2. A las y los jóvenes,
presente de México
Departamento de Sexualidad
2
3. DIRECTORIO
Director General
Lic. Carlos Marcos Morales Garduño
Dirección de Salud, Equidad y Servicios a Jóvenes
Dr. Jesús García
Subdirección de Salud y Medio Ambiente
Soc. Esmeralda Ponce de León Rosales
Departamento de Sexualidad
3
4. PÁGINA EDITORIAL
Coordinación General
Dr. Jesús García
Soc. Esmeralda Ponce de León Rosales
Textos
Dr. Arturo Romero Anaya
Psic. María de los Ángeles Chablé Puch
Psic. Luz del Carmen Serrano Moreno
Psic. María del Carmen Juan Reyes
Psic. Carlos Ortega Ortega
LCE Héctor Franco Paredes
Redacción
Sergio Valdés Saucedo
Diseño
Departamento de Sexualidad
Colaboración
Psic. Samuel González Pacheco
4
5. ÍNDICE
Página
1. Introducción 6
2. Marco Conceptual 8
2.1 El proceso educativo 8
2.2 La educación sexual 9
2.3 Características de lo juvenil 12
2.4 Jóvenes y sexualidad 16
2.5 Funciones del facilitador 21
2.6 El papel del facilitador 23
2.7 Actitudes y habilidades del facilitador 26
3. MEPES 31
3.3.1 Categorías temáticas, temas y contenidos 34
4. Elementos pedagógicos 39
4.1 Estrategias 43
4.2 Materiales 65
5. Carta descriptiva 80
6. Uso del Manual 97
7. Fuentes de consulta para el/la facilitador/a 98
8.- Directorio de Instituciones y Organizaciones 101
5
6. UNO
INTRODUCCIÓN
Una condición esencial de nuestra existencia como seres humanos, desde
la cual nos expresamos, creamos, hacemos proyectos, establecemos relaciones y
participamos en la sociedad es la de ser seres sexuados.
Si bien cada persona nace con un sexo biológico determinado
genéticamente, la sexualidad no sólo involucra los aspectos biológicos de la vida
del ser humano, sino que, en la medida en que es un vehículo de expresión de
nuestro pensar y sentir, permea todos los ámbitos de nuestra vida emocional,
social, cultural y ética.
La forma en que asumimos, experimentamos y expresamos nuestra
sexualidad en todos los aspectos de nuestra vida se ve fuertemente influenciada
por las ideas, creencias y valores que conforman el ambiente sociocultural en el
que nos desenvolvemos. A través de las relaciones interpersonales que
establecemos en nuestro entorno social, con la familia, los amigos, los vecinos, en
la escuela, en el trabajo, etc., nos educamos afectivamente, adquirimos
conocimientos y hábitos de vida, desarrollamos actitudes, y también aprendemos
a vivir nuestra sexualidad de determinada manera.
Considerando lo anterior, y que es en la etapa de la juventud cuando se
inicia generalmente la vida sexual, es indispensable y de primordial importancia
prestar atención a la educación sexual que reciben las y los jóvenes.
Si deciden casarse a edades tempranas o esperar, tener muchos hijos o
pocos, deseados o no deseados, si previenen o no infecciones de transmisión
sexual, si aprenden o no a jugar un papel activo en el cuidado y conservación de
su salud física y mental, todo ello depende en gran medida de que cuenten con
información objetiva, amplia y clara acerca de la sexualidad, que tengan acceso a
servicios de salud suficientes, y de que reciban una educación sexual que valore y
6
7. respete sus necesidades y que les dé los elementos necesarios para que puedan
tomar decisiones autónomas y responsables sobre su propia sexualidad.
Una educación sexual de esta naturaleza requiere de facilitadores
dispuestos a realizar procesos educativos donde los jóvenes dejen de ser meros
receptores pasivos de información y tengan la oportunidad de expresarse, de
aprender a tomar decisiones y comprometerse con ellas, y puedan construir
conocimientos que los lleven a vivir su sexualidad de una manera responsable y
satisfactoria.
Para llevar a cabo procesos educativos con estas características los
facilitadores necesitan nuevos métodos y herramientas pedagógicas. Por esta
razón, el Departamento de Sexualidad del Instituto Mexicano de la Juventud ha
elaborado este Manual de Elementos Pedagógicos para la Educación Sexual
(MEPES) A ellos y ellas, facilitadores de Institutos Estatales de la Juventud, de
organizaciones de la sociedad civil, Centros de Salud, escuelas y comunidades va
dirigida esta propuesta pedagógica, para contribuir a fortalecer su generosa labor
educativa con las y los jóvenes.
7
8. DOS
MARCO CONCEPTUAL
2.1 El proceso educativo
La educación es una práctica social de importancia indiscutible para todas las
sociedades, ya que representa el vehículo por excelencia para la transmisión, de
una generación a otra, de los conocimientos, el lenguaje, los valores, las normas y
las costumbres que garantizan la reproducción de la sociedad y su cultura. En
sentido amplio, es un elemento necesario para que las personas puedan vivir
armoniosamente y alcanzar un pleno desarrollo individual y colectivo.
La educación se produce a través de procesos educativos y de
socialización en los que las personas, a lo largo de su vida, intercambian
continuamente enseñanzas y aprendizajes en todos los ámbitos de la vida social:
el familiar, el comunitario, el escolar, el laboral, etc.
Los procesos educativos tienen características diferentes de acuerdo al
espacio educativo en el que se inscriben, que puede ser formal, no formal e
informal.
La educación formal, en nuestro país, consiste en un sistema secuencial de
cuatro etapas (básica, media, media superior y superior), con planes de
aprendizaje cuantificables, por lo que se otorgan calificaciones y certificados.
Supone, en cualquiera de sus niveles, tres elementos fundamentales que sé
interrelacionan en el proceso de enseñanza-aprendizaje: un maestro o maestra,
un conjunto de alumnos y alumnas, y un contenido que va unido al método
pedagógico que se utiliza.
La educación no formal es aquella que se adquiere a través de vías no
tradicionales de enseñanza-aprendizaje como pueden ser, por ejemplo, programas
8
9. de los medios de comunicación con fines educativos, talleres, cursos, diplomados
y pláticas aisladas. No necesariamente otorga calificaciones y certificados, pero se
adapta a los distintos rangos de edades y a las necesidades de grupos específicos
de educandos.
La educación informal se refiere a aquellos conocimientos, valores,
costumbres, prácticas, etc., que se van adquiriendo de manera asistemática y sin
objetivos pedagógicos explícitos a través de la experiencia diaria y por medio de
diferentes instancias sociales como la familia, los medios de comunicación, la
iglesia, los amigos y las amigas, etc.
El proceso educativo que buscamos promover con este Manual se inscribe
en el espacio de la educación no formal, en el que creemos que es posible llevar a
cabo nuevas experiencias que se alejen de los procesos generalmente rígidos de
la educación formal, en los que el maestro o la maestra depositan en los alumnos
y alumnas una información que tienen que memorizar sin poner objeciones.
Por el contrario, visualizamos el proceso educativo como una experiencia en la
que se pretende, más que la memorización y la actitud pasiva por parte del
educando, el desarrollo de habilidades y la construcción de nuevos conocimientos
mediante la interacción permanente y la participación activa, analítica y reflexiva
de los educadores y los educandos. En este sentido hacemos nuestra la idea de
que los procesos educativos deben servirnos para aprender a conocer, aprender a
hacer, aprender a ser y aprender a vivir juntos(1)
2.2 La educación sexual
La sexualidad es innata, en cuanto depende de factores biológicos, pero en
gran medida es también una creación humana que depende de diversos factores
sociales y culturales propios de cada época y cada sociedad. En la educación
sexual es primordial que los facilitadores conozcan este marco social y cultural,
que es la plataforma sobre la cual las y los jóvenes construyen sus identidades,
1 UNESCO, Educación para el siglo XXI, www.unesco.org 1999
9
10. convicciones y hábitos de vida, para que su acción educativa sea capaz de
promover una actitud responsable, crítica y reflexiva en torno al ejercicio de la
sexualidad.
La educación sexual en nuestro país ha avanzado significativamente desde
1974, cuando se incorporan a la educación formal y por primera ocasión algunos
contenidos básicos de esta temática. Inicialmente el abordaje tenía un sentido
biologicista, y se tocaba exclusivamente el tema de los cambios fisiológicos que
aparecen en la pubertad. A mediados de los años 80 se le incorpora el enfoque
psicosocial, y la inclusión de los aspectos sociales y psicológicos abre un enorme
campo para la acción educativa porque acerca a educadores, padres de familia y
sociedad a las necesidades y problemáticas más sentidas por las y los jóvenes
respecto a su sexualidad. Sin lugar a dudas, la aparición de la pandemia de
VIH/SIDA reforzó la necesidad de interactuar con la niñez y juventud para ampliar
el estrecho marco educativo que prevalecía sobre esta materia.
Posteriormente, se introduce en la temática de la sexualidad la perspectiva
de género; con ello la educación sexual se convierte en un proceso de reflexión
más completo, que propicia la equidad en las relaciones entre hombres y mujeres,
así como el empoderamiento de la mujer en los ámbitos social, cultural, político y
educativo.
Actualmente los adolescentes y jóvenes requieren de más y mejor
información y de una educación sexual que les permita conocerse a sí mismos y a
su entorno social, adquirir valores y actitudes que enriquezcan su formación como
sujetos capaces de reflexionar y decidir sobre el ejercicio de su sexualidad con
autonomía y responsabilidad.
Algunas investigaciones muestran que una persona escolarizada de 20 años de
edad obtiene el 10% de los aprendizajes en materia de sexualidad en una
10
11. situación de educación formal, un 5% los adquiere en una situación de educación
no formal, y un 85% en situaciones informales o comunitarias(2)
El aprendizaje en este último ámbito social generalmente está cargado de
mitos, prejuicios e ideas equivocadas sobre la sexualidad, que más que orientar
desorientan. De ello se deduce que la educación formal e informal sobre la
sexualidad deben ser reforzadas con conocimientos científicos, veraces y
actualizados que permitan a las y los jóvenes discernir de manera crítica y valorar
si el conocimiento adquirido puede favorecer su vida cotidiana.
En este sentido, la educación sexual y la información sobre el tema deberá ser
integral y tener como metas principales las siguientes(3):
1 Guiar a las y los jóvenes hacia el desarrollo de actitudes positivas y de un
pensamiento crítico y autocrítico hacia la sexualidad.
2 Fomentar el conocimiento de sí mismo que le permita al individuo
reconocerse y aceptarse como un ser sexuado y sexual a lo largo de todo el
ciclo de la vida, libre de toda ansiedad, temor o sentimiento de culpa.
