SlideShare une entreprise Scribd logo
1  sur  64
Télécharger pour lire hors ligne
El reto de vivir en
democracia
      Cuaderno para educadores
Este material ha sido elaborado por Comunica en el marco
del proyecto piloto: Promoción de la Conciencia Democrática
en la Juventud Hondureña que tiene por objetivo contribuir a
proporcionar formación e información a la población joven sobre
el proceso de construcción de la democracia, la importancia
de la participación ciudadana y el ejercicio del sufragio
responsable.




© Centro de Comunicación y Capacitación para el Desarrollo, Comunica
Bo. La Leona, calle Santo Tomás con Sendero Estrecho, casa 1102,
Apdo. Postal 3457, Tegucigalpa, Honduras
Teléfonos: 237-9052 / 222-0125 / Fax: 238-4245
Correo electrónico: comunica@cablecolor.hn

Primera edición: julio de 2009

Textos: Comunica

Diseño: Comunica

Tiraje: 300 ejemplares


Impreso y hecho en Honduras
Contenido
Introducción / 7

El noble arte de la política / 7
Diferentes sistemas políticos / 10
¿Qué es la democracia? / 11
Desventajas y ventajas de la democracia / 13
Propuesta de actividades / 14

La política y la democracia en Honduras: un breve recorrido / 17
El accidentado camino del Estado nacional / 18
El Estado, más allá de los gobiernos / 22
La Constitución, la ley fundamental / 24
Los partidos políticos en Honduras / 25
La ciudadanía / 28
Propuesta de actividades / 31

Los obstáculos para fortalecer la democracia / 33
La corrupción / 33
El tradicionalismo y el clientelismo político / 35
El autoritarismo y el caudillismo / 36
Propuesta de actividades / 38

Las elecciones / 40
La Ley Electoral y los Organismos Electorales / 41
Tipos de elecciones: las primarias y las generales / 42
Cómo se vota y cómo funciona el proceso electoral / 43
Las campañas políticas y su nanciamiento / 45
El voto consciente: Guía práctica para votar con sentido democrático / 48
Propuesta de actividades / 49

La participación ciudadana:un derecho y un deber / 51
Derechos y deberes en democracia / 51
No basta con votar / 52
Mecanismos de participación ciudadana reconocidos legalmente / 53
El control y monitoreo de las autoridades por la ciudadanía / 55
Propuesta de actividades / 57

Para reflexionar / 59

Bibliografía recomendada / 61
Introducción
  Mandar recitar de memoria lo que no se entiende es hacer papagayos. Enseñad a los
 niños a ser preguntones para que se acostumbren a obedecer a la razón: no a la auto-
                       ridad como los limitados, ni a la costumbre como los estúpidos.

                                                                  Simón Rodríguez,
                                                           maestro de Simón Bolívar




E
     ste cuaderno pretende ser una ayuda para las personas interesadas en presen-
     tar a los jóvenes el tema de la política con un enfoque diferente al que ven en
     los medios de comunicación o escuchan a diario en la calle.
En la actualidad, los políticos han reducido la política a un medio para satisfacer sus
intereses particulares. Ante este hecho podemos desinteresarnos o acomodarnos,
pero ninguna de esas opciones ayudará a transformar la realidad.
Hacerle el juego a los aprovechados, “entenderle al trámite”, es el camino seguro
hacia una sociedad sin valores, hacia una sociedad fracasada. Darle la espalda a la
realidad sólo hará más fuertes a los que han traicionado el bien común y han hecho
de la política una fuente de riqueza y privilegios personales.
Una de las pocas esperanzas para construir una Honduras mejor es la juventud. Por
eso es urgente interesarla en la ardua y noble tarea de “rescatar” la política y devol-
verle, al menos en parte, su sentido original.
Este material, a través de cinco capítulos, presenta las bases y el funcionamiento de
la democracia con la mayor objetividad posible, pero sin dejar de señalar los graves
problemas que hoy padece nuestra administración pública. Aborda los principios
generales de la política y la democracia como forma de gobierno, y algunas particu-
laridades de nuestras leyes, nuestras instituciones y su funcionamiento.
Para evitar que los y las jóvenes caigan en la frustración y la apatía cuando se en-
frenten con la realidad, es importante que conozcan el funcionamiento de la de-
mocracia en Honduras, con sus virtudes y defectos, con sus avances y “cuellos de
botella”. De esa forma podrán involucrarse mejor en los asuntos públicos cuando
alcancen la edad para ser ciudadanos.




                                                                                          5
Después de cada capítulo se incluye una serie de actividades que constituye una
    propuesta para el educador/facilitador, no un camino de nido de antemano. En
    cada caso, el educador verá qué actividades son convenientes, o qué adaptaciones
    hará para hacer más efectivo el trabajo con el alumnado.
    Esperamos que, como reza la cita que encabeza esta página, esta publicación nos
    haga más “preguntones” y más activos. Así estaremos en mejores condiciones de
    transformar la democracia y construir un país más incluyente, donde podamos vi-
    vir con dignidad, cumpliendo nuestros deberes y haciendo realidad nuestros dere-
    chos.




6
El noble arte
de la política
                           Para que triunfe el mal, basta con que los hombres de bien
                                                                      no hagan nada.
                                                                     Edmund Burke




E
      n nuestro país, la política se ha convertido en una actividad desprestigiada y
      poco able. Muchas personas honestas no quieren meterse en política porque
      la ven como algo sucio. Y no les falta razón, pues están cansadas de escuchar
promesas que nunca se cumplen. Vienen las campañas, luego las elecciones y por
último la decepción. Y se vuelve a empezar cada cuatro años. En resumen, la polí-
tica ha perdido su sentido original y se ha transformado en algo muy distinto a lo
que debería ser.
Sin embargo, la política, como ejercicio del poder, ha estado presente en la vida
de la humanidad desde que comenzó a organizarse para convivir en sociedad, y
no hay que olvidar que en toda sociedad surgen con ictos de intereses. No todos
quieren ni demandan lo mismo. De ahí la necesidad de organizarse con base en re-
glas y acuerdos (leyes, constituciones) que equilibren esos intereses y necesidades;
y de ahí la necesidad de que alguien vigile y obligue al cumplimiento de esas reglas
y acuerdos, lo cual le otorga poder.
El poder se expresa en la capacidad de tomar decisiones que afectan a otras per-
sonas. Ese poder puede ser legítimo, cuando es delegado y aceptado por la ciuda-
danía; o, ilegítimo, cuando es impuesto por la fuerza y se ejerce por encima de los
acuerdos y reglas fundamentales de la sociedad. A lo largo de la historia, las socie-
dades han experimentado con diferentes formas de organización política, según
como han entendido y ejercido el poder.




                                                                                        7
Dos formas de entender y ejercer el poder
      Poder excluyente: cuando las decisiones se toman de manera unilateral,
      sin contar con la opinión de los demás.
      Poder incluyente: la toma de decisiones se convierte en un proceso de
      participación de todos los actores implicados.



    Cuando la política fracasa y no es capaz de resolver los con ictos, aparece la mise-
    ria, la violencia y el caos. Por consiguiente, la política es la actividad humana que se
    ocupa de organizar, armoniosamente, la vida en común de los grupos humanos. En
    pocas palabras, se podría decir que la política es la búsqueda del bien común.
    Por eso se a rma que, cuando se ejerce con honestidad y sentido de la responsabi-
    lidad, la política es un “arte noble”.


    Origen del concepto de política
                                     La palabra política, como tantas otras que utilizamos
                                     en la actualidad, procede del idioma griego. Varios
                                     siglos antes de Cristo, los griegos desarrollaron for-
                                     mas novedosas de organizar su vida en común. Así
                                     conformaron las ciudades que, en aquel entonces,
                                     eran Estados independientes. En griego, polis signi-
                                       ca ciudad, por lo que el término política, original-
                                     mente, se refería al ordenamiento de la ciudad.
                                     Aristóteles, el famoso lósofo y pensador griego, en
                                     su obra llamada Política, sostiene que la política es
                                     connatural a los seres humanos; es decir, que nadie
                                     se puede escapar de ella, entendida en su sentido
                                     más amplio. Y llegó a decir que el hombre es un
                                     animal político.




8
Animales políticos
  Aristóteles decía que el ser humano es un zoon politikon; o sea, un ani-
  mal político. Con esto, lo que quiso decir, es que las personas somos seres
  sociales y no podríamos vivir en soledad. Estamos hechos para vivir en
  sociedad.


Aquellos griegos idearon algunas fórmulas políticas interesantes, aunque muy limi-
tadas para la realidad actual, como veremos a continuación. Desde entonces, mu-
cha agua ha corrido bajo los puentes, y muchos hombres y mujeres han dado lo
mejor de sus vidas por mejorar las condiciones de vida de las personas, por medio
de la política.
Pero siempre, en la antigüedad y en nuestro tiempo, hay quienes sólo quieren jalar
agua para su molino. Por eso es preciso buscar la manera de poner la política al ser-
vicio del interés público, para que todos y todas nos bene ciemos de ella. Y en esa
búsqueda aún estamos, con avances, pero también con retrocesos.
Lamentablemente, en Honduras, como en muchos otros países, la política se ha
convertido en politiquería, que es una perversión de la política. Es la manipulación
del arte noble de buscar el bien de toda la sociedad para satisfacer intereses perso-
nales o de grupo.


  Política y politiquería
  La política es un quehacer noble, necesario, y un medio para orientar y
  encauzar a la ciudadanía hacia programas que beneficien a la colectivi-
  dad.
  En cambio, la politiquería, es un camino torcido que desvirtúa el noble
  sentido de la política. El politiquero antepone su propio provecho a los
  ideales e intereses de la nación, que deben estar por encima de los par-
  tidos políticos e intereses personales y de grupo.




