Este documento analiza el programa político del gobierno de Chile bajo la "Nueva Forma de Gobernar". El autor argumenta que el gobierno no tiene un programa político propio y que la política se subordina a la economía. El gobierno propone 8 reformas políticas como inscripción automática, voto voluntario y elección de consejeros regionales, pero muchas ya estaban en discusión y no representan ideas originales. En general, las reformas son de corto alcance y no cambian sustancialmente la democracia chilena. El gobi
1. ANÁLISIS POLÍTICO
LA POLÍTICA EN LA NUEVA FORMA DE
GOBERNAR
ALEJANDRO GONZÁLEZ LLAGUNO
ANÁLISIS POLÍTICO # 3
30-MAYO-2011
2. 1. EL DÉBIL PROGRAMA POLÍTICO DEL GOBIERNO
En un artículo anterior analizamos el discurso presidencial del 21 de Mayo del año anterior con
el fin de encontrar algunas pistas que nos permitieran no sólo entender ¿cuál es y en qué
consiste el relato del gobierno?, sino también ¿de qué se trata la Nueva Forma de Gobernar?
Sin duda, en ese texto encontramos relevantes antecedentes que nos permiten avanzar en
conocer y analizar el proyecto del Gobierno. Muchas de esas ideas vuelven a repetirse en el
2011. Esas reflexiones se vinculan con lo que quiero analizar en estas notas: el programa
político de la Nueva Forma de Gobernar.
En esta ocasión, me interesa analizar el programa político del Gobierno teniendo como
referencia los discursos del 21 de Mayo que ha pronunciado el Presidente Piñera el 2010 y
2011.
El Gobierno ha definido siete ejes estratégicos que en conjunto nos conducirían hacia finales de
la década a convertirnos en un país desarrollado. La política y las reformas políticas que se
propone para el período se encuentran en el eje programático número siete. Acá, una primera
consideración. El más importante para Piñera y su gobierno es el eje número uno que se
relaciona con la economía, el crecimiento y el desarrollo. Esta es la clave de su proyecto: crecer
de manera intensiva. El crecimiento todo lo puede; todo lo logra. La política se tiene que
subordinar a la economía para los fines del desarrollo; de la misma manera como el Estado a la
economía y los políticos a los técnicos de la racionalidad instrumental.
Al analizar los discursos surge de manera inmediata la hipótesis de que el gobierno no sólo no
tiene un programa político propio, sino también en la Nueva Forma de Gobernar la política
se subordina a la economía. En esa dirección, la política no sólo debe estar al servicio del
crecimiento y el desarrollo, sino también debe generar las condiciones institucionales y sociales
para crecer de manera ilimitada. Podemos, por tanto, plantear la hipótesis de que el gobierno
no tiene programa político.
El programa político del gobierno se construyo sobre la base de aspectos y discusiones que ya
estaban en marcha. En ninguna de las tres áreas en que propone reformas políticas se trata de
ideas y proyectos propios; ni en el aumento de la participación (entendida por la Nueva Forma
de Gobernar como aumento del padrón electoral), ni en la ampliación de las áreas de decisión
(elección Core, plebiscitos, iniciativa de ley), ni en la modernización del Estado encontramos
ideas propias del sector.
Al gobierno no le interesa la política. El gobierno no cree en la política. No es casualidad, por
tanto, que su primer gabinete (en su forma pura) nombrado a mediados de Febrero del 2010
estuvo formado por técnicos y profesionales provenientes del mundo de la empresa. Las críticas
3. de los partidos de la Alianza fueron muy duras. Con el tiempo el modelo técnico tuvo que ceder y
mirar a los políticos (Longueira, Allamand, Matthei).
La falta de gestión en los escenarios de crisis en relación a la identificación, manejo y resolución
de los conflictos (Mapuche, Barrancones, Gas en Magallanes, Reconstrucción, Van
Rysselberghe, Kodama, HidroAysén y movilizaciones ciudadanas, etc.) son alguno casos que
muestran la falta de fe en la política y sus caminos de negociación.
En esa misma dirección podemos observar lo que ocurre en el parlamento a la hora de las
negociaciones de los proyectos de Ley en lo que hay cierta motivación por parte del Gobierno de
evitar y saltar la instancia de negociación-transacción con los partidos para, de ese modo,
aprobar sus proyectos de la manera más pura posible (es decir, sin indicaciones opositoras).