3 Fomentar el desarrollo de roles de género que promuevan el respeto y las
relaciones justas, en un marco de valores basado en los derechos
humanos.
4 Promover el valor de las relaciones afectivas, no sólo en la vida de pareja
sino en todas las relaciones humanas.
5 Promover el conocimiento del cuerpo como un factor de autoestima y de
atención a la salud.
6 Fomentar el comportamiento sexual autónomo, responsable, consciente y
placentero hacia uno mismo y hacia los otros.
7 Promover la comunicación y el trato equitativo en todas las interrelaciones,
independientemente de la edad y el sexo de las personas, con énfasis en
las relaciones de familia y de pareja.
2 Corporación de Salud y Políticas Sociales CORSAP Chile 1997
3 OMS, OPS, CIECUS, Nuevo enfoque de la Salud Sexual, Guatemala, 2000.
11
12. 8 Promover un comportamiento responsable y compartido en relación con la
planificación familiar, la crianza de los hijos y el uso correcto de la
metodología anticonceptiva.
9 Promover decisiones responsables para la prevención de las infecciones de
transmisión sexual, particularmente VIH/SIDA y Virus del Papiloma
Humano.
Las metas y parámetros mencionados anteriormente constituyen la base de
un nuevo enfoque de la educación sexual, con el que se pretende que tanto los
facilitadores como las y los jóvenes reflexionen de manera crítica en los diversos
aspectos de la sexualidad, y contribuyan con ello a promover una cultura de la
salud sexual y una sociedad más libre, en donde hombres y mujeres puedan elegir
cómo vivir su propia sexualidad de manera responsable y respetuosa de sí
mismos y de los demás.
2.3 Características de lo juvenil
Según datos del XII Censo de Población y Vivienda(4), en el año 2000 la
población total de México alcanzó alrededor de 97.4 millones de habitantes, de los
cuales 33.6 millones (34.5% del total) son jóvenes entre 12 y 29 años de edad. De
ellos, 48.5% son hombres y 51.5% son mujeres.
Para cualquier programa educativo dirigido a esta enorme población de
jóvenes, incluyendo los programas de educación sexual, hay que tener en cuenta
como premisa básica que el periodo juvenil es decisivo en la vida de los
individuos, pues en este lapso es cuando toman las decisiones más
trascendentales que afectarán de forma determinante el curso de su vida: la salida
de la escuela, el primer trabajo, la primera relación sexual, la primera unión de
pareja o la primera salida del hogar paterno/materno, el primer hijo, etcétera.
4 Censo de Población y Vivienda 2000 INEGI
12
13. Así mismo, es imprescindible entender la heterogeneidad y complejidad de
situaciones que viven las y los jóvenes en función de la edad, el sexo, el origen
social, la etnia, la región de pertenencia y la escolaridad, así como las formas
diferenciadas de vivir el periodo juvenil y la infinidad de identidades que los
jóvenes asumen en función de variables culturales como la música, el estilo de
vestir o peinarse, sus preferencias literarias, sus formas de convivencia y otras
actitudes que son parte fundamental de las llamadas culturas juveniles.
Por tanto, estamos ante una juventud que en realidad está compuesta de
muchas juventudes. Entre otras, la urbana escolarizada, la urbana marginada, la
indígena urbanizada, la rural campesina, la que estudia o trabaja, la que no
estudia ni trabaja, la que vive en situaciones críticas o tiene capacidades
diferentes, etcétera. Para acercarnos con nuestra acción educativa a esta
multiplicidad de rostros es necesario conocer con la mayor extensión y
profundidad posibles la condición juvenil actual en nuestro país. Enseguida
hablaremos de manera muy resumida de tres aspectos de las condiciones de vida
de nuestros jóvenes(5)
Emancipación familiar
Entre las decisiones centrales del periodo juvenil está el salir del hogar
paterno/materno para formar una familia propia mediante la unión en pareja o el
matrimonio. La edad a la que se da este paso influirá en las condiciones que
permitirán a los jóvenes consolidar una mayor calidad de vida o reproducir
situaciones de precariedad.
Del total de 33.6 millones de jóvenes la mayoría son personas solteras
(72.1%), aunque más de 6 millones (18.7%) están unidos o casados. La
constitución de nuevas parejas comienza, en promedio, a los 19.3 años de edad,
5 PROJUVENTUD, Instituto Mexicano de la Juventud 2000
13
14. pero puede darse más temprano o más tarde dependiendo del nivel de ingresos,
el nivel educativo alcanzado y la región donde habitan. (6)
En relación con el nivel de ingresos, quienes declararon percibir un salario
mínimo tuvieron su primera unión a la edad promedio de 18.7 años, mientras que
aquellos que perciben más de cinco salarios mínimos la establecieron a la edad
promedio de 21.8 años. Esto significa que a menor ingreso, la unión se realiza a
edad más temprana, lo cual implica que la nueva pareja enfrentará sus
necesidades con menores recursos.
En cuanto al nivel educativo alcanzado por las y los jóvenes, entre más alto
es éste más se retrasa el momento para establecer la primera unión. Quien tiene
sólo primaria se unieron o casaron a los 18.1 años; los que cuentan con
preparatoria o bachillerato, a los 20.1 años; los de nivel de licenciatura se unieron
por primera vez a los 21.8 años. (7)
En relación con la región donde habitan, los jóvenes de grandes centros
urbanos tienen la primera unión a los 19.3 años, mientras que los de localidades
rurales la establecen en promedio a los 18.5 años de edad.
Situación educativo ocupacional
La relación entre el ámbito educativo y el mundo laboral le presenta a los jóvenes
un horizonte altamente contradictorio: sólo 2 de cada 10 jóvenes que actualmente
trabajan lo hacen en un empleo relacionado con sus estudios. La inserción laboral
que ofrece el mercado para los jóvenes en pocas ocasiones aprovecha la mayor
escolaridad que han alcanzado con respecto a la generación de sus padres y su
mejor disposición a la tecnología.
6 PROJUVENTUD, Instituto Mexicano de la Juventud 2000 pag. 36
7 PROJUVENTUD, Instituto Mexicano de la Juventud 2000 pag 37
14
15. Del total de jóvenes, 48.6% se ubica en la Población Económicamente
Activa (PEA) y 51.4% corresponde a la Población Económicamente Inactiva. Las
mujeres jóvenes activas se concentran en las localidades más urbanizadas y las
inactivas en las menos urbanizadas. Para los hombres esta relación es inversa.
Históricamente, el desempleo ha afectado en mayor medida a los jóvenes; las
Tasas de Desempleo Abierto para jóvenes duplican y hasta triplican las
correspondientes a los adultos. Además, el desempleo afecta más a los jóvenes
de 12 a 24 años de edad que a los de 25 a 29 años. (8)
Otro dato importante es el referente a los jóvenes que no estudian ni
trabajan. Suman más de 4 millones (14.4% del total), de los cuales 78.3% son
mujeres y 21.7% hombres.
Bienestar básico
La mayor parte de la población juvenil enfrenta así mismo enormes rezagos y
desigualdades en las condiciones básicas de bienestar. Dos de los indicadores de
éste, el ingreso y el acceso a los servicios de salud, así lo demuestran.
El nivel promedio de ingreso de la PEA juvenil es de 1.6 salarios mínimos al
mes, lo cual permite ver el grado de exclusión económica en el que se encuentran
los jóvenes, que además va aparejado con niveles precarios en sus condiciones
laborales. Sólo 29.3% cuenta con un contrato de trabajo, pero no con ello tienen
estabilidad laboral, pues más del 60% de los contratos son por obra determinada,
eventuales o de confianza. Adicionalmente, 37% de la PEA juvenil no tiene
ninguna prestación social.
Con relación al acceso a servicios de salud, poco más de la mitad de la
población joven (51.2%) tiene acceso a algún tipo de asistencia médica. Las
instituciones que concentran este tipo de atención son el Instituto Mexicano del
Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
8 PROJUVENTUD, Instituto Mexicano de la Juventud 2000 página 37
15
16. Trabajadores del Estado (ISSSTE); mientras que Petróleos Mexicanos (PEMEX),
la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y la Secretaría de Marina, junto
con servicios de contratación privada, tan sólo atienden al 5.2% de la población
juvenil.
2.4 Jóvenes y sexualidad
Hacia finales de la década de los 80s, y debido fundamentalmente a la
pandemia del VIH/SIDA, el tema de la sexualidad se empieza a abordar en
estudios y debates, aunque de manera indirecta dentro de investigaciones de
carácter sociodemográfico. De esa época a la fecha los estudios sobre la
sexualidad juvenil han pasado desde una visión que reducía el tema a aspectos
meramente biológicos y reproductivos hasta una visión integral y con perspectiva
de género que considera que la sexualidad está constituida por factores
biológicos, psicológicos, sociológicos y culturales. Así mismo, los avances en el
reconocimiento de los derechos y responsabilidades de las y los jóvenes reflejan
que actualmente la sociedad ha entendido que ellas y ellos son protagonistas en
los escenarios sociales, con capacidad para dar alternativas y tomar decisiones en
todos los ámbitos de su vida, incluyendo el de la sexualidad.
Entre los múltiples trabajos de investigación realizados sobre la condición
de lo juvenil resalta la Encuesta Nacional de Juventud (ENJ), realizada por el
Instituto Mexicano de la Juventud(9), en la cual encontramos un acercamiento
certero a las realidades y necesidades actuales de los jóvenes de nuestro país.
Conocer las especificidades y diversidades de los jóvenes, y los problemas que
los aquejan, es imprescindible para nuestra acción educativa y para encontrar
junto con ellos soluciones a su problemática, que tiene entre sus aspectos clave el
ejercicio de la sexualidad.
9 Encuesta Nacional de Juventud IMJ-INEGI México 2000
16
17. La población juvenil estudiada en la ENJ por grupos de edad y por sexo
contempla a los jóvenes de 12 a 29 años de edad. En cuanto al ejercicio de la
sexualidad se encontró que a la edad de 17 años el 33% de la población
masculina y el 14% de la población femenina ya han iniciado su vida sexo coital.
Así mismo la ENJ registra que la actividad sexual en las y los adolescentes se
realiza principalmente de manera no protegida, lo cual incrementa las
posibilidades de vivir situaciones difíciles como pueden ser un embarazo no
deseado contraer alguna infección de transmisión sexual, entre ellas el VIH/SIDA.
