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MANUAL
   DE
PRIMEROS
 AUXILOS
CONTENIDO



CAPITULO I.- GENERALIDADES

  1. Conceptos de primeros auxilios
  2. Principios de actuación en primeros auxilios
  3. Terminología Clínica
  4. Valoración del estado del accidentado




CAPITULO II.- EMERGENCIAS

  1. Ahogados, Obstrucción de las vías aéreas
  2. Reanimación Cardio-Pulmonar (R.C.P.)




CAPITULO III.- PROCESOS PATOLÓGICOS I

  1. Lipotimia y desmayos
  2. Ataques de ansiedad y de epilepsia
  3. Heridas, Mordeduras y Picaduras
  4. Hemorragias y shok hipovolémico




CAPITULO IV.- PROCESOS PATOLÓGICOS II

  1. Intoxicación por gases
  2. Quemaduras
  3. Insolación ( golpe de calor ) Y enfriamiento generalizado
  4. Electrocutación
CAPITULO V.- PROCESOS PATOLÓGICOS III

          1. Esguinces y torceduras
          2. Luxación o dislocación
          3. Fracturas
          4. Politraumatizado,         traumatismo        craneoencefálico         e
             inconsciencia
          5. Inmovilización y trasporte. Rautek y retirada de casco

       CAPITULO I .- GENERALIDADES



       1. CONCEPTO DE PRIMEROS AUXILIOS.



Los primeros auxilios son todas aquellas medidas o actuaciones que realiza el
auxiliador, en el mismo lugar donde ha ocurrido el accidente y con material
prácticamente improvisado, hasta la llegada de personal especializado. Los
primeros auxilios no son tratamientos médicos. Son acciones de emergencia para
reducir los efectos de las lesiones y estabilizar el estado del accidentado. Y esto
último es lo que le concede la importancia a los primeros auxilios, de esta primera
actuación va a depender en gran medida el estado general y posterior evolución
del herido. Así mismo, son una obligación moral.

Pero, ¿qué es una urgencia?. ¿Y una emergencia?.

La American Hospital Association define la urgencia como cualquier situación que
en opinión del enfermo, los parientes u otra persona que asuma la responsabilidad
de llevarlo al hospital, requiere intervención médica inmediata. La situación de
urgencia continua hasta que se ha realizado una evaluación y diagnóstico médico.

En una urgencia, pueden tener que aplicarse uno de estos dos tipos de primeros
auxilios:

   •   Primeros auxilios emergentes o emergencias: en los que existe peligro
       vital para la vida del accidentado, estas son: una parada cardio-respiratoria,
       la asfixia, el shock, las hemorragias importantes y los envenenamientos
       graves.

   •   Primeros auxilios no emergentes: en los que no existe dicho peligro, por
       ejemplo: una fractura en un brazo, dolor abdominal, etc.

Por tanto, una emergencia es una urgencia en la que existe una situación de
muerte potencial para el individuo sino se actúa de forma inmediata y adecuada.
Concluyendo, en las urgencias (sean o no emergencias) los primeros auxilios
juegan un papel importante para el estado posterior del individuo.




      2.- PRINCIPIOS          EN    LA     ACTUACIÓN         DE     PRIMEROS
      AUXILIOS.



             PRINCIPIOS BÁSICOS.

Todo socorrista en sus actuaciones debe conocer y aplicar siempre en este orden
los siguientes principios básicos:

1º. PROTEGER, en primer lugar, a él mismo y después a la víctima. Podemos
evitar nuevos accidentes, si señalizamos el lugar del accidente. SÓLO si hay
peligro para el accidentado se le desplazará, manteniendo recto el eje cabeza-
cuello-tronco.

2º. AVISAR, es decir dar el SOS, indicando: el número y estado aparente de los
heridos, si existen factores que pueden agravar el accidente (caídas de postes
eléctricos) y el lugar exacto dónde se ha producido el accidente. Saber que de la
información que nosotros demos, va a depender tanto la cantidad como la calidad
de medios humanos y materiales, que allí nos lleguen.

3º. SOCORRER. Esta es la finalidad principal de los primeros auxilios, pero para
hacerlo correctamente previamente hace falta realizar la evaluación del herido.




             PRINCIPIOS GENERALES

Primero: Estar tranquilo, pero actuar rápidamente.- Con tranquilidad se da
confianza a la víctima y a aquellos que se encuentren cerca. Los testigos suelen
tener miedo, con frecuencia pánico o están sobreexcitados. El auxiliador ha de dar
ejemplo mostrando su tranquilidad.
3.- TERMINOLOGÍA CLÍNICA.



Antes de estudiar la forma de valorar el estado de un accidentado es necesario
revisar una serie de conceptos que se van a repetir frecuentemente a lo largo de
este curso. Estos son: signos, síntomas, pulso, tensión arterial, respiración y
coloración del accidentado.

      SIGNOS Y SÍNTOMAS

SÍNTOMA: Manifestación de una alteración orgánica o funcional apreciable
solamente por el paciente. (P.ej., el dolor).

SIGNO: Manifestación de una alteración orgánica o funcional apreciable tanto por
el paciente como por un observador. (P.ej., convulsiones, deformación de un
miembro).

Esto es, los síntomas son subjetivos, mientras los signos son objetivos. Ambos
nos van a proporcionar información sobre el estado del herido. Para conocer los
síntomas es necesario recurrir al interrogatorio, mientras que para los signos
usaremos la exploración, esto es, inspección y palpación. La inspección permite
apreciar mediante la observación el estado general del herido, el color de su
rostro, la deformidad de un miembro fracturado, la importancia de una quemadura,
etc. Por la palpación podemos apreciar la frecuencia y regularidad del pulso, el
dolor localizado en una contusión, etc. Finalmente, ciertos datos de exploración
solamente podremos obtenerlos mediante el empleo de aparatos auxiliares, tales
como el termómetro, para medir la temperatura, o el esfigmomanómetro, para la
presión arterial.



             LA RESPIRACIÓN.

La frecuencia respiratoria normal es de 16 a 20 R.P.M. (se cuenta como una
respiración la suma de inspiración y espiración). El aumento de dicha frecuencia,
o taquipnea se produce de manera fisiológica tras el ejercicio o la excitación;
igualmente, la permanencia en alturas considerables o en grandes profundidades
acelera el ritmo respiratorio. La bradipnea, o disminución de la frecuencia
respiratoria, se presenta fisiológicamente durante el sueño. Patológicamente lo
hace en intoxicaciones por opio, barbitúricos, alcohol, ácido carbónico, ácido
cianhídrico; el estado de shock, etc.

La disnea es la dificultad para respirar. Desde el momento en el que la respiración
deja de ser un reflejo inconsciente para convertirse en un acto consciente empieza
la disnea.
Dado que la respiración normal depende de muchos factores, son muchas
también las posibles causas de disnea: la falta de oxígeno en el aire, la falta o
escasez de hemoglobina en la sangre, la obstrucción de las vías respiratorias, etc.




       PULSO: MANERA DE APRECIARLO Y DATOS QUE SUMINISTRA.

El pulso es la trasmisión a todas las arterias del organismo del impulso cardíaco
sistólico, esto es, durante la contracción del corazón. Por ello, puede ser
apreciado en cualquier parte del cuerpo (Fig. 1) en que exista una arteria cerca de
la superficie de la piel y, mejor aún, si descansa sobre el plano duro de un hueso.

La arteria más utilizada para valorar el pulso es la radial, localizada en la parte
externa de la cara anterior de la muñeca. También puede explorarse en la
carótida, a ambos lados de la garganta. Otros puntos utilizados para valorar el
pulso son las arterias temporales, sobre las sienes; la femoral, sobre las ingles y la
poplítea, en el hueco de la cara posterior de la rodilla.

Por la facilidad de su localización y por su importancia, al informarnos sobre la
irrigación sanguínea cerebral, el pulso carotideo es el que debemos valorar en una
situación de primeros auxilios. Éste se debe buscar a la altura de las arterias
carótidas situadas superficialmente a ambos lados de la línea media del cuello. El
auxiliador procederá de la siguiente forma:

       - Se colocará al lado de la víctima;

       - Situará los dedos índice y medio en la línea media del cuello (a la altura
       de la laringe), deslizándolos unos dos centímetros a uno de los lados y

       - Presionará con los dedos suavemente, intentando localizar el pulso.

Conviene señalar que NO se deben palpar ambas carótidas a la vez, puesto que
si se interrumpe o dificulta el paso de sangre al cerebro, puede ponerse en peligro
al herido.

Aunque tres son las características del pulso, a saber, frecuencia, ritmo y
amplitud; a nosotros nos interesa fundamentalmente la primera. La FRECUENCIA
normal del pulso es muy variable en un adulto sano. En reposo suele ser de 60 a
80 pulsaciones por minuto, con variedades de hasta 44 en individuos robustos y
entrenados (Miguel Indurain p.Ej.), y de 90 a 100 en sujetos más débiles o
nerviosos, así como en los niños.

El aumento de frecuencia se denomina taquicardia: de manera fisiológica se
presenta tras el ejercicio, la excitación nerviosa o las comidas abundantes. De
forma patológica la fiebre, shock traumático, hemorragias, infarto de miocardio,
entre otras causas desencadenan la taquicardia.

El pulso lento se denomina bradicardia, fisiológico durante el sueño y en atletas
en reposo. Si es muy lento (inferior a 40 lpm) debe hacernos pensar en una lesión
cardiaca (sobre todo sí el individuo sufre desvanecimiento o disnea) o cerebral (en
los traumatismos craneoencefálicos).



             PRESIÓN ARTERIAL: Información que aporta.

La presión arterial, también conocida como tensión arterial, es la presión que
ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Depende de la energía de la
actividad del corazón, la elasticidad de las paredes arteriales y el volumen y
viscosidad de la sangre.

La presión máxima se produce cerca del final del latido de expulsión del ventrículo
izquierdo del corazón, y se llama máxima o sistólica. Esta refleja el volumen de
sangre circulante. Su descenso puede deberse a una pérdida de sangre masiva,
caso del shock. La presión mínima se produce en la parte final de la diástole
ventricular, y se llama presión mínima o diastólica. Va a reflejar el diámetro de las
arterias, su descenso se debería a la dilatación de las mismas y viceversa.

A la hora de aplicar unos primeros auxilios no nos va a ser posible medir la
presión arterial debido a que se requieren medios materiales de los que se van a
carecer. En estas situaciones nos interesará conocer aquellos signos y síntomas
que nos van a indicar su alteración en determinadas circunstancias.

                            SIGNOS                      SÍNTOMAS
                                                        Nauseas
                            Palidez
                                                        Mareo
                            Vómitos
                                                        Somnolencia
HIPOTENSIÓN                 Taquicardia
                                                        Calambres musculares
                            Dificultad para hablar
                                                        Visión borrosa
                            Sudoración fría
                                                        Sensación de "un vacío en
                                                        el estómago"
                                                        Dolor de cabeza intenso
HIPERTENSIÓN
                                                        Mareo



             COLORACIÓN DEL ROSTRO.

Dentro de la normalidad existe una gran variación, de unos individuos a otros, en
la coloración de la cara y de toda la piel del cuerpo. No obstante, en los estados
patológicos, las alteraciones de la coloración, apreciadas con objetividad, pueden
sernos muy útiles para el diagnóstico.
COLOR                     SOSPECHAR:
          Piel          y - Hemorragia interna (sí se
PALIDEZ
          mucosas         presenta de forma súbita)
                          - Shock, lipotimia, sincope, frío y
          Solo piel
                          emoción.
                          - Intoxicación por CO, gas del
                          alumbrado y el ácido cianhídrico.
ENROJECIMIENTO
                         - Insolación
CIANOSIS, desde rojo                                      - Insuficiente oxigenación
oscuro al amoratado                                       de la sangre
ICTERICIA,      desde   el - Alteración del hígado o vías
amarillo al verde oscuro biliares


             4.- VALORACIÓN DEL ESTADO DEL ACCIDENTADO:
             VALORACIÓN PRIMARIA (el ABC) Y VALORACIÓN
             SECUNDARIA.



VALORACIÓN PRIMARIA



      El proceso de valoración consiste en la recogida de datos sobre el paciente que
      pueden ser de utilidad para facilitar la correcta actuación del auxiliador. Esta
      valoración ha de ser sistemática y precisa. Entendemos dos formas
      complementarias y consecutivas de valoración: la primaria y la secundaria.

      En una situación de urgencia, a pesar que la reacción instintiva de cualquier
      persona es emprender alguna acción, no se ha de caer en este error, pues la
      valoración primaria requiere pocos minutos y de su realización puede depender la
      vida del accidentado.

      La valoración primaria se inicia con la primera impresión que el auxiliador tiene al
      ver al herido, que se forma a partir de lo que vemos y oímos, seguida de la
      evaluación primaria propiamente dicha, que consiste en identificar problemas que
      amenazan la vida del individuo, resumidos en el ABC:

             A.- AIRWAY ----------> Permeabilidad de las vías aéreas, necesaria para
             que el aire llegue a los pulmones.

             B.- BREATHING -----> Existencia de respiración espontánea.

             C.- CIRCULATION --> Existencia de latido cardiaco y ausencia de grandes
             hemorrágias.
La alteración de estos tres puntos se da en la parada cardiorespiratoria, que será
    tratada posteriormente.




VALORACIÓN SECUNDARIA



    Sólo después de realizar la valoración primaria y las debidas actuaciones
    (reanimación cardio-pulmonar, apertura de vías, etc..), si las hubo, se realiza la
    valoración secundaria.
    Ésta consiste en la valoración del estado del accidentado de pies a cabeza, tanto
    por delante, por detrás y por ambos laterales. Se han de buscar:

       •   fracturas de miembros o de la columna vertebral,
       •   golpes recibidos en la cabeza, tórax, abdomen y/o espalda que puedan
           producir hemorragias internas,
       •   lesiones, contusiones, quemaduras, dolor, etc.

    Durante este proceso se interrogará al enfermo, si está consciente, intentando
    obtener la mayor cantidad de información posible por si dejara de estarlo. Se
    anotaran, y posteriormente se trasmitirán a los servicios sanitarios, los siguientes
    datos:

       •   nombre y apellidos

       •   edad
              o    constantes vitales (pulso y respiración)
                        enfermedades que padezca o halla padecido
       •   medicación que toma habitualmente (anticoagulantes, insulina,..)
       •   alergias a algún medicamento
       •   si lleva algún informe médico encima
       •   localización del dolor
       •   hormigueos, "descargas eléctricas", entorpecimiento de las piernas
                o actuaciones de primeros auxilios realizadas y respuesta del paciente
                   a ellas,
       •   SI existe hemorragia la cantidad aproximada y el origen,
                o SI se está realizando la Reanimación Cardio-Pulmonar, tiempo
                   desde la parada y tiempo que se está realizando la maniobra.
                        SI existe intoxicación por fármacos o productos tóxicos,
                          cuándo y qué cantidad, y si hubo vómitos.
CAPITULO II .- EMERGENCIAS



1.- AHOGADOS

Ahogamiento por asfixia o por inmersión, se produce porque un medio líquido
obstruye el paso del aíre al interior de la vías aéreas. Hay dos clases de
ahogamientos:

      Ahogamiento seco: Se produce un espasmo de la glotis por
      Iaringoespasmo, por lo que el agua no llega al interior del árbol bronquial;
      también se denomina ahogamiento blanco, por el aspecto pálido de la
      víctima.

      Ahogamiento húmedo: Hay aspiración de líquido a los pulmones tras la
      fase inicial de laringoespasmo, por estímulos de la hipoxia y la hipercapnia
      en el centro respiratorio de la Inspiración; se denomina ahogamiento azul y
      representa el auténtico cuadro de asfixia por inmersión.

Por otro lado, según el medio en que se produzca, la inmersión puede ser por:

      Agua de mar, que es hipertónica, lo que provoca paso de líquido hacía los
      bronquios y los alvéolos, dificultando el intercambio gaseoso, llegando a la
      muerte por asfixia, hipoxia, acidosis y edema pulmonar.

      Agua dulce, que es hipotónica y pasa rápidamente desde el alvéolo al
      torrente circulatoria, produciendo hipervolemia y hemólisis, lo que ocasiona
      la muerte por fibrilación ventricular, hipoxia y edema pulmonar.

      Ahogamiento en piscinas, que es igual al del agua dulce, con el
      agravante del cloro que produce acción tóxica en la pared alveolar.
Ahogamiento en aguas contaminadas, que presenta dos problemas
      añadidos; la contaminación bacteriana y la química.

En cualquier caso, el principal acontecimiento tras la inmersión es la hipoxemia
arterial.
Inicialmente, tras la inmersión total en el agua, la víctima presa del pánico inhibe
su respiración mientras lucha y se agita violentamente. La agitación poco a poco
desaparece mientras pequeñas cantidades de aire salen de los pulmones y de la
misma forma grandes cantidades de líquido son tragadas y aspiradas. Los
vómitos están frecuentemente asociados en relación a la ingestión de gran
cantidad de líquido. Finalmente desaparecen todos los reflejos de la vía aérea y el
agua penetra pasivamente en la tráquea, sucumbiendo y produciéndose la parada
cardiaca. Pero como anteriormente hemos descrito, existe el ahogamiento seco,
en el que el laringoespasmo no permite la entrada de líquido y la muerte se
produce por ausencia de ventilación e hipoxia.
En todos los ahogados se produce, en mayor o menor intensidad, un cierto grado
de hipotermia, que en cierta forma protege al cerebro de la hipoxia; esto es
importante, ya que no se debe abandonar la reanimación de un ahogado
basándose en su frialdad.
En ocasiones, el traumatismo suele ser el acontecimiento principal que precipita la
Inmersión; a menudo coexisten lesiones cervicales y torácicas, que no son
advertidas y conducen a consecuencias desastrosas.
VALORACION, SOPORTE y ESTABILIZACION.

                        •   SACAR DEL MEDIO ACUÁTICO
                        •   PERMEABILIZAR VÍA AÉREA
                        •   INICIAR VENTILACIÓN / OXIGENACIÓN
                        •   SI P.C.R., INICIAR R.C.P.
                        •   MONITORIZACIÓN E.C.G.
                        •   CONTROL SEGMENTO CERVICAL
                        •   CUIDAR LA HIPOTERMIA

Lo más importante es extraer a la víctima del lugar del ahogamiento e iniciar
prontamente las medidas de reanimación.
La asfixia es el primer determinante de la mortalidad tanto temprana como tardía.
Por tanto, el primer objetivo en la resucitación es corregir la hipoxemia y
establecer la circulación ya en el lugar del accidente.
Se deben iniciar las medidas tendentes a la ventilación pulmonar, mediante las
respiración boca-boca o la administración de altas concentraciones de oxígeno, si
se dispone de él, incluso en los pacientes conscientes y sin aparente dificultad
respiratoria.
Si no se aprecia latido cardíaco o pulso carotídeo, se debe pasar a una
reanimación cardiopulmonar básica completa.
Recordar que los vómitos pueden tener lugar en más del 50% de los ahogados
durante la resucitación.
Es primordial la adecuada limpieza de la vía aérea antes de proceder a la
ventilación y el manejo del paciente como si existiera lesión de la columna
cervical.
También es muy importante tener en cuenta que en presencia de hipotermia, el
tiempo convencional de límite de resucitación (30 minutos) debe ser ignorado
hasta que la temperatura central supere los 30ºC. En niños los límites con
     respecto a la resucitación todavía son más prolongados. Las víctimas de
     ahogamiento que presentan hipotermia severa deben ser sometidos a una rápida
     y continuada reanimación hasta que se logre actividad cardiaca. La hipotermia
     hace extremadamente irritable el miocardio, por lo que es necesario en ocasiones,
     múltiples choques para revertir la fibirílaci6n hasta que la temperatura alcance los
     33-35ºC. Por todo ello, la monitorización electrocardiográfica es necesaria durante
     el calentamiento.
     Las maniobras para drenar el líquido de los pulmones son ineficaces y
     potencialmente peligrosas; deberán ser abandonadas porque pueden provocar
     el vómito o la aspiración.

     OBSTRUCCIÓN DE LA VÍA AÉREA POR UN OBJETO.
     Cuando un objeto compromete la permeabilidad de la vía aérea compromete la
     vida. En la reanimación cardiopulmonar veremos la forma de abrir las vías en el
     caso de una víctima supuestamente inconsciente, donde será la propia lengua del
     accidentado la que impedirá el paso del aire. En este caso, va a ser un objeto el
     que va a entorpecer el paso del aire hacia los pulmones, pudiendo la víctima estar
     consciente o no.

     Antes de continuar, recordemos por un momento la anatomía de las vías
     respiratorias. Estas se dividen en dos partes: vías respiratorias altas y bajas. La
     boca, nariz , faringe y laringe constituyen las vías respiratorias altas. Traquea,
     bronquios y bronquiolos las vías bajas. Habitualmente las obstrucciones se
     localizan en las vías altas con lo que obstrucción es total. Una vez que el objeto
     pasa de la traquea, la obstrucción es parcial pues el objeto suele alojarse en el
     bronquio derecho, permitiendo la ventilación del izquierdo.

     La obstrucción de la vía aérea por un cuerpo extraño suele ir acompañada por el
     estado de consciencia de la víctima y la ingestión accidental de un cuerpo, bien
     comida u otros objetos, causa de la asfixia. Si estamos presentes observaremos
     como la víctima lleva sus manos al cuello, signo universal de atragantamiento y
     asfixia. Si no estuviéramos presentes en el preciso momento del atragantamiento
     la observación del lugar puede darnos una pista de vital importancia (p.ej. un niño
     desmayado junto a un bote de canicas). ¿Qué hacer entonces?.

NIÑO < 4 Años

     En un niño menor de un año realizaremos la MANIOBRA DE HEIMLICH adecuada
     a esta edad (Fig. 2). Le colocaremos a horcajadas en el antebrazo del auxiliador,
     quién le dará cuatro golpes entre los omóplatos; en caso de fracaso, girar al niño
     sobre la espalda, con la cabeza baja y efectuar cuatro apretones sobre la parte
     anterior del tórax, en mitad del esternón.
NIÑO > 4 Años y ADULTOS

     En un niño grande o en un adulto, realizaremos la MANIOBRA DE HEIMLICH para
     estas edades (Fig. 2). Esta maniobra pretende desalojar cualquier obstáculo de
     las vías aéreas mediante un brusco aumento de presión intratorácica. La
     maniobra de Heimlich tiene diversas modalidades según esté la víctima de pie o
     acostada.

