En "Objetos Sujetos" se ha encontrado un feliz matrimonio, un encuentro a cuatro manos y cuatro ojos, en donde hasta podríamos anunciar en nuestro circo del internet, que ya no se necesita pagar por solo ver, y que van a encontrar unas obras espléndidas, mitad dibujo y mitad fotografía, y que en este caso no fue preciso usar ningún truco de ilusionista salvo aquel que ya viene instalado en la mente de cada visitante (del prólogo, Pedro Meyer).