Por otro lado, una de cada tres jóvenes que no ha iniciado su vida sexual aduce
que “espera a la pareja ideal” y que desea “llegar virgen al matrimonio”; en mucha
menor proporción, refieren “miedo” al embarazo no deseado y a contraer una
infección de transmisión sexual o el VIH/SIDA.10
Otros estudios muestran que nuestros jóvenes conocen al menos un
método anticonceptivo, el 93% en las áreas urbanas y el 72% en las áreas rurales;
sin embargo, solo una de cada diez parejas utilizan un método anticonceptivo en
la primera relación sexual(11) Como se puede observar, no basta con saber que
existen estos métodos para llevar a cabo acciones preventivas. Por tanto, el
proceso educativo debe promover una cultura de la salud sexual en la que se
destaque la importancia del autocuidado y el cuidado mutuo en el ejercicio de la
sexualidad. Sin lugar a dudas, el inicio de la vida sexual modifica sustancialmente
el proyecto de vida de las y los jóvenes, y la educación sexual debe aportarles
información objetiva y clara que los ayude, por un lado, a ser más conscientes de
su realidad, y por otro, a vivir la sexualidad de una manera responsable y
satisfactoria.
El tema del embarazo juvenil es de suma importancia. En México, en el año
2000 hubo el nacimiento de 382,000 niños/as de madres menores de 20 años, lo
que representó el 15% del total de los nacimientos(12) Sin embargo, se
10 Encuesta Nacional de Juventud Reporte en la página www.imjuventud.gob.mx /encuesta
11 Encuesta Nacional de Juventud Reporte en la página www.imjuventud.gob.mx /encuesta
12 Palacios, Gregorio Documento base para el convenio con el IMJ
17
18. desconoce el número real de embarazos ya que las estadísticas no registran los
que terminan por interrupciones voluntarias(13) En nuestro país el embarazo en
adolescentes se considera comúnmente un "problema de mujeres” y muchas
veces se califica como una “falla” en el ejercicio de su sexualidad. Sin embargo, el
embarazo no planeado es un acontecimiento que por lo común altera las
potencialidades de desarrollo personal y social de los dos miembros de la pareja,
no sólo de la mujer. El embarazo en adolescentes no planeado es una experiencia
que, en la mayoría de los casos, ellas y ellos no buscan conscientemente, más
bien dicen los especialistas, que intervienen razones afectivas tanto como
prejuicios e ideas equivocadas que aún tienen sobre el tema de la sexualidad(14)
La investigación que han realizado diversas instituciones demuestra que las
adolescentes se embarazan en sus primeras relaciones coitales y con los primeros
compañeros(15) El embarazo también tiene consecuencias sobre las
oportunidades de desarrollo de las jóvenes. Así, se ha observado de manera
consistente que las adolescentes embarazadas abandonan la escuela con mayor
frecuencia que el resto, tienen mayor probabilidad de ser madres solteras o solas,
van a tener un número mayor de hijos al final de su vida reproductiva y sus
oportunidades de alcanzar un trabajo remunerado son menores, tal como lo refiere
Elizabeth Eggleston en Perspectivas Internacionales en Planificación Familiar,
número especial de 1999.
El uso de condón masculino, casi el único método anticonceptivo disponible
para los jóvenes en nuestro país, es para la mayoría el mecanismo más común
para protegerse y prevenir embarazos, pero ello no significa, por desgracia, que lo
13 Lutz, E. Jefa de Educación, Asociación Uruguaya de P. F. Taller de Salud Sexual y
Reproductiva Montevideo, Uru. 2000
14 Langer, A. Dra., Henry Espinoza, Dr. Embarazo no deseado: Conceptos y Situación Regional
Trabajo a ser presentado en la reunión “Nuevos desafíos de la responsabilidad política”, Buenos
Aires, Argentina. 30 de noviembre, 1° y 2 de diciembre de 2001 Population Council, Oficina
Regional Para América latina y el Caribe.
15 Rodríguez., Rivas, M., Amuchastegui, A., Mitos sobre la sexualidad y el SIDA en México Citado
por Atkins, L., y Ehrenfel, N. 1991
18
19. utilicen siempre en sus relaciones sexuales. Solamente tres de cada 10 parejas de
jóvenes utilizan algún método anticonceptivo en su primera relación sexual(16)
Los métodos anticonceptivos mayormente utilizados por los jóvenes son:
Método %
anticonceptivo
Condón 79.9
Pastillas 10.1
Ritmo/Billings 4.8
DIU 3.2
Inyectable 1.5
PAE 1.5
Retiro 1.5
Cuadro 1 Uribe, P. Centro Nacional de Prevención de VIH/SIDA México 2000
En cuanto a las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), el cuadro 2
muestra la incidencia en dos grupos etáreos de las 10 principales infecciones.
Como se puede observar, las cuatro principales infecciones afectan mayormente a
la mujer (vulvo vaginitis, afecciones por el Virus del Papiloma Humano y cáncer
asociado a las lesiones producidas por el mismo virus) Las otras seis infecciones
son procesos que por lo común, en la mujer, no se manifiestan clínicamente; esto
dificulta su detección y la posibilidad de prevenir riesgos en la salud de la mujer,
como la esterilidad y la aparición de otras enfermedades.
ITS en jovenes
Hepatitis B
SIDA
Sifilis
Gonorrea
Seropositivo a VIH 20 a 25
Herpes Genital 15 a 19
Cancer asociado al VPH
Virus del papiloma humano
Tricomoniasis urogenital
Candidiasis urogenital
0 200 400 600 800 100 120 140
0 0 0
Cuadro 2 Principales causas de morbilidad por ITS CENSIDA 2002
16 Rodríguez., Rivas, M., Amuchastegui, A., Mitos sobre la sexualidad y el SIDA en México Citado
por Atkins, L., y Ehrenfel, N. 1991
19
20. En lo que concierne al Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), el
53% de las muertes por esta infección ocurre en los 7 estados que acumulan la
mayor población juvenil. El grupo mayormente afectado es el que tiene entre 20 y
25 años de edad, sin embargo, debido a la historia natural de esta enfermedad,
debemos considerar que la edad en la que se adquirió el virus fue entre los15 a 17
años, es decir, en el lapso en que se inicia la vida sexual activa en nuestros
jóvenes. Por otro lado, la estadística por sexo muestra que la relación entre
hombres y mujeres que viven con VIH actualmente es de 6 a 1 respectivamente,
cifra que al inicio de la pandemia en México, en 1983, era de 16 a 1(17)
Otro evento relacionado con la pandemia de VIH/SIDA se relaciona
directamente con el fenómeno migratorio. En la actualidad, la migración de
connacionales hacia los EUA ha repercutido en la incidencia del VIH/SIDA en los
estados expulsores de población migrante.
El siguiente cuadro muestra los 10 estados con mayor número de casos de
VIH/SIDA en el periodo de 1995 a 2003.
Entidad Federativa Personas infectadas
con VIH (1995-2003)
Distrito Federal 4,137
Veracruz 2,199
México 1,590
Guerrero 1,105
Jalisco 1,074
Nuevo León 1,057
Puebla 1,018
Baja California 1,001
Chihuahua 809
Quintana Roo 808
Cuadro 3. Fuente: CENSIDA, Dos décadas de VIH/SIDA en México, México, 2003.
Estas situaciones de riesgo sexual y reproductivo nos obligan a
replantearnos la importancia que tiene la educación sexual para la vida actual y
17 Uribe, P. et al Dos décadas de SIDA en México Centro nacional de Prevención de VIH/SIDA
México 2004
20
21. futura de las y los jóvenes. Quienes desempeñamos el papel de facilitadores y
educadores necesitamos hacer del conocimiento para el autocuidado, el cuidado
mutuo y la prevención el pilar sobre el que descanse nuestra labor educativa. El
desafío que representa el proceso educativo sobre sexualidad es muy grande,
exige el involucramiento de las y los jóvenes, de los padres y madres de familia, y
de todos y cada uno de los agentes sociales que tenemos la responsabilidad de
educar para una cultura de la salud sexual.
Finalmente, es de vital importancia hacer mención sobre los Derechos
Sexuales de las y los jóvenes(18) Ante ello debemos reconocer que los Derechos
Sexuales son parte de los derechos humanos e incluyen el derecho de toda
persona a tener placer y a controlar su sexualidad de manera satisfactoria y sin
riesgos, decidiendo de manera libre, informada y responsable sobre estas
cuestiones.
Los Derechos sexuales hablan de alcanzar los estándares más altos para la
salud sexual y reproductiva y se traducen en el derecho a la información, respeto,
confidencialidad, salud, educación, derecho a vivir sin violencia y, sobre todo, el
derecho a tomar decisiones sin coerción, discriminación y violencia.
2.5 Funciones del facilitador
En este Manual a quien coordina y guía el proceso educativo se le llama
facilitador/a o educador/a y no maestro/a, profesor/a o instructor/a porque, desde
la perspectiva que aquí se maneja, los procesos educativos que generan
verdadera transformación son procesos en los que el conocimiento circula y se
construye en una doble vía, del educador al educando y viceversa, y para que esto
suceda se requiere del facilitador/a que oriente y coordine el trabajo en el grupo
desde un plano receptivo y de igualdad con los educandos, y no del maestro o
18 Memorias del Foro de Derechos Sexuales de Guadalajara, Jal. 2004
21
22. instructor tradicional que con una actitud de superioridad vacía su conocimiento
sobre los educandos sin entender sus inquietudes y sin suscitar la reflexión y el
intercambio de ideas y puntos de vista.
Es importante señalar que el trabajo del facilitador o la facilitadora, lo que
hace y dice durante su actividad educativa, refleja la concepción que tiene acerca
de lo que es la educación, qué piensa acerca de cómo aprendemos, cómo
conocemos, quién es el que enseña, etc. El proceso educativo al que apuntamos
en este Manual es aquél en que tanto el educador como los educandos aprenden
a través del diálogo, en donde las y los jóvenes tienen un papel activo en la
creación y recreación de su conocimiento, y en donde ellos y los facilitadores
analizan, discuten y reflexionan de manera crítica y creativa para lograr el
autoconocimiento y una concientización que posibilite la transformación de sí
mismos y de su realidad.
En congruencia con esta postura, el facilitador o la facilitadora es una
persona que no dicta discursos o expone temas esperando que sean escuchados
pasivamente y memorizados por l@s jóvenes, y sí en cambio establece
comunicación con ellos, propicia que se comuniquen entre sí, los escucha, y
atiende a los intereses, dudas e inquietudes que plantean; no trata de imponer sus
puntos de vista como los únicos válidos, sino reconoce que los jóvenes tienen
conocimientos y experiencias sobre la sexualidad que enriquecerán el
conocimiento que cada quien construye en la interacción durante el proceso
educativo.
