1. ¿“Vientos de guerra” o humo blanco para
Colombia en la UNASUR?
POSTED BY GUSTAVO ANDRÉS VARGAS ⋅ AUGUST 11, 2009 ⋅ POST A COMMENT
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¿“Vientos de guerra” o humo blanco para Colombiaen la
UNASUR?
El periplo que realizó el Presidente Uribe por algunos países de Sudamérica, influyó en que el resultado de la Cumbre de la
Unasur no hubiese sido traumático para Colombia. Mientras la posición radical de Chávez perdió apoyo sudamericano.
Martes 11 de agosto de 2009
Analista: Gustavo Andrés Vargas Restrepo
En la Cumbre de la Unasur, la posición venezolana se notó disminuida en capacidad y domino de los
temas de la agenda. Esto es, su argumentación sobre la reticencia a impedir la extensión de la
cooperación entre Colombia y los EE.UU., por motivos eminentemente belicistas no tuvo mayor
apoyo que aquellos países que hacen parte de la ALBA, mientras el resto de integrantes de la Unasur
mantuvieron una postura moderada. Sólo el llamado al Presidente Álvaro Uribe a que asista a la
reunión de la Cumbre presidencial en Buenos Aires, se constituyó en el único lunar para Colombia,
pero que asimismo, es un efecto menor en comparación a lo que pudo haber ocurrido si el mandatario
colombiano no hubiera realizado su periplo de la semana pasada.
En ese contexto, es importante anotar que la ampliación de la cooperación con los EE.UU., en el
marco del Derecho Internacional Público y los convenios internacionales, es una medida
eminentemente soberana y legal. Sin embargo, la presión internacional ha moldeado una realidad,
que frente a lo que ha dicho el Gobierno colombiano, es diferente. En esa medida la posición
colombiana, que defiende la hipótesis en que los estadounidenses harán uso limitado de las bases
colombianas, en las que Colombia mantendrá la absoluta jurisdicción, soberanía y control sobre los vuelos y
operaciones, similar a la cooperación que se ha venido teniendo desde el inicio del Plan Colombia, se
2. encuentra confrontada con una imagen que se proyecta desde Venezuela[1] y que en cierta medida
puede afectar a Brasil[2].
En ese escenario, Chávez tergiversa el uso limitado de las bases, por el tipo de presencia
estadounidense que caracterizó la cooperación militar de Latinoamérica con Estados Unidos desde la
doctrina Monroe hasta la Caída del Muro de Berlín, época en la que EE.UU. blindó al hemisferio
occidental de la injerencia o intromisión de potencias extranjeras, en aras de asegurar su área de
influencia estratégica. Para muchos autores, dicha presencia estadounidense, en especial durante la
Guerra Fría en el marco del “Nuevo Militarismo” y la Doctrina de Defensa Nacional, marcó la
cooperación antiguerrillera y anticomunista, que terminaron por instaurar dictaduras que violaron los
Derechos Humanos. Información que posteriormente salió a la luz pública y hoy algunos culpables
están siendo procesados y condenados por jueces internacionales.
De tal suerte, Chávez argumenta su posición en dos puntos clave. En primer lugar, en la supuesta
ruptura de la institucionalidad democrática colombiana, la pérdida de soberanía nacional y la
violación de Derechos Humanos. El mandatario venezolano, por medio de un discurso demagógico,
recurre a la necesidad de proteger los intereses del pueblo colombiano, frente al estado de guerra que
promueven los EE.UU. En segunda instancia, el mandatario venezolano crea un escenario en el que
EE.UU. no sólo realizará inteligencia en todos los vecinos de Colombia, sino que podrá realizar
operaciones transfronterizas de tipo militar, sicológico y de masa, llegando, inclusive hasta Caracas y
Quito.
Todo lo anterior crea la base argumentativa que lleva a decir a Chávez que “vientos de guerra
comienzan a soplar”. Pero no hay nada más cierto que su intención principal es justificar su
armamentismo[3], por medio de la creación del enemigo externo, desviar la atención pública de las
medidas socialistas sobre la educación venezolana, los medios de comunicación y los serios
problemas económicos por los que atraviesa Venezuela. Al tiempo que, su vehemencia y anuncios
calamitosos respecto al futuro de Colombia y Venezuela, son directamente proporcionales a su
incapacidad de forjar un bloque que apoye su visión de manera decidida. No obstante, esta postura
sólo fue respaldada por Rafael Correa y Evo Morales.