     * Si la víctima está DE PIE: el socorrista se colocará detrás de ella, colocando los
     brazos por debajo de los de la víctima. Seguidamente cerrará la mano alrededor
     del dedo pulgar en forma de puño, lo colocará horizontalmente con el dorso de la
     mano hacia arriba y el pulgar justo por debajo del esternón. La otra mano la
     colocará sobre el otro extremo del puño. En esta posición tirará bruscamente
     hacia él comprimiendo el abdomen en sentido ascendente varias veces seguidas.

     * Si la víctima está SENTADA: el socorrista se colocará detrás de ella con las
     rodillas flexionadas para estar a la altura más correcta, y procederá como en el
     caso anterior.

     * Si la víctima está EN EL SUELO: el auxiliador lo estira boca arriba, colocándose
     a horcajadas sobre sus muslos, con la palma de la mano encima del ombligo y la
     otra mano sobre la primera. De esta forma comprimirá hacia abajo y hacia la
     cabeza bruscamente varias veces. El auxiliador ha de colocar la cabeza de la
     víctima ladeada para facilitar la salida de objetos.
En todos los casos las maniobras pueden repetirse varias veces seguidas y
acompañándose de la búsqueda y retirada de objetos de la boca.

Si todo esto no fuera suficiente o la víctima permaneciera inconsciente o tomara
una coloración violeta practicaríamos varias insuflaciones con la intención de
alojar el posible objeto en las vías bajas permitiendo una ventilación parcial. Si
tras extraer el cuerpo extraño no respirara practicaríamos la R.C.P. (Que
estudiaremos a continuación).




       2.- REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR (RCP).



La vida se ve comprometida en cualquier situación en la que exista una
obstrucción de la difusión de gases, fracaso de la bomba cardiaca o inadecuado
transporte sanguíneo de oxígeno a los tejidos. En estos casos es necesaria la
intervención urgente. El ABC de la asistencia de emergencia y el objetivo
prioritario en la evaluación y tratamiento para evitar la muerte del sujeto, reside en:




       A.- AIRWAY ----------> La permeabilidad de las vías aéreas.

       B.- BREATHING -----> La facilitación de la respiración.

       C.- CIRCULATION --> La conservación de la circulación.
JUSTIFICACIÓN DE LA NECESIDAD DE APRENDER LA RCP.

     En la actualidad, prácticamente el 50% de los fallecimientos se deben a
     enfermedades cardiovasculares, mientras que un 30% se deben a traumatismos.
     En el primer caso afecta a personas en las edades más productivas de la vida,
     entre los 35 y 60 años de edad. El traumatismo supone la primera causa de
     mortalidad para los menores de 40 años.

     El 40% de las muertes producidas por enfermedades cardiovasculares podrían
     sobrevivir con una correcta Reanimación Cardio-Pulmonar antes de los 4 minutos.

     El 60-70% de los casos de muerte por enfermedad cardiovascular tienen lugar
     fuera de los centros sanitarios. En un estudio realizado en Navarra por Serón y
     Arbeola, la mortalidad por infarto de miocardio en dicha región se produjo en el
     61,1% de los casos en el domicilio y en el 5,4% durante el transporte.

     Estos datos avalan la necesidad de enseñar la maniobra de la R. C. P. entre la
     población general.




BREVE FISIOPATOLOGÍA DE LA PARADA CARDIO-PULMONAR.

     Una parada cardio-pulmonar puede estar producida, o bien por una parada
     cardiaca, o bien por una pulmonar.

     * PARADA CARDIACA. Esta puede estar ocasionada por un FALLO PRIMARIO
     DEL CORAZÓN, originado en él mismo, o por un FALLO SECUNDARIO,
     originado en otro/s órgano/s o sistema/s y que afecta al corazón como un órgano
     más.

     * PARADA RESPIRATORIA (apnea). Las causas de una parada respiratoria
     pueden ser de tres tipos: Neurológicas, Musculares y Mecánicas. De forma
     desarrollada las causas de Asfixia pueden ser:

           1.- Insuficiencia de oxígeno en el ambiente por humo, gases tóxicos, etc..

           2.- Obstrucción de las vías aéreas por:

              •   Cuerpos extraños
              •   Lengua retraída hacia la laringe
              •   Edema de las vías respiratorias
              •   Laringoespasmo
              •   Aspiración de contenido gástrico por vómito

           3.- Secreciones en las vías aéreas en los casos de semiahogamiento o
           edema pulmonar.

           4.- Interferencia con la respiración por traumatismo torácico o depresión del
           centro respiratorio mediante fármacos o drogas.
5.- Interferencia con la circulación en casos de:

              •   Shock eléctrico
              •   Infarto de miocardio
              •   Envenenamiento por monóxido de carbono




DEFINICIÓN Y DIAGNÓSTICO.

     Se define una Parada Cardio-Pulmonar como el cese brusco de la circulación
     sanguínea con la consiguiente interrupción del aporte de oxígeno a los tejidos.

     Para determinar la existencia de una Parada Cardio-Pulmonar diferenciaremos la
     parada cardiaca de la pulmonar.

           *Diagnóstico de una parada cardiaca:

              •   Pérdida brusca de la consciencia.
              •   Ausencia de pulsos en las grandes arterias (carótida, femoral,
                  humeral, etc.)

     Son signos adicionales:

              •   la presencia de apnea (ausencia de respiración) o patrón respiratorio
                  ineficaz,
              •   cianosis (coloración azulada de la piel, sobre todo en labios y zonas
                  distales
              •   frialdad en las extremidades y,
              •   dilatación pupilar.

           *Diagnóstico de una parada respiratoria:

                  A) Completa: - Ausencia de paso de aire

                                - No se oye flujo

                                - Dificultad para insuflar aire

                                - Incapacidad para toser

                                - Escasa o nula expansión torácica

                                - Tiraje supraclavicular e intercostal

                  B) Parcial: - Ausencia de ruidos respiratorios

                                - Ronquido (hipofaringe)
- Estridor (laringe)

                               - Sibilancia (bronquial)

                               - Gorgoteo (cuerpo extraño)

                               - Si existe, capacidad para toser




ACTUACIÓN: REANIMACIÓN CARDIO-PULMONAR (RCP).

    La RCP es el conjunto de maniobras encaminadas a revertir una parada cardio-
    respiratoria, evitando que se produzca la muerte biológica por lesión irreversible
    de los órganos vitales (cerebro). Pretendemos obtener un flujo sanguíneo
    suficiente para evitar la muerte cerebral.

    El conjunto de maniobra denominadas como RCP pueden dividirse en tres grupos:

          1º.- RCP Básica: No requieren medios especiales y puede ser realizada por

                 cualquier persona debidamente preparada.

                 A- Permeabilidad de la vía aérea

                 B- Respiración boca a boca

                 C- Masaje cardiaco




          2º.- RCP Avanzada: Requiere medios especiales y es realizada

                 exclusivamente por personal sanitario.

                 a) Uso de drogas, líquidos de infusión intravenosa, etc..

                 b) Monitorización del electrocardiograma.

                 c) Desfibrilación.




          3º.- RCP en cuidados intensivos: Orientada a la recuperación cerebral.

                 a) Evaluación del paciente y de su función cerebral.

                 b) Cuidados intensivos.
La RCP Básica.

                              Como comentamos al principio el ABC de la asistencia de
                              emergencia y objetivo prioritario en la evaluación y
                              tratamiento reside siempre en:

      A.- AIRWAY ----------> La permeabilidad de las vías aéreas.

      B.- BREATHING -----> La facilitación de la respiración.

      C.- CIRCULATION --> La conservación de la circulación.

Sobre estos tres pilares vamos a explicar la reanimación cardio-pulmonar.

Airway) Mantenimiento de la permeabilidad de la vía aérea.

      a) Colocación de la cabeza. Si la persona está inconsciente, es probable que la
      lengua obstruya la vía aérea impidiendo el paso de aire. Para evitarlo se pueden
      realizar una de las siguientes maniobras:

             - Hiperextensión Frente-nuca

             - Hiperextensión Frente-mentón

             - Triple maniobra

      Las dos primeras maniobras realizan la hiperextensión del cuello usando la frente
      y la nuca o el mentón como puntos de apoyo. La triple maniobra realiza la
      apertura de la vía aérea, dislocando la mandíbula inferior. Esta última maniobra se
      utiliza ante la sospecha de fractura cervical.




      b) Limpieza de la boca. La limpieza de la boca se ha de realizar manualmente con
      el "dedo en gancho", buscando posibles objetos causa de obstrucción (chicles,
      caramelos). Así mismo se retirará la dentadura postiza si existiera. Limpiaremos
      además, las secreciones que se hallasen en la boca (vómitos), con la ayuda de
      gasas, pañuelos, etc.
Si tras la realización de estas actividades no se hubiera obtenido una vía aérea
       permeable, es decir, que permita el paso libre de aire, se ha de sospechar la
       existencia de uno o más objetos en la garganta. Para solucionarlo se realizará la
       maniobra de Heimlich.

       Si no se consiguió con estas maniobras una respiración espontánea se ha de
       pasar al siguiente punto.




Breathing) Respiración artificial.

       La respiración artificial tiene por objeto hacer llegar aire hasta los pulmones del
       sujeto que se encuentra en parada respiratoria. Tres son las técnicas de
       respiración artificial: "boca a boca" (Fig. 3), mediante el uso de un ambú y
       mediante ventilación mecánica.

       Se considera que la respiración "boca a boca" es idónea para la actuación de
       primeros auxilios por:

              a) Conseguir un aporte de aire de alrededor de 1000 c.c. en cada
              insuflación.

              b) Permitir apreciar en todo momento la distensión del tórax del
              accidentado, lo que nos indica que la inspiración es buena o, en su caso, la
              existencia de obstáculos a la entrada de aire en los pulmones.

TÉCNICA

       Para realizar la respiración "boca a boca" o "boca a nariz" el accidentado debe
       estar tendido boca arriba. Hiperextender el cuello colocando, a ser posible, bajo
       los hombros una chaqueta o toalla. El auxiliador, arrodillado a la derecha de la
       víctima, cierra las fosas nasales (la boca en el caso de la técnica "boca a nariz")
       con el pulgar y el índice de su mano izquierda; con estos mismos dedos de su
mano derecha le sujeta la mandíbula, tirando de ella hacia arriba, mientras el codo
       del brazo derecho descansa suavemente sobre el pecho del accidentado.

       En esta posición el socorrista inspira profundamente, sella con su boca la del
       accidentado y le insufla el aire. A continuación, retira su boca para permitir el
       vaciamiento de los pulmones. Si existiera agua en los mismos la cabeza de la
       victima ha de estar lateralizada para facilitar la salida de la misma. En cada
       insuflación se comprobará que la ventilación es adecuada por: a) la elevación y
       descenso sucesivos de la pared del tórax (de 2 a 3 cm.); b) al oír y sentir como
       sale el aire al exhalarlo la víctima pasivamente; y c) al sentir el auxiliador en sus
       propias vías aéreas la resistencia de los pulmones de la víctima al expandirse.




       Este movimiento completo debe repetirse con una frecuencia de 16 a 20 veces
       por minuto, es decir, al mismo ritmo de la respiración normal del socorrista. Si el
       inicio de este proceso no fuera acompañado de una rápida recuperación de la
       respiración espontanea, se habrá de valorar la posibilidad de una parada cardiaca.
       De confirmarse ésta, se pasaría al punto siguiente.




Circulation) Masaje cardiaco.

       El masaje cardíaco debe aplicarse siempre que se observe falta de pulso y del
       latido cardíaco. Esta técnica se basa en la posibilidad de comprimir el corazón
       contra la columna vertebral, ejerciendo presión sobre el tercio inferior del esternón
       (Fig.). Con ello obligamos al corazón, que se encuentra parado y con sangre en su
interior, a expulsar la sangre y a llenarse después, alternativamente, como si se
     realizara una contracción activa.

     Una vez comprobada la ausencia de pulso y de latido cardíaco se tumbará al
     accidentado boca arriba, sobre un plano duro. El socorrista, arrodillado a la
     derecha del accidentado, localizará la punta del esternón y colocará el talón de
     una de las manos dos dedos por encima de la misma (Fig.). Colocará el talón de
     la otra mano sobre la primera entrecruzando los dedos; las palmas de las manos
     no deben tocar el pecho de la víctima, y los codos estarán rígidos, sin doblar. En
     esta postura el socorrista deja caer el peso de su propio cuerpo comprimiendo el
     esternón de 4 a 5 cm. Haciendo fuerza solo y exclusivamente sobre el talón de la
     mano. Manteniendo las manos en su sitio, retirar la compresión para permitir que
     el corazón se vuelva a llenar. Las compresiones se realizarán de forma rítmica,
     contando "y uno, y dos , y tres, y cuatro,..". Se continuará hasta que aparezca
     pulso.

     Para realizar al mismo tiempo la respiración artificial y el masaje cardiaco se
     realizarán ciclos de 15 compresiones, dos ventilaciones, hasta un total de cuatro,
     momento en el que se valorará la existencia de pulso carotideo. Intentamos
     obtener de 80 a 100 compresiones por minuto.



CUANDO NO REALIZAR LA R.C.P.

     - Cuando la muerte sea evidente. Por ejemplo: fractura craneal con salida de
     masa encefálica.

     - Evolución terminal del paciente (medio hospitalario).

     - Cuando se sepa que han pasado más de diez minutos desde la parada cardiaca,
     a excepción de niños, ahogados, electrocutados y accidentados hipotérmicos.




CUANDO SUSPENDER LA R.C.P.

     - Cuando se obtenga respiración y circulación espontanea.

     - Enfermedad irreversible e incurable confirmada (medio hospitalario).

     - Confirmación de haber iniciado la R.C.P. diez minutos después de la parada a
     excepción de niños, ahogados, electrocutados y accidentados hipotérmicos.
CAPITULO III .- PROCESOS PATOLÓGICOS I


            1.- LIPOTIMIA O DESMAYO:



      Es la pérdida momentánea del conocimiento, que la mayoría de las veces es
      producida por un descenso de la tensión arterial. Es decir, la lipotimia se produce
      porque no le llega suficiente sangre al cerebro.

      Antes del desmayo aparecen signos de: falta de fuerza, sensación de pérdida de
      conocimiento, malestar, vértigo, náuseas o vómitos, visión borrosa, zumbidos de
      oídos, palidez y sudoración fría.

            Actuación:

  •   acostarle y elevarle las piernas (para favorecer el riego sanguíneo cerebral),
  •   aflojarle la ropa: cinturón, corbatas, etc,
  •   si está inconsciente: NO darle NADA de beber,
  •   si no se recupera: traslado urgente.



            2.- ATAQUES DE ANSIEDAD Y DE EPILEPSIA.



ANSIEDAD

      La ansiedad es una emoción que surge ante cualquier situación o sensación de
      amenaza o agresión a la identidad del yo personal. Puede aparecer en gran
      variedad de circunstancias, desde la normalidad a la patología. Según Freud (en
      1926), la ansiedad normal sería "la ansiedad en relación con un peligro conocido".

      Los ataques de ansiedad o reacciones ansiosas agudas, son reacciones de gran
      intensidad que surgen en relación con circunstancias inusuales y muy traumáticas:
      catástrofes naturales (terremotos, inundaciones), incendios, guerras, etc.

      Los signos y síntomas que presenta el individuo que sufre el ataque son: temblor
      generalizado, sudoración, taquicardia o palpitaciones, disnea, mareo o sensación
      de inestabilidad.

            Actuación:

            - comunicarle a la persona que sufre de ansiedad que no está sola y que le
            vamos a ayudar,
- cuando exista hiperventilación (respiración superficial y rápida), es eficaz
             utilizar una bolsa de papel para que la persona respire en su interior.

             - estimular a la persona a que respire lentamente, que cierre los ojos,
             durante al menos 15 minutos.

             - si no cesa la crisis, convendrá trasladarle a un centro médico.




EPILEPSIA

      La epilepsia puede definirse como un trastorno transitorio de la conciencia o de la
      función motriz, sensitiva o vegetativa, con o sin pérdida de la consciencia.

      El cuadro clínico se caracteriza por la aparición repetida de crisis cerebrales que
      van acompañadas de espasmos generalizados (convulsiones) o limitados, o bien
      cursan sin espasmos. Estos ataque suelen ir acompañados de amnesia (pérdida
      de memoria), relajación de esfínteres y mucha salivación.

      Actuación:

  •   dejar al paciente donde está, mejor echado,
  •   despejar la zona en la que se encuentra el sujeto de objetos con los que pudiera
      hacerse daño (mesas, sillas, etc),
  •   NO sujetarlo si tiene movimientos convulsivos,
  •   si ya tiene la boca cerrada, NO intentar colocar un objeto entre sus dientes,
  •   NO darle de beber,
  •   NO trasladarle en pleno ataque,
  •   NO intentar la respiración artificial y
  •   si se trata de un paciente que NUNCA ha padecido ataques epilépticos,
      trasladarlo a un centro médico finalizada la crisis.




             3.- HERIDAS.




      Se pueden presentar dos tipos de heridas: las cerradas o contusiones (cardenal) y
      las abiertas, en las que existe rotura de la piel.

      Las heridas se van a caracterizar por la aparición de dolor, que dependerá
      fundamentalmente de la zona afectada y de la extensión de la herida; o de
      hemorragia.
Actuación:

                  •   lavarse las manos,

                  •   cortar la hemorragia (como veremos posteriormente),

                  •   limpiar la herida con agua y jabón o con agua oxigenada, intentando extraer
                      todos los cuerpos extraños que puedan hallarse en la herida,

                  •   vendar la herida, mediante vendas, apósitos, y si no se dispone de ellos, con
                      trozos de toallas, sábanas, procurando que estén lo más limpios posible,

                  •   dependiendo de la gravedad de la herida así como del grado de suciedad, se
                      le trasladará o no al centro médico.




       3.1.- MORDEDURAS Y PICADURAS.

A. MORDEDURAS.

       MORDEDURA DE SERPIENTE

Las mordeduras de serpientes en estas latitudes climáticas no son venenosas, a menos
que se trate de una víbora. Éstas son poco agresivas y no muerden, a menos que se las
moleste o pise.




                        Medidas de prevención y tratamiento
El veneno es inoculado a la herida mediante los colmillos que son huecos,
extendiéndose rápidamente por el organismo. Estos colmillos pueden ser fijos o
retráctiles. El veneno que inoculan puede ser hematotóxico o neurotóxico.
Veneno hematotóxico
Signos y síntomas:

   o   Dolor inmediato en la zona afectada.
   o   Edema (comienza tempranamente y puede abarcar toda la extremidad)
o   Petequias y equimosis
   o   Posibles signos y síntomas sistémicos: debilidad y fiebre, náuseas, vómitos, hormigueos y
       entumecimiento peribucal, ergusto metálico y fasciculaciones musculares.
   o   Posible hipotensión, hemorragia extensa, choque y edema pulmonar.

Veneno neurotóxico
Signos y síntomas:

   o   No hay signos ni síntomas locales y el cuadro sistémico tal vez no aparezca
       inmediatamente en caso de intoxicación grave.
   o   Los signos y síntomas posibles y que aparecen después de varias horas incluyen aprensión,
       inquietud, disnea, náuseas, sialorrea, vómitos y debilidad.
   o   Parálisis bulbar, que aparece en 4 a 7 horas.
   o   Parálisis difusa, que surge en 1 a 2 horas.
   o   Los signos y síntomas evolucionan rápidamente y pueden ocasionar parada respiratoria.

Actuación:

   •   El colapso es el peligro inmediato, sobre todo en los niños.
   •   El sujeto mordido debe evitar todo esfuerzo o movimiento, se le debe tender y evacuar en
       posición horizontal.
   •   No dar nunca de beber (y menos alcohol).
   •   Valore a menudo el estado cardiovascular, respiratorio y neurológico del individuo y mida
       sus signos vitales cada 15 minutos. Si entra en parada pulmonar o cardiocirculatoria inicie
       la R.C.P.
   •   Mida la circunferencia de la herida periódicamente para detectar el edema en aumento.
   •   Mida el pulso en todas las extremidades edematosas.
   •   Limpie la herida
   •   El uso del torniquete presenta grandes riesgos, es mejor no utilizarlo.
   •   Si la mordedura está localizada en un miembro, se puede colocar justo por encima de la
       herida una ligadura ancha ligeramente apretada.
   •   Traslade a la víctima a un centro hospitalario.

El auxiliador no tomará la responsabilidad de poner él mismo una inyección
antivenenosa, a menos que se dé esta doble consición:

          •    es imposible recurrir rápidamente a un médico

          •    la persona mordida, diez minutos después de la mordedura debe ser conducido a un
               hospital lo más pronto posible.




              Mas sobre las Serpientes
MORDEDURAS DE ARAÑA
La mordedura de araña en humanos se produce en el mayor número de ocasiones de
forma accidental y, frecuentemente, pasa desapercibida en un primer momento, ya que
el accidentado suele relacionarla con la picadura de algún insecto u otra causa
desconocida.
En nuestro país se estima que existen más de 1700 especies diferentes de arañas,
aunque sólo tres de éstas pueden considerarse peligrosas para el hombre la "araña
marrón" (Loxosceles rufescens), la "viuda negra" (Latrodectus tredecimguttatus) y la
"tarántula" (Lycosa tarántula fasciventris).


Identificación de la lesión
La mordedura suele situarse en extremidades superiores e inferiores e incluso en
genitales. Las señales que la identifican son dos puntos separados menos de 6 mm.
Estas dos micropunciones están enrojecidas, a veces dolorosas y con picor.




 Araña marrón              Viuda negra                  Tarántula




EFECTOS LOCALES

                       Araña marrón      Viuda negra    Tarántula
Edema
                                         X              X
Necrosis local
                       X                 X              X
Ulcera local
                       X
Costrosa
                       X
EFECTOS SISTÉMICOS
Hipermermia
                        X
Mialgias
                        X
Hemólisis
Coagulación
                        X
Intravascular
Disemminada
Dolores en ganglios y
                                        X
adenopatía
Contracturas
                                        X
musculares
Nauseas y vómitos
                                        X

Actuación:
Siempre que sea posible es importante identificar el ejemplar que ha producido la lesión,
para valorar si es venenoso.