En la educación sexual es fundamental la apertura para tratar de
comprender los diferentes puntos de vista y para discutir respetando todas las
ideas que se vierten en los grupos de trabajo, porque existen sobre la sexualidad
actitudes, creencias y prácticas en las que no todos los participantes estarán de
acuerdo, así como una gran cantidad de información equivocada, mitos y
prejuicios que deberán ser cuestionados con el fin de que las y los jóvenes puedan
22
23. elegir cómo vivir su sexualidad de manera responsable, satisfactoria y libre de
tabúes.
2.6 El papel del facilitador
El proceso educativo tal como lo concebimos en este Manual requiere que el
facilitador y la facilitadora jueguen un papel distinto al que tiene el docente en el
proceso educativo tradicional. La diferencia consiste en que su acción educativa y
su relación con los educandos pasan(19):
1 De la instrucción a la construcción. Aprender no significa reemplazar
acríticamente un punto de vista por otro, ni acumular información
indiscriminadamente, sino más bien construir nuevo conocimiento
cuestionando y transformando las informaciones e influencias que recibimos
continuamente de nuestro entorno. Esta transformación se logra a través del
pensamiento creativo y el diálogo propositivo entre todos los integrantes del
grupo, incluyendo desde luego al facilitador. Así pues, la educación no consiste
en dar instrucciones a los educandos, sino en construir junto con ellos el
conocimiento a través de la experimentación y la resolución de problemas,
considerando que los errores no obstaculizan el aprendizaje sino que son parte
fundamental del mismo.
2 Del refuerzo al interés. Una educación sexual que simplemente refuerce los
prejuicios, ideas y prácticas sobre la sexualidad que predominan en la
sociedad, sin someterlas a discusión, no despertará el interés en los
educandos y sólo profundizará el desconocimiento que existe sobre el tema.
Por el contrario, nadie dejará de escuchar, poner atención y participar en el
debate cuando el tratamiento del tema y las actividades y tareas propuestas
sean significativas para ellos porque responden a sus intereses, experiencias y
necesidades. Por lo tanto, desde la perspectiva que busca construir
conocimientos, los facilitadores investigan a los participantes (edades,
19 Casanueva Saez, P. Educación y aprendizaje significativo. Cuadernos Pedagógicos de la Universidad
Católica de Chile http://www.monografias.com/trabajos14/educacsignif/educacsignif.shtml 2005
23
24. escolaridad, conocimientos previos, religión, etc.) y elaboran un plan de trabajo
para adecuar los contenidos a sus características y necesidades para
apoyarles, recuperando sus experiencias e involucrándoles en el proceso de
aprendizaje, estimulándolos a hacerse sus propias preguntas acerca de su vida
y de sus metas.
3 De la obediencia a la autonomía. El facilitador no basa su acción educativa en
la sumisión de los educandos; por el contrario, fomenta en ellos una actitud de
autonomía y responsabilidad, ante sí mismos y ante los demás, por las
consecuencias de sus actos. La obediencia ciega refuerza en los educandos
una actitud de dependencia del parecer y los dictados de otros acerca de lo
que se debe hacer, pensar o decir. En cambio, en el proceso para adquirir la
autonomía, se desarrolla en los educandos la capacidad de auto conocerse
para definir las propias metas y tomar decisiones investigando y reflexionando
por cuenta propia.
4 Del individualismo a la cooperación. La acción educativa del facilitador
reconoce en todo momento las capacidades de los educandos para encontrar
soluciones a sus problemas, y considera que esas capacidades se desarrollan
y potencian en la interacción y la cooperación con los otros, y no actuando
aisladamente desde una perspectiva individualista y excluyente. Por lo tanto,
promueve la participación de todos los integrantes del grupo en el proceso de
reflexión y diálogo, y con ello contribuye a que se revaloren individualmente y
como grupo.
Con base en estos parámetros, el facilitador o la facilitadora diseña el plan de
trabajo que desarrollará con un grupo específico de jóvenes, tarea que implica
elegir los temas a revisar, definir la actividad (taller, cine debate, plática sobre
sexualidad, etc.) y los objetivos a lograr con esa actividad en particular, y
determinar qué materiales y técnicas son las más adecuadas a las características
del grupo. El plan de trabajo le permitirá:
a) Favorecer el aprendizaje significativo. Para elegir y organizar los temas es
importante conocer las necesidades de información de l@s jóvenes, saber qué
24
25. aspectos de la sexualidad son los que más les interesan, y cuáles son las
principales dudas que tienen; de este modo los tópicos elegidos serán
significativos para ellos, porque tendrán relación con las situaciones que viven a
diario con respecto a su sexualidad y les serán útiles para resolver posibles
problemas, enfrentar dificultades y cuidar su salud sexual; por lo tanto se sentirán
motivados a aprender e integrar esos nuevos conocimientos a su vida.
Al revisar alguna temática sobre sexualidad es conveniente rescatar los
conocimientos previos de los participantes, ya sea porque los hayan consultado en
un libro o tomado de algún curso, o sencillamente porque los hayan aprendido en
la vida diaria. Esto le permitirá al facilitador conocer lo que saben y piensan sobre
la sexualidad, y relacionar esos conocimientos con la nueva información y con el
contexto social y cultural en el que viven su sexualidad.
Manejar conceptos o definiciones es importante, pero también lo es traducir
esos conceptos a situaciones conocidas por las y los jóvenes. Para relacionar la
información con su vida cotidiana se puede referir alguna anécdota, utilizar
analogías o historias, comentar algún acontecimiento o situación social reciente,
analizar las noticias del periódico, o partir de una situación concreta planteada por
alguno de los participantes.
b) Promover la participación de los jóvenes de manera abierta y respetuosa.
Para lograr esto es importante que desde el inicio el coordinador ayude a “romper
el hielo” utilizando alguna técnica de presentación e integración, con el fin de que
los participantes se conozcan de una forma divertida y se cree un ambiente de
confianza que los anime a expresar sus opiniones, dudas y vivencias, procurando
que éste se mantenga durante toda la sesión o sesiones. Cabe apuntar que
cuando hablamos de "participación” de l@s jóvenes no nos referimos a su
convivencia en algún ejercicio o actividad física, sino a su aportación en la tarea
de analizar la información y las situaciones con que se ilustrarán los diversos
aspectos de la sexualidad y su ejercicio. Así pues, l@s jóvenes participarán
compartiendo sus propias experiencias con el grupo, confrontando sus juicios y
conocimientos con las opiniones de sus compañer@s y con los nuevos datos que
25
26. se presenten, de manera que cada quien pueda construir y reconstruir su
conocimiento en la interacción con el grupo.
c) Propiciar la concientización. Ésta es la tarea tal vez más difícil y más
importante para los facilitadores, ya que ayudar a la concientización de los demás
supone un trabajo de concientización consigo mismo, lo cual es necesario e
ineludible porque los facilitadores no están exentos de tener prejuicios e ideas
equivocadas sobre la sexualidad o de incurrir en actitudes autoritarias en su labor
educativa.
Tomar conciencia implica que l@s jóvenes reconozcan y reflexionen
críticamente sobre el contexto sociocultural en el que viven su sexualidad. Es
decir, implica razonar acerca de cómo vamos construyendo nuestra sexualidad,
cómo aprendemos las normas, valores y comportamientos sexuales, qué papel
juegan en este aprendizaje los agentes socializadores (la familia, los amigos, la
iglesia, los medios de comunicación masiva, etcétera) Significa así mismo conocer
cuáles son las costumbres y creencias en su comunidad, colonia o municipio
respecto al noviazgo, el matrimonio, el cuidado de los hij@s, cómo se concretizan
los papeles de género en las actividades que se permiten o prohíben a cada sexo
en la comunidad, el salón de clases, la casa, etc., y cómo se refuerzan los papeles
de género en los mensajes que emiten los medios de comunicación.
Por último, el proceso de concientización incluye necesariamente el
autoconocimiento. El/la facilitador/a debe fortalecer en l@s jóvenes la capacidad
de observarse a sí mism@s e interrogarse sobre sus actitudes, sentimientos y
creencias sexuales, motivándolos a confrontar sus ideas para probar qué tan
fundamentadas están, y a modificarlas si afectan de algún modo su bienestar
físico y mental y el cuidado y conservación de su salud.
2.7 Actitudes y habilidades del facilitador
Es primordial que el/la coordinadora conozca a fondo las diversas temáticas
sobre sexualidad y que procure estar actualizad@ para que la información que
26
27. maneje sea veraz, objetiva y fundamentada en el conocimiento científico. De igual
importancia es la forma en que comunica esa información, lo cual depende de sus
actitudes al dialogar con el grupo y de sus habilidades para manejar
adecuadamente los elementos didácticos.
Algunas actitudes que consideramos básicas para realizar un proceso
educativo transformador son las siguientes:
1 Mostrar una actitud respetuosa a los comentarios y sentimientos de l@s
integrantes del grupo.
2 Escuchar de manera activa, es decir, escuchar atentamente a las y los jóvenes
para entender sus inquietudes, motivaciones e interpretaciones, y no tomar éstas
a la ligera o, peor aun, con indiferencia.
3 Ser empático/a con ellos y ellas, es decir, tratar de ver desde su perspectiva las
situaciones o dificultades que viven en relación con el ejercicio de su sexualidad.
4 Mantener congruencia entre nuestro lenguaje verbal y el corporal. No somos
congruentes, por ejemplo, cuando hablamos de algún tema con una supuesta
posición de respeto, pero con nuestros gestos demostramos desaprobación; con
ello estaremos enviando mensajes contradictorios y tal vez fomentando una
actitud negativa en l@s jóvenes.
5 Tener disposición para aprender y capacitarse de manera permanente, y no
pensar que ya lo sabe todo.
6 Practicar la reflexión autocrítica sobre la propia sexualidad, para reconocer
cuáles son sus posturas y reacciones emocionales ante distintas situaciones como
la virginidad, la homosexualidad, la prostitución, el erotismo, etc., y estar
dispuest@ a modificar los prejuicios e ideas equivocadas que pudiera tener sobre
la sexualidad.
27
28. En cuanto a las habilidades del facilitador o facilitadora, consideramos
importantes y necesarias para el trabajo grupal las siguientes:
1 Organizar los contenidos temáticos que se revisarán, ya sea en una sola sesión
o en varias. La organización de los contenidos debe tener una secuencia
lógica; pueden ordenarse para ir progresivamente de los aspectos generales
del tema a los particulares, o bien disponerse cronológicamente, comenzando
con los antecedentes de un fenómeno o suceso en particular. La secuencia
puede variar, en función de lograr una mejor comprensión del tema, pero no
hay que perder de vista que la información debe presentarse relacionándola
siempre con el contexto social y cultural en el que se ubican l@s jóvenes.