Este modelo de gestión de proyectos alcanzó su máximo en las negociaciones del post natal y
se ha visto tambalear con lo que se conoce como “letra chica”.
Las relaciones del gobierno con los partidos de su coalición es otro aspecto que muestra que la
política y los políticos son más un estorbo que un aporte para sus proyectos.
Finalmente, el desprecio del Gobierno por la política y sus caminos de transacción-negociación
se manifiesta en que su programa de reformas políticas no sólo es el último eje de acción de su
proyecto, sino también que se trata de cambios de corto alcance y bajo impacto. Los cambios
propuestos no cambian de menara sustancial la calidad de nuestra democracia. No sólo son
reformas menores, sino también la mayoría de ellas ya estaban en el parlamento en busca de su
aprobación (Inscripción automática, Voto voluntario, Votos chilenos en el exterior, elección Core,
patrimonio autoridades). El resto de las reformas propuestas sólo serán proyecto de ley en el
curso de los siguientes meses (ley de partidos, democracia regional y comunal, plebiscitos
comunales e iniciativas de ley, etc.).
2. LAS REFORMAS POLÍTICAS
Las reformas políticas que plantea el gobierno son el resultado no sólo del papel que la política
juega en el marco del desarrollo, sino también del diagnóstico que hace el gobernante de
nuestra democracia. Para Piñera la democracia chilena “está enferma”.
Desde fines de los ochenta la democracia chilena “está perdiendo fuerza y vigor y sufre los
embates de enfermedades que la debilitan”. En esa perspectiva la debilidad de nuestra
democracia se expresa en tres rasgos:
a) Una “ciudadanía cada día más distante de la política” (sólo 6.5 millones votan de un total
posible de 11,5 millones).
4. b) Un “envejecimiento progresivo de nuestro padrón electoral” que se expresa un muy bajo nivel
de inscripción electoral (sobre todo, los jóvenes).
c) Una “muy mala evaluación de nuestras instituciones políticas, especialmente el Congreso y
los partidos políticos”.
Sobre la base de ese diagnóstico plantea un conjunto de reformas políticas que se orientan al
“perfeccionamiento de nuestra democracia… (ya que)… debemos construir una democracia más
vital, cercana, transparente y participativa”.
En el discurso presidencial se identifican 8 medidas que tienen por objetivo contribuir a sanar y
“perfeccionar nuestra democracia”.
1. La primera medida se orienta a “rejuvenecer nuestra democracia y ampliar la participación
ciudadana” por medio de la Inscripción automática y Voto voluntario. Este proyecto si bien
está a punto de convertirse en Ley, no podemos dejar de mencionar que se trata de un proyecto
que ingreso al Parlamento en el 2004 y que la discusión se viene desarrollando desde hace
varios años.
2. El Voto de los chilenos que residen en el extranjero ha sido una materia que ha generado
importantes tensiones entre los bloques políticos. En las actuales condiciones esta medida está
estancada y no tiene posibilidades de convertirse en ley. El punto de quiebre se encuentra en
que mientras el gobierno quiere que ese derecho sea sólo para aquéllos que tienen un vínculo
con el país (“en la medida que mantengan un compromiso y sentido de pertenencia con nuestro
país” dice Piñera y otros miembros de las Alianza), la oposición pretende que ese derecho no
tiene que tener condición de ningún tipo.
3. El fortalecimiento de “la democracia regional y comunal haciendo más directa y participativa
la elección de sus autoridades” es la tercera medida del programa político del gobierno. En este
aspecto no hay avances. No hay proyectos de ley presentados por este gobierno ni por los
anteriores con la excepción de la elección popular de los Consejeros Regionales.
Este proceso de democratización local se relaciona de manera directa con la regionalización
que ha sido y es una materia de debate público recurrente en todos los gobiernos, campañas,
programas y proyectos. Por ello, para Piñera “descentralizar el país tiene que dejar de ser una
eterna promesa y transformarse en una firme realidad… (ya que)… el centralismo de Santiago
no sólo le quita el oxígeno a nuestras regiones, sino también, asfixia a nuestra capital”.
En ese contexto se plantea “impulsar una profunda revolución descentralizadora” que
transfiera a las regiones y municipios poder efectivo “a través de la transferencia de funciones,
atribuciones y recursos, desde el gobierno central a los gobiernos regionales y comunales”.
