11. El Anschluss y el primer expansionismo
nazi. .
La población austríaca era, como la alemana, mayoritariamente germánica. Una importante proporción de los
ciudadanos, fundamentalmente los nazis austríacos, era favorable -desde una visión pangermanista- a la integración
estatal con Alemania, lo cual llevó al dictador alemán a forjar la idea de una “Gran Alemania”. En ello pesaba sin duda
la situación económica de Austria, todavía muy deteriorada por las repercusiones de la crisis de 1929, y que hacía que
Alemania fuese vista por los austríacos como la posible solución a sus problemas.
Hitler ya había intentado la anexión de Austria en 1934, cuando el primer ministro austríaco Dollfuss (de
tendencia fascista) fue asesinado por los nazisalemanes que intentaron tomar el poder por la fuerza. El fracaso del golpe
de estado y la determinante oposición de Benito Mussolini a la anexión que Alemania perseguía, hicieron fracasar los
planes de Hitler.
A partir de esa fecha la inestabilidad política de Austria fue creciendo, alentada por el propio Hitler. El nazismo austríaco
proalemán animó a Hitler a presionar al primer ministro Schuschnigg para que consintiese el “Anschluss” (unión, reunión
o anexión) del país. Ante tales amenazas, el canciller austríaco pidió ayuda a Francia y Gran Bretaña que, sin embargo,
rehusaron intervenir. Para legitimar su postura, Schuschnigg convocó para el 13 de marzo de 1938 unreferéndum que
expresara la posición de la población austríaca respecto al Anschluss. Hitler se opuso a tal plebiscito, dado que no
deseaba correr el riesgo de un posible rechazo de los austríacos a la unión.
El 12 de marzo de 1938 las tropas alemanas entraron en Austria. Para entonces el primer ministro austríaco Schuschnigg
había presentado su dimisión y había sido sustituido por el pronazi Seyss-Inquart. Las tropas alemanas fueron recibidas
con júbilo por la mayoría de la población austríaca. Así desaparecía la I República de Austria, surgida tras la I Guerra
Mundial de la desmembración del otrora poderoso Imperio Austríaco. El país quedaba anexionado a Alemania con el
nombre de “Marca Oriental”.
Para legitimar la anexión, Hitler convocó un referéndum en abril de 1938, que arrojó unos resultados abrumadoramente
favorables a la unión.
La tibia oposición de las potencias vencedoras en la Gran Guerra(especialmente Reino Unido y Francia) que debían haber
garantizado el cumplimiento de los acuerdos de Versalles respecto a Austria, estimularon la política expansionista de
Hitler. El presidente checoslovaco Edvard Benes se sintió seriamente preocupado por los hechos, pues comprendía que su
país era el siguiente en la lista de Hitler.