Las prácticas médicas tradicionales chinas se basan en el concepto de qi o energía vital que fluye por el cuerpo y mantiene el equilibrio entre los principios opuestos y complementarios del yin y el yang. La enfermedad ocurre cuando hay un desequilibrio en el flujo de qi. La medicina china tradicional busca restaurar el equilibrio mediante técnicas como la acupuntura y la fitoterapia.