5. El proceso de descentralización tiene dos elementos básicos y complementarios; la económica y
la política.
En el plano económico destaca que este año “el Fondo Nacional de Desarrollo Regional cuenta
con 840 mil millones de pesos, lo que significa un 50 por ciento más que el 2010”. Sin duda, toda
Región que pretenda ciertos niveles de autonomía política y administrativa necesita recursos
para sus proyectos y desarrollo.
En el plano político afirma que “potenciaremos y modernizaremos los gobiernos regionales y
comunales, a) incorporando la elección directa de los consejeros regionales, b) extendiendo la
Alta Dirección Pública para los cargos claves y c) creando cursos de formación y capacitación
para sus funcionarios”.
Es de vital importancia entender que la descentralización no sólo es una cuestión administrativa
y económica, sino también política.
En este aspecto de la reforma política no hay avances ni proyectos de ley en el Congreso. No
obstante, conviene destacar que la posibilidad de que los Consejeros Regionales (Core) sean
elegidos por votación popular es una iniciativa que ya está en el parlamento y que no ha sido
una iniciativa político-legislativa del actual gobierno. Es más, desde el punto de vista político los
avances descentralizadores son inexistentes en el programa político del gobierno.
4. El cambio de fecha de las elecciones presidenciales en el que se “adelanta la fecha de la
primera vuelta para el tercer domingo de noviembre y, la segunda, cuatro domingos después”.
De todas las propuestas de reforma política esta es la única que muestra avances significativos,
concretos y definitivos. De hecho, Piñera agradece al “Congreso por su aprobación esta
semana”. Con este cambio el gobierno no sólo busca aumentar la participación electoral, sino
también no interrumpir las fiestas de fin de año (pascua y año nuevo) ni las vacaciones que se
inician en Enero por efecto de procesos electorales.
5. Una reforma a la Ley de Partidos Políticos orientada a que sean a) “más transparentes,
democráticos y abiertos a la ciudadanía y b) establecer primarias voluntarias, vinculantes,
simultáneas y organizadas por el Estado, para elegir a los candidatos a cargos de elección
popular”.
No sólo no se sabe de que se trata la reforma que hará que los partidos sean más
“transparentes, democráticos abiertos y participativos”, sino tampoco hay avances en estas
materias.
En relación a las primarias se trata de un tema ampliamente debatido por los actores político no
sólo en la perspectiva de que se convierta en ley, sino también como mecanismos culturales y
sociales de elección de candidatos a la presidencia, parlamento o a nivel municipal.
6. Una primaria tiene tres ventajas o rasgos relevantes para la calidad de la política; a) da
legitimidad al proceso electoral y a los candidatos electos, b) aumenta la participación ciudadana
y c) promueve el debate y la discusión política y programática.
Por otro lado, no podemos dejar de desconocer dos dificultades; a) el financiamiento y b) que se
generan tensiones al interior de los partidos y coaliciones.
A la fecha no hay avances en esta materia. Sólo intenciones.
6. La sexta medida del programa político de la Nueva Forma de Gobernar es la creación de la
iniciativa popular de ley. Dicha medida, “permitiendo que con las firmas del 0,1% de los
electores, los ciudadanos puedan presentar proyectos de ley al Congreso Nacional, que no sean
de iniciativa exclusiva del Ejecutivo”.
Esta reforma no sólo sigue en la línea de un sistema político fuertemente presidencialista, sino
también no presenta ningún avance.
7. Simplificaremos los plebiscitos comunales para facilitar la participación de los vecinos. En
esta iniciativa tampoco hay avances. Nada se ha hecho en esta dirección. Un proyecto de
reforma política en perspectiva de la profundización democrática debe avanzar hacia la
instauración de plebiscitos nacionales. Es una medida muy tibia y en concordancia con la visión
que el gobierno tiene de la política.
8. Perfeccionaremos los proyectos de ley sobre declaración de intereses y patrimonio de
autoridades. Se instituye la figura del “Fideicomiso Ciego, a fin de impulsar la transparencia, sin
apartar innecesariamente del ejercicio de la vocación pública a personas destacadas del ámbito
privado”. Tampoco se ven avances en esta materia. También se trata de proyectos ya
conocidos en el parlamento. En ese camino se informa que “enviamos a este Congreso el
proyecto de ley que perfecciona las declaraciones de patrimonio… y crea la figura del
Fideicomiso Ciego”.
