Este documento reflexiona sobre la importancia de mantener una buena estética y apariencia en el pueblo de Pozo Alcón para ofrecer una imagen digna y respetable a los residentes y visitantes. Se critica el abandono y falta de atención a la limpieza y mantenimiento del pueblo durante mucho tiempo. El autor argumenta que cada persona debe asumir su responsabilidad y hacer pequeñas contribuciones como limpiar la calle frente a su casa en lugar de culpar solo al ayuntamiento. También se enfatiza la necesidad de transformar la agricultura y pot
1. REFLEXIONES JUNTO A LA FUENTE TAZA
FEO NO, QUIZÁ POCO AGARACIADO (II Parte)
Hasta ahora, lo dicho carece de originalidad, puesto que en el nº 2 y, último, de la REVISTA
SIERRA DEL POZO, -Julio, 2.012, Pág. 19- El Laboratorio de Ideas ( en la actualidad, en standby)
ya nos hablaba del asunto que nos ocupa; el desaliño que presenta nuestro pueblo y que no
gusta ni a propios ni a extraños.
Si, al cabo de 14 meses, vuelvo a insistir es por la sencilla razón de que cuidar la “estética” es
de vital importancia, si queremos ofrecer una imagen digna, sería y respetable . El abandono,
no es cosa de ahora, viene de muy atrás, me atrevo a decir que no ha sido una prioridad, para
ninguna Corporación ¡ qué digo prioridad!, para ser justos, no ha merecido la más mínima
atención. Perdón, a veces, la memoria nos juega malas pasadas. ¡ cómo puedo decir que no
ha existido preocupación!, cuando ha habido una auténtica “obsesión”, por un tramo muy
limitado,-unos 240 metros- aquél que nosotros llamamos” La plaza”, que comienza en la
Fuente Taza, hasta el Mercado de Abastos ; se inicia con el arranque de los primitivos
adoquines y finaliza con la última remodelación , o quizá la penúltima, nunca se sabe. Los
resultados son de todos conocidos; podemos afirmar que han sido inversamente
proporcionales a las inversiones realizadas,-muy elevadas, según parece- nos remitimos a
los efectos de la última tormenta…
Decía en el art. pasado, que lo más fácil es culpar al Ayuntamiento, “escurriendo el bulto” de
nuestra responsabilidad; , ¿ no vemos que nuestra calle está sucia?, ¿ cómo está nuestra
fachada?, ¿ y ese solar que tenemos sin vallar?,¿ qué pasa con esa medianera sin enlucir ni
pintar?.Parafraseando al que fuera gran Presidente, de los Estados Unidos, J.F. Kennedy… “ No
te preguntes qué puede hacer Pozo Alcón, por ti, pregúntate qué puedes hacer tu por Pozo
Alcón” . Desde hace mucho tiempo, nuestra actitud es la de mantener una mano tendida para
recibir: pensiones, ayudas, subvenciones, paro…y la otra cerrada. Creo que va, siendo hora de
abrirla y ofrecer un poco de lo mucho que se nos ha dado , sobre todo si tenemos en cuenta
que, es muy poco lo que se nos pide; algo de imaginación, un esfuerzo mínimo y un gasto,
prácticamente simbólico.
No nos engañemos; nadie nos va a regalar nada, no importamos a nadie, sólo se acordarán de
nosotros cuando se levante la “la veda del voto””. Los proyectos que pueden mejorar
nuestra economía y, consecuentemente, garantizar nuestra subsistencia como pueblo , hemos
de buscarlos en la TRANSFORMACIÓN DE LA AGRICULTURA Y LA POTENCIACIÓN DEL
TURISMO; tenemos los elementos esenciales para conseguirlo: agua y naturaleza. Esto, nos
afecta a todos por igual, por encima de nuestra situación económica y posición social… hace
poco leía…” la tierra que cultivamos, no es una herencia de nuestros padres sino un préstamo
de nuestros hijos”.
Pensemos, imaginemos, seamos un poco utópicos y, llegado el caso, hasta un tanto ingenuos;
¿ acaso hay algo que nos impida creer que las cosas pueden mejorar y que, entre todos,
podemos conseguirlo?. Al cabo de muchos años, he encontrado a alguien, con
responsabilidades de gobierno, en nuestro Ayuntamiento, que escucha sugerencias,
2. propuestas y alguna que otra crítica de cualquiera que se acerque con respeto y
cordialidad; estamos en el buen camino, pues parece que además de votar podemos, de
alguna forma, participar.
Finalicemos como empezamos, ¿queremos que Pozo Alcón esté siempre COMO UNA
NOVIA?.Cojamos una simple escoba, una humilde brocha y, en algunos casos, una paleta de
albañil y, entre todos, “arreglemos” el rostro de nuestro pueblo que, sin ser viejo, presenta
demasiadas arrugas.
Hasta dentro de quince días. Sean felices, pero con moderación.
Francisco Quiñones Martínez