presentan a nuestro entendimiento con un cierto orden y no de manera caótica Esto se debe a que se
asocian entre ellas de acuerdo con unas leyes. Estas leyes hacen que nuestro entendimiento vaya de una idea a otra,
y Hume las reduce a tres: ley de semejanza, ley de contigüidad en el tiempo y en el espacio, y ley de causalidad (No
escribir esto en examen. Aclaración: ejemplo de semejanza sería el retrato, que nos conduce a pensar en el original;
ejemplo de contigüidad en el espacio y tiempo sería la habitación de una casa, que nos hace pensar en las
habitaciones contiguas; ejemplo de causalidad sería una herida, que nos lleva a pensar en el dolor que produce, por
la relación causa-efecto.)
1.3. TIPOS DE CONOCIMIENTO.
Hume se pregunta cuáles son las formas de conocimiento que están a nuestro alcance, e introduce una distinción
entre dos tipos de conocimiento:
- Conocimiento de relaciones entre ideas: aunque todas las ideas tienen su fundamento en las impresiones,
podemos establecer relaciones entre ellas con independencia de la realidad. Por ejemplo, no necesitamos recurrir a
la experiencia para estar seguros de que la proposición “el todo es mayor que las partes” es verdadera en cualquier
caso, porque se refiere a la relación entre la idea de “todo” y la idea de “parte”, que es siempre la misma. La relación
entre ideas es independiente de los hechos, las proposiciones que la expresan son analíticas (su predicado está
contenido dentro de la noción de sujeto). Las proposiciones analíticas son universales y necesarias, y su contrario es
imposible. A este tipo de conocimiento pertenecen la lógica y las matemáticas.
-Conocimiento de hechos: es el que se refiere a las cuestiones de hecho. Necesita de la experiencia para ser
comprobado. Por ejemplo, la proposición “el fuego calienta los cuerpos”. Las verdades que se refieren a cuestiones
de hecho no son verdades necesarias, como las de las relaciones entre ideas, puesto que lo contrario de cada hecho
siempre es posible. Por ejemplo:“ el Sol saldrá mañana” y “el Sol no saldrá mañana”. A este tipo de conocimiento
pertenecen las ciencias empíricas, y Hume concluye que los razonamientos que les corresponden son únicamente
probables. (Hay que comprobar las verdades sobre los hechos en la experiencia.)Todos los razonamientos acerca de
cuestiones de hecho se basan, según Hume, en la relación causa-efecto. Es necesario, por tanto, analizar esta
relación porque de ella dependen del carácter científico que atribuimos a las llamadas ciencias empíricas, como la
física.
1.4. CRÍTICA AL PRINCIPIO DE CAUSALIDAD.
2. Nuestro conocimiento de hechos está limitado a nuestras impresiones y por tanto no podemos tener conocimiento
de hechos futuros, puesto que no poseemos impresiones de lo que aún no ha sucedido. Sin embargo, en nuestra
vida cotidiana contamos con que determinados hechos sucederán. (Por ejemplo, estamos seguros de que si
ponemos la tetera en el fuego el agua que contiene hervirá.)Pero no hay nada en la experiencia que nos garantice
que los hechos pasados se repitan en el futuro, salvo que damos por supuesto que dos fenómenos que siempre se
han producido de manera contigua tienen entre sí una relación de causa-efecto. Por ejemplo, suponemos que el
fuego necesariamente causa un efecto de calor. Es decir, creemos que uno de los fenómenos es la causa de otro, y
creemos que esa relación causa-efecto se dará necesariamente en el futuro: creemos que es una conexión necesaria.
Hume hace una crítica: nosotros tenemos la costumbre de percibir dos fenómenos contiguos en el espacio que se
han sucedido en el tiempo de forma repetida, y eso genera en nosotros la creencia de que existe una conexión
necesaria entre esos dos fenómenos. Hume define la creencia como toda idea acompañada por un fuerte
sentimiento de la verdad de dicha idea, mucho más intensa y firme que las ficciones de la imaginación. Esta
creencia es imprescindible para la vida cotidiana, aunque no es conocimiento científico. La relación causa-efecto es
en realidad, por lo tanto, una ficción de la mente, aunque una ficción útil para la vida.
Esta crítica al principio de causalidad tiene serias consecuencias en el ámbito de la metafísica: toda la filosofía
anterior a Hume explicaba la realidad recurriendo a la relación causa-efecto. Los conceptos metafísicos
tradicionales: sustancia, Dios y alma son criticados por Hume.
2. LA CRÍTICA DE LOS CONCEPTOS METAFÍSICOS. (ojo, esto es metafísica)
La crítica de Hume se extenderá a toda la metafísica tradicional.
En primer lugar critica la idea de sustancia: nuestro conocimiento tiene su origen y límite en la experiencia de los
sentidos, en las impresiones. El concepto abstracto de sustancia designa un conjunto de percepciones particulares
que nos hemos acostumbrado a encontrar juntas, pero es un concepto al que no le corresponde ninguna impresión.
Así, la sustancia, concepto fundamental de la metafísica, se desmorona. Por tanto, la metafísica en general se
convierte en una ilusión.
Hume se detiene en el análisis de cada una de las tradicionales sustancias cartesianas:
-La realidad material (el mundo): no podemos saber si existen objetos fuera de nosotros, puesto que solo conozco
mis propias impresiones y no una realidad distinta de ellas. La realidad es, por tanto, una suposición que no se
puede comprobar, aunque es imprescindible para la vida.