    •   Tranquilizar a la víctima y acompañantes. Las picaduras tiene tratamiento.
    •   Mantener a la víctima en reposo y en una postura cómoda. Evitar movimientos
        innecesarios.
    •   Si es necesario por estados de angustia o nerviosismo inmovilizar la zona afectada en
        posición funcional.
    •   Ante la tumefacción o edema del miembro afecto, elevarlo
    •   Si es posible, lavar la zona con agua y jabón.
    •   NO UTILIZAR desinfectantes o antisépticos QUE COLOREEN la zona enmascarándola.
    •   Traslado a un centro sanitario.



b) MORDEDURAS DE MAMÍFEROS.
Las mordeduras de los animales (ser humano incluido) son peligrosas por el riesgo de
trasmitir enfermedades tales como la rabia, tétanos u otras infecciones. Toda mordedura
de animal se debe mostrar al médico.
Si se sospecha que un animal doméstico (perro, gato, caballo, ganado, etc..) está
afectado por la rabia, hay que esforzarse en capturarlo vivo y llevarlo al veterinario.
Se puede haber cogido la rabia sin haber sido mordido: un simple contacto es suficiente;
la lamida de una animal o la manipulación de su cadáver pueden trasmitirla.

        MORDEDURAS DE PERSONAS:
Información general

   o   Son las más peligrosas de todas las mordeduras de mamíferos, por las posibles
       complicaciones graves que son la consecuencia de infecciones producidas por los
       microorganismos infectantes que son habitualmente Staphylococcus y Streptococcus.
   o   Más frecuentes en las manos, porque son consecuencia de peleas y luchas, y pueden causar
       desgarros profundos que alteran aponeurosis, tendones y articulaciones. Si ocurren cuando
       el puño está cerrado la piel desgarrada se retrae y retorna a su posición original, y hace que
       la saliva penetre en los planos profundos.
   o   Posible retraso a la hora de pedir ayuda sanitaria por vergüenza.

Signos y síntomas

      Desgarro con cantidades importantes de tejido desvitalizado.
      Formación de hematoma.
      Posibles lesión por aplastamiento.
      Posible amputación.
      Posible infección, y entre sus signos tempranos están enrojecimiento, calor, dolor al tacto,
       hinchazón y un exudado grisáceo fétido.

Actuación.

   •   Limpie y lave la herida.
   •   Traslade al herido a un centro sanitario.




       MORDEDURAS DE PERROS

Información general

   o   Más comunes en las extremidades, cabeza y cuello.
   o   Casi todas las mordeduras son por razas de gran tamaño, de forma que son frecuentes
       heridas graves.
   o   Por lo regular es bajo el índice de infecciones concomitantes.

Signos y síntomas.

      Los signos y síntomas varían desde contusiones y desgarros superficiales, hasta lesión
       grave por aplastamiento, heridas por punción profunda, y pérdida de tejidos.

Actuación.

   •   Cohiba la hemorragia si es necesario.
   •   Sostenga e inmovilice las zonas lesionadas.
   •   Limpie la herida.
•   Averiguar el estado vacunacional Si se desconoce y se ha inmovilizado al perro llevarlo a
       la perrera para observación.
   •   Traslado de la persona mordida a un centro sanitario.




       MORDEDURAS Y ARAÑAZOS DE GATOS

Información general

   o   Por lo general no son tan graves como las mordeduras de perros.
   o   Existe un 30% de posibilidades de infección.

Signos y síntomas.

      En forma típica, heridas pequeñas, penetrantes y profundas que alteran tendones y pueden
       llegar a espacios articulares. Los arañazos pueden ser profundos.

Actuación.

   •   Limpiar la herida con jabón.
   •   Trasladar al herido a un centro sanitario.

Hay que estar alerta después de la aparición de fiebre por arañazo de gato. Su periodo
de incubación es de 3 a 10 días y en la piel de la persona pueden surgir pápulas
dolorosas, con linfadenopatía dolorosa, cefalea, fiebre, malestar y eritema. El cuadro no
tiene tratamiento, pero desaparecerá en unos meses.


B. PICADURAS

       PICADURAS DE INSECTOS

Las picaduras de insectos pueden llegar a ser graves debido a la reacción del organismo
al veneno, por la trasmisión de una enfermedad o por infección de la herida, favorecida
por haberse rascado. Es por ello que a las personas alérgicas a los venenos de los
insectos les puede ser útil llevar algún medicamento autoinyectable prescrito por su
médico, para evitar el shock.
PICADURAS DE ABEJA O DE AVISPA.

           •   Si el aguijón permanece en la piel (abeja sobre todo), retirarlo con unas pinzas
               pequeñas (como las de depilar, por ejemplo) y poner sobre la picadura una
               compresa con amoníaco rebajado, hielo o vinagre. Si la región afectada se hicha
               mucho o está muy dolorida, llevar al sujeto al médico.

           •   Una picadura en la boca o garganta de una persona alérgica puede dificultar la
               entrada de aire en los pulmones como consecuencia del edema. En estos casos
               puede ser útil el hacer chupar un cubito de hielo al accidentado durante el traslado
               urgente al centro hospitalario.

           •   En los casos graves, se deben vigilar las posibles alteraciones que se produzcan en
               las constantes vitales.



PICADURAS DE MOSQUITOS.
Los mosquitos deben ser eliminados o alejados mediante los medios individuales
(aerosoles, insecticidas eléctricos, etc.) y colectivos, ya que una de sus especies
propaga el paludismo. La protección colectiva consiste en el secado de todo pequeño
charco de agua estancada y en la desinsectación de charcas. En el interior de la casa se
pulveriza el techo con un insecticida (aproximadamente 3 meses de eficacia).


PICADURAS DE PULGAS O DE PIOJOS.
Las picaduras de pulgas y piojos son peligrosas en los grandes desplazamientos de la
población, en donde las condiciones de higiene son malas (guerra, éxodo). Pueden
provocar enfermedades graves. Las pulgas pueden transmitir la peste, y los piojos del
cuerpo, el tifus.
Los piojos del cuerpo no viven en la piel, sino en la ropa; pulverizando los vestidos se
logra destruirlos. El frío mata los piojos.
Los piojos de la cabeza son frecuentes en los niños. Es por ello que se aconseja
inspeccionar minuciosamente el cabello de los niños, al menos una vez por semana. Las
liendres se ven fácilmente al utilizar un peine fino para peinar el cabello.



       PICADURAS DE PECES VENENOSOS, ERIZOS Y MEDUSAS.
Las picaduras de ciertos animales venenosos, tales como los peces araña, escorpenas,
rayas, erizos o un simple contacto (medusa), son generalmente muy dolorosas y pueden
acarrear reacciones generales.
Los signos y síntomas que la persona puede presentar son: dolor, intenso picor, eritema
y edema de la zona afectada.
Actuación:

   •   Si fuera posible, identificar al ejemplar que ha producido la lesión.
   •   Tranquilizar al afectado y acompañantes.
   •   Se mantendrá al afectado en reposo y en una postura cómoda, evitando movimientos
       innecesarios.
   •   Intentar retirar la espina, pincho, o restos de medusa (protegiéndose los dedos) que
       hubiesen en la piel.
   •   Lavar la zona afectada con agua de mar, jamás con agua dulce. Si hubiera oportunidad se
       recomienda irrigar la zona con vinagre ( o amoníaco rebajado en agua) o alcohol
       isopropílico al 60%. El agua dulce y cualquier otra solución a excepción de las citadas, en
       caso de picadura de medusa, puede producir la descarga de los nematocistos clavados en la
       piel, por cambios en la osmolaridad .
   •   Si fuera posible, aplicar frío, no directamente, durante al menos 15 minutos. Se podrá
       repetir la misma operación si no cediese el dolor, otros 15 minutos.
   •   No frotar la zona con objetos ni tocarla con las manos.
   •   Si el dolor es muy fuerte se puede administrar algún analgésico.
   •   Se debe prestar especial atención a personas con antecedentes alérgicos, con afectaciones
       cardio-vasculares o respiratorias, así como a aquellas sensibilizadas anteriormente, debido
       a que pueden presentar complicaciones importantes.
   •   Trasladar a un centro sanitario.

PICADURA DE ESCORPIÓN
                                   Los escorpiones pertenecen al subreino de los Metazoos.

                                   En nuestro país existen cuatro especies diferentes de
                                   escorpiones, y de estas tan solo una, el Buthus
                                   occitanus (esta especie se encuentra en las siguientes
                                   regiones: norte de África, sur de España, sur de Francia,
                                   Turquía,    Grecia    y    en    algunas    islas   del    Mar
                                   Mediterráneo), se debe considerar peligrosa en caso de
                                   picadura. Este escorpión también llamado escorpión
Buthus occitanus                   amarillo o alacrán es de coloración pardo-amarillenta,
                                   posee una grandes pinzas y la cola es más larga que el
                                   resto del cuerpo..
En el resto de las especies su picadura tan solo puede
                                     producir una reacción local y no en todos los casos. Los
                                     escorpiones habitan en lugares secos y pedregosos
                                     encontrándose en prácticamente todo el país.


La picadura de escorpión en humanos se produce en el mayor número de ocasiones de
forma accidental en las extremidades superiores al levantar una piedra o tronco caído,
lugar donde suelen dormir durante el día al ser animales de vida nocturna.
Identificación de la lesión
Las picaduras de escorpión se identifican mediante la existencia de una micropunción
con mácula o pápula eritematosa de unos 4 a 6 cm de diámetro aproximadamente, con
un punto central rasgado en el que puede aparecer un foco necrótico con posterior
formación de escara.
También aparece dolor de diversa intensidad que suele irradiarse, e incluso se puede
llegar a presentar parestesias (pérdida de sensibilidad). La duración del dolor puede
durar desde una horas a varios días. La inflamación suele acompañarse de edema y
tumefacción en el punto de inoculación y zona adyacente. Algunas reacciones generales
que pueden presentarse son:
                   Sudoración profusa
                                                        X
                   Sialorrea (salivación profusa)
                                                        X
                   Hipotensión
                                                        X
                   Taquicardia y/o alteraciones del
                                                    X
                   ritmo cardiaco
                   Vómitos
                                                        X
                   Diseña
                                                        X

Anteriores picaduras en un mismo sujeto pueden facilitar reacciones de tipo anafiláctico.
Actuación:

   •   Si fuera posible, identificar al ejemplar que ha producido la lesión.
   •   Tranquilizar al afectado y acompañantes.
   •   Valorar los signos vitales, frecuencia cardíaca, respiratoria, coloración, etc.
•   Se mantendrá al afectado en reposo y en una postura cómoda, evitando movimientos
      innecesarios.
  •   Mantener la zona afectada en posición funcional, inmovilizándola si existen estado de
      angustia o nerviosismo.
  •   Lavar la zona afectada con agua y jabón.
  •   Es recomendable no utilizar desinfectantes o antisépticos que puedan enmascarar la lesión
      con su color.
  •   Si fuera posible, aplicar paños con agua caliente a la temperatura máxima que pueda tolerar
      el paciente.
  •   Si el dolor es muy fuerte se puede administrar algún analgésico.
  •   Ante tumefacción o edema, elevar la zona afectada.
  •   Trasladar a un centro sanitario.




             4.- HEMORRAGIAS Y SHOCK HIPOVOLÉMICO.


      Se habla de hemorragia cuando se produce una salida de sangre fuera de los
      vasos sanguíneos como consecuencia de la rotura de los mismos, en cualquier
      parte del cuerpo.

      Según sea o no visible la salida de la sangre, las hemorragias pueden ser:
      externas (vemos salir la sangre de la herida) o internas (no vemos salir sangre).

      Actuación (hemorragia externa):

         •   aflojar la ropa,

         •   averiguar de dónde sale la sangre, quitando la ropa y limpiando la sangre o
             suciedad,

         •   comprimir directamente la herida con un paño limpio, y elevar el miembro
             afecto (si la hemorragia se produce en el brazo o la pierna).

         •   si no cesa, buscar y comprimir la arteria de referencia,

         •   excepcionalmente, si la vida del paciente está en peligro, debe colocarse
             un torniquete.



El Shock

      La pérdida abundante de sangre (no siempre visible), el frío, el miedo, golpes
      recibidos durante el accidente y ciertas enfermedades, en particular las cardiacas,
      repercutirán en la circulación sanguínea.
En cualquiera de estas situaciones el herido puede estar pálido, tener frío, sus
    extremidades se enfrían (pies, manos, orejas, nariz); está angustiado, tiene sed.
    La presión sanguínea se reduce en las arterias, el corazón late más deprisa y con
    menos fuerza; el pulso radial es débil y rápido (más de 100 latidos / minuto),
    imposible o muy difícil de palpar: es el SHOCK (también conocido como choque o
    colapso).

    Se define el shock como un estado de insuficiencia circulatoria periférica aguda
    causada por la alteración de la regulación circulatoria o pérdida de líquido
    circulante. Los signos y síntomas (ya comentados) van a ser:

•   la víctima está pálida (observar sobre todo la mucosa del interior de los labios y el
    interior del párpado inferior);
•   tiene frío, las extremidades se han enfriado (manos, pies, orejas, nariz) y puede
    tiritar;
•   el pulso está acelerado y es difícil de localizar a nivel de las pequeñas arterias;
    si no se encuentra en la muñeca hay que buscarlo en el cuello (carótida), o en la
    ingle si la víctima va poco vestida.

    La observación de un solo signo de los mencionados anteriormente debe
    hacernos actuar.

    Actuación:

       •   tumbar a la víctima en posición horizontal (de espaldas si está consciente, o
           en PLS si está inconsciente); en esta posición la sangre circula mejor y
           puede aportar oxígeno al cerebro;

       •   elevar las piernas al herido echado de espaldas;

       •   buscar una hemorragia externa (oculta a veces por la ropa, sobre todo en
           invierno o tiempo frío) y detenerla;

       •   interrogar al herido o a los presentes (un golpe, incluso poco violento,
           puede provocar una hemorragia interna); la víctima puede verse afectada
           por una enfermedad cardíaca y sufrir dolor torácico;

       •   arropar a la víctima y evitar cualquier movimiento;

       •   avisar a los servicios sanitarios, pues el tratamiento del shock necesita
           cuidados médicos especializados. El transporte debe hacerse bajo
           vigilancia médica;

       •   la colocación del herido en la camilla y el transporte del mismo deberán
           hacerse siempre con la víctima en posición horizontal.
CAPITULO IV .- PROCESOS PATOLÓGICOS II




       1.- INTOXICACIÓN POR GASES.



Una persona puede envenenarse al inhalar algún tipo de gas tóxico de los cuales,
existen diferentes especies provenientes cada una de diferentes fuentes. Pueden
citarse, por ejemplo, el gas de uso general, los refrigerantes (amoníacos,
anhídrico sulfuroso), los agentes anestésicos (éter, cloroformo, óxido nitroso),
solventes (tetracloruro de carbono, tricloroetileno), monóxido de carbono, etc.

El monóxido de carbono es un gas letal que aparece como resultado de la
combustión incompleta de sustancias que contiene carbono, y su peligro está en
que no se huele, por lo que no se detecta. Una concentración peligrosa de
monóxido de carbono puede producirse en el interior de una casa con calefacción
sin ventilación adecuada, en una cochera en la que se ha puesto en marcha el
vehículo. También en un edificio en llamas, en el que la concentración de
monóxido de carbono llega a tener un nivel letal en tanto disminuye el oxígeno del
aire.

Los síntomas vendrán dados por irritación de mucosas, tos, ronquera, dificultad
respiratoria, intranquilidad, ansiedad, confusión, desorientación, trastornos de la
capacidad de juicio, coloración cutánea azulada, etc.

Actuación:

   •   tomar medidas de precaución como, por ejemplo, portar máscaras con
       aporte de oxígeno, no llevar cerillas,

   •   ventilar la estancia, si es posible, nada más llegar,

   •   llevar al intoxicado a un ambiente donde pueda respirar aire fresco y
       desvestirle,

   •   acostar al accidentado sobre un lado (decúbito lateral), con el tronco
       elevado unos 45º, y mantenerle en reposo absoluto,

   •   si se posee equipo de administración de oxígeno, administrarlo al 100% y a
       alto flujo,

   •   taparle con una manta,

   •   si parada respiratoria, efectuar respiración artificial,
•   trasladar al accidentado al centro médico más cercano.

            2.- QUEMADURAS.



     Las quemaduras pueden ser producidas por el fuego, líquidos calientes, productos
     cáustico, electricidad y por el sol.

     Podemos clasificar las quemaduras según su profundidad, en tres tipos:

        1. primer grado: muy superficiales (sólo enrojecimiento),
        2. segundo grado: aparecen ampollas en la piel, y
        3. tercer grado: existe destrucción de los tejidos y la piel está carbonizada.

     Actuación en quemaduras de:

Primer grado

        •   refrescar inmediatamente la quemadura con agua a una temperatura de
            entre 10 y 20 grados centígrados.
        •   beber abundantes líquidos si esta es muy extensa, caso de las producidas
            por el sol durante el verano.

Segundo grado

     Existe peligro de infección si la ampolla revienta al convertirse en una puerta de
     entrada para los microorganismos. Siempre se ha de lavar la zona afectada con
     abundante agua durante al menos 5 minutos, posteriormente, según el estado de
     las ampollas se actuará de una u otra manera.

     Ampolla intacta: poner antiséptico sobre ella y cubrir con paño limpio o compresa
     estéril.

     Ampolla rota: tratar como una herida. Lavarse las manos, aplicar antiséptico,
     recortar con una tijera limpia (a ser posible estéril) la piel muerta e impregnar
     nuevamente con antiséptico. Colocar una cinta adhesiva o tirita para evitar el dolor
     y la infección.

Tercer grado

        •   apagar las llamas al accidentado, con lo que se tenga a mano: mantas,
            tierra, o tirándose al suelo y revolcarse,
        •   lavar la zona afectada con abundante agua durante al menos 5 minutos,
        •   NO retirar los restos de ropa,
        •   NO se deben reventar las ampollas que aparezcan,
        •   NO dar pomadas de ningún tipo,
        •   envolver la parte afectada con un paño limpio, toallas o sábanas,
            humedecidos en suero, agua oxigenada o agua,
•   trasladar al paciente con urgencia hasta un centro hospitalario.

La quemadura es el resultado clínico del contacto o exposición del organismo con el
calor.
Las quemaduras obedecen a múltiples causas, siendo comúnmente de origen accidental,
laboral o domestico, especialmente en niños.
Los principales orígenes son:

                           Fuego

                           Líquidos

                           Químicos

                           Eléctricos

                           Radiaciones

Una rápida y acertada actuación ante un quemado puede salvarle la vida y, en otros
casos, mejorar el pronóstico y tiempo de curación del traumatismo térmico. Conociendo
adecuadamente la etiología y la fisiopatología del quemado podremos estar en
capacidad de hacer un tratamiento preventivo de las múltiples complicaciones y secuelas
que pueden presentarse en estos pacientes.
La piel es el órgano más extenso del cuerpo, con un espesor que varía entre 1-3
milímetros y es una barrera impermeable que también contribuye a la termorregulación.
Se compone de dos capas: epidermis y dermis. La primera es la más externa; la
segunda contienen tejido conjuntivo, vasos sanguíneos que aportan los nutrientes para la
epidermis, folículos pilosos, glándulas sebáceas y sudoríparas y fibras nerviosas
periféricas transmisoras del dolor. Precisamente estas fibras son las que se estimulan en
las quemaduras superficiales, transmitiendo al cerebro la sensación dolorosa intensa que
se produce y las que se destruyen cuando la quemadura es profunda, desapareciendo
por tanto dicha sensación dolorosa.
Como en el caso de todos los pacientes traumatizados, las prioridades son mantener la
permeabilidad de la vía aérea, asegurar el intercambio de gases y restaurar el volumen
intravascular. Una prioridad adicional en pacientes con lesiones térmicas evidentes es
detener el proceso de la quemadura, representada por la eliminación de los vestidos, en
particular los de fibras sintéticas, que pueden continuar ardiendo durante prolongados
períodos de tiempo después de haberse extinguido las llamas.

VALORACIÓN:

      Se realiza en base a dos parámetros:

                    Extensión de la superficie corporal quemada y

                    Grado de profundidad de la quemadura.
EXTENSION: Es el primer factor a considerar en la valoración de la severidad de una
quemadura. Para calcularla, se utiliza como método más sencillo la regla de los nueve de
Wallace, según la cual se divide la superficie corporal del adulto en 11 áreas, cada una
de las cuales supone el 9%, o un porcentaje múltiplo de nueve, con relación a la
superficie corporal total. De esta forma se estima que:

                   Cabeza y cuello: son, aproximadamente, un 9%

                   Cada extremidad superior: 9%

                   Cara anterior de tórax y abdomen: 18%

                   Espalda y nalgas: 18%

                   Cada extremidad inferior: 18%

                   Genitales: l%




En el niño la proporción es distinta y sé le otorga a la cabeza un 18% y a cada
extremidad inferior un 13%, siendo el resto igual.
Puede ayudar, en determinados momentos, saber que la palma de la mano supone un
1% de la superficie corporal total.




PROFUNDIDAD: Directamente relacionada con la temperatura del agente y el tiempo de
duración del contacto. Se clasifican generalmente, en primer, segundo o tercer grado, de
acuerdo con la profundidad de tejido destruido.

             Primer grado: destruye solamente la epidermis y se expresa, típicamente,
             por un eritema que palidece a la presión, es dolorosa y no se asocia con
             evidencia de desgarro de la piel ni formación de ampollas.

             Segundo grado: destruye la epidermis y un espesor mayor o menor de la
             dermis; se subdividen en dos grados, superficial o profundo. Su aspecto es
             rosado o rojo, con presencia de vesiculación de contenido plasmático y
             tienden a una epitelización espontánea. Son dolorosas.
Tercer grado: destruyen todo el espesor de la piel y, salvo que sean muy
             pequeñas, no tienen posibilidad de epitelización espontánea. Su aspecto es
             pálido y se aprecian pequeños vasos coagulados. Son indoloras y no
             palidecen por la presión.