2 Conducir o moderar las discusiones de modo que todos los integrantes del grupo
tengan oportunidad de expresarse. Sin embargo es pertinente limitar aquellas
participaciones que se desvían totalmente del punto en discusión, y no permitir
que una o unas cuantas personas acaparen el debate o se tomen demasiado
tiempo para exponer sus comentarios.
3 Utilizar preguntas y técnicas para propiciar la participación. El cuestionamiento
de las informaciones e influencias que recibimos cotidianamente es esencial en
la construcción del conocimiento, y para generar la participación activa de l@s
jóvenes en la reflexión crítica y la discusión de los mensajes, creencias y
prácticas en torno a la sexualidad es recomendable formular preguntas, que
pueden ser de varios tipos. Por ejemplo, si queremos que responda una
persona en particular se le hace una pregunta directa (¿Qué piensas de ....?).
Si se desea que la participación sea voluntaria se puede hacer una pregunta
indirecta, lanzada a todo el grupo (¿Qué les pareció.....? ¿Qué significa para
ustedes.....?). Cuando lo que se necesita es una respuesta precisa o limitada a
un sí o un no, la pregunta cerrada es la adecuada (¿Se entendió esta
definición? ¿Les gustó la película?). Pero si lo que se requiere es una
respuesta amplia para conocer la información que tienen l@s jóvenes, saber su
opinión, o volver a suscitar el debate para enriquecerlo, las preguntas abiertas
28
29. pueden ser muy útiles (¿Qué harías si.....? ¿Cómo responderías asertivamente
si.....?). Se pueden utilizar algunos o todos los tipos de preguntas y
combinarlas de acuerdo a las necesidades, pues cada uno arrojará distinta
información.
4 Con las técnicas se puede propiciar la participación a distintos niveles (individual
y grupal), pero para que estos elementos pedagógicos sean eficaces es
necesario conocer su aplicación, ya que cada técnica tiene un objetivo y un
procedimiento. Además, como cada grupo es distinto, las técnicas
generalmente se tienen que adecuar tomando en cuenta el número de
participantes, la edad, el nivel escolar, las condiciones del espacio, así como el
grado de participación del grupo en los distintos momentos de la actividad
educativa y su reacción ante las técnicas. Algunas de éstas tienen el propósito
de poner en movimiento las emociones y vivencias de los jóvenes, y pueden
provocarles reacciones de dolor, miedo o enojo, por lo que el/la facilitador/a
debe ser sensible a esta posibilidad y conocer sus propias limitaciones y
capacidades para poder manejarla. Otro aspecto importante es enriquecer las
técnicas con preguntas para hacer la conexión entre la experiencia de l@s
jóvenes y el tema que se está tratando, así como formular conclusiones o
hacer comentarios puntuales antes de cerrar el ejercicio.
5 El manejo del lenguaje verbal y no verbal es de suma importancia; dependiendo
de cómo utilicemos los gestos, la entonación y el volumen de la voz, la
velocidad con que se habla o los silencios, se puede atraer la atención del
grupo, enfatizar la información y promover un clima propicio para la
participación, o bien hacer monótona la exposición de las ideas, limitar la
libertad de las participaciones o mostrar incongruencia entre nuestros gestos y
lo que se dice. El/la coordinador/a puede mejorar el manejo de sus lenguajes
verbal y corporal hablando frente a un espejo y observando sus movimientos, o
grabando el discurso y después escuchando las cintas, para estudiar la forma
29
30. en que habla, su fluidez y claridad, la expresividad o inexpresividad de sus
ademanes y gestos, etc.
6 Por último, un elemento clave en nuestro papel como educadores es la habilidad
para utilizar la investigación como una herramienta que podemos desarrollar y
mejorar con la práctica. Estar actualizados en el conocimiento científico sobre
la sexualidad, así como investigar las características sociales y culturales
concretas de las y los jóvenes con los que trabajaremos: su origen social,
escolaridad, región de pertenencia, forma de pensar y sentir, formas de
convivencia, etc., le permitirá a los facilitadores empatizar con ellos y hacer una
conexión comprensible entre lo que se estudia y sus intereses, necesidades y
problemas.
Además, la investigación de temas específicos sobre sexualidad por
parte de los educandos forma parte de las estrategias de enseñanza-
aprendizaje que se recomiendan en este Manual, y en tanto más hábil sea el
facilitador o la facilitadora en el manejo de esta herramienta, mejor podrá
orientar a l@s jóvenes en la búsqueda y procesamiento de la información.
30
31. TRES
MEPES
Considerando que la sexualidad se vincula estrechamente con el estado de
salud física y mental y el bienestar de los hombres y las mujeres, es de vital
importancia que la población juvenil se encuentre bien informada y adquiera
conocimientos al respecto.
Cuidar la salud implica conocer cuáles son los factores que la favorecen así
como los factores de riesgo sexual y reproductivo que la afectan, y vivir la
sexualidad de manera responsable y satisfactoria significa asumir la
responsabilidad del propio cuerpo y de las cosas que se hacen o dejan de hacer
con él. En este sentido, la educación sexual dirigida a las y los jóvenes deberá
proporcionarles información amplia y objetiva y conocimientos para que puedan
elegir cómo vivir su sexualidad y para que jueguen un papel activo en el cuidado y
conservación de su salud.
Hacia allá apunta este Manual de Elementos Pedagógicos para la
Educación Sexual (MEPES), que tiene como fundamento el objetivo general del
Programa de Salud Sexual y Reproductiva Juvenil (PSSyRJ) implementado por el
Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ):
Promover entre adolescentes y jóvenes una cultura de la
salud sexual que propicie la responsabilidad, autonomía
y solidaridad en el ejercicio de la sexualidad,
a través de acciones educativas no formales
con perspectiva de género(20)
20 Documento Técnico del Departamento de Sexualidad Instituto Mexicano de la Juventud México 2004
31
32. 3.1 Objetivo general del MEPES:
Aportar una herramienta pedagógica a los facilitadores y educadores
que abordan la temática de la sexualidad con jóvenes de 12 a 29
años, presentándoles estrategias, técnicas y materiales educativos
que enriquezcan el proceso de enseñanza—aprendizaje.
3.2 Objetivos particulares del MEPES:
3.2.1 Promover algunos recursos didácticos entre los facilitadores que permitan
un abordaje actualizado de la educación sexual.
3.2.2 Proponer estrategias y técnicas adecuadas a las características de la
población juvenil.
3.2.3 Facilitar y promover la participación activa de las y los
jóvenes en el proceso de educación sexual.
3.2.4 Propiciar entre las y los jóvenes el análisis y la reflexión crítica sobre
los temas de la sexualidad.
3.2.5 Promover el autocuidado, el cuidado mutuo, la autonomía,
responsabilidad y la solidaridad en el ejercicio de la sexualidad.
De acuerdo con lo anterior, parafraseando a Freire, al facilitador y la
facilitadora se le propone(21):
Implementar un método educativo activo, dialogal y crítico, que permita al
facilitador/a como a los participantes del grupo de trabajo proponer, dialogar y
reflexionar crítica y creativamente sobre los aspectos de la sexualidad que
necesiten.
Adecuar el proceso educativo al grupo específico de jóvenes con el
que se trabaja, partiendo del concepto de cultura propia. El MEPES
contempla que las múltiples manifestaciones e identidades de la
juventud están estrictamente vinculadas con los diferentes entornos
21 Freire, P., La educación como práctica de la libertad. Ed. Siglo XXI México 1978
32
33. socioculturales en los que viven las y los jóvenes. Esto implica que la
temática de la sexualidad debe ser abordada en función de sus
necesidades particulares y de acuerdo a su cultura propia, para lo
cual se requiere que el facilitador conozca y entienda la especificidad
de las identidades juveniles y sus entornos.
Usar técnicas como el diálogo, la reflexión y el análisis. El MEPES
plantea estrategias y materiales como herramientas educativas que
favorecen el diálogo, la reflexión y el análisis sobre la base de las
propias experiencias de las y los jóvenes, de sus vivencias y de los
conocimientos previos que tengan sobre la materia. El Manual no
debe ser un documento rígido ni dogmático, por el contrario,
pretende ser flexible para permitir al facilitador aportar toda su
creatividad para establecer un proceso educativo en el que se
generen discusiones críticas, significativas y transformadoras para
los participantes.
3.3 Contenidos
3.3.1 Ejes transversales
Los ejes transversales son principios que el Instituto Mexicano de la
Juventud (IMJ) considera fundamentales para fortalecer el desarrollo de los
adolescentes y jóvenes. En ellos se enmarcan el quehacer del Departamento de
Sexualidad del IMJ y los objetivos del presente Manual.
Con base en estos lineamientos los facilitadores podrán articular mejor los
contenidos educativos con la vida cotidiana de los educandos, y orientar el
proceso educativo para que l@s jóvenes construyan o consoliden conocimientos y
desarrollen capacidades que les permitan:
1. Asumir la responsabilidad de su propio cuerpo y de su salud.
2. Conocer las situaciones de riesgo sexual y reproductivo.
3. Analizar críticamente las influencias culturales en la salud sexual.
4. Vivir su sexualidad de manera responsable y satisfactoria.
33
34. 5. Establecer relaciones armónicas y respetuosas entre ellos y ellas.
Los ejes transversales son los siguientes:
La autonomía, que se refiere al actuar de las y los jóvenes por sí mismos,
conscientes de su condición y circunstancia, de sus concepciones y valores. En
consecuencia sus acciones surgen desde la convicción personal.
La responsabilidad, que se entiende como la actitud necesaria para
prevenir situaciones de riesgo en el ejercicio de la sexualidad de las y los jóvenes;
se construye y desarrolla manteniéndonos informados de los posibles riesgos,
conociendo nuestros derechos y deberes, ejerciéndolos, y por ende, asumiendo
los resultados de las propias acciones.
La solidaridad, que se refiere a la actitud y a las acciones de apoyo hacia
quienes son vulnerables, discriminados o excluidos, y finalmente,
La perspectiva de género, que constituye un enfoque de reflexión y
análisis de las situaciones de inequidad, discriminación y exclusión provocadas
por los patrones convencionales de masculinidad y feminidad, con el que se busca
promover nuevas relaciones, armónicas y respetuosas, entre hombres y mujeres.
4. Categorías temáticas, temas y contenidos
Los temas y contenidos que se presentan a continuación, aunque están
estrechamente relacionados, se han organizado en categorías secuenciales, es
decir, empezar por la primera, continuar con la segunda y finalizar con la tercera.
Sin embargo, consideramos que será él o la facilitador/a quienes decidan el
ordenamiento de los temas(22), dependiendo de las características de los grupos
con quienes interactúan.
22 Pueden consultar la página www.imjuventud.gob.mx/temas de interés/sexualidad.
34
35. Las categorías temáticas y sus temas y contenidos correspondientes son:
1. Autoconocimiento y prevención.
2. Acciones para generar el bienestar.
3. Sexualidad y entornos socioculturales.
4.1. Autoconocimiento y prevención
La prevención de comportamientos de riesgo en salud sexual depende de la
información que tengamos al respecto, pero también de la conciencia que
personalmente desarrollemos que parte del autoconocimiento que tengamos sobre
nosotros mismos para actuar en consecuencia con el autocuidado.
Conocerse a sí mismo implica observar y reflexionar sobre lo que uno es.
Es identificar aquellas características que nos conforman de manera integral,
reconociéndolas en nuestro cuerpo, actitudes, sentimientos, como en las
relaciones que establecemos con nosotros/as mismos/as y con los demás. Sin
embargo, debido a que evolucionamos física y mentalmente a lo largo de la vida,
el autoconocimiento debe ser un proceso continuo que nos revele cómo van
cambiando los significados que atribuimos a nuestro cuerpo sexuado, a las
emociones y comportamientos que de ello se derivan, así como las ideas que
guían nuestras concepciones sobre lo sexual, conforme aumenta nuestra
información, experiencia y comprensión sobre esta dimensión tan importante en
nuestra vida.
Sugerimos desarrollar los siguientes tema en la categoría del autocuidado(23)
4.1.1 Pubertad y adolescencia
4.1.2 Órganos sexuales (anatomía y fisiología)
4.1.3 Imagen corporal
4.1.4 Autoexploración
4.1.5 Autoerotismo y fantasías sexuales
4.1.6 Respuesta sexual humana
4.1.7 Disfunciones Sexuales
23 www.imjuventud.gob.mx/temas de interés/sexualidad
35
36. 4.1.8 Orientación sexual
4.1.9 Relaciones sexuales
4.1.10 Infecciones de Transmisión Sexual
4.1.12 VIH/SIDA
4.2. Acciones para propiciar el bienestar
El conocimiento puede contribuir a la prevención de la salud sexual, pero si
sólo nos concretamos a recibir información y no la aplicamos en nuestra vida
diaria no estaremos propiciando nuestro bienestar.
Por ello consideramos que además del autoconocimiento para el
autocuidado, es necesario también que las personas jóvenes desarrollen
habilidades y capacidades para estar sanos y sanas y en equilibrio con ell@s
mismos, con los otros y con el entorno.
De acuerdo con lo anterior, consideramos pertinente enriquecer los temas
de autoconocimiento e incorporar los siguientes temas de la categoría de
acciones para propiciar el bienestar(24).
4.2.1 Autoestima
4.2.2 Comunicación
4.2.3 Asertividad
4.2.4 Negociación
4,2.5 Resolución de conflictos
4.2.6 Tomar decisiones
4.2.7 Derechos sexuales
4.2.8 Vínculos afectivos
4.2.9 Noviazgo y Pareja
4.2.10 Erotismo
4.2.11 Métodos anticonceptivos
4.2.12 Proyecto de vida
24 www.imjuventud.gob.mx/temas de interés/sexualidad
36
37. 4.3 Sexualidad y entorno sociocultural
Esta categoría pretende profundizar y contextualizar los temas anteriormente
propuestos, ubicando la importancia del entorno social y cultural que da sentido y
significado a las creencias, valores y comportamientos sexuales de los seres
humanos. Consideramos necesario que las y los jóvenes reflexionen críticamente
sobre los agentes (personas e instituciones) y procesos sociales y culturales
(socialización, educación) que influyen en la manera de percibir, representar y vivir
la sexualidad a nivel personal; así como, sobre las creencias, discursos y valores
que sobre la sexualidad y la reproducción predominan en la sociedad.
Consideramos que en esta categoría se desarrollen los siguientes temas(25)
4.3.1 Género
4.3.2 Valores
4.3.3 Diversidad sexual
4.3.4 Embarazo en la adolescencia
4.3.5 Aborto
4.3.6 Pornografía
4.3.7 Prostitución
4.3.8 Violencia sexual
25 www.imjuventud.gob.mx/temas de interés/género
37
38. Graduación de los contenidos
En este apartado del Manual se sugiere a las y los facilitadores la
graduación de los contenidos temáticos, de manera que su abordaje este
vinculado con los procesos de desarrollo psico-biológico y social de las y los
jóvenes. De igual manera, consideramos pertinente este abordaje para que sea
coincidente con la curricula establecida por instituciones educativas. Desde luego,
será el o la facilitadora quien, dependiendo de las características de su población,
decida las temáticas por abordar.
Edad Temática
12 a 14 años Pubertad y adolescencia
Órganos Sexuales
Imagen Corporal
Autoexploración
Autoestima
Comunicación
Asertividad
Toma de decisiones
Negociación
Valores
Agentes socializadores
Proyecto de vida
Infecciones de transmisión sexual
VIH/SIDA
15 a 17 A los temas antes expuestos se agregarán:
Género
Autoerotismo y Fantasías
Respuesta Sexual Humana
Disfunciones sexuales
Orientación sexual
Relaciones sexuales
Resolución no violenta de conflictos
Vínculos afectivos
Noviazgo y pareja
Erotismo
Métodos anticonceptivos
Diversidad sexual
Embarazo en la pareja adolescente
18 a 29 A los temas antes descritos se agregarán:
Aborto
Pornografía
Prostitución
Violencia sexual
38
39. CUATRO
Elementos Pedagógicos
Como se mencionó anteriormente, una de las funciones del facilitador es el
de guiar u orientar el proceso educativo, sin dejar de considerar que no es el único
responsable de que se produzca el aprendizaje en los educandos.
El conocimiento no es algo que se transmita o se vierta en la mente de
quien aprende como si fueran meros recipientes del saber; por lo contrario, se
considera que el educando, en este caso los jóvenes, deben tener una
participación activa en la construcción del conocimiento al interactuar con el
facilitador y sus compañeros de grupo en las actividades educativas. En este caso,
el o la joven establecen relaciones entre el conocimiento previo sobre sexualidad
(información, experiencias, creencias, mitos, etc.) y los nuevos elementos que van
encontrando en la experiencia del aprendizaje, ya sea en pláticas, cursos y
talleres. De esta manera, la nueva información se va vinculando a las experiencias
previas, produciéndose un aprendizaje significativo. Este último se construye
cuando las y los jóvenes encuentran sentido y practicidad entre una y otra
información, sobre todo cuando ésta se ha revestido de elementos culturales
cercanos al joven, así como las costumbres del lugar donde residen, sus vivencias
y emociones. Todo ello redundará en un proceso de aprendizaje más sencillo y
significativo en lugar de una memorización sin sentido.
Algunas veces creemos que con el simple hecho de brindar información las
y los jóvenes aprenden todo lo que deben saber y podrán aplicarlo llevándolo a la
vida cotidiana. Sin embargo, a través de estudios y encuestas realizadas sobre el
comportamiento sexual de las y los jóvenes, se observa que la mayoría conoce
medidas preventivas para evitar Infecciones de Transmisión Sexual o embarazos
no deseados, por ejemplo, pero poco son los que las utilizan en el momento de
tener relaciones sexuales. Esto pone de manifiesto que el brindar simplemente
información a nivel teórico no es suficiente para que los conocimientos se
39
40. traduzcan en acciones. Además, reconociendo que en el ámbito de la sexualidad
se entretejen una serie de creencias, emociones, mitos y valores que en gran
medida determinan la conducta sexual, resulta limitante pretender modificar las
conductas de riesgo o bien promover aquellas que conduzcan al bienestar con
solo ofrecer información.
Derivado de todo ello, consideramos esencial facilitar el aprendizaje desde
diversas áreas del conocimiento para que las y los jóvenes desarrollen distintas
capacidades y habilidades y con ello tengan mayor control sobre su vida sexual.
De acuerdo al planteamiento de Díaz-Barriga, se pueden identificar tres
áreas básicas del aprendizaje(26)
Declarativo
Procedimental
Actitudinal-Valoral
Aprendizaje Declarativo. Es el SABER QUÉ y se refiere al conocimiento
de tipo teórico, en el cual, se manejan conceptos, principios, fechas o
datos de acontecimientos. En Sexualidad existen términos, definiciones
y teorías o perspectivas teóricas que proporcionan un sustento científico
de la información, que apoya la desmitificación y permite desechar
aquellos argumentos sin una base lógica, entre otras funciones. Por esta
razón, resulta esencial tratar los contenidos declarativos de tal forma
que se comprendan y se relacionen con vivencias cotidianas, personales
y grupales, que le den significado al contenido y no se conviertan en
datos simplemente para memorizar.
26 Diaz-Barriga, F. Estrategias docentes para un aprendizaje significativo Ed. McGraw-Hill México 2002
40
41. Aprendizaje Procedimental. Es el SABER HACER, es aquel que se
aprende con la práctica, cuando es necesario realizar una serie de
acciones sistematizadas o desarrollar alguna habilidad en particular.
Dado que la conducta sexual implica prácticas que van desde lo preventivo
como el auto cuidado hasta interactuar con otros(as), es necesario
desarrollar ciertas habilidades como la autoexploración (de mamas,
testículos, etc.), negociación, comunicación asertiva, resolución no violenta
de conflictos, entre otras. Por lo que, la explicación de un método debe
acompañarse de su ejercicio como parte del aprendizaje a manera de
ensayos, que pueden ser realizados en escenas simuladas pero
semejantes a la realidad, contando con la guía del o la facilitador/a, quien
pude fungir como modelo al inicio del ejercicio y, gradualmente, el
educando irá perfeccionando su ejecución, y tomará en cuenta las posibles
dificultades que pueda encontrar en la vida cotidiana, para planear posibles
alternativas.
Aprendizaje Actitudinal-Valoral. Es el SABER SER. Las actitudes hacen
referencia a la “disposición anímica” -positiva, negativa o indiferente- que
nos provocan ciertos objetos, personas o situaciones. Son fundamentales
porque podemos no estar conscientes de ellas y generarnos conflictos, por
lo que es importante reconocerlas (autoconocimiento) para intentar ejercer
autocontrol de nuestras reacciones positivas o negativas.
Desde muy pequeños aprendemos ciertas actitudes con respecto a la
sexualidad, muchas de ellas pueden ser actitudes que nos provocan
vergüenza o culpa y contribuyen a la inhibición de nuestras capacidades. Es
así que la revisión de las actitudes es parte esencial de la educación sexual,
lo que permite reconstruir aquellas que obstaculizan el desarrollo sexual
sano e incorporar otras que lo potencien.
41
42. En el siguiente cuadro se propone, a manera de ejemplo, cómo se podría
abordar un tema específico de la categoría de autoconocimiento para el
autocuidado: “El uso correcto del condón para la prevención del vih-sida”,
considerando las tres áreas del aprendizaje antes enunciadas.
Actividades del facilitador Actividades del sujeto aprendiz
1 El la facilitador/a hará una breve Las y los asistentes estarán en
introducción al tema VIH/SIDA con actitud de atenta escucha.
énfasis en la importancia de las medidas
preventivas.
2 El la falicitador/a propondrá la técnica del
víde-debate para abordar y desarrollar el
tema
3 Exhibirá el vídeo NO EXISTEN Las y los asistentes observarán y
DIFERENCIAS (Producción Mexfam analizarán las actitudes de los
1999). Propondrá a las y los asistentes protagonistas del cortometraje.
esten atentos a las actitudes de los
protagonistas
4 Al fin de la proyección el/la facilitador/a Las y los participantes externarán
propondrá iniciar el debate detonando la sus comentarios referentes a las
participación de los asistentes mediante< preguntas detonantes por el/la
las siguientes preguntas: facilitador/a.
a) Qué opinan de la actitud de Pablo
b) Qué opinan de la actitud de
c) Qué medidas debieron haber
tomado ambos para evitar el
contagio con el VIH
d) Que hubiera representado la
utilización del condón de manera
correcta y persistente en el
proyecto de vida de ambos.
5 El/la facilitador/a propondrá a las y los Las y los participantes
asistentes construyan sus propios construirán su definición de
aprendizajes declarativos (el saber qué) CONDÓN MASCULINO.
Al finalizar las propuestas de las y los
asistentes el facilitador comparará los
conceptos vertidos con lo expuesto como
definición por la Norma Oficial Mexicana
en materia de Metodología
Anticonceptiva
6 El/la facilitador/a propondrá a las y los Las y los jóvenes expondrán sus
asistentes construyan sus propios conocimientos previos relativos a
aprendizajes procedimentales (el saber la correcta utilización del
42
43. cómo) CONDÓN.
Al finalizar las exposiciones del grupo, el Desarrollarán la técnica.
facilitador implementará la técnica Orden correcto de las tarjetas:
llamada Paso a Pasito para reafirmar el 1. Verificar la fecha de
conocimiento sobre la utilización correcta caducidad del condón en
del condón. el empaque viene inscrita
Para ello: la fecha de caducidad.
- El facilitador dividirá a las y los 2. Verificar que el empaque
asistentes en 4 grupos. del condón este integro.
- Dotará a cada grupo con las 3. Verificar la presencia de
tarjetas en donde se exponen los una “burbuja de aire”.
pasos para la adecuada utilización 4. Abrir el empaque por los
del condón. lados “ asurados”.
- Les indicará que deben colocar las 5. El condón se coloca
tarjetas de arriba hacia abajo en el cuando el pene esta en
orden adecuado para usar erección.
correctamente un condón. 6. Tomar la punta del condón
- Dará un tiempo límite. Éste ira de (el extremo cerrado) con
acuerdo a los conocimientos los dedos índice y pulgar y
previos de las y los asistentes. A hacer un giro de 180
mayor conocimiento, menor grados.
tiempo. 7. Colocar el condón sobre el
- Al finalizar, revisará cuál de los glande y deslízalo hasta la
grupos colocó las tarjetas en orden base del pene.
adecuado y en el menor tiempo 8. Eyaculación
- Premiará al grupo ganador 9. Extraer el pene cuando
aun este erecto.
10. Retirar el condón
deslizándolo desde la
base hacia el glande.
11. Envolverlo en papel
desechable y deposítalo
en el cesto de la basura.
7 El/la facilitador/a propondrá a las y los Las y los asistentes opinarán
asistentes construyan sus propios sobre los cuestionamientos
aprendizajes actitudinales (el saber ser) propuestos por el/la facilitado/a
exponiendo sus sentires respecto
Para ello, el/la facilitador/a propiciará la a los cuestionamientos.
participación de las y los asistentes con
la finalidad de resaltar las actitudes
respecto al uso del condón.
Realizará las siguientes preguntas:
a) De qué forma puede influir en el
proyecto de vida el uso correcto y
persistente del condón.
43
44. b) Qué importancia tiene la
negociación en la utilización del
condón.
c) Qué importancia tiene la
autonomía y la responsabilidad en
la utilización del condón.
8 El/la facilitado/a cerrará la sesión Aclararán dudas
realzando la importancia de las áreas del
conocimiento y responderá las dudas de
las y los asistentes.
44
45. 4.1 ESTRATEGIAS
El facilitador puede hacer uso de ESTRATEGIAS PEDAGÓGICAS para
favorecer el aprendizaje significativo en cualquiera de estas tres áreas, ya que es
muy importante planificar las actividades educativas e incluir diversos métodos y
materiales didácticos, con el fin de que se propicie la participación activa de las y
los educandos y al mismo tiempo se fomente el desarrollo cognitivo del grupo en
su interacción en el contexto de aprendizaje.
Todo maestro, educador o facilitador puede usar estrategias pedagógicas, pero
en el caso que nos ocupa, son herramientas necesarias para interpelar a las y los
jóvenes, cansados de exposiciones verbales y de actividades docentes en las que
no son considerados como sujetos, sino meros depositarios o receptores de
información.
Las ESTRATEGIAS PEDAGÓGICAS son aquellos recursos por medio de los
cuales es posible organizar, exponer, recuperar los saberes de los participantes,
propiciar su participación, analizar los contenidos, facilitar la comprensión, orientar
la dinámica grupal y ejercitar lo aprendido.
Las estrategias educativas se apoyan en los siguientes principios básicos:
Atraer y mantener la atención de los educandos sobre el tema, y
asegurarse de que los puntos más importantes han sido comprendidos.
Dar oportunidad a los integrantes del grupo de trabajo para que
aprendan colaborando en el proceso de enseñanza-aprendizaje, es
decir, compartiendo con los demás lo que ya saben acerca del tema y
analizando los contenidos educativos para integrarlos a su vida
cotidiana.
Relacionar los conceptos con las inquietudes y la problemática de l@s
jóvenes, de manera que el aprendizaje sea significativo para ellos.
Poner de relieve los aspectos del entorno sociocultural que influyen de
manera directa en su formación educativa.
La posibilidad de adaptación de dichas estrategias a las características
del grupo de aprendizaje
45
46. En este sentido, las estrategias le permiten al facilitador o la facilitadora
generar un proceso de enseñanza dinámico e interesante, en el que se transmiten,
construyen y reconstruyen conocimientos mediante la retroalimentación. Una
estrategia adecuadamente elegida servirá de catalizador de este proceso. Para
que las estrategias cumplan a cabalidad su función, el facilitador deberá tener en
cuenta los siguientes aspectos:
1. Proponer estrategias acordes a la temática que se abordará.
2 Definir los objetivos que se persiguen con la estrategia que se va a implementar.
3. Conocer las características y necesidades de los integrantes del grupo para
elegir la estrategia adecuada a ellos.
4. Conocer a profundidad las características de la estrategia para implementarla
adecuadamente.
5. Contar con los elementos indispensables para poner en práctica la estrategia.
6. Dirigir la estrategia con profesionalismo.
De entre las múltiples estrategias que existen, proponemos en este Manual
algunas que hemos utilizado en nuestro trabajo con grupos de jóvenes y que
han demostrado su efectividad para el abordaje de las temáticas de
sexualidad y que se pueden emplear para incidir en una, dos o las tres áreas
del aprendizaje.
46
47. VÍDEO DEBATE
Utilizar películas como estrategia pedagógica puede garantizar y capturar la
atención de los participantes; sin embargo, es necesario que la actividad no quede
en la mera proyección de una película que por su temática esté relacionado con el
tema que se va a abordar. Es muy importante advertir que el video debate será
útil, siempre y cuando, se alcancen los siguientes propósitos: a) provocar la
reflexión personal y colectiva, b) presentar situaciones complejas o poco comunes
para analizar los factores que interviene en ellas, c) conocer las posiciones de los
participantes frente a tal o cual aspecto del tema y organizarlas junto con ellos
para enriquecer el aprendizaje mediante el debate, a través del cual se producirán
colectivamente reflexiones y conclusiones que reafirman conocimientos.
La duración de esta actividad puede ir desde 1 hasta 2 horas, dependiendo
del tema que se trate.
Consideraciones:
El facilitador debe ver el video antes de proyectarlo, para familiarizarse con
las escenas y para probar el funcionamiento del equipo y evitar fallas que
interrumpan la actividad.
El video debate puede realizarse con grupos pequeños, desde 15 hasta 40
asistentes, considerando que entre más grande sea el grupo más difícil será
organizar el debate posterior a la proyección del video.
La presentación de un video requiere de condiciones físicas específicas: un
espacio amplio, con buena ventilación e iluminación, que pueda obscurecerse
durante la proyección, así como asientos cómodos.
47
48. El video debe estar en buenas condiciones, con un sonido claro y una
imagen nítida, y proyectarse a un tamaño que sea fácilmente visible para todos, ya
que de no ser así se dispersará la atención de los espectadores.
La transmisión del video debe complementar el contenido temático a
desarrollar, ya sea que se presente al inicio de la sesión como introducción al
tema, o al final de la misma, como conclusión o como elemento para generar la
reflexión y el debate.
Tras la presentación del video el/la facilitador/a debe cuidar que las
participaciones espontáneas del grupo se refieran al contenido temático, para que
no se disperse la atención en otras direcciones, y debe moderar el debate para
lograr una dinámica en la que todos los participantes tengan oportunidad de
expresarse.
Para organizar el debate es recomendable seleccionar con antelación
algunos episodios del video (situaciones, imágenes, diálogos, etc.) que ayuden a
detonar los comentarios y posiciones de los participantes y a centrar la discusión
en los puntos focales del tema.
El debate debe basarse en la expresión espontánea de las y los jóvenes
participantes, es decir, en las vivencias, emociones y pensamientos que
experimentaron durante la proyección de la película. Igualmente importante es
recuperar la experiencia previa de los participantes respecto del tema. Sobre esta
base el/la facilitador/a tendrá elementos para contextualizar la información
tomando en cuenta sus costumbres, valores, actitudes, papeles de género y
formas de vida en relación con la sexualidad, y con ello favorecerá la reflexión
crítica y el aprendizaje significativo.