                                                                                        9
Diferentes sistemas políticos
     A lo largo de la historia ha habido diferentes formas de ejercer el poder que, bási-
     camente, pueden dividirse en dos grandes grupos: gobiernos autoritarios y gobier-
     nos democráticos.
     En los primeros, una sola persona o un pequeño grupo concentra todo el poder,
     mientras que en las democracias, al menos teóricamente, el poder reside en el pue-
     blo.
     Dentro de los gobiernos autoritarios, se pueden distinguir muchas formas:
     = La aristocracia o gobierno de los más notables. Por ejemplo, según el antiguo
       griego Platón, el gobierno de los lósofos era la forma de gobierno perfecta.
     = La oligarquía, que es el gobierno de los ricos.
     = La teocracia, cuando la autoridad política la ejercen los supuestos representan-
       tes de Dios en la tierra.
     = La monarquía, cuando un rey detenta el poder, ajustándose a normas preesta-
       blecidas.
     = La dictadura o la tiranía, cuando una sola persona lo decide todo a su capri-
       cho.

     Entre las democracias también se pueden establecer diferencias:
     = Democracia directa: Por razones prácticas, sólo se puede utilizar en ámbitos
       muy reducidos, como ocurría en la Grecia antigua. Los ciudadanos se reunían,
       exponían sus posiciones y votaban a mano alzada.
     = Democracia representativa: Por medio del voto, la ciudadanía elige a un gru-
       po de personas para que la represente. Por tanto, los representantes deben ac-
       tuar en función de sus representados. A ellos se deben.
     = Democracia participativa: Es como una mezcla entre la democracia repre-
       sentativa y la directa. Se puede decir que es la más deseable, puesto que las
       personas se organizan para opinar e in uir sobre los asuntos públicos que las
       afectan.




10
Democracia participativa
  La democracia participativa o semidirecta es, hoy por hoy, la más desea-
  ble en nuestros países. Los ciudadanos y las ciudadanas no podemos de-
  jar todas las decisiones en manos de los políticos, que son nuestros repre-
  sentantes. Está demostrado que para que las democracias se consoliden y
  haya justicia y equidad, todos y todas tenemos que responsabilizarnos.
  La democracia participativa es un modelo político que garantiza y fomenta
  el derecho ciudadano de asociarse y organizarse para influir directamen-
  te en las decisiones públicas. La democracia hondureña es participativa,
  de acuerdo con el artículo 5 de la Constitución de la República. Pero, en la
  práctica, aún no hemos dado los pasos necesarios para convertir la teoría
  en una práctica cotidiana.



¿Qué es la democracia?
Entre todas las formas de organización política practicadas por la humanidad, la
democracia destaca como el mejor procedimiento para gestionar el poder.
También fueron los griegos sus precursores. En el idioma griego, la palabra demos
signi ca pueblo, y la palabra cracia signi ca poder, gobierno. De manera que demo-
cracia signi ca “gobierno del pueblo”.
Este sistema de gobierno se estableció por vez primera en Atenas, la principal ciu-
dad de la antigua Grecia. Las decisiones relacionadas con la ciudad se tomaban de
manera compartida. Los hombres adultos y libres se reunían y, tras debatir sobre los
problemas que les afectaban, decidían levantando su mano a favor de una u otra
propuesta.
Eran los primeros balbuceos de la democracia, como los pasitos de un bebé. Así
que aún era muy excluyente. No podían votar las mujeres. Tampoco podían hacer-
lo los pobres y los esclavos, que en aquel tiempo eran muchísimos. En realidad, la
democracia de la antigua Grecia tenía poco que ver con la que conocemos en la
actualidad.
Tuvieron que pasar muchos siglos para que los pueblos desarrollaran la democra-
cia como una forma de gobierno válida. Esto sucedió especialmente a partir del
siglo XVIII. En 1789 se produjo la Revolución Francesa, que derrocó la monarquía
y proclamó la libertad, la igualdad y la fraternidad como pilares de la sociedad. La




                                                                                       11
Independencia y fundación de los Estados Unidos de América se hizo sobre esos
     principios, que son los fundamentos de un sistema democrático.
     En resumen, la democracia se puede de nir como:
        El sistema político en el que los gobernantes reciben del pueblo el
        poder para gobernar y es el pueblo quien puede cambiar de manera
        pací ca esas autoridades. Al recibir la autoridad del pueblo, los gober-
        nantes están obligados a servirlo.




       Las bases de la democracia
       Según Franklin Delano Roosevelt, quien fue presidente de los Estados
       Unidos entre 1933 y 1945, los fundamentos de una democracia fuerte
       son:




       para todos y todas.




12
Desventajas y ventajas de la democracia
Algunos observadores y especialistas en política han señalado las supuestas des-
ventajas de un sistema democrático. Entre otras, han señalado:
= La falta de garantías sobre la persona elegida. Que un candidato o candidata re-
  sulte con más votos no signi ca, necesariamente, que sea la persona más capa-
  citada. De hecho, abundan los ejemplos de personas que han llegado al poder
  por medio de elecciones y, una vez en el cargo, han traicionado los principios
  democráticos. Es el caso de Adolfo Hitler, en Alemania, quien ganó unas eleccio-
  nes democráticas, pero se convirtió en uno de los peores tiranos de la historia.
  O el de Abdalá Bucarán, quien fue electo presidente de Ecuador, pero después
  tuvieron que destituirlo por su demostrada “incapacidad mental”.
= La supuesta ignorancia de la ciudadanía. Este es el argumento de los tiranos y de
  muchos aprovechados: considerar que el pueblo no está preparado para esco-
  ger a sus autoridades y mucho menos para gobernar.
= La dictadura de la mayoría. Al ser la mayoría quien decide, puede haber minorías
  que nunca son atendidas, ya que su voto cuenta poco. Pensemos, por ejemplo,
  en los pueblos indígenas o en las personas con discapacidades.

Pero no hay duda de que las ventajas son muchas más. Por ejemplo:
= La sustitución periódica de las autoridades y el juicio público a que están some-
  tidas durante su mandato, contribuyen a evitar los abusos de autoridad.
= La necesidad de alcanzar mayorías —para el caso en el Congreso—, obliga a las
  diferentes facciones o partidos a llegar a acuerdos o alianzas y, de este modo, se
  evitan los enfrentamientos violentos entre grupos antagónicos.
= El pueblo puede monitorear el uso de los fondos públicos, con lo cual la corrup-
  ción es más fácil de atajar.
= Los ciudadanos y las ciudadanas tienen derechos fundamentales que el Estado
  está obligado a proteger, promover y ampliar.
= La responsabilidad de lo que ocurre en un país es compartida, por lo que todos
  y todas tienen una cuota de poder.




                                                                                       13
Propuesta de actividades
                              1. Proponer a los alumnos y a las alumnas investigar cómo
                              era la política entre los antiguos mayas. Algunas preguntas
                              orientadoras son: ¿Quiénes tenían el poder? ¿Cómo llama-
                              ríamos a ese tipo de gobierno, según las modalidades que
                               hemos estudiado?
                               2. Muchos sabios, a lo largo de la historia, re exionaron so-
                             bre la política. Organizados en grupos de seis, los alumnos
                       buscan en el diccionario o en internet quiénes fueron los perso-
                najes que se mencionan a continuación, y qué importancia tuvieron en
          su tiempo. Ellos dijeron:
        Confucio: Sólo un hombre virtuoso debe tener autoridad.
        Platón: El gobierno debe recaer sobre las personas más educadas.
        Hobbes: Si los seres humanos tuvieran libertad absoluta, sería el caos, por lo
        que es necesario un contrato social entre ellos.
        Marx: Toda forma de gobierno supone una clase dominante.
        Maquiavelo: La política es el camino para alcanzar el poder y todo se vale para
        llegar a conseguirlo.
        Napoleón: Sólo se puede gobernar a un pueblo ofreciéndole un porvenir. Un
        jefe es un vendedor de esperanzas.
     3. Realizar en el aula un debate sobre el siguiente tema: ¿Qué con ictos de interés
        se dan dentro de la familia? ¿Cómo se resuelven? ¿Y en un grupo de amigos?
        ¿Qué ventajas y desventajas tiene resolver los con ictos con el diálogo? El edu-
        cador puede comparar estas realidades cotidianas con la vida política del país.
     4. Pedir al alumnado que busque y exponga ejemplos de prácticas democráticas
        y dictatoriales en la vida cotidiana: en el hogar, en el trabajo, en el colegio, en la
        Iglesia, etc.
     5. Organizar en el aula o en el colegio un foro entre los que están a favor de la
        democracia y los que están a favor de la dictadura. Se organizan dos grupos de
        cinco alumnos, que prepararán sus argumentos durante 15 minutos. Luego se




14
hará el debate, con un moderador y tiempos establecidos. Finalmente, el resto
   del alumnado votará por el grupo que más le convenza.
6. Las y los alumnos pueden salir a la calle, en grupos, para preguntar a diferentes
   personas qué opinan de la política. Luego, expresan las respuestas en un mural
   con textos, fotografías, dibujos o caricaturas.
7. Pedir a los y las jóvenes que lean en silencio y escojan la frase que más les gusta
   de las que aparecen abajo. Luego, solicitar al alumno o alumna que explique
   por qué la escogió y el signi cado de la misma. A continuación, el o la docente
   puede explicar quiénes son los personajes que han dicho estas frases y su rele-
   vancia en la historia.
       La democracia es la peor forma de gobierno, excepto todas las
       otras formas que se han probado de tiempo en tiempo.
                                                          Winston Churchil
       Si no hay comida cuando se tiene hambre, si no hay medicamen-
       tos cuando se está enfermo, si hay ignorancia y no se respetan
       los derechos elementales de las personas, la democracia es una
       cáscara vacía, aunque los ciudadanos voten y tengan Parlamento
                                                           Nelson Mandela
       Sólo la democracia... es susceptible de una absoluta libertad,
       libertad que se de ne como el poder que tiene cada hombre de
       hacer cuanto no esté prohibido por la ley
                                                              Simón Bolívar
8. Proponer al alumnado que realice el siguiente ejercicio, uniendo cada término
   de la columna izquierda con el concepto adecuado de la columna derecha (es-
   cribir los términos en la pizarra y pedir que los anoten en sus cuadernos).
   = Democracia representativa = Gobierno de una sola persona
   = Tiranía                          = Gobierno de los lósofos
   = Aristocracia                     = Gobierno de los representantes del pueblo
   = Democracia directa               = Gobierno del pueblo sin intermediarios




                                                                                         15
9. Verdadero o falso. Pedir a los alumnos y alumnas que señalen cuando una frase
        es verdadera (V) y cuando es falsa (F)
            Cristóbal Colón trajo la democracia a América.
            La democracia es, hasta el momento, el sistema político más justo.
            La política es el arte de hacer politiquería.
            Un animal político es aquel que se comporta en la vida pública como si no
            fuera persona.
            Una de las ventajas de la democracia es que es más difícil que los gobernan-
            tes abusen de su autoridad.
            La Revolución Francesa arrebató el poder a la monarquía (al rey) y proclamó
            iguales a todos los hombres.




