Las arqueobacterias, también conocidas como bacterias antiguas, son organismos unicelulares que carecen de núcleo y se encuentran en ambientes extremos como lagos salados y grietas oceánicas. Se diferencian de las bacterias y eucariotas en su membrana lipídica, pared celular y ADN. Algunos ejemplos de arqueobacterias extremófilas son Sulfolobus acidocaldarius, Pyrolobus fumarii y Methanosarcina barkeri fusaro.