La LOMCE es criticada por no promover la igualdad de oportunidades y los valores democráticos. El documento argumenta que la ley carece de mención al desarrollo integral de las personas y la formación en igualdad. Además, el lenguaje de la ley es señalado como sexista e invisibiliza a mujeres, pueblos y minorías. La LOMCE también es descrita como clasista y condena al fracaso a estudiantes con condiciones socioeconómicas desfavorables.