16
La política y la
democracia en Honduras:
un breve recorrido
    Los hondureños deben alimentar como fuego sagrado la creencia de que la demo-
    cracia no es la dádiva generosa del gobernante de turno, sino el único mundo com-
    patible con su sentimiento de la vida.
                                                                 Ramón Villeda Morales,
                                                   Expresidente de Honduras (1957-1963)




A
        ntes de la llegada de los españoles, el territorio que hoy es Honduras estaba
        habitado por varios pueblos como los tolupanes, payas, lencas, tawahkas,
        cares y potones, entre otros. Aunque han quedado pocas evidencias escri-
tas de aquellos años, por las crónicas de los conquistadores y los informes de los
curas evangelizadores sabemos que estaban organizados en tribus dirigidas por
caciques.
El más famoso de ellos, y cuyo nombre resuena hasta nuestros días, es el cacique
lenca Lempira, quien unió a unos doscientos pueblos de occidente para enfrentar
la invasión hispana. Pese a su fuerza y valentía, y a la gran cantidad de hombres que
pudo reunir, fue nalmente vencido y muerto en Cerquín, después de un sitio de
más de seis meses que impusieron los españoles.
Tras la muerte de Lempira, los indios se rindieron. Los vencidos que no lograron
huir fueron “reducidos”, organizados en “pueblos de indios” y obligados a trabajar
y a pagar tributos a los conquistadores1. Así se frustró la evolución propia de los
pueblos originarios, y así se inició una nueva etapa en la historia política de Hon-
duras, marcada por la inequidad y la exclusión, como resultado del dominio de una
minoría privilegiada sobre las mayorías desposeídas.


1 Para más detalles de la gesta de Lempira, véase: Marvin Barahona, Pueblos indígenas, Estado y
  memoria colectiva en Honduras. Guaymuras, 2009, pp. 84-86.




                                                                                                  17
Como es sabido, a la conquista le siguió el periodo colonial, llamado así porque
        estos territorios se convirtieron en colonias del Reino de España. El gobierno colo-
        nial era ejercido por los españoles, quienes administraban todas las instituciones e
        imponían su autoridad sobre los nativos. A su vez, ellos obedecían a las autoridades
        que estaban en España.
        La Independencia de Centroamérica, proclamada en 1821, no signi có cambios
        sustanciales porque, en realidad, el poder sólo cambió de manos: de los españoles
        peninsulares (originarios de España) a sus hijos y demás descendientes, los llama-
        dos criollos; y éstos, en muchos aspectos, continuaron con el sistema de domina-
        ción colonial.
        En 1824 se estableció la República Federal de Centroamérica, integrada por las ac-
        tuales repúblicas de Guatemala, Honduras, El salvador, Nicaragua y Costa Rica. Pero
        la Federación nunca pudo alzar vuelo, ya que los conservadores, el clero católico y
        los grandes latifundistas opusieron enorme resistencia.
        Los criollos de cada provincia, aferrados a sus intereses mezquinos, no aceptaban
        las disposiciones liberales y republicanas del gobierno federal, por lo que estallaron
        frecuentes insurrecciones. Así, tras un largo período de luchas y de anarquía, en
        1837 estalló la guerra civil. Francisco Morazán, quien dio su vida por la Federación,
        fue el último presidente de la República Federal de Centroamérica, la cual se disol-
        vió en 1839.


        El accidentado camino del Estado nacional
                                             Honduras se separó de la Federación centro-
                                             americana en octubre de 1838 y se convirtió
                                             en Estado soberano e independiente. Sin em-
                                             bargo, la ansiada paz no llegó, pues el país con-
                                             tinuó sumido en guerras civiles, montoneras y
                                             levantamientos encabezados por caudillos de
                                             todo tipo, que no aceptaban la autoridad del
                                             incipiente Estado nacional republicano.
                                         En 1876, dos jóvenes hondureños ilustrados,
     Panorámica del puerto de Amapala.   que habían estado colaborando con el gobier-
                                         no reformador de Justo Ru no Barrios en Gua-
        temala, arribaron al puerto de Amapala y, pací camente y negociando, lograron
        que el agobiado presidente José María Medina renunciara a su cargo. Ellos eran



18
Marco Aurelio Soto, quien asumió la Presidencia de
la República, y su primo Ramón Rosa, su mano de-
recha como ministro de Gobierno.
Soto y Rosa, con el apoyo de un grupo de inte-
lectuales hondureños y extranjeros, inauguraron
la Reforma Liberal2 en Honduras e impulsaron re-
formas de todo tipo que dieron un vuelco a la si-
tuación desastrosa que vivía el país. Este gobierno
—aunque encontró vacías las arcas del Estado—,
mejoró las vías de comunicación e inició el servicio
de correo y telégrafo. Construyó hospitales, algu-
nos tramos del ferrocarril, modernizó la legislación,
y puso en marcha un programa cultural y educati-
vo sin precedentes en el país.
Debido a presiones políticas tanto internas como
                                                              Ramón Rosa y Marco Aurelio Soto
desde el gobierno de Guatemala, Soto renunció a
la presidencia en 1883 y, pese a los avances logra-
dos —que su sucesor Luis Bográn trató de consolidar y ampliar—, Honduras volvió
a caer en la anarquía, el estancamiento y el odio fratricida. No había manera de for-
jar una economía estable que sustentara al Estado nacional y sus instituciones.
El Estado hondureño continuó su escabroso camino e ingresó en el siglo XX con la
misma inestabilidad que lo caracterizó durante el siglo anterior, hasta que las con-
tradicciones entre caudillos desembocaron en la cruenta guerra civil de 1924, que
asoló el país y provocó una cantidad de muertes aún desconocida.
Después de esta guerra, cuyo resultado fue un pacto de paz entre las facciones
en pugna, vino un periodo de relativa estabilidad y de procesos electorales, siem-
pre amenazado por levantamientos. Los historiadores dicen que en el país se han
producido, desde la Independencia, alrededor de 300 rebeliones contra distintos
gobiernos.


2 Es preciso aclarar que la Reforma Liberal no fue impulsada por el Partido Liberal que, en 1876,
  aún no había sido fundado. La Reforma Liberal fue un movimiento inspirado en las ideas de la
  Revolución Francesa y la losofía positivista, que se extendió por diversos países de América.
  Proclamaba la ciencia, la educación y la inversión extranjera como los pilares para desarrollar
  un país como el nuestro. De hecho, Soto y Rosa no tuvieron una militancia político-partidaria
  como la conocemos en la actualidad.




                                                                                                    19
En 1932 ganó nuevamente3 las elecciones presidenciales el general Tiburcio Carías,
            del Partido Nacional, quien asumió la Presidencia de la República en 1933. Pero
                                         después de cumplir con su mandato legítimo (1933-
                                         1936) decidió continuar, recurriendo para ello a re-
                                         formar la Constitución en dos ocasiones: en 1936 y
                                         1939. Así fue como instauró la dictadura más larga
                                         en la historia del país, pues se prolongó hasta 1948,
                                         cuando decidió dejar el poder.
                                             Carías gobernó con mano de hierro quizá porque
                                             —como a rman algunos estudiosos—, era la única
                                             manera de mantener el orden y la estabilidad en un
     Vicente Tosta y Tiburcio Carías (1924). país tan convulsionado. Sin embargo, su administra-
                                             ción de “orden y progreso” dejó un recuerdo amargo
             en la memoria popular puesto que, para perpetuarse en el poder, Carías suprimió
             todo tipo de libertades y derechos ciudadanos.


              Alternativas macabras
              El hondureño que no comulgaba con la dictadura podía escoger entre el
              encierro, el destierro o el entierro; esas eran las alternativas. No se respe-
              taban los derechos humanos; se allanaban ilegalmente los domicilios a
              cualquier hora del día; se encarcelaban personas sin formación de causa;
              se negaba la oportunidad de trabajo a los no partidarios del gobierno, y
              sus hijos recibían vejámenes y humillaciones en las escuelas públicas.
                                                                                           Emma Bonilla,
                                                 víctima de la represión durante la dictadura de Carías



            Durante toda esta época de inestabilidad y de estabilidad con dictadura, no hay
            que olvidar el papel protagónico de las empresas bananeras estadounidenses —en
            especial de la United Fruit Company—, que ponían y derrocaban gobiernos, al
            tiempo que nanciaban levantamientos, siempre en función de sostener y ampliar

            3 Carías ya había ganado las elecciones de 1923 con una mayoría relativa. Pero la Constitución
              exigía la mayoría absoluta para ascender a la Presidencia, por lo que la decisión quedó en ma-
              nos del Congreso. Los diputados no se pusieron de acuerdo, el Congreso se disolvió, y el pre-
              sidente en funciones, el liberal Rafael López Gutiérrez, proclamó su continuismo. Estos hechos
              originaron la guerra civil de 1924. Véase Mario Argueta, Tiburcio Carías. Anatomía de una época.
              2ª ed., Guaymuras, 2008, en especial el cap. I.




