6. El escritor no es un ser gregario Un escritor siempre está solo consigo mismo y con su creación Uno de los valores del gran escritor es su originalidad, es decir, su diferencia: aquello que le distancia, que le diferencia, que le separa de los demás.
7. Miguel de Unamuno:Las nivolas “ Dios es un loco que se cree Miguel de Unamuno”. - Mi novela no tiene argumento o mejor dicho, será el que vaya saliendo. El argumento se hace él solo — ¿Y cómo es eso? — Pues mira, un día de estos que no sabía bien qué hacer, pero sentía ansias de hacer algo, una comezón muy íntima, un escarabajo de la fantasía, me dije: voy a escribir una novela, pero voy a escribirla como se vive, sin saber lo que vendrá. Me senté, cogí unas cuartillas y empecé lo primero que se me ocurrió, sin saber lo que seguiría, sin plan alguno. Mis personajes se irán haciendo según obren y hablen, sobre todo según hablen; su carácter se irá formando poco a poco. Ya las veces su carácter será el de no tenerlo. — Sí, como el mío. — No sé. Eso irá saliendo. Yo me dejo llevar. — ¿Y hay psicología?, ¿descripciones? — Lo que hay es diálogo; sobre todo diálogo. La cosa es que los personajes hablen mucho, aunque no digan nada. [...] empezarás creyendo que los llevas tú, de tu mano, y es fácil que acabes convenciéndote de que son ellos los que te llevan. Es muy frecuente que un autor acabe por ser juguete de sus ficciones... — Tal vez pero el caso es que en esa novela pienso meter todo lo que se me ocurra, sea como fuese — Pues acabará no siendo novela. — No, será... nivola … — ¿Y qué es eso, qué es nivola ? — Pues le oído contar a Manuel Machado, el poeta, el hermano de Antonio, que una vez le llevó a don Eduardo Benot, para leérselo, un soneto que estaba en alejandrinos o en no sé qué otra forma heterodoxa. Se lo leyó y don Eduardo le dijo: «Pero ¡eso no es soneto!...» «No , señor —le contestó Machado— no es soneto, es... sonite». Pues así con mi novela, no ha de ser novela, sino..., ¿cómo dije?, navilo..., nebulo, no, no, nivola, eso es, ¡nivola! Así nadie tendrá derecho a decir que deroga las leyes de su género... Invento el género e inventar el género no es más que darle un nombre nuevo, y le doy las leyes que me place. ¡Y mucho diálogo!
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15. Del sentimiento trágico de la vida o de la lucha del hombre por ser y no dejar ¡jamás! de ser. William Blake: Dios y Adán
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19. Más Del sentimiento … La contradicción inherente al hombre Y toda esa trágica batalla del hombre por salvarse, ese inmortal anhelo de inmortalidad que le hizo al hombre Kant dar aquel salto inmortal de que os decía, todo eso no es más que una batalla por la conciencia. Si la conciencia no es, como ha dicho algún pensador inhumano, nada más que un relámpago entre dos eternidades de tinieblas, entonces no hay nada más execrable que la existencia. Alguien podrá ver un fondo de contradicción en cuanto voy diciendo, anhelando unas veces la vida inacabable, y diciendo otras que esta vida no tiene el valor que se le da. ¿Contradicción? ¡Ya lo creo! ¡La de mi corazón, que dice sí, y mi cabeza, que dice no! Contradicción, naturalmente. ¿Quién no recuerda aquellas palabras del Evangelio: “¡Señor, creo; ayuda a mi incredulidad!”? ¡Contradicción!, ¡naturalmente! Como que sólo vivimos de contradicciones, y por ellas; como que la vida es tragedia, y la tragedia es perpetua lucha, sin victoria ni esperanza de ella; es contradicción. William Blake: el crimen de Caín