En caso de duda entre el 2 y 3 grado, en las primeras existe dolor intenso y en las otras
anestesia local, por destrucción de las fibras sensitivas.
Para la evaluación de una quemadura también entran en juego otros factores como la
edad, el agente causante o zonas especiales, entre ellas la cara, los pliegues, las manos
y los genitales.
Dependiendo de la localización, profundidad y extensión se hace el pronóstico:
- Quemadura grave:

                    Hasta 25% de superficie corporal total (SCT) de grados 2 o 3 grado,
                    en edades de 0 a 14 años.

                    Hasta 35% de SCT de 2 y 3 grado, en adultos.

                    Quemaduras pequeñas con: lesiones por inhalación, lesiones
                    significativas preexistentes, enfermedades previas significativas,
                    quemaduras profundas que afecten a cara, ojos, periné, mano y pie.

- Quemadura moderada:

             Entre 15 y 25% de SCT de 2 grado, en edades hasta los 14 años.

             Entre 20 y 31% de SCT de 2 y 3 grado, en adultos.

             Quemadura pequeña por alto voltaje.

             Quemaduras térmicas o químicas limitadas al ojo.




      - Quemadura leve:

             Hasta 15% de SCT de 2 grado, superficial hasta los 14 años.

             Hasta 10% de SCT de 2º grado, profundo y hasta 20% de SCT de 2 grado
             superficial en adultos.

Una vez calculada la extensión, profundidad, localización, zonas especiales y algunos
aspectos importantes dentro de la localización; como quemaduras circulares de las
extremidades, quemaduras faciales con compromiso de mucosa nasal u oral, se llega al
diagnóstico definitivo de la lesión anotando:

                                 quemadura grado II o grado III.

                                 agente causante.
localización: cara, cuello, tórax, extremidades.

                                 zonas especiales.

                                 riesgo de quemaduras respiratorias.

                                 lesiones asociadas como fracturas, trauma, etc.

El pronóstico vital de un quemado se refiere a la posibilidad de supervivencia y está
directamente relacionado con la extensión y profundidad de la quemadura. El pronóstico
de secuelas está principalmente relacionado con la localización de las quemaduras, por
ejemplo, secuelas en cara, manos y pliegues, son más incapacitantes que retracciones o
bridas localizadas en otras zonas corporales.
SOPORTE VITAL
El tratamiento inmediato del quemado es muy similar al que se realiza con el paciente
politraumático, aunque con algunas peculiaridades que es importante conocer ya que
son totalmente específicas de este tipo de pacientes. Lo primero que tenemos que hacer
es parar el proceso de la quemadura, se evacuará al paciente del lugar del siniestro,
controlando todos los restos de llamas que existan en sus ropas, procediendo
inmediatamente a desvestirlo. Aplicaremos agua sobre la superficie quemada,
limitándose al empleo de agua fría a pequeñas áreas durante periodos de tiempo no
superiores a 5 o 10 minutos para evitar la hipotermia. A continuación manejaremos al
paciente como cualquier otro politraumatizado, evaluaremos la vía aérea y su estatus
ventilatorio.
Buscaremos signos clínicos de obstrucción de la vía aérea y/o de quemadura inhalatoria,
ya que el retraso en su detección hace que el manejo de la vía aérea sea muy difícil o, a
veces, imposible. A todo paciente con quemaduras extensas o que se asuma que haya
inhalado "humos" se le administrará FiO2 45%. Si el paciente presenta pérdida de vello
nasal, quemaduras faciales, de la úvula, orofaríngeas, de la vía aérea superior y ha sido
encontrado en área cerrada se entenderá que ha sufrido inhalación.
En cualquier persona con quemaduras extensas, que interesen el 30% de su superficie
corporal total, se establecerán inmediatamente medidas de soporte hemodinámico. Se
eligirán venas periféricas de calibre grueso en las extremidades superiores, incluso si
están afectados. Una medida prudente es la colocación de una sonda vesical para medir
la diuresis horaria y detectar la presencia de mioglobina o hemoglobina en la orina.
La fluidoterapia se basa en la administración de solución Ringer-Lactato a ritmo rápido,
puesto que la pérdida de la cubierta cutánea desequilibra el medio interno produciendo
una gran pérdida de plasma, agua y electrolitos.
Otro aspecto fundamental es la analgesia y en ocasiones sedación según la valoración
inicial. Se administra generalmente Meperidira o Morfina siempre por vía parenteral.
Xeperidina 1 amp. de 100 mgr diluida hasta alcanzar 10 cc. Aplicar 20-30 mgr I.V. hasta
control del dolor, si es necesario repetir 2 o 3 bolos. También se puede utilizar 1-3 mgr
de Morfina I.V, que generalmente produce analgesia y sedación. Si es necesaria una
mayor sedación se puede administrar Diazepan 2-3 mgr I.V. en pacientes muy ansiosos.
EVACUACION DEL FOCO TERMICO
PARAR EL PROCESO DE LA QUEMADURA
DESVESTIRLO
AGUA FRIA DURANTE 5-10 MIN. (Apósitos húmedos)
RINGER-LACTATO A PERFUSION RÁPIDA
OXIGENO 45% SI PRECISA
ANALGESIA / SEDACION SI ES NECESARIO

En quemados con afectación de más del 20% de su extensión corporal debe prevenirse
la presencia del shock.
Una vez estudiada las generalidades del paciente quemado, a continuación se
desarrollan las diferentes etiologías.

QUEMADURA INHALATORIA:
La quemadura inhalatoria representa un dato severo y significativo para el paciente, sus
signos característicos son :

                   PERDIDA DEL VELLO NASAL

                   QUEMADURAS INTRANASALES Y HOLLIN EN LA BOCA

                   QUEMADURAS PERIORALES

                   CAMBIOS EN LA VOZ

                   TOS, DISNEA, ESTRIDOR, CIANOSIS

                   INSUFICIENCIA RESPIRATORIA

                   SIGNOS DE OBSTRUCCION DE LA VIA AEREA SUPERIOR

                   CARBOXIHEMOGLOBINA SUPERIOR AL 15%

Se presentan generalmente asociadas con quemaduras en espacio cerrado donde el aire
a altas temperaturas produce lesión respiratoria; también ocasionadas por la
degradación de ciertos elementos sintéticos como plásticos. Este tipo de lesiones, si
están asociadas con quemaduras de pequeña extensión, se catalogan como pronóstico
es reservado debido a la alta incidencia de morbilidad / mortalidad.
En su diagnóstico es importante el antecedente de lesión en espacio cerrado, automóvil,
etc., encontrándose siempre asociadas con los signos característicos citados
anteriormente. Pueden darse tres modalidades de presentación :

                   Cuadro típico de intoxicación por monóxido de carbono, el cual debe
                   ser manejado mediante administración de oxigeno humidificado a
                   altas concentraciones.

                   Lesión directa por aire o alta temperatura que produce un cuadro de
                   inflamación aguda con posterior desprendimiento de la mucosa
                   respiratoria y posibilidad de infección, atelectasias y posteriormente
                   focos bronco-neumónicos.

                   Intoxicación respiratoria ocasionada por productos de degradación
                   de elementos sintéticos durante el incendio, los cuales ocasionan un
                   cuadro de gran irritación y lesión de las vías respiratorias.
El manejo de estos pacientes depende del grado de obstrucción y de insuficiencia
respiratoria. Se discute acerca de la utilidad de los corticoides.

QUEMADURAS QUÍMICAS.
Se producen cuando la piel entra en contacto con sustancias químicas, como ácidos y
álcalis fuertes u otros materiales corrosivos. La gravedad de la lesión producida por los
productos químicos depende de : la duración del contacto, de su concentración, y de la
cantidad de agente que entre en contacto con la superficie corporal. El manejo de estas
lesiones se basa, fundamentalmente, en retirar el producto químico del contacto con la
piel de la víctima, tan rápidamente como sea posible.

      Las pautas de actuación son:

             Iniciar cuanto antes el lavado generoso de la piel, con agua abundante o
             suero biológico, pero no a presión.

             Deben retirarse todos los objetos en contacto directo con la piel: ropa,
             zapatos, relojes, pulseras, anillos y otras joyas.

             Hay que tener especial cuidado en no tocar la sustancia química al manejar
             al lesionado. En este caso, sería necesario lavar, igualmente, la zona
             afectada.

             Las quemaduras de los ojos deben lavarse al menos durante 20 minutos.

             Deben cubrirse las áreas quemadas con apósitos estériles y húmedos.

             Algunas sustancias químicas, como el fenol, no son solubles en agua,
             debiendo utilizarse aceite como elemento de limpieza.

Posteriormente, deben investigarse los signos y síntomas que puedan expresar lesiones
de órganos vitales, para iniciar las maniobras de soporte inmediatamente.

QUEMADURAS ELÉCTRICAS
Se tratan en el apartado IV.- Electrocución.




             3.- INSOLACIÓN (GOLPE DE CALOR), TERMOPLEJÍA Y
             ENFRIAMIENTO GENERALIZADO.



      Podemos definir la insolación como, la respuesta del organismo a una agresión
      producida por el calor. La causa principal es la acción directa y prolongada del sol
      sobre el organismo.
Los síntomas que presenta la persona que sufre una insolación podrían ser: dolor
de cabeza, sensación de fatiga, sed intensa, náuseas y vómitos, respiración lenta,
calambres musculares.

Actuación:

   •   colocarle a la sombra,
   •   mantenerle con la cabeza elevada,
   •   aplicarle paños mojados con agua fría por todo el cuerpo
   •   darle a beber agua en pequeños sorbos, si está consciente.
   •   restituir pérdidas con suero oral, que prepararemos añadiendo a un litro de
       agua una cucharada de bicarbonato y una de sal.

Definimos la termoplejía como la forma aguda y gravísima de termolesión por
hipertermia exógena, causada por un aporte muy intenso de calor, a la vez que se
impide la derivación del mismo. Esta se puede producir, por ejemplo, en un
bombero, durante la extinción de un incendio.

Los signos y síntomas que se suelen presentar son :

                       •   aumento repentino e intenso de la temperatura
                           corporal, hasta 44ºC (a partir de 41ºC puede ser letal),
                       •   ligero aumento de la presión arterial,
                       •   debilidad respiratoria,
                       •   descompensación de la secreción de sudor (sólo sirve
                           para derivar el calor),
                       •   hipercinesia extrapiramidal,
                       •   parada de centros respiratorios y circulatorios,
                       •   parada cardiorespiratoria.

Actuación:

                       •   sacar al accidentado de la fuente de calor, lo antes
                           posible,
                       •   retirarle las prendas de vestir,
                       •   mantenerle con la cabeza elevada,
                       •   aplicarle paños mojados con agua fría por todo el
                           cuerpo,
                       •   darle a beber agua en pequeños sorbos, si está
                           consciente, restituir pérdidas con suero oral, que
                           prepararemos añadiendo a un litro de agua una
                           cucharada de bicarbonato y una de sal.

El enfriamiento generalizado se produce cuando la temperatura corporal
desciende a 33-34 ºC. La principal causa es la exposición a temperaturas bajas
sin protegerse con suficiente ropa de abrigo. La persona en estas condiciones
presenta: temblor, apatía y obnubilación.

Actuación:
•   abrigarle con mantas, ropa,
   •   mantenerle activo,
   •   darle a beber bebidas calientes (NO alcohólicas), si está consciente.

       4.- ELECTROCUCIÓN.



La corriente eléctrica doméstica puede quemar y matar. Los accidentes se
producen cuando el cuerpo entra en contacto con:

   1. los dos hilos conductores;
   2. o más frecuentemente, entre un hilo conductor y un material conductor
      (tuberías, vigas metálicas..), o que se ha convertido en conductor por la
      humedad (suelo, paredes..).

La humedad juega un papel muy importante en los accidentes eléctricos; el peligro
es pues mayor en las cocinas, baños, bodegas y sótanos húmedos. Finalmente la
piel del hombre es mucho más conductora cuando está mojada (agua, sudor).

Los resultados de un accidente eléctrico sobre el organismo pueden
desencadenar una parada cardio-respiratoria, contracciones tetánicas, cambios en
el estado psíquico, convulsiones, etc y producen quemaduras sobre la piel de
entrada, salida y por llamaradas. Como en todas las situaciones de accidentes, la
prioridad es el ABC, tras lo cual, se puede trabajar sobre las quemaduras u otras
heridas.

En caso de accidente eléctrico lo que no se debe hacer es:

   •   tocar a la víctima mientras esté en contacto con la fuente de electricidad;
   •   utilizar materiales conductores o húmedos para apartar un cable e;
   •   intentar apartar un cable de mediana o alta tensión que haya caído cerca
       de una casa o cualquier lugar.

Lo que se debe hacer es:

   •   Cortar la corriente, bien desconectando el automático en los domicilios,
       bien llamando a la compañía eléctrica.
   •   Prever la caída de un sujeto que estuviera pegado a un cable.
   •   En caso de parada cardio-respiratoria iniciar la R.C.P. cuanto antes y
       mantenerla hasta la llegada de los servicios sanitarios. En estos casos el
       golpe precordial, esto es, dar un fuerte y seco puñetazo sobre el tercio
       medio del esternón, antes de iniciar la R.C.P. suele ser efectivo.
   •   Poner sobre las quemaduras un apósito limpio o estéril.
   •   Poner bajo vigilancia médica a todo individuo que hubiere recibido una
       fuerte descarga eléctrica, incluso si no presenta trastornos inmediatos o
       presenta una simple conmoción; estos pueden aparecer más tarde.
CAPITULO V .- PROCESOS PATOLÓGICOS III




       1.- ESGUINCES O TORCEDURAS.

Se produce un esguince o torcedura cuando los ligamentos que unen una
articulación se rompen o alargan, debido a un movimiento anormal.

Como consecuencia la articulación se hincha y los movimientos son muy
dolorosos.

Actuación:

   •   elevar el miembro afecto y aplicar hielo,
   •   vendaje para reducir la movilidad de la articulación,
   •   acudir a un centro sanitario.



       2.- LUXACIÓN O DISLOCACIÓN.

Se produce una luxación cuando los huesos que forman una articulación se
desplazan de su posición normal.

Como consecuencia se produce dolor, inflamación y deformación en la parte
afectada, quedando la movilidad de la articulación reducida y anormal.

Actuación:

   •   inmovilizar la zona afectada, con ayuda de ramas de árboles, pañuelos,
       trozos de tela,
   •   NUNCA intentar colocar los huesos en su posición normal,
   •   traslado urgente a un centro hospitalario



       3.- FRACTURAS.

Una fractura es la rotura de un hueso, pudiendo ser:

   •   Abiertas: cuando existe una herida porque el hueso roto ha rasgado la piel,
       y
•   Cerradas: cuando no existe herida.

    Las fracturas se reconocen por presencia de dolor intenso, imposibilidad de mover
    el miembro afectado, deformidad de la forma y hematoma en la zona afectada.
    Cuando se sospecha que puede haber fractura, debe actuarse como si se tuviera
    la seguridad de que dicha fractura existe.

    Actuación:

       •   inmovilizar el miembro afectado (abarcando las articulaciones superior e
           inferior a la fractura producida), usando tablillas, cartones, pañuelos,
           vendas, etc,
       •   NO mover la región afectada porque podemos producir complicaciones,
       •   NO intentar colocar correctamente los huesos, ya que los fragmentos óseos
           podrían provocar desgarros,
       •   NO colocar las inmovilizaciones demasiado apretadas,
       •   además en fracturas abiertas:

              1. si existe hemorragia, intentar cortarla (como se explicó en el
                 apartado referente a las hemorragias),
              2. colocar un apósito sobre la herida, lo más limpio posible, teniendo
                 presente que la herida se debe manipular lo menos posible,
              3. NUNCA se deben aplicar sobre la herida productos desinfectantes,
                 ya que podrían dañar el hueso.




           4-      POLITRAUMATIZADO,                                TRAUMATISMO
           CRANEOENCEFÁLICO E INCONSCIENCIA.


POLITRAUMATIZADO.

    Se define como politraumatizado a todo individuo que sufre traumatismos (golpes)
    de múltiples órganos (hígado, bazo, pulmón, etc) y sistemas corporales
    (circulatorio, nervioso, respiratorio, etc.), algunos de los cuales comporta, aunque
    sólo sea potencialmente, un riesgo vital para el accidentado.

    Los riesgos de morbilidad y mortalidad son grandes en los sujetos
    politraumatizados, porque fácilmente pueden sufrir un shock. La disminución de
    oxígeno en sangre (hipoxemia) y las hemorragias que se suman a la lesión
    primaria, merman todavía más la función de los órganos vitales y existe el peligro
    de insuficiencia de diversos aparatos e infección generalizada. La insuficiencia
    respiratoria y la parada cardiorespiratoria son dos complicaciones muy probables.

    Su alto porcentaje de complicaciones, anteriormente citadas, determina serias
    dificultades en cuanto a la actuación de primeros auxilios, la inmovilización y el
transporte del accidentado. Estas actuaciones dependerán del estado del
    accidentado, pero siempre con el ABC como actuación prioritaria.


TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO.



    El traumatismo craneoencefálico (T.C.E.) es la lesión combinada del cuero
    cabelludo, del cráneo y del cerebro. Su importancia radica en que no sólo es la
    lesión que con mayor frecuencia se produce en los accidentes de tráfico, sino
    también la más grave.



    En un herido que ha sufrido un T.C.E., es posible observar:

       •   LESIONES Y HERIDAS EN LA CABEZA, LA CARA O EL CUELLO,
           lesiones éstas que se caracterizan por un abundante sangrado.
       •   HEMORRAGIAS EXTERIORIZADAS, es decir hemorragias que tienen un
           origen interno, pero que se manifiestan externamente (la sangre sale al
           exterior). Pueden aparecer otorragias (salida de líquido por el oído) y/o
           epístasis (salida de líquido por la nariz).
       •   INCONSCIENCIA. La actitud correcta del auxiliador ante un herido
           inconsciente será: averiguar cuál es su estado respiratorio y circulatorio,
           valorando así la necesidad de practicar la maniobra de RCP (el ABC).
       •   HEMATOMA PERIORBITARIO. Hematoma (cardenal) alrededor de uno o
           ambos ojos.



    En un caso de T.C.E. no debemos mover al herido, sobre todo si se encuentra
    inconsciente, por el riesgo de lesiones en la columna vertebral cervical. Y se debe
    sospechar que existe una lesión vertebral-medular si: está inconsciente y tiene
    señales de golpes en la cabeza, es pasajero o conductor de una motocicleta o
    ciclomotor, o manifiesta en algún momento no sentir o poder mover alguna parte
    de su cuerpo.



    Actuación:

       •   inmovilizar la lesión del cuello,
       •   si hubiese vómitos, colocarle en posición lateral, siempre con la columna
           cervical inmovilizada,
       •   si lleva casco, no retirárselo ni permitir que alguien lo haga, salvo que se
           encuentre en parada cardiorespiratoria, y siendo imprescindible para
           reanimarlo (según características del casco, como posteriormente
           veremos).
5.- INMOVILIZACIONES               Y    TRANSPORTE.           RAUTEK      Y
           RETIRADA DE CASCO.



INMOVILIZACIONES

     La inmovilización tiene como fin evitar movimientos a nivel de la lesión (efecto
     antiálgico y relajante muscular) así como corregir el desplazamiento de los
     fragmentos, de una forma definitiva o temporal.

     Existen dos tipos de inmovilización: interna y externa. Únicamente nos vamos a
     ocupar de la segunda, ya que la primera es la que los traumatólogos realizan en el
     quirófano.

     Para realizar una inmovilización externa, en primeros auxilios, podemos utilizar
     materiales tales como: mantas, pañuelos, toallas, vendas, tablas de madera,
     palos, ramas de árboles, etc. Es decir, todo aquello que tengamos a manos y que
     creamos que puede sernos útil.

     CÓMO INMOVILIZAR:

           A. TRAUMATISMO DE COLUMNA (a cualquier nivel):

               •   evitar lateralizaciones, rotaciones, y flexoextensiones,
               •   colocar la cabeza en posición neutral, manteniendo en todo
                   momento una ligera tracción,
               •   colocarle un collarín cervical homologado o de construcción propia
                   (con periódicos, cartón, cordones, cinturones, etc),
               •   moverle en bloque,
               •   poner hielo sobre la zona contusionada.

           B. TRAUMATISMOS DE HOMBRO , CODO Y BRAZO:

               •   colocarle un cabestrillo con un pañuelo o similar,
               •   inmovilizar el brazo, pegándolo al cuerpo (con otro pañuelo),
               •   poner hielo sobre la zona contusionada.

           C. TRAUMATISMOS DE ANTEBRAZO, MUÑECA O MANO:

               •   poner el brazo en cabestrillo con la mano algo más elevada que el
                   codo,
               •   poner hielo sobre la zona contusionada.

           D. TRAUMATISMOS DE CADERA Y MIEMBROS INFERIORES:
•   inmovilizar el miembro afecto, uniéndolo al contralateral,
               •   a ser posible, transportar el miembro elevado,
               •   poner hielo sobre la zona contusionada.

TRANSPORTE

     Antes de realizar cualquier maniobra de movilización a un accidentado se han de
     tener presente siempre dos consideraciones:

  1. Nunca se moverá un herido cuando sólo haya un auxiliador. Al menos se
     precisarán dos auxiliadores para mover adecuadamente a un herido.
  2. Al herido hay que moverle como si fuese un bloque rígido. Es decir, hay que
     impedir el movimiento voluntario de sus articulaciones. Evitar toda flexión o
     torsión, transportándolo siempre recto como un poste, a fin de proteger su médula
     espinal en caso de fractura de la columna vertebral.

     Uno de los mejores métodos para la correcta movilización de un accidentado (en
     ausencia de material de movilización especial: camilla de tijera, colchón de vacío,
     etc), es el denominado de "auxiliadores alternos", ya que es de los que más
     seguridad dan. Pueden intervenir tres o más auxiliadores, precisándose que la
     víctima esté en decúbito supino (acostado boca arriba).