20
sus escandalosos privilegios. Mientras Honduras fue uno de los mayores exporta-
dores de banano, era habitual que los Estados Unidos enviaran barcos de guerra a
las costas hondureñas para “proteger” los intereses de las empresas y ciudadanos
estadounidenses.
A partir de la segunda mitad del siglo XX, Honduras vivió un respiro democrático
que culminó con la elección del liberal Ramón Villeda Morales en 1957. Su gobierno
siempre será recordado por haber impulsado reformas sociales largamente pos-
tergadas, como la aprobación del Código del Trabajo y la aplicación de una tímida
reforma agraria.
Sin embargo, este proceso fue interrumpido en 1963 por un cruento golpe de Es-
tado encabezado por Osvaldo López Arellano, jefe las Fuerzas Armadas, que ya
se per laban como un nuevo poder. Los militares continuaron en el mando hasta
19804, cuando convocaron a una Asamblea Nacional Constituyente para dar paso a
elecciones generales y devolver el poder a los civiles.
Las elecciones generales se produjeron en 1981, con lo que se inaugura el periodo
de democracia electoral que se prolonga hasta nuestros días. No obstante, es de
recordar que la democracia contemporánea nació tutelada por los militares, pues
éstos continuaron siendo el real poder durante la década de 1980, en el contexto de
la crisis regional, marcada por la “guerra fría”.
En aquellos años se reprimía violentamente a todas
las personas que se oponían al papel que estaba des-
empeñando el gobierno liberal —encabezado por
Roberto Suazo Córdova y luego por José Azcona—,
que hizo del territorio nacional una base de opera-
ciones de Estados Unidos en Centroamérica. Hubo
asesinatos, secuestros y torturas, y se inauguró una
nueva modalidad represiva: la desaparición forzada
de personas.



                                                                   Roberto Suazo Córdova.

4 En estos años hubo un paréntesis “democrático”. En 1971 ganó las elecciones generales Ramón
  Ernesto Cruz, cuyo gobierno se caracterizó por su debilidad. En diciembre de 1972 fue derro-
  cado por un nuevo golpe de Estado encabezado por Osvaldo López. Esta vez, las Fuerzas Ar-
  madas irrumpieron con un programa de gobierno reformista. Para más detalles véase, Marvin
  Barahona, Honduras en el siglo XX. Una síntesis histórica. Guaymuras, 2005, pp. 220-26.




                                                                                                 21
El asesinato de un sacerdote
                         El sacerdote jesuita James (Guadalupe) Carney nació en
                         Estados Unidos y llegó a Honduras en 1963. Se naciona-
                         lizó como hondureño y se hizo llamar Lupe. No le gus-
                         taba que le dijeran padre, sino hermano Lupe. Conoció
                         las tribus de Yoro y continuó con el trabajo que muchos
                         años atrás había iniciado el sacerdote claretiano espa-
                         ñol Manuel de Jesús Subirana.
       Tal como lo afirma en su biografía, “me enamoré del campesinado hondu-
       reño” y ese amor lo llevó a trabajar incansablemente con los campesinos,
       y a luchar contra las injusticias. Por eso fue perseguido por las fuerzas
       represivas del Estado, hasta que lo expulsaron del país. En 1983 ingresó
       de nuevo por Olancho, con una columna guerrillera de la que era su ca-
       pellán. Ahí lo asesinaron. Su cuerpo nunca fue encontrado.



                                     Este periodo negro de nuestra historia reciente
                                     se extendió hasta nales de los años 80 del siglo
                                     pasado. En realidad, los militares regresaron a sus
                                     cuarteles a mediados de la década de 1990, cuando
                                     se inició el proceso de desmilitarización de la vida
                                     nacional y las Fuerzas Armadas quedaron sujetas al
                                     poder civil, como siempre debió ser.
                                     Desde entonces, paso a paso, a veces retrocedien-
     do a veces avanzando, se ha ido construyendo el sistema democrático que hoy
     tenemos. Es cierto que es muy frágil y que está lleno de defectos, pero los hondure-
     ños y las hondureñas tenemos hoy mayores posibilidades de decidir sobre nuestro
     destino de las que nunca antes tuvimos, como se puede deducir de este rápido
     recorrido por nuestra historia política.


     El Estado, más allá de los gobiernos
     En el capítulo anterior hablamos de Estado y de gobiernos, y ahora veremos por
     qué. El Estado es el conjunto de organizaciones o instituciones que poseen la facul-
     tad de establecer las normas que guiarán una determinada sociedad, ejerciendo su
     poder en un territorio determinado.




22
Independientemente de quién gobierne, en un sistema político existen estructuras
o instituciones que están por encima de los cambios políticos. Cada cuatro años
elegimos diputados, alcaldes, regidores y presidente de la República. Así, cambian
las personas, pero la Corporación Municipal o el Congreso Nacional, como insti-
tuciones, permanecen. Lo mismo sucede con la Corte Suprema de Justicia o las
Fuerzas Armadas.
En una democracia, el Estado adquiere su poder por delegación de la ciudadanía.
Muy claro lo expresa el artículo 2 de la Constitución de la República, cuando dice:
“La soberanía corresponde al pueblo del cual emanan todos los poderes del Esta-
do, que se ejercen por representación…”.
En su artículo 1, la Constitución también a rma que el Estado de Honduras se ha
constituido para “asegurar a sus habitantes el goce de la justicia, la libertad, la cul-
tura y el bienestar económico y social”. En otras palabras, está obligado a garantizar
los derechos de toda la población, a n de avanzar hacia la igualdad, el gran ideal
de la democracia.


  Estado y gobierno, ¿la misma cosa?
  No se debe confundir el Gobierno con el Estado. El Gobierno va cambian-
  do con las diferentes personas que ocupan cargos durante períodos de
  tiempo previamente establecidos, mientras que el Estado funciona con
  instituciones permanentes en el tiempo; es algo que se construye paso a
  paso, con la historia de cada país.


Una característica fundamental del Estado democrático es que el poder se distri-
buye para limitarlo y controlarlo y, así, evitar abusos. En las democracias modernas,
los Estados son administrados por tres poderes que se complementan y controlan
entre sí: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial.
Esta idea ya la habían tenido los antiguos griegos, pero los franceses la perfeccio-
naron en el siglo XVIII, después de la Revolución Francesa. En Honduras, nuestra
Constitución proclama también que el gobierno se ejerce por tres poderes:
= El Poder Ejecutivo: Lo ejerce el Presidente de la República y sus ministros, es
  decir, el gobierno. Este maneja la administración general del país.




                                                                                           23
= El Poder Legislativo: reside en el Congreso
                                        Nacional y está conformado por diputados. Su
                                        función es elaborar y aprobar leyes.
                                        = El Poder Judicial: aplica las leyes e imparte
                                        justicia.
                                        En teoría, estos poderes son independientes en-
                                        tre sí; pero, en la práctica, las cosas no son tan
       Congreso Nacional
                                        claras. Hemos visto muchas veces cómo el Poder
                                        Ejecutivo presiona al Congreso para que aprue-
                                        be una ley, o cómo los jueces siguen las consig-
     nas que les dictan los diputados. También vemos a los diputados haciendo labores
     que corresponden al Ejecutivo, como repartir subsidios, fundar colegios o nombrar
     maestros, aunque no haya presupuesto.


       Cuestión de equilibrio
       El filósofo francés, conocido como el Barón de Montesquieu (1689-1755),
       en su libro El espíritu de las leyes dice que así como las personas deben
       ser equilibradas, los Estados también deben serlo. Y que, para encontrar
       ese equilibrio, conviene que el Estado distribuya su poder.



     La Constitución, la ley fundamental
     La Constitución de la República es la ley más importante de un país, porque expre-
     sa la voluntad general de sus ciudadanos. Es la que establece las líneas generales
     por las que se regirá un Estado. A todas las demás leyes se les las llama secundarias,
     porque emanan de la Constitución. Ninguna ley puede contradecirla.
     Una Constitución se hace para dejar en claro cómo funcionará el gobierno y cómo
     se relacionará con la ciudadanía para alcanzar el bien común. En palabras simples,
     la Constitución establece las normas de convivencia en una sociedad; y se da por
     entendido que estas normas han sido aceptadas por la colectividad. Por eso se dice
     que la Carta Magna es la expresión de un gran contrato o pacto social. Por tanto,
     todas las personas e instituciones, incluido el gobierno, tienen que respetarla.




24
En Honduras, a partir de 1839, cuando se convierte en Estado soberano e indepen-
diente, ha habido diecisiete constituciones, lo cual es una muestra de la inestabili-
dad política e institucional en que hemos vivido.
La vigente en la actualidad fue aprobada en 1982, cuando el país inauguraba una
nueva etapa: la transición del poder militar al poder civil. Quizá por ello enfatiza
tanto en principios republicanos como la justicia, la libertad, la seguridad, la estabi-
lidad, el pluralismo, la paz, la democracia representativa y el bien común.
El gran problema en Honduras es que las Constituciones no se han respetado, pues
siempre ha habido políticos que creen estar por encima de la ley, y así actúan. Por
eso la reforman cuando les da la gana y, si consideran que ya no sirve a sus intereses
políticos, la derogan y hacen otra a la medida de sus ambiciones.