-La sustancia infinita (Dios): la mayoría de los argumentos tradicionales para demostrar la existencia de Dios se
basaban en la relación causa-efecto, al considerar la naturaleza y el hombre como efectos de la causa divina. Solo se
podría inferir una causa a partir de un efecto si tenemos impresiones de los dos fenómenos, pero de Dios no
tenemos impresión alguna, así que Dios es, para Hume, una hipótesis inútil, porque no podemos probar su
existencia.
-La sustancia pensante (el yo): nuestro conocimiento se limita a las impresiones. Si el yo fuera una impresión,
tendría que ser una impresión permanente, y no tenemos ninguna impresión de esa clase. Solo tenemos
impresiones que se suceden a lo largo de la vida. Por lo tanto, no podemos demostrar la existencia del yo. Pero
entonces: ¿cómo es posible que tengamos conciencia de nuestra identidad personal? Hume responde que nuestra
identidad se basa en la memoria, la cual hace posible que reconozcamos la conexión entre impresiones que se
suceden. Nuestro error está, por tanto, en confundir sucesión con identidad.
En conclusión, Hume sostiene que no es posible demostrar la existencia del mundo, de Dios y del yo.
3. FENOMENISMO Y ESCEPTICISMO. (teoría del conocimiento)
Ninguna de las tres sustancias ha resistido el análisis empirista de Hume. Su objetivo no es negar la existencia de
esas tres sustancias, sino mostrar que no es posible la demostración de su existencia. Hume ha desembocado en
un fenomenismo y en un escepticismo total. Un fenomenismo porque no conocemos la realidad exterior, sino
solamente nuestras percepciones o “fenómenos”. Un escepticismo porque defiende que no es posible un
conocimiento cierto a través de la experiencia. Pero es un escepticismo moderado, porque acepta la creencia como
útil para la vida. Así que se trata de un escepticismo únicamente filosófico.
4. LA CONTRIBUCIÓN DE HUME A LA CIENCIA MODERNA. (teoría del conocimiento)
Hume hace una importante contribución a la ciencia moderna: ésta trata acerca de las leyes de la naturaleza, y
3. Hume sostiene que esas leyes deberán ser continuamente revisadas, puesto que nuestro conocimiento sobre ellas
no es seguro, sino solo probable. Esto es debido a que toda la ciencia moderna plantea las leyes de la naturaleza
como un conjunto de enunciados que se basan en la relación causa-efecto, y Hume ha mostrado que llegamos a
inferir una causa por la costumbre de ver asociados dos fenómenos. Las leyes de la naturaleza serán aceptables en
cuanto que los hechos no las desmientan.
5. EL EMOTIVISMO MORAL. (ética)
Hume analiza la ética y la política con el mismo criterio empleado para el análisis del entendimiento, basado en la
observación y la experiencia. Analiza la ética y la política intentando liberarlas de todo planteamiento metafísico.
La filosofía tradicional había fundamentado la moral en la razón, ya que ésta sería capaz de determinar qué
conductas están de acuerdo con el orden natural. Hume hace una crítica a este racionalismo moral: la moral no se
fundamenta en la razón, puesto que los juicios de la razón no nos llevan a preferir una acción a otra, sino que la
moral tiene su fundamento en el sentimiento de aprobación o desaprobación que despierta en nosotros una
acción o cualidad mental. El sentimiento desinteresado que permite la comprensión del otro (Hume lo denomina
“simpatía”, hoy lo denominamos “empatía”), es decir, la capacidad de dejar de lado nuestro propio interés para
situarnos en la perspectiva y el interés de otra persona. Esta empatía es lo que fundamenta y hace posible la vida
moral.
La moral de Hume, por tanto, puede considerarse como emotivista: Hume acepta que la razón interviene como
árbitro en las cuestiones que surgen en la vida moral, pero es el sentimiento el que decide nuestras motivaciones.
La razón es y debe ser tan solo esclava de las pasiones, y no puede pretender otra tarea que servirlas y obedecerlas.
La moral de Hume es también utilitarista: la inclinación de la naturaleza humana hacia el bien proviene de la utilidad
para la vida social (aprobamos las cualidades útiles para la comunidad o para el propio individuo.) Así se explica la
justicia, por ejemplo. Esta inclinación natural se refuerza con el hábito y la educación, que forjan en el individuo la
conciencia moral. Hume considera que los filósofos que pretenden construir una ética racional caen en la “falacia
naturalista”: derivan el deber moral de la naturaleza, de los hechos. Por ejemplo, el hecho de que el hombre sea
agresivo por naturaleza no puede llevar a justificar moralmente la violencia.
6. RELIGIÓN Y POLÍTICA.
Hume se muestra interesado en el fenómeno religioso y cree que sus orígenes pueden encontrarse en la naturaleza
humana. Las ideas religiosas nacen de las esperanzas y temores del ser humano, de la incertidumbre. Hume tiene en
el terreno de la religión una postura escéptica y agnóstica.
En cuanto a la concepción política de Hume, es consecuente con el empirismo y por tanto es también utilitarista. La
organización social se ha constituido por su utilidad. A partir de la única asociación natural, que es la familia, los
grupos sociales se amplían para asegurar la propiedad y el orden. La utilidad es el fundamento de la obediencia, que
es lo que mantiene a los gobiernos. El bienestar y felicidad colectivos están estrechamente relacionados con el
bienestar y la felicidad colectivos, y eso está en la propia naturaleza humana.