El tema de la próxima cumbre presidencial de la Unasur en Buenos Aires tiene varios temas
intermedios. En primer lugar la visita que hace Cristina Fernández de Kirchner a Caracas, que en el
marco del encuentro trimestral entre presidentes, para profundizar la cooperación tecnológica-
industrial, seguramente se analizaran las posibilidades de abrir más mercado con Argentina en
reemplazo de los productos colombianos, en aras de acentuar la “Guerra Económica” contra
Colombia y, de otra parte, el rechazo a la presencia estadounidense en bases colombianas, a fin de
persuadirla y lograr su apoyo en dicha reunión.
3. Como producto de la intención de Bolivia de proponer el rechazo unánime a la extensión del acuerdo
con EE.UU., que no fue aceptada, se pactó una reunión para el 24 de agosto en Quito, entre los
Ministros de Defensa y Relaciones Exteriores. Este escenario, deberá ser utilizado para determinar el
tipo de atmósfera que se podría presentar en Argentina y visualizar la pertinencia de la asistencia o no
del mandatario colombiano. Sin embargo, está claro que la propuesta de Fernández de Kirchner, tenía
como principal fin, eliminar la teoría de país hostil que defendió el Presidente Uribe para no asistir a
Quito y presionarlo para que asista.
Juega a favor de Colombia, el hecho que para la reunión que será el 27 de agosto, el momento
político habrá bajado y Venezuela se dispondrá a viajar a Rusia para cerrar la vena de los T-80U,
tema que así Chávez no lo reconozca, por obvias razones, se constituye en una amenaza real para
Colombia su adquisición creciente de material bélico.
Finalmente, la solicitud de Luís Ignacio Lula da Silva de solicitar al Gobierno de Barack Obama para
asistir a Argentina, si bien podría ser interpretada como un desconocimiento a la diplomacia oficial
colombiana, igualmente, se constituye en un respaldo estratégico para Colombia, al tiempo que
podría ser una oportunidad extraordinaria para que EE.UU. se acerque a la región. De presentarse la
asistencia de EE.UU, el Gobierno nacional deberá articular una estrategia conjunta, para neutralizar a
Venezuela y condenar la Guerra Económica que ha emprendido el Gobierno venezolano, y en cierta
medida Ecuador, y solicitar que los países de la región permanezcan al margen de una decisión
soberana, así como Colombia respeta las decisiones soberanas de otros Estados. El humo blanco,
parece que no está tan lejos luego de la Cumbre de la Unasur, pero todavía hace falta recorrer un
camino largo e incierto, para finalmente divisarlo.
[1] La posición de Venezuela, tiene relación con que la mejoría en la capacidad de recolección de información de inteligencia
representa un reto casi que ineludible para su proyecto de expansión bolivariana, en especial en áreas de frontera en las que tienen
intereses geoestratégicos. Al tiempo que, la inteligencia estratégica, facilitará la identificación, con mayor precisión, de las relaciones
entre las FARC y el narcotráfico con el Gobierno venezolano. Al respecto Chávez les dijo al El Tiempo y la W Radio que los Estados
Unidos “van a estudiar nuestras vulnerabilidades”[1]. El Tiempo, “”Estados Unidos tiene la culpa de la crisis entre nosotros”: Hugo
Chávez”, lunes 10 de Agosto 2009,Pág. Nación 1-1/1-6.
[2] Brasil, encuentra en la presencia estadounidense un claro riesgo para la defensa de la Amazonía, como territorio estratégico debido
a su riqueza en recursos naturales estratégicos que pueden entrar a ser disputados por potencias extranjeras, de acuerdo a la hipótesis
que maneja Brasil, igualmente es un reto para su proyecto de consolidar su capacidad como potencia regional. Para tal fin, es
primordial organizar la Unasur y darle legitimidad internacional.
[3] Precisamente, se acaba de firmar otro acuerdo para la venta a crédito de 40 tanques T-80U. “Entre 2005 y 2008, Caracas le ha
comprado a Moscú unos US$4.400 millones en armamento. Si se incluyen las compras a Bielorrusia, China y España, Venezuela ha
gastado casi US$ 7.000 millones en los últimos tres años”. Véase
en:http://www.bbc.co.uk/mundo/america_latina/2009/08/090807_carrerarmamentista_sudamerica_jp.shtml.