SlideShare une entreprise Scribd logo
1  sur  55
Télécharger pour lire hors ligne
PDF generado usando el kit de herramientas de fuente abierta mwlib. Ver http://code.pediapress.com/ para mayor información.
PDF generated at: Sun, 25 Nov 2012 14:06:35 UTC
Sueños en el tintero
Contenidos
Artículos
Dadaísmo 1
Surrealismo 5
Técnicas surrealistas 13
Literatura surrealista 17
Generación del 27 18
Federico García Lorca 26
Poeta en Nueva York 35
Oliverio Girondo 48
Referencias
Fuentes y contribuyentes del artículo 51
Fuentes de imagen, Licencias y contribuyentes 52
Licencias de artículos
Licencia 53
Dadaísmo 1
Dadaísmo
Póster del Matinée dadá (de 62 × 85 cm), de
enero de 1923.
El dadaísmo es un movimiento cultural que surgió en 1916 en el
Cabaret Voltaire en Zúrich (Suiza). Fue propuesto por Hugo Ball,
escritor de los primeros textos dadaístas; posteriormente, se unió el
rumano Tristan Tzara que llegaría a ser el emblema del Dadaísmo. Una
característica fundamental del Dadaísmo es la oposición al concepto de
razón instaurado por el Positivismo. El Dadaísmo se caracterizó por
rebelarse en contra de las convenciones literarias y artísticas y,
especialmente, por burlarse del artista burgués y de su arte.
[1]
Su
actividad se extiende a gran variedad de manifestaciones artísticas,
desde la poesía a la escultura pasando por la pintura o la música.
[2]
Para los miembros del Dadaísmo, este era un modus vivendi que
hacían presente al otro a través los gestos y actos dadaístas: acciones que pretendían provocar a través de la
expresión de la negación dadaísta. Al cuestionar y retar el canon literario y artístico, el Dadaísmo crea una especie de
antiarte, es una provocación abierta al orden establecido.
[3]
Introducción
El Dadaísmo fue un movimiento artístico surgido primero en Europa y posteriormente en Estados Unidos. Fue
creado en el Cabaret Voltaire en Zúrich (Suiza) entre 1916 y 1922 con Hugo Ball como fundador, cuando una serie
de artistas de distintas nacionalidades se encontraron como refugiados en esa ciudad durante la Primera Guerra
Mundial. Posteriormente fue adoptado por Tristan Tzara, quien se convertiría en la figura más representativa del
Dadaísmo.
[1]
El Dadaísmo surgió del desencanto que sentían esos artistas al vivir en la Europa del periodo tardío de
la Primera Guerra Mundial y, posteriormente, de la actitud de rebelión hacia la abulia y desinterés social
característico de los artistas del periodo de entreguerras.
[1]
Artistas reconocidos de este movimiento fueron Tristan Tzara y Marcel Jank de Rumanía, el francés Jean Arp y los
alemanes Hugo Ball, Hans Richter y Richard Huelsenbeck. Tras varios encuentros informales en distintos cafés,
empezaron a darle forma a la idea de crear un cabaret internacional. La primera celebración tuvo lugar el 5 de
febrero de 1916 en el Cabaret Voltaire, y consistió en un espectáculo de variedades con canciones francesas y
alemanas, música rusa, música negra y exposiciones de arte. Ese mismo año se publicó un panfleto titulado Cabaret
Voltaire que contenía aportaciones de Guillaume Apollinaire, Filippo Tommaso Marinetti, Pablo Picasso, Amedeo
Modigliani y Vasili Kandinski; en la cubierta aparecía un dibujo de Jean Arp. En 1917 se inauguró la Galería Dadá.
La expansión del mensaje dadaísta fue intensa, amplia y tuvo repercusiones en todos los campos artísticos. En
Alemania encontró adeptos entre los intelectuales y artistas que apoyaban el movimiento espartaquista. En Francia
ganó las simpatías de escritores como Breton, Louis Aragon y el poeta italiano Ungaretti.
El Dadaísmo suele ser una sucesión de palabras y sonidos a la que es difícil encontrarle lógica. Se distingue por la
inclinación hacia lo dudoso, la muerte, lo fantasioso, y por la constante negación. Así, busca renovar la expresión
mediante el empleo de materiales inusuales o manejando planos de pensamientos antes no mezclables, lo cual
conlleva a una tónica general de rebeldía o destrucción. El Dadaísmo es caracterizado, también, por gestos y
manifestaciones provocadoras en las que los artistas pretendían destruir todas las convenciones con respecto al arte,
creando, de esta forma, un antiarte. El movimiento dadaísta es un movimiento antiartístico, antiliterario y antipoético
porque cuestiona la existencia del arte, la literatura y la poesía. De hecho, por definición, cuestiona el propio
Dadaísmo.
El Dadaísmo se presenta como una ideología total, como una forma de vivir y como un rechazo absoluto de toda
tradición o esquema anterior. En el fondo es un antihumanismo, entendiendo por humanismo toda la tradición
Dadaísmo 2
anterior, tanto filosófica como artística o literaria.
[cita requerida]
No por casualidad en una de sus primeras
publicaciones había escrito como cabecera la siguiente frase de Descartes: «No quiero ni siquiera saber si antes de
mí hubo otro hombre.»
El Dadaísmo se manifiesta contra la belleza eterna, contra la eternidad de los principios, contra las leyes de la lógica,
contra la inmovilidad del pensamiento, contra la pureza de los conceptos abstractos y contra lo universal en general.
Propugna, en cambio, la desenfrenada libertad del individuo, la espontaneidad, lo inmediato, actual y aleatorio, la
crónica contra la intemporalidad, la contradicción, el "no" donde los demás dicen "sí" y el "sí" donde los demás
dicen "no"; defiende el caos contra el orden y la imperfección contra la perfección. Por tanto, en su rigor negativo,
también está contra el modernismo, y las demás vanguardias: el expresionismo, el cubismo, el futurismo y el
abstraccionismo, acusándolos, en última instancia, de ser sucedáneos de cuanto ha sido destruido o está a punto de
serlo. La estética dadaísta niega la razón, el sentido, la construcción del consciente. Sus formas expresivas son el
gesto, el escándalo, la provocación. Para el Dadaísmo, la poesía está en la acción y las fronteras entre arte y vida
deben ser abolidas.
El aporte permanente del Dadaísmo al arte moderno es el cuestionamiento continuo de qué es el arte o qué es la
poesía; la conciencia de que todo es una convención que puede ser cuestionada y que, por tanto, no hay reglas fijas y
eternas que legitimen de manera histórica lo artístico. Gran parte de lo que el arte actual tiene de provocación (como
la mezcla de géneros y materias propia del collage viene del Dadaísmo.
Con el fin de expresar el rechazo de todos los valores sociales y estéticos del momento, y todo tipo de codificación,
los dadaístas recurrían con frecuencia a la utilización de métodos artísticos y literarios deliberadamente
incomprensibles, que se apoyaban en lo absurdo e irracional. Sus representaciones teatrales y sus manifiestos
buscaban impactar o dejar perplejo al público con el objetivo de que éste reconsiderara los valores estéticos
establecidos. Para ello utilizaban nuevos materiales, como los de desecho encontrados en la calle, y nuevos métodos,
como la inclusión del azar para determinar los elementos de las obras. El pintor y escritor alemán Kurt Schwitters
destacó por sus collages realizados con papel usado y otros materiales similares. El artista francés Marcel Duchamp
expuso como obras de arte productos comerciales corrientes —un secador de botellas y un urinario— a los que
denominó ready-mades.
En poesía el Dadaísmo abre el campo para la llegada del surrealismo y ayuda a crear un lenguaje poético libre y sin
límites. Para entender qué es la estética dadaísta en el mundo de la poesía nada mejor que recoger los consejos que
Tzara propone para hacer un poema dadaísta. El texto fue publicado en la recopilación Siete manifiestos dadá, «Dadá
manifiesto sobre el amor débil y el amor amargo», VIII (1924).
Coja un periódico
Coja unas tijeras
Escoja en el periódico un artículo de la longitud que cuenta darle a su poema
Recorte el artículo
Recorte en seguida con cuidado cada una de las palabras que forman el articulo y métalas en una bolsa
Agítela suavemente
Ahora saque cada recorte uno tras otro
Copie concienzudamente
en el orden en que hayan salido de la bolsa
El poema se parecerá a usted
Y es usted un escritor infinitamente original y de una sensibilidad hechizante, aunque incomprendido del
vulgo.
El Dadaísmo dejó como legado las revistas y el manifiesto, que son la mejor prueba de sus propuestas. Pero, por
definición, no existe una obra dadá. Lo propio del dadaísmo eran las veladas dadá realizadas en cabarets o galerías
de arte donde se mezclaban fotomontajes con frases aisladas, palabras, pancartas, recitales espontáneos y un
ceremonial continuo de provocación.
Dadaísmo 3
Aunque los dadaístas utilizaron técnicas revolucionarias, sus ideas contra las normas se basaban en una profunda
creencia, derivada de la tradición romántica, en la bondad intrínseca de la humanidad cuando no ha sido corrompida
por la sociedad.
Origen del nombre «dadá»
Aunque la discusión sobre el origen y el significado de la palabra dadá son amplios, no hay un conocimiento
legítimo sobre lo que significa.
[4]
Las explicaciones de los mismos dadaístas varían tanto que es imposible señalar
una y llamarla correcta.
[1]
Hans Arp, miembro del grupo en 1921, declara lo siguiente en una revista del movimiento:
Declaro que Tristan Tzara encontró la palabra «dadá» el 8 de febrero de 1916 a las seis de la tarde. [...] Estoy
convencido de que esta palabra no tiene ninguna importancia y que solo los imbéciles pueden interesarse por
los datos. Lo que a nosotros nos interesaba es el espíritu dadaísta, y todos nosotros éramos dadaístas antes de
la existencia del Dadaísmo.
Hans Arp
[1]
Se dice
[cita requerida]
que Tristan Tzara tomó un diccionario, lo puso encima de su escritorio y queriendo buscar una
palabra abrió el diccionario en una página y buscó la palabra más rara y desconocida, y encontró dadà, que significa
‘caballo de madera’ en francés.
El mismo Tzara ofreció diversas explicaciones sobre la palabra, todas apuntando al sinsentido de la misma y, no
obstante, confusas. Entre éstas encontramos, en el Manifiesto dadaísta de 1918, lo siguiente:
Dadá no significa nada. Si alguien lo considera inútil, si alguien no quiere perder su tiempo con una palabra
que no significa nada [...] Por los periódicos sabemos que los negros kru llaman dadá al rabo de la vaca
sagrada. El cubo y la madre en cierta comarca de Italia reciben el nombre de dadá. Un caballo de madera en
francés, la nodriza, la doble afirmación en ruso y en rumano: dadá.
Tristán Tzara
[1]
Todo apunta que los dadaístas querían mostrarle a su público que la palabra dadá, el nombre de su movimiento, era
poco importante; lo que importaba era el arte, la creación que de su agrupación surgiera.
[4]
El Dadaísmo en Nueva York (1915-1920)
Duchamp, Picabia, Jean Crotti, como europeos refugiados, junto con los estadounidenses Man Ray, Morton
Schamberg y otros dan vida al Dadaísmo neoyorquino.
Duchamp llegó de París a Nueva York con un regalo de los franceses para los estadounidenses(particularmente para
el coleccionista Walter Arensberg) que consistía en una bola de cristal con aire de París. Era el comienzo de los
ready-mades (una rueda de bicicleta montada sobre un taburete, un botellero, un orinal, etc.), objetos sacados de la
realidad y puestos en la esfera del arte por la simple acción y voluntad del artista. El deleite estético estaba fuera de
sus intenciones y la elección de los objetos:
...se basaba en una reacción de indiferencia visual, con la total ausencia de buen o mal gusto... de hecho una
completa anestesia...
Duchamp
Estos refugiados se integraron con las corrientes vanguardistas que desde comienzos del siglo se estaban gestando en
Harlem, Greenwich Village y Chinatown. Aunque Nueva York no era Zúrich, ni existía ese clima de refugiados
políticos de la ciudad suiza, el espíritu iconoclasta. La mayoría de artistas dadaístas tenían un pensamiento nihilista.
En 1913 tuvo lugar en Nueva York la Exposición Internacional de Arte Moderno, más conocida como el Armory
Show. Allí, el Desnudo descendiendo una escalera de Marcel Duchamp causó una auténtica conmoción y fue
calificada de obra maestra por Breton. Duchamp se convirtió en la bestia negra del arte moderno. Marcel Duchamp
ha pasado a la historia como uno de los artistas más enigmáticos e inteligentes.
Dadaísmo 4
La obra más importante de Duchamp es La casada desnudada por sus solteros. Ya conocida en como el gran vidrio.
En esta obra, entre otras cosas, Duchamp utiliza técnicas en las que pone de manifiesto su preocupación por la
corrección matemática en el uso de las formas. La pieza está precedida en su proceso de realización por multitud de
dibujos en los que calculó todos los detalles con precisión matemática, como si se tratara de una máquina. También
utiliza el azar al admitir como parte de la pieza las roturas que ésta sufrió en 1923 al ser trasladada a una exposición
en Brooklyn. Duchamp dijo que aquello no alteraba la pieza, sino que era entonces cuando la daba por acabada.
Man Ray desarrolló el Dadaísmo en pintura, fotografía y en la fabricación de objetos antiarte. Hans Richter lo define
como un inventor pesimista, transformando objetos que le rodeaban en objetos inútiles, creando obras con subtítulos
como: "objeto para ser destruido", o "haciendo fotografías sin cámara".
En marzo de 1915 nace la revista 391 por Picabia y Stieglitz. El nombre de la revista lo habían tomado del número
de la casa ocupada por una galería de arte en la Quinta Avenida. La revista pone sobre la mesa las ideas del antiarte:
una absoluta falta de respeto por todos los valores, liberación de todos los convencionalismos sociales y morales y
destrucción de todo aquello que se conoce como arte. Para Duchamp y Picabia el arte está muerto; el Dadaísmo
quería la desintegración de la realidad y los ready-mades no son arte, sino antiarte.
El Dadaísmo en Nueva York tendrá un importante apoyo del fotógrafo Alfred Stieglitz, su galería 291 y su revista
Camera Work. Para Stieglitz y el grupo de jóvenes fotógrafos que aglutinó bajo el movimiento conocido como Photo
Secession, la fotografía podía ser también vista y hecha como arte, y no simplemente como un medio de reproducir
la realidad. Así, Stieglitz se convirtió en uno de los precursores de la fotografía moderna.
El Dadaísmo en Alemania
Es en Alemania donde el Dadaísmo adquiere un cariz más marcadamente político. Ideológicamente, las posturas de
los artistas dadaístas eran comunistas y, en algunos casos, anarquistas. Tras la guerra, Alemania entra en una
situación crítica. Tras la revolución bolchevique, la Liga Espartaquista alemana ―la izquierda socialista― ensaya
también la revolución en Alemania. En toda esa agitación social un grupo de artistas van a incorporarse a las tesis
izquierdistas: será el Movimiento dadaísta.
Procedente del grupo de Zúrich, Richard Hülsenbeck, lleva a Berlín el espíritu dadaísta, pero mucho más radical
contra las anteriores escuelas vanguardistas como el futurismo o el cubismo. En 1918, en el Salón de la Nueva
secesión, Hülsenbeck da el primer discurso dadaísta en Alemania, solidarizándose en primer lugar con los dadaístas
de Zúrich para después atacar violentamente al cubismo, al expresionismo y al futurismo. Poco después elaboró el
primer manifiesto dadaísta en Alemania. Hülsenbeck y el poeta Raoul Hausmann promovieron declaraciones y
manifiestos a partir del Dadá Club.
Al club Dadá que se unieron Kurt Schwitters, Hannah Höch y Herzfeld. La constitución de la República de Weimar
en 1919 marca el fin de los proyectos políticos dadaístas y su recolocación dentro de un marco estrictamente
artístico.
El Dadaísmo berlinés pasará a la historia por la incorporación de las nuevas técnicas artísticas de difusión de ideas
entre las masas, principalmente el fotomontaje. Los dadaístas utilizaron la técnica del fotomontaje y del collage para
plasmar la realidad que les circundaba, utilizando material visual sacado de los medios de comunicación.
Dadaísmo 5
Referencias
[1] Mario de Micheli: Las vanguardias artísticas del siglo XX (Ángel Sánchez-Gijón, trad.). Madrid: Alianza Forma, segunda edición, 2002.
[2] Daniel Albright: Modernism and music: an anthology of sources. University of Chicago Press, 2004. ISBN 0-226-01266-2.
[3] Dietmar Elger: Dadaísmo. Alemania: Taschen, 2004. ISBN 3-8228-2946-3.
[4] Patrick Waldberg: «Dadá: la función del rechazo», en Dadá/El surrealismo. Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica, 2004.
Bibliografía
• De l’Écotais, Emmanuelle: El espíritu dadá. Madrid: HK, 1998. ISBN 84-96048-44-6.
Enlaces externos
• Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Dadaísmo. Commons
• «Siete manifiestos dadaístas» (http://www.scribd.com/doc/7021427/
Tzara-Tristan-Siete-Manifiestos-Dada-PDF) (en pdf, en español).
• Dada-Companion.com (http://www.dada-companion.com/) (en inglés).
Surrealismo
Retrato en "Vertumnus" (Verano) del emperador Rodolfo II realizado
por Giuseppe Arcimboldo. Todos los frutos y flores representados
en el cuadro eran propios de la estación del verano en el siglo XVI.
Algunos surrealistas vieron en él a un precursor.
El surrealismo (en francés: surréalisme; sur ['sobre,
por encima'] más réalisme ['realismo']) es un
movimiento artístico y literario surgido en Francia a
partir del dadaísmo, en la década de los años 1920, en
torno a la personalidad del poeta André Breton.
[1]
Origen del término
Los términos surrealismo y surrealista proceden de
Apollinaire, quien los acuñó en 1917. En el programa
de mano que escribió para el musical Parade (mayo de
1917) afirma que sus autores han conseguido:
una alianza entre la pintura y la danza, entre las
artes plásticas y las miméticas, que es el heraldo
de un arte más amplio aún por venir. (...) Esta
nueva alianza (...) ha dado lugar, en Parade a
una especie de surrealismo, que considero el
punto de partida para toda una serie de
manifestaciones del Espíritu Nuevo que se está
haciendo sentir hoy y que sin duda atraerá a
nuestras mejores mentes. Podemos esperar que
provoque cambios profundos en nuestras artes y
costumbres a través de la alegría universal, pues
es sencillamente natural, después de todo, que éstas lleven el mismo paso que el progreso científico e
industrial.
La palabra surrealista aparece en el subtítulo de Las tetas de Tiresias (drama surrealista), en junio de 1917, para
referirse a la reproducción creativa de un objeto, que lo transforma y enriquece. Como escribe Apollinaire en el
prefacio al drama:
Surrealismo 6
Cuando el hombre quiso imitar la acción de andar, creó la rueda, que no se parece a una pierna. Del mismo
modo ha creado, inconscientemente, el surrealismo... Después de todo, el escenario no se parece a la vida que
representa más que una rueda a una pierna.
Precedentes
Los surrealistas señalaron como precedentes de la empresa surrealista a varios pensadores y artistas, como el
pensador presocrático Heráclito, el Marqués de Sade y Charles Fourier, entre otros. En la pintura, el precedente más
notable es Hieronymus Bosch "el Bosco", que en los siglos XV y XVI creó obras como "El jardín de las delicias" o
"El carro de heno". El surrealismo retoma estos elementos y ofrece una formulación sistemática de los mismos. Sin
embargo su precedente más inmediato es el dadaísmo, corriente de la que retoma diferentes aspectos.
Primeros pasos
La primera fecha histórica del movimiento es 1916, año en que André Breton, precursor, líder y gran pensador del
movimiento, descubre las teorías de Sigmund Freud y Alfred Jarry, además de conocer a Jacques Vache y a
Guillaume Apollinaire. Durante los siguientes años se da un confuso encuentro con el dadaísmo, movimiento
artístico precedido por Tristan Tzara, en el cual se decantan las ideas de ambos movimientos. Estos, uno inclinado
hacia la destrucción nihilista (dadá) y el otro a la construcción romántica (surrealismo) se sirvieron como
catalizadores entre ellos durante su desarrollo.
En el año 1924 Breton escribe el primer Manifiesto Surrealista y en este incluye lo siguiente:
Indica muy mala fe discutirnos el derecho a emplear la palabra surrealismo, en el sentido particular que
nosotros le damos, ya que nadie puede dudar de que esta palabra no tuvo fortuna, antes de que nosotros nos
sirviéramos de ella. Voy a definirla de una vez para siempre:
Surrealismo: "sustantivo, masculino. Automatismo psíquico puro, por cuyo medio se intenta expresar,
verbalmente, por escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento. Es un dictado del
pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral."
Filosofía: "El surrealismo se basa en la creencia de una realidad superior de ciertas formas de asociación
desdeñadas hasta la aparición del mismo, y en el libre ejercicio del pensamiento. Tiende a destruir
definitivamente todos los restantes mecanismos psíquicos, y a sustituirlos por la resolución de los principales
problemas de la vida.
Han hecho profesión de fe de Surrealismo Absoluto, los siguientes señores: Aragon, Baron, Boiffard, Breton,
Carrive, Crevel, Delteil, Desnos, Eluard, Gerard, Limbour, Malkine, Morise, Naville, Noll, Peret, Picon,
Soupault, Vitrac."
Tal fue la definición del término dada por los propios Breton y Soupault en el primer Manifiesto Surrealista fechado
en 1924. Surgió por tanto como un movimiento poético, en el que pintura y escultura se conciben como
consecuencias plásticas de la poesía.
En El surrealismo y la pintura, de 1928, Breton expone la psicología surrealista: el inconsciente es la región del
intelecto donde el ser humano no objetiva la realidad sino que forma un todo con ella. El arte, en esa esfera, no es
representación sino comunicación vital directa del individuo con el todo. Esa conexión se expresa de forma
privilegiada en las casualidades significativas (azar objetivo), en las que el deseo del individuo y el devenir ajeno a él
convergen imprevisiblemente, y en el sueño, donde los elementos más dispares se revelan unidos por relaciones
secretas. El surrealismo propone trasladar esas imágenes al mundo del arte por medio de una asociación mental libre,
sin la intromisión censora de la conciencia. De ahí que elija como método el automatismo, recogiendo en buena
medida el testigo de las prácticas mediúmnicas espiritistas, aunque cambiando radicalmente su interpretación: lo que
habla a través del médium no son los espíritus, sino el inconsciente.
Surrealismo 7
Durante unas sesiones febriles de automatismo, Breton y Soupault escriben Los Campos Magnéticos, primera
muestra de las posibilidades de la escritura automática, que publican en 1921. Más adelante Breton publica Pez
soluble. Dice así el final del séptimo cuento:
"Heme aquí, en los corredores del palacio en que todos están dormidos. ¿Acaso el verde de la tristeza y
de la herrumbre no es la canción de las sirenas?"
El surrealismo al servicio de la revolución
A partir de 1925, a raíz del estallido de la guerra de Marruecos, el surrealismo se politiza; se producen entonces los
primeros contactos con los comunistas, que culminarían ese mismo año con la adhesión al Partido Comunista por
parte de Breton.
Entre 1925 y 1930 aparece un nuevo periódico titulado El Surrealismo al servicio de la Revolución en cuyo primer
número Louis Aragón, Buñuel, Dalí, Paul Éluard, Max Ernst, Yves Tanguy y Tristan Tzara, entre otros, se declaran
partidarios de Breton. Por su parte Jean Arp y Miró, aunque no compartían la decisión política tomada por Breton,
continuaban participando con interés en las exposiciones surrealistas. Poco después se incorporaron Magritte (1930),
Masson (1931), Giacometti y Brauner en 1933 y también Matta (que conoce a Breton en 1937 por mediación de
Dalí) y Lam; el movimiento se hizo internacional apareciendo grupos surrealistas en los Estados Unidos, Dinamarca,
Londres, Checoslovaquia y Japón. Desde este momento, se abrirá una disputa, a menudo agria, entre aquellos
surrealistas que conciben el surrealismo como un movimiento puramente artístico, rechazando la supeditación al
comunismo, y los que acompañan a Breton en su giro a la izquierda.
En 1929 Breton publica el Segundo Manifiesto Surrealista, en el que condena entre otros intelectuales a los artistas
Masson y Francis Picabia. En 1936 expulsa a Dalí por sus tendencias fascistas y a Paul Éluard. En 1938 Breton firma
en México junto con León Trotski y Diego Rivera el Manifiesto por un Arte Revolucionario Independiente.
Técnicas surrealistas
El surrealismo tomó del dadaísmo algunas técnicas de fotografía y cinematografía así como la fabricación de objetos.
Extendieron el principio del collage (el "objeto encontrado") al ensamblaje de objetos incongruentes, como en los
poemas visibles de Max Ernst. Este último inventó el frottage (dibujos compuestos por el roce de superficies rugosas
contra el papel o el lienzo) y lo aplicó en grandes obras como Historia Natural, pintada en París en 1926.
Otra de las nuevas actividades creadas por el surrealismo fue la llamada cadáver exquisito, en la cual varios artistas
dibujaban las distintas partes de una figura o de un texto sin ver lo que el anterior había hecho pasándose el papel
doblado. Las criaturas resultantes pudieron servir de inspiración a Miró.
En el terreno literario, el surrealismo supuso una gran revolución en el lenguaje y la aportación de nuevas técnicas de
composición. Como no asumía tradición cultural alguna, ni desde el punto de vista temático ni formal, prescindió de
la métrica y adoptó el tipo de expresión poética denominado como versículo: un verso de extensión indefinida sin
rima que se sostiene únicamente por la cohesión interna de su ritmo. Igualmente, como no se asumía la temática
consagrada, se fue a buscar en las fuentes de la represión psicológica (sueños, sexualidad) y social, con lo que la
lírica se rehumanizó después de que los ismos intelectualizados de las Vanguardias la deshumanizaran, a excepción
del Expresionismo. Para ello utilizaron los recursos de la transcripción de sueños y la escritura automática, y
engendraron procedimientos metafóricos nuevos como la imagen visionaria. El lenguaje se renovó también desde el
punto de vista del léxico dando cabida a campos semánticos nuevos y la retórica se enriqueció con nuevos
procedimientos expresivos.
Surrealismo 8
La pintura surrealista
Masson adoptó enseguida las técnicas del automatismo, hacia 1923-1924, poco después de conocer a Breton. Hacia
1929 las abandonó para volver a un estilo cubista. Por su parte Dalí utilizaba más la fijación de imágenes tomadas de
los sueños, según Breton, «...abusando de ellas y poniendo en peligro la credibilidad del surrealismo...»; inventó lo
que él mismo llamó método paranoico-crítico, una mezcla entre la técnica de observación de Leonardo da Vinci por
medio de la cual observando una pared se podía ver como surgían formas y técnicas de frottage; fruto de esta técnica
son las obras en las que se ven dos imágenes en una sola configuración. Óscar Domínguez inventó la decalcomanía
(aplicar gouache negro sobre un papel el cual se coloca encima de otra hoja sobre la que se ejerce una ligera presión,
luego se despegan antes de que se sequen). Además de las técnicas ya mencionadas de la decalcomanía y el frottage,
los surrealistas desarrollaron otros procedimientos que incluyen igualmente el azar: el raspado, el fumage y la
distribución de arena sobre el lienzo encolado.
[2]
Salvador Dalí junto a Man Ray.
Miró fue para Breton el más surrealista de todos, por su automatismo
psíquico puro. Su surrealismo se desenvuelve entre las primeras obras
donde explora sus sueños y fantasías infantiles (El Campo labrado), las
obras donde el automatismo es predominante (Nacimiento del mundo)
y las obras en que desarrolla su lenguaje de signos y formas biomorfas
(Personaje lanzando una piedra). Arp combina las técnicas de
automatismo y las oníricas en la misma obra desarrollando una
iconografía de formas orgánicas que se ha dado en llamar escultura
biomórfica, en la que se trata de representar lo orgánico como principio
formativo de la realidad.
René Magritte dotó al surrealismo de una carga conceptual basada en el juego de imágenes ambiguas y su
significado denotado a través de palabras poniendo en cuestión la relación entre un objeto pintado y el real. Paul
Delvaux carga a sus obras de un espeso erotismo basado en su carácter de extrañamiento en los espacios de Giorgio
de Chirico.
El surrealismo penetró la actividad de muchos artistas europeos y americanos en distintas épocas. Pablo Picasso se
alió con el movimiento surrealista en 1925; Breton declaraba este acercamiento de Picasso calificándolo de
«...surrealista dentro del cubismo...». Se consideran surrealistas las obras del período Dinard (1928-1930), en que
Picasso combina lo monstruoso y lo sublime en la composición de figuras medio máquinas medio monstruos de
aspecto gigantesco y a veces terrorífico. Esta monumentalidad surrealista de Picasso puede ponerse en paralelo con
la de Henry Moore y en la poesía y el teatro con la de Fernando Arrabal.
Otros movimientos pictóricos nacieron del surrealismo, o lo prefiguran, como por ejemplo el Art brut.
Véanse también: Surrealismo abstracto, Surrealismo figurativo y Técnicas surrealistas.
Apogeo y decadencia del surrealismo
En 1938 tuvo lugar en París la Exposición Internacional del Surrealismo que marcó el apogeo de este movimiento
antes de la guerra. Participaron entre otros, Marcel Duchamp, Arp, Dalí, Ernst, Masson, Man Ray, Óscar Domínguez
y Meret Oppenheim. La exposición ofreció al público sobre todo una excelente muestra de lo que el surrealismo
había producido en la fabricación de objetos.
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, los surrealistas se dispersan, algunos de ellos (Breton, Ernst,
Masson) abandonan París y se trasladan a los Estados Unidos, donde siembran el germen para los futuros
movimientos americanos de posguerra (expresionismo abstracto y Arte Pop).
Surrealismo 9
El surrealismo en España y Latinoamérica
El surrealismo en la pintura española y latinoamericana
En España el surrealismo aparece en torno a los años veinte no en su vertiente puramente vanguardista sino
mezclado con acentos simbolistas y de la pintura popular. Además de Joan Miró y Salvador Dalí, el surrealismo
español lo componen Maruja Mallo, Gregorio Prieto, José Moreno Villa, Benjamín Palencia y José Caballero,
además de los neocubistas que se pasan al surrealismo (Alberto Sánchez y Ángel Ferrant).
Hubo un importante núcleo surrealista en las Islas Canarias, agrupado en torno a la Gaceta de Arte de Eduardo
Westerdahl, del que un grupo de poetas invitaron a André Bretón a venir en 1935; allí compuso este el poema Le
chateau etoilé y otras obras. Los máximos representantes de la pintura surrealista en el archipiélago fueron Óscar
Domínguez, Juan Ismael y el propio Westerdahl.
En Latinoamérica se consideran surrealistas, además de los ya citados Roberto Matta (Chile) y Lam, a Remedios
Varo y Leonora Carrington.
La que es considerada como la primera exposición surrealista en Hispanoamérica se llevó a cabo en Lima (Perú) en
1935 por iniciativa de César Moro y Emilio A. Westphalen.
[3]
Posteriormente en México, en enero de 1940, el
mismo César Moro con André Breton y Wolfgang Paalen logran presentar en la Galería de Arte Mexicano una
selección de cuarenta obras tanto de representantes del movimiento surrealista como de americanos cuyo trabajo
tenía afinidad con el movimiento.
[cita requerida]
El surrealismo en la literatura hispánica
El surrealismo fue seguido con interés por los intelectuales españoles de los años 30. Existía el precedente de Ramón
Gómez de la Serna, quien utilizaba algunas fórmulas vinculables al surrealismo, como la greguería. El primero en
adoptar sus métodos fue José María Hinojosa, autor de La flor de Californía (1928), libro pionero de prosas
narrativas y oníricas.
Varios poetas de la generación del 27 se interesaron por las posibilidades expresivas del surrealismo. Su huella es
evidente en libros como en la sección tercera de Sobre los ángeles y en Sermones y moradas de Rafael Alberti; en
Poeta en Nueva York de Federico García Lorca y Un río, un amor y Los placeres prohibidos de Luis Cernuda.
Vicente Aleixandre se definió a sí mismo como "un poeta superrealista", aunque matizando que su poesía no era en
modo alguno producto directo de la escritura automática. Miguel Hernández sufrió una efímera etapa surrealista y
durante la posguerra la imprenta surrealista se percibe en los poetas del Postismo y en Juan Eduardo Cirlot, y en la