     Los socorristas se colocarán de rodillas a los lados del herido y procederán así:

  1. Un auxiliador colocará sus manos debajo de la cabeza-cuello y espalda de la
     víctima;




  2. Otro colocado al mismo lado del anterior, pondrá sus manos debajo de los glúteos
     y rodillas;
  3. El tercero, se colocará al lado opuesto y sujetará la espalda y los muslos;
  4. Enlazarán sus manos.
En la imagen se muestran dos formas de entrelazar las manos.

  5. Y a la vez, levantarán con suavidad a la víctima, cuando uno de ellos lo indique
     con su voz.




MANIOBRA DE RAUTEK.




RETIRADA DEL CASCO.

      La gran eficacia preventiva del casco en los accidentes, no resta el peligro que
      supone su retirada por personal inexperto. Este peligro es el de producir en los
      accidentados con lesión en columna vertebral, una parálisis definitiva. No debe
      retirarse cuando ello suponga más peligro que el no quitarlo, es decir:

  •   si los socorristas no están entrenados en la técnica,
  •   si sólo hay un socorrista,
  •   si no se puede retirar por el método que describiremos,
  •   si el accidentado está consciente, respira sin dificultad y se sospecha lesión de la
      columna vertebral. En este caso, el casco no se retirará hasta la realización de un
      estudio radiológico en el hospital.

      El casco debe retirarse cuando el accidentado se encuentre en parada cardio-
      respiratoria, y siendo imprescindible para reanimarlo (según las características del
      mismo: integral).

      Si el socorrista no retira el casco tiene que:

  •   tranquilizar al accidentado,
  •   decirle que no mueva el cuello,
  •   abrir la visera del casco, para facilitarle la respiración,
  •   colocarle un collarín cervical (homologado o de construcción propia) y
  •   colocarle un rodillo de tela debajo del cuello, sin moverlo.

      Para iniciar la retirada del casco, es preciso que la víctima esté situada en el suelo
      en decúbito supino y con la cabeza, cuello y tronco alineados. Si para lograr esta
posición debemos moverle, un socorrista deberá fijar manualmente la columna
       cervical.


A continuación se procederá a la retirada del casco,



RETIRADA DEL CASCO




El socorrista A mantiene alineados la cabeza, el cuello y el tronco. Sujeta el casco con
sus dos manos y tira ligeramente de él hacia atrás. Coloca sus dedos en la mandíbula de
la víctima para evitar que el casco se desplace bruscamente. Riesgo que existe porque
su correa puede estar floja.




El socorrista B, corta la correa de fijación o suelta su engache.




El socorrista B fija y tensa suavemente el cuello colocando una mano bajo la nuca y la
otra en la mandíbula. Lo que realizará sin mover el cuello.




El socorrista A retira el casco. Para ello lo sujetará lateralmente con ambas manos,
separando sus bordes para así facilitar su desplazamiento, mientras tanto tirará
suavemente de él. Si el casco cubre completamente la cara, para poder pasar la nariz es
preciso elevar ligeramente, parte anterior.
El socorrista B mantendrá el cuello fijo mientras A retira el casco.




Tras la retirada del casco, el socorrista A sustituirá al B en la fijación del cuello,
manteniendo el alineamiento de la cabeza, cuello y tronco, tirando ligeramente hacia
atrás.




El socorrista B colocará un collarín cervical. Pero al no garantizar la inmovilización
absoluta del cuello, el socorrista A mantendrá la fijación manual, mientras que el B
atiende al accidentado.