                                   Frases célebres
   Para ilustrar el irrespeto de algunos diputados por la Constitución de la Repú-
   blica, basta recordar dos vergonzosas frases:

                       La Constitución es pura babosada.
                 Plutarco Muñoz, diputado nacionalista (1933-1948)
                         y presidente del Congreso en 1933.

       La Constitución hay que violarla cuantas veces sea necesario.
               Rodrigo Castillo, diputado liberal en varias ocasiones
               y vicepresidente del Congreso en la década de los 80.
                    También fue ministro de Recursos Naturales.



Los partidos políticos en Honduras
Los partidos políticos son relativamente recientes; surgieron a medida que la de-
mocracia se iba consolidando, allá por las últimas décadas del siglo XVIII e inicios
del siglo XIX.
Un partido es una organización política que proclama un conjunto de ideas sobre
cómo debe organizarse la sociedad y cómo debe gobernarse el Estado. Los parti-
dos políticos buscan obtener el poder para poner en práctica los principios e ideas
que de enden.




                                                                                           25
Son actores fundamentales en una democracia, puesto que representan, al menos
     en teoría, la voluntad de un sector de la ciudadanía. En un país democrático puede
     haber varios partidos políticos. Cualquier grupo de ciudadanos y ciudadanas puede
     formar un partido político y concurrir a unas elecciones, siempre que cumpla con
     los requisitos de ley.
     Los partidos políticos surgieron como un instrumento de mediación entre el pueblo
     y el Estado. Pero, con el paso del tiempo, en algunas democracias como la nuestra,
     los partidos han olvidado su razón de ser y han traicionado a quienes dicen repre-
     sentar. Cuando ascienden al poder han hecho de los bienes del Estado un botín y
     han desconocido los principios constitucionales.
     En Honduras existen en la actualidad cinco partidos políticos legalmente reconoci-
     dos y con representación en el Congreso Nacional. De ellos, el Liberal y el Nacional
     son los más antiguos, y han gobernado por más de un siglo, turnándose en el po-
     der. Es por ello que les decimos partidos tradicionales. Los otros tres partidos son
     de fundación más reciente, y su peso político apenas se hace sentir.




     Los partidos tradicionales surgieron a nales del siglo XIX y a principios del XX. An-
     tes de esta fecha existían facciones políticas, ligadas a algún caudillo o jefe militar,
     que se disputaban el poder por las armas. Es por ello que hubo tantas guerras civi-
     les y montoneras.
     El Partido Liberal se fundó en 1891. Su principal ideólogo fue Céleo Arias y su orga-
     nizador, Policarpo Bonilla, fue el primer candidato a la Presidencia de la República
     por este instituto político. En 1923, Tiburcio Carías y Paulino Valladares, entre otros,
     fundaron el Partido Nacional5. Sus orígenes se remontan a 1902, cuando el general
     Manuel Bonilla encabezó un movimiento interno que se desprendió del Partido
     Liberal.
     Así, ambos partidos son ramas de un mismo tronco. Quizá por eso se parecen tanto.
     Al inicio, ambos defendieron los principios del liberalismo económico, el progreso
     y la democracia. Pero, muy pronto, relegaron a un segundo plano el debate de las


     5   Marvin Barahona, Honduras en el siglo XX…, obra citada, pp. 70-71.




26
ideas para construir un sistema bipartidista con el n exclusivo de mantener bajo su
control al Estado y sus instituciones.
Actualmente, lo que los caracteriza, es la codicia de sus dirigentes y activistas, y su
incapacidad para gobernar. Los dos partidos han demostrado, una y otra vez, su
escasa vocación democrática y son responsables de la descon anza que generan
la política y los políticos en Honduras.
Los otros son el Partido Innovación y Unidad Social Demócrata (PINU-SD), creado en
1970 y el Partido Demócrata Cristiano de Honduras (PDCH), que logró su inscripción
legal en 1980. En 1993 se organizó el partido Uni cación Democrática (UD), como
resultado de una coalición de agrupaciones de izquierda que antes estuvieron en
la clandestinidad.
Estos tres partidos, en conjunto, apenas captan el 5% del voto en las elecciones
generales. Ello obedece, entre otras causas, a que no han logrado diferenciarse ple-
namente de los partidos tradicionales, por lo que no han conseguido calar en el
electorado.
De nitivamente, muchas cosas fallan en los partidos políticos hondureños, sobre
todo en los tradicionales. Y, si no corrigen sus yerros históricos, los problemas de
Honduras empeorarán. A continuación los más graves:
= Se han desviado de su sentido original, que era gobernar en función del bien
  común.
= No gobiernan pensando en el bienestar de las futuras generaciones. Es decir, no
  tienen visión ni estrategia de país.
= No practican la democracia interna. Entonces, ¿cómo pueden dar lecciones de
  democracia al pueblo? Si nos jamos bien, estos partidos continúan siendo di-
  rigidos por los mismos caudillos de hace décadas y, si hay caras nuevas, son las
  de sus hijos o las de sus eles seguidores.
= No tienen cultura política. Son los primeros en violar la Constitución y las leyes,
  dando un mal ejemplo a la ciudadanía.
= En lugar de educar a la población en el verdadero sentido de la democracia,
  como es su obligación, siguen dando ayudas a cambio de votos, fomentando
  los vicios del clientelismo y el caudillismo.




                                                                                          27
= Se han acostumbrado a vivir de la corrupción; la practican a diario, empobre-
       ciendo aún más al país y a su gente.
     = No ejercen una oposición responsable, como es su obligación. Cuando están
       fuera del poder, en la “llanura”, negocian posiciones y privilegios con el partido
       gobernante.


     La ciudadanía
     En Honduras son ciudadanas y ciudadanos todas las personas mayores de 18 años.
     Al llegar a esta edad, el o la joven adquiere derechos y deberes que le facultan para
     participar en la vida pública y, por ende, para contribuir al desarrollo de la demo-
     cracia.
     La ciudadanía es la base, el sostén de la democracia. Sin ciudadanos conscientes
     de sus derechos y deberes, es imposible que haya democracia. No son los políticos
     profesionales ni los gobernantes quienes la construyen.
     Hoy en día, la ciudadanía hondureña está compuesta por toda persona mayor de
     18 años, pero no siempre ha sido así. Se recorrió un largo camino para llegar a la
     situación en que hoy nos encontramos.
     En los primeros años de vida republicana, se redactaron varias Constituciones. En la
     de 1848, por ejemplo, se establece que, para gozar de los derechos ciudadanos era
     necesario tener más de 21 años, ser padre de familia y saber leer y escribir. Todos
     los que no tenían posibilidades de estudiar, que en aquel tiempo eran la inmensa
     mayoría, quedaban excluidos.
     Según la Constitución de 1865, era necesario tener un capital de 500 mil pesos para
     optar a un cargo público como diputado, como gobernador departamental o como
     magistrado. Sin duda, una norma muy poco democrática. Con estas medidas, las fa-
     milias pudientes se aseguraban el control del Estado.
     Vientos de cambio soplaron en 1876, cuando se produjo la Reforma Liberal. Pero,
     en lo que respecta a los derechos ciudadanos, las cosas permanecieron igual. En la
     Constitución de 1880 se estableció que sólo podían votar los hondureños varones
     que tuvieran una profesión u o cio, o aquellos que vivían de sus rentas. Es decir que
     los pobres, incluido el campesinado que era mayoritario, quedaban fuera, al igual
     que las mujeres.




28
¿Incapaces de gobernar?
  La igualdad civil ya se la hemos concedido, como un derecho humano.
  Pero la igualdad política, imposible; al menos hasta que no cambie nues-
  tra condición social y nuevas razas nos regeneren… De acordar a la mujer
  la elección, habríamos de acordarle la elegibilidad. Y la mujer no es capaz
  de gobierno… Más valen las mujeres de la Biblia, que las mujeres de la
  Revolución.

                                                   Carlos Alberto Uclés, diputado en 1894.


En los primeros años del siglo XX, la democracia fue mas para atrás que para ade-
lante, con lo que la ciudadanía siguió siendo asunto de unos pocos. La mayoría de
los campesinos, los indígenas y obreros no podían leer, por lo que eran excluidos de
los procesos electorales y de otros muchos derechos. Tuvieron que pasar muchos
años para que las cosas comenzaran a cambiar. En la década de 1950, se produjeron
tres hechos relevantes.
Uno es la gran huelga que los trabajadores bananeros hicieron en la Costa Norte, en
1954. Miles de campeños estuvieron más de dos meses en huelga y, entre otras co-
sas, consiguieron que se reconocieran los derechos laborales6. Las mujeres fueron
fundamentales en esta huelga, al organizarse de manera admirable para garantizar
que todos y todas pudieran subsistir tantos días sin percibir salario.


  Solidaridad en los campos
  La ciudad parecía un hervidero y la “zona americana”, donde se habían
  concentrado los huelguistas, era un mar humano; de diez a doce mil tra-
  bajadores estaban reunidos en un solo lugar; apenas si se podía caminar
  por allí. Lo interesante es que la misma noche del 3 de mayo, los traba-
  jadores habían organizado de tal forma el servicio de abastecimiento,
  que ya había allí centros de distribución de alimentos cocinados para los
  huelguistas.




6 Esta huelga fue el detonante para que, en mayo de 1959, el gobierno de Ramón Villeda Morales
  aprobara el Código del Trabajo.




                                                                                                 29
Los “campeños” que se incorporaban a la huelga llegaban con alimentos
       como arroz, frijoles, maíz, queso, mantequilla, gallinas y, naturalmente,
       frutas; ésa era la contribución de los obreros de las fincas a la huelga,
       quienes dormían como estibados en los pisos de los “barracones”. Algu-
       nas familias de la ciudad ofrecieron sus casas para que los trabajadores
       durmieran. En la ciudad había un teatro abandonado, el Royal, que se
       abrió y tomó; era un espacio muy grande, donde podían dormir muchos
       trabajadores; naturalmente, nadie tenía camas y todos dormían en el sue-
       lo.
                                                     Testimonio de Julio César Rivera en:
                                                Marvin Barahona, El silencio quedó atrás.
                                              Testimonios de la huelga bananera de 1954.