actualidad existe un cierto postsurrealismo en la obra de algunos poetas como Blanca Andreu.
En las islas Canarias la afición por el surrealismo llevó a la formación en los años 30 de la Facción Surrealista de
Tenerife, un grupo de entusiastas, al modo del creado en Francia alrededor de André Breton. Sus componentes
(Agustín Espinosa, Domingo López Torres, Pedro García Cabrera, Óscar Domínguez, Eduardo Westerdahl y
Domingo Pérez Minik) expusieron sus creaciones y puntos de vista en los treinta y ocho números de la revista
Gaceta de Arte.
Aunque no se le pueda considerar un surrealista estricto, el poeta y pensador Juan Larrea vivió de primera mano la
eclosión del movimiento en París y reflexionó más tarde sobre su valor y trascendencia en obras como Surrealismo
entre viejo y nuevo mundo (1944). En la actualidad existe una corriente de neosurrealismo en la poesía de Blanca
Andreu. El español Fernando Arrabal tuvo una asistencia diaria al "café surrealista" La Promenade de Vénus de 1960
a 1963. André Breton publicó su teatro, su "Piedra de la locura" y algunos de sus cuadros.
En Hispanoamérica el surrealismo contó con la adhesión entusiasta de poetas como el chileno Braulio Arenas y los
peruanos César Moro, Xavier Abril y Emilio Adolfo Westphalen, además de influir en la obra del escritor cubano
Alejo Carpentier y de los poetas chilenos Pablo Neruda, Gonzalo Rojas y el peruano César Vallejo. En Argentina,
pese al desdén de Jorge Luis Borges, el surrealismo sedujo aún al joven Julio Cortázar y produjo un fruto tardío en la
Surrealismo 10
obra de Alejandra Pizarnik. El poeta y pensador mexicano Octavio Paz ocupa un lugar particular en la historia del
movimiento: amigo personal de Breton, dedicó al surrealismo varios ensayos esclarecedores.
El surrealismo en la historia
En la literatura
El surrealismo tuvo como antecedente la patafísica de Alfred Jarry, y el movimiento dadaísta fundado en Zurich en
1916 por T. Tzara, H. Ball y H. Arp. Animados por idéntico espíritu de provocación, André Breton, Louis Aragon y
Ph. Soupault fundaron en París la revista Littérature (1919), mientras en EE.UU manifestaban actitudes similares
Man Ray, Marcel Duchamp y Francis Picabia, y en Alemania, Max Ernst y Hugo Ball.
A esta fase sucedió una actitud más metódica de investigación del inconsciente, emprendida por Breton, junto a
Aragon, Paul Éluard, Soupault, Robert Desnos, Max Ernst, etc. La primera obra de esta tendencia, que cabe calificar
de primera obra literaria surrealista, fue Los campos magnéticos (1921), escrita conjuntamente por Breton y
Soupault. Tras la ruptura con Tzara, se adhirieron al movimiento Antonin Artaud, André Masson y Pierre Naville.
Breton redactó la primera definición del movimiento en su Manifiesto del surrealismo (1924), texto que dio cohesión
a los postulados y propósitos del movimiento. Entre los autores que citaba como precursores del movimiento figuran
Freud, Lautréamont, Edward Young, Matthew Lewis, Gérard de Nerval, Jonathan Swift, Marqués de Sade,
François-René de Chateaubriand, Victor Hugo, Edgar Allan Poe, Charles Baudelaire, Arthur Rimbaud, Mallarmé y
Jarry. En el mismo año se fundó el Bureau de recherches surréalistes y la revista La Révolution Surréaliste, que
sustituyó a Littérature, de cuya dirección se hizo cargo el propio Breton en 1925 y que se convirtió en el órgano de
expresión común del grupo.
La producción surrealista se caracterizó por una vocación libertaria sin límites y la exaltación de los procesos
oníricos, del humor corrosivo y de la pasión erótica, concebidos como armas de lucha contra la tradición cultural
burguesa. Las ideas del grupo se expresaron a través de técnicas literarias, como la «escritura automática», las
provocaciones pictóricas y las ruidosas tomas de posición públicas. El acercamiento operado a fines de los años
veinte con los comunistas produjo las primeras querellas y cismas en el movimiento.
En 1930 Breton publicó su Segundo manifiesto del surrealismo, en el que excomulgaba a Joseph Delteil, Antonin
Artaud, Philippe Soupault, Robert Desnos, Georges Limbour, André Masson, Roger Vitrac, Georges
Ribemont-Dessaignes y Francis Picabia. El mismo año apareció el nuevo órgano del movimiento, la revista Le
Surréalisme au Service de la Révolution, que suplantó al anterior, La Révolution Surréaliste, y paralelamente,
Aragon (tras su viaje a la URSS), Éluard, Péret y Breton ingresaron en el Partido Comunista. A fines de 1933,
Breton, Éluard y Crevel fueron expulsados del partido. En los años treinta se sumaron al movimiento Salvador Dalí,
Luis Buñuel, Yves Tanguy, René Char y Georges Sadoul.
Tras los años previos a la II Guerra Mundial, marcados por la militancia activa de Breton, y los años de exilio
neoyorquino de la mayoría de sus miembros, durante la ocupación alemana de Francia, el movimiento siguió
manteniendo cierta cohesión y vitalidad, pero a partir de 1946, cuando Breton regresó a París, el surrealismo era ya
parte de la historia.
Surrealismo 11
En las artes plásticas
Al principio el surrealismo es un movimiento fundamentalmente literario, y hasta un poco más tarde no producirá
grandes resultados en las artes plásticas. Surge un concepto fundamental, el automatismo, basado en una suerte de
dictado mágico, procedente del inconsciente, gracias al cual surgían poemas, ensayos, etc., y que más tarde sería
recogido por pintores y escultores.
La primera exposición surrealista se celebró en la Galerie Pierre de París en 1925, y en ella, además de Jean Arp,
Giorgio de Chirico y Max Ernst, participaron artistas como André Masson, Picasso, Man Ray, Pierre Roy, P. Klee y
Joan Miró, que posteriormente se separarían del movimiento o se mantendrían unidos a él adoptando únicamente
algunos de sus principios. A ellos se adhirieron Yves Tanguy, René Magritte, Salvador Dalí y Alberto Giacometti.
[4]
La rebelión del surrealismo contra la tradición cultural burguesa y el orden moral establecido tuvo su cariz político, y
un sector del surrealismo, que no consideraba suficientes los tumultos de sus manifestaciones culturales, se afilió al
Partido Comunista Francés. Sin embargo, nacieron violentas discrepancias en el seno del grupo a propósito del
debate sobre la relación entre arte y política; se sucedieron manifiestos contradictorios y el movimiento tendió a
disgregarse. Es significativo, a este respecto, que la revista «La révolution surréaliste» pase a llamarse, desde 1930,
«Le surréalisme au service de la révolution». En los años 1930, el movimiento se extendió más allá de las fronteras
francesas. Se celebró en 1938 en París la Exposición Surrealista Internacional.
La segunda guerra mundial paralizó toda actividad en Europa. Ello motivó que Breton, como muchos otros artistas,
marchase a los EE. UU.. Allí surgió una asociación de pintores surrealistas alemanes y franceses que se reunió en
torno a la revista VVV. Estos surrealistas emigrados a EE.UU. influyeron en el arte estadounidense, en particular en
el desarrollo del expresionismo abstracto en los años 1940. Cuando Breton regresó a Europa en 1946 el movimiento
estaba ya definitivamente deteriorado.
Entre los artistas plásticos se manifiesta una dualidad en la interpretación del surrealismo: los surrealistas abstractos,
que se decantan por la aplicación del automatismo puro, como André Masson o Joan Miró, e inventan universos
figurativos propios; y los surrealistas figurativos, interesados por la vía onírica, entre ellos René Magritte, Paul
Delvaux, o Salvador Dalí, que se sirven de un realismo minucioso y de medios técnicos tradicionales, pero que se
apartan de la pintura tradicional por la inusitada asociación de objetos y las monstruosas deformaciones, así como
por la atmósfera onírica y delirante que se desprende de sus obras. Max Ernst es uno de los pocos surrealistas que se
mueve entre las dos vías. La obra de Ernst ha influido particularmente en un epígono tardío del surrealismo en
Alemania que es Stefan von Reiswitz.
Surrealismo 12
En los medios audiovisuales
En la vertiente cinematográfica, el surrealismo dio lugar a varios intentos enmarcados en el cine de las vanguardias
históricas, como La coquille et le clergyman (1926) 'La concha y el clérigo', de Germaine Dulac o L'étoile de mer
(1928) 'La estrella de mar', de Man Ray y Robert Desnos, un cortometraje dadaísta.
Cabeza de Luis Buñuel, obra del escultor Iñaki,
en el Centro Buñuel de Calanda.
Luis Buñuel, en colaboración con Dalí, realizó las obras más
revolucionarias: Un perro andaluz (Un chien andalou, 1928) y La edad
de oro (L'âge d'or, 1930).
Alfred Hitchcock y Salvador Dalí colaboraron cuando el primero
encargó al artista catalán parte de la escenografía de Recuerda
(Spellbound).
Cineastas contemporáneos, como David Lynch, Jean-Pierre Jeunet,
Julio Médem, o Carlos Atanes, entre otros, muestran la influencia del
surrealismo.
Referencias
[1] Superrealismo y superrealista son términos más apropiados en castellano, y como
tal los recomienda la RAE en su diccionario, pues el prefijo sur- no existe en esta
lengua; sin embargo, el uso ha impuesto las formas surrealismo y surrealista (que
también recoge el DRAE, aunque remitiendo a las formas con prefijo sobre-).
[2] Essers, V., «La modernidad clásica. La pintura durante la primera mitad del siglo
XX», en Los maestros de la pintura occidental, volumen II, Taschen, 2005. ISBN
3-8228-4744-5, pág. 557
[3] Cardenas M., Miguel Ángel. « Crónica: La celebración que paralizó Lima (http://
elcomercio.pe/ediciononline/html/2009-01-17/
cronica-celebracion-que-paralizo-lima.html)», El Comercio.pe, 17 de enero de 2009.
Consultado el 23 de abril de 2011.
[4] Essers, V., op. cit., pág. 557-558
Bibliografía
• Ades, Dawn (2004). Dalí. Madrid: La esfera de los libros. ISBN 978-84-9734-226-1.
• Breton, André (2007). Diccionario de surrealismo. traducción Miguel Torres. Madrid: Editorial Losada. ISBN
978-950-03-9519-9.
• — & Eluard, Paul (2003). Diccionario abreviado de surrealismo. Madrid: Ediciones Siruela. ISBN
978-84-7844-720-6.
• — (2002). Manifiestos del surrealismo. Madrid: Visor Libros. ISBN 978-84-7522-976-8.
• Dalí, Salvador (2003/2006). Obras completas. Barcelona: Ediciones Destino & Fundación Gala-Salvador Dalí.
ISBN 978-84-233-3865-8.
• Descharnes, Robert & Néret, Gilles (2005). Dalí. La obra pictórica. Colonia: Taschen. ISBN 978-3-8228-1213-6.
• Klingsöhr-Leroy, Dr. Cathrin (2004). Surrealismo. Colonia: Taschen Benedikt. ISBN 978-3-8228-2307-1.
• Martínez Sarrión, Antonio (2008). Sueños que no compra el dinero (balance y nombres del surrealismo).
Valencia: Pre-Textos. ISBN 978-84-96411-40-1.
• Nadeau, Maurice (1972). Historia del surrealismo. Barcelona: Editorial Ariel.
• Pariente, Ángel (1998). Diccionario temático del surrealismo. Madrid: Alianza.
• — (2008). Razonado desorden (Textos y declaraciones surrealistas: 1924/1939). Logroño: Pepitas de calabaza.
• Sebbag, Georges (2003). El surrealismo. Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión.
• Spector, Jack J. (2003). Arte y escrituras surrealistas (1919-1939). Madrid: Editorial Síntesis.
Surrealismo 13
Enlaces externos
• Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Surrealismo. Commons
• Archivo Surrealista. El universo del Surrealismo en español (http://www.archivosurrealista.com.ar/)
• Movimientos: El Surrealismo (http://www.masdearte.com/item_movimientos.cfm?noticiaid=69)
• Antología de la poesía surrealista en español (http://www.mediafire.com/?omty3xly2w5)
Técnicas surrealistas
En el movimiento artístico del Surrealismo, los autores utilizaban una gran diversidad de técnicas que servían de
inspiración para los artistas surrealistas.
Aerografía
La aerografía es una técnica en donde un objeto tridimensional es utilizado para hacer un esténcil aplicando spray.
Ahumado
El ahumado o fumage (en francés), es una técnica en donde las impresiones son hechas por humo, una vela o una
lámpara de queroseno sobre el papel o lienzo.
Automatismo
•
• Dibujo automático.
•
• Escritura automática.
•
• Pintura automática.
• Poesía automática es, probablemente, la técnica surrealista más importante desde el nacimiento del surrealismo
hasta el día de hoy. Uno de los usos más extraños de la escritura automática fue dado por William Butler Yeats.
Su esposa, una espiritista, la utilizaba, y Yeats la utilizó intensivamente en sus obras. Sin embargo, Yeats no fue
un escritor surrealista.
Otro caso famoso es el del escritor checo Bohumil Hrabal, quién utilizó escritura automática en su famoso libro Yo
que he servido al rey de Inglaterra. Un capítulo del libro está escrito como una sola oración, y al final del libro
Hrabal hace uso de la escritura automática.
Bulletismo
El bulletismo consiste en disparar balas llenas de lithotusche sobre un pergamino colocado sobre piedra.
Cadáver exquisito
Cadáver exquisito es una técnica por medio de la cual se ensamblan colectivamente un conjunto de palabras o
imágenes; el resultado es conocido como un cadáver exquisito o cadavre exquis en francés. Es una técnica usada por
los surrealistas en 1925, y se basa en un viejo juego de mesa llamado "consecuencias" en el cual los jugadores
escribían por turno en una hoja de papel, la doblaban para cubrir parte de la escritura, y después la pasaban al
siguiente jugador para otra colaboración.
Técnicas surrealistas 14
Caída de un líquido en una superficie vertical
La caída de un líquido en una superficie vertical es, como su nombre lo indica, una técnica, inventada por los
surrealistas de Rumania y, según ellos, una de las técnicas surautomáticas y una forma de escritura indescifrable , de
crear imágenes arrastrando o permitiendo la caída de algún líquido en una superficie vertical.
Caligrama
El caligrama es un poema, frase o palabra en la cual la tipografía, caligrafía o el texto manuscrito se arregla o
configura de tal manera que cree una especie de imagen. La imagen creada por las palabras expresa visualmente lo
que la o las palabras dicen.
Collage
El collage es una técnica artística que consiste en ensamblar elementos diversos en un todo unificado. El término se
aplica sobre todo a la pintura, pero por extensión se puede referir a cualquier otra manifestación artística, como la
música, el cine, la literatura o el videoclip. Viene del francés coller, que significa pegar.
Coulage
Un 'coulage (en español: Despilfarro o derroche), es un tipo de automatismo o escultura involuntaria hecho
puramente de material líquido o fundido (como metal, cera o chocolate) en agua fría. A medida que el material se
enfría la obra toma una forma aleatoria sujeta a las características del material empleado, lo que en ocasiones suele
terminar en discos o esferas. Esta técnica se suele utilizar en el proceso de clarividencia conocido como ceromancia.
Cubomanía
La cubomanía es un método para crear collages utilizando una imagen cortada en pequeños cuadrados y ordenados
al azar. Esta técnica fue utilizada por el artista surrealista Rumania Gherasim Luca.
Decalcomanía
La decalcomanía, es una técnica pictórica inventada por Óscar Domínguez que consiste en aplicar gouache negro
sobre un papel, el cual se coloca encima de otra hoja sobre la que se ejerce una ligera presión, luego se despegan
antes de que se sequen. Esta técnica fue intensamente utilizada por varios artistas, como Max Ernst.
Dream résumé
El dream résumé o currículum del sueño es similar a un currículum vítae pero basado en logros, empleo, y cosas
similares, durante el ensueño más que en la vigilia. Sin embargo, el dream résumé puede contener logros de ambos.
Echo poem
Un echo poem o poema en eco es una técnica creada por Aurélien Dauguet en 1972 para escribir poemas. La
técnica debe ser ejecutada por dos personas siguiendo estas instrucciones:
1.
1. Dividir una hoja de papel en dos columnas.
2. Escribir la primer estrofa en la columna izquierda.
3. El opositor, responde a la primer estrofa escribiendo otra estrofa en la columna derecha con algo oportuno,
incluso puede ser una onomatopeya.
4.
4. Para un poema largo, la tercer estrofa responde a la segunda en la columna izquierda y así sucesivamente.
5.
5. Cuando el poema esté completo el opositor de la última línea, frase u oración generalmente escribe el título.
Técnicas surrealistas 15
Escritura indescifrable
Como su nombre lo indica, la escritura indescifrable consiste en escribir de manera tal, que el lector no pueda
descifrar el mensaje de la obra. Escritura indescifrable, en realidad, es un conjunto de técnicas automáticas creadas
por surrealistas rumanos que luego fue renombrada como "surautomatism" o "surautomatismo". Algunas de las
técnicas que comprenden este conjunto de técnicas son la grafomanía entópica, ahumado y la caída de un líquido en
una superficie vertical.
Escultura involuntaria
El surrealismo describe como escultura involuntaria aquellas manipulaciones inconscientes de algo, como una
piedra, desenrollar un ticket, doblar un clip, etc.
Estrechamientos
El collage es visto como un método aditivo de poesía visual, mientras que los estrechamientos o étrécissements (en
francés) son vistos como un método reductivo. Fue utilizado por primera vez por Marcel Mariën en los años 1950s.
Los resultados se consiguen cortando, con tijeras o algún instrumento similar, partes de imágenes y acoplándolas en
una nueva.
Fotomontaje
El fotomontaje es el proceso (y resultado) de hacer una ilustración compuesta de otras, se trata de una especie de
collage. Esta composición puede realizarse mediante recortes de otras ilustraciones juntando un cierto número de
ellas. En algunas ocasiones el compuesto de ilustraciones es fotografiado hasta que la imagen final es una simple
fotografía. El fotógrafo inglés Henry Peach Robinson (1830–1901) es acreditado como el primero en realizar esta
técnica del fotomontaje, lo hizo al poco de comenzar su carrera en 1857.
Frotamiento
El frotamiento o frottage (en francés), es una técnica artística que consiste en frotar un lápiz sobre una hoja
colocada sobre un objeto, consiguiendo una impresión de la forma y textura de ese objeto.
Grafomanía entópica
La grafomanía entópica es una técnica automática surrealista de dibujo en donde se hacen puntos en las zonas de
impurezas de un papel en blanco y luego se hacen líneas o curvas entre los puntos. Ithell Colquhoun califico los
resultados de esta técnica como "los más austeros de la geometría abstracta".
Heatage
El heatage (del inglés: Heat Age; lit.: Edad caliente) fue una técnica desarrollada y empleada por David Hare en
donde un negativo expuesto, pero suelta es calentada desde abajo, causando una emulsión distorsionando la imagen
de manera aleatoria.
Juegos
En el surrealismo, los juegos son importantes no solamente como una forma recreativa, sino también, como un
método de investigación. La intención es eliminar las limitaciones del racionalismo y permitir conceptos para
desarrollar libremente y maneras más aleatorias, aspirando así a romper con lo establecido y generar obras originales.
Técnicas surrealistas 16
Método paranoico-crítico
El método paranoico-crítico es una propuesta elaborada por el pintor surrealista Salvador Dalí. El aspecto que Dalí
encontraba interesante en la paranoia era la habilidad que transmite ésta al cerebro para percibir enlaces entre objetos
que racional o aparentemente no se hallan conectados.
Mimeograma
Un mimeograma es tipo de arte automático hecho quitándole las hojas de repuesto a un mimeógrafo.
Outagrafía
Una outografía (del inglés: outagraphy) es una técnica que consiste en recortar los personajes en una fotografía. Esta
técnica fue inventada por Ted Joans.
Parsemage
Un parsemage (del francés: parse mage; en español: hecho por un mago) es una técnica surrealista y automática en
las artes visuales creada por Ithell Colquhoun en la cual polvo de carbón vegetal o creta coloreada es dispersada en la
superficie del agua y luego pasar un papel grueso o cartulina sobre la superficie del agua.
Raspado
El raspado o grattage (en francés), es una técnica surrealista de pintura en donde se utiliza un papel, generalmente
seco, para raspar el lienzo. Fue empleada por Max Ernst y Joan Miró.
Salpicadura
Salpicadura o eclaboussure (en francés), es un proceso en la pintura surrealista donde óleos o acuarelas se fijan y
luego se vierte aguarrás sobre la pintura. Esta técnica da una apariencia espacial, fue muy utilizada por Remedios
Varo.
Soufflage
El soufflage o soplado es una técnica surrealista creada por Jimmy Ernst in donde una pintura líquida es aspirada
para inspirar o revelar una imagen.
Surautomatismo
El surautomatismo o surautomatism es una teoría o acto de llevar el automatismo hasta los límites más absurdos.
Técnica de Recortes
La técnica cut-up o de recortes es un género o técnica literaria aleatoria en la cual un texto es recortado al azar y
reordenado para crear un nuevo texto.
Triptografía
La tripografía (del inglés: Trip to graph; lit.: Viaje a la gráfica), es una técnica automática de fotografía a través de
la cual un rollo de fotos es empleado tres veces (o por el mismo fotógrafo o, al estilo del cadáver exquisito, tres
fotógrafos distintos) causando que la fotografía, expuesta tres veces, no llegue a tener un único y/o definido sujeto.
Literatura surrealista 17
Literatura surrealista
En España, la llamada generación del 27 produjo algunos libros influidos por el surrealismo, como Poeta en Nueva
York de Federico García Lorca, Sobre los ángeles de Rafael Alberti, y Espadas como labios de Vicente Aleixandre.
También se pueden mencionar algunos de los libros iniciales de Luis Cernuda así como algunos poemas ocasionales
de Pablo Picasso.
En otros países
• Argentina: Aldo Pellegrini, Enrique Molina, Antonio Porchia, Carlos Latorre, Julio Llinás, Oliverio Girondo.
• Cuba: Alejo Carpentier.
• Chile: Enrique Gómez Correa, Braulio Arenas, Teófilo Cid, Jorge Cáceres, María Luisa Bombal.
• Haití: Clément Magloire-Saint-Aude.
• México: Octavio Paz.
• Perú: César Moro, Emilio Adolfo Westphalen.
Referencias
• Cernuda, Luis. Estudios sobre poesía española contemporánea. Madrid: Guadarrama. 1957.
• Cano, José Luis. La poesía de la generación del 27. Madrid: Guadarrama, 1970
• Baciu, Ştefan. Puntos de partida para una historia del surrealismo latinoamericano. Ilustraciones de Susana
Wald. Santiago de Chile: Ediciones Casa De La Luna, 1970.
• Ilie, Paul. Los surrealistas españoles. Madrid: Taurus, 1972.
• Baciu, Ştefan. Antología de la poesía surrealista latinoamericana. México D. F.: Joaquín Mortiz, 1974. 2da.
Edición: Valparaíso: Ediciones Universitarias de Valparaíso, 1981.
• Baciu, Ştefan. Surrealismo latinoamericano: Preguntas y respuestas. Entrevistas. Valparaíso: Ediciones
Universitarias de Valparaíso, 1979.
Generación del 27 18
Generación del 27
Con el término generación del 27 se conoce a una serie de poetas españoles del siglo XX que se dio a conocer en el
panorama cultural alrededor del año 1927
[1]
, empezando con el homenaje a Luis de Góngora que se realizó en ese
año en el Ateneo de Sevilla por el tercer centenario de su muerte y en el que participó la mayoría de los que
habitualmente se consideran sus miembros.
Sobre el concepto de generación
El concepto de generación ha sido discutido, ya que es de naturaleza historiográfica y los autores que engloba no
cumplen los criterios que Julius Petersen asigna al mismo; se trata más bien de un "grupo generacional", de una
"constelación" o de una "promoción" de autores. Sin embargo, el marbete "generación" ha sido admitido por
costumbre, aunque su delimitación ha sido ya más diversa y polémica, puesto que se ha propuesto llamarla de otras
maneras: Generación Guillén-Lorca; Generación de 1925 (media aritmética de la fecha de publicación del primer
libro de cada autor); Generación de las Vanguardias; Generación de la amistad; Generación de la Dictadura;
Generación de la República, etc.
Los componentes del grupo
Monumento a Gerardo Diego, en la calle Pío
Baroja, delante de la Casa de Cantabria, Madrid.
La nómina habitual del grupo poético del 27 se limita a diez autores:
Jorge Guillén, Pedro Salinas, Rafael Alberti, Federico García Lorca,
Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre,
Manuel Altolaguirre y Emilio Prados, si bien hubo también muchos
otros escritores, novelistas, ensayistas y dramaturgos que pertenecen a
ella, desde Max Aub a otros más viejos, como Fernando Villalón, José
Moreno Villa o León Felipe, y otros más jóvenes, como Miguel
Hernández, que más bien podría pertenecer a la primera generación de
posguerra si no hubiese muerto tan joven, pasando por autores como
José María Quiroga Plá. Por otra parte, algunos otros han sido
olvidados por la crítica, como Concha Méndez-Cuesta, poetisa y
escritora de teatro, Juan Larrea, Mauricio Bacarisse, Juan José
Domenchina, José María Hinojosa, José Bergamín o Juan Gil-Albert.
O la conocida como Otra generación del 27, según la denominación
que le dio uno de sus integrantes, José López Rubio, y que estaría
integrada por los humoristas discípulos de Ramón Gómez de la Serna,
es decir, Enrique Jardiel Poncela, Edgar Neville, Miguel Mihura y
Antonio de Lara, «Tono», escritores que en la posguerra integraron la
redacción de La Codorniz... y son solo unos pocos.
Ha de tenerse en cuenta, asimismo, que no toda la producción literaria
del 27 está escrita en castellano; algunos de ellos son autores de textos
literariamente estimables en otros idiomas, como Salvador Dalí u Óscar Domínguez, que escribieron en francés, o en
inglés, como Felipe Alfau; es más, algunos escritores y artistas extranjeros tuvieron también mucho que ver en esta
estética, como Pablo Neruda, Vicente Huidobro, Jorge Luis Borges o Francis Picabia.
Igualmente cabe deshacer la idea de que la Generación del 27 fue un fenómeno exclusivamente madrileño, lo que
una crítica demasiado localista (y localizada) parece empeñarse en hacer, sino una constelación de núcleos creativos
repartidos a lo largo de toda la geografía nacional y estrechamente entrelazados. Aparte del madrileño, los más
Generación del 27 19
importantes se concentraron en Sevilla (en torno a la revista Mediodía), Canarias (en torno a la Gaceta de Arte) y en
Málaga (en torno a la revista Litoral); sin descontar otros muchos de menor filiación pero de no menor importancia
en Galicia, Cantabria, Cataluña y Valladolid.
Del mismo modo, se suele olvidar que algunos miembros del grupo cultivaron otras ramas del arte, como Luis
Buñuel, cineasta, K-Hito, caricaturista y animador, Salvador Dalí y los pintores surrealistas, Maruja Mallo, pintora y
escultora, Benjamín Palencia, Gregorio Prieto, Manuel Ángeles Ortiz, Ramón Gaya y Gabriel García Maroto,
pintores, Ignacio Sánchez Mejías, torero, o Rodolfo Halffter y Jesús Bal y Gay, compositores y musicólogo éste
último también, pertenecientes al Grupo de los ocho, que se suele identificar en música como el correlato a la
literaria Generación del 27 y estaba integrado por el citado Bal y Gay, los Halffter (Ernesto y Rodolfo), Juan José
Mantecón, Julián Bautista, Fernando Remacha, Rosa García Ascot, Salvador Bacarisse y Gustavo Pittaluga, sin
olvidar a otros músicos más o menos marginales como Gustavo Durán. En Cataluña está el llamado grupo catalán,
que hizo su presentación en 1931 bajo el nombre de Grupo de Artistas Catalanes Independientes integrado por
Roberto Gerhard, Baltasar Samper, Manuel Blancafort, Ricardo Lamote de Grignon, Eduardo Toldrá y Federico
Mompou.
Podrían añadirse también los componentes de la llamada Generación del 25 de arquitectos (que otros han propuesto
llamar también generación del 27, para unirla a ésta), de la que formaban parte Agustín Aguirre, Teodoro de
Anasagasti, Carlos Arniches Moltó, José de Aspiroz, Rafael Bergamín (hermano del ensayista y poeta José
Bergamín), Luis Blanco Soler, José Borobio, Martín Domínguez, Fernando García Mercadal, Luis Gutiérrez Soto,
Casto Fernández Shaw, Manuel Muñoz Casayús, Luis Lacasa, Miguel de los Santos, Manuel Sánchez Arcas y
Ramón Durán Reynals.
Las corrientes del 27
En realidad, la llamada generación del 27 fue un grupo poco homogéneo; habitualmente se les ha solido ordenar por
parejas o tríos. Así, por ejemplo, los poetas del neopopularismo o neopopularistas, Rafael Alberti y Federico García
Lorca, dentro de una nómina que fue particularmente bien nutrida, intentan acercarse a la poesía de Gil Vicente y del
Romancero, o a la lírica cancioneril, buscando fuentes populares y en el folclore de la lírica tradicional; algo de ello
hay también en la aproximación que hizo Gerardo Diego, después de su etapa creacionista, a la lírica de Félix Lope
de Vega gracias a la edición que hizo en ese tiempo José Fernández Montesinos.
Por otra parte, hay dos catedráticos de filología hispánica que comparten intereses comunes y que incluso fueron
amigos y tuvieron trayectorias muy parecidas, pues no en vano su poética es fundamentalmente afirmativa y
optimista; se trata de Jorge Guillén, cuya obra poética se recoge bajo el título Aire nuestro y está marcada por la
poesía pura a lo Paul Valéry y formada por cinco libros (Cántico, Clamor, Homenaje, ...Y otros poemas y Final), y
Pedro Salinas, el gran poeta del amor del 27.
El grupo surrealista está más nutrido, pero destaca especialmente el premio nobel Vicente Aleixandre, seguramente
el más original, ya que, según Cernuda, «su verso no se parece a nada», y el que ha venido a ser el poeta más
influyente de la generación durante la última mitad del siglo XX, el ya citado Luis Cernuda. Sin embargo, hubo otros
poetas del 27 que notaron el impacto surrealista y que poseen etapas en su evolución marcadas por esta estética:
Rafael Alberti, por ejemplo, compuso la última sección de Sobre los ángeles y Sermones y moradas en versículo
surrealista y Federico García Lorca asimiló su impacto en Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, Poeta en Nueva York
y los Sonetos del amor oscuro. Una etapa surrealista posee, por ejemplo, José María Hinojosa con su La flor de
Californía (con acento en la i) y Emilio Prados.
Son éste último y Manuel Altolaguirre quienes constituyen el llamado grupo de Málaga o de los poetas
presuntamente menores, constituido alrededor de la revista Litoral editada por Altolaguirre y su colección de libros
poéticos. Dámaso Alonso y Gerardo Diego vienen a ser, por otra parte, el grupo de los que se quedaron en España,
de mala gana y pasando algunos apuros el primero y más a gusto el segundo, quienes más o menos pactaron con el
régimen victorioso en la Guerra Civil (Alonso, que se consideró a sí mismo dentro de la Generación del 27 como
Generación del 27 20
crítico, pero dentro de la primera generación de posguerra como poeta) o lo apoyaron abiertamente (Diego). Este
último realizó una larga trayectoria poética donde combinó a la vez tradición y vanguardia, muy variada en su
temática (desde el toreo a la música y las inquietudes religiosas, el paisaje y los contenidos existenciales); sin
embargo, algunos se quedaron, ignorados por el régimen, viviendo en un exilio interior (Juan Gil-Albert) o
convirtiéndose de hecho en maestro y guía de toda una nueva generación de poetas (Vicente Aleixandre). La
homosexualidad también es un tema ocasional, tal y como puede observarse en la obra de Luis Cernuda, Aleixandre,
Federico García Lorca, Gil-Albert o Emilio Prados, como también en la obra del pintor Gregorio Prieto.
Revistas
Su documento de entrada en la tradición literaria fue sin duda la primera edición de la Antología preparada por
Gerardo Diego en 1932. Por otra parte, se hicieron notar publicando en revistas como La Gaceta Literaria dirigida
por Ernesto Giménez Caballero, en Cruz y Raya (1933), dirigida por José Bergamín, en Litoral, impresa por Manuel
Altolaguirre y Emilio Prados en Málaga desde 1926; Carmen, creada en Santander (1927) por Gerardo Diego y con
un suplemento festivo, Lola; en el suplemento literario del diario murciano La Verdad (1923–1926), que mantenían
su redactor José Ballester Nicolás y Juan Guerrero Ruiz, y que después pasó a ser la revista Verso y Prosa (1927),
dirigida por Juan Guerrero Ruiz y Jorge Guillén; Mediodía (Sevilla); Meseta, de Valladolid; en Revista de Occidente,
cuya editorial imprime varios libros del grupo; en Caballo verde para la poesía (1935), dirigida por Pablo Neruda, y
en Octubre, dirigida por Rafael Alberti.
Estética y evolución
En los autores del 27 es muy significativa la tendencia al equilibrio, a la síntesis entre polos opuestos, incluso dentro
de un mismo autor:
Entre lo intelectual y lo sentimental. La emoción tiende a ser refrenada por el intelecto. Prefieren
inteligencia, sentimiento y sensibilidad a intelectualismo, sentimentalismo y sensiblería (Bergamín).
Se observa muy bien en Salinas.
Entre una concepción romántica del arte (arrebato, inspiración) y una concepción clásica (esfuerzo riguroso,
disciplina, perfección). Lorca decía que si era poeta «por la gracia de Dios (o del demonio)» no lo era menos «por la
gracia de la técnica y del esfuerzo».
Entre la pureza estética y la autenticidad humana, entre la poesía pura (arte por el arte; deseo de belleza) y la poesía
auténtica, humana, preocupada por los problemas del hombre (más habitual tras la guerra: Guillén, Aleixandre...).
Entre el arte para minorías y mayorías. Alternan el hermetismo y la claridad, lo culto y lo popular (Lorca, Alberti,
Diego). Se advierte un paso del «yo» al «nosotros». «El poeta canta por todos», diría Aleixandre.
Entre lo universal y lo español, entre los influjos de la poesía europea del momento (surrealismo) y de la mejor
poesía española de siempre. Sienten gran atracción por la poesía popular española: cancioneros, romanceros...
Entre tradición y renovación. Se sienten próximos a las vanguardias (Lorca, Alberti, Aleixandre y Cernuda poseen
libros surrealistas; G.Diego, creacionistas); próximos a la generación anterior (admiran a Juan Ramón, Unamuno, los
Machado, Rubén Darío...); admiran del XIX a Bécquer (Alberti: «Homenaje a Bécquer», Cernuda: «Donde habite el
olvido»...); sienten auténtico fervor por los clásicos: Manrique, Garcilaso, San Juan, Fray Luis, Quevedo, Lope de
Vega y, sobre todos, Góngora.
Generación del 27 21
Instituciones
La mayoría de estos autores, principalmente líricos, entraron en contacto con la tradición literaria a través del Centro
de Estudios Históricos dirigido por el padre de la filología española, Ramón Menéndez Pidal, y con las vanguardias a
través de los viajes, la divulgación llevada a cabo por Ramón Gómez de la Serna y otros novecentistas y, sobre todo,
las actividades y conferencias programadas por la Residencia de Estudiantes, institución inspirada en el krausismo de
la Institución Libre de Enseñanza y dirigida por Alberto Jiménez Fraud.
Nómina
Integrantes de la generación del 27, por orden cronológico:
• Rogelio Buendía (1891–1969,
78)
• Agustín Espinosa (1897–1939,
42)
• Francisco Madrid (1900–1952,
52)
• José López Rubio
(1903–1996, 93)
• Valentín Andrés (1891–1982,
91)
• Amado Alonso (1897–1952,
55)
• Juan Chabás (1900–1954, 54) • Antonio Oliver (1903–1968,
65)
• Pedro Salinas (1891–1951, 60) • Gregorio Prieto (1897–1992,
95)
• Guillermo de Torre (1900–1971,
71)
• Alejandro Casona
(1903–1965, 62)
• Juan Guerrero Ruiz
(1893–1955, 62)
• Dámaso Alonso (1898–1990,
92)
• Alejandro Collantes de Terán
(1901–1933, 32)
• José María Hinojosa
(1904–1936, 32)
• Jorge Guillén (1893–1984, 91) • Juan José Domenchina
(1898–1959, 61)
• Enrique Jardiel Poncela
(1901–1952, 50)
• Juan Gil-Albert (1904–1994,
90)
• Miguel Valdivieso
(1897–1966, 69)
• Concha Méndez (1898–1986,
88)
• Pedro Garfias (1901–1967, 66) • Joaquín Romero Murube
(1904–1969, 65)
• Josep Moreno Gans
(1897–1976, 79)
• Federico García Lorca
(1898–1936, 38)
• Ramón J. Sender (1901–1982,
81)
• José María Souvirón
(1904–1973, 69)
• Antonio Espina (1894–1972,
78)
• Vicente Aleixandre
(1898–1984, 86)
• Andrés Carranque de Ríos
(1902–1936, 34)
• José María Luelmo
(1904–1991, 87)
• Mauricio Bacarisse
(1895–1931, 36)
• Ernesto Giménez Caballero
(1899–1988, 89)
• Pedro Pérez-Clotet (1902–1966,
64)
• Ernestina de Champourcín
(1905–1999, 94)
• Rafael Laffón (1895–1978, 83) • Edgar Neville (1899–1967, 67) • Rafael Alberti (1902–1999, 97) • Miguel Mihura (1905–1977,
72)
• Juan Larrea (1895–1980, 85) • Paulino Masip (1899–1963,
64)
• Luis Cernuda (1902–1963, 61) • Pedro García Cabrera
(1905–1981, 76)
• Gerardo Diego (1896–1987,
91)
• Rafael Porlán (1899–1945, 46) • Felipe Alfau (1902–1999, 97) • Emeterio Gutiérrez Albelo
(1905–1969, 64)
• Antonio de Lara (1896–1978,
82)
• Emilio Prados (1899–1962,
63)
• Luis Amado-Blanco (1903-1975,
71)
• Manuel Altolaguirre
(1905–1959, 54)
• José Fernández Montesinos
(1897–1972, 75)
• Rafael Dieste (1899–1981, 82) • Agustín de Foxá (1903–1959,
56)
• Francisco Ayala (1906-2009,
103)
• Max Aub (1903–1972, 69) • Rafael de León (1908–1982,
74)
• Miguel Hernández
(1910–1942, 31)
Generación del 27 22
Poesía de la Generación del 27
Destacamos entre los autores:
Pedro Salinas
Nació en Madrid, fue profesor de literatura en varias universidades. Influido por la obra de Juan Ramón Jiménez,
cultiva la poesía pura. Al igual que Juan Ramón intenta entrar en la esencia oculta de las cosas, con una poesía
intelectualizada, aparentemente sencilla. Su obra se diferencia en tres etapas:
• 1ª etapa: mezcla la poesía pura y temas futuristas (bombilla, automóvil,…). Destacan: Presagios,Seguro azar y
Fábula y signo.
• 2ª etapa: es la más importante. Presta atención al mundo íntimo y al amor como experiencia gozosa. Predomina el
diálogo y un lenguaje conceptual. Es característico el verso corto heptasílabo y silvas sin rima. Destacan:
• La voz a ti debida, extrae el título de la Égloga III de Garcilaso. El amor aparece esencializado en los
pronombres yo y tú para referirse a la pareja tu-yo, cuyo centro es la mujer.
• Razón de amor, continuación del libro anterior, donde prosigue la racionalización del proceso amoroso.
• Largo lamento, poemario sobre el desamor y la muerte del amor, que vive con resignación y agradecimiento de
lo vivido.
• 3ª etapa: escrita ya en América. El contemplado'’ alude al mar que es su interlocutor. Todo más claro, angustia
que le provoca la civilización tecnológica contemporánea y los horrores de la Guerra Civil y la 2ª Guerra
Mundial, y Confianza, que cierra su obra poética.
Jorge Guillén
Nació en Valladolid. Se exilió a los Estados Unidos y fue, como su amigo Pedro Salinas, con quien sostuvo un
prolongado epistolario, profesor de literatura española. Regresó tras la muerte de Franco y obtuvo el premio
Cervantes. Su singularidad reside en haberse mantenido fiel al ideal de poesía pura, y ofreció una visión optimista y
serena del mundo, con lo que se constituye en la antítesis del pesimismo cosmológico de Vicente Aleixandre.
Toda su obra se agrupa bajo el título general de Aire Nuestro, que integra cinco libros: Cántico, Clamor, Homenaje,
...Y otros poemas y Final. Su lenguaje es muy elaborado, en busca de la máxima y concisión; prefiere el verso corto
y el endecasílabo. Su obra es fruto de un riguroso proceso de selección (de palabra), en el que se suprime lo
accesorio para comunicar la idea o sentimiento esencial.
Sus temas son la afirmación jubilosa del ser; la plenitud, el tiempo que pasa e invita a gozar de la vida; el azar y el
caos, que producen inseguridad o sufrimiento.
Gerardo Diego
Nació en Santander y desempeño la cátedra de Literatura en un Instituto de Enseñanzas Medias de Soria. Recibió el
premio Nacional de Literatura, junto con Rafael Alberti, y el de Cervantes. Su poesía se desarrolla paralelamente en
dos vertientes: la tradicional y la vanguardista (casi siempre creacionista). A su vertiente creacionista se adscriben:
Imagen y Manual de Espumas. De su estética tradicional destacamos: Versos Humanos, Soria y Alondra de Verdad,
colección de sonetos. Los temas de esta segunda vertiente son: el amor, Dios, la música, la naturaleza, los toros, la
forma, la iconografía, la belleza…
Dámaso Alonso
Nació en Madrid, dirigió la RAE. En él se fundieron tres vocaciones: la de poeta, lingüista y crítico literario de la
estilística. Entre sus libros sobre literatura destaca La lengua poética de Góngora y una serie de estudios admirables
sobre líricos modernos (desde Bécquer hasta los escritores de su época) que constituyen Poetas españoles
contemporáneos. Editó las obras de Góngora y se consideró a sí mismo dentro del 27 solamente como crítico, y
como poeta más bien dentro de la primera generación poética de posguerra, en lo que él mismo llamó poesía
desarraigada.
Generación del 27 23
La guerra de 1936 le hizo aborrecer la pureza propugnada por Juan Ramón. Sus obras más importantes se sitúan en
la posguerra con: Hijos de la ira (1944), muy influida por el Existencialismo y por la poesía bíblica de los Salmos
penitenciales, que hace surgir en España la corriente poética de la poesía desarraigada.
Vicente Aleixandre
Sevillano, cuya amistad con Dámaso Alonso despertó su vocación poética. En 1935, su libro La destrucción o el
amor obtiene el Premio Nacional de Literatura. Es elegido miembro de la RAE. y en 1977 obtiene el premio Nobel.
La mayor parte de su producción sigue los pasos del Surrealismo y se constituye en el gran poeta de esta estética;
utiliza el versículo y la imagen visionaria en Espadas como labios y La destrucción o el amor. Evoluciona hacia una
«poesía de comunicación», en consonancia con la tendencia social vigente en la lírica de los años 50. Sombra del
paraíso (1944), inaugura junto con Hijos de la ira de Dámaso Alonso, la corriente desarraigada de la posguerra. Con
Historia del corazón inició una poesía solidaria. Y con la gran trilogía de senectute Poemas de la consumación,
Diálogos del conocimiento y En gran noche volvió a un peculiar surrealismo, con profundas implicaciones
filosóficas y dejes conceptistas.
Federico García Lorca
Nació en Granada en 1898. Sus estudios de Letras y Derecho no le interesaron tanto como la música; fue amigo
entrañable de Manuel de Falla, de quien luego se distanció. Se instaló en la Residencia de Estudiantes, donde
convivió con numerosos artistas (Salvador Dalí y Luis Buñuel en especial). Tras vivir una temporada en Nueva
York, regresa a España y en 1932 funda La Barraca, grupo teatral universitario con el que recorre España
representando obras clásicas. Participa en ciertas actividades públicas de signo izquierdista y muere asesinado por
los nacionalistas en Viznar (Granada). Su asesinato produjo gran conmoción mundial.
En la obra de Lorca se aúnan lo culto y lo popular, lo tradicional y lo vanguardista. Conocía los cancioneros
tradicionales y la poesía oral del pueblo andaluz. Su tema era la frustración en dos vertientes, la ontológica y la
social; desarrolla este tema en un rico estilo poético, con uno de los sistemas simbólicos más complejos de la
literatura española, formado por elementos extraídos sobre todo de tres fuentes: la superstición popular, Shakespeare
y la Biblia. Le obsesionan temas como la soledad o el destino trágico, y la lucha de los seres marginados (el
homosexual, la mujer, el niño, el deforme, el viejo impotente, la solterona, la estéril, el gitano, el negro...) contra una
sociedad opresiva basada en los convencionalismos. Su obra se separa en dos etapas, una neopopularista y otra en
que se acerca al Surrealismo.
De la primera etapa destacan:
• Poema del cante jondo, que se inscribe dentro de la línea neopopularista de la G. 27 y utiliza varios poemas cortos
que pueden leerse como poemas independientes o como fragmentos de uno largo encadenados. Se utiliza el pie
quebrado.
• Romancero gitano, en la misma línea neopopularista, está compuesto por 18 romances. El protagonista es el
gitano que simboliza el hombre puro e inocente, enemistado con las leyes y normas sociales, representadas por la
Guardia Civil (su antagonista).
De la segunda destacan:
• Poeta en Nueva York, el poeta se ahoga en aquel mundo que convierte al hombre en una pieza de un gran
engranaje. Con procedimientos claramente surrealistas, Lorca alza el grito en pleno Crack del 29 y su protesta
contra aquella colmena inhumana; los negros, en especial, merecen su piedad.
• Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, planto compuesto a la muerte de un torero amigo suyo.
• Sonetos de amor oscuro, publicados póstumos, son la expresión de un erotismo homosexual dramático.
Rafael Alberti
Del Puerto de Santa María (Cádiz). Con su familia se traslada a Madrid. Abandona el Bachillerato y se dedica a la
pintura. Se afilio al partido comunista y tuvo una activa participación política en la guerra. Al acabar esta se exilió a
Argentina. Restablecida la democracia vuelve, y le será concedido el Premio Cervantes.
Generación del 27 24
Se funden lo popular y lo culto, lo escueto y lo barroco, lo tradicional y lo frenéticamente nuevo. Su libro más
temprano, Marinero en tierra, se inscribe en una línea del neopopularismo. Son canciones que evocan un paraíso
perdido, que el poeta identifica con el Cádiz de su infancia, y el mar, las salinas, los momentos más jubilosos de la
misma. Le siguen El alba de alhelí y Cal y canto, del más difícil neogongorismo o culteranismo. En 1929 publica su
obra maestra, Sobre los ángeles, inducida por una profunda crisis de perdida de fe; es un libro en tres partes; las dos
primeras son de inspiración becqueriana; la última utiliza ya un pleno surrealismo en que desata el versículo. Utiliza
símbolos como los ángeles, los fantasmas y los duendes. Libros de su segunda época, destaca El poeta en la calle, de
literatura comprometida. Otras obras, ya en el exilio publicará Baladas y canciones del Paraná.
Luis Cernuda
Fue alumno de Pedro Salinas y profesor de varias universidades europeas y americanas. Reunió su obra poética bajo
el título general de La realidad y el deseo, colección de libros a la que pertenecen: Perfil del aire, Égloga, elegía,
oda, Los placeres prohibidos, Donde habite el olvido, Un río, un amor, y Las nubes, ya en el exilio, Desolación de
la quimera. Es también importante su labor como crítico literario y ensayista, con los dos volúmenes de Poesía y
literatura, etcétera.
Su poesía rehuye el énfasis formal y busca lo indefinible, lo aéreo. Por eso repugna de estrofismo y de rima, y
cuando utiliza alguna es la asonante, que es la que ofrece más libertad. Se centra en la experiencia humana, pero
rehuye lo más específico y propio para que el lector pueda identificarse con el poeta. Canta el choque entre el deseo
y la realidad, que deja al poeta solo el consuelo elegíaco del recuerdo o unos pocos instantes, que el llama acordes,
de gozo intemporal.
Historiografía sobre el 27
Por otra parte, y para reconstruir la memoria viva de lo que se ha venido a llamar la Edad de Plata, hay que leer una
serie de libros de memorias escritos por diversos autores más o menos vinculados a esta promoción. La arboleda
perdida, de Alberti, por ejemplo. Es también el caso de Pablo Neruda, quien por entonces vino a Madrid y reforzó el
grupo surrealista con algunas de sus contribuciones, en particular con la edición de su libro Residencia en la tierra I
y II y que en sus dos libros de memorias, Confieso que he vivido y Para hacer he nacido, dio testimonio y noticias
sobre las actividades del grupo durante esos años y el exilio posterior, en particular sobre Lorca y Alberti. Los
encuentros, de Vicente Aleixandre, narra las primeras veces que vio a cada una de las figuras relevantes de la
generación; Mi último suspiro, de Buñuel, publicado primitivamente en francés, incluye numerosas anécdotas sobre
los poetas del 27, etc.
Fuentes
• Mainer, José-Carlos, La Edad de Plata (1902–1936). Ensayo de interpretación de un proceso cultural. Madrid:
Cátedra, 1983.
• Díez de Revenga, Francisco Javier, Panorama crítico de la generación del 27, Madrid, Castalia, 1987.
• Alonso, Dámaso, «Una generación poética (1920–1936)», Poetas españoles contemporáneos, Madrid, Gredos,
1965, págs. 155–177.
• Anderson, A., El Veintisiete en tela de juicio, Madrid, Gredos, 2006.
• Diego, Gerardo, Antología de Gerardo Diego. Poesía española contemporánea, Ed. de A. Soria Olmedo, Madrid,
Taurus, 1991.
• Cano, José Luis, La poesía de la generación del 27, Madrid, Guadarrama, 1970.
• González Muela, Joaquín, El lenguaje poético de la generación Guillén-Lorca, Madrid, Ínsula, 1954.
• González Muela, Joaquín y Rozas, Juan Manuel, La generación del 27. Estudio y antología, Madrid, Istmo, 1986,
30 ed.
• Gullón, Ricardo, «La generación poética de 1925», La invención del 98 y otros ensayos, Madrid, Gredos, 1969,
págs. 126–161.
Generación del 27 25
• Rozas, Juan Manuel, La generación del 27 desde dentro (Textos y documentos), Madrid, Alcalá, 1974.
• Rozas, Juan Manuel, El 27 como generación, Santander, La Isla de los Ratones, 1978.
• Torre, Guillermo de, Literaturas europeas de vanguardia, Ed. de J. M. Barrera López, Sevilla, Renacimiento,
2001.
• Ilie, Paul, Los surrealistas españoles, Madrid, Taurus, 1972.
• Geist, A. L., La poética de la generación del 27 y las revistas literarias: de la vanguardia al compromiso
(1918–1936), Barcelona, Labor, 1980.
• Cernuda, Luis, «Generación de 1925», Estudios sobre poesía española contemporánea, Madrid, Guadarrama,
1957, págs. 181–196.
• Cirre, J. F., Forma y espíritu de una lírica española (1920–1935), México, Gráficas Panamericana, 1950.
Referencias
[1] http://www.materialesdelengua.org/LITERATURA/HISTORIA_LITERATURA/GENERACION27/generacion27_1.htm
Enlaces externos
• Archivo virtual de la Edad de Plata (http://www.archivovirtual.org/) (colección de documentos para el estudio
del 27 de la Residencia de Estudiantes)
• Poéticas de la generación del 27 (http://poeticas.es/?tag=generacion-del-27) (los poetas del 27 reflexionan
sobre la creación poética en sus versos)
• Portal consagrado al 27 (http://www.juntadeandalucia.es/averroes/intelhorce/bibliote/generacion27.htm)
• Portal de la Junta de Andalucía consagrado al 27 (http://www.juntadeandalucia.es/educacion/poetasdel27)
• «La generación del 27» (http://www.personal.telefonica.terra.es/web/apuntesasr/JoseCarlosCarrillo/
LitJCCCarGen27.htm) (artículo)
• Webquest sobre la Generación del 27 (http://web.educastur.princast.es/ies/carrenom/lengua/index.htm)
Federico García Lorca 26
Federico García Lorca
Federico García Lorca
Federico García Lorca en 1914.
Nacimiento
5 de junio de 1898
Fuente Vaqueros,
[1]
Granada, España
Defunción
19 de agosto de 1936
[2]
(38 años)
Entre Víznar y Alfacar, Granada, España
Ocupación Poeta, dramaturgo y prosista
Nacionalidad Español
Período Siglo XX
Movimientos Generación del 27
Firma
Federico García Lorca (Fuente Vaqueros,
[1]
Granada, 5 de junio de 1898 – entre Víznar y Alfacar, Granada, 19 de
agosto de 1936)
[3]
fue un poeta, dramaturgo y prosista español, también conocido por su destreza en muchas otras
artes. Adscrito a la llamada Generación del 27, es el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura
española del siglo XX. Como dramaturgo, se le considera una de las cimas del teatro español del siglo XX, junto con
Valle-Inclán y Buero Vallejo.
Murió ejecutado tras la sublevación militar de la Guerra Civil Española. Las causas de su ejecución son ampliamente
debatidas; las hipótesis incluyen su afinidad con el Frente Popular, ser abiertamente homosexual y
desentendimientos familiares.
[4][2]
Pero el 2 no ha sido nunca un número
porque es una angustia y su sombra...
Pequeño poema infinito.
Nueva York, 10 de enero de 1930.
Federico García Lorca 27
Biografía
Casa natal de Federico García Lorca, en Fuente Vaqueros.
Nació en el municipio de Fuente Vaqueros, Granada
(España), en el seno de una familia de posición
económica desahogada, el 5 de junio de 1898, y fue
bautizado con el nombre de Federico del Sagrado
Corazón de Jesús García Lorca; su padre fue Federico
García Rodríguez (1859–1945), un hacendado, y su
madre, Vicenta Lorca Romero (1870–1959) fue la
segunda esposa de su padre,
[5]
maestra de escuela que
fomentó el gusto literario de su hijo.
Desde los 2 años, según uno de sus biógrafos, Edwin
Honig, Federico García Lorca mostró su habilidad para
aprender canciones populares, y a muy corta edad
escenificaba en miniatura oficios religiosos. Su salud
fue frágil y no empezó a caminar hasta los cuatro años.
Leyó en su casa la obra de Víctor Hugo y de Miguel de Cervantes. Como estudiante fue algo irregular. De niño lo
pusieron bajo la tutela del maestro Rodríguez Espinosa, en Almería, ciudad en la que residió con su familia entre
1906 y 1909
[cita requerida]
. Inició el bachillerato de vuelta a su provincia natal y abandonó la Facultad de Derecho de
Granada para instalarse en la Residencia de Estudiantes de Madrid (1918–1928); pasado un tiempo, regresó a la
Universidad de Granada, donde se licenció en Derecho, aunque nunca ejerció la abogacía, puesto que su vocación
era la literatura.
El olivo donde fue fusilado.
La ubicación meridional de Granada, donde se
encontraba viva la herencia mora, el folclore, el oriente
y una geografía agreste, quedó impresa en toda su obra
poética, donde los romanceros y la épica se funden de
manera perceptible. Después de su madre, fue Fernando
de los Ríos quien estimuló el talento del entonces
pianista en favor de la poesía; así, en 1917 escribió su
primer artículo sobre José Zorrilla, en su aniversario.
La España de García Lorca era la de la Edad de Plata,
heredera de la Generación del 98, con una rica vida
intelectual donde los nombres de Francisco Giner de los
Ríos, Benito Pérez Galdós, Miguel de Unamuno y, poco
después, Salvador de Madariaga y José Ortega y Gasset
imprimían el sello distintivo de una crítica contra la
realidad de España.
Influyeron, además, en la sensibilidad del poeta en
formación Lope de Vega, Juan Ramón Jiménez,
Antonio Machado, Manuel Machado, Ramón del
Valle-Inclán, Azorín y el Cancionero popular.
Federico García Lorca 28
Estatua de García Lorca en la plaza de Santa Ana de Madrid. Obra
del escultor Julio López Hernández
Juventud y primeras obras
En 1918 publicó su primer libro Impresiones y paisajes,
costeado por su padre. En 1920 se estrenó en teatro su
obra El maleficio de la mariposa, en 1921 se publicó
Libro de poemas, y en 1923 se pusieron en escena las
comedias de títeres La niña que riega la Albahaca y El
príncipe preguntón. En 1927, en Barcelona, expuso su
primera muestra pictórica.
En esta época frecuentó activamente a los poetas de su
generación que permanecían en España, en torno a la
Residencia de Estudiantes: Jorge Guillén, Pedro Salinas,
Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Rafael Alberti, y sobre
todo Buñuel y Dalí, a quien después le dedicó la Oda a
Salvador Dalí. El pintor, por su parte, pintó los decorados
del primer drama del granadino: Mariana Pineda. En
1928 publicó la revista literaria Gallo, de la cual salieron
solamente dos números.
En 1929 marchó a Nueva York. Para entonces se habían
publicado, además de los antes mencionados, sus libros
Canciones (1927) y Primer romancero gitano (1928).
Esta última es su obra más popular y accesible.
Viaje a Nueva York
De su viaje y estancia en Nueva York surge el libro Poeta en Nueva York. En 1930 fue a La Habana, donde escribió
parte de sus obras Así que pasen cinco años y El público. Ese año regresó a España, donde fue recibido en Madrid
con la noticia de que su farsa popular La zapatera prodigiosa se estaba escenificando.
Segunda República y «La barraca»
Al instaurarse la Segunda República española, Fernando de los Ríos fue nombrado Ministro de Instrucción Pública.
Bajo el patrocinio oficial, se encargó a Lorca la codirección de la compañía estatal de teatro «La Barraca», donde
disfrutó de todos los recursos para producir, dirigir, escribir y adaptar algunas obras teatrales del Siglo de Oro
español. Escribió en este período Bodas de sangre, Yerma y Doña Rosita la soltera.
En 1933 viajó a la Argentina de la Década Infame para promover la puesta en escena de algunas de sus obras por la
compañía teatral de Lola Membrives y para dictar una serie de conferencias, siendo su estancia un éxito: a manera de
ejemplo, su puesta de La dama boba —durante años olvidada,
[6]
descubierta, editada y reeditada por la Universidad
de La Rioja
[7]
—, de Lope de Vega, atrajo a más de sesenta mil personas. Co-fundador el 11 de febrero de 1933 de la
Asociación de Amigos de la Unión Soviética, creada en unos tiempos en que la derecha sostenía un tono
condenatorio en relación a los relatos sobre las conquistas y los problemas del socialismo en la URSS. Entre este año
y 1936 escribió Diván del Tamarit, Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, que conmovió al mundo hispano, La casa de
Bernarda Alba y trabajaba ya en La destrucción de Sodoma cuando estalló la Guerra Civil española.
Federico García Lorca 29
Guerra Civil y asesinato
Colombia y México, cuyos embajadores previeron que el poeta pudiera ser víctima de un atentado debido a su puesto
de funcionario de la República, le ofrecieron el exilio, pero Lorca rechazó las ofertas y se dirigió a su casa en
Granada para pasar el verano.
En esos momentos políticos alguien le preguntó sobre su preferencia política y él manifestó que se sentía a su vez
católico, comunista, anarquista, libertario, tradicionalista y monárquico. De hecho nunca se afilió a ninguna de las
facciones políticas y jamás discriminó o se distanció de ninguno de sus amigos, por ninguna cuestión política. Tuvo
una gran amistad con el líder y fundador de la Falange Española, José Antonio Primo de Rivera, muy aficionado a la
poesía.
[8]
El propio Lorca decía de él:
...José Antonio. Otro buen chico. ¿Sabes que todos los viernes ceno con él? Solemos salir juntos en un
taxi con las cortinillas bajadas, porque ni a él le conviene que le vean conmigo ni a mí me conviene que
me vean con él.
[9]
Se sentía, como él lo dijo en una entrevista a El Sol de Madrid poco antes de su muerte, íntegramente español.
Yo soy español integral y me sería imposible vivir fuera de mis límites geográficos; pero odio al que es
español por ser español nada más, yo soy hermano de todos y execro al hombre que se sacrifica por una
idea nacionalista, abstracta, por el sólo hecho de que ama a su patria con una venda en los ojos. El chino
bueno está más cerca de mí que el español malo. Canto a España y la siento hasta la médula, pero antes
que esto soy hombre del mundo y hermano de todos. Desde luego no creo en la frontera política.
[10]
Tras una denuncia anónima, el 16 de agosto de 1936 fue detenido en la casa de uno de sus amigos, el también poeta
Luis Rosales, quien obtuvo la promesa de las autoridades nacionales de que sería puesto en libertad «si no existía
denuncia en su contra». La orden de ejecución fue dada por el gobernador civil de Granada, José Valdés Guzmán,
quien había ordenado al ex diputado de la CEDA Ramón Ruiz Alonso la detención del poeta.
Federico García Lorca fue ejecutado en el camino que va de Víznar a Alfacar, y su cuerpo permanece enterrado en
una fosa común anónima en algún lugar de esos parajes con el cadáver de un maestro nacional, Dióscoro Galindo, y
los de los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, ejecutados con él.
[11]
La fosa se encuentra en el paraje
de Fuente Grande, en el municipio de Alfacar, provincia de Granada. El escritor, autor del Romancero Gitano fue
ejecutado por ser republicano y homosexual.
[12]
H. G. Wells envió el siguiente despacho a las autoridades militares de Granada:
H. G. Wells, presidente Pen Club de Londres, desea con ansiedad noticias de su distinguido colega
Federico García Lorca, y apreciará grandemente la cortesía de una respuesta,
[13]
cuya respuesta fue la siguiente:
Coronel gobernador de Granada a H. G. Wells.—Ignoro lugar hállase D. Federico García
Lorca.—Firmado: Coronel Espinosa.
[13]
Después de su muerte se publicaron Primeras canciones y Amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín.
Antonio Machado escribió el poema «El crimen fue en Granada» en 1937 sobre el tema de la muerte de Lorca.
El 11 de marzo de 1937, el periódico falangista de San Sebastián, Unidad, publicó un artículo firmado por Luis
Hurtado Álvarez, titulado «A la España imperial le han asesinado su mejor poeta», una sentida elegía por su muerte.
En 2009, en aplicación de la ley para la recuperación de la memoria histórica aprobada por el gobierno de José Luis
Rodríguez Zapatero, se decide abrir la fosa donde supuestamente descansaban los restos del poeta. Aun así, no se
encontró nada.
[14]
En mayo de 2012 salió a la luz su última carta, dirigida a su novio, el escritor y crítico Juan Ramírez de Lucas
[15][16]
Federico García Lorca 30
Obra
El universo lorquiano se define por un palpable sistematismo: la poesía, el drama y la prosa se alimentan de
obsesiones —amor, deseo, esterilidad— y de claves estilísticas constantes. La variedad de formas y tonalidades
nunca atenta contra esa unidad cuya cuestión central es la frustración.
Estilo
Los símbolos: de acuerdo con su gusto por los elementos tradicionales, Lorca utiliza frecuentemente símbolos en su
poesía. Se refieren muy frecuentemente a la muerte aunque, dependiendo del contexto, los matices varían bastante.
Son símbolos centrales en Lorca:
•
• La luna: es el símbolo más frecuente en Lorca. Su significación más frecuente es la de muerte, pero también
puede simbolizar el erotismo, la fecundidad, la esterilidad o la belleza.
•
• El agua: cuando corre, es símbolo de vitalidad. Cuando está estancada, representa la muerte.
•
• La sangre: representa la vida y, derramada, es la muerte. Simboliza también lo fecundo, lo sexual.
•
• El caballo (y su jinete): está muy presente en toda su obra, portando siempre valores de muerte, aunque también
representa la vida y el erotismo masculino.
•
• Las hierbas: su valor dominante, aunque no único, es el de ser símbolos de la muerte.
•
• Los metales: también su valor dominante es la muerte. Los metales aparecen bajo la forma de armas blancas, que
conllevan siempre tragedia.
La metáfora: es el procedimiento retórico central de su estilo. Bajo la influencia de Góngora, Lorca maneja
metáforas muy arriesgadas: la distancia entre el término real y el imaginario es considerable. En ocasiones, usa
directamente la metáfora pura. Sin embargo, a diferencia de Góngora, Lorca es un poeta conceptista, en el sentido de
que su poesía se caracteriza por una gran condensación expresiva y de contenidos, además de frecuentes elipsis. Las
metáforas lorquianas relacionan elementos opuestos de la realidad, transmiten efectos sensoriales entremezclados,
etc.
El neopopularismo: aunque Lorca asimila sin problemas las novedades literarias, su obra está plagada de elementos
tradicionales que, por lo demás, demuestran su inmensa cultura literaria. La música y los cantos tradicionales son
presencias constantes en su poesía. No obstante, desde un punto de vista formal no es un poeta que muestre una gran
variedad de formas tradicionales; sin embargo, profundiza en las constantes del espíritu tradicional de su tierra y de
la gente: el desgarro amoroso, la valentía, la melancolía y la pasión.
Poesía
La obra poética de Lorca constituye una de las cimas de la poesía de la Generación del 27 y de toda la literatura
española. La poesía lorquiana es el reflejo de un sentimiento trágico de la vida, y está vinculada a distintos autores,
tradiciones y corrientes literarias. En esta poesía conviven la tradición popular y la culta. Aunque es difícil establecer
épocas en la poética de Lorca, algunos críticos diferencian dos etapas: una de juventud y otra de plenitud.
Época de juventud
Aquí se incluyen sus primeros escritos: Impresiones y paisajes (en prosa, aunque sin embargo muestra
procedimientos característicos del lenguaje poético) y Libro de poemas (escrito bajo el influjo de Rubén Darío,
Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez); en este poema García Lorca proyecta un amor sin esperanza, abocado a
la tristeza.
La Diputación de Granada editó en 1986 una antología poética, seleccionada, presentada y anotada por Andrew A.
Anderson (ISBN 84-505-3425-9). Esta antología aporta Suites (1920–1923) y Poemas en prosa (1927–1928). En
Suites se encuentra «Cancioncilla del niño que no nació
[17]
» (pág. 71), y en Poemas en prosa «Degollación de los
Inocentes» (pág. 150). En estos escritos el poeta hace referencia al drama del aborto.
Suenios en el_tintero
Suenios en el_tintero
Suenios en el_tintero
Suenios en el_tintero
Suenios en el_tintero
Suenios en el_tintero
Suenios en el_tintero
Suenios en el_tintero
Suenios en el_tintero
Suenios en el_tintero
Suenios en el_tintero
Suenios en el_tintero
Suenios en el_tintero
Suenios en el_tintero
Suenios en el_tintero
Suenios en el_tintero
Suenios en el_tintero
Suenios en el_tintero
Suenios en el_tintero
Suenios en el_tintero
Suenios en el_tintero
Suenios en el_tintero
Suenios en el_tintero

Contenu connexe

Tendances (20)

Manifiestos dada
Manifiestos dadaManifiestos dada
Manifiestos dada
 
Dadaísmo
Dadaísmo Dadaísmo
Dadaísmo
 
El dadaísmo y surrealismo
El dadaísmo y surrealismoEl dadaísmo y surrealismo
El dadaísmo y surrealismo
 
dadaismo
dadaismodadaismo
dadaismo
 
Dadaismo (4ºC)
Dadaismo (4ºC)Dadaismo (4ºC)
Dadaismo (4ºC)
 
Dadaísmo
DadaísmoDadaísmo
Dadaísmo
 
Dadaismo
DadaismoDadaismo
Dadaismo
 
Movimiento artistico
Movimiento artisticoMovimiento artistico
Movimiento artistico
 
Dadaísmo y Futurismo
Dadaísmo y FuturismoDadaísmo y Futurismo
Dadaísmo y Futurismo
 
Dada
DadaDada
Dada
 
Dadaismo
Dadaismo Dadaismo
Dadaismo
 
Fabiola Aranda Chávez - El dadaísmo
Fabiola Aranda Chávez - El dadaísmoFabiola Aranda Chávez - El dadaísmo
Fabiola Aranda Chávez - El dadaísmo
 
Dadaismo
DadaismoDadaismo
Dadaismo
 
Dadaísmo
DadaísmoDadaísmo
Dadaísmo
 
Dadaísmo un movimiento artistico
Dadaísmo un movimiento artisticoDadaísmo un movimiento artistico
Dadaísmo un movimiento artistico
 
Nicolas castro el movimiento dada o dadaísmo
Nicolas castro el movimiento dada o dadaísmoNicolas castro el movimiento dada o dadaísmo
Nicolas castro el movimiento dada o dadaísmo
 
DadaíSmo, Volumen2
DadaíSmo, Volumen2DadaíSmo, Volumen2
DadaíSmo, Volumen2
 
Actividad 2 dadaismo y marcel duchamp
Actividad 2 dadaismo y marcel duchampActividad 2 dadaismo y marcel duchamp
Actividad 2 dadaismo y marcel duchamp
 
dadaismo
dadaismo dadaismo
dadaismo
 
El Dadaismo
El DadaismoEl Dadaismo
El Dadaismo
 

Similaire à Suenios en el_tintero (20)

El Dadaismo (Bichi)
El Dadaismo (Bichi)El Dadaismo (Bichi)
El Dadaismo (Bichi)
 
Describe las características del dadaismo como actitud provocadora en un cont...
Describe las características del dadaismo como actitud provocadora en un cont...Describe las características del dadaismo como actitud provocadora en un cont...
Describe las características del dadaismo como actitud provocadora en un cont...
 
Dada DADA DADA dadadadadaad adadadadadadada
Dada DADA DADA dadadadadaad adadadadadadadaDada DADA DADA dadadadadaad adadadadadadada
Dada DADA DADA dadadadadaad adadadadadadada
 
Dadaismo
DadaismoDadaismo
Dadaismo
 
Antiarte
AntiarteAntiarte
Antiarte
 
El Dadaísmo
El DadaísmoEl Dadaísmo
El Dadaísmo
 
Dadaismo
DadaismoDadaismo
Dadaismo
 
DadaíSmo
DadaíSmoDadaíSmo
DadaíSmo
 
Dadaismo
DadaismoDadaismo
Dadaismo
 
El dadaismo
El dadaismoEl dadaismo
El dadaismo
 
El dadaismo
El dadaismoEl dadaismo
El dadaismo
 
Dadaismo
DadaismoDadaismo
Dadaismo
 
Dadaismo literatura grupo 441
Dadaismo literatura grupo 441Dadaismo literatura grupo 441
Dadaismo literatura grupo 441
 
Dadaismo
DadaismoDadaismo
Dadaismo
 
Dadaismo - Historia del Diseño
Dadaismo - Historia del DiseñoDadaismo - Historia del Diseño
Dadaismo - Historia del Diseño
 
