2. ... muchos alfombraron el camino con sus mantos, otros con ramas cortadas en el campo. Los que iban delante y detrás gritaban: “Hossanna, bendito el que viene en nombre del Señor. Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David. ¡Hossanna en el cielo! Mc 11, 8-10
3. Apenas se hizo de día, los sumos sacerdotes, con los ancianos, los escribas y el Sanedrín en pleno, se reunieron y, atando a Jesús lo llevaron y lo entregaron a Pilato.
4. “ ¿Qué hago con el que llamáis rey de los judíos?” Ellos gritaron de nuevo: “¡CRUCIFÍCALO!” Los que pasaban lo injuriaban, meneando la cabeza y diciendo: “¡Anda!, tú que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo bajando de la cruz” Los sumos sacerdotes con los escribas se burlaban también de él, diciendo. “A otros ha salvado, y a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos”
5. Y, a la media tarde, Jesús clamó con voz potente: “Eloí, Eloí, lamá sabaktaní”. Que significa: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró. El centurión, que estaba enfrente, al ver cómo había expirado, dijo: “Realmente este hombre era Hijo de Dios”. Pasión según San Marcos, cap. 15
6. Muchas palabras se dijeron durante la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo; palabras de alabanza, de júbilo y alegría, pero también y al poco tiempo, palabras cargadas de insultos, de burlas y de acusaciones falsas. Mientras todo esto pasaba, Jesús, como cordero que es llevado al matadero, callaba y no se defendía pues los hombres, a veces, cerramos nuestros oídos y no queremos oír, ni tan siquiera a la PALABRA. Que el Señor Jesús abra nuestros oídos durante esta Semana Santa que comienza y que como el centurión podamos llegar a afirmar desde lo más profundo de nuestro corazón: REALMENTE ESTE HOMBRE ERA EL HIJO DE DIOS. José Miguel, Ana y Aitor