     Un año después, en 1955, las mujeres lograron que se reconociera su derecho al
     voto y, por consiguiente, su ciudadanía política. Fue producto de una lucha de mu-
     chos años.
     Y en 1957, por n, se redactó una nueva Constitución en la que se estableció que
     son ciudadanos todos los hondureños y las hondureñas mayores de 18 años.
     Pero la ciudadanía no se reduce al derecho al sufragio, o a elegir y ser electo a car-
     gos públicos. La ciudadanía también implica el ejercicio de derechos económicos,
     sociales y culturales propios de la dignidad humana. Han pasado más de 50 años
     desde que se reconocieron los derechos políticos, pero otros derechos siguen sin
     cumplirse. La ciudadanía reconocida por la ley es importante, pero la ciudadanía
     real hay que conquistarla cada día.
     Los ciudadanos y las ciudadanas pueden organizarse para defender sus intereses y
     hacer valer el bien común. A ese conjunto de asociaciones y organizaciones, que no
     son parte del Estado, que son independientes y que no buscan el poder político, se
     le denomina sociedad civil.
     La sociedad civil es fundamental para fortalecer y ampliar la democracia. Al facilitar
     la participación de la gente en los asuntos que le afectan, contribuye al buen go-
     bierno y, al mismo tiempo, propicia que la ciudadanía se comprometa y responsa-
     bilice de los asuntos públicos. Las organizaciones de la sociedad civil son espacios
     en los que se puede ejercer la ciudadanía.




30
Propuesta de actividades
                          1. Pedir al alumnado que investigue cuántas personas
                          fueron detenidas-desaparecidas en Honduras durante la
                       década de 1980 y las demandas ante las instancias interna-
                cionales de derechos humanos que aún tiene el Estado de Hondu-
        ras por estos hechos.
2. Pedir a los alumnos que elaboren un mural, con textos y fotografías, sobre los
   derechos y deberes de la ciudadanía, investigándolos en los artículos 36 y 40 de
   la Constitución de la República.
3. Leer con atención este texto sobre la huelga de 1954 y responder las preguntas
   que se hacen a continuación.


  La prisión verde
  En esa época los trabajadores no recibíamos ninguna consideración, nos trasla-
  daban sólo con una orden. No sabíamos si íbamos a comer o adónde dormiría-
  mos. Aquellos eran lugares inhóspitos, llenos de plaga, carentes de comunica-
  ción, excepto por la vía férrea. No podíamos comer lo que queríamos, sino lo que
  nos daban. Hacíamos dormitorios improvisados; alrededor de los árboles ponía-
  mos láminas de zinc, mientras la compañía construía siquiera la plataforma de
  las primeras casas (…) La enfermedad que predominaba allí era la malaria; por
  consiguiente, teníamos que estar tomando quinina para evitar esa enfermedad.
  No podíamos siquiera hervir el agua; la tomábamos de donde fuera, a veces de
  charcos… Esa fue la vida que llevamos entre 1948 y 1953.
                              Testimonio de Andrés Víctor Artiles en: Marvin Barahona,
                  El silencio quedó atrás. Testimonios de la huelga bananera de 1954.



   = ¿Qué derechos ciudadanos eran vulnerados en las compañías bananeras?
   = ¿Por qué permitían las autoridades hondureñas que se violaran así los dere-
     chos de los trabajadores?
   = ¿Cómo lograron, estos obreros, mejorar su situación?




                                                                                         31
4. Proponer a los alumnos y alumnas que realicen el siguiente ejercicio, uniendo
        cada concepto de la columna izquierda con su respectiva explicación de la co-
        lumna derecha.
        = Partidos políticos              = se basa en el equilibrio
        = Sociedad civil                  = es independiente del Estado
        = Ciudadanía                      = en democracia, su número es ilimitado
        = Separación de poderes           = fundamento de la democracia
     5. Verdadero o falso. Pedir a los alumnos y alumnas que señalen cuando una frase
        es verdadera (V) y cuando falsa (F)
     Los partidos políticos son los únicos que pueden tomar decisiones políticas.
            La ciudadanía es para aquellos que viven en las ciudades.
            La sociedad civil son todas aquellas organizaciones de personas que no per-
            tenecen al Estado ni buscan el poder político.
            Según la Constitución de la República, la soberanía reside en el pueblo.
            En democracia, el poder se divide en tres poderes.
            El Poder Ejecutivo manda sobre el Legislativo y el Judicial.
            Las mujeres no tienen capacidad para desempeñar cargos públicos.
     6. Proponer al alumnado que visite las sedes de los partidos políticos e investigue
        qué proponen para transformar el país. ¿Tienen un programa o plan de gobier-
        no?




32
Los obstáculos para
fortalecer la democracia
Aunque se han dado pasos importantes para que la democracia se consolide en
Honduras y hoy contamos con una Constitución que garantiza los derechos de la
población, hay barreras que, por estar arraigadas en la vida y la cultura política, son
muy difíciles de superar. Veamos las más relevantes:


La corrupción
La corrupción es, sin duda, el mayor obstáculo para que la democracia avance, se
fortalezca y bene cie a toda la población. Por desgracia, ésta nos ha acompañado
a lo largo de casi toda nuestra historia.
La corrupción política tiene lugar cuan-
do las personas que ejercen el poder lo
utilizan para lucrarse y no para servir a la
colectividad. En nuestro país hay varios
ex funcionarios públicos que están acu-
sados de graves actos de corrupción.
Sin embargo, ninguno de los “grandes”
ha sido condenado y mucho menos en-
carcelado. En parte, esto se debe a que
el Poder Judicial no es independiente.
En la segunda mitad del siglo XIX se produjo el primer gran escándalo de corrup-
ción pública. El motivo fue la supuesta construcción del ferrocarril interoceánico, un
gran proyecto que nunca se llegó a consumar.




                                                                                          33
Nos quedamos pagando
                                          Los banqueros ingleses y franceses
                                          prestaron al gobierno de Honduras casi
                                          seis millones de libras esterlinas. Pero
                                          el gobierno sólo recibió unas 312 mil.
                                          El resto se lo quedaron los interme-
                                          diarios, que hicieron el gran negocio
                                          de su vida. Honduras quedó pagando
                                          esa deuda por más de ochenta años,
                                          pues la saldó hasta en 1953. El ferro-
       carril nunca pasó de Potrerillos, y los responsables de la infame estafa
       murieron en paz, arropados por la impunidad.

                           El Ferrocarril, a la espera del otro mar, Comunica, Agenda 2009.



     Pero la corrupción no es exclusiva de los políticos. Aunque la mayoría de la gente es
     honesta, hoy en día la corrupción corroe a toda la sociedad. La corrupción adopta
     múltiples formas pero, en todos los casos, causa mucho daño a la democracia por-
     que hace que perdamos la con anza en las personas, en las instituciones y en las
     autoridades.
     Además, es la gran responsable de la pobreza y del desastre en que se encuentran
     los servicios públicos que el Estado debe brindar. Por eso se a rma, con acierto,
     que cuando alguien le roba al Estado nos está robando a todos: nuestros alimentos,
     nuestras medicinas, nuestra educación, nuestros libros, nuestras viviendas. Y es que
     si no robaran el dinero y los bienes del Estado, estos ajustarían para satisfacer las
     necesidades básicas de la población.
     Y, como si todo lo anterior fuera poco, la corrupción es la que abre la puerta al cri-
     men organizado, al narcotrá co, a la quiebra fraudulenta de bancos. En n, afecta
     el tejido social y deteriora las relaciones de convivencia. Por todo ello repercute en
     nuestras vidas y nos impide salir del atraso y la pobreza.




34
El tradicionalismo y el clientelismo político
Como ya comentamos en el primer capítulo, cuando la política se desvirtúa se con-
vierte en politiquería. En Honduras, los partidos políticos, en especial los tradiciona-
les, se han encargado de fomentar vicios y deformaciones en la cultura política de
la población que obstaculizan el fortalecimiento de la democracia.
Uno de los vicios más perjudiciales es el tradicionalismo, que no es más que aferrar-
se al pasado, por perjudicial que haya sido. Muchas personas siguen votando por
el partido de su papá o de su abuelita, sin reparar en los candidatos, sus conductas
y propuestas. Simplemente votan por colores. No se atreven a romper con la tradi-
ción.
Incluso hay quien hasta se pelea con el vecino por defender al partido de sus amo-
res o al candidato que se envejeció como diputado en el Congreso Nacional, o bus-
cando la Presidencia de la República. Sin embargo…


  Comen en el mismo plato
  Cada vez más los dirigentes de los dos partidos políticos son empresarios
  cuyos negocios particulares constituyen el espacio que da coherencia a
  sus aparentes divergencias partidarias. El consenso político va dejando
  de estar en las instituciones públicas y en los propios partidos políticos
  y se traslada a las empresas e iniciativas comerciales y financieras. Au-
  mentan los espacios comunes a dirigentes de los diversos partidos donde
  tratan sus negocios, logran acuerdos políticos, firman convenios, descan-
  san y realizan ceremonias religiosas y de premiación de sus éxitos. En
  estos espacios desaparecen los colores políticos para dejar lugar al color
  del dinero como el único que logra los verdaderos acuerdos.
                                                               Ismael Moreno, SJ en,
                                            Revista Envío-Honduras, Año 4, Nº 13, p. 2




                                                                                           35
A los políticos de los partidos tradicionales les conviene esta situación y, para man-
     tenerla, alimentan el clientelismo. Este se produce cuando un político ofrece a los
     electores trabajo, dinero u otras prebendas para que voten por él. Cuando los dipu-
     tados andan repartiendo subsidios en las comunidades, practican el clientelismo.
     Lo mismo sucede cuando un presidente le da “chamba” a un montón de activistas
     que colaboraron en su campaña.
     El clientelismo es sumamente perjudicial para la democracia puesto que, nalmen-
     te, el elector no vota por un programa de gobierno o las cualidades de un candida-
     to, sino por el que lo puede bene ciar personalmente. Y luego, ¿cómo va a criticar
     su gestión si le debe favores? Por tanto, el clientelismo es uno de los mayores obs-
     táculos para construir una ciudadanía crítica e independiente, preocupada por el
     bien común.
     Pero no solo eso. El clientelismo conspira contra la buena administración pública,
     pues se le da empleo a gente que quizá no está capacitada para el cargo. Peor aún,
     muchas veces solo se pone al activista en una planilla para que llegue a retirar el
     cheque. A estas personas se les llama “paracaidistas”.
     En de nitiva, el clientelismo es de los peores vicios políticos porque fomenta la co-
     rrupción y la pereza, y provoca que los recursos del Estado se dilapiden en dádivas
     que no aportan al desarrollo del país. La razón de ser del clientelismo es desangrar
     las nanzas del Estado para que los políticos de siempre continúen disfrutando,
     tranquilamente, del poder.