35 dadaísmo
35 dadaísmo35 dadaísmo
35 dadaísmo
 
El Dadaismo
El DadaismoEl Dadaismo
El Dadaismo
 
Dadaismo
DadaismoDadaismo
Dadaismo
 
Dadaismo
DadaismoDadaismo
Dadaismo
 
Dadaìsmo
DadaìsmoDadaìsmo
Dadaìsmo
 

Suenios en el_tintero

  • 1. PDF generado usando el kit de herramientas de fuente abierta mwlib. Ver http://code.pediapress.com/ para mayor información. PDF generated at: Sun, 25 Nov 2012 14:06:35 UTC Sueños en el tintero
  • 2. Contenidos Artículos Dadaísmo 1 Surrealismo 5 Técnicas surrealistas 13 Literatura surrealista 17 Generación del 27 18 Federico García Lorca 26 Poeta en Nueva York 35 Oliverio Girondo 48 Referencias Fuentes y contribuyentes del artículo 51 Fuentes de imagen, Licencias y contribuyentes 52 Licencias de artículos Licencia 53
  • 3. Dadaísmo 1 Dadaísmo Póster del Matinée dadá (de 62 × 85 cm), de enero de 1923. El dadaísmo es un movimiento cultural que surgió en 1916 en el Cabaret Voltaire en Zúrich (Suiza). Fue propuesto por Hugo Ball, escritor de los primeros textos dadaístas; posteriormente, se unió el rumano Tristan Tzara que llegaría a ser el emblema del Dadaísmo. Una característica fundamental del Dadaísmo es la oposición al concepto de razón instaurado por el Positivismo. El Dadaísmo se caracterizó por rebelarse en contra de las convenciones literarias y artísticas y, especialmente, por burlarse del artista burgués y de su arte. [1] Su actividad se extiende a gran variedad de manifestaciones artísticas, desde la poesía a la escultura pasando por la pintura o la música. [2] Para los miembros del Dadaísmo, este era un modus vivendi que hacían presente al otro a través los gestos y actos dadaístas: acciones que pretendían provocar a través de la expresión de la negación dadaísta. Al cuestionar y retar el canon literario y artístico, el Dadaísmo crea una especie de antiarte, es una provocación abierta al orden establecido. [3] Introducción El Dadaísmo fue un movimiento artístico surgido primero en Europa y posteriormente en Estados Unidos. Fue creado en el Cabaret Voltaire en Zúrich (Suiza) entre 1916 y 1922 con Hugo Ball como fundador, cuando una serie de artistas de distintas nacionalidades se encontraron como refugiados en esa ciudad durante la Primera Guerra Mundial. Posteriormente fue adoptado por Tristan Tzara, quien se convertiría en la figura más representativa del Dadaísmo. [1] El Dadaísmo surgió del desencanto que sentían esos artistas al vivir en la Europa del periodo tardío de la Primera Guerra Mundial y, posteriormente, de la actitud de rebelión hacia la abulia y desinterés social característico de los artistas del periodo de entreguerras. [1] Artistas reconocidos de este movimiento fueron Tristan Tzara y Marcel Jank de Rumanía, el francés Jean Arp y los alemanes Hugo Ball, Hans Richter y Richard Huelsenbeck. Tras varios encuentros informales en distintos cafés, empezaron a darle forma a la idea de crear un cabaret internacional. La primera celebración tuvo lugar el 5 de febrero de 1916 en el Cabaret Voltaire, y consistió en un espectáculo de variedades con canciones francesas y alemanas, música rusa, música negra y exposiciones de arte. Ese mismo año se publicó un panfleto titulado Cabaret Voltaire que contenía aportaciones de Guillaume Apollinaire, Filippo Tommaso Marinetti, Pablo Picasso, Amedeo Modigliani y Vasili Kandinski; en la cubierta aparecía un dibujo de Jean Arp. En 1917 se inauguró la Galería Dadá. La expansión del mensaje dadaísta fue intensa, amplia y tuvo repercusiones en todos los campos artísticos. En Alemania encontró adeptos entre los intelectuales y artistas que apoyaban el movimiento espartaquista. En Francia ganó las simpatías de escritores como Breton, Louis Aragon y el poeta italiano Ungaretti. El Dadaísmo suele ser una sucesión de palabras y sonidos a la que es difícil encontrarle lógica. Se distingue por la inclinación hacia lo dudoso, la muerte, lo fantasioso, y por la constante negación. Así, busca renovar la expresión mediante el empleo de materiales inusuales o manejando planos de pensamientos antes no mezclables, lo cual conlleva a una tónica general de rebeldía o destrucción. El Dadaísmo es caracterizado, también, por gestos y manifestaciones provocadoras en las que los artistas pretendían destruir todas las convenciones con respecto al arte, creando, de esta forma, un antiarte. El movimiento dadaísta es un movimiento antiartístico, antiliterario y antipoético porque cuestiona la existencia del arte, la literatura y la poesía. De hecho, por definición, cuestiona el propio Dadaísmo. El Dadaísmo se presenta como una ideología total, como una forma de vivir y como un rechazo absoluto de toda tradición o esquema anterior. En el fondo es un antihumanismo, entendiendo por humanismo toda la tradición
  • 4. Dadaísmo 2 anterior, tanto filosófica como artística o literaria. [cita requerida] No por casualidad en una de sus primeras publicaciones había escrito como cabecera la siguiente frase de Descartes: «No quiero ni siquiera saber si antes de mí hubo otro hombre.» El Dadaísmo se manifiesta contra la belleza eterna, contra la eternidad de los principios, contra las leyes de la lógica, contra la inmovilidad del pensamiento, contra la pureza de los conceptos abstractos y contra lo universal en general. Propugna, en cambio, la desenfrenada libertad del individuo, la espontaneidad, lo inmediato, actual y aleatorio, la crónica contra la intemporalidad, la contradicción, el "no" donde los demás dicen "sí" y el "sí" donde los demás dicen "no"; defiende el caos contra el orden y la imperfección contra la perfección. Por tanto, en su rigor negativo, también está contra el modernismo, y las demás vanguardias: el expresionismo, el cubismo, el futurismo y el abstraccionismo, acusándolos, en última instancia, de ser sucedáneos de cuanto ha sido destruido o está a punto de serlo. La estética dadaísta niega la razón, el sentido, la construcción del consciente. Sus formas expresivas son el gesto, el escándalo, la provocación. Para el Dadaísmo, la poesía está en la acción y las fronteras entre arte y vida deben ser abolidas. El aporte permanente del Dadaísmo al arte moderno es el cuestionamiento continuo de qué es el arte o qué es la poesía; la conciencia de que todo es una convención que puede ser cuestionada y que, por tanto, no hay reglas fijas y eternas que legitimen de manera histórica lo artístico. Gran parte de lo que el arte actual tiene de provocación (como la mezcla de géneros y materias propia del collage viene del Dadaísmo. Con el fin de expresar el rechazo de todos los valores sociales y estéticos del momento, y todo tipo de codificación, los dadaístas recurrían con frecuencia a la utilización de métodos artísticos y literarios deliberadamente incomprensibles, que se apoyaban en lo absurdo e irracional. Sus representaciones teatrales y sus manifiestos buscaban impactar o dejar perplejo al público con el objetivo de que éste reconsiderara los valores estéticos establecidos. Para ello utilizaban nuevos materiales, como los de desecho encontrados en la calle, y nuevos métodos, como la inclusión del azar para determinar los elementos de las obras. El pintor y escritor alemán Kurt Schwitters destacó por sus collages realizados con papel usado y otros materiales similares. El artista francés Marcel Duchamp expuso como obras de arte productos comerciales corrientes —un secador de botellas y un urinario— a los que denominó ready-mades. En poesía el Dadaísmo abre el campo para la llegada del surrealismo y ayuda a crear un lenguaje poético libre y sin límites. Para entender qué es la estética dadaísta en el mundo de la poesía nada mejor que recoger los consejos que Tzara propone para hacer un poema dadaísta. El texto fue publicado en la recopilación Siete manifiestos dadá, «Dadá manifiesto sobre el amor débil y el amor amargo», VIII (1924). Coja un periódico Coja unas tijeras Escoja en el periódico un artículo de la longitud que cuenta darle a su poema Recorte el artículo Recorte en seguida con cuidado cada una de las palabras que forman el articulo y métalas en una bolsa Agítela suavemente Ahora saque cada recorte uno tras otro Copie concienzudamente en el orden en que hayan salido de la bolsa El poema se parecerá a usted Y es usted un escritor infinitamente original y de una sensibilidad hechizante, aunque incomprendido del vulgo. El Dadaísmo dejó como legado las revistas y el manifiesto, que son la mejor prueba de sus propuestas. Pero, por definición, no existe una obra dadá. Lo propio del dadaísmo eran las veladas dadá realizadas en cabarets o galerías de arte donde se mezclaban fotomontajes con frases aisladas, palabras, pancartas, recitales espontáneos y un ceremonial continuo de provocación.
  • 5. Dadaísmo 3 Aunque los dadaístas utilizaron técnicas revolucionarias, sus ideas contra las normas se basaban en una profunda creencia, derivada de la tradición romántica, en la bondad intrínseca de la humanidad cuando no ha sido corrompida por la sociedad. Origen del nombre «dadá» Aunque la discusión sobre el origen y el significado de la palabra dadá son amplios, no hay un conocimiento legítimo sobre lo que significa. [4] Las explicaciones de los mismos dadaístas varían tanto que es imposible señalar una y llamarla correcta. [1] Hans Arp, miembro del grupo en 1921, declara lo siguiente en una revista del movimiento: Declaro que Tristan Tzara encontró la palabra «dadá» el 8 de febrero de 1916 a las seis de la tarde. [...] Estoy convencido de que esta palabra no tiene ninguna importancia y que solo los imbéciles pueden interesarse por los datos. Lo que a nosotros nos interesaba es el espíritu dadaísta, y todos nosotros éramos dadaístas antes de la existencia del Dadaísmo. Hans Arp [1] Se dice [cita requerida] que Tristan Tzara tomó un diccionario, lo puso encima de su escritorio y queriendo buscar una palabra abrió el diccionario en una página y buscó la palabra más rara y desconocida, y encontró dadà, que significa ‘caballo de madera’ en francés. El mismo Tzara ofreció diversas explicaciones sobre la palabra, todas apuntando al sinsentido de la misma y, no obstante, confusas. Entre éstas encontramos, en el Manifiesto dadaísta de 1918, lo siguiente: Dadá no significa nada. Si alguien lo considera inútil, si alguien no quiere perder su tiempo con una palabra que no significa nada [...] Por los periódicos sabemos que los negros kru llaman dadá al rabo de la vaca sagrada. El cubo y la madre en cierta comarca de Italia reciben el nombre de dadá. Un caballo de madera en francés, la nodriza, la doble afirmación en ruso y en rumano: dadá. Tristán Tzara [1] Todo apunta que los dadaístas querían mostrarle a su público que la palabra dadá, el nombre de su movimiento, era poco importante; lo que importaba era el arte, la creación que de su agrupación surgiera. [4] El Dadaísmo en Nueva York (1915-1920) Duchamp, Picabia, Jean Crotti, como europeos refugiados, junto con los estadounidenses Man Ray, Morton Schamberg y otros dan vida al Dadaísmo neoyorquino. Duchamp llegó de París a Nueva York con un regalo de los franceses para los estadounidenses(particularmente para el coleccionista Walter Arensberg) que consistía en una bola de cristal con aire de París. Era el comienzo de los ready-mades (una rueda de bicicleta montada sobre un taburete, un botellero, un orinal, etc.), objetos sacados de la realidad y puestos en la esfera del arte por la simple acción y voluntad del artista. El deleite estético estaba fuera de sus intenciones y la elección de los objetos: ...se basaba en una reacción de indiferencia visual, con la total ausencia de buen o mal gusto... de hecho una completa anestesia... Duchamp Estos refugiados se integraron con las corrientes vanguardistas que desde comienzos del siglo se estaban gestando en Harlem, Greenwich Village y Chinatown. Aunque Nueva York no era Zúrich, ni existía ese clima de refugiados políticos de la ciudad suiza, el espíritu iconoclasta. La mayoría de artistas dadaístas tenían un pensamiento nihilista. En 1913 tuvo lugar en Nueva York la Exposición Internacional de Arte Moderno, más conocida como el Armory Show. Allí, el Desnudo descendiendo una escalera de Marcel Duchamp causó una auténtica conmoción y fue calificada de obra maestra por Breton. Duchamp se convirtió en la bestia negra del arte moderno. Marcel Duchamp ha pasado a la historia como uno de los artistas más enigmáticos e inteligentes.
  • 6. Dadaísmo 4 La obra más importante de Duchamp es La casada desnudada por sus solteros. Ya conocida en como el gran vidrio. En esta obra, entre otras cosas, Duchamp utiliza técnicas en las que pone de manifiesto su preocupación por la corrección matemática en el uso de las formas. La pieza está precedida en su proceso de realización por multitud de dibujos en los que calculó todos los detalles con precisión matemática, como si se tratara de una máquina. También utiliza el azar al admitir como parte de la pieza las roturas que ésta sufrió en 1923 al ser trasladada a una exposición en Brooklyn. Duchamp dijo que aquello no alteraba la pieza, sino que era entonces cuando la daba por acabada. Man Ray desarrolló el Dadaísmo en pintura, fotografía y en la fabricación de objetos antiarte. Hans Richter lo define como un inventor pesimista, transformando objetos que le rodeaban en objetos inútiles, creando obras con subtítulos como: "objeto para ser destruido", o "haciendo fotografías sin cámara". En marzo de 1915 nace la revista 391 por Picabia y Stieglitz. El nombre de la revista lo habían tomado del número de la casa ocupada por una galería de arte en la Quinta Avenida. La revista pone sobre la mesa las ideas del antiarte: una absoluta falta de respeto por todos los valores, liberación de todos los convencionalismos sociales y morales y destrucción de todo aquello que se conoce como arte. Para Duchamp y Picabia el arte está muerto; el Dadaísmo quería la desintegración de la realidad y los ready-mades no son arte, sino antiarte. El Dadaísmo en Nueva York tendrá un importante apoyo del fotógrafo Alfred Stieglitz, su galería 291 y su revista Camera Work. Para Stieglitz y el grupo de jóvenes fotógrafos que aglutinó bajo el movimiento conocido como Photo Secession, la fotografía podía ser también vista y hecha como arte, y no simplemente como un medio de reproducir la realidad. Así, Stieglitz se convirtió en uno de los precursores de la fotografía moderna. El Dadaísmo en Alemania Es en Alemania donde el Dadaísmo adquiere un cariz más marcadamente político. Ideológicamente, las posturas de los artistas dadaístas eran comunistas y, en algunos casos, anarquistas. Tras la guerra, Alemania entra en una situación crítica. Tras la revolución bolchevique, la Liga Espartaquista alemana ―la izquierda socialista― ensaya también la revolución en Alemania. En toda esa agitación social un grupo de artistas van a incorporarse a las tesis izquierdistas: será el Movimiento dadaísta. Procedente del grupo de Zúrich, Richard Hülsenbeck, lleva a Berlín el espíritu dadaísta, pero mucho más radical contra las anteriores escuelas vanguardistas como el futurismo o el cubismo. En 1918, en el Salón de la Nueva secesión, Hülsenbeck da el primer discurso dadaísta en Alemania, solidarizándose en primer lugar con los dadaístas de Zúrich para después atacar violentamente al cubismo, al expresionismo y al futurismo. Poco después elaboró el primer manifiesto dadaísta en Alemania. Hülsenbeck y el poeta Raoul Hausmann promovieron declaraciones y manifiestos a partir del Dadá Club. Al club Dadá que se unieron Kurt Schwitters, Hannah Höch y Herzfeld. La constitución de la República de Weimar en 1919 marca el fin de los proyectos políticos dadaístas y su recolocación dentro de un marco estrictamente artístico. El Dadaísmo berlinés pasará a la historia por la incorporación de las nuevas técnicas artísticas de difusión de ideas entre las masas, principalmente el fotomontaje. Los dadaístas utilizaron la técnica del fotomontaje y del collage para plasmar la realidad que les circundaba, utilizando material visual sacado de los medios de comunicación.
  • 7. Dadaísmo 5 Referencias [1] Mario de Micheli: Las vanguardias artísticas del siglo XX (Ángel Sánchez-Gijón, trad.). Madrid: Alianza Forma, segunda edición, 2002. [2] Daniel Albright: Modernism and music: an anthology of sources. University of Chicago Press, 2004. ISBN 0-226-01266-2. [3] Dietmar Elger: Dadaísmo. Alemania: Taschen, 2004. ISBN 3-8228-2946-3. [4] Patrick Waldberg: «Dadá: la función del rechazo», en Dadá/El surrealismo. Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica, 2004. Bibliografía • De l’Écotais, Emmanuelle: El espíritu dadá. Madrid: HK, 1998. ISBN 84-96048-44-6. Enlaces externos • Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Dadaísmo. Commons • «Siete manifiestos dadaístas» (http://www.scribd.com/doc/7021427/ Tzara-Tristan-Siete-Manifiestos-Dada-PDF) (en pdf, en español). • Dada-Companion.com (http://www.dada-companion.com/) (en inglés). Surrealismo Retrato en "Vertumnus" (Verano) del emperador Rodolfo II realizado por Giuseppe Arcimboldo. Todos los frutos y flores representados en el cuadro eran propios de la estación del verano en el siglo XVI. Algunos surrealistas vieron en él a un precursor. El surrealismo (en francés: surréalisme; sur ['sobre, por encima'] más réalisme ['realismo']) es un movimiento artístico y literario surgido en Francia a partir del dadaísmo, en la década de los años 1920, en torno a la personalidad del poeta André Breton. [1] Origen del término Los términos surrealismo y surrealista proceden de Apollinaire, quien los acuñó en 1917. En el programa de mano que escribió para el musical Parade (mayo de 1917) afirma que sus autores han conseguido: una alianza entre la pintura y la danza, entre las artes plásticas y las miméticas, que es el heraldo de un arte más amplio aún por venir. (...) Esta nueva alianza (...) ha dado lugar, en Parade a una especie de surrealismo, que considero el punto de partida para toda una serie de manifestaciones del Espíritu Nuevo que se está haciendo sentir hoy y que sin duda atraerá a nuestras mejores mentes. Podemos esperar que provoque cambios profundos en nuestras artes y costumbres a través de la alegría universal, pues es sencillamente natural, después de todo, que éstas lleven el mismo paso que el progreso científico e industrial. La palabra surrealista aparece en el subtítulo de Las tetas de Tiresias (drama surrealista), en junio de 1917, para referirse a la reproducción creativa de un objeto, que lo transforma y enriquece. Como escribe Apollinaire en el prefacio al drama:
  • 8. Surrealismo 6 Cuando el hombre quiso imitar la acción de andar, creó la rueda, que no se parece a una pierna. Del mismo modo ha creado, inconscientemente, el surrealismo... Después de todo, el escenario no se parece a la vida que representa más que una rueda a una pierna. Precedentes Los surrealistas señalaron como precedentes de la empresa surrealista a varios pensadores y artistas, como el pensador presocrático Heráclito, el Marqués de Sade y Charles Fourier, entre otros. En la pintura, el precedente más notable es Hieronymus Bosch "el Bosco", que en los siglos XV y XVI creó obras como "El jardín de las delicias" o "El carro de heno". El surrealismo retoma estos elementos y ofrece una formulación sistemática de los mismos. Sin embargo su precedente más inmediato es el dadaísmo, corriente de la que retoma diferentes aspectos. Primeros pasos La primera fecha histórica del movimiento es 1916, año en que André Breton, precursor, líder y gran pensador del movimiento, descubre las teorías de Sigmund Freud y Alfred Jarry, además de conocer a Jacques Vache y a Guillaume Apollinaire. Durante los siguientes años se da un confuso encuentro con el dadaísmo, movimiento artístico precedido por Tristan Tzara, en el cual se decantan las ideas de ambos movimientos. Estos, uno inclinado hacia la destrucción nihilista (dadá) y el otro a la construcción romántica (surrealismo) se sirvieron como catalizadores entre ellos durante su desarrollo. En el año 1924 Breton escribe el primer Manifiesto Surrealista y en este incluye lo siguiente: Indica muy mala fe discutirnos el derecho a emplear la palabra surrealismo, en el sentido particular que nosotros le damos, ya que nadie puede dudar de que esta palabra no tuvo fortuna, antes de que nosotros nos sirviéramos de ella. Voy a definirla de una vez para siempre: Surrealismo: "sustantivo, masculino. Automatismo psíquico puro, por cuyo medio se intenta expresar, verbalmente, por escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento. Es un dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral." Filosofía: "El surrealismo se basa en la creencia de una realidad superior de ciertas formas de asociación desdeñadas hasta la aparición del mismo, y en el libre ejercicio del pensamiento. Tiende a destruir definitivamente todos los restantes mecanismos psíquicos, y a sustituirlos por la resolución de los principales problemas de la vida. Han hecho profesión de fe de Surrealismo Absoluto, los siguientes señores: Aragon, Baron, Boiffard, Breton, Carrive, Crevel, Delteil, Desnos, Eluard, Gerard, Limbour, Malkine, Morise, Naville, Noll, Peret, Picon, Soupault, Vitrac." Tal fue la definición del término dada por los propios Breton y Soupault en el primer Manifiesto Surrealista fechado en 1924. Surgió por tanto como un movimiento poético, en el que pintura y escultura se conciben como consecuencias plásticas de la poesía. En El surrealismo y la pintura, de 1928, Breton expone la psicología surrealista: el inconsciente es la región del intelecto donde el ser humano no objetiva la realidad sino que forma un todo con ella. El arte, en esa esfera, no es representación sino comunicación vital directa del individuo con el todo. Esa conexión se expresa de forma privilegiada en las casualidades significativas (azar objetivo), en las que el deseo del individuo y el devenir ajeno a él convergen imprevisiblemente, y en el sueño, donde los elementos más dispares se revelan unidos por relaciones secretas. El surrealismo propone trasladar esas imágenes al mundo del arte por medio de una asociación mental libre, sin la intromisión censora de la conciencia. De ahí que elija como método el automatismo, recogiendo en buena medida el testigo de las prácticas mediúmnicas espiritistas, aunque cambiando radicalmente su interpretación: lo que habla a través del médium no son los espíritus, sino el inconsciente.
  • 9. Surrealismo 7 Durante unas sesiones febriles de automatismo, Breton y Soupault escriben Los Campos Magnéticos, primera muestra de las posibilidades de la escritura automática, que publican en 1921. Más adelante Breton publica Pez soluble. Dice así el final del séptimo cuento: "Heme aquí, en los corredores del palacio en que todos están dormidos. ¿Acaso el verde de la tristeza y de la herrumbre no es la canción de las sirenas?" El surrealismo al servicio de la revolución A partir de 1925, a raíz del estallido de la guerra de Marruecos, el surrealismo se politiza; se producen entonces los primeros contactos con los comunistas, que culminarían ese mismo año con la adhesión al Partido Comunista por parte de Breton. Entre 1925 y 1930 aparece un nuevo periódico titulado El Surrealismo al servicio de la Revolución en cuyo primer número Louis Aragón, Buñuel, Dalí, Paul Éluard, Max Ernst, Yves Tanguy y Tristan Tzara, entre otros, se declaran partidarios de Breton. Por su parte Jean Arp y Miró, aunque no compartían la decisión política tomada por Breton, continuaban participando con interés en las exposiciones surrealistas. Poco después se incorporaron Magritte (1930), Masson (1931), Giacometti y Brauner en 1933 y también Matta (que conoce a Breton en 1937 por mediación de Dalí) y Lam; el movimiento se hizo internacional apareciendo grupos surrealistas en los Estados Unidos, Dinamarca, Londres, Checoslovaquia y Japón. Desde este momento, se abrirá una disputa, a menudo agria, entre aquellos surrealistas que conciben el surrealismo como un movimiento puramente artístico, rechazando la supeditación al comunismo, y los que acompañan a Breton en su giro a la izquierda. En 1929 Breton publica el Segundo Manifiesto Surrealista, en el que condena entre otros intelectuales a los artistas Masson y Francis Picabia. En 1936 expulsa a Dalí por sus tendencias fascistas y a Paul Éluard. En 1938 Breton firma en México junto con León Trotski y Diego Rivera el Manifiesto por un Arte Revolucionario Independiente. Técnicas surrealistas El surrealismo tomó del dadaísmo algunas técnicas de fotografía y cinematografía así como la fabricación de objetos. Extendieron el principio del collage (el "objeto encontrado") al ensamblaje de objetos incongruentes, como en los poemas visibles de Max Ernst. Este último inventó el frottage (dibujos compuestos por el roce de superficies rugosas contra el papel o el lienzo) y lo aplicó en grandes obras como Historia Natural, pintada en París en 1926. Otra de las nuevas actividades creadas por el surrealismo fue la llamada cadáver exquisito, en la cual varios artistas dibujaban las distintas partes de una figura o de un texto sin ver lo que el anterior había hecho pasándose el papel doblado. Las criaturas resultantes pudieron servir de inspiración a Miró. En el terreno literario, el surrealismo supuso una gran revolución en el lenguaje y la aportación de nuevas técnicas de composición. Como no asumía tradición cultural alguna, ni desde el punto de vista temático ni formal, prescindió de la métrica y adoptó el tipo de expresión poética denominado como versículo: un verso de extensión indefinida sin rima que se sostiene únicamente por la cohesión interna de su ritmo. Igualmente, como no se asumía la temática consagrada, se fue a buscar en las fuentes de la represión psicológica (sueños, sexualidad) y social, con lo que la lírica se rehumanizó después de que los ismos intelectualizados de las Vanguardias la deshumanizaran, a excepción del Expresionismo. Para ello utilizaron los recursos de la transcripción de sueños y la escritura automática, y engendraron procedimientos metafóricos nuevos como la imagen visionaria. El lenguaje se renovó también desde el punto de vista del léxico dando cabida a campos semánticos nuevos y la retórica se enriqueció con nuevos procedimientos expresivos.
  • 10. Surrealismo 8 La pintura surrealista Masson adoptó enseguida las técnicas del automatismo, hacia 1923-1924, poco después de conocer a Breton. Hacia 1929 las abandonó para volver a un estilo cubista. Por su parte Dalí utilizaba más la fijación de imágenes tomadas de los sueños, según Breton, «...abusando de ellas y poniendo en peligro la credibilidad del surrealismo...»; inventó lo que él mismo llamó método paranoico-crítico, una mezcla entre la técnica de observación de Leonardo da Vinci por medio de la cual observando una pared se podía ver como surgían formas y técnicas de frottage; fruto de esta técnica son las obras en las que se ven dos imágenes en una sola configuración. Óscar Domínguez inventó la decalcomanía (aplicar gouache negro sobre un papel el cual se coloca encima de otra hoja sobre la que se ejerce una ligera presión, luego se despegan antes de que se sequen). Además de las técnicas ya mencionadas de la decalcomanía y el frottage, los surrealistas desarrollaron otros procedimientos que incluyen igualmente el azar: el raspado, el fumage y la distribución de arena sobre el lienzo encolado. [2] Salvador Dalí junto a Man Ray. Miró fue para Breton el más surrealista de todos, por su automatismo psíquico puro. Su surrealismo se desenvuelve entre las primeras obras donde explora sus sueños y fantasías infantiles (El Campo labrado), las obras donde el automatismo es predominante (Nacimiento del mundo) y las obras en que desarrolla su lenguaje de signos y formas biomorfas (Personaje lanzando una piedra). Arp combina las técnicas de automatismo y las oníricas en la misma obra desarrollando una iconografía de formas orgánicas que se ha dado en llamar escultura biomórfica, en la que se trata de representar lo orgánico como principio formativo de la realidad. René Magritte dotó al surrealismo de una carga conceptual basada en el juego de imágenes ambiguas y su significado denotado a través de palabras poniendo en cuestión la relación entre un objeto pintado y el real. Paul Delvaux carga a sus obras de un espeso erotismo basado en su carácter de extrañamiento en los espacios de Giorgio de Chirico. El surrealismo penetró la actividad de muchos artistas europeos y americanos en distintas épocas. Pablo Picasso se alió con el movimiento surrealista en 1925; Breton declaraba este acercamiento de Picasso calificándolo de «...surrealista dentro del cubismo...». Se consideran surrealistas las obras del período Dinard (1928-1930), en que Picasso combina lo monstruoso y lo sublime en la composición de figuras medio máquinas medio monstruos de aspecto gigantesco y a veces terrorífico. Esta monumentalidad surrealista de Picasso puede ponerse en paralelo con la de Henry Moore y en la poesía y el teatro con la de Fernando Arrabal. Otros movimientos pictóricos nacieron del surrealismo, o lo prefiguran, como por ejemplo el Art brut. Véanse también: Surrealismo abstracto, Surrealismo figurativo y Técnicas surrealistas. Apogeo y decadencia del surrealismo En 1938 tuvo lugar en París la Exposición Internacional del Surrealismo que marcó el apogeo de este movimiento antes de la guerra. Participaron entre otros, Marcel Duchamp, Arp, Dalí, Ernst, Masson, Man Ray, Óscar Domínguez y Meret Oppenheim. La exposición ofreció al público sobre todo una excelente muestra de lo que el surrealismo había producido en la fabricación de objetos. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, los surrealistas se dispersan, algunos de ellos (Breton, Ernst, Masson) abandonan París y se trasladan a los Estados Unidos, donde siembran el germen para los futuros movimientos americanos de posguerra (expresionismo abstracto y Arte Pop).
  • 11. Surrealismo 9 El surrealismo en España y Latinoamérica El surrealismo en la pintura española y latinoamericana En España el surrealismo aparece en torno a los años veinte no en su vertiente puramente vanguardista sino mezclado con acentos simbolistas y de la pintura popular. Además de Joan Miró y Salvador Dalí, el surrealismo español lo componen Maruja Mallo, Gregorio Prieto, José Moreno Villa, Benjamín Palencia y José Caballero, además de los neocubistas que se pasan al surrealismo (Alberto Sánchez y Ángel Ferrant). Hubo un importante núcleo surrealista en las Islas Canarias, agrupado en torno a la Gaceta de Arte de Eduardo Westerdahl, del que un grupo de poetas invitaron a André Bretón a venir en 1935; allí compuso este el poema Le chateau etoilé y otras obras. Los máximos representantes de la pintura surrealista en el archipiélago fueron Óscar Domínguez, Juan Ismael y el propio Westerdahl. En Latinoamérica se consideran surrealistas, además de los ya citados Roberto Matta (Chile) y Lam, a Remedios Varo y Leonora Carrington. La que es considerada como la primera exposición surrealista en Hispanoamérica se llevó a cabo en Lima (Perú) en 1935 por iniciativa de César Moro y Emilio A. Westphalen. [3] Posteriormente en México, en enero de 1940, el mismo César Moro con André Breton y Wolfgang Paalen logran presentar en la Galería de Arte Mexicano una selección de cuarenta obras tanto de representantes del movimiento surrealista como de americanos cuyo trabajo tenía afinidad con el movimiento. [cita requerida] El surrealismo en la literatura hispánica El surrealismo fue seguido con interés por los intelectuales españoles de los años 30. Existía el precedente de Ramón Gómez de la Serna, quien utilizaba algunas fórmulas vinculables al surrealismo, como la greguería. El primero en adoptar sus métodos fue José María Hinojosa, autor de La flor de Californía (1928), libro pionero de prosas narrativas y oníricas. Varios poetas de la generación del 27 se interesaron por las posibilidades expresivas del surrealismo. Su huella es evidente en libros como en la sección tercera de Sobre los ángeles y en Sermones y moradas de Rafael Alberti; en Poeta en Nueva York de Federico García Lorca y Un río, un amor y Los placeres prohibidos de Luis Cernuda. Vicente Aleixandre se definió a sí mismo como "un poeta superrealista", aunque matizando que su poesía no era en modo alguno producto directo de la escritura automática. Miguel Hernández sufrió una efímera etapa surrealista y durante la posguerra la imprenta surrealista se percibe en los poetas del Postismo y en Juan Eduardo Cirlot, y en la actualidad existe un cierto postsurrealismo en la obra de algunos poetas como Blanca Andreu. En las islas Canarias la afición por el surrealismo llevó a la formación en los años 30 de la Facción Surrealista de Tenerife, un grupo de entusiastas, al modo del creado en Francia alrededor de André Breton. Sus componentes (Agustín Espinosa, Domingo López Torres, Pedro García Cabrera, Óscar Domínguez, Eduardo Westerdahl y Domingo Pérez Minik) expusieron sus creaciones y puntos de vista en los treinta y ocho números de la revista Gaceta de Arte. Aunque no se le pueda considerar un surrealista estricto, el poeta y pensador Juan Larrea vivió de primera mano la eclosión del movimiento en París y reflexionó más tarde sobre su valor y trascendencia en obras como Surrealismo entre viejo y nuevo mundo (1944). En la actualidad existe una corriente de neosurrealismo en la poesía de Blanca Andreu. El español Fernando Arrabal tuvo una asistencia diaria al "café surrealista" La Promenade de Vénus de 1960 a 1963. André Breton publicó su teatro, su "Piedra de la locura" y algunos de sus cuadros. En Hispanoamérica el surrealismo contó con la adhesión entusiasta de poetas como el chileno Braulio Arenas y los peruanos César Moro, Xavier Abril y Emilio Adolfo Westphalen, además de influir en la obra del escritor cubano Alejo Carpentier y de los poetas chilenos Pablo Neruda, Gonzalo Rojas y el peruano César Vallejo. En Argentina, pese al desdén de Jorge Luis Borges, el surrealismo sedujo aún al joven Julio Cortázar y produjo un fruto tardío en la