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  • 1. MANUAL DE PRIMEROS AUXILOS
  • 2. CONTENIDO CAPITULO I.- GENERALIDADES 1. Conceptos de primeros auxilios 2. Principios de actuación en primeros auxilios 3. Terminología Clínica 4. Valoración del estado del accidentado CAPITULO II.- EMERGENCIAS 1. Ahogados, Obstrucción de las vías aéreas 2. Reanimación Cardio-Pulmonar (R.C.P.) CAPITULO III.- PROCESOS PATOLÓGICOS I 1. Lipotimia y desmayos 2. Ataques de ansiedad y de epilepsia 3. Heridas, Mordeduras y Picaduras 4. Hemorragias y shok hipovolémico CAPITULO IV.- PROCESOS PATOLÓGICOS II 1. Intoxicación por gases 2. Quemaduras 3. Insolación ( golpe de calor ) Y enfriamiento generalizado 4. Electrocutación
  • 3. CAPITULO V.- PROCESOS PATOLÓGICOS III 1. Esguinces y torceduras 2. Luxación o dislocación 3. Fracturas 4. Politraumatizado, traumatismo craneoencefálico e inconsciencia 5. Inmovilización y trasporte. Rautek y retirada de casco CAPITULO I .- GENERALIDADES 1. CONCEPTO DE PRIMEROS AUXILIOS. Los primeros auxilios son todas aquellas medidas o actuaciones que realiza el auxiliador, en el mismo lugar donde ha ocurrido el accidente y con material prácticamente improvisado, hasta la llegada de personal especializado. Los primeros auxilios no son tratamientos médicos. Son acciones de emergencia para reducir los efectos de las lesiones y estabilizar el estado del accidentado. Y esto último es lo que le concede la importancia a los primeros auxilios, de esta primera actuación va a depender en gran medida el estado general y posterior evolución del herido. Así mismo, son una obligación moral. Pero, ¿qué es una urgencia?. ¿Y una emergencia?. La American Hospital Association define la urgencia como cualquier situación que en opinión del enfermo, los parientes u otra persona que asuma la responsabilidad de llevarlo al hospital, requiere intervención médica inmediata. La situación de urgencia continua hasta que se ha realizado una evaluación y diagnóstico médico. En una urgencia, pueden tener que aplicarse uno de estos dos tipos de primeros auxilios: • Primeros auxilios emergentes o emergencias: en los que existe peligro vital para la vida del accidentado, estas son: una parada cardio-respiratoria, la asfixia, el shock, las hemorragias importantes y los envenenamientos graves. • Primeros auxilios no emergentes: en los que no existe dicho peligro, por ejemplo: una fractura en un brazo, dolor abdominal, etc. Por tanto, una emergencia es una urgencia en la que existe una situación de muerte potencial para el individuo sino se actúa de forma inmediata y adecuada.
  • 4. Concluyendo, en las urgencias (sean o no emergencias) los primeros auxilios juegan un papel importante para el estado posterior del individuo. 2.- PRINCIPIOS EN LA ACTUACIÓN DE PRIMEROS AUXILIOS. PRINCIPIOS BÁSICOS. Todo socorrista en sus actuaciones debe conocer y aplicar siempre en este orden los siguientes principios básicos: 1º. PROTEGER, en primer lugar, a él mismo y después a la víctima. Podemos evitar nuevos accidentes, si señalizamos el lugar del accidente. SÓLO si hay peligro para el accidentado se le desplazará, manteniendo recto el eje cabeza- cuello-tronco. 2º. AVISAR, es decir dar el SOS, indicando: el número y estado aparente de los heridos, si existen factores que pueden agravar el accidente (caídas de postes eléctricos) y el lugar exacto dónde se ha producido el accidente. Saber que de la información que nosotros demos, va a depender tanto la cantidad como la calidad de medios humanos y materiales, que allí nos lleguen. 3º. SOCORRER. Esta es la finalidad principal de los primeros auxilios, pero para hacerlo correctamente previamente hace falta realizar la evaluación del herido. PRINCIPIOS GENERALES Primero: Estar tranquilo, pero actuar rápidamente.- Con tranquilidad se da confianza a la víctima y a aquellos que se encuentren cerca. Los testigos suelen tener miedo, con frecuencia pánico o están sobreexcitados. El auxiliador ha de dar ejemplo mostrando su tranquilidad.
  • 5. 3.- TERMINOLOGÍA CLÍNICA. Antes de estudiar la forma de valorar el estado de un accidentado es necesario revisar una serie de conceptos que se van a repetir frecuentemente a lo largo de este curso. Estos son: signos, síntomas, pulso, tensión arterial, respiración y coloración del accidentado. SIGNOS Y SÍNTOMAS SÍNTOMA: Manifestación de una alteración orgánica o funcional apreciable solamente por el paciente. (P.ej., el dolor). SIGNO: Manifestación de una alteración orgánica o funcional apreciable tanto por el paciente como por un observador. (P.ej., convulsiones, deformación de un miembro). Esto es, los síntomas son subjetivos, mientras los signos son objetivos. Ambos nos van a proporcionar información sobre el estado del herido. Para conocer los síntomas es necesario recurrir al interrogatorio, mientras que para los signos usaremos la exploración, esto es, inspección y palpación. La inspección permite apreciar mediante la observación el estado general del herido, el color de su rostro, la deformidad de un miembro fracturado, la importancia de una quemadura, etc. Por la palpación podemos apreciar la frecuencia y regularidad del pulso, el dolor localizado en una contusión, etc. Finalmente, ciertos datos de exploración solamente podremos obtenerlos mediante el empleo de aparatos auxiliares, tales como el termómetro, para medir la temperatura, o el esfigmomanómetro, para la presión arterial. LA RESPIRACIÓN. La frecuencia respiratoria normal es de 16 a 20 R.P.M. (se cuenta como una respiración la suma de inspiración y espiración). El aumento de dicha frecuencia, o taquipnea se produce de manera fisiológica tras el ejercicio o la excitación; igualmente, la permanencia en alturas considerables o en grandes profundidades acelera el ritmo respiratorio. La bradipnea, o disminución de la frecuencia respiratoria, se presenta fisiológicamente durante el sueño. Patológicamente lo hace en intoxicaciones por opio, barbitúricos, alcohol, ácido carbónico, ácido cianhídrico; el estado de shock, etc. La disnea es la dificultad para respirar. Desde el momento en el que la respiración deja de ser un reflejo inconsciente para convertirse en un acto consciente empieza la disnea.
  • 6. Dado que la respiración normal depende de muchos factores, son muchas también las posibles causas de disnea: la falta de oxígeno en el aire, la falta o escasez de hemoglobina en la sangre, la obstrucción de las vías respiratorias, etc. PULSO: MANERA DE APRECIARLO Y DATOS QUE SUMINISTRA. El pulso es la trasmisión a todas las arterias del organismo del impulso cardíaco sistólico, esto es, durante la contracción del corazón. Por ello, puede ser apreciado en cualquier parte del cuerpo (Fig. 1) en que exista una arteria cerca de la superficie de la piel y, mejor aún, si descansa sobre el plano duro de un hueso. La arteria más utilizada para valorar el pulso es la radial, localizada en la parte externa de la cara anterior de la muñeca. También puede explorarse en la carótida, a ambos lados de la garganta. Otros puntos utilizados para valorar el pulso son las arterias temporales, sobre las sienes; la femoral, sobre las ingles y la poplítea, en el hueco de la cara posterior de la rodilla. Por la facilidad de su localización y por su importancia, al informarnos sobre la irrigación sanguínea cerebral, el pulso carotideo es el que debemos valorar en una situación de primeros auxilios. Éste se debe buscar a la altura de las arterias carótidas situadas superficialmente a ambos lados de la línea media del cuello. El auxiliador procederá de la siguiente forma: - Se colocará al lado de la víctima; - Situará los dedos índice y medio en la línea media del cuello (a la altura de la laringe), deslizándolos unos dos centímetros a uno de los lados y - Presionará con los dedos suavemente, intentando localizar el pulso. Conviene señalar que NO se deben palpar ambas carótidas a la vez, puesto que si se interrumpe o dificulta el paso de sangre al cerebro, puede ponerse en peligro al herido. Aunque tres son las características del pulso, a saber, frecuencia, ritmo y amplitud; a nosotros nos interesa fundamentalmente la primera. La FRECUENCIA normal del pulso es muy variable en un adulto sano. En reposo suele ser de 60 a 80 pulsaciones por minuto, con variedades de hasta 44 en individuos robustos y entrenados (Miguel Indurain p.Ej.), y de 90 a 100 en sujetos más débiles o nerviosos, así como en los niños. El aumento de frecuencia se denomina taquicardia: de manera fisiológica se presenta tras el ejercicio, la excitación nerviosa o las comidas abundantes. De forma patológica la fiebre, shock traumático, hemorragias, infarto de miocardio, entre otras causas desencadenan la taquicardia. El pulso lento se denomina bradicardia, fisiológico durante el sueño y en atletas en reposo. Si es muy lento (inferior a 40 lpm) debe hacernos pensar en una lesión
  • 7. cardiaca (sobre todo sí el individuo sufre desvanecimiento o disnea) o cerebral (en los traumatismos craneoencefálicos). PRESIÓN ARTERIAL: Información que aporta. La presión arterial, también conocida como tensión arterial, es la presión que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Depende de la energía de la actividad del corazón, la elasticidad de las paredes arteriales y el volumen y viscosidad de la sangre. La presión máxima se produce cerca del final del latido de expulsión del ventrículo izquierdo del corazón, y se llama máxima o sistólica. Esta refleja el volumen de sangre circulante. Su descenso puede deberse a una pérdida de sangre masiva, caso del shock. La presión mínima se produce en la parte final de la diástole ventricular, y se llama presión mínima o diastólica. Va a reflejar el diámetro de las arterias, su descenso se debería a la dilatación de las mismas y viceversa. A la hora de aplicar unos primeros auxilios no nos va a ser posible medir la presión arterial debido a que se requieren medios materiales de los que se van a carecer. En estas situaciones nos interesará conocer aquellos signos y síntomas que nos van a indicar su alteración en determinadas circunstancias. SIGNOS SÍNTOMAS Nauseas Palidez Mareo Vómitos Somnolencia HIPOTENSIÓN Taquicardia Calambres musculares Dificultad para hablar Visión borrosa Sudoración fría Sensación de "un vacío en el estómago" Dolor de cabeza intenso HIPERTENSIÓN Mareo COLORACIÓN DEL ROSTRO. Dentro de la normalidad existe una gran variación, de unos individuos a otros, en la coloración de la cara y de toda la piel del cuerpo. No obstante, en los estados patológicos, las alteraciones de la coloración, apreciadas con objetividad, pueden sernos muy útiles para el diagnóstico.
  • 8. COLOR SOSPECHAR: Piel y - Hemorragia interna (sí se PALIDEZ mucosas presenta de forma súbita) - Shock, lipotimia, sincope, frío y Solo piel emoción. - Intoxicación por CO, gas del alumbrado y el ácido cianhídrico. ENROJECIMIENTO - Insolación CIANOSIS, desde rojo - Insuficiente oxigenación oscuro al amoratado de la sangre ICTERICIA, desde el - Alteración del hígado o vías amarillo al verde oscuro biliares 4.- VALORACIÓN DEL ESTADO DEL ACCIDENTADO: VALORACIÓN PRIMARIA (el ABC) Y VALORACIÓN SECUNDARIA. VALORACIÓN PRIMARIA El proceso de valoración consiste en la recogida de datos sobre el paciente que pueden ser de utilidad para facilitar la correcta actuación del auxiliador. Esta valoración ha de ser sistemática y precisa. Entendemos dos formas complementarias y consecutivas de valoración: la primaria y la secundaria. En una situación de urgencia, a pesar que la reacción instintiva de cualquier persona es emprender alguna acción, no se ha de caer en este error, pues la valoración primaria requiere pocos minutos y de su realización puede depender la vida del accidentado. La valoración primaria se inicia con la primera impresión que el auxiliador tiene al ver al herido, que se forma a partir de lo que vemos y oímos, seguida de la evaluación primaria propiamente dicha, que consiste en identificar problemas que amenazan la vida del individuo, resumidos en el ABC: A.- AIRWAY ----------> Permeabilidad de las vías aéreas, necesaria para que el aire llegue a los pulmones. B.- BREATHING -----> Existencia de respiración espontánea. C.- CIRCULATION --> Existencia de latido cardiaco y ausencia de grandes hemorrágias.
  • 9. La alteración de estos tres puntos se da en la parada cardiorespiratoria, que será tratada posteriormente. VALORACIÓN SECUNDARIA Sólo después de realizar la valoración primaria y las debidas actuaciones (reanimación cardio-pulmonar, apertura de vías, etc..), si las hubo, se realiza la valoración secundaria. Ésta consiste en la valoración del estado del accidentado de pies a cabeza, tanto por delante, por detrás y por ambos laterales. Se han de buscar: • fracturas de miembros o de la columna vertebral, • golpes recibidos en la cabeza, tórax, abdomen y/o espalda que puedan producir hemorragias internas, • lesiones, contusiones, quemaduras, dolor, etc. Durante este proceso se interrogará al enfermo, si está consciente, intentando obtener la mayor cantidad de información posible por si dejara de estarlo. Se anotaran, y posteriormente se trasmitirán a los servicios sanitarios, los siguientes datos: • nombre y apellidos • edad o constantes vitales (pulso y respiración)  enfermedades que padezca o halla padecido • medicación que toma habitualmente (anticoagulantes, insulina,..) • alergias a algún medicamento • si lleva algún informe médico encima • localización del dolor • hormigueos, "descargas eléctricas", entorpecimiento de las piernas o actuaciones de primeros auxilios realizadas y respuesta del paciente a ellas, • SI existe hemorragia la cantidad aproximada y el origen, o SI se está realizando la Reanimación Cardio-Pulmonar, tiempo desde la parada y tiempo que se está realizando la maniobra.  SI existe intoxicación por fármacos o productos tóxicos, cuándo y qué cantidad, y si hubo vómitos.
  • 10. CAPITULO II .- EMERGENCIAS 1.- AHOGADOS Ahogamiento por asfixia o por inmersión, se produce porque un medio líquido obstruye el paso del aíre al interior de la vías aéreas. Hay dos clases de ahogamientos: Ahogamiento seco: Se produce un espasmo de la glotis por Iaringoespasmo, por lo que el agua no llega al interior del árbol bronquial; también se denomina ahogamiento blanco, por el aspecto pálido de la víctima. Ahogamiento húmedo: Hay aspiración de líquido a los pulmones tras la fase inicial de laringoespasmo, por estímulos de la hipoxia y la hipercapnia en el centro respiratorio de la Inspiración; se denomina ahogamiento azul y representa el auténtico cuadro de asfixia por inmersión. Por otro lado, según el medio en que se produzca, la inmersión puede ser por: Agua de mar, que es hipertónica, lo que provoca paso de líquido hacía los bronquios y los alvéolos, dificultando el intercambio gaseoso, llegando a la muerte por asfixia, hipoxia, acidosis y edema pulmonar. Agua dulce, que es hipotónica y pasa rápidamente desde el alvéolo al torrente circulatoria, produciendo hipervolemia y hemólisis, lo que ocasiona la muerte por fibrilación ventricular, hipoxia y edema pulmonar. Ahogamiento en piscinas, que es igual al del agua dulce, con el agravante del cloro que produce acción tóxica en la pared alveolar.
  • 11. Ahogamiento en aguas contaminadas, que presenta dos problemas añadidos; la contaminación bacteriana y la química. En cualquier caso, el principal acontecimiento tras la inmersión es la hipoxemia arterial. Inicialmente, tras la inmersión total en el agua, la víctima presa del pánico inhibe su respiración mientras lucha y se agita violentamente. La agitación poco a poco desaparece mientras pequeñas cantidades de aire salen de los pulmones y de la misma forma grandes cantidades de líquido son tragadas y aspiradas. Los vómitos están frecuentemente asociados en relación a la ingestión de gran cantidad de líquido. Finalmente desaparecen todos los reflejos de la vía aérea y el agua penetra pasivamente en la tráquea, sucumbiendo y produciéndose la parada cardiaca. Pero como anteriormente hemos descrito, existe el ahogamiento seco, en el que el laringoespasmo no permite la entrada de líquido y la muerte se produce por ausencia de ventilación e hipoxia. En todos los ahogados se produce, en mayor o menor intensidad, un cierto grado de hipotermia, que en cierta forma protege al cerebro de la hipoxia; esto es importante, ya que no se debe abandonar la reanimación de un ahogado basándose en su frialdad. En ocasiones, el traumatismo suele ser el acontecimiento principal que precipita la Inmersión; a menudo coexisten lesiones cervicales y torácicas, que no son advertidas y conducen a consecuencias desastrosas. VALORACION, SOPORTE y ESTABILIZACION. • SACAR DEL MEDIO ACUÁTICO • PERMEABILIZAR VÍA AÉREA • INICIAR VENTILACIÓN / OXIGENACIÓN • SI P.C.R., INICIAR R.C.P. • MONITORIZACIÓN E.C.G. • CONTROL SEGMENTO CERVICAL • CUIDAR LA HIPOTERMIA Lo más importante es extraer a la víctima del lugar del ahogamiento e iniciar prontamente las medidas de reanimación. La asfixia es el primer determinante de la mortalidad tanto temprana como tardía. Por tanto, el primer objetivo en la resucitación es corregir la hipoxemia y establecer la circulación ya en el lugar del accidente. Se deben iniciar las medidas tendentes a la ventilación pulmonar, mediante las respiración boca-boca o la administración de altas concentraciones de oxígeno, si se dispone de él, incluso en los pacientes conscientes y sin aparente dificultad respiratoria. Si no se aprecia latido cardíaco o pulso carotídeo, se debe pasar a una reanimación cardiopulmonar básica completa. Recordar que los vómitos pueden tener lugar en más del 50% de los ahogados durante la resucitación. Es primordial la adecuada limpieza de la vía aérea antes de proceder a la ventilación y el manejo del paciente como si existiera lesión de la columna cervical. También es muy importante tener en cuenta que en presencia de hipotermia, el tiempo convencional de límite de resucitación (30 minutos) debe ser ignorado
  • 12. hasta que la temperatura central supere los 30ºC. En niños los límites con respecto a la resucitación todavía son más prolongados. Las víctimas de ahogamiento que presentan hipotermia severa deben ser sometidos a una rápida y continuada reanimación hasta que se logre actividad cardiaca. La hipotermia hace extremadamente irritable el miocardio, por lo que es necesario en ocasiones, múltiples choques para revertir la fibirílaci6n hasta que la temperatura alcance los 33-35ºC. Por todo ello, la monitorización electrocardiográfica es necesaria durante el calentamiento. Las maniobras para drenar el líquido de los pulmones son ineficaces y potencialmente peligrosas; deberán ser abandonadas porque pueden provocar el vómito o la aspiración. OBSTRUCCIÓN DE LA VÍA AÉREA POR UN OBJETO. Cuando un objeto compromete la permeabilidad de la vía aérea compromete la vida. En la reanimación cardiopulmonar veremos la forma de abrir las vías en el caso de una víctima supuestamente inconsciente, donde será la propia lengua del accidentado la que impedirá el paso del aire. En este caso, va a ser un objeto el que va a entorpecer el paso del aire hacia los pulmones, pudiendo la víctima estar consciente o no. Antes de continuar, recordemos por un momento la anatomía de las vías respiratorias. Estas se dividen en dos partes: vías respiratorias altas y bajas. La boca, nariz , faringe y laringe constituyen las vías respiratorias altas. Traquea, bronquios y bronquiolos las vías bajas. Habitualmente las obstrucciones se localizan en las vías altas con lo que obstrucción es total. Una vez que el objeto pasa de la traquea, la obstrucción es parcial pues el objeto suele alojarse en el bronquio derecho, permitiendo la ventilación del izquierdo. La obstrucción de la vía aérea por un cuerpo extraño suele ir acompañada por el estado de consciencia de la víctima y la ingestión accidental de un cuerpo, bien comida u otros objetos, causa de la asfixia. Si estamos presentes observaremos como la víctima lleva sus manos al cuello, signo universal de atragantamiento y asfixia. Si no estuviéramos presentes en el preciso momento del atragantamiento la observación del lugar puede darnos una pista de vital importancia (p.ej. un niño desmayado junto a un bote de canicas). ¿Qué hacer entonces?. NIÑO < 4 Años En un niño menor de un año realizaremos la MANIOBRA DE HEIMLICH adecuada a esta edad (Fig. 2). Le colocaremos a horcajadas en el antebrazo del auxiliador, quién le dará cuatro golpes entre los omóplatos; en caso de fracaso, girar al niño sobre la espalda, con la cabeza baja y efectuar cuatro apretones sobre la parte anterior del tórax, en mitad del esternón.
  • 13. NIÑO > 4 Años y ADULTOS En un niño grande o en un adulto, realizaremos la MANIOBRA DE HEIMLICH para estas edades (Fig. 2). Esta maniobra pretende desalojar cualquier obstáculo de las vías aéreas mediante un brusco aumento de presión intratorácica. La maniobra de Heimlich tiene diversas modalidades según esté la víctima de pie o acostada. * Si la víctima está DE PIE: el socorrista se colocará detrás de ella, colocando los brazos por debajo de los de la víctima. Seguidamente cerrará la mano alrededor del dedo pulgar en forma de puño, lo colocará horizontalmente con el dorso de la mano hacia arriba y el pulgar justo por debajo del esternón. La otra mano la colocará sobre el otro extremo del puño. En esta posición tirará bruscamente hacia él comprimiendo el abdomen en sentido ascendente varias veces seguidas. * Si la víctima está SENTADA: el socorrista se colocará detrás de ella con las rodillas flexionadas para estar a la altura más correcta, y procederá como en el caso anterior. * Si la víctima está EN EL SUELO: el auxiliador lo estira boca arriba, colocándose a horcajadas sobre sus muslos, con la palma de la mano encima del ombligo y la otra mano sobre la primera. De esta forma comprimirá hacia abajo y hacia la cabeza bruscamente varias veces. El auxiliador ha de colocar la cabeza de la víctima ladeada para facilitar la salida de objetos.
  • 14. En todos los casos las maniobras pueden repetirse varias veces seguidas y acompañándose de la búsqueda y retirada de objetos de la boca. Si todo esto no fuera suficiente o la víctima permaneciera inconsciente o tomara una coloración violeta practicaríamos varias insuflaciones con la intención de alojar el posible objeto en las vías bajas permitiendo una ventilación parcial. Si tras extraer el cuerpo extraño no respirara practicaríamos la R.C.P. (Que estudiaremos a continuación). 2.- REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR (RCP). La vida se ve comprometida en cualquier situación en la que exista una obstrucción de la difusión de gases, fracaso de la bomba cardiaca o inadecuado transporte sanguíneo de oxígeno a los tejidos. En estos casos es necesaria la intervención urgente. El ABC de la asistencia de emergencia y el objetivo prioritario en la evaluación y tratamiento para evitar la muerte del sujeto, reside en: A.- AIRWAY ----------> La permeabilidad de las vías aéreas. B.- BREATHING -----> La facilitación de la respiración. C.- CIRCULATION --> La conservación de la circulación.
  • 15. JUSTIFICACIÓN DE LA NECESIDAD DE APRENDER LA RCP. En la actualidad, prácticamente el 50% de los fallecimientos se deben a enfermedades cardiovasculares, mientras que un 30% se deben a traumatismos. En el primer caso afecta a personas en las edades más productivas de la vida, entre los 35 y 60 años de edad. El traumatismo supone la primera causa de mortalidad para los menores de 40 años. El 40% de las muertes producidas por enfermedades cardiovasculares podrían sobrevivir con una correcta Reanimación Cardio-Pulmonar antes de los 4 minutos. El 60-70% de los casos de muerte por enfermedad cardiovascular tienen lugar fuera de los centros sanitarios. En un estudio realizado en Navarra por Serón y Arbeola, la mortalidad por infarto de miocardio en dicha región se produjo en el 61,1% de los casos en el domicilio y en el 5,4% durante el transporte. Estos datos avalan la necesidad de enseñar la maniobra de la R. C. P. entre la población general. BREVE FISIOPATOLOGÍA DE LA PARADA CARDIO-PULMONAR. Una parada cardio-pulmonar puede estar producida, o bien por una parada cardiaca, o bien por una pulmonar. * PARADA CARDIACA. Esta puede estar ocasionada por un FALLO PRIMARIO DEL CORAZÓN, originado en él mismo, o por un FALLO SECUNDARIO, originado en otro/s órgano/s o sistema/s y que afecta al corazón como un órgano más. * PARADA RESPIRATORIA (apnea). Las causas de una parada respiratoria pueden ser de tres tipos: Neurológicas, Musculares y Mecánicas. De forma desarrollada las causas de Asfixia pueden ser: 1.- Insuficiencia de oxígeno en el ambiente por humo, gases tóxicos, etc.. 2.- Obstrucción de las vías aéreas por: • Cuerpos extraños • Lengua retraída hacia la laringe • Edema de las vías respiratorias • Laringoespasmo • Aspiración de contenido gástrico por vómito 3.- Secreciones en las vías aéreas en los casos de semiahogamiento o edema pulmonar. 4.- Interferencia con la respiración por traumatismo torácico o depresión del centro respiratorio mediante fármacos o drogas.
  • 16. 5.- Interferencia con la circulación en casos de: • Shock eléctrico • Infarto de miocardio • Envenenamiento por monóxido de carbono DEFINICIÓN Y DIAGNÓSTICO. Se define una Parada Cardio-Pulmonar como el cese brusco de la circulación sanguínea con la consiguiente interrupción del aporte de oxígeno a los tejidos. Para determinar la existencia de una Parada Cardio-Pulmonar diferenciaremos la parada cardiaca de la pulmonar. *Diagnóstico de una parada cardiaca: • Pérdida brusca de la consciencia. • Ausencia de pulsos en las grandes arterias (carótida, femoral, humeral, etc.) Son signos adicionales: • la presencia de apnea (ausencia de respiración) o patrón respiratorio ineficaz, • cianosis (coloración azulada de la piel, sobre todo en labios y zonas distales • frialdad en las extremidades y, • dilatación pupilar. *Diagnóstico de una parada respiratoria: A) Completa: - Ausencia de paso de aire - No se oye flujo - Dificultad para insuflar aire - Incapacidad para toser - Escasa o nula expansión torácica - Tiraje supraclavicular e intercostal B) Parcial: - Ausencia de ruidos respiratorios - Ronquido (hipofaringe)
  • 17. - Estridor (laringe) - Sibilancia (bronquial) - Gorgoteo (cuerpo extraño) - Si existe, capacidad para toser ACTUACIÓN: REANIMACIÓN CARDIO-PULMONAR (RCP). La RCP es el conjunto de maniobras encaminadas a revertir una parada cardio- respiratoria, evitando que se produzca la muerte biológica por lesión irreversible de los órganos vitales (cerebro). Pretendemos obtener un flujo sanguíneo suficiente para evitar la muerte cerebral. El conjunto de maniobra denominadas como RCP pueden dividirse en tres grupos: 1º.- RCP Básica: No requieren medios especiales y puede ser realizada por cualquier persona debidamente preparada. A- Permeabilidad de la vía aérea B- Respiración boca a boca C- Masaje cardiaco 2º.- RCP Avanzada: Requiere medios especiales y es realizada exclusivamente por personal sanitario. a) Uso de drogas, líquidos de infusión intravenosa, etc.. b) Monitorización del electrocardiograma. c) Desfibrilación. 3º.- RCP en cuidados intensivos: Orientada a la recuperación cerebral. a) Evaluación del paciente y de su función cerebral. b) Cuidados intensivos.
  • 18. La RCP Básica. Como comentamos al principio el ABC de la asistencia de emergencia y objetivo prioritario en la evaluación y tratamiento reside siempre en: A.- AIRWAY ----------> La permeabilidad de las vías aéreas. B.- BREATHING -----> La facilitación de la respiración. C.- CIRCULATION --> La conservación de la circulación. Sobre estos tres pilares vamos a explicar la reanimación cardio-pulmonar. Airway) Mantenimiento de la permeabilidad de la vía aérea. a) Colocación de la cabeza. Si la persona está inconsciente, es probable que la lengua obstruya la vía aérea impidiendo el paso de aire. Para evitarlo se pueden realizar una de las siguientes maniobras: - Hiperextensión Frente-nuca - Hiperextensión Frente-mentón - Triple maniobra Las dos primeras maniobras realizan la hiperextensión del cuello usando la frente y la nuca o el mentón como puntos de apoyo. La triple maniobra realiza la apertura de la vía aérea, dislocando la mandíbula inferior. Esta última maniobra se utiliza ante la sospecha de fractura cervical. b) Limpieza de la boca. La limpieza de la boca se ha de realizar manualmente con el "dedo en gancho", buscando posibles objetos causa de obstrucción (chicles, caramelos). Así mismo se retirará la dentadura postiza si existiera. Limpiaremos además, las secreciones que se hallasen en la boca (vómitos), con la ayuda de gasas, pañuelos, etc.