     El autoritarismo y el caudillismo
     El autoritarismo es uno de los vicios más arraigados en nuestra historia política.
     Y los caudillos son sus mejores exponentes. Ya hemos visto cómo la democracia
     hondureña se ha visto muchas veces “secuestrada” por políticos o militares que se
     impusieron de forma autoritaria, apoyándose en la fuerza de las armas.
     Pero también entre los políticos de nuestros días hay mucho autoritarismo. Estos se
     niegan a dialogar, a escuchar al pueblo, e imponen las reglas del juego para defen-
     der sus intereses y los de sus amigos. Y, aun así, tienen seguidores. A este fenómeno
     nos referimos cuando hablamos de caudillismo.
     El tradicionalismo y el clientelismo son cómplices del autoritarismo y del caudillis-
     mo, porque facilitan que el caudillo haga su voluntad sin que nadie se atreva a
     cuestionarlo; a veces por temor, a veces por no perder sus favores.




36
En los departamentos y municipios hay verdaderos caudillos —la mayoría terra-
tenientes y empresarios metidos a políticos— que hacen y deshacen a su antojo,
sin preguntar ni escuchar a nadie. Algunos llegan a tener mucho poder: consiguen
empleos para los activistas, ponen y quitan jueces, y deciden quiénes serán los can-
didatos a cargos de elección popular en su departamento o municipio.
Pero el autoritarismo también lo encontramos en otros ámbitos de la sociedad.
Pensemos en las relaciones de muchas parejas, o de muchos padres con sus hijos.
También en las relaciones del empresario con los trabajadores, o en las mismas igle-
sias.
El autoritarismo es enemigo de la democracia, porque no puede haber democracia
donde el poder se concentra en una sola persona. Como se ha dicho tantas veces,
la democracia no se limita a poder votar por un caudillo cada cuatro años. En un
sistema democrático, cada ciudadano y ciudadana tiene una cuota de poder para
hacerse oír y poder in uir en los asuntos públicos. De otra manera, ¿cómo podre-
mos contribuir a construir el bien común?




                                                                                       37
Propuesta de actividades
                                    1. Enviar a los alumnos y alumnas a realizar una in-
                                    vestigación de campo. Entrevistan a ciudadanos y
                                   ciudadanas y les preguntan si votan o no por el mis-
                             mo partido por el que lo hacían sus padres. Anotan la edad
                     de los entrevistados. Luego, analizan los resultados para ver en qué
     edad el voto es más tradicional.
     2. Realizar representaciones dramatizadas en las que se aprecien casos de corrup-
        ción. Cada grupo puede representar un ejemplo distinto. Algunos pueden ser:
        = Un policía que cobra para no poner una esquela.
        = Un alcalde le da trabajo a un ingeniero amigo suyo para construir una ca-
          rretera.
        = El presidente usa el dinero del Estado para viajar de vacaciones con su fa-
          milia.
        = Un médico reparte medicinas, que son del hospital, entre sus familiares.
     3. Organizar un debate en el aula. Un grupo estará a favor de que los políticos den
        chamba a los que trabajan en sus campañas, y otro estará en contra. Finalmente
        se vota.
     4. Mostrar a los alumnos las siguientes frases, que han servido para realizar cam-
        pañas contra la corrupción. Organizar un concurso en el aula o en el colegio de
        frases contra la corrupción. Se premia la mejor.
        = Sumate al Chile sin corrupción
        = Cuando roban al Estado, le roban a usted
        = Di no a la corrupción, denúnciala
        = Contra la corrupción, cero impunidad
     5. Buscar información sobre la huelga de hambre contra la corrupción que sostu-
        vieron los scales y otros ciudadanos y ciudadanas en Honduras, en abril-mayo
        de 2008, y hacer un mural para exponerlo en el colegio.




38
6. Verdadero o falso
       La corrupción nos afecta a todos y todas.
       La obligación de un presidente es contratar a quienes le han ayudado a ha-
       cer la campaña.
       El autoritarismo es un vicio de los antiguos caudillos, como Carías, que ya se
       ha superado.
       El Ferrocarril Nacional fue un proyecto que enriqueció a Honduras.
       La falta de un Poder Judicial independiente permite que personas culpables
       de corrupción nunca sean condenadas ni enviadas a la cárcel.
       Cuando le damos dinero a un policía para que nos quite una esquela, esta-
       mos cometiendo un acto de corrupción.
7. Proponer a los alumnos y alumnas que realicen el siguiente ejercicio, uniendo
   cada concepto de la izquierda con la explicación de la derecha.
   = Corrupción              = votar por colores, no por ideas
   = Clientelismo            = desanima a la población
   = Caudillismo             = el poder en manos de una sola persona
   = Tradicionalismo         = chambas para pagar favores




                                                                                        39
Las elecciones
           En las democracias representativas, como la nuestra, las elecciones son fundamen-
           tales. En ellas, el pueblo escoge a sus representantes por medio del voto el cual,
           según el artículo 44 de la Constitución, es “universal, obligatorio, igualitario, directo,
           libre y secreto”. Con el voto, la ciudadanía legitima a sus autoridades.
                                                         Tiempo atrás, era muy común escuchar ha-
                                                         blar de las “elecciones estilo Honduras”, en
                                                         alusión a los procesos electorales plagados
                                                         de incidentes lamentables que tenían lugar,
                                                         especialmente, en las zonas rurales. Mucha
                                                         gente aún recuerda que, a punta de pistola,
                                                         las bandas armadas de uno u otro partido
                                                         obligaban al elector a votar por su caudillo.
                                                         También era común el robo de urnas, la falsi-
                                                           cación de votos, la adulteración de las actas
                                                         de cierre y que se votara con identidad falsa.
Con el voto, la ciudadanía legitima a sus autoridades.   A veces había en una urna más votos que
                                                         electores inscritos.
           En la actualidad, aunque siguen habiendo irregularidades, las elecciones son más
           ordenadas, e implican un proceso con varias etapas que se siguen paso a paso:
           1. Convocatoria electoral
           2. Presentación y proclamación o cial de candidaturas
           3. Campaña electoral
           4. Votaciones
           5. Recuento de votos o escrutinio
           6. Proclamación de los candidatos electos.
           Este proceso se desarrolla de acuerdo a la Ley Electoral, bajo la responsabilidad del
           Tribunal Supremo Electoral.




40
La Ley Electoral y los Organismos Electorales
En Honduras ha habido varias leyes electorales. La actual Ley Electoral y de las Or-
ganizaciones Políticas fue aprobada en 20047, para responder mejor a las transfor-
maciones de la sociedad y del sistema democrático en los últimos años.
Pero esta ley no es del todo democrática. Por
ejemplo, los requisitos que exige para inscribir
candidaturas independientes —o sea, de per-
sonas que no pertenecen a ningún partido po-
lítico legalmente inscrito— son engorrosos e
implican gastos enormes para los interesados.
No es casual que, hasta el momento, no haya
podido participar en las elecciones generales
ningún candidato independiente, pese a que
varios ya lo han intentado.
Según la ley, el máximo organismo electoral es el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Está integrado por tres magistrados que son escogidos por el Congreso Nacional
y desempeñan el cargo por cinco años. El TSE es el primer responsable de velar
por que la ley se cumpla, los procesos electorales sean limpios y la democracia se
fortalezca.
El TSE nombra en cada departamento un Tribunal Electoral Departamental y, en
cada municipio, un Tribunal Electoral Municipal. Ambos están compuestos por re-
presentantes de todos los partidos políticos legalmente inscritos. Estos tribunales
solo funcionan en periodo de elecciones y su misión es ayudar al TSE a organizar
todo lo relativo a los comicios, garantizando el cumplimiento de la ley.
Finalmente están las Mesas Electorales Receptoras (MER), que se ubican en los Cen-
tros de Votación, donde se instalan las urnas para que la ciudadanía acuda a votar.
Las MER se integran con un miembro propietario y su respectivo suplente, propues-
tos por cada una de las fuerzas políticas que participan en el proceso electoral.




7 En enero de 2008, el Congreso Nacional reformó esta Ley al rati car el decreto 185-2007, publi-
  cado en La Gaceta del 1 de febrero de 2008, Nº 31 523. Organizaciones de la sociedad civil y el
  partido UD han cali cado estas reformas de antidemocráticas, pues consideran que se orientan
  a fortalecer el bipartidismo.