  • 12. Surrealismo 10 obra de Alejandra Pizarnik. El poeta y pensador mexicano Octavio Paz ocupa un lugar particular en la historia del movimiento: amigo personal de Breton, dedicó al surrealismo varios ensayos esclarecedores. El surrealismo en la historia En la literatura El surrealismo tuvo como antecedente la patafísica de Alfred Jarry, y el movimiento dadaísta fundado en Zurich en 1916 por T. Tzara, H. Ball y H. Arp. Animados por idéntico espíritu de provocación, André Breton, Louis Aragon y Ph. Soupault fundaron en París la revista Littérature (1919), mientras en EE.UU manifestaban actitudes similares Man Ray, Marcel Duchamp y Francis Picabia, y en Alemania, Max Ernst y Hugo Ball. A esta fase sucedió una actitud más metódica de investigación del inconsciente, emprendida por Breton, junto a Aragon, Paul Éluard, Soupault, Robert Desnos, Max Ernst, etc. La primera obra de esta tendencia, que cabe calificar de primera obra literaria surrealista, fue Los campos magnéticos (1921), escrita conjuntamente por Breton y Soupault. Tras la ruptura con Tzara, se adhirieron al movimiento Antonin Artaud, André Masson y Pierre Naville. Breton redactó la primera definición del movimiento en su Manifiesto del surrealismo (1924), texto que dio cohesión a los postulados y propósitos del movimiento. Entre los autores que citaba como precursores del movimiento figuran Freud, Lautréamont, Edward Young, Matthew Lewis, Gérard de Nerval, Jonathan Swift, Marqués de Sade, François-René de Chateaubriand, Victor Hugo, Edgar Allan Poe, Charles Baudelaire, Arthur Rimbaud, Mallarmé y Jarry. En el mismo año se fundó el Bureau de recherches surréalistes y la revista La Révolution Surréaliste, que sustituyó a Littérature, de cuya dirección se hizo cargo el propio Breton en 1925 y que se convirtió en el órgano de expresión común del grupo. La producción surrealista se caracterizó por una vocación libertaria sin límites y la exaltación de los procesos oníricos, del humor corrosivo y de la pasión erótica, concebidos como armas de lucha contra la tradición cultural burguesa. Las ideas del grupo se expresaron a través de técnicas literarias, como la «escritura automática», las provocaciones pictóricas y las ruidosas tomas de posición públicas. El acercamiento operado a fines de los años veinte con los comunistas produjo las primeras querellas y cismas en el movimiento. En 1930 Breton publicó su Segundo manifiesto del surrealismo, en el que excomulgaba a Joseph Delteil, Antonin Artaud, Philippe Soupault, Robert Desnos, Georges Limbour, André Masson, Roger Vitrac, Georges Ribemont-Dessaignes y Francis Picabia. El mismo año apareció el nuevo órgano del movimiento, la revista Le Surréalisme au Service de la Révolution, que suplantó al anterior, La Révolution Surréaliste, y paralelamente, Aragon (tras su viaje a la URSS), Éluard, Péret y Breton ingresaron en el Partido Comunista. A fines de 1933, Breton, Éluard y Crevel fueron expulsados del partido. En los años treinta se sumaron al movimiento Salvador Dalí, Luis Buñuel, Yves Tanguy, René Char y Georges Sadoul. Tras los años previos a la II Guerra Mundial, marcados por la militancia activa de Breton, y los años de exilio neoyorquino de la mayoría de sus miembros, durante la ocupación alemana de Francia, el movimiento siguió manteniendo cierta cohesión y vitalidad, pero a partir de 1946, cuando Breton regresó a París, el surrealismo era ya parte de la historia.
  • 13. Surrealismo 11 En las artes plásticas Al principio el surrealismo es un movimiento fundamentalmente literario, y hasta un poco más tarde no producirá grandes resultados en las artes plásticas. Surge un concepto fundamental, el automatismo, basado en una suerte de dictado mágico, procedente del inconsciente, gracias al cual surgían poemas, ensayos, etc., y que más tarde sería recogido por pintores y escultores. La primera exposición surrealista se celebró en la Galerie Pierre de París en 1925, y en ella, además de Jean Arp, Giorgio de Chirico y Max Ernst, participaron artistas como André Masson, Picasso, Man Ray, Pierre Roy, P. Klee y Joan Miró, que posteriormente se separarían del movimiento o se mantendrían unidos a él adoptando únicamente algunos de sus principios. A ellos se adhirieron Yves Tanguy, René Magritte, Salvador Dalí y Alberto Giacometti. [4] La rebelión del surrealismo contra la tradición cultural burguesa y el orden moral establecido tuvo su cariz político, y un sector del surrealismo, que no consideraba suficientes los tumultos de sus manifestaciones culturales, se afilió al Partido Comunista Francés. Sin embargo, nacieron violentas discrepancias en el seno del grupo a propósito del debate sobre la relación entre arte y política; se sucedieron manifiestos contradictorios y el movimiento tendió a disgregarse. Es significativo, a este respecto, que la revista «La révolution surréaliste» pase a llamarse, desde 1930, «Le surréalisme au service de la révolution». En los años 1930, el movimiento se extendió más allá de las fronteras francesas. Se celebró en 1938 en París la Exposición Surrealista Internacional. La segunda guerra mundial paralizó toda actividad en Europa. Ello motivó que Breton, como muchos otros artistas, marchase a los EE. UU.. Allí surgió una asociación de pintores surrealistas alemanes y franceses que se reunió en torno a la revista VVV. Estos surrealistas emigrados a EE.UU. influyeron en el arte estadounidense, en particular en el desarrollo del expresionismo abstracto en los años 1940. Cuando Breton regresó a Europa en 1946 el movimiento estaba ya definitivamente deteriorado. Entre los artistas plásticos se manifiesta una dualidad en la interpretación del surrealismo: los surrealistas abstractos, que se decantan por la aplicación del automatismo puro, como André Masson o Joan Miró, e inventan universos figurativos propios; y los surrealistas figurativos, interesados por la vía onírica, entre ellos René Magritte, Paul Delvaux, o Salvador Dalí, que se sirven de un realismo minucioso y de medios técnicos tradicionales, pero que se apartan de la pintura tradicional por la inusitada asociación de objetos y las monstruosas deformaciones, así como por la atmósfera onírica y delirante que se desprende de sus obras. Max Ernst es uno de los pocos surrealistas que se mueve entre las dos vías. La obra de Ernst ha influido particularmente en un epígono tardío del surrealismo en Alemania que es Stefan von Reiswitz.
  • 14. Surrealismo 12 En los medios audiovisuales En la vertiente cinematográfica, el surrealismo dio lugar a varios intentos enmarcados en el cine de las vanguardias históricas, como La coquille et le clergyman (1926) 'La concha y el clérigo', de Germaine Dulac o L'étoile de mer (1928) 'La estrella de mar', de Man Ray y Robert Desnos, un cortometraje dadaísta. Cabeza de Luis Buñuel, obra del escultor Iñaki, en el Centro Buñuel de Calanda. Luis Buñuel, en colaboración con Dalí, realizó las obras más revolucionarias: Un perro andaluz (Un chien andalou, 1928) y La edad de oro (L'âge d'or, 1930). Alfred Hitchcock y Salvador Dalí colaboraron cuando el primero encargó al artista catalán parte de la escenografía de Recuerda (Spellbound). Cineastas contemporáneos, como David Lynch, Jean-Pierre Jeunet, Julio Médem, o Carlos Atanes, entre otros, muestran la influencia del surrealismo. Referencias [1] Superrealismo y superrealista son términos más apropiados en castellano, y como tal los recomienda la RAE en su diccionario, pues el prefijo sur- no existe en esta lengua; sin embargo, el uso ha impuesto las formas surrealismo y surrealista (que también recoge el DRAE, aunque remitiendo a las formas con prefijo sobre-). [2] Essers, V., «La modernidad clásica. La pintura durante la primera mitad del siglo XX», en Los maestros de la pintura occidental, volumen II, Taschen, 2005. ISBN 3-8228-4744-5, pág. 557 [3] Cardenas M., Miguel Ángel. « Crónica: La celebración que paralizó Lima (http:// elcomercio.pe/ediciononline/html/2009-01-17/ cronica-celebracion-que-paralizo-lima.html)», El Comercio.pe, 17 de enero de 2009. Consultado el 23 de abril de 2011. [4] Essers, V., op. cit., pág. 557-558 Bibliografía • Ades, Dawn (2004). Dalí. Madrid: La esfera de los libros. ISBN 978-84-9734-226-1. • Breton, André (2007). Diccionario de surrealismo. traducción Miguel Torres. Madrid: Editorial Losada. ISBN 978-950-03-9519-9. • — & Eluard, Paul (2003). Diccionario abreviado de surrealismo. Madrid: Ediciones Siruela. ISBN 978-84-7844-720-6. • — (2002). Manifiestos del surrealismo. Madrid: Visor Libros. ISBN 978-84-7522-976-8. • Dalí, Salvador (2003/2006). Obras completas. Barcelona: Ediciones Destino & Fundación Gala-Salvador Dalí. ISBN 978-84-233-3865-8. • Descharnes, Robert & Néret, Gilles (2005). Dalí. La obra pictórica. Colonia: Taschen. ISBN 978-3-8228-1213-6. • Klingsöhr-Leroy, Dr. Cathrin (2004). Surrealismo. Colonia: Taschen Benedikt. ISBN 978-3-8228-2307-1. • Martínez Sarrión, Antonio (2008). Sueños que no compra el dinero (balance y nombres del surrealismo). Valencia: Pre-Textos. ISBN 978-84-96411-40-1. • Nadeau, Maurice (1972). Historia del surrealismo. Barcelona: Editorial Ariel. • Pariente, Ángel (1998). Diccionario temático del surrealismo. Madrid: Alianza. • — (2008). Razonado desorden (Textos y declaraciones surrealistas: 1924/1939). Logroño: Pepitas de calabaza. • Sebbag, Georges (2003). El surrealismo. Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión. • Spector, Jack J. (2003). Arte y escrituras surrealistas (1919-1939). Madrid: Editorial Síntesis.
  • 15. Surrealismo 13 Enlaces externos • Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Surrealismo. Commons • Archivo Surrealista. El universo del Surrealismo en español (http://www.archivosurrealista.com.ar/) • Movimientos: El Surrealismo (http://www.masdearte.com/item_movimientos.cfm?noticiaid=69) • Antología de la poesía surrealista en español (http://www.mediafire.com/?omty3xly2w5) Técnicas surrealistas En el movimiento artístico del Surrealismo, los autores utilizaban una gran diversidad de técnicas que servían de inspiración para los artistas surrealistas. Aerografía La aerografía es una técnica en donde un objeto tridimensional es utilizado para hacer un esténcil aplicando spray. Ahumado El ahumado o fumage (en francés), es una técnica en donde las impresiones son hechas por humo, una vela o una lámpara de queroseno sobre el papel o lienzo. Automatismo • • Dibujo automático. • • Escritura automática. • • Pintura automática. • Poesía automática es, probablemente, la técnica surrealista más importante desde el nacimiento del surrealismo hasta el día de hoy. Uno de los usos más extraños de la escritura automática fue dado por William Butler Yeats. Su esposa, una espiritista, la utilizaba, y Yeats la utilizó intensivamente en sus obras. Sin embargo, Yeats no fue un escritor surrealista. Otro caso famoso es el del escritor checo Bohumil Hrabal, quién utilizó escritura automática en su famoso libro Yo que he servido al rey de Inglaterra. Un capítulo del libro está escrito como una sola oración, y al final del libro Hrabal hace uso de la escritura automática. Bulletismo El bulletismo consiste en disparar balas llenas de lithotusche sobre un pergamino colocado sobre piedra. Cadáver exquisito Cadáver exquisito es una técnica por medio de la cual se ensamblan colectivamente un conjunto de palabras o imágenes; el resultado es conocido como un cadáver exquisito o cadavre exquis en francés. Es una técnica usada por los surrealistas en 1925, y se basa en un viejo juego de mesa llamado "consecuencias" en el cual los jugadores escribían por turno en una hoja de papel, la doblaban para cubrir parte de la escritura, y después la pasaban al siguiente jugador para otra colaboración.
  • 16. Técnicas surrealistas 14 Caída de un líquido en una superficie vertical La caída de un líquido en una superficie vertical es, como su nombre lo indica, una técnica, inventada por los surrealistas de Rumania y, según ellos, una de las técnicas surautomáticas y una forma de escritura indescifrable , de crear imágenes arrastrando o permitiendo la caída de algún líquido en una superficie vertical. Caligrama El caligrama es un poema, frase o palabra en la cual la tipografía, caligrafía o el texto manuscrito se arregla o configura de tal manera que cree una especie de imagen. La imagen creada por las palabras expresa visualmente lo que la o las palabras dicen. Collage El collage es una técnica artística que consiste en ensamblar elementos diversos en un todo unificado. El término se aplica sobre todo a la pintura, pero por extensión se puede referir a cualquier otra manifestación artística, como la música, el cine, la literatura o el videoclip. Viene del francés coller, que significa pegar. Coulage Un 'coulage (en español: Despilfarro o derroche), es un tipo de automatismo o escultura involuntaria hecho puramente de material líquido o fundido (como metal, cera o chocolate) en agua fría. A medida que el material se enfría la obra toma una forma aleatoria sujeta a las características del material empleado, lo que en ocasiones suele terminar en discos o esferas. Esta técnica se suele utilizar en el proceso de clarividencia conocido como ceromancia. Cubomanía La cubomanía es un método para crear collages utilizando una imagen cortada en pequeños cuadrados y ordenados al azar. Esta técnica fue utilizada por el artista surrealista Rumania Gherasim Luca. Decalcomanía La decalcomanía, es una técnica pictórica inventada por Óscar Domínguez que consiste en aplicar gouache negro sobre un papel, el cual se coloca encima de otra hoja sobre la que se ejerce una ligera presión, luego se despegan antes de que se sequen. Esta técnica fue intensamente utilizada por varios artistas, como Max Ernst. Dream résumé El dream résumé o currículum del sueño es similar a un currículum vítae pero basado en logros, empleo, y cosas similares, durante el ensueño más que en la vigilia. Sin embargo, el dream résumé puede contener logros de ambos. Echo poem Un echo poem o poema en eco es una técnica creada por Aurélien Dauguet en 1972 para escribir poemas. La técnica debe ser ejecutada por dos personas siguiendo estas instrucciones: 1. 1. Dividir una hoja de papel en dos columnas. 2. Escribir la primer estrofa en la columna izquierda. 3. El opositor, responde a la primer estrofa escribiendo otra estrofa en la columna derecha con algo oportuno, incluso puede ser una onomatopeya. 4. 4. Para un poema largo, la tercer estrofa responde a la segunda en la columna izquierda y así sucesivamente. 5. 5. Cuando el poema esté completo el opositor de la última línea, frase u oración generalmente escribe el título.
  • 17. Técnicas surrealistas 15 Escritura indescifrable Como su nombre lo indica, la escritura indescifrable consiste en escribir de manera tal, que el lector no pueda descifrar el mensaje de la obra. Escritura indescifrable, en realidad, es un conjunto de técnicas automáticas creadas por surrealistas rumanos que luego fue renombrada como "surautomatism" o "surautomatismo". Algunas de las técnicas que comprenden este conjunto de técnicas son la grafomanía entópica, ahumado y la caída de un líquido en una superficie vertical. Escultura involuntaria El surrealismo describe como escultura involuntaria aquellas manipulaciones inconscientes de algo, como una piedra, desenrollar un ticket, doblar un clip, etc. Estrechamientos El collage es visto como un método aditivo de poesía visual, mientras que los estrechamientos o étrécissements (en francés) son vistos como un método reductivo. Fue utilizado por primera vez por Marcel Mariën en los años 1950s. Los resultados se consiguen cortando, con tijeras o algún instrumento similar, partes de imágenes y acoplándolas en una nueva. Fotomontaje El fotomontaje es el proceso (y resultado) de hacer una ilustración compuesta de otras, se trata de una especie de collage. Esta composición puede realizarse mediante recortes de otras ilustraciones juntando un cierto número de ellas. En algunas ocasiones el compuesto de ilustraciones es fotografiado hasta que la imagen final es una simple fotografía. El fotógrafo inglés Henry Peach Robinson (1830–1901) es acreditado como el primero en realizar esta técnica del fotomontaje, lo hizo al poco de comenzar su carrera en 1857. Frotamiento El frotamiento o frottage (en francés), es una técnica artística que consiste en frotar un lápiz sobre una hoja colocada sobre un objeto, consiguiendo una impresión de la forma y textura de ese objeto. Grafomanía entópica La grafomanía entópica es una técnica automática surrealista de dibujo en donde se hacen puntos en las zonas de impurezas de un papel en blanco y luego se hacen líneas o curvas entre los puntos. Ithell Colquhoun califico los resultados de esta técnica como "los más austeros de la geometría abstracta". Heatage El heatage (del inglés: Heat Age; lit.: Edad caliente) fue una técnica desarrollada y empleada por David Hare en donde un negativo expuesto, pero suelta es calentada desde abajo, causando una emulsión distorsionando la imagen de manera aleatoria. Juegos En el surrealismo, los juegos son importantes no solamente como una forma recreativa, sino también, como un método de investigación. La intención es eliminar las limitaciones del racionalismo y permitir conceptos para desarrollar libremente y maneras más aleatorias, aspirando así a romper con lo establecido y generar obras originales.
  • 18. Técnicas surrealistas 16 Método paranoico-crítico El método paranoico-crítico es una propuesta elaborada por el pintor surrealista Salvador Dalí. El aspecto que Dalí encontraba interesante en la paranoia era la habilidad que transmite ésta al cerebro para percibir enlaces entre objetos que racional o aparentemente no se hallan conectados. Mimeograma Un mimeograma es tipo de arte automático hecho quitándole las hojas de repuesto a un mimeógrafo. Outagrafía Una outografía (del inglés: outagraphy) es una técnica que consiste en recortar los personajes en una fotografía. Esta técnica fue inventada por Ted Joans. Parsemage Un parsemage (del francés: parse mage; en español: hecho por un mago) es una técnica surrealista y automática en las artes visuales creada por Ithell Colquhoun en la cual polvo de carbón vegetal o creta coloreada es dispersada en la superficie del agua y luego pasar un papel grueso o cartulina sobre la superficie del agua. Raspado El raspado o grattage (en francés), es una técnica surrealista de pintura en donde se utiliza un papel, generalmente seco, para raspar el lienzo. Fue empleada por Max Ernst y Joan Miró. Salpicadura Salpicadura o eclaboussure (en francés), es un proceso en la pintura surrealista donde óleos o acuarelas se fijan y luego se vierte aguarrás sobre la pintura. Esta técnica da una apariencia espacial, fue muy utilizada por Remedios Varo. Soufflage El soufflage o soplado es una técnica surrealista creada por Jimmy Ernst in donde una pintura líquida es aspirada para inspirar o revelar una imagen. Surautomatismo El surautomatismo o surautomatism es una teoría o acto de llevar el automatismo hasta los límites más absurdos. Técnica de Recortes La técnica cut-up o de recortes es un género o técnica literaria aleatoria en la cual un texto es recortado al azar y reordenado para crear un nuevo texto. Triptografía La tripografía (del inglés: Trip to graph; lit.: Viaje a la gráfica), es una técnica automática de fotografía a través de la cual un rollo de fotos es empleado tres veces (o por el mismo fotógrafo o, al estilo del cadáver exquisito, tres fotógrafos distintos) causando que la fotografía, expuesta tres veces, no llegue a tener un único y/o definido sujeto.
  • 19. Literatura surrealista 17 Literatura surrealista En España, la llamada generación del 27 produjo algunos libros influidos por el surrealismo, como Poeta en Nueva York de Federico García Lorca, Sobre los ángeles de Rafael Alberti, y Espadas como labios de Vicente Aleixandre. También se pueden mencionar algunos de los libros iniciales de Luis Cernuda así como algunos poemas ocasionales de Pablo Picasso. En otros países • Argentina: Aldo Pellegrini, Enrique Molina, Antonio Porchia, Carlos Latorre, Julio Llinás, Oliverio Girondo. • Cuba: Alejo Carpentier. • Chile: Enrique Gómez Correa, Braulio Arenas, Teófilo Cid, Jorge Cáceres, María Luisa Bombal. • Haití: Clément Magloire-Saint-Aude. • México: Octavio Paz. • Perú: César Moro, Emilio Adolfo Westphalen. Referencias • Cernuda, Luis. Estudios sobre poesía española contemporánea. Madrid: Guadarrama. 1957. • Cano, José Luis. La poesía de la generación del 27. Madrid: Guadarrama, 1970 • Baciu, Ştefan. Puntos de partida para una historia del surrealismo latinoamericano. Ilustraciones de Susana Wald. Santiago de Chile: Ediciones Casa De La Luna, 1970. • Ilie, Paul. Los surrealistas españoles. Madrid: Taurus, 1972. • Baciu, Ştefan. Antología de la poesía surrealista latinoamericana. México D. F.: Joaquín Mortiz, 1974. 2da. Edición: Valparaíso: Ediciones Universitarias de Valparaíso, 1981. • Baciu, Ştefan. Surrealismo latinoamericano: Preguntas y respuestas. Entrevistas. Valparaíso: Ediciones Universitarias de Valparaíso, 1979.
  • 20. Generación del 27 18 Generación del 27 Con el término generación del 27 se conoce a una serie de poetas españoles del siglo XX que se dio a conocer en el panorama cultural alrededor del año 1927 [1] , empezando con el homenaje a Luis de Góngora que se realizó en ese año en el Ateneo de Sevilla por el tercer centenario de su muerte y en el que participó la mayoría de los que habitualmente se consideran sus miembros. Sobre el concepto de generación El concepto de generación ha sido discutido, ya que es de naturaleza historiográfica y los autores que engloba no cumplen los criterios que Julius Petersen asigna al mismo; se trata más bien de un "grupo generacional", de una "constelación" o de una "promoción" de autores. Sin embargo, el marbete "generación" ha sido admitido por costumbre, aunque su delimitación ha sido ya más diversa y polémica, puesto que se ha propuesto llamarla de otras maneras: Generación Guillén-Lorca; Generación de 1925 (media aritmética de la fecha de publicación del primer libro de cada autor); Generación de las Vanguardias; Generación de la amistad; Generación de la Dictadura; Generación de la República, etc. Los componentes del grupo Monumento a Gerardo Diego, en la calle Pío Baroja, delante de la Casa de Cantabria, Madrid. La nómina habitual del grupo poético del 27 se limita a diez autores: Jorge Guillén, Pedro Salinas, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados, si bien hubo también muchos otros escritores, novelistas, ensayistas y dramaturgos que pertenecen a ella, desde Max Aub a otros más viejos, como Fernando Villalón, José Moreno Villa o León Felipe, y otros más jóvenes, como Miguel Hernández, que más bien podría pertenecer a la primera generación de posguerra si no hubiese muerto tan joven, pasando por autores como José María Quiroga Plá. Por otra parte, algunos otros han sido olvidados por la crítica, como Concha Méndez-Cuesta, poetisa y escritora de teatro, Juan Larrea, Mauricio Bacarisse, Juan José Domenchina, José María Hinojosa, José Bergamín o Juan Gil-Albert. O la conocida como Otra generación del 27, según la denominación que le dio uno de sus integrantes, José López Rubio, y que estaría integrada por los humoristas discípulos de Ramón Gómez de la Serna, es decir, Enrique Jardiel Poncela, Edgar Neville, Miguel Mihura y Antonio de Lara, «Tono», escritores que en la posguerra integraron la redacción de La Codorniz... y son solo unos pocos. Ha de tenerse en cuenta, asimismo, que no toda la producción literaria del 27 está escrita en castellano; algunos de ellos son autores de textos literariamente estimables en otros idiomas, como Salvador Dalí u Óscar Domínguez, que escribieron en francés, o en inglés, como Felipe Alfau; es más, algunos escritores y artistas extranjeros tuvieron también mucho que ver en esta estética, como Pablo Neruda, Vicente Huidobro, Jorge Luis Borges o Francis Picabia. Igualmente cabe deshacer la idea de que la Generación del 27 fue un fenómeno exclusivamente madrileño, lo que una crítica demasiado localista (y localizada) parece empeñarse en hacer, sino una constelación de núcleos creativos repartidos a lo largo de toda la geografía nacional y estrechamente entrelazados. Aparte del madrileño, los más
  • 21. Generación del 27 19 importantes se concentraron en Sevilla (en torno a la revista Mediodía), Canarias (en torno a la Gaceta de Arte) y en Málaga (en torno a la revista Litoral); sin descontar otros muchos de menor filiación pero de no menor importancia en Galicia, Cantabria, Cataluña y Valladolid. Del mismo modo, se suele olvidar que algunos miembros del grupo cultivaron otras ramas del arte, como Luis Buñuel, cineasta, K-Hito, caricaturista y animador, Salvador Dalí y los pintores surrealistas, Maruja Mallo, pintora y escultora, Benjamín Palencia, Gregorio Prieto, Manuel Ángeles Ortiz, Ramón Gaya y Gabriel García Maroto, pintores, Ignacio Sánchez Mejías, torero, o Rodolfo Halffter y Jesús Bal y Gay, compositores y musicólogo éste último también, pertenecientes al Grupo de los ocho, que se suele identificar en música como el correlato a la literaria Generación del 27 y estaba integrado por el citado Bal y Gay, los Halffter (Ernesto y Rodolfo), Juan José Mantecón, Julián Bautista, Fernando Remacha, Rosa García Ascot, Salvador Bacarisse y Gustavo Pittaluga, sin olvidar a otros músicos más o menos marginales como Gustavo Durán. En Cataluña está el llamado grupo catalán, que hizo su presentación en 1931 bajo el nombre de Grupo de Artistas Catalanes Independientes integrado por Roberto Gerhard, Baltasar Samper, Manuel Blancafort, Ricardo Lamote de Grignon, Eduardo Toldrá y Federico Mompou. Podrían añadirse también los componentes de la llamada Generación del 25 de arquitectos (que otros han propuesto llamar también generación del 27, para unirla a ésta), de la que formaban parte Agustín Aguirre, Teodoro de Anasagasti, Carlos Arniches Moltó, José de Aspiroz, Rafael Bergamín (hermano del ensayista y poeta José Bergamín), Luis Blanco Soler, José Borobio, Martín Domínguez, Fernando García Mercadal, Luis Gutiérrez Soto, Casto Fernández Shaw, Manuel Muñoz Casayús, Luis Lacasa, Miguel de los Santos, Manuel Sánchez Arcas y Ramón Durán Reynals. Las corrientes del 27 En realidad, la llamada generación del 27 fue un grupo poco homogéneo; habitualmente se les ha solido ordenar por parejas o tríos. Así, por ejemplo, los poetas del neopopularismo o neopopularistas, Rafael Alberti y Federico García Lorca, dentro de una nómina que fue particularmente bien nutrida, intentan acercarse a la poesía de Gil Vicente y del Romancero, o a la lírica cancioneril, buscando fuentes populares y en el folclore de la lírica tradicional; algo de ello hay también en la aproximación que hizo Gerardo Diego, después de su etapa creacionista, a la lírica de Félix Lope de Vega gracias a la edición que hizo en ese tiempo José Fernández Montesinos. Por otra parte, hay dos catedráticos de filología hispánica que comparten intereses comunes y que incluso fueron amigos y tuvieron trayectorias muy parecidas, pues no en vano su poética es fundamentalmente afirmativa y optimista; se trata de Jorge Guillén, cuya obra poética se recoge bajo el título Aire nuestro y está marcada por la poesía pura a lo Paul Valéry y formada por cinco libros (Cántico, Clamor, Homenaje, ...Y otros poemas y Final), y Pedro Salinas, el gran poeta del amor del 27. El grupo surrealista está más nutrido, pero destaca especialmente el premio nobel Vicente Aleixandre, seguramente el más original, ya que, según Cernuda, «su verso no se parece a nada», y el que ha venido a ser el poeta más influyente de la generación durante la última mitad del siglo XX, el ya citado Luis Cernuda. Sin embargo, hubo otros poetas del 27 que notaron el impacto surrealista y que poseen etapas en su evolución marcadas por esta estética: Rafael Alberti, por ejemplo, compuso la última sección de Sobre los ángeles y Sermones y moradas en versículo surrealista y Federico García Lorca asimiló su impacto en Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, Poeta en Nueva York y los Sonetos del amor oscuro. Una etapa surrealista posee, por ejemplo, José María Hinojosa con su La flor de Californía (con acento en la i) y Emilio Prados. Son éste último y Manuel Altolaguirre quienes constituyen el llamado grupo de Málaga o de los poetas presuntamente menores, constituido alrededor de la revista Litoral editada por Altolaguirre y su colección de libros poéticos. Dámaso Alonso y Gerardo Diego vienen a ser, por otra parte, el grupo de los que se quedaron en España, de mala gana y pasando algunos apuros el primero y más a gusto el segundo, quienes más o menos pactaron con el régimen victorioso en la Guerra Civil (Alonso, que se consideró a sí mismo dentro de la Generación del 27 como
  • 22. Generación del 27 20 crítico, pero dentro de la primera generación de posguerra como poeta) o lo apoyaron abiertamente (Diego). Este último realizó una larga trayectoria poética donde combinó a la vez tradición y vanguardia, muy variada en su temática (desde el toreo a la música y las inquietudes religiosas, el paisaje y los contenidos existenciales); sin embargo, algunos se quedaron, ignorados por el régimen, viviendo en un exilio interior (Juan Gil-Albert) o convirtiéndose de hecho en maestro y guía de toda una nueva generación de poetas (Vicente Aleixandre). La homosexualidad también es un tema ocasional, tal y como puede observarse en la obra de Luis Cernuda, Aleixandre, Federico García Lorca, Gil-Albert o Emilio Prados, como también en la obra del pintor Gregorio Prieto. Revistas Su documento de entrada en la tradición literaria fue sin duda la primera edición de la Antología preparada por Gerardo Diego en 1932. Por otra parte, se hicieron notar publicando en revistas como La Gaceta Literaria dirigida por Ernesto Giménez Caballero, en Cruz y Raya (1933), dirigida por José Bergamín, en Litoral, impresa por Manuel Altolaguirre y Emilio Prados en Málaga desde 1926; Carmen, creada en Santander (1927) por Gerardo Diego y con un suplemento festivo, Lola; en el suplemento literario del diario murciano La Verdad (1923–1926), que mantenían su redactor José Ballester Nicolás y Juan Guerrero Ruiz, y que después pasó a ser la revista Verso y Prosa (1927), dirigida por Juan Guerrero Ruiz y Jorge Guillén; Mediodía (Sevilla); Meseta, de Valladolid; en Revista de Occidente, cuya editorial imprime varios libros del grupo; en Caballo verde para la poesía (1935), dirigida por Pablo Neruda, y en Octubre, dirigida por Rafael Alberti. Estética y evolución En los autores del 27 es muy significativa la tendencia al equilibrio, a la síntesis entre polos opuestos, incluso dentro de un mismo autor: Entre lo intelectual y lo sentimental. La emoción tiende a ser refrenada por el intelecto. Prefieren inteligencia, sentimiento y sensibilidad a intelectualismo, sentimentalismo y sensiblería (Bergamín). Se observa muy bien en Salinas. Entre una concepción romántica del arte (arrebato, inspiración) y una concepción clásica (esfuerzo riguroso, disciplina, perfección). Lorca decía que si era poeta «por la gracia de Dios (o del demonio)» no lo era menos «por la gracia de la técnica y del esfuerzo». Entre la pureza estética y la autenticidad humana, entre la poesía pura (arte por el arte; deseo de belleza) y la poesía auténtica, humana, preocupada por los problemas del hombre (más habitual tras la guerra: Guillén, Aleixandre...). Entre el arte para minorías y mayorías. Alternan el hermetismo y la claridad, lo culto y lo popular (Lorca, Alberti, Diego). Se advierte un paso del «yo» al «nosotros». «El poeta canta por todos», diría Aleixandre. Entre lo universal y lo español, entre los influjos de la poesía europea del momento (surrealismo) y de la mejor poesía española de siempre. Sienten gran atracción por la poesía popular española: cancioneros, romanceros... Entre tradición y renovación. Se sienten próximos a las vanguardias (Lorca, Alberti, Aleixandre y Cernuda poseen libros surrealistas; G.Diego, creacionistas); próximos a la generación anterior (admiran a Juan Ramón, Unamuno, los Machado, Rubén Darío...); admiran del XIX a Bécquer (Alberti: «Homenaje a Bécquer», Cernuda: «Donde habite el olvido»...); sienten auténtico fervor por los clásicos: Manrique, Garcilaso, San Juan, Fray Luis, Quevedo, Lope de Vega y, sobre todos, Góngora.
  • 23. Generación del 27 21 Instituciones La mayoría de estos autores, principalmente líricos, entraron en contacto con la tradición literaria a través del Centro de Estudios Históricos dirigido por el padre de la filología española, Ramón Menéndez Pidal, y con las vanguardias a través de los viajes, la divulgación llevada a cabo por Ramón Gómez de la Serna y otros novecentistas y, sobre todo, las actividades y conferencias programadas por la Residencia de Estudiantes, institución inspirada en el krausismo de la Institución Libre de Enseñanza y dirigida por Alberto Jiménez Fraud. Nómina Integrantes de la generación del 27, por orden cronológico: • Rogelio Buendía (1891–1969, 78) • Agustín Espinosa (1897–1939, 42) • Francisco Madrid (1900–1952, 52) • José López Rubio (1903–1996, 93) • Valentín Andrés (1891–1982, 91) • Amado Alonso (1897–1952, 55) • Juan Chabás (1900–1954, 54) • Antonio Oliver (1903–1968, 65) • Pedro Salinas (1891–1951, 60) • Gregorio Prieto (1897–1992, 95) • Guillermo de Torre (1900–1971, 71) • Alejandro Casona (1903–1965, 62) • Juan Guerrero Ruiz (1893–1955, 62) • Dámaso Alonso (1898–1990, 92) • Alejandro Collantes de Terán (1901–1933, 32) • José María Hinojosa (1904–1936, 32) • Jorge Guillén (1893–1984, 91) • Juan José Domenchina (1898–1959, 61) • Enrique Jardiel Poncela (1901–1952, 50) • Juan Gil-Albert (1904–1994, 90) • Miguel Valdivieso (1897–1966, 69) • Concha Méndez (1898–1986, 88) • Pedro Garfias (1901–1967, 66) • Joaquín Romero Murube (1904–1969, 65) • Josep Moreno Gans (1897–1976, 79) • Federico García Lorca (1898–1936, 38) • Ramón J. Sender (1901–1982, 81) • José María Souvirón (1904–1973, 69) • Antonio Espina (1894–1972, 78) • Vicente Aleixandre (1898–1984, 86) • Andrés Carranque de Ríos (1902–1936, 34) • José María Luelmo (1904–1991, 87) • Mauricio Bacarisse (1895–1931, 36) • Ernesto Giménez Caballero (1899–1988, 89) • Pedro Pérez-Clotet (1902–1966, 64) • Ernestina de Champourcín (1905–1999, 94) • Rafael Laffón (1895–1978, 83) • Edgar Neville (1899–1967, 67) • Rafael Alberti (1902–1999, 97) • Miguel Mihura (1905–1977, 72) • Juan Larrea (1895–1980, 85) • Paulino Masip (1899–1963, 64) • Luis Cernuda (1902–1963, 61) • Pedro García Cabrera (1905–1981, 76) • Gerardo Diego (1896–1987, 91) • Rafael Porlán (1899–1945, 46) • Felipe Alfau (1902–1999, 97) • Emeterio Gutiérrez Albelo (1905–1969, 64) • Antonio de Lara (1896–1978, 82) • Emilio Prados (1899–1962, 63) • Luis Amado-Blanco (1903-1975, 71) • Manuel Altolaguirre (1905–1959, 54) • José Fernández Montesinos (1897–1972, 75) • Rafael Dieste (1899–1981, 82) • Agustín de Foxá (1903–1959, 56) • Francisco Ayala (1906-2009, 103) • Max Aub (1903–1972, 69) • Rafael de León (1908–1982, 74) • Miguel Hernández (1910–1942, 31)
  • 24. Generación del 27 22 Poesía de la Generación del 27 Destacamos entre los autores: Pedro Salinas Nació en Madrid, fue profesor de literatura en varias universidades. Influido por la obra de Juan Ramón Jiménez, cultiva la poesía pura. Al igual que Juan Ramón intenta entrar en la esencia oculta de las cosas, con una poesía intelectualizada, aparentemente sencilla. Su obra se diferencia en tres etapas: • 1ª etapa: mezcla la poesía pura y temas futuristas (bombilla, automóvil,…). Destacan: Presagios,Seguro azar y Fábula y signo. • 2ª etapa: es la más importante. Presta atención al mundo íntimo y al amor como experiencia gozosa. Predomina el diálogo y un lenguaje conceptual. Es característico el verso corto heptasílabo y silvas sin rima. Destacan: • La voz a ti debida, extrae el título de la Égloga III de Garcilaso. El amor aparece esencializado en los pronombres yo y tú para referirse a la pareja tu-yo, cuyo centro es la mujer. • Razón de amor, continuación del libro anterior, donde prosigue la racionalización del proceso amoroso. • Largo lamento, poemario sobre el desamor y la muerte del amor, que vive con resignación y agradecimiento de lo vivido. • 3ª etapa: escrita ya en América. El contemplado'’ alude al mar que es su interlocutor. Todo más claro, angustia que le provoca la civilización tecnológica contemporánea y los horrores de la Guerra Civil y la 2ª Guerra Mundial, y Confianza, que cierra su obra poética. Jorge Guillén Nació en Valladolid. Se exilió a los Estados Unidos y fue, como su amigo Pedro Salinas, con quien sostuvo un prolongado epistolario, profesor de literatura española. Regresó tras la muerte de Franco y obtuvo el premio Cervantes. Su singularidad reside en haberse mantenido fiel al ideal de poesía pura, y ofreció una visión optimista y serena del mundo, con lo que se constituye en la antítesis del pesimismo cosmológico de Vicente Aleixandre. Toda su obra se agrupa bajo el título general de Aire Nuestro, que integra cinco libros: Cántico, Clamor, Homenaje, ...Y otros poemas y Final. Su lenguaje es muy elaborado, en busca de la máxima y concisión; prefiere el verso corto y el endecasílabo. Su obra es fruto de un riguroso proceso de selección (de palabra), en el que se suprime lo accesorio para comunicar la idea o sentimiento esencial. Sus temas son la afirmación jubilosa del ser; la plenitud, el tiempo que pasa e invita a gozar de la vida; el azar y el caos, que producen inseguridad o sufrimiento. Gerardo Diego Nació en Santander y desempeño la cátedra de Literatura en un Instituto de Enseñanzas Medias de Soria. Recibió el premio Nacional de Literatura, junto con Rafael Alberti, y el de Cervantes. Su poesía se desarrolla paralelamente en dos vertientes: la tradicional y la vanguardista (casi siempre creacionista). A su vertiente creacionista se adscriben: Imagen y Manual de Espumas. De su estética tradicional destacamos: Versos Humanos, Soria y Alondra de Verdad, colección de sonetos. Los temas de esta segunda vertiente son: el amor, Dios, la música, la naturaleza, los toros, la forma, la iconografía, la belleza… Dámaso Alonso Nació en Madrid, dirigió la RAE. En él se fundieron tres vocaciones: la de poeta, lingüista y crítico literario de la estilística. Entre sus libros sobre literatura destaca La lengua poética de Góngora y una serie de estudios admirables sobre líricos modernos (desde Bécquer hasta los escritores de su época) que constituyen Poetas españoles contemporáneos. Editó las obras de Góngora y se consideró a sí mismo dentro del 27 solamente como crítico, y como poeta más bien dentro de la primera generación poética de posguerra, en lo que él mismo llamó poesía desarraigada.
  • 25. Generación del 27 23 La guerra de 1936 le hizo aborrecer la pureza propugnada por Juan Ramón. Sus obras más importantes se sitúan en la posguerra con: Hijos de la ira (1944), muy influida por el Existencialismo y por la poesía bíblica de los Salmos penitenciales, que hace surgir en España la corriente poética de la poesía desarraigada. Vicente Aleixandre Sevillano, cuya amistad con Dámaso Alonso despertó su vocación poética. En 1935, su libro La destrucción o el amor obtiene el Premio Nacional de Literatura. Es elegido miembro de la RAE. y en 1977 obtiene el premio Nobel. La mayor parte de su producción sigue los pasos del Surrealismo y se constituye en el gran poeta de esta estética; utiliza el versículo y la imagen visionaria en Espadas como labios y La destrucción o el amor. Evoluciona hacia una «poesía de comunicación», en consonancia con la tendencia social vigente en la lírica de los años 50. Sombra del paraíso (1944), inaugura junto con Hijos de la ira de Dámaso Alonso, la corriente desarraigada de la posguerra. Con Historia del corazón inició una poesía solidaria. Y con la gran trilogía de senectute Poemas de la consumación, Diálogos del conocimiento y En gran noche volvió a un peculiar surrealismo, con profundas implicaciones filosóficas y dejes conceptistas. Federico García Lorca Nació en Granada en 1898. Sus estudios de Letras y Derecho no le interesaron tanto como la música; fue amigo entrañable de Manuel de Falla, de quien luego se distanció. Se instaló en la Residencia de Estudiantes, donde convivió con numerosos artistas (Salvador Dalí y Luis Buñuel en especial). Tras vivir una temporada en Nueva York, regresa a España y en 1932 funda La Barraca, grupo teatral universitario con el que recorre España representando obras clásicas. Participa en ciertas actividades públicas de signo izquierdista y muere asesinado por los nacionalistas en Viznar (Granada). Su asesinato produjo gran conmoción mundial. En la obra de Lorca se aúnan lo culto y lo popular, lo tradicional y lo vanguardista. Conocía los cancioneros tradicionales y la poesía oral del pueblo andaluz. Su tema era la frustración en dos vertientes, la ontológica y la social; desarrolla este tema en un rico estilo poético, con uno de los sistemas simbólicos más complejos de la literatura española, formado por elementos extraídos sobre todo de tres fuentes: la superstición popular, Shakespeare y la Biblia. Le obsesionan temas como la soledad o el destino trágico, y la lucha de los seres marginados (el homosexual, la mujer, el niño, el deforme, el viejo impotente, la solterona, la estéril, el gitano, el negro...) contra una sociedad opresiva basada en los convencionalismos. Su obra se separa en dos etapas, una neopopularista y otra en que se acerca al Surrealismo. De la primera etapa destacan: • Poema del cante jondo, que se inscribe dentro de la línea neopopularista de la G. 27 y utiliza varios poemas cortos que pueden leerse como poemas independientes o como fragmentos de uno largo encadenados. Se utiliza el pie quebrado. • Romancero gitano, en la misma línea neopopularista, está compuesto por 18 romances. El protagonista es el gitano que simboliza el hombre puro e inocente, enemistado con las leyes y normas sociales, representadas por la Guardia Civil (su antagonista). De la segunda destacan: • Poeta en Nueva York, el poeta se ahoga en aquel mundo que convierte al hombre en una pieza de un gran engranaje. Con procedimientos claramente surrealistas, Lorca alza el grito en pleno Crack del 29 y su protesta contra aquella colmena inhumana; los negros, en especial, merecen su piedad. • Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, planto compuesto a la muerte de un torero amigo suyo. • Sonetos de amor oscuro, publicados póstumos, son la expresión de un erotismo homosexual dramático. Rafael Alberti Del Puerto de Santa María (Cádiz). Con su familia se traslada a Madrid. Abandona el Bachillerato y se dedica a la pintura. Se afilio al partido comunista y tuvo una activa participación política en la guerra. Al acabar esta se exilió a Argentina. Restablecida la democracia vuelve, y le será concedido el Premio Cervantes.
  • 26. Generación del 27 24 Se funden lo popular y lo culto, lo escueto y lo barroco, lo tradicional y lo frenéticamente nuevo. Su libro más temprano, Marinero en tierra, se inscribe en una línea del neopopularismo. Son canciones que evocan un paraíso perdido, que el poeta identifica con el Cádiz de su infancia, y el mar, las salinas, los momentos más jubilosos de la misma. Le siguen El alba de alhelí y Cal y canto, del más difícil neogongorismo o culteranismo. En 1929 publica su obra maestra, Sobre los ángeles, inducida por una profunda crisis de perdida de fe; es un libro en tres partes; las dos primeras son de inspiración becqueriana; la última utiliza ya un pleno surrealismo en que desata el versículo. Utiliza símbolos como los ángeles, los fantasmas y los duendes. Libros de su segunda época, destaca El poeta en la calle, de literatura comprometida. Otras obras, ya en el exilio publicará Baladas y canciones del Paraná. Luis Cernuda Fue alumno de Pedro Salinas y profesor de varias universidades europeas y americanas. Reunió su obra poética bajo el título general de La realidad y el deseo, colección de libros a la que pertenecen: Perfil del aire, Égloga, elegía, oda, Los placeres prohibidos, Donde habite el olvido, Un río, un amor, y Las nubes, ya en el exilio, Desolación de la quimera. Es también importante su labor como crítico literario y ensayista, con los dos volúmenes de Poesía y literatura, etcétera. Su poesía rehuye el énfasis formal y busca lo indefinible, lo aéreo. Por eso repugna de estrofismo y de rima, y cuando utiliza alguna es la asonante, que es la que ofrece más libertad. Se centra en la experiencia humana, pero rehuye lo más específico y propio para que el lector pueda identificarse con el poeta. Canta el choque entre el deseo y la realidad, que deja al poeta solo el consuelo elegíaco del recuerdo o unos pocos instantes, que el llama acordes, de gozo intemporal. Historiografía sobre el 27 Por otra parte, y para reconstruir la memoria viva de lo que se ha venido a llamar la Edad de Plata, hay que leer una serie de libros de memorias escritos por diversos autores más o menos vinculados a esta promoción. La arboleda perdida, de Alberti, por ejemplo. Es también el caso de Pablo Neruda, quien por entonces vino a Madrid y reforzó el grupo surrealista con algunas de sus contribuciones, en particular con la edición de su libro Residencia en la tierra I y II y que en sus dos libros de memorias, Confieso que he vivido y Para hacer he nacido, dio testimonio y noticias sobre las actividades del grupo durante esos años y el exilio posterior, en particular sobre Lorca y Alberti. Los encuentros, de Vicente Aleixandre, narra las primeras veces que vio a cada una de las figuras relevantes de la generación; Mi último suspiro, de Buñuel, publicado primitivamente en francés, incluye numerosas anécdotas sobre los poetas del 27, etc. Fuentes • Mainer, José-Carlos, La Edad de Plata (1902–1936). Ensayo de interpretación de un proceso cultural. Madrid: Cátedra, 1983. • Díez de Revenga, Francisco Javier, Panorama crítico de la generación del 27, Madrid, Castalia, 1987. • Alonso, Dámaso, «Una generación poética (1920–1936)», Poetas españoles contemporáneos, Madrid, Gredos, 1965, págs. 155–177. • Anderson, A., El Veintisiete en tela de juicio, Madrid, Gredos, 2006. • Diego, Gerardo, Antología de Gerardo Diego. Poesía española contemporánea, Ed. de A. Soria Olmedo, Madrid, Taurus, 1991. • Cano, José Luis, La poesía de la generación del 27, Madrid, Guadarrama, 1970. • González Muela, Joaquín, El lenguaje poético de la generación Guillén-Lorca, Madrid, Ínsula, 1954. • González Muela, Joaquín y Rozas, Juan Manuel, La generación del 27. Estudio y antología, Madrid, Istmo, 1986, 30 ed. • Gullón, Ricardo, «La generación poética de 1925», La invención del 98 y otros ensayos, Madrid, Gredos, 1969, págs. 126–161.
  • 27. Generación del 27 25 • Rozas, Juan Manuel, La generación del 27 desde dentro (Textos y documentos), Madrid, Alcalá, 1974. • Rozas, Juan Manuel, El 27 como generación, Santander, La Isla de los Ratones, 1978. • Torre, Guillermo de, Literaturas europeas de vanguardia, Ed. de J. M. Barrera López, Sevilla, Renacimiento, 2001. • Ilie, Paul, Los surrealistas españoles, Madrid, Taurus, 1972. • Geist, A. L., La poética de la generación del 27 y las revistas literarias: de la vanguardia al compromiso (1918–1936), Barcelona, Labor, 1980. • Cernuda, Luis, «Generación de 1925», Estudios sobre poesía española contemporánea, Madrid, Guadarrama, 1957, págs. 181–196. • Cirre, J. F., Forma y espíritu de una lírica española (1920–1935), México, Gráficas Panamericana, 1950. Referencias [1] http://www.materialesdelengua.org/LITERATURA/HISTORIA_LITERATURA/GENERACION27/generacion27_1.htm Enlaces externos • Archivo virtual de la Edad de Plata (http://www.archivovirtual.org/) (colección de documentos para el estudio del 27 de la Residencia de Estudiantes) • Poéticas de la generación del 27 (http://poeticas.es/?tag=generacion-del-27) (los poetas del 27 reflexionan sobre la creación poética en sus versos) • Portal consagrado al 27 (http://www.juntadeandalucia.es/averroes/intelhorce/bibliote/generacion27.htm) • Portal de la Junta de Andalucía consagrado al 27 (http://www.juntadeandalucia.es/educacion/poetasdel27) • «La generación del 27» (http://www.personal.telefonica.terra.es/web/apuntesasr/JoseCarlosCarrillo/ LitJCCCarGen27.htm) (artículo) • Webquest sobre la Generación del 27 (http://web.educastur.princast.es/ies/carrenom/lengua/index.htm)
  • 28. Federico García Lorca 26 Federico García Lorca Federico García Lorca Federico García Lorca en 1914. Nacimiento 5 de junio de 1898 Fuente Vaqueros, [1] Granada, España Defunción 19 de agosto de 1936 [2] (38 años) Entre Víznar y Alfacar, Granada, España Ocupación Poeta, dramaturgo y prosista Nacionalidad Español Período Siglo XX Movimientos Generación del 27 Firma Federico García Lorca (Fuente Vaqueros, [1] Granada, 5 de junio de 1898 – entre Víznar y Alfacar, Granada, 19 de agosto de 1936) [3] fue un poeta, dramaturgo y prosista español, también conocido por su destreza en muchas otras artes. Adscrito a la llamada Generación del 27, es el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo XX. Como dramaturgo, se le considera una de las cimas del teatro español del siglo XX, junto con Valle-Inclán y Buero Vallejo. Murió ejecutado tras la sublevación militar de la Guerra Civil Española. Las causas de su ejecución son ampliamente debatidas; las hipótesis incluyen su afinidad con el Frente Popular, ser abiertamente homosexual y desentendimientos familiares. [4][2] Pero el 2 no ha sido nunca un número porque es una angustia y su sombra... Pequeño poema infinito. Nueva York, 10 de enero de 1930.
  • 29. Federico García Lorca 27 Biografía Casa natal de Federico García Lorca, en Fuente Vaqueros. Nació en el municipio de Fuente Vaqueros, Granada (España), en el seno de una familia de posición económica desahogada, el 5 de junio de 1898, y fue bautizado con el nombre de Federico del Sagrado Corazón de Jesús García Lorca; su padre fue Federico García Rodríguez (1859–1945), un hacendado, y su madre, Vicenta Lorca Romero (1870–1959) fue la segunda esposa de su padre, [5] maestra de escuela que fomentó el gusto literario de su hijo. Desde los 2 años, según uno de sus biógrafos, Edwin Honig, Federico García Lorca mostró su habilidad para aprender canciones populares, y a muy corta edad escenificaba en miniatura oficios religiosos. Su salud fue frágil y no empezó a caminar hasta los cuatro años. Leyó en su casa la obra de Víctor Hugo y de Miguel de Cervantes. Como estudiante fue algo irregular. De niño lo pusieron bajo la tutela del maestro Rodríguez Espinosa, en Almería, ciudad en la que residió con su familia entre 1906 y 1909 [cita requerida] . Inició el bachillerato de vuelta a su provincia natal y abandonó la Facultad de Derecho de Granada para instalarse en la Residencia de Estudiantes de Madrid (1918–1928); pasado un tiempo, regresó a la Universidad de Granada, donde se licenció en Derecho, aunque nunca ejerció la abogacía, puesto que su vocación era la literatura. El olivo donde fue fusilado. La ubicación meridional de Granada, donde se encontraba viva la herencia mora, el folclore, el oriente y una geografía agreste, quedó impresa en toda su obra poética, donde los romanceros y la épica se funden de manera perceptible. Después de su madre, fue Fernando de los Ríos quien estimuló el talento del entonces pianista en favor de la poesía; así, en 1917 escribió su primer artículo sobre José Zorrilla, en su aniversario. La España de García Lorca era la de la Edad de Plata, heredera de la Generación del 98, con una rica vida intelectual donde los nombres de Francisco Giner de los Ríos, Benito Pérez Galdós, Miguel de Unamuno y, poco después, Salvador de Madariaga y José Ortega y Gasset imprimían el sello distintivo de una crítica contra la realidad de España. Influyeron, además, en la sensibilidad del poeta en formación Lope de Vega, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Manuel Machado, Ramón del Valle-Inclán, Azorín y el Cancionero popular.
  • 30. Federico García Lorca 28 Estatua de García Lorca en la plaza de Santa Ana de Madrid. Obra del escultor Julio López Hernández Juventud y primeras obras En 1918 publicó su primer libro Impresiones y paisajes, costeado por su padre. En 1920 se estrenó en teatro su obra El maleficio de la mariposa, en 1921 se publicó Libro de poemas, y en 1923 se pusieron en escena las comedias de títeres La niña que riega la Albahaca y El príncipe preguntón. En 1927, en Barcelona, expuso su primera muestra pictórica. En esta época frecuentó activamente a los poetas de su generación que permanecían en España, en torno a la Residencia de Estudiantes: Jorge Guillén, Pedro Salinas, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Rafael Alberti, y sobre todo Buñuel y Dalí, a quien después le dedicó la Oda a Salvador Dalí. El pintor, por su parte, pintó los decorados del primer drama del granadino: Mariana Pineda. En 1928 publicó la revista literaria Gallo, de la cual salieron solamente dos números. En 1929 marchó a Nueva York. Para entonces se habían publicado, además de los antes mencionados, sus libros Canciones (1927) y Primer romancero gitano (1928). Esta última es su obra más popular y accesible. Viaje a Nueva York De su viaje y estancia en Nueva York surge el libro Poeta en Nueva York. En 1930 fue a La Habana, donde escribió parte de sus obras Así que pasen cinco años y El público. Ese año regresó a España, donde fue recibido en Madrid con la noticia de que su farsa popular La zapatera prodigiosa se estaba escenificando. Segunda República y «La barraca» Al instaurarse la Segunda República española, Fernando de los Ríos fue nombrado Ministro de Instrucción Pública. Bajo el patrocinio oficial, se encargó a Lorca la codirección de la compañía estatal de teatro «La Barraca», donde disfrutó de todos los recursos para producir, dirigir, escribir y adaptar algunas obras teatrales del Siglo de Oro español. Escribió en este período Bodas de sangre, Yerma y Doña Rosita la soltera. En 1933 viajó a la Argentina de la Década Infame para promover la puesta en escena de algunas de sus obras por la compañía teatral de Lola Membrives y para dictar una serie de conferencias, siendo su estancia un éxito: a manera de ejemplo, su puesta de La dama boba —durante años olvidada, [6] descubierta, editada y reeditada por la Universidad de La Rioja [7] —, de Lope de Vega, atrajo a más de sesenta mil personas. Co-fundador el 11 de febrero de 1933 de la Asociación de Amigos de la Unión Soviética, creada en unos tiempos en que la derecha sostenía un tono condenatorio en relación a los relatos sobre las conquistas y los problemas del socialismo en la URSS. Entre este año y 1936 escribió Diván del Tamarit, Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, que conmovió al mundo hispano, La casa de Bernarda Alba y trabajaba ya en La destrucción de Sodoma cuando estalló la Guerra Civil española.
  • 31. Federico García Lorca 29 Guerra Civil y asesinato Colombia y México, cuyos embajadores previeron que el poeta pudiera ser víctima de un atentado debido a su puesto de funcionario de la República, le ofrecieron el exilio, pero Lorca rechazó las ofertas y se dirigió a su casa en Granada para pasar el verano. En esos momentos políticos alguien le preguntó sobre su preferencia política y él manifestó que se sentía a su vez católico, comunista, anarquista, libertario, tradicionalista y monárquico. De hecho nunca se afilió a ninguna de las facciones políticas y jamás discriminó o se distanció de ninguno de sus amigos, por ninguna cuestión política. Tuvo una gran amistad con el líder y fundador de la Falange Española, José Antonio Primo de Rivera, muy aficionado a la poesía. [8] El propio Lorca decía de él: ...José Antonio. Otro buen chico. ¿Sabes que todos los viernes ceno con él? Solemos salir juntos en un taxi con las cortinillas bajadas, porque ni a él le conviene que le vean conmigo ni a mí me conviene que me vean con él. [9] Se sentía, como él lo dijo en una entrevista a El Sol de Madrid poco antes de su muerte, íntegramente español. Yo soy español integral y me sería imposible vivir fuera de mis límites geográficos; pero odio al que es español por ser español nada más, yo soy hermano de todos y execro al hombre que se sacrifica por una idea nacionalista, abstracta, por el sólo hecho de que ama a su patria con una venda en los ojos. El chino bueno está más cerca de mí que el español malo. Canto a España y la siento hasta la médula, pero antes que esto soy hombre del mundo y hermano de todos. Desde luego no creo en la frontera política. [10] Tras una denuncia anónima, el 16 de agosto de 1936 fue detenido en la casa de uno de sus amigos, el también poeta Luis Rosales, quien obtuvo la promesa de las autoridades nacionales de que sería puesto en libertad «si no existía denuncia en su contra». La orden de ejecución fue dada por el gobernador civil de Granada, José Valdés Guzmán, quien había ordenado al ex diputado de la CEDA Ramón Ruiz Alonso la detención del poeta. Federico García Lorca fue ejecutado en el camino que va de Víznar a Alfacar, y su cuerpo permanece enterrado en una fosa común anónima en algún lugar de esos parajes con el cadáver de un maestro nacional, Dióscoro Galindo, y los de los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, ejecutados con él. [11] La fosa se encuentra en el paraje de Fuente Grande, en el municipio de Alfacar, provincia de Granada. El escritor, autor del Romancero Gitano fue ejecutado por ser republicano y homosexual. [12] H. G. Wells envió el siguiente despacho a las autoridades militares de Granada: H. G. Wells, presidente Pen Club de Londres, desea con ansiedad noticias de su distinguido colega Federico García Lorca, y apreciará grandemente la cortesía de una respuesta, [13] cuya respuesta fue la siguiente: Coronel gobernador de Granada a H. G. Wells.—Ignoro lugar hállase D. Federico García Lorca.—Firmado: Coronel Espinosa. [13] Después de su muerte se publicaron Primeras canciones y Amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín. Antonio Machado escribió el poema «El crimen fue en Granada» en 1937 sobre el tema de la muerte de Lorca. El 11 de marzo de 1937, el periódico falangista de San Sebastián, Unidad, publicó un artículo firmado por Luis Hurtado Álvarez, titulado «A la España imperial le han asesinado su mejor poeta», una sentida elegía por su muerte. En 2009, en aplicación de la ley para la recuperación de la memoria histórica aprobada por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, se decide abrir la fosa donde supuestamente descansaban los restos del poeta. Aun así, no se encontró nada. [14] En mayo de 2012 salió a la luz su última carta, dirigida a su novio, el escritor y crítico Juan Ramírez de Lucas [15][16]
  • 32. Federico García Lorca 30 Obra El universo lorquiano se define por un palpable sistematismo: la poesía, el drama y la prosa se alimentan de obsesiones —amor, deseo, esterilidad— y de claves estilísticas constantes. La variedad de formas y tonalidades nunca atenta contra esa unidad cuya cuestión central es la frustración. Estilo Los símbolos: de acuerdo con su gusto por los elementos tradicionales, Lorca utiliza frecuentemente símbolos en su poesía. Se refieren muy frecuentemente a la muerte aunque, dependiendo del contexto, los matices varían bastante. Son símbolos centrales en Lorca: • • La luna: es el símbolo más frecuente en Lorca. Su significación más frecuente es la de muerte, pero también puede simbolizar el erotismo, la fecundidad, la esterilidad o la belleza. • • El agua: cuando corre, es símbolo de vitalidad. Cuando está estancada, representa la muerte. • • La sangre: representa la vida y, derramada, es la muerte. Simboliza también lo fecundo, lo sexual. • • El caballo (y su jinete): está muy presente en toda su obra, portando siempre valores de muerte, aunque también representa la vida y el erotismo masculino. • • Las hierbas: su valor dominante, aunque no único, es el de ser símbolos de la muerte. • • Los metales: también su valor dominante es la muerte. Los metales aparecen bajo la forma de armas blancas, que conllevan siempre tragedia. La metáfora: es el procedimiento retórico central de su estilo. Bajo la influencia de Góngora, Lorca maneja metáforas muy arriesgadas: la distancia entre el término real y el imaginario es considerable. En ocasiones, usa directamente la metáfora pura. Sin embargo, a diferencia de Góngora, Lorca es un poeta conceptista, en el sentido de que su poesía se caracteriza por una gran condensación expresiva y de contenidos, además de frecuentes elipsis. Las metáforas lorquianas relacionan elementos opuestos de la realidad, transmiten efectos sensoriales entremezclados, etc. El neopopularismo: aunque Lorca asimila sin problemas las novedades literarias, su obra está plagada de elementos tradicionales que, por lo demás, demuestran su inmensa cultura literaria. La música y los cantos tradicionales son presencias constantes en su poesía. No obstante, desde un punto de vista formal no es un poeta que muestre una gran variedad de formas tradicionales; sin embargo, profundiza en las constantes del espíritu tradicional de su tierra y de la gente: el desgarro amoroso, la valentía, la melancolía y la pasión. Poesía La obra poética de Lorca constituye una de las cimas de la poesía de la Generación del 27 y de toda la literatura española. La poesía lorquiana es el reflejo de un sentimiento trágico de la vida, y está vinculada a distintos autores, tradiciones y corrientes literarias. En esta poesía conviven la tradición popular y la culta. Aunque es difícil establecer épocas en la poética de Lorca, algunos críticos diferencian dos etapas: una de juventud y otra de plenitud. Época de juventud Aquí se incluyen sus primeros escritos: Impresiones y paisajes (en prosa, aunque sin embargo muestra procedimientos característicos del lenguaje poético) y Libro de poemas (escrito bajo el influjo de Rubén Darío, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez); en este poema García Lorca proyecta un amor sin esperanza, abocado a la tristeza. La Diputación de Granada editó en 1986 una antología poética, seleccionada, presentada y anotada por Andrew A. Anderson (ISBN 84-505-3425-9). Esta antología aporta Suites (1920–1923) y Poemas en prosa (1927–1928). En Suites se encuentra «Cancioncilla del niño que no nació [17] » (pág. 71), y en Poemas en prosa «Degollación de los Inocentes» (pág. 150). En estos escritos el poeta hace referencia al drama del aborto.