  • 19. Si tras la realización de estas actividades no se hubiera obtenido una vía aérea permeable, es decir, que permita el paso libre de aire, se ha de sospechar la existencia de uno o más objetos en la garganta. Para solucionarlo se realizará la maniobra de Heimlich. Si no se consiguió con estas maniobras una respiración espontánea se ha de pasar al siguiente punto. Breathing) Respiración artificial. La respiración artificial tiene por objeto hacer llegar aire hasta los pulmones del sujeto que se encuentra en parada respiratoria. Tres son las técnicas de respiración artificial: "boca a boca" (Fig. 3), mediante el uso de un ambú y mediante ventilación mecánica. Se considera que la respiración "boca a boca" es idónea para la actuación de primeros auxilios por: a) Conseguir un aporte de aire de alrededor de 1000 c.c. en cada insuflación. b) Permitir apreciar en todo momento la distensión del tórax del accidentado, lo que nos indica que la inspiración es buena o, en su caso, la existencia de obstáculos a la entrada de aire en los pulmones. TÉCNICA Para realizar la respiración "boca a boca" o "boca a nariz" el accidentado debe estar tendido boca arriba. Hiperextender el cuello colocando, a ser posible, bajo los hombros una chaqueta o toalla. El auxiliador, arrodillado a la derecha de la víctima, cierra las fosas nasales (la boca en el caso de la técnica "boca a nariz") con el pulgar y el índice de su mano izquierda; con estos mismos dedos de su
  • 20. mano derecha le sujeta la mandíbula, tirando de ella hacia arriba, mientras el codo del brazo derecho descansa suavemente sobre el pecho del accidentado. En esta posición el socorrista inspira profundamente, sella con su boca la del accidentado y le insufla el aire. A continuación, retira su boca para permitir el vaciamiento de los pulmones. Si existiera agua en los mismos la cabeza de la victima ha de estar lateralizada para facilitar la salida de la misma. En cada insuflación se comprobará que la ventilación es adecuada por: a) la elevación y descenso sucesivos de la pared del tórax (de 2 a 3 cm.); b) al oír y sentir como sale el aire al exhalarlo la víctima pasivamente; y c) al sentir el auxiliador en sus propias vías aéreas la resistencia de los pulmones de la víctima al expandirse. Este movimiento completo debe repetirse con una frecuencia de 16 a 20 veces por minuto, es decir, al mismo ritmo de la respiración normal del socorrista. Si el inicio de este proceso no fuera acompañado de una rápida recuperación de la respiración espontanea, se habrá de valorar la posibilidad de una parada cardiaca. De confirmarse ésta, se pasaría al punto siguiente. Circulation) Masaje cardiaco. El masaje cardíaco debe aplicarse siempre que se observe falta de pulso y del latido cardíaco. Esta técnica se basa en la posibilidad de comprimir el corazón contra la columna vertebral, ejerciendo presión sobre el tercio inferior del esternón (Fig.). Con ello obligamos al corazón, que se encuentra parado y con sangre en su
  • 21. interior, a expulsar la sangre y a llenarse después, alternativamente, como si se realizara una contracción activa. Una vez comprobada la ausencia de pulso y de latido cardíaco se tumbará al accidentado boca arriba, sobre un plano duro. El socorrista, arrodillado a la derecha del accidentado, localizará la punta del esternón y colocará el talón de una de las manos dos dedos por encima de la misma (Fig.). Colocará el talón de la otra mano sobre la primera entrecruzando los dedos; las palmas de las manos no deben tocar el pecho de la víctima, y los codos estarán rígidos, sin doblar. En esta postura el socorrista deja caer el peso de su propio cuerpo comprimiendo el esternón de 4 a 5 cm. Haciendo fuerza solo y exclusivamente sobre el talón de la mano. Manteniendo las manos en su sitio, retirar la compresión para permitir que el corazón se vuelva a llenar. Las compresiones se realizarán de forma rítmica, contando "y uno, y dos , y tres, y cuatro,..". Se continuará hasta que aparezca pulso. Para realizar al mismo tiempo la respiración artificial y el masaje cardiaco se realizarán ciclos de 15 compresiones, dos ventilaciones, hasta un total de cuatro, momento en el que se valorará la existencia de pulso carotideo. Intentamos obtener de 80 a 100 compresiones por minuto. CUANDO NO REALIZAR LA R.C.P. - Cuando la muerte sea evidente. Por ejemplo: fractura craneal con salida de masa encefálica. - Evolución terminal del paciente (medio hospitalario). - Cuando se sepa que han pasado más de diez minutos desde la parada cardiaca, a excepción de niños, ahogados, electrocutados y accidentados hipotérmicos. CUANDO SUSPENDER LA R.C.P. - Cuando se obtenga respiración y circulación espontanea. - Enfermedad irreversible e incurable confirmada (medio hospitalario). - Confirmación de haber iniciado la R.C.P. diez minutos después de la parada a excepción de niños, ahogados, electrocutados y accidentados hipotérmicos.
  • 22. CAPITULO III .- PROCESOS PATOLÓGICOS I 1.- LIPOTIMIA O DESMAYO: Es la pérdida momentánea del conocimiento, que la mayoría de las veces es producida por un descenso de la tensión arterial. Es decir, la lipotimia se produce porque no le llega suficiente sangre al cerebro. Antes del desmayo aparecen signos de: falta de fuerza, sensación de pérdida de conocimiento, malestar, vértigo, náuseas o vómitos, visión borrosa, zumbidos de oídos, palidez y sudoración fría. Actuación: • acostarle y elevarle las piernas (para favorecer el riego sanguíneo cerebral), • aflojarle la ropa: cinturón, corbatas, etc, • si está inconsciente: NO darle NADA de beber, • si no se recupera: traslado urgente. 2.- ATAQUES DE ANSIEDAD Y DE EPILEPSIA. ANSIEDAD La ansiedad es una emoción que surge ante cualquier situación o sensación de amenaza o agresión a la identidad del yo personal. Puede aparecer en gran variedad de circunstancias, desde la normalidad a la patología. Según Freud (en 1926), la ansiedad normal sería "la ansiedad en relación con un peligro conocido". Los ataques de ansiedad o reacciones ansiosas agudas, son reacciones de gran intensidad que surgen en relación con circunstancias inusuales y muy traumáticas: catástrofes naturales (terremotos, inundaciones), incendios, guerras, etc. Los signos y síntomas que presenta el individuo que sufre el ataque son: temblor generalizado, sudoración, taquicardia o palpitaciones, disnea, mareo o sensación de inestabilidad. Actuación: - comunicarle a la persona que sufre de ansiedad que no está sola y que le vamos a ayudar,
  • 23. - cuando exista hiperventilación (respiración superficial y rápida), es eficaz utilizar una bolsa de papel para que la persona respire en su interior. - estimular a la persona a que respire lentamente, que cierre los ojos, durante al menos 15 minutos. - si no cesa la crisis, convendrá trasladarle a un centro médico. EPILEPSIA La epilepsia puede definirse como un trastorno transitorio de la conciencia o de la función motriz, sensitiva o vegetativa, con o sin pérdida de la consciencia. El cuadro clínico se caracteriza por la aparición repetida de crisis cerebrales que van acompañadas de espasmos generalizados (convulsiones) o limitados, o bien cursan sin espasmos. Estos ataque suelen ir acompañados de amnesia (pérdida de memoria), relajación de esfínteres y mucha salivación. Actuación: • dejar al paciente donde está, mejor echado, • despejar la zona en la que se encuentra el sujeto de objetos con los que pudiera hacerse daño (mesas, sillas, etc), • NO sujetarlo si tiene movimientos convulsivos, • si ya tiene la boca cerrada, NO intentar colocar un objeto entre sus dientes, • NO darle de beber, • NO trasladarle en pleno ataque, • NO intentar la respiración artificial y • si se trata de un paciente que NUNCA ha padecido ataques epilépticos, trasladarlo a un centro médico finalizada la crisis. 3.- HERIDAS. Se pueden presentar dos tipos de heridas: las cerradas o contusiones (cardenal) y las abiertas, en las que existe rotura de la piel. Las heridas se van a caracterizar por la aparición de dolor, que dependerá fundamentalmente de la zona afectada y de la extensión de la herida; o de hemorragia.
  • 24. Actuación: • lavarse las manos, • cortar la hemorragia (como veremos posteriormente), • limpiar la herida con agua y jabón o con agua oxigenada, intentando extraer todos los cuerpos extraños que puedan hallarse en la herida, • vendar la herida, mediante vendas, apósitos, y si no se dispone de ellos, con trozos de toallas, sábanas, procurando que estén lo más limpios posible, • dependiendo de la gravedad de la herida así como del grado de suciedad, se le trasladará o no al centro médico. 3.1.- MORDEDURAS Y PICADURAS. A. MORDEDURAS. MORDEDURA DE SERPIENTE Las mordeduras de serpientes en estas latitudes climáticas no son venenosas, a menos que se trate de una víbora. Éstas son poco agresivas y no muerden, a menos que se las moleste o pise. Medidas de prevención y tratamiento El veneno es inoculado a la herida mediante los colmillos que son huecos, extendiéndose rápidamente por el organismo. Estos colmillos pueden ser fijos o retráctiles. El veneno que inoculan puede ser hematotóxico o neurotóxico. Veneno hematotóxico Signos y síntomas: o Dolor inmediato en la zona afectada. o Edema (comienza tempranamente y puede abarcar toda la extremidad)
  • 25. o Petequias y equimosis o Posibles signos y síntomas sistémicos: debilidad y fiebre, náuseas, vómitos, hormigueos y entumecimiento peribucal, ergusto metálico y fasciculaciones musculares. o Posible hipotensión, hemorragia extensa, choque y edema pulmonar. Veneno neurotóxico Signos y síntomas: o No hay signos ni síntomas locales y el cuadro sistémico tal vez no aparezca inmediatamente en caso de intoxicación grave. o Los signos y síntomas posibles y que aparecen después de varias horas incluyen aprensión, inquietud, disnea, náuseas, sialorrea, vómitos y debilidad. o Parálisis bulbar, que aparece en 4 a 7 horas. o Parálisis difusa, que surge en 1 a 2 horas. o Los signos y síntomas evolucionan rápidamente y pueden ocasionar parada respiratoria. Actuación: • El colapso es el peligro inmediato, sobre todo en los niños. • El sujeto mordido debe evitar todo esfuerzo o movimiento, se le debe tender y evacuar en posición horizontal. • No dar nunca de beber (y menos alcohol). • Valore a menudo el estado cardiovascular, respiratorio y neurológico del individuo y mida sus signos vitales cada 15 minutos. Si entra en parada pulmonar o cardiocirculatoria inicie la R.C.P. • Mida la circunferencia de la herida periódicamente para detectar el edema en aumento. • Mida el pulso en todas las extremidades edematosas. • Limpie la herida • El uso del torniquete presenta grandes riesgos, es mejor no utilizarlo. • Si la mordedura está localizada en un miembro, se puede colocar justo por encima de la herida una ligadura ancha ligeramente apretada. • Traslade a la víctima a un centro hospitalario. El auxiliador no tomará la responsabilidad de poner él mismo una inyección antivenenosa, a menos que se dé esta doble consición: • es imposible recurrir rápidamente a un médico • la persona mordida, diez minutos después de la mordedura debe ser conducido a un hospital lo más pronto posible. Mas sobre las Serpientes
  • 26. MORDEDURAS DE ARAÑA La mordedura de araña en humanos se produce en el mayor número de ocasiones de forma accidental y, frecuentemente, pasa desapercibida en un primer momento, ya que el accidentado suele relacionarla con la picadura de algún insecto u otra causa desconocida. En nuestro país se estima que existen más de 1700 especies diferentes de arañas, aunque sólo tres de éstas pueden considerarse peligrosas para el hombre la "araña marrón" (Loxosceles rufescens), la "viuda negra" (Latrodectus tredecimguttatus) y la "tarántula" (Lycosa tarántula fasciventris). Identificación de la lesión La mordedura suele situarse en extremidades superiores e inferiores e incluso en genitales. Las señales que la identifican son dos puntos separados menos de 6 mm. Estas dos micropunciones están enrojecidas, a veces dolorosas y con picor. Araña marrón Viuda negra Tarántula EFECTOS LOCALES Araña marrón Viuda negra Tarántula Edema X X Necrosis local X X X Ulcera local X Costrosa X EFECTOS SISTÉMICOS
  • 27. Hipermermia X Mialgias X Hemólisis Coagulación X Intravascular Disemminada Dolores en ganglios y X adenopatía Contracturas X musculares Nauseas y vómitos X Actuación: Siempre que sea posible es importante identificar el ejemplar que ha producido la lesión, para valorar si es venenoso. • Tranquilizar a la víctima y acompañantes. Las picaduras tiene tratamiento. • Mantener a la víctima en reposo y en una postura cómoda. Evitar movimientos innecesarios. • Si es necesario por estados de angustia o nerviosismo inmovilizar la zona afectada en posición funcional. • Ante la tumefacción o edema del miembro afecto, elevarlo • Si es posible, lavar la zona con agua y jabón. • NO UTILIZAR desinfectantes o antisépticos QUE COLOREEN la zona enmascarándola. • Traslado a un centro sanitario. b) MORDEDURAS DE MAMÍFEROS. Las mordeduras de los animales (ser humano incluido) son peligrosas por el riesgo de trasmitir enfermedades tales como la rabia, tétanos u otras infecciones. Toda mordedura de animal se debe mostrar al médico. Si se sospecha que un animal doméstico (perro, gato, caballo, ganado, etc..) está afectado por la rabia, hay que esforzarse en capturarlo vivo y llevarlo al veterinario. Se puede haber cogido la rabia sin haber sido mordido: un simple contacto es suficiente; la lamida de una animal o la manipulación de su cadáver pueden trasmitirla. MORDEDURAS DE PERSONAS:
  • 28. Información general o Son las más peligrosas de todas las mordeduras de mamíferos, por las posibles complicaciones graves que son la consecuencia de infecciones producidas por los microorganismos infectantes que son habitualmente Staphylococcus y Streptococcus. o Más frecuentes en las manos, porque son consecuencia de peleas y luchas, y pueden causar desgarros profundos que alteran aponeurosis, tendones y articulaciones. Si ocurren cuando el puño está cerrado la piel desgarrada se retrae y retorna a su posición original, y hace que la saliva penetre en los planos profundos. o Posible retraso a la hora de pedir ayuda sanitaria por vergüenza. Signos y síntomas  Desgarro con cantidades importantes de tejido desvitalizado.  Formación de hematoma.  Posibles lesión por aplastamiento.  Posible amputación.  Posible infección, y entre sus signos tempranos están enrojecimiento, calor, dolor al tacto, hinchazón y un exudado grisáceo fétido. Actuación. • Limpie y lave la herida. • Traslade al herido a un centro sanitario. MORDEDURAS DE PERROS Información general o Más comunes en las extremidades, cabeza y cuello. o Casi todas las mordeduras son por razas de gran tamaño, de forma que son frecuentes heridas graves. o Por lo regular es bajo el índice de infecciones concomitantes. Signos y síntomas.  Los signos y síntomas varían desde contusiones y desgarros superficiales, hasta lesión grave por aplastamiento, heridas por punción profunda, y pérdida de tejidos. Actuación. • Cohiba la hemorragia si es necesario. • Sostenga e inmovilice las zonas lesionadas. • Limpie la herida.
  • 29. Averiguar el estado vacunacional Si se desconoce y se ha inmovilizado al perro llevarlo a la perrera para observación. • Traslado de la persona mordida a un centro sanitario. MORDEDURAS Y ARAÑAZOS DE GATOS Información general o Por lo general no son tan graves como las mordeduras de perros. o Existe un 30% de posibilidades de infección. Signos y síntomas.  En forma típica, heridas pequeñas, penetrantes y profundas que alteran tendones y pueden llegar a espacios articulares. Los arañazos pueden ser profundos. Actuación. • Limpiar la herida con jabón. • Trasladar al herido a un centro sanitario. Hay que estar alerta después de la aparición de fiebre por arañazo de gato. Su periodo de incubación es de 3 a 10 días y en la piel de la persona pueden surgir pápulas dolorosas, con linfadenopatía dolorosa, cefalea, fiebre, malestar y eritema. El cuadro no tiene tratamiento, pero desaparecerá en unos meses. B. PICADURAS PICADURAS DE INSECTOS Las picaduras de insectos pueden llegar a ser graves debido a la reacción del organismo al veneno, por la trasmisión de una enfermedad o por infección de la herida, favorecida por haberse rascado. Es por ello que a las personas alérgicas a los venenos de los insectos les puede ser útil llevar algún medicamento autoinyectable prescrito por su médico, para evitar el shock.
  • 30. PICADURAS DE ABEJA O DE AVISPA. • Si el aguijón permanece en la piel (abeja sobre todo), retirarlo con unas pinzas pequeñas (como las de depilar, por ejemplo) y poner sobre la picadura una compresa con amoníaco rebajado, hielo o vinagre. Si la región afectada se hicha mucho o está muy dolorida, llevar al sujeto al médico. • Una picadura en la boca o garganta de una persona alérgica puede dificultar la entrada de aire en los pulmones como consecuencia del edema. En estos casos puede ser útil el hacer chupar un cubito de hielo al accidentado durante el traslado urgente al centro hospitalario. • En los casos graves, se deben vigilar las posibles alteraciones que se produzcan en las constantes vitales. PICADURAS DE MOSQUITOS. Los mosquitos deben ser eliminados o alejados mediante los medios individuales (aerosoles, insecticidas eléctricos, etc.) y colectivos, ya que una de sus especies propaga el paludismo. La protección colectiva consiste en el secado de todo pequeño charco de agua estancada y en la desinsectación de charcas. En el interior de la casa se pulveriza el techo con un insecticida (aproximadamente 3 meses de eficacia). PICADURAS DE PULGAS O DE PIOJOS. Las picaduras de pulgas y piojos son peligrosas en los grandes desplazamientos de la población, en donde las condiciones de higiene son malas (guerra, éxodo). Pueden provocar enfermedades graves. Las pulgas pueden transmitir la peste, y los piojos del cuerpo, el tifus. Los piojos del cuerpo no viven en la piel, sino en la ropa; pulverizando los vestidos se logra destruirlos. El frío mata los piojos. Los piojos de la cabeza son frecuentes en los niños. Es por ello que se aconseja inspeccionar minuciosamente el cabello de los niños, al menos una vez por semana. Las liendres se ven fácilmente al utilizar un peine fino para peinar el cabello. PICADURAS DE PECES VENENOSOS, ERIZOS Y MEDUSAS.
  • 31. Las picaduras de ciertos animales venenosos, tales como los peces araña, escorpenas, rayas, erizos o un simple contacto (medusa), son generalmente muy dolorosas y pueden acarrear reacciones generales. Los signos y síntomas que la persona puede presentar son: dolor, intenso picor, eritema y edema de la zona afectada. Actuación: • Si fuera posible, identificar al ejemplar que ha producido la lesión. • Tranquilizar al afectado y acompañantes. • Se mantendrá al afectado en reposo y en una postura cómoda, evitando movimientos innecesarios. • Intentar retirar la espina, pincho, o restos de medusa (protegiéndose los dedos) que hubiesen en la piel. • Lavar la zona afectada con agua de mar, jamás con agua dulce. Si hubiera oportunidad se recomienda irrigar la zona con vinagre ( o amoníaco rebajado en agua) o alcohol isopropílico al 60%. El agua dulce y cualquier otra solución a excepción de las citadas, en caso de picadura de medusa, puede producir la descarga de los nematocistos clavados en la piel, por cambios en la osmolaridad . • Si fuera posible, aplicar frío, no directamente, durante al menos 15 minutos. Se podrá repetir la misma operación si no cediese el dolor, otros 15 minutos. • No frotar la zona con objetos ni tocarla con las manos. • Si el dolor es muy fuerte se puede administrar algún analgésico. • Se debe prestar especial atención a personas con antecedentes alérgicos, con afectaciones cardio-vasculares o respiratorias, así como a aquellas sensibilizadas anteriormente, debido a que pueden presentar complicaciones importantes. • Trasladar a un centro sanitario. PICADURA DE ESCORPIÓN Los escorpiones pertenecen al subreino de los Metazoos. En nuestro país existen cuatro especies diferentes de escorpiones, y de estas tan solo una, el Buthus occitanus (esta especie se encuentra en las siguientes regiones: norte de África, sur de España, sur de Francia, Turquía, Grecia y en algunas islas del Mar Mediterráneo), se debe considerar peligrosa en caso de picadura. Este escorpión también llamado escorpión Buthus occitanus amarillo o alacrán es de coloración pardo-amarillenta, posee una grandes pinzas y la cola es más larga que el resto del cuerpo..
  • 32. En el resto de las especies su picadura tan solo puede producir una reacción local y no en todos los casos. Los escorpiones habitan en lugares secos y pedregosos encontrándose en prácticamente todo el país. La picadura de escorpión en humanos se produce en el mayor número de ocasiones de forma accidental en las extremidades superiores al levantar una piedra o tronco caído, lugar donde suelen dormir durante el día al ser animales de vida nocturna. Identificación de la lesión Las picaduras de escorpión se identifican mediante la existencia de una micropunción con mácula o pápula eritematosa de unos 4 a 6 cm de diámetro aproximadamente, con un punto central rasgado en el que puede aparecer un foco necrótico con posterior formación de escara. También aparece dolor de diversa intensidad que suele irradiarse, e incluso se puede llegar a presentar parestesias (pérdida de sensibilidad). La duración del dolor puede durar desde una horas a varios días. La inflamación suele acompañarse de edema y tumefacción en el punto de inoculación y zona adyacente. Algunas reacciones generales que pueden presentarse son: Sudoración profusa X Sialorrea (salivación profusa) X Hipotensión X Taquicardia y/o alteraciones del X ritmo cardiaco Vómitos X Diseña X Anteriores picaduras en un mismo sujeto pueden facilitar reacciones de tipo anafiláctico. Actuación: • Si fuera posible, identificar al ejemplar que ha producido la lesión. • Tranquilizar al afectado y acompañantes. • Valorar los signos vitales, frecuencia cardíaca, respiratoria, coloración, etc.
  • 33. Se mantendrá al afectado en reposo y en una postura cómoda, evitando movimientos innecesarios. • Mantener la zona afectada en posición funcional, inmovilizándola si existen estado de angustia o nerviosismo. • Lavar la zona afectada con agua y jabón. • Es recomendable no utilizar desinfectantes o antisépticos que puedan enmascarar la lesión con su color. • Si fuera posible, aplicar paños con agua caliente a la temperatura máxima que pueda tolerar el paciente. • Si el dolor es muy fuerte se puede administrar algún analgésico. • Ante tumefacción o edema, elevar la zona afectada. • Trasladar a un centro sanitario. 4.- HEMORRAGIAS Y SHOCK HIPOVOLÉMICO. Se habla de hemorragia cuando se produce una salida de sangre fuera de los vasos sanguíneos como consecuencia de la rotura de los mismos, en cualquier parte del cuerpo. Según sea o no visible la salida de la sangre, las hemorragias pueden ser: externas (vemos salir la sangre de la herida) o internas (no vemos salir sangre). Actuación (hemorragia externa): • aflojar la ropa, • averiguar de dónde sale la sangre, quitando la ropa y limpiando la sangre o suciedad, • comprimir directamente la herida con un paño limpio, y elevar el miembro afecto (si la hemorragia se produce en el brazo o la pierna). • si no cesa, buscar y comprimir la arteria de referencia, • excepcionalmente, si la vida del paciente está en peligro, debe colocarse un torniquete. El Shock La pérdida abundante de sangre (no siempre visible), el frío, el miedo, golpes recibidos durante el accidente y ciertas enfermedades, en particular las cardiacas, repercutirán en la circulación sanguínea.
  • 34. En cualquiera de estas situaciones el herido puede estar pálido, tener frío, sus extremidades se enfrían (pies, manos, orejas, nariz); está angustiado, tiene sed. La presión sanguínea se reduce en las arterias, el corazón late más deprisa y con menos fuerza; el pulso radial es débil y rápido (más de 100 latidos / minuto), imposible o muy difícil de palpar: es el SHOCK (también conocido como choque o colapso). Se define el shock como un estado de insuficiencia circulatoria periférica aguda causada por la alteración de la regulación circulatoria o pérdida de líquido circulante. Los signos y síntomas (ya comentados) van a ser: • la víctima está pálida (observar sobre todo la mucosa del interior de los labios y el interior del párpado inferior); • tiene frío, las extremidades se han enfriado (manos, pies, orejas, nariz) y puede tiritar; • el pulso está acelerado y es difícil de localizar a nivel de las pequeñas arterias; si no se encuentra en la muñeca hay que buscarlo en el cuello (carótida), o en la ingle si la víctima va poco vestida. La observación de un solo signo de los mencionados anteriormente debe hacernos actuar. Actuación: • tumbar a la víctima en posición horizontal (de espaldas si está consciente, o en PLS si está inconsciente); en esta posición la sangre circula mejor y puede aportar oxígeno al cerebro; • elevar las piernas al herido echado de espaldas; • buscar una hemorragia externa (oculta a veces por la ropa, sobre todo en invierno o tiempo frío) y detenerla; • interrogar al herido o a los presentes (un golpe, incluso poco violento, puede provocar una hemorragia interna); la víctima puede verse afectada por una enfermedad cardíaca y sufrir dolor torácico; • arropar a la víctima y evitar cualquier movimiento; • avisar a los servicios sanitarios, pues el tratamiento del shock necesita cuidados médicos especializados. El transporte debe hacerse bajo vigilancia médica; • la colocación del herido en la camilla y el transporte del mismo deberán hacerse siempre con la víctima en posición horizontal.
  • 35. CAPITULO IV .- PROCESOS PATOLÓGICOS II 1.- INTOXICACIÓN POR GASES. Una persona puede envenenarse al inhalar algún tipo de gas tóxico de los cuales, existen diferentes especies provenientes cada una de diferentes fuentes. Pueden citarse, por ejemplo, el gas de uso general, los refrigerantes (amoníacos, anhídrico sulfuroso), los agentes anestésicos (éter, cloroformo, óxido nitroso), solventes (tetracloruro de carbono, tricloroetileno), monóxido de carbono, etc. El monóxido de carbono es un gas letal que aparece como resultado de la combustión incompleta de sustancias que contiene carbono, y su peligro está en que no se huele, por lo que no se detecta. Una concentración peligrosa de monóxido de carbono puede producirse en el interior de una casa con calefacción sin ventilación adecuada, en una cochera en la que se ha puesto en marcha el vehículo. También en un edificio en llamas, en el que la concentración de monóxido de carbono llega a tener un nivel letal en tanto disminuye el oxígeno del aire. Los síntomas vendrán dados por irritación de mucosas, tos, ronquera, dificultad respiratoria, intranquilidad, ansiedad, confusión, desorientación, trastornos de la capacidad de juicio, coloración cutánea azulada, etc. Actuación: • tomar medidas de precaución como, por ejemplo, portar máscaras con aporte de oxígeno, no llevar cerillas, • ventilar la estancia, si es posible, nada más llegar, • llevar al intoxicado a un ambiente donde pueda respirar aire fresco y desvestirle, • acostar al accidentado sobre un lado (decúbito lateral), con el tronco elevado unos 45º, y mantenerle en reposo absoluto, • si se posee equipo de administración de oxígeno, administrarlo al 100% y a alto flujo, • taparle con una manta, • si parada respiratoria, efectuar respiración artificial,