                                                                                                    41
Los Organismos Electorales son:
     1. Tribunal Supremo Electoral
     2. Tribunales Electorales Departamentales
     3. Tribunales Electorales Municipales
     4. Mesas Electorales Receptoras


     Tipos de elecciones:
     las primarias y las generales
     La Ley Electoral establece la obligación de celebrar elecciones primarias, bajo la
     supervisión del Tribunal Supremo Electoral, cuando los partidos políticos tienen
     varios movimientos internos que pugnan por postular a sus candidatos en las elec-
     ciones generales.
     Hasta el momento, sólo los dos partidos tradicionales, el Liberal y el Nacional, reali-
     zan elecciones primarias. Los otros partidos, al ser mucho más pequeños, no tienen
     movimientos en contienda, por lo que eligen a sus candidatos en asambleas. Según
     la ley, las elecciones primarias se celebran un año antes de las elecciones generales,
     en el mes de noviembre.
     En las elecciones generales, que se celebran cada cuatro años, se escogen las si-
     guientes autoridades:
     = Presidente y designados a la Presidencia de la República
     = Diputados al Congreso Nacional y al Parlamento Centroamericano
     = Miembros de las corporaciones municipales
     Antes de 1997, los electores votaban en una sola papeleta por el candidato a la Pre-
     sidencia. Así, el candidato que sacaba más votos se llevaba también la mayoría de
     diputados y alcaldías.
     Pero, en 1997 se votó, por primera vez, en tres papeletas separadas: para Presiden-
     te, para diputados y para Corporación Municipal. Aunque el tradicionalismo sigue
     pesando mucho, esto ha permitido la presencia de representantes de otros parti-
     dos en el Congreso y las alcaldías.




42
Luego, en las elecciones primarias y generales de 2004, hubo un nuevo avance: en
la papeleta para diputados aparece el nombre y la fotografía de cada uno de los
candidatos y candidatas, lo cual permite al elector “cruzar” su voto. O sea, votar por
candidatos de los diferentes partidos y, así, escoger a las personas por sus méritos
y no por el color político.
Esta modalidad permitió que muchos de los diputados que estaban vegetando en
el Congreso desde 1982, no fueran reelectos, lo cual ha despertado la preocupación
de los caudillos del bipartidismo; éstos, en más de una ocasión, ya han dicho que la
Ley Electoral debe reformarse, argumentando que el pueblo “no tiene la madurez”
para entender y manejar esta papeleta.


Cómo se vota y cómo funciona
el proceso electoral
El voto se ejerce en los Centros de Votación que,
por lo general, son escuelas y colegios que ese
día se acomodan para tal n. En cada centro de
votación puede haber varias Mesas Electorales
Receptoras.
Las votaciones comienzan a las 7 de la mañana
y terminan a las 5 de la tarde. Una persona no
puede votar en cualquier sitio. Cada quien tiene
asignada una mesa electoral, cercana al lugar de
su residencia. Esto es lo que se llama voto domiciliario.
Los pasos para ejercer el voto son los siguientes:
1. El votante enseña al presidente de la Mesa su tarjeta de identidad para que éste
   compruebe que es auténtica y que corresponde a esa persona. Para ello, el pre-
   sidente tiene un cuaderno electoral donde están las fotografías de los electores
   que deben votar en esa Mesa.
2. A continuación, el secretario de la Mesa revisa el padrón electoral. Es decir, com-
   prueba que la persona está inscrita en el listado correspondiente a la Mesa.
3. El votante muestra sus manos a los miembros de la Mesa para que comprueben
   que no están manchadas con tinta indeleble. Así demuestra que aún no ha vo-
   tado.




                                                                                         43
4. Si todo está en orden, el presidente y el secretario de la Mesa rman en el rever-
        so de las tres papeletas y se las entregan al elector.
     5. Luego viene el momento más importante. Como el voto es secreto, la persona
        pasa a un lugar privado donde marca las papeletas y las dobla de modo que
        nadie pueda ver por quién votó.
     6. El elector muestra las papeletas a los miembros de la Mesa para que veri quen
        las rmas del presidente y el secretario y, de tenerlas, se estampa el sello de
        “Rati cado”.
     7. El elector deposita las papeletas en las urnas correspondientes.
     8. A continuación, uno de los miembros de la Mesa aplica tinta indeleble en el
        dedo meñique de la mano derecha del elector. Esto es obligatorio, porque
        prueba que ya votó.
     9. Por último, el secretario de la Mesa anota en el padrón electoral que esta perso-
        na ya ejerció el sufragio.
     Una vez realizadas las votaciones, se hace el escrutinio; esto es, el recuento de los
     votos que obtuvo cada candidato en cada una de las tres urnas. Como hemos di-
     cho, en cada MER tiene que haber representantes de cada uno de los partidos o
     movimientos que se presentan a las elecciones. De este modo, se busca garantizar
     que nadie cambie los resultados.
     El Tribunal Electoral empieza a difundir los resultados provisionales con las actas de
     cierre que llegan de las MER, pero no será hasta días después, cuando hayan veri -
     cado todas y cada una de las actas, que se darán los resultados de nitivos.
     Este procedimiento está bien pensado para que las elecciones sean limpias; es de-
     cir, para que se respete la voluntad de los votantes. Sin embargo, existen personas
     o grupos que no tienen ningún respeto por la voluntad popular y que intentan, y a
     veces lo consiguen, hacer trampas durante el proceso.
     Sin ir más lejos, en las elecciones primarias celebradas en noviembre de 2008, varios
     activistas de los movimientos que se disputaban el triunfo usaron todo tipo de ar-
     timañas para hacer ganar al candidato de sus simpatías. Estos abusos hacen mucho
     daño a la democracia y provocan que mucha gente ya no quiera saber nada de los
     políticos. Pero, una vez más, reiteramos que no se trata de ignorarlos, sino de obli-
     garlos a cumplir las leyes que ellos mismos han aprobado.




44
Las campañas políticas y su financiamiento
                                               Las campañas electorales son algo
                                               normal en una democracia. Se rea-
                                               lizan para que los partidos políticos
                                               presenten sus programas y convenzan
                                               a la ciudadanía de que sus propuestas
                                               merecen el voto.
                                               Pero, en nuestro país, las campañas
                                               están huérfanas de propuestas y de
                                               un auténtico debate de ideas. Los par-
                                               tidos políticos se parecen más a un
Simpatizantes en campaña electoral             producto comercial que a una institu-
                                               ción con ideas para sacar el país ade-
lante. Es común pedir a los y las electoras que voten por “el de los chocoyos”, por “el
de los ojitos verdes”, o por “piquito”.
La Ley Electoral regula las campañas electorales con el n de que sirvan al fortaleci-
miento democrático. Sin embargo, las disposiciones de esta ley se violan continua-
mente. Por ejemplo:
= Sólo se puede hacer propaganda 50 días antes de las elecciones primarias, y 90
  días antes de las elecciones generales. Pero todos hemos visto que hay candida-
  tos que comienzan su propaganda tres años antes.
= Se prohíbe pedir el voto utilizando motivos religiosos, pero abundan los can-
  didatos y candidatas que se promueven como los “candidatos de Dios” o que
  utilizan citas de la Biblia para cosechar votos entre las personas muy religiosas.
= La ley prohíbe a los y las funcionarias públicas utilizar recursos del Estado para
  hacer propaganda electoral. Sin embargo, es bien conocida la manera en que
  los presidentes del Congreso Nacional se hacen publicidad con los fondos de
  ese poder del Estado.
= Está prohibido poner propaganda política en edi cios, mobiliario y equipo del
  Estado, monumentos públicos, templos, señales de tránsito y en las vías públi-
  cas. No obstante, durante las campañas, las ciudades, calles y carreteras más
  bien parecen un gigantesco mural con todo tipo de rótulos y carteles.




                                                                                          45
Pero, lo más condenable de las campañas electorales es el dinero que se gasta en
     ellas. Las últimas elecciones primarias, celebradas en noviembre de 2008, le cos-
     taron al Estado, es decir, a nosotros, 400 millones de lempiras. Aparte de eso, los
     candidatos gastan cantidades millonarias en promoverse. ¿De dónde sale tanto di-
     nero?
     Está comprobado que, cuando el candidato es del partido de gobierno, la mayoría
     del dinero sale de las arcas del Estado. Además, las campañas son nanciadas por
     empresarios y otras personas con mucho poder económico. Incluso se sospecha
     que parte de este dinero procede de actividades ilegales, como el narcotrá co o el
     contrabando.
     Y, como dice el refrán, “Quien pone el pisto, pone la música”. O sea que, una vez que
     estos políticos llegan al poder, tienen que devolver “favores”. De este modo la de-
     mocracia no es tal pues, cuando estos candidatos llegan al poder, ya no son nues-
     tros representantes, sino que representan los intereses de quienes los apoyaron.
     No obstante, el artículo 83 de la Ley Electoral prohíbe terminantemente a los parti-
     dos políticos y movimientos internos aceptar, directa e indirectamente, contribucio-
     nes anónimas, salvo las obtenidas en colectas populares; contribuciones o dona-
     ciones de empleados públicos; de los directivos o socios de empresas que trabajan
     para el Estado o de las que realizan actividades mercantiles ilícitas y, de gobiernos,
     organizaciones y personas extranjeras.
     Además, el artículo 87 de esta Ley les manda establecer sistemas contables donde
     se registren claramente tanto los ingresos como los egresos, así como informar al
     TSE de sus operaciones nancieras. Pero, como todos se hacen de “la vista gorda”,
     los partidos políticos se siguen nanciando de manera ilegal sin dar cuentas a na-
     die. Hasta la fecha, los intentos por hacer más transparentes los procesos electora-
     les apenas han tenido resultados.
     Según Transparencia Internacional —una organización independiente que comba-
     te la corrupción en todo el mundo—, no hay procedimientos que permita saber de
     dónde reciben dinero los partidos políticos hondureños:
            respecto al nanciamