La prueba de Mantoux es el principal método para diagnosticar la infección o enfermedad tuberculosa. Consiste en inyectar una pequeña cantidad de PPD tuberculínico debajo de la piel del antebrazo y medir cualquier induración entre 48-96 horas después. Una induración indica una reacción positiva y posible infección con Mycobacterium tuberculosis. La prueba debe administrarse y leerse correctamente para obtener resultados precisos.