3. LAS PANATENEAS
• Las Panateneas constituían la ceremonia más
importante de Atenas. Eran unas fiestas anuales
instituidas para perpetuar la unión de todos los
pueblos del Ática. Cada demos contribuía con un buey
para celebrar el gran sacrificio en honor de la diosa.
Cada cuatro años se celebraban estas fiestas con
especial magnificencia: eran las Grandes Panateneas.
• Pisístrato instituyó las Grandes Panateneas, que
ofrecían concursos gímnicos y musicales, abiertos a
todo el mundo griego. Su esplendor llegó a la cumbre
en tiempos de Pericles.
4. LAS PANATENEAS
• Las Grandes Panateneas se celebraban durante el
tercer año de cada Olimpíada, en pleno verano.
• La diferencia esencial entre las Grandes y las
Pequeñas Panateneas radica, sobre todo, en los
concursos de carácter panhelénico propios de las
primeras. Tenían lugar tres concursos principales
(musical, gímnico e hípico) y varios de segundo orden,
como los de danza, carrera de antorchas, belleza,
regatas y alguno más. Todos ellos se celebraban
antes de la gran procesión y del sacrificio solemne
del 28 Hekatombaión (julio-agosto).
5. LAS PANATENEAS
• El rito esencial de las Panateneas consistía en la
ofrenda de un peplo de color azafrán a Atenea. El
peplo llevaba bordadas escenas de la Gigantomaquia.
No se sabe con seguridad si el peplo figuraba o no en
el desfile procesional. Probablemente así sucedía, al
menos en las Grandes Panateneas y en ciertas
épocas. Es posible que en tiempos de Fidias la
ofrenda del peplo a la diosa se realizara en secreto,
en el interior del templo. En épocas posteriores, por el
contrario el peplo se colocaba desplegado, en forma
de vela, sobre un carro. De este modo era paseado y
exhibido por el cortejo procesional por toda la ciudad.
6. LAS PANATENEAS
• La procesión conducía a las víctimas
hasta el altar del sacrificio. Partía del
Cerámico al rayar el alba y, tras atravesar
la Vía Sacra, llega a la explanada de la
Acrópolis. Los concursos gímnicos
habían finalizado la víspera con una
carrera de antorchas.
13. EXPLANADA DE LA ACRÓPOLIS
Greco, Emanuele. Monumentos en el pasado y en el presente: Atenas, Cabo Sunión, Egina y
Olimpia. Vision S.r.l. 2004. Roma.
14. EXPLANADA DE LA ACRÓPOLIS
Greco, Emanuele. Monumentos en el pasado y en el presente: Atenas, Cabo Sunión, Egina y
Olimpia. Vision S.r.l. 2004. Roma.
16. INTERIOR DEL PARTENÓN
Greco, Emanuele. Monumentos en el pasado y en el presente: Atenas, Cabo Sunión, Egina y
Olimpia. Vision S.r.l. 2004. Roma.
17. INTERIOR DEL PARTENÓN
Greco, Emanuele. Monumentos en el pasado y en el presente: Atenas, Cabo Sunión, Egina y
Olimpia. Vision S.r.l. 2004. Roma.
18. LAS PANATENEAS
• En la procesión se admitía una delegación de metecos. Los
hombres portaban recipientes que contenían los útiles del sacrificio.
También desfilaban las mujeres. Algunos ancianos portaban ramas
de olivo. También había un desfile militar: hoplitas, jinetes,
aurigas... Cerraban el magnífico cortejo las delegaciones oficiales
enviadas por los estados extranjeros, en especial por las colonias
atenienses. La procesión hacía varias paradas. Después de las
paradas, se entraba en la explanada de la acrópolis por los
propileos. Los jinetes y los carros no llegaban hasta este lugar. El
sacrificio que allí se celebraba comprendía varias fases. En la
última fase se ofrece el sacrificio a Atenea Polias (la defensora de
la ciudad). Las víctimas, proporcionadas en gran parte por las
colonias y las ciudades tributarias, consistían en bueyes y ovejas.
Sus carnes eran distribuidas entre los asistentes al sacrificio. Cada
demos recibía la parte que correspondía a su importancia.
