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Preguntas y respuestas sobre salud
Deporte en pediatría
Desde hace varios años la tríada ejercicio, aplicación de insulina y dieta, forma parte del tratamiento integral
del niño que padece diabetes insulinodependiente.
El ejercicio puede ser una valiosa herramienta terapéutica, pero es necesario tener en cuenta que como
cualquier otro tratamiento, debe ser adecuadamente prescripto, ya que puede poner en riesgo la vida del niño o
acelerar un proceso mórbido.
Desde un punto de vista práctico, es conveniente que los convivientes o el equipo de salud a cargo del cuidado
del niño que padece diabetes, tengan conocimiento de la capacidad que tiene un organismo con déficit de
insulina de adaptarse al ejercicio y de los riesgos y beneficios específicos de la actividad deportiva que quisiera
desempeñar.
Durante el ejercicio el consumo total de O2 puede aumentar hasta 20 veces y más aún en los músculos activos.
Bajo estas circunstancias, el músculo esquelético demanda rápida y permanentemente un aporte de glucosa,
utilizando a un ritmo mayor sus propias reservas de glucógeno y triglicéridos, así como la glucosa proveniente
del hígado y de la lipólisis del tejido adiposo.
Evaluación previa al ejercicio
Consideraciones Especiales
Selección de los deportes
Complicaciones
Normalmente, para mantener los niveles de glucemia, se activan distintas vías metabólicas reguladas por
hormonas, resultando en una disminución de la insulina plasmática y en un aumento de glucagon para la
producción rápida de glucosa en el hígado.
Estas adaptaciones hormonales se pierden en el niño o joven que padece diabetes y en consecuencia, pueden
surgir serias complicaciones metabólicas como hiperglucemia y cetosis ante un déficit de insulina, o la
posibilidad más temida, hipoglucemia, sobre todo en el adolescente que se expone a una actividad intensa que
no estaba prevista.
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A pesar de estos problemas, una instrucción cuidadosa en el automonitoreo y tratamiento, pueden asegurar
una experiencia recompensante para la gran mayoría de los niños y adolescentes con diabetes tipo 1 que
quieran realizar una actividad deportiva. La meta es lograr el mismo nivel de rendimiento que el resto de sus
pares no diabéticos,.siguiendo una prescripción adecuada y las recomendaciones individuales sobre la dieta,
administración de insulina, tiempo e intensidad del ejercicio.
Evaluación previa al ejercicio
Antes de comenzar un programa de ejercicios el niño o joven que padece diabetes mellitus debe someterse a
una detallada evaluación médica, cumpliendo los requisitos del Examen Físico Preparticipativo y poniendo
especial atención a la identificación de complicaciones crónicas, para certificar la aptitud según los hallazgos. En
los pacientes con neuropatía periférica deben limitarse los ejercicios que traumatizan los pies, por ejemplo
correr y trotar. En los pacientes con retinopatía deben evitarse los deportes de contacto (boxeo, lucha, rugby).
Prescripción
La principal preocupación que surge cuando en la prescripción de ejercicio en un niño que padece diabetes es la
hipoglucemia. La prevención de este estado metabólico indeseado se logra a través del control de la siguiente
tríada
Principales recomendaciones en la prescripción del ejercicio
* Deben recomendarse ejercicios aeróbicos (caminatas, natación, ciclismo, carreras pedestres).
* Incrementar la intensidad y duración de la actividad en forma progresiva.
* Lograr un buen nivel de control metabólico
* Medir glucemia antes de la actividad. Si es > 200 mg/dl, con glucosuria y cetonuria positivas, no debe
realizarse ejercicio. Si la glucemia es # 80 - 100 mg/dl, deben consumirse carbohidratos.
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* Llevar siempre algún azúcar para tener a mano.
* En caso de actividad no previsible, debe aumentar el consumo de hidratos de carbono (cereales, pan,
galletitas) antes, durante y después de la actividad.
* Si la actividad es de resistencia (duración prolongada) debe ingerir agua azucarada o carbohidratos antes,
durante (cada 35-40 minutos), y después el ejercicio.
* No inyectar insulina en el grupo muscular que participa activamente.
* Es conveniente informar al equipo que lo rodea (compañeros, entrenadores, padres) de los procedimientos y
tratamiento en caso de una hipoglucemia severa
Consideraciones Especiales
1.Ser precavido especialmente si elige un deporte en el que utilice los pies. Se deben examinar los pies
diariamente y siempre al terminar el ejercicio, en busca de heridas, ampollas e infecciones.