Finalmente cuatro consideraciones que forman parte de la política y del programa del
Gobierno que no se mencionan en los ocho puntos de cambio político que proponen para él
período; y que, sin embargo, son parte de la acción política de la Nueva Forma de Gobernar.
1. Modernización del Estado. A lo largo de ambos discursos se observa el tipo de Estado al
cual el gobierno aspira. El horizonte es su modernización en la dirección de hacerlo más
eficiente y cercano a la gente. No obstante, se trata de una medida que se ha venido impulsando
desde los gobiernos de la Concertación y ha sido entendida por todos los actores como una
política de Estado que requiere amplios y transversales acuerdos.
7. De ese modo los cambios propuestos se relacionan con el hecho de que el Estado actual “no
responde a los desafíos y necesidades del siglo XXI”. En esa dirección “no se trata de más o
menos Estado”, sino de hacer “un Estado más transparente y más eficiente” (que lleve los
principios de administración técnico-racional de la empresa a las oficinas al sector público).
El diagnóstico que se hace va en dos direcciones: donde hay mucho Estado y dónde falta
Estado. Para el gobierno “falta Estado en muchas áreas importantes en las cuales es
insustituible, como en la protección de los consumidores”. En esa dirección, se plantea que “en
los próximos 60 días, ingresaremos al Congreso el proyecto de ley sobre el SERNAC Financiero,
que protegerá con eficacia a nuestros consumidores de servicios financieros”.
Otra área en la que se afirma que el Estado es débil es en la “lucha contra la delincuencia, la
droga y la erradicación de la pobreza”.
Por otro lado, “sobra Estado en áreas como los trámites burocráticos que ahogan a nuestros
emprendedores”. En esta dirección se ha venido discutiendo e implementando la tesis de la
ventanilla única que permitirá reducir de manera considerable el trámite para formar una
empresa. Vemos, no obstante, como el Estado debe generar condiciones para el crecimiento
económico. Esa es, por tanto, uno de los rasgos de un Estado Moderno.
Otro ámbito de la modernización del Estado es en su organización. En efecto, un Estado
Moderno tiene que ser eficiente entre las relaciones institucionales que existen entre sus
diversos órganos de administración y gestión. Por ejemplo, “el Servicio Nacional del Adulto
Mayor pasará de la SEGPRES al Ministerio de Desarrollo Social… y la Secretaría de Transporte
pasará de MIDEPLAN al Ministerio de Transporte y la labor de fomento de las Pymes, dispersa
hoy en múltiples organismos, se concentrará en el Ministerio de Economía”.
Siguiendo con el proceso de modernización en la dirección de una gestión más técnica y
racional (según los principios del managment) se avanzara e otros cinco aspectos.
a). Se perfeccionara “la evaluación de proyectos públicos, para garantizar el buen uso de los
recursos públicos”.
b). Se pondrá en “marcha una unidad a cargo de velar por el cumplimiento de las tareas más
prioritarias del gobierno, orientando la gestión del Estado hacia el resultado”.
c). Se ampliara y perfeccionara “el Sistema de Alta Dirección Pública, para asegurarle al
Estado buenos servidores públicos, independiente del color político u origen social”
Es interesante este aspecto porque actúa como bisagra en el sentido de que hay un diagnóstico
y una respuesta de solución. En este punto hay una visión de la política y del Estado; que van en
8. la dirección de ponerle “fin a la cultura de la burocracia, cuoteos, pitutos y operadores políticos, y
reemplazándola por la cultura del emprendimiento, la transparencia, el resultado y la eficiencia”.
d). Frente a las catástrofes naturales el Estado debe ser eficiente. En ese sentido se creará la
“Agencia Nacional de Emergencia, cuya función principal será la de establecer un sistema
eficaz de prevención, alerta temprana y ayuda a las víctimas frente a catástrofes naturales”.
e). Finalmente, en este esfuerzo de modernizar el Estado se creará la “la Agencia de Calidad
de las Políticas Públicas”, que tendrá como objetivo evaluar las mismas; será “autónoma e
independiente”.
