Sepulveda luis diario de un killer sentimental · yacare
Idoia
1. Co-DACK!Un milisegundo; El duende queda atrapado.El olor a especias y sal, la gota de sudor que recorre la frente del músico callejero, el calor del sol sobre su piel...El arte de reflejar mediante imágenes cada uno de los sentidos conlleva tener que ser una persona receptiva-perceptiva, capaz de descubrir todos los pequeños detalles que hacen que un momento sea mágico. Si no lo sientes, no se ve.Una vez leí que un viaje de mil millas comienza con un paseo: la curiosidad y la inquietud de los 18 recién cumplidos me pusieron la mochila sobre los hombros para llevarme a Polonia, y siempre he considerado ese viaje como mi primer pequeño paseo. Desde entonces he visitado muchos lugares, conocido mucha gente, comido y bebido mucha cultura...y aunque en algunos momentos he pasado momentos malos, es curioso como al final siempre se recuerdan como pequeñas anécdotas que contar con una sonrisa. Y es que un viaje no termina en el momento en que abres la puerta de tu casa; el viaje termina el día en que olvidas la cerveza que te tomaste en Praga con ese Polaco que conociste en el tren, la vez que tocaste la guitarra en las calles de Dublin, la vez que te robaron y te perdieron la maleta con 39 de fiebre y llegaste a Viena con sólo un paquete de jamón serrano envasado al vacío, esos bailes en un patio de La Habana...Mi viaje de mil millas en el que capturaré mil millones de duendes aún está por llegar...me gustaría que pudiesemos hacerlo juntos.Co-DACK!Un milisegundo; El duende queda atrapado.El olor a especias y sal, la gota de sudor que recorre la frente del músico callejero, el calor del sol sobre su piel...El arte de reflejar mediante imágenes cada uno de los sentidos conlleva tener que ser una persona receptiva-perceptiva, capaz de descubrir todos los pequeños detalles que hacen que un momento sea mágico. Si no lo sientes, no se ve.Una vez leí que un viaje de mil millas comienza con un paseo: la curiosidad y la inquietud de los 18 recién cumplidos me pusieron la mochila sobre los hombros para llevarme a Polonia, y siempre he considerado ese viaje como mi primer pequeño paseo. Desde entonces he visitado muchos lugares, conocido mucha gente, comido y bebido mucha cultura...y aunque en algunos momentos he pasado momentos malos, es curioso como al final siempre se recuerdan como pequeñas anécdotas que contar con una sonrisa. Y es que un viaje no termina en el momento en que abres la puerta de tu casa; el viaje termina el día en que olvidas la cerveza que te tomaste en Praga con ese Polaco que conociste en el tren, la vez que tocaste la guitarra en las calles de Dublin, la vez que te robaron y te perdieron la maleta con 39 de fiebre y llegaste a Viena con sólo un paquete de jamón serrano envasado al vacío, esos bailes en un patio de La Habana...liasjd ñasidioa aifyaof a8fyaor uapar uq rpe aprap tua tpe9ru wpeik
2. Co-DACK!Un milisegundo; El duende queda atrapado.El olor a especias y sal, la gota de sudor que recorre la frente del músico callejero, el calor del sol sobre su piel...El arte de reflejar mediante imágenes cada uno de los sentidos conlleva tener que ser una persona receptiva-perceptiva, capaz de descubrir todos los pequeños detalles que hacen que un momento sea mágico. Si no lo sientes, no se ve.Una vez leí que un viaje de mil millas comienza con un paseo: la curiosidad y la inquietud de los 18 recién cumplidos me pusieron la mochila sobre los hombros para llevarme a Polonia, y siempre he considerado ese viaje como mi primer pequeño paseo. Desde entonces he visitado muchos lugares, conocido mucha gente, comido y bebido mucha cultura...y aunque en algunos momentos he pasado momentos malos, es curioso como al final siempre se recuerdan como pequeñas anécdotas que contar con una sonrisa. Y es que un viaje no termina en el momento en que abres la puerta de tu casa; el viaje termina el día en que olvidas la cerveza que te tomaste en Praga con ese Polaco que conociste en el tren, la vez que tocaste la guitarra en las calles de Dublin, la vez que te robaron y te perdieron la maleta con 39 de fiebre y llegaste a Viena con sólo un paquete de jamón serrano envasado al vacío, esos bailes en un patio de La Habana...Mi viaje de mil millas en el que capturaré mil millones de duendes aún está por llegar...me gustaría que pudiesemos hacerlo juntos.Co-DACK!Un milisegundo; El duende queda atrapado.El olor a especias y sal, la gota de sudor que recorre la frente del músico callejero, el calor del sol sobre su piel...El arte de reflejar mediante imágenes cada uno de los sentidos conlleva tener que ser una persona receptiva-perceptiva, capaz de descubrir todos los pequeños detalles que hacen que un momento sea mágico. Si no lo sientes, no se ve.Una vez leí que un viaje de mil millas comienza con un paseo: la curiosidad y la inquietud de los 18 recién cumplidos me pusieron la mochila sobre los hombros para llevarme a Polonia, y siempre he considerado ese viaje como mi primer pequeño paseo. Desde entonces he visitado muchos lugares, conocido mucha gente, comido y bebido mucha cultura...y aunque en algunos momentos he pasado momentos malos, es curioso como al final siempre se recuerdan como pequeñas anécdotas que contar con una sonrisa. Y es que un viaje no termina en el momento en que abres la puerta de tu casa; el viaje termina el día en que olvidas la cerveza que te tomaste en Praga con ese Polaco que conociste en el tren, la vez que tocaste la guitarra en las calles de Dublin, la vez que te robaron y te perdieron la maleta con 39 de fiebre y llegaste a Viena con sólo un paquete de jamón serrano envasado al vacío, esos bailes en un patio de La Habana...liasjd ñasidioa aifyaof a8fyaor uapar uq rpe aprap tua tpe9ru wpeik
3. Co-DACK!Un milisegundo; El duende queda atrapado.El olor a especias y sal, la gota de sudor que recorre la frente del músico callejero, el calor del sol sobre su piel...El arte de reflejar mediante imágenes cada uno de los sentidos conlleva tener que ser una persona receptiva-perceptiva, capaz de descubrir todos los pequeños detalles que hacen que un momento sea mágico. Si no lo sientes, no se ve.Una vez leí que un viaje de mil millas comienza con un paseo: la curiosidad y la inquietud de los 18 recién cumplidos me pusieron la mochila sobre los hombros para llevarme a Polonia, y siempre he considerado ese viaje como mi primer pequeño paseo. Desde entonces he visitado muchos lugares, conocido mucha gente, comido y bebido mucha cultura...y aunque en algunos momentos he pasado momentos malos, es curioso como al final siempre se recuerdan como pequeñas anécdotas que contar con una sonrisa. Y es que un viaje no termina en el momento en que abres la puerta de tu casa; el viaje termina el día en que olvidas la cerveza que te tomaste en Praga con ese Polaco que conociste en el tren, la vez que tocaste la guitarra en las calles de Dublin, la vez que te robaron y te perdieron la maleta con 39 de fiebre y llegaste a Viena con sólo un paquete de jamón serrano envasado al vacío, esos bailes en un patio de La Habana...Mi viaje de mil millas en el que capturaré mil millones de duendes aún está por llegar...me gustaría que pudiesemos hacerlo juntos.Co-DACK!Un milisegundo; El duende queda atrapado.El olor a especias y sal, la gota de sudor que recorre la frente del músico callejero, el calor del sol sobre su piel...El arte de reflejar mediante imágenes c ada uno de los sentidos conlleva tener que ser una persona receptiva-perceptiva, capaz de descubrir todos los pequeños detalles que hacen que un momento sea mágico. Si no lo sientes, no se ve.Una vez leí que un viaje de mil millas comienza con un paseo: la curiosidad y la inquietud de los 18 recién cumplidos me pusieron la mochila sobre los hombros para llevarme a Polonia, y siempre he considerado ese viaje como mi primer pequeño paseo. Desde entonces he visitado muchos lugares, conocido mucha gente, comido y bebido mucha cultura...y aunque en algunos momentos he pasado momentos malos, es curioso como al final siempre se recuerdan como pequeñas anécdotas que contar con una sonrisa. Y es que un viaje no termina en el momento en que abres la puerta de tu casa; el viaje termina el día en que olvidas la cerveza que te tomaste en Praga con ese Polaco que conociste en el tren, la vez que tocaste la guitarra en las calles de Dublin, la vez que te robaron y te perdieron la maleta con 39 de fiebre y llegaste a Viena con sólo un paquete de jamón serrano envasado al vacío, esos bailes en un patio de La Habana...liasjd ñasidioa aifyaof a8fyaor uapar uq rpe aprap tua tpe9ru wpeik
4. Co-DACK!Un milisegundo; El duende queda atrapado.El olor a especias y sal, la gota de sudor que recorre la frente del músico callejero, el calor del sol sobre su piel...El arte de reflejar mediante imágenes cada uno de los sentidos conlleva tener que ser una persona receptiva-perceptiva, capaz de descubrir todos los pequeños detalles que hacen que un momento sea mágico. Si no lo sientes, no se ve.Una vez leí que un viaje de mil millas comienza con un paseo: la curiosidad y la inquietud de los 18 recién cumplidos me pusieron la mochila sobre los hombros para llevarme a Polonia, y siempre he considerado ese viaje como mi primer pequeño paseo. Desde entonces he visitado muchos lugares, conocido mucha gente, comido y bebido mucha cultura...y aunque en algunos momentos he pasado momentos malos, es curioso como al final siempre se recuerdan como pequeñas anécdotas que contar con una sonrisa. Y es que un viaje no termina en el momento en que abres la puerta de tu casa; el viaje termina el día en que olvidas la cerveza que te tomaste en Praga con ese Polaco que conociste en el tren, la vez que tocaste la guitarra en las calles de Dublin, la vez que te robaron y te perdieron la maleta con 39 de fiebre y llegaste a Viena con sólo un paquete de jamón serrano envasado al vacío, esos bailes en un patio de La Habana...Mi viaje de mil millas en el que capturaré mil millones de duendes aún está por llegar...me gustaría que pudiesemos hacerlo juntos.Co-DACK!Un milisegundo; El duende queda atrapado.El olor a especias y sal, la gota de sudor que recorre la frente del músico callejero, el calor del sol sobre su piel...El arte de reflejar mediante imágenes c ada uno de los sentidos conlleva tener que ser una persona receptiva-perceptiva, capaz de descubrir todos los pequeños detalles que hacen que un momento sea mágico. Si no lo sientes, no se ve.Una vez leí que un viaje de mil millas comienza con un paseo: la curiosidad y la inquietud de los 18 recién cumplidos me pusieron la mochila sobre los hombros para llevarme a Polonia, y siempre he considerado ese viaje como mi primer pequeño paseo. Desde entonces he visitado muchos lugares, conocido mucha gente, comido y bebido mucha cultura...y aunque en algunos momentos he pasado momentos malos, es curioso como al final siempre se recuerdan como pequeñas anécdotas que contar con una sonrisa. Y es que un viaje no termina en el momento en que abres la puerta de tu casa; el viaje termina el día en que olvidas la cerveza que te tomaste en Praga con ese Polaco que conociste en el tren, la vez que tocaste la guitarra en las calles de Dublin, la vez que te robaron y te perdieron la maleta con 39 de fiebre y llegaste a Viena con sólo un paquete de jamón serrano envasado al vacío, esos bailes en un patio de La Habana...liasjd ñasidioa aifyaof a8fyaor uapar uq rpe aprap tua tpe9ru wpeik
5. Co-DACK!Un milisegundo; El duende queda atrapado.El olor a especias y sal, la gota de sudor que recorre la frente del músico callejero, el calor del sol sobre su piel...El arte de reflejar mediante imágenes cada uno de los sentidos conlleva tener que ser una persona receptiva-perceptiva, capaz de descubrir todos los pequeños detalles que hacen que un momento sea mágico. Si no lo sientes, no se ve.Una vez leí que un viaje de mil millas comienza con un paseo: la curiosidad y la inquietud de los 18 recién cumplidos me pusieron la mochila sobre los hombros para llevarme a Polonia, y siempre he considerado ese viaje como mi primer pequeño paseo. Desde entonces he visitado muchos lugares, conocido mucha gente, comido y bebido mucha cultura...y aunque en algunos momentos he pasado momentos malos, es curioso como al final siempre se recuerdan como pequeñas anécdotas que contar con una sonrisa. Y es que un viaje no termina en el momento en que abres la puerta de tu casa; el viaje termina el día en que olvidas la cerveza que te tomaste en Praga con ese Polaco que conociste en el tren, la vez que tocaste la guitarra en las calles de Dublin, la vez que te robaron y te perdieron la maleta con 39 de fiebre y llegaste a Viena con sólo un paquete de jamón serrano envasado al vacío, esos bailes en un patio de La Habana...Mi viaje de mil millas en el que capturaré mil millones de duendes aún está por llegar...me gustaría que pudiesemos hacerlo juntos.Co-DACK!Un milisegundo; El duende queda atrapado.El olor a especias y sal, la gota de sudor que recorre la frente del músico callejero, el calor del sol sobre su piel...El arte de reflejar mediante imágenes c ada uno de los sentidos conlleva tener que ser una persona receptiva-perceptiva, capaz de descubrir todos los pequeños detalles que hacen que un momento sea mágico. Si no lo sientes, no se ve.Una vez leí que un viaje de mil millas comienza con un paseo: la curiosidad y la inquietud de los 18 recién cumplidos me pusieron la mochila sobre los hombros para llevarme a Polonia, y siempre he considerado ese viaje como mi primer pequeño paseo. Desde entonces he visitado muchos lugares, conocido mucha gente, comido y bebido mucha cultura...y aunque en algunos momentos he pasado momentos malos, es curioso como al final siempre se recuerdan como pequeñas anécdotas que contar con una sonrisa. Y es que un viaje no termina en el momento en que abres la puerta de tu casa; el viaje termina el día en que olvidas la cerveza que te tomaste en Praga con ese Polaco que conociste en el tren, la vez que tocaste la guitarra en las calles de Dublin, la vez que te robaron y te perdieron la maleta con 39 de fiebre y llegaste a Viena con sólo un paquete de jamón serrano envasado al vacío, esos bailes en un patio de La Habana...liasjd ñasidioa aifyaof a8fyaor uapar uq rpe aprap tua tpe9ru wpeik
6. Co-DACK!Un milisegundo; El duende queda atrapado.El olor a especias y sal, la gota de sudor que recorre la frente del músico callejero, el calor del sol sobre su piel...El arte de reflejar mediante imágenes cada uno de los sentidos conlleva tener que ser una persona receptiva-perceptiva, capaz de descubrir todos los pequeños detalles que hacen que un momento sea mágico. Si no lo sientes, no se ve.Una vez leí que un viaje de mil millas comienza con un paseo: la curiosidad y la inquietud de los 18 recién cumplidos me pusieron la mochila sobre los hombros para llevarme a Polonia, y siempre he considerado ese viaje como mi primer pequeño paseo. Desde entonces he visitado muchos lugares, conocido mucha gente, comido y bebido mucha cultura...y aunque en algunos momentos he pasado momentos malos, es curioso como al final siempre se recuerdan como pequeñas anécdotas que contar con una sonrisa. Y es que un viaje no termina en el momento en que abres la puerta de tu casa; el viaje termina el día en que olvidas la cerveza que te tomaste en Praga con ese Polaco que conociste en el tren, la vez que tocaste la guitarra en las calles de Dublin, la vez que te robaron y te perdieron la maleta con 39 de fiebre y llegaste a Viena con sólo un paquete de jamón serrano envasado al vacío, esos bailes en un patio de La Habana...Mi viaje de mil millas en el que capturaré mil millones de duendes aún está por llegar...me gustaría que pudiesemos hacerlo juntos.Co-DACK!Un milisegundo; El duende queda atrapado.El olor a especias y sal, la gota de sudor que recorre la frente del músico callejero, el calor del sol sobre su piel...El arte de reflejar mediante imágenes c ada uno de los sentidos conlleva tener que ser una persona receptiva-perceptiva, capaz de descubrir todos los pequeños detalles que hacen que un momento sea mágico. Si no lo sientes, no se ve.Una vez leí que un viaje de mil millas comienza con un paseo: la curiosidad y la inquietud de los 18 recién cumplidos me pusieron la mochila sobre los hombros para llevarme a Polonia, y siempre he considerado ese viaje como mi primer pequeño paseo. Desde entonces he visitado muchos lugares, conocido mucha gente, comido y bebido mucha cultura...y aunque en algunos momentos he pasado momentos malos, es curioso como al final siempre se recuerdan como pequeñas anécdotas que contar con una sonrisa. Y es que un viaje no termina en el momento en que abres la puerta de tu casa; el viaje termina el día en que olvidas la cerveza que te tomaste en Praga con ese Polaco que conociste en el tren, la vez que tocaste la guitarra en las calles de Dublin, la vez que te robaron y te perdieron la maleta con 39 de fiebre y llegaste a Viena con sólo un paquete de jamón serrano envasado al vacío, esos bailes en un patio de La Habana...liasjd ñasidioa aifyaof a8fyaor uapar uq rpe aprap tua tpe9ru wpeik
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