24. GRANDES DIONISÍACAS
• Llamadas también Dionisíacas Urbanas. Duraban
unos seis días, durante los cuales acudían a participar
en ellas visitantes de todo el mundo helénico. Las
organizaba y presidía el arconte-epónimo. En época
de Pericles se aprovechaban las Grandes Dionisias
para que los miembros de la Liga Délica realizaran su
aportación económica a la metrópolis.
• Unos días antes de las Grandes Dionisíacas, tenía
lugar un concurso de autores trágicos, en el que se
anunciaba el nombre de los poetas concursantes y el
título de las obras presentadas.
25. GRANDES DIONISÍACAS
• El segundo día, un cortejo numeroso y magnífico, en el que
tomaba parte la ciudad entera, se dirigía al templo de Dioniso,
con el fin de buscar su imagen y llevarla solemnemente al
teatro. Abría la marcha el arconte-epónimo, que presidía la
fiesta; lo seguían los magistrados, sacerdotes y mil caballeros
atenienses. Las gráciles canéforas portaban sobre sus
cabezas, en canastillas de oro, primicias de todo tipo. Los
coreutas, o danzantes, vestidos con brillantes atuendos,
caminaban entre ellas. Por último, los toros destinados al
sacrificio. Tras este cortejo oficial, a pie o en carro, desfilaba
una gran multitud con máscaras y disfraces. El cortejo se
detenía por último delante de un altar encendido, sobre cuya
plataforma se alzaba una estatua de Dioniso. Allí se
sacrificaban las víctimas entre himnos y plegarias.
26. TEATRO DE DIONISO
Greco, Emanuele. Monumentos en el pasado y en el presente: Atenas, Cabo Sunión, Egina y
Olimpia. Vision S.r.l. 2004. Roma.
27. TEATRO DE DIONISO
Greco, Emanuele. Monumentos en el pasado y en el presente: Atenas, Cabo Sunión, Egina y
Olimpia. Vision S.r.l. 2004. Roma.
28. GRANDES DIONISÍACAS
• El sacrificio era seguido de un alegre banquete y, llegada la noche,
los asistentes a la gran fiesta volvían a Atenas a la luz de las
antorchas. La estatua del dios quedaba instalada en la orkhestra
del teatro, para presidir los concursos dramáticos, que se
celebrarían en su honor los días sucesivos.
• El tercer día tenían lugar concursos ditirámbicos, existentes en
Atenas en el s. VI a.C. Se disputaban entre tribus; cada una elegía
un corego, director de coro, que la representase.
• Las representaciones teatrales ocupaban los tres últimos días del
festival. Había un concurso de tragedia (Esquilo, Sófocles y
Eurípides) y otro de comedia (Aristófanes, Filemón...). El de
tragedia se remontaba al año 534 a.C.; el de comedia, al 486 a.C.
En el primero, los concursantes, en número de tres, eran elegidos
entre los postulantes por el arconte epónimo.
29. GRANDES DIONISÍACAS
• En el s. V a.C., cada poeta debía hacer representar una
trilogía trágica, seguida de un drama satírico. La obra
completa de cada autor se representaba en una sola
mañana. También para la comedia había al principio tres
concursantes, cada uno de los cuales presentaba una obra.
Más tarde se amplió a cinco su número. Las comedias se
representaban probablemente por la tarde.
• Los jueces de estos concursos teatrales eran designados, por
sorteo, entre aquellos ciudadanos a quienes el Consejo de
los Quinientos, asistido por coregos, consideraba capaces de
desempeñar tan delicada tarea. El poeta vencedor, coronado
de hiedra, planta grata a Dioniso, recibía en los primeros
tiempos un macho cabrío, como premio por la tragedia y un
canastillo de higos y un ánfora de vino por su comedia.
30. GRANDES DIONISÍACAS
• Parece que, más tarde, hubo también premios en
metálico. En el s. V a.C., tanto al poeta como al
corego victorioso se les entregaba un trípode, que
podían colocar, a sus expensas, en un bello
monumento, como el de Lisícrates, o en la calle
de los Trípodes, cercana al teatro, en un
emplazamiento preparado, con ese objeto, sobre
la roca misma de la acrópolis. Más tarde se
concedieron también premios a los actores.
Además, los nombres de los poetas quedaban
inscritos en las didascalias oficiales, añadiéndose
su rango y el título de sus obras.