El programa político del gobierno no solo apunta a aumentar la participación electoral en
términos de cantidad (más electores) y calidad (elección Core, plebiscitos e iniciativa de ley),
sino también modernizar el Estado en la dirección de hacerlo más eficiente y transparente. Sin
embargo, lo central de estas transformaciones es crear una institucionalidad estatal que
contribuya a generar las condiciones
2. Transparencia. Otro aspecto del Estado eficiente y moderno es la transparencia en todas y
cada una de sus acciones. En ese sentido, “los ciudadanos tienen derecho a saber qué hacen
los órganos públicos… y cómo se comportan las autoridades que ellos eligen con sus votos”. Es
de vital importancia en este aspecto que las personas tengan a su “disposición… toda la
información gubernamental en forma simple y expedita”.
3. Facilidades en el acceso al Estado. Un Estado moderno debe facilitar las relaciones entre
los ciudadanos y la institucionalidad estatal. De esa manera se creará un “Portal Digital de
Servicios del Estado permitirá a los ciudadanos hacer más trámites electrónicamente”.
4. Unidad Nacional. Una de las ideas recurrentes en los discursos presidenciales del 21 de
Mayo del Presidente Piñera es el llamado que hace a la Unidad Nacional. Esta interpelación
debe ser entendida como una cuestión política sobre todo si está relacionada con el desarrollo.
En efecto, las grandes políticas del Estado deben ser el resultado de amplios y transversales
acuerdos que involucren a todos los actores políticos y sociales en la perspectiva de la
legitimidad que esos cambios necesitan. Por ello, hace un llamado a generar un “clima de
unidad, colaboración y diálogo… en todas las áreas de interés nacional”.
3. CONCLUSIONES FINALES
El programa político del gobierno tiene como objetivo “perfeccionar nuestra democracia” que
muestra evidentes signos de agotamiento. Las medidas que propone se pueden segmentar en
tres áreas; a) el aumento de la participación ciudadana, b) la profundización de la participación
en ámbitos hasta hoy desconocidos y c) modernizar el Estado.
9. Más electores. El aumento de la participación ciudadana se expresa en la ampliación y
rejuvenecimiento del padrón electoral. Se estima que se pasara de siete a doce millones de
electores. Las medidas que apuntan a este objetivo son la a) inscripción automática y voto
voluntario, b) voto chilenos en el exterior y c) cambio fechas en las elecciones.
Nuevos ámbitos de participación política. Se trata de que los ciudadanos puedan participar
de decisiones que hasta hoy son desconocidas. Entre ellas: a) elección de autoridades locales
(regionales y comunales), b) ley de partidos (primarias), c) iniciativa de ley y d) plebiscitos
comunales.
Modernización del Estado. Se trata de hacer un Estado más eficiente, transparente y amigable.
Para la Nueva Forma de Gobernar se trata de reformas que “perfeccionan la democracia”
chilena en la dirección de mejorar la representación. Con estos cambios no hay mayor
participación deliberativa ni tampoco profundización democrática. Se trata de un programa
político débil y temeroso. Débil porque es muy poco lo que se propone como objetivo político
de mayor participación real y temeroso porque no se avanza sustancialmente en la
profundización de nuestra democracia. De hecho, hay cuatro reformas políticas fundamentales
para la democracia y que no han sido mencionadas; a) cambios del sistema electoral binominal,
b) reforma constitucional, c) asamblea constituyente y d) elección popular de Intendentes.
A ello, podemos agregar aspectos relacionados con el financiamiento electoral, la
institucionalización de los partidos políticos, las candidaturas independientes, cambio de régimen
político (de presidencial a semi-presidencial) y muchos otros aspectos que contribuyan a
construir una democracia participativa y deliberativa.
El programa político de la Nueva Forma de Gobernar no sólo es débil y temeroso, sino también
ajeno. De hecho, es un programa diseñado sobre la base de ideas que ya forman parte del
debate público sin incorporar nada del ADN de la derecha y del sector que hoy gobierna Chile.
Al gobierno de los empresarios y mercaderes le incomoda la política y toda la mecánica de
negociación-transacción que implica. Sus gobiernos corporativos funcionan sobre la base de
otros principios. Por ello, para la Nueva Forma de Gobernar la política se debe subordinar a la
economía con el único fin de crecer de manera ilimitada y alcanzar el desarrollo. La política no
puede ni debe interferir ni limitar los negocios.