  • 36. trasladar al accidentado al centro médico más cercano. 2.- QUEMADURAS. Las quemaduras pueden ser producidas por el fuego, líquidos calientes, productos cáustico, electricidad y por el sol. Podemos clasificar las quemaduras según su profundidad, en tres tipos: 1. primer grado: muy superficiales (sólo enrojecimiento), 2. segundo grado: aparecen ampollas en la piel, y 3. tercer grado: existe destrucción de los tejidos y la piel está carbonizada. Actuación en quemaduras de: Primer grado • refrescar inmediatamente la quemadura con agua a una temperatura de entre 10 y 20 grados centígrados. • beber abundantes líquidos si esta es muy extensa, caso de las producidas por el sol durante el verano. Segundo grado Existe peligro de infección si la ampolla revienta al convertirse en una puerta de entrada para los microorganismos. Siempre se ha de lavar la zona afectada con abundante agua durante al menos 5 minutos, posteriormente, según el estado de las ampollas se actuará de una u otra manera. Ampolla intacta: poner antiséptico sobre ella y cubrir con paño limpio o compresa estéril. Ampolla rota: tratar como una herida. Lavarse las manos, aplicar antiséptico, recortar con una tijera limpia (a ser posible estéril) la piel muerta e impregnar nuevamente con antiséptico. Colocar una cinta adhesiva o tirita para evitar el dolor y la infección. Tercer grado • apagar las llamas al accidentado, con lo que se tenga a mano: mantas, tierra, o tirándose al suelo y revolcarse, • lavar la zona afectada con abundante agua durante al menos 5 minutos, • NO retirar los restos de ropa, • NO se deben reventar las ampollas que aparezcan, • NO dar pomadas de ningún tipo, • envolver la parte afectada con un paño limpio, toallas o sábanas, humedecidos en suero, agua oxigenada o agua,
  • 37. trasladar al paciente con urgencia hasta un centro hospitalario. La quemadura es el resultado clínico del contacto o exposición del organismo con el calor. Las quemaduras obedecen a múltiples causas, siendo comúnmente de origen accidental, laboral o domestico, especialmente en niños. Los principales orígenes son: Fuego Líquidos Químicos Eléctricos Radiaciones Una rápida y acertada actuación ante un quemado puede salvarle la vida y, en otros casos, mejorar el pronóstico y tiempo de curación del traumatismo térmico. Conociendo adecuadamente la etiología y la fisiopatología del quemado podremos estar en capacidad de hacer un tratamiento preventivo de las múltiples complicaciones y secuelas que pueden presentarse en estos pacientes. La piel es el órgano más extenso del cuerpo, con un espesor que varía entre 1-3 milímetros y es una barrera impermeable que también contribuye a la termorregulación. Se compone de dos capas: epidermis y dermis. La primera es la más externa; la segunda contienen tejido conjuntivo, vasos sanguíneos que aportan los nutrientes para la epidermis, folículos pilosos, glándulas sebáceas y sudoríparas y fibras nerviosas periféricas transmisoras del dolor. Precisamente estas fibras son las que se estimulan en las quemaduras superficiales, transmitiendo al cerebro la sensación dolorosa intensa que se produce y las que se destruyen cuando la quemadura es profunda, desapareciendo por tanto dicha sensación dolorosa. Como en el caso de todos los pacientes traumatizados, las prioridades son mantener la permeabilidad de la vía aérea, asegurar el intercambio de gases y restaurar el volumen intravascular. Una prioridad adicional en pacientes con lesiones térmicas evidentes es detener el proceso de la quemadura, representada por la eliminación de los vestidos, en particular los de fibras sintéticas, que pueden continuar ardiendo durante prolongados períodos de tiempo después de haberse extinguido las llamas. VALORACIÓN: Se realiza en base a dos parámetros: Extensión de la superficie corporal quemada y Grado de profundidad de la quemadura.
  • 38. EXTENSION: Es el primer factor a considerar en la valoración de la severidad de una quemadura. Para calcularla, se utiliza como método más sencillo la regla de los nueve de Wallace, según la cual se divide la superficie corporal del adulto en 11 áreas, cada una de las cuales supone el 9%, o un porcentaje múltiplo de nueve, con relación a la superficie corporal total. De esta forma se estima que: Cabeza y cuello: son, aproximadamente, un 9% Cada extremidad superior: 9% Cara anterior de tórax y abdomen: 18% Espalda y nalgas: 18% Cada extremidad inferior: 18% Genitales: l% En el niño la proporción es distinta y sé le otorga a la cabeza un 18% y a cada extremidad inferior un 13%, siendo el resto igual. Puede ayudar, en determinados momentos, saber que la palma de la mano supone un 1% de la superficie corporal total. PROFUNDIDAD: Directamente relacionada con la temperatura del agente y el tiempo de duración del contacto. Se clasifican generalmente, en primer, segundo o tercer grado, de acuerdo con la profundidad de tejido destruido. Primer grado: destruye solamente la epidermis y se expresa, típicamente, por un eritema que palidece a la presión, es dolorosa y no se asocia con evidencia de desgarro de la piel ni formación de ampollas. Segundo grado: destruye la epidermis y un espesor mayor o menor de la dermis; se subdividen en dos grados, superficial o profundo. Su aspecto es rosado o rojo, con presencia de vesiculación de contenido plasmático y tienden a una epitelización espontánea. Son dolorosas.
  • 39. Tercer grado: destruyen todo el espesor de la piel y, salvo que sean muy pequeñas, no tienen posibilidad de epitelización espontánea. Su aspecto es pálido y se aprecian pequeños vasos coagulados. Son indoloras y no palidecen por la presión. En caso de duda entre el 2 y 3 grado, en las primeras existe dolor intenso y en las otras anestesia local, por destrucción de las fibras sensitivas. Para la evaluación de una quemadura también entran en juego otros factores como la edad, el agente causante o zonas especiales, entre ellas la cara, los pliegues, las manos y los genitales. Dependiendo de la localización, profundidad y extensión se hace el pronóstico: - Quemadura grave: Hasta 25% de superficie corporal total (SCT) de grados 2 o 3 grado, en edades de 0 a 14 años. Hasta 35% de SCT de 2 y 3 grado, en adultos. Quemaduras pequeñas con: lesiones por inhalación, lesiones significativas preexistentes, enfermedades previas significativas, quemaduras profundas que afecten a cara, ojos, periné, mano y pie. - Quemadura moderada: Entre 15 y 25% de SCT de 2 grado, en edades hasta los 14 años. Entre 20 y 31% de SCT de 2 y 3 grado, en adultos. Quemadura pequeña por alto voltaje. Quemaduras térmicas o químicas limitadas al ojo. - Quemadura leve: Hasta 15% de SCT de 2 grado, superficial hasta los 14 años. Hasta 10% de SCT de 2º grado, profundo y hasta 20% de SCT de 2 grado superficial en adultos. Una vez calculada la extensión, profundidad, localización, zonas especiales y algunos aspectos importantes dentro de la localización; como quemaduras circulares de las extremidades, quemaduras faciales con compromiso de mucosa nasal u oral, se llega al diagnóstico definitivo de la lesión anotando: quemadura grado II o grado III. agente causante.
  • 40. localización: cara, cuello, tórax, extremidades. zonas especiales. riesgo de quemaduras respiratorias. lesiones asociadas como fracturas, trauma, etc. El pronóstico vital de un quemado se refiere a la posibilidad de supervivencia y está directamente relacionado con la extensión y profundidad de la quemadura. El pronóstico de secuelas está principalmente relacionado con la localización de las quemaduras, por ejemplo, secuelas en cara, manos y pliegues, son más incapacitantes que retracciones o bridas localizadas en otras zonas corporales. SOPORTE VITAL El tratamiento inmediato del quemado es muy similar al que se realiza con el paciente politraumático, aunque con algunas peculiaridades que es importante conocer ya que son totalmente específicas de este tipo de pacientes. Lo primero que tenemos que hacer es parar el proceso de la quemadura, se evacuará al paciente del lugar del siniestro, controlando todos los restos de llamas que existan en sus ropas, procediendo inmediatamente a desvestirlo. Aplicaremos agua sobre la superficie quemada, limitándose al empleo de agua fría a pequeñas áreas durante periodos de tiempo no superiores a 5 o 10 minutos para evitar la hipotermia. A continuación manejaremos al paciente como cualquier otro politraumatizado, evaluaremos la vía aérea y su estatus ventilatorio. Buscaremos signos clínicos de obstrucción de la vía aérea y/o de quemadura inhalatoria, ya que el retraso en su detección hace que el manejo de la vía aérea sea muy difícil o, a veces, imposible. A todo paciente con quemaduras extensas o que se asuma que haya inhalado "humos" se le administrará FiO2 45%. Si el paciente presenta pérdida de vello nasal, quemaduras faciales, de la úvula, orofaríngeas, de la vía aérea superior y ha sido encontrado en área cerrada se entenderá que ha sufrido inhalación. En cualquier persona con quemaduras extensas, que interesen el 30% de su superficie corporal total, se establecerán inmediatamente medidas de soporte hemodinámico. Se eligirán venas periféricas de calibre grueso en las extremidades superiores, incluso si están afectados. Una medida prudente es la colocación de una sonda vesical para medir la diuresis horaria y detectar la presencia de mioglobina o hemoglobina en la orina. La fluidoterapia se basa en la administración de solución Ringer-Lactato a ritmo rápido, puesto que la pérdida de la cubierta cutánea desequilibra el medio interno produciendo una gran pérdida de plasma, agua y electrolitos. Otro aspecto fundamental es la analgesia y en ocasiones sedación según la valoración inicial. Se administra generalmente Meperidira o Morfina siempre por vía parenteral. Xeperidina 1 amp. de 100 mgr diluida hasta alcanzar 10 cc. Aplicar 20-30 mgr I.V. hasta control del dolor, si es necesario repetir 2 o 3 bolos. También se puede utilizar 1-3 mgr de Morfina I.V, que generalmente produce analgesia y sedación. Si es necesaria una mayor sedación se puede administrar Diazepan 2-3 mgr I.V. en pacientes muy ansiosos. EVACUACION DEL FOCO TERMICO PARAR EL PROCESO DE LA QUEMADURA DESVESTIRLO AGUA FRIA DURANTE 5-10 MIN. (Apósitos húmedos) RINGER-LACTATO A PERFUSION RÁPIDA OXIGENO 45% SI PRECISA
  • 41. ANALGESIA / SEDACION SI ES NECESARIO En quemados con afectación de más del 20% de su extensión corporal debe prevenirse la presencia del shock. Una vez estudiada las generalidades del paciente quemado, a continuación se desarrollan las diferentes etiologías. QUEMADURA INHALATORIA: La quemadura inhalatoria representa un dato severo y significativo para el paciente, sus signos característicos son : PERDIDA DEL VELLO NASAL QUEMADURAS INTRANASALES Y HOLLIN EN LA BOCA QUEMADURAS PERIORALES CAMBIOS EN LA VOZ TOS, DISNEA, ESTRIDOR, CIANOSIS INSUFICIENCIA RESPIRATORIA SIGNOS DE OBSTRUCCION DE LA VIA AEREA SUPERIOR CARBOXIHEMOGLOBINA SUPERIOR AL 15% Se presentan generalmente asociadas con quemaduras en espacio cerrado donde el aire a altas temperaturas produce lesión respiratoria; también ocasionadas por la degradación de ciertos elementos sintéticos como plásticos. Este tipo de lesiones, si están asociadas con quemaduras de pequeña extensión, se catalogan como pronóstico es reservado debido a la alta incidencia de morbilidad / mortalidad. En su diagnóstico es importante el antecedente de lesión en espacio cerrado, automóvil, etc., encontrándose siempre asociadas con los signos característicos citados anteriormente. Pueden darse tres modalidades de presentación : Cuadro típico de intoxicación por monóxido de carbono, el cual debe ser manejado mediante administración de oxigeno humidificado a altas concentraciones. Lesión directa por aire o alta temperatura que produce un cuadro de inflamación aguda con posterior desprendimiento de la mucosa respiratoria y posibilidad de infección, atelectasias y posteriormente focos bronco-neumónicos. Intoxicación respiratoria ocasionada por productos de degradación de elementos sintéticos durante el incendio, los cuales ocasionan un cuadro de gran irritación y lesión de las vías respiratorias.
  • 42. El manejo de estos pacientes depende del grado de obstrucción y de insuficiencia respiratoria. Se discute acerca de la utilidad de los corticoides. QUEMADURAS QUÍMICAS. Se producen cuando la piel entra en contacto con sustancias químicas, como ácidos y álcalis fuertes u otros materiales corrosivos. La gravedad de la lesión producida por los productos químicos depende de : la duración del contacto, de su concentración, y de la cantidad de agente que entre en contacto con la superficie corporal. El manejo de estas lesiones se basa, fundamentalmente, en retirar el producto químico del contacto con la piel de la víctima, tan rápidamente como sea posible. Las pautas de actuación son: Iniciar cuanto antes el lavado generoso de la piel, con agua abundante o suero biológico, pero no a presión. Deben retirarse todos los objetos en contacto directo con la piel: ropa, zapatos, relojes, pulseras, anillos y otras joyas. Hay que tener especial cuidado en no tocar la sustancia química al manejar al lesionado. En este caso, sería necesario lavar, igualmente, la zona afectada. Las quemaduras de los ojos deben lavarse al menos durante 20 minutos. Deben cubrirse las áreas quemadas con apósitos estériles y húmedos. Algunas sustancias químicas, como el fenol, no son solubles en agua, debiendo utilizarse aceite como elemento de limpieza. Posteriormente, deben investigarse los signos y síntomas que puedan expresar lesiones de órganos vitales, para iniciar las maniobras de soporte inmediatamente. QUEMADURAS ELÉCTRICAS Se tratan en el apartado IV.- Electrocución. 3.- INSOLACIÓN (GOLPE DE CALOR), TERMOPLEJÍA Y ENFRIAMIENTO GENERALIZADO. Podemos definir la insolación como, la respuesta del organismo a una agresión producida por el calor. La causa principal es la acción directa y prolongada del sol sobre el organismo.
  • 43. Los síntomas que presenta la persona que sufre una insolación podrían ser: dolor de cabeza, sensación de fatiga, sed intensa, náuseas y vómitos, respiración lenta, calambres musculares. Actuación: • colocarle a la sombra, • mantenerle con la cabeza elevada, • aplicarle paños mojados con agua fría por todo el cuerpo • darle a beber agua en pequeños sorbos, si está consciente. • restituir pérdidas con suero oral, que prepararemos añadiendo a un litro de agua una cucharada de bicarbonato y una de sal. Definimos la termoplejía como la forma aguda y gravísima de termolesión por hipertermia exógena, causada por un aporte muy intenso de calor, a la vez que se impide la derivación del mismo. Esta se puede producir, por ejemplo, en un bombero, durante la extinción de un incendio. Los signos y síntomas que se suelen presentar son : • aumento repentino e intenso de la temperatura corporal, hasta 44ºC (a partir de 41ºC puede ser letal), • ligero aumento de la presión arterial, • debilidad respiratoria, • descompensación de la secreción de sudor (sólo sirve para derivar el calor), • hipercinesia extrapiramidal, • parada de centros respiratorios y circulatorios, • parada cardiorespiratoria. Actuación: • sacar al accidentado de la fuente de calor, lo antes posible, • retirarle las prendas de vestir, • mantenerle con la cabeza elevada, • aplicarle paños mojados con agua fría por todo el cuerpo, • darle a beber agua en pequeños sorbos, si está consciente, restituir pérdidas con suero oral, que prepararemos añadiendo a un litro de agua una cucharada de bicarbonato y una de sal. El enfriamiento generalizado se produce cuando la temperatura corporal desciende a 33-34 ºC. La principal causa es la exposición a temperaturas bajas sin protegerse con suficiente ropa de abrigo. La persona en estas condiciones presenta: temblor, apatía y obnubilación. Actuación:
  • 44. abrigarle con mantas, ropa, • mantenerle activo, • darle a beber bebidas calientes (NO alcohólicas), si está consciente. 4.- ELECTROCUCIÓN. La corriente eléctrica doméstica puede quemar y matar. Los accidentes se producen cuando el cuerpo entra en contacto con: 1. los dos hilos conductores; 2. o más frecuentemente, entre un hilo conductor y un material conductor (tuberías, vigas metálicas..), o que se ha convertido en conductor por la humedad (suelo, paredes..). La humedad juega un papel muy importante en los accidentes eléctricos; el peligro es pues mayor en las cocinas, baños, bodegas y sótanos húmedos. Finalmente la piel del hombre es mucho más conductora cuando está mojada (agua, sudor). Los resultados de un accidente eléctrico sobre el organismo pueden desencadenar una parada cardio-respiratoria, contracciones tetánicas, cambios en el estado psíquico, convulsiones, etc y producen quemaduras sobre la piel de entrada, salida y por llamaradas. Como en todas las situaciones de accidentes, la prioridad es el ABC, tras lo cual, se puede trabajar sobre las quemaduras u otras heridas. En caso de accidente eléctrico lo que no se debe hacer es: • tocar a la víctima mientras esté en contacto con la fuente de electricidad; • utilizar materiales conductores o húmedos para apartar un cable e; • intentar apartar un cable de mediana o alta tensión que haya caído cerca de una casa o cualquier lugar. Lo que se debe hacer es: • Cortar la corriente, bien desconectando el automático en los domicilios, bien llamando a la compañía eléctrica. • Prever la caída de un sujeto que estuviera pegado a un cable. • En caso de parada cardio-respiratoria iniciar la R.C.P. cuanto antes y mantenerla hasta la llegada de los servicios sanitarios. En estos casos el golpe precordial, esto es, dar un fuerte y seco puñetazo sobre el tercio medio del esternón, antes de iniciar la R.C.P. suele ser efectivo. • Poner sobre las quemaduras un apósito limpio o estéril. • Poner bajo vigilancia médica a todo individuo que hubiere recibido una fuerte descarga eléctrica, incluso si no presenta trastornos inmediatos o presenta una simple conmoción; estos pueden aparecer más tarde.
  • 45. CAPITULO V .- PROCESOS PATOLÓGICOS III 1.- ESGUINCES O TORCEDURAS. Se produce un esguince o torcedura cuando los ligamentos que unen una articulación se rompen o alargan, debido a un movimiento anormal. Como consecuencia la articulación se hincha y los movimientos son muy dolorosos. Actuación: • elevar el miembro afecto y aplicar hielo, • vendaje para reducir la movilidad de la articulación, • acudir a un centro sanitario. 2.- LUXACIÓN O DISLOCACIÓN. Se produce una luxación cuando los huesos que forman una articulación se desplazan de su posición normal. Como consecuencia se produce dolor, inflamación y deformación en la parte afectada, quedando la movilidad de la articulación reducida y anormal. Actuación: • inmovilizar la zona afectada, con ayuda de ramas de árboles, pañuelos, trozos de tela, • NUNCA intentar colocar los huesos en su posición normal, • traslado urgente a un centro hospitalario 3.- FRACTURAS. Una fractura es la rotura de un hueso, pudiendo ser: • Abiertas: cuando existe una herida porque el hueso roto ha rasgado la piel, y
  • 46. Cerradas: cuando no existe herida. Las fracturas se reconocen por presencia de dolor intenso, imposibilidad de mover el miembro afectado, deformidad de la forma y hematoma en la zona afectada. Cuando se sospecha que puede haber fractura, debe actuarse como si se tuviera la seguridad de que dicha fractura existe. Actuación: • inmovilizar el miembro afectado (abarcando las articulaciones superior e inferior a la fractura producida), usando tablillas, cartones, pañuelos, vendas, etc, • NO mover la región afectada porque podemos producir complicaciones, • NO intentar colocar correctamente los huesos, ya que los fragmentos óseos podrían provocar desgarros, • NO colocar las inmovilizaciones demasiado apretadas, • además en fracturas abiertas: 1. si existe hemorragia, intentar cortarla (como se explicó en el apartado referente a las hemorragias), 2. colocar un apósito sobre la herida, lo más limpio posible, teniendo presente que la herida se debe manipular lo menos posible, 3. NUNCA se deben aplicar sobre la herida productos desinfectantes, ya que podrían dañar el hueso. 4- POLITRAUMATIZADO, TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO E INCONSCIENCIA. POLITRAUMATIZADO. Se define como politraumatizado a todo individuo que sufre traumatismos (golpes) de múltiples órganos (hígado, bazo, pulmón, etc) y sistemas corporales (circulatorio, nervioso, respiratorio, etc.), algunos de los cuales comporta, aunque sólo sea potencialmente, un riesgo vital para el accidentado. Los riesgos de morbilidad y mortalidad son grandes en los sujetos politraumatizados, porque fácilmente pueden sufrir un shock. La disminución de oxígeno en sangre (hipoxemia) y las hemorragias que se suman a la lesión primaria, merman todavía más la función de los órganos vitales y existe el peligro de insuficiencia de diversos aparatos e infección generalizada. La insuficiencia respiratoria y la parada cardiorespiratoria son dos complicaciones muy probables. Su alto porcentaje de complicaciones, anteriormente citadas, determina serias dificultades en cuanto a la actuación de primeros auxilios, la inmovilización y el
  • 47. transporte del accidentado. Estas actuaciones dependerán del estado del accidentado, pero siempre con el ABC como actuación prioritaria. TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO. El traumatismo craneoencefálico (T.C.E.) es la lesión combinada del cuero cabelludo, del cráneo y del cerebro. Su importancia radica en que no sólo es la lesión que con mayor frecuencia se produce en los accidentes de tráfico, sino también la más grave. En un herido que ha sufrido un T.C.E., es posible observar: • LESIONES Y HERIDAS EN LA CABEZA, LA CARA O EL CUELLO, lesiones éstas que se caracterizan por un abundante sangrado. • HEMORRAGIAS EXTERIORIZADAS, es decir hemorragias que tienen un origen interno, pero que se manifiestan externamente (la sangre sale al exterior). Pueden aparecer otorragias (salida de líquido por el oído) y/o epístasis (salida de líquido por la nariz). • INCONSCIENCIA. La actitud correcta del auxiliador ante un herido inconsciente será: averiguar cuál es su estado respiratorio y circulatorio, valorando así la necesidad de practicar la maniobra de RCP (el ABC). • HEMATOMA PERIORBITARIO. Hematoma (cardenal) alrededor de uno o ambos ojos. En un caso de T.C.E. no debemos mover al herido, sobre todo si se encuentra inconsciente, por el riesgo de lesiones en la columna vertebral cervical. Y se debe sospechar que existe una lesión vertebral-medular si: está inconsciente y tiene señales de golpes en la cabeza, es pasajero o conductor de una motocicleta o ciclomotor, o manifiesta en algún momento no sentir o poder mover alguna parte de su cuerpo. Actuación: • inmovilizar la lesión del cuello, • si hubiese vómitos, colocarle en posición lateral, siempre con la columna cervical inmovilizada, • si lleva casco, no retirárselo ni permitir que alguien lo haga, salvo que se encuentre en parada cardiorespiratoria, y siendo imprescindible para reanimarlo (según características del casco, como posteriormente veremos).
  • 48. 5.- INMOVILIZACIONES Y TRANSPORTE. RAUTEK Y RETIRADA DE CASCO. INMOVILIZACIONES La inmovilización tiene como fin evitar movimientos a nivel de la lesión (efecto antiálgico y relajante muscular) así como corregir el desplazamiento de los fragmentos, de una forma definitiva o temporal. Existen dos tipos de inmovilización: interna y externa. Únicamente nos vamos a ocupar de la segunda, ya que la primera es la que los traumatólogos realizan en el quirófano. Para realizar una inmovilización externa, en primeros auxilios, podemos utilizar materiales tales como: mantas, pañuelos, toallas, vendas, tablas de madera, palos, ramas de árboles, etc. Es decir, todo aquello que tengamos a manos y que creamos que puede sernos útil. CÓMO INMOVILIZAR: A. TRAUMATISMO DE COLUMNA (a cualquier nivel): • evitar lateralizaciones, rotaciones, y flexoextensiones, • colocar la cabeza en posición neutral, manteniendo en todo momento una ligera tracción, • colocarle un collarín cervical homologado o de construcción propia (con periódicos, cartón, cordones, cinturones, etc), • moverle en bloque, • poner hielo sobre la zona contusionada. B. TRAUMATISMOS DE HOMBRO , CODO Y BRAZO: • colocarle un cabestrillo con un pañuelo o similar, • inmovilizar el brazo, pegándolo al cuerpo (con otro pañuelo), • poner hielo sobre la zona contusionada. C. TRAUMATISMOS DE ANTEBRAZO, MUÑECA O MANO: • poner el brazo en cabestrillo con la mano algo más elevada que el codo, • poner hielo sobre la zona contusionada. D. TRAUMATISMOS DE CADERA Y MIEMBROS INFERIORES:
  • 49. inmovilizar el miembro afecto, uniéndolo al contralateral, • a ser posible, transportar el miembro elevado, • poner hielo sobre la zona contusionada. TRANSPORTE Antes de realizar cualquier maniobra de movilización a un accidentado se han de tener presente siempre dos consideraciones: 1. Nunca se moverá un herido cuando sólo haya un auxiliador. Al menos se precisarán dos auxiliadores para mover adecuadamente a un herido. 2. Al herido hay que moverle como si fuese un bloque rígido. Es decir, hay que impedir el movimiento voluntario de sus articulaciones. Evitar toda flexión o torsión, transportándolo siempre recto como un poste, a fin de proteger su médula espinal en caso de fractura de la columna vertebral. Uno de los mejores métodos para la correcta movilización de un accidentado (en ausencia de material de movilización especial: camilla de tijera, colchón de vacío, etc), es el denominado de "auxiliadores alternos", ya que es de los que más seguridad dan. Pueden intervenir tres o más auxiliadores, precisándose que la víctima esté en decúbito supino (acostado boca arriba). Los socorristas se colocarán de rodillas a los lados del herido y procederán así: 1. Un auxiliador colocará sus manos debajo de la cabeza-cuello y espalda de la víctima; 2. Otro colocado al mismo lado del anterior, pondrá sus manos debajo de los glúteos y rodillas; 3. El tercero, se colocará al lado opuesto y sujetará la espalda y los muslos; 4. Enlazarán sus manos.
  • 50. En la imagen se muestran dos formas de entrelazar las manos. 5. Y a la vez, levantarán con suavidad a la víctima, cuando uno de ellos lo indique con su voz. MANIOBRA DE RAUTEK. RETIRADA DEL CASCO. La gran eficacia preventiva del casco en los accidentes, no resta el peligro que supone su retirada por personal inexperto. Este peligro es el de producir en los accidentados con lesión en columna vertebral, una parálisis definitiva. No debe retirarse cuando ello suponga más peligro que el no quitarlo, es decir: • si los socorristas no están entrenados en la técnica, • si sólo hay un socorrista, • si no se puede retirar por el método que describiremos, • si el accidentado está consciente, respira sin dificultad y se sospecha lesión de la columna vertebral. En este caso, el casco no se retirará hasta la realización de un estudio radiológico en el hospital. El casco debe retirarse cuando el accidentado se encuentre en parada cardio- respiratoria, y siendo imprescindible para reanimarlo (según las características del mismo: integral). Si el socorrista no retira el casco tiene que: • tranquilizar al accidentado, • decirle que no mueva el cuello, • abrir la visera del casco, para facilitarle la respiración, • colocarle un collarín cervical (homologado o de construcción propia) y • colocarle un rodillo de tela debajo del cuello, sin moverlo. Para iniciar la retirada del casco, es preciso que la víctima esté situada en el suelo en decúbito supino y con la cabeza, cuello y tronco alineados. Si para lograr esta
  • 51. posición debemos moverle, un socorrista deberá fijar manualmente la columna cervical. A continuación se procederá a la retirada del casco, RETIRADA DEL CASCO El socorrista A mantiene alineados la cabeza, el cuello y el tronco. Sujeta el casco con sus dos manos y tira ligeramente de él hacia atrás. Coloca sus dedos en la mandíbula de la víctima para evitar que el casco se desplace bruscamente. Riesgo que existe porque su correa puede estar floja. El socorrista B, corta la correa de fijación o suelta su engache. El socorrista B fija y tensa suavemente el cuello colocando una mano bajo la nuca y la otra en la mandíbula. Lo que realizará sin mover el cuello. El socorrista A retira el casco. Para ello lo sujetará lateralmente con ambas manos, separando sus bordes para así facilitar su desplazamiento, mientras tanto tirará suavemente de él. Si el casco cubre completamente la cara, para poder pasar la nariz es preciso elevar ligeramente, parte anterior.
  • 52. El socorrista B mantendrá el cuello fijo mientras A retira el casco. Tras la retirada del casco, el socorrista A sustituirá al B en la fijación del cuello, manteniendo el alineamiento de la cabeza, cuello y tronco, tirando ligeramente hacia atrás. El socorrista B colocará un collarín cervical. Pero al no garantizar la inmovilización absoluta del cuello, el socorrista A mantendrá la fijación manual, mientras que el B atiende al accidentado.