2.Utilizar polvo pédico y zoquetes (preferentemente de algodón) para evitar ampollas.
3.Utilizar un calzado adecuado.
4.Usar una placa identificatoria (de padecimiento de diabetes tipo 1 o un número telefónico para avisar en caso
de emergencia)
5.Mantener una hidratación adecuada (extremar precauciones en entrenamientos estivales)
Administración de Insulina
Debe puntualizarse que en el niño o joven que padece diabetes, el efecto del ejercicio puede ser beneficioso o
perjudicial dependiendo de la cantidad de insulina recibida y de la forma de administración.
La insulina debe ser inyectada lejos del grupo muscular que participa mayormente en la actividad (ej: el ciclista
no debe usar el muslo). Cada sitio a inyectar debe testearse individualmente ya que la absoción de la insulina
varía según el sitio.
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La adaptación a la dosis de insulina es estrictamente individual, y se alcanzará el punto óptimo con la
experiencia previa. La modificación de la dosis de insulina no depende únicamente de la intensidad y duración
de la actividad, sino del nivel de entrenamiento y estado nutricional.
La elección de la modificación de la insulina depende del régimen de insulina y del tiempo de actividad. En el
caso de insulinoterapia consistente en 2 inyecciones diarias de una mezcla de insulina rápida e intermedia, el
diabético debe reducir la dosis de insulina rápida en la primera inyección si va a hacer la actividad a la mañana
y reducir la insulina intermedia de la primera inyección, si la actividad es a la tarde. Si el deporte se realizara a
la noche, debe reducirse la insulina rápida de la 2da. inyección y a veces también se necesita una reducción de
la intermedia.
Si el paciente usa bomba de insulina, durante un ejercicio intenso, podrá detenerla o modificar la dosis horaria
a administrar.
Selección de los deportes
Si la dosis de insulina está correctamente ajustada, el sitio elegido para la inyección es el más adecuado y
todas las precauciones y recomendaciones nutricionales son bien informadas y tomadas en cuenta, el niño o
joven que padece diabetes tipo1, no tiene límites para elegir cualquier actividad deportiva.
Debe aconsejarse preferentemente la realización de deportes aeróbicos. Cuando el esfuerzo físico es progresivo
y requiere varias horas de actividad (ciclismo, caminatas,etc) es mucho más sencillo lograr un control
glucémico satisfactorio. Los deportes de mayor dificultad son los que requieren trabajo muscular explosivo.
Las únicas actividades prohibidas son las solitarias que puedan ponerlo en riesgo de una situación de
hipoglucemia y las que son también peligrosas para el no diabético (paracaidismo, parapente, natación en
aguas abiertas, alpinismo, etc).
Es conveniente que siempre practique deporte acompañado de otra persona preferentemente informada acerca
de las posibles intercurrencias
Complicaciones
Hipoglucemia
Es la complicación metabólica más común en el joven diabético (glucemia < 60 mg%). Las principales causas
son un exceso en la administración de insulina, ingesta demorada o inapropiada de alimentos y una actividad
física no prevista.
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Lo importante es saber adecuadamente cuáles son los signos clínicos que puede presentar el niño cuando
padece un cuadro de hipoglucemia. A medida que los niveles bajan, mayor será el compromiso del sensorio,
principalmente por la baja concentración de glucosa en en SNC.
Los signos y síntomas más frecuentes son:Debilidad - Sensación de hambre - Dolor de cabeza - Dolor
abdominal - Agresividad - Distanciamiento - Palidez - Sudoración - Taquicardia - Angustia y llanto - Dificultad
para hablar - Convulsiones - Coma - Muerte
Estos síntomas debieran ser de conocimiento del equipo de entrenadores y profesores para
reconocerlos rapidamente en el campo de juego.
En la práctica para el tratamiento de una hipoglucemia leve, hay que advertirle al niño que coma algún azúcar
de metabolización rápida (5-20gr) y unos pocos gramos de algún azúcar de absoción lenta como pan. La
respuesta glucémica es inmediata.
Si el chico es incapaz de consumir azúcar, debe derivarse URGENTEMENTE para su atención.
Hiperglucemia y cetoacidosis (CAD) }
La cetoacidosis diabética es una consecuencia de un déficit importante de insulina. El estado de hiperglucemia
aumenta aún más por la generación de cuerpos cetónicos, cetonemia y acidosis que frecuentemente
desemboca en un coma diabético con riesgo de muerte de no intervenir rápidamente