En ocasiones la participación espontánea es escasa; para estimularla el
facilitador puede hacer preguntas a dos o tres participantes en particular o a todo
el grupo (v. 2.6. Actividades y habilidades del facilitador)
48
49. Ventajas Desventajas
Permite expresar de manera libre El facilitador debe tener experiencia en el
pensamientos y posturas. manejo de la estrategia para que ésta no
sea un simple pasatiempo.
Se genera una dinámica participativa Requiere equipo técnico costoso, con el
en el grupo. que no siempre se puede contar.
Propicia la reflexión,
la expresión de vivencias y la
construcción de conocimientos a partir
del diálogo con los
otros(as)
Permite elegir el material
audiovisual que apoye
adecuadamente al contenido
temático que se abordará en la
sesión.
Permite la utilización de videos
educativos ya existentes o la
utilización de filmes comerciales.
Variantes de esta estrategia
Tomando en consideración que el video debate requiere de recursos
técnicos que pueden estar fuera del alcance de los facilitadores, proponemos
como alternativa la lectura debate.
LECTURA DEBATE
Consideraciones:
En esta variante lo que sirve de base para el debate es una lectura previa
sobre temas de sexualidad, propuesta al grupo por el facilitador. La discusión
puede basarse en las ideas relevantes que se encuentran en el documento leído,
o bien en las interrogantes que haya suscitado la lectura en las y los jóvenes. Para
orientar y moderar el debate, y para contextualizar la información, se seguirán los
mismos lineamientos que en el video debate.
Las lecturas pueden incluir:
1. Artículos de libros o revistas que aborden temas de sexualidad.
2.Artículos obtenidos por vía de páginas web, por ejemplo:
www.imjuventud.gob.mx; www.mexfam.org , www.gire.org, etc.
49
50. 3. Artículos periodísticos.
4. Artículos de revistas científicas de sexología.
5. Libros que abordan la temática de sexualidad propuestos por la
Secretaría de Educación Pública.
VIDEO INFORMACIÓN
Los videos sobre la temática de la sexualidad son un gran apoyo cuando se
busca informar sobre los aspectos teóricos de un tema específico. Haciendo uso
del video antes de su exposición, el/la / facilitador/a favorecerá la comprensión de
los conceptos y estimulará la retroalimentación en el grupo.
VENTAJAS: DESVENTAJAS:
Permite aclarar conceptos. Es un trabajo a veces prolongado que
puede llegar a cansar al grupo.
Permite captar la atención de los La comunicación puede hacerse tediosa
participantes. si el/la facilitador/a no fomenta la
retroalimentación.
Es una forma novedosa de trabajar Requiere de herramientas no siempre
sobre un tema. accesibles como TV, Vídeoreproductora,
PC y Cañón proyector
50
51. INVESTIGACIÓN DOCUMENTAL
Entendemos por investigación documental la búsqueda, recopilación
estudio de libros, artículos, revistas, suplementos y promocionales que contengan
información relevante sobre temas que interesan. Esta estrategia consiste en
orientar y coordinar a los educandos para que realicen una investigación
documental sobre algún tema específico de sexualidad, ya sea para utilizarla
como base de las actividades en una sesión o como complemento posterior al
tema que se haya revisado.
Consideraciones:
La investigación dinamiza el proceso de enseñanza-aprendizaje, pues
desarrolla la capacidad de analizar, relacionar y confrontar informaciones acerca
de un tema, y motiva a los educandos a dejar de ser meros receptores pasivos de
información y a buscarla y juzgarla por sí mismos.
Al recomendarle una investigación a los educandos, es importante que el
facilitador: a) plantee o acote temas o subtemas, por ejemplo: Tema.- Sexualidad
Humana. Subtemas.- Pubertad, Órganos Sexuales, Respuesta Sexual Humana,
Embarazo Adolescente, Métodos Anticonceptivos, etc. b) oriente a los
participantes acerca de cómo recabar la información en bibliotecas, centros de
documentación, Internet, etc.; c) proporcione una guía para la investigación, que
puede consistir en un listado de preguntas: primero, sobre los puntos centrales del
tema a investigar, jerarquizando desde los aspectos más generales del tema hasta
los más específicos; y, segundo, incluir preguntas que les orienten para poner
mayor atención a aspectos que se considera necesario incorporar en sus reportes
sobre la investigación.
Una forma de trabajar con los resultados obtenidos en la investigación es
discutir en pequeños grupos la información encontrada y después en plenaria
recuperar lo que cada equipo considera relevante y su pensar acerca de ello,
51
52. apuntándolo en un pizarrón o en hojas de rotafolio. Es importante que en la
reflexión, tanto en los pequeños grupos como en la plenaria, las y los jóvenes
conecten sus experiencias personales con lo investigado, y que se esfuercen en
proponer alternativas de acción.
Para concluir se agrupan las ideas más relevantes extraídas de las
contribuciones de los participantes, y se enfatiza la diferencia entre hechos, datos,
opiniones y valoraciones.
Ventajas Desventajas
La actividad hace evidente que el Es una actividad que requiere de
proceso de enseñanza-aprendizaje tiempo y dedicación por parte del
trasciende el espacio del aula. facilitador y los educandos.
Propicia que el facilitador desarrolle sus Durante el proceso de la investigación
habilidades para potenciar el aprendizaje el educando puede perder de vista el
de los educandos. objetivo.
El educando puede enriquecer su
conocimiento acercándose a
diversas fuentes de información.
Se propicia la confrontación de ideas
diferentes ante una situación, como una
práctica que ayuda a tomar mejores
decisiones.
52
53. PERIÓDICO MURAL
El propósito de la elaboración de un periódico mural es que los educandos
transmitan a la comunidad información científica e ideas propias sobre el tema de
la sexualidad, a través de imágenes y pequeños textos. Con el periódico se
propicia la comunicación entre la comunidad y el grupo de trabajo. Para realizarlo,
los integrantes del grupo analizan las situaciones o problemas que importa
comunicar y deciden qué poner en el periódico, trabajando en un ambiente de
participación activa y de respeto mutuo.
Consideraciones:
El tiempo de elaboración del periódico mural varía, dependiendo de que la
actividad se realice dentro de una sesión de trabajo o se deje como tarea.
Lo más práctico es realizarlo sobre papel grueso o cartulinas que puedan
colocarse en una pared. En esta base se escriben los textos con letra legible, se
pintan los dibujos, se pegan las fotos o recortes, etc. Es recomendable hacerlo con
más imágenes que textos, pues esto permite que los educandos desarrollen su
creatividad e imaginación, y el resultado es más atractivo.
El tamaño del periódico lo deciden los integrantes del grupo, de acuerdo al
espacio de que dispongan: una pared, dos paredes, una mampara, etc. Deben
colocarlo en un lugar de tránsito continuo donde pueda ser observado por la
población a la que se dirige.
El trabajo de elaboración puede ser coordinado por un miembro del equipo
o por el facilitador. Entre las cuestiones básicas a considerar para realizarlo se
encuentran: a) determinar los aspectos del tema que el grupo considera
importante incluir, tomando en cuenta las experiencias personales y el contexto en
que se vive; b) buscar y seleccionar información y material gráfico relativo a los
aspectos del tema elegidos; c) incluir las referencias de las fuentes consultadas,
53
54. para que los/as lectores/as puedan documentarse de manera más amplia en el
tema si así lo desean.
Ventajas Desventajas
La estrategia propicia la generación de Requiere de espacios fijos y amplios.
ideas novedosas y la posibilidad de
compartir puntos de vista y
conocimientos entre los integrantes del
grupo.
La responsabilidad del trabajo puede
Permite que el proceso de enseñanza- recaer sólo en parte del equipo.
aprendizaje vaya más allá del grupo,
ya que incluye a la comunidad como
interlocutora.
Motiva a los educandos a buscar y Durante su elaboración se puede perder
seleccionar información que pueda de vista el tema principal.
transmitirse de manera sencilla y
atractiva y que despierte el interés La información puede resultar
sobre el tema. insuficiente para algunos lectores
54
55. JUEGOS DIDÁCTICOS
Los juegos didácticos utilizados en la temática de sexualidad contienen
información y/o imágenes que hacen referencia a situaciones comunes y refuerzan
el proceso de enseñanza-aprendizaje mediante actividades lúdicas que logran
captar y mantener la atención de las y los participantes.
Consideraciones
Las actividades con juegos didácticos son experiencias de aprendizaje para
los educandos, y los facilitadores deben cuidar que no se conviertan en un simple
pasatiempo. El uso de juegos didácticos se recomienda para revisar
conocimientos sobre uno o varios temas, así como actitudes, mitos, valores o
conductas en torno a la sexualidad, o bien para retroalimentar o recapitular lo
aprendido. Es importante durante los juegos propiciar un clima de confianza y
respeto para que las y los jóvenes puedan expresarse libremente.
Antes de iniciar un juego habrá que conocer las instrucciones del mismo
para poder alcanzar sus objetivos; no conocer las reglas y funcionamiento puede
dispersar la atención de los participantes y convertir el juego en un distractor del
aprendizaje.
Los juegos que ya están editados generalmente contienen un folleto de
información teórica que sirve de apoyo, pero es conveniente que el/la facilitador/a
cuente con información previa sobre el tema y se actualice constantemente.
Durante el desarrollo del juego se puede ampliar la información, aclarar
dudas y motivar a los participantes para que compartan sus conocimientos.
En caso de que un/a participante no entienda alguna pregunta o frase del
juego se volverá a leer ésta las veces que sean necesarias, y como última opción
55
56. el/la facilitador/a la explicará con sus propias palabras, cuidando de no cambiar el
sentido del enunciado.
Es posible que otras(os) jóvenes se acerquen a observar; si no está
contraindicado por las reglas del juego se les puede involucrar en la dinámica,
pidiéndoles que hagan comentarios o ayuden a responder alguna pregunta.
Ventajas Desventajas
Se pueden tratar varios aspectos de un Resulta difícil hacer reflexiones
tema o varios temas en el mismo profundas.
juego.
Algunos juegos propician la Pueden participar un número limitado de
cooperación entre las/los participantes. personas.
Favorece la expresión de ideas y La revisión de los temas se limita a los
emociones. puntos incluidos en el juego.
El proceso de enseñanza-aprendizaje Algunos juegos pueden tener pocas
resulta ameno. variantes y tornarse aburridos.
Facilita la retroalimentación entre el/la El manejo inadecuado del juego puede
facilitador/a y las/los participantes. reducir la actividad a un mero
pasatiempo.
56