32. JUEGOS PANHELÉNICOS
• Las grandes competiciones deportivas
tenían como origen conmemorar la
muerte de un héroe.
• La cuatro grandes son los juegos
Olímpicos (Olimpia), Ístmicos (Corinto),
Píticos (Delfos) y Nemeos (Nemea). De
ellos, sin duda los más importantes son
los olímpicos.
54. PREPARACIÓN DE LAS
OLIMPIADAS
• Algunos meses antes de la inauguración de las
Olimpiadas la ciudad de Olimpia mandaba
embajadores oficiales a todas las ciudades
griegas invitándoles a participar. Se proclamaba la
tregua olímpica que garantizaba la seguridad de
los participantes en su viaje de ida y vuelta y la
suspensión de las guerras entre los griegos. Un
mes antes de la fecha fijada para el comienzo, los
atletas llegaban a Olimpia para entrenar bajo la
vigilancia del Jurado Oficial, los «helenodikai»,
jueces de los helenos, cuya misión era velar por el
buen desarrollo de las competiciones o
seleccionar a los participantes.
55. PREPARACIÓN DE LAS
OLIMPIADAS
• El día señalado los atletas, formando un vistoso y
abigarrado cortejo, se dirigían en procesión hacia
el recinto sagrado y ofrecían un sacrificio sobre el
altar de Zeus, el del «juramento», ante el que
juraban no cometer fraudes, y, los jueces, ser
justos y no atender a sobornos. A continuación se
examinaba a los candidatos, si eran griegos,
hombres libres. y sin ningún delito civil o de
sacrilegio. Sólo los griegos podían participar en
los juegos. Este hecho favorecía aún más la
conciencia de unidad cultural y nacional que ya
tenían.
56. LAS PRUEBAS OLÍMPICAS
• No sabemos con exactitud cómo se
desarrollaba el programa de las
competiciones en Olimpia, pero sí
conocemos el tipo de prueba que entraba
en competición. Originalmente se trataba
solamente de carreras pedestres, pero
con el tiempo se admitió una amplia
variedad de deportes:
57. LAS PRUEBAS OLÍMPICAS
• El combate en sus tres modalidades, a
saber, el pancracio, la lucha y el boxeo;
los deportes de lanzamiento como son el
disco y la jabalina; los saltos de longitud y
las carreras pedestres con diferentes
variedades: simples, de 200 metros, de
400, de ida y vuelta al estadio y las
carreras de fondo de 4.400 metros.
58. LAS PRUEBAS OLÍMPICAS
• El «estadio» era la distancia que se recorría
(200 m.), que luego se identificó con el lugar
donde se corría. La «maratón», tan popular
en nuestros días, no se conocía en Grecia.
Se introdujo por primera vez en 1886 durante
los primeros Juegos Olímpicos modernos en
recuerdo del corredor que anunció en Atenas
la victoria de Maratón, recorriendo los 40 Km.
aproximados que hay entre Atenas y dicha
llanura y que murió al llegar.
61. LAS PRUEBAS OLÍMPICAS
• Las carreras de relevos, tal como las
conocemos ahora, parecen derivar de las
carreras de antorchas. Existían también
deportes hípicos, carreras de caballos y
carros. Pero estaban excluidos la natación, el
remo y los deportes de pelota. De entre
todas estas pruebas, cinco de ellas
constituían el «pentatlón»: El lanzamiento de
disco, el de jabalina, el salto de longitud, la
carrera simple o estadio y el pugilato.
62. LAS PRUEBAS OLÍMPICAS
• Las tres pruebas de lanzamiento
formaban una unidad. Los griegos
incluían entre las pruebas de lanzamiento
el salto de longitud, pues consideraban
que también era posible lanzar el propio
cuerpo. Se trataba de un salto múltiple a
juzgar por las distancias saltadas,
imposibles de conseguir de un solo salto.
Parece que se hacía sin tomar carrera de
impulso y con unos pesos en las manos.
63. LAS PRUEBAS OLÍMPICAS
• En cuanto al lanzamiento del disco existían
discos de varios tamaños, pesos y
materiales. El disco moderno de 21 cm. de
diámetro y 2 kg de peso corresponde al
modelo que se encontró en la isla de Egina y
que actualmente está en el Museo de Berlín.
En una misma competición todos los atletas
lanzaban el mismo tipo de disco para que los
resultados fueran comparables, pero de una
competición a otra los discos podían variar.
Eso no tenía importancia para los griegos ya
que ellos no registraban marcas.
64. LAS PRUEBAS OLÍMPICAS
• El lanzamiento de jabalina fue
originalmente un entrenamiento militar. Se
podía lanzar a un blanco, pero en el
pentatlón sólo se buscaba la distancia. La
mayor diferencia con la jabalina actual
consiste en que la antigua tenía en el
centro una correa de cuero que el atleta
enrollaba alrededor de la jabalina. El
movimiento de lanzamiento era semejante
al que se hace en la actualidad.
65. LAS PRUEBAS OLÍMPICAS
• Los atletas que superaban las tres pruebas
de lanzamiento pasaban a la prueba de
velocidad. Esta carrera gozaba de mucho
prestigio: Una raya trazada en la arena
marcaba la línea de salida. Olimpia tenía
veinte plazas de salida. Los atletas corrían
desnudos y descalzos. La posición de salida
era de pie, con las piernas separadas y el
cuerpo inclinado hacia delante. No se
conocía la salida en posición agachada como
la realizan los «sprinters» actuales.
66. LAS PRUEBAS OLÍMPICAS
• La última prueba del pentatlón era el pugilato
o el boxeo, la más brutal de las tres
modalidades de lucha que practicaban los
griegos. Los boxeadores se ponían correas
de cuero en las manos y las cubrían con
guantes. No conocían el ring moderno
delimitado con postes y cuerdas y tampoco
existían normas fijas ni asaltos. El combate
duraba hasta que uno de los adversarios
levantaba un dedo en señal de retirada.
67. LAS PRUEBAS OLÍMPICAS
• Como ahora, el K.O. podía poner fin al
enfrentamiento; pero no se conocía un
sistema de puntualización para valorar los
golpes acertados o la táctica más adecuada.
Era imposible ganar por puntos. Sin embargo
existía un sistema de eliminatorias todavía
vigente en la actualidad: se competía en
cuartos de final, semifinal y final. Para llegar
a proclamarse campeón de pentatlón había
que vencer en, al menos, tres pruebas.
68. EL DÍA DE LOS
VENCEDORES
• En el quinto o el sexto día de
celebraciones tenía lugar la proclamación
de los vencedores, además de la entrega
de la corona en presencia de todo el
público y las autoridades. El nombre del
vencedor, el de su padre y el de su patria
retumbaban por todo el estadio. La
emoción era tanta que alguno murió de
alegría.
69. EL DÍA DE LOS
VENCEDORES
• Acabada la ceremonia de proclamación
los vencedores se dirigían en procesión a
los altares de los dioses cantando un
himno en honor de Heracles y, finalmente,
se ofrecía un banquete. Los nombres de
los vencedores se inscribían en listas
oficiales y el ganador en la carrera de
velocidad daba nombre a la Olimpiada.
70. EL DÍA DE LOS
VENCEDORES
• Cada atleta vencedor, al llegar a su ciudad
de origen, era recibido a la entrada por los
magistrados, subía a un carro de cuatro
caballos y recorría las calles acompañado
por un cortejo. En algunos lugares como
Atenas el vencedor obtenía una recompensa
en metálico, una estatua en el ágora y una
pensión vitalicia. Además tenía derecho a un
asiento en el teatro y desde el siglo V a.C.
estaba exento de impuestos.
71. EL DÍA DE LOS
VENCEDORES
• Generalmente los parientes y amigos
encargaban a los más caros poetas (Píndaro,
Simónides o Baquílides) que compusieran
una canción de homenaje, un epinicio,
término que significa «canto sobre la
victoria». Todo ello repercutía en una
posición social más elevada, aunque es de
suponer que la mayoría de los atletas eran
aristócratas o ricos, ya que especializarse en
una determinada especialidad deportiva
requería tiempo y dinero, claro está que
habría excepciones.
72. PRINCIPIO Y FIN
• Las primeras olimpiadas fueron en el año
776 a.C. y no dejaron de celebrarse hasta
el 393 d.C., en que el emperador romano
Teodosio prohibió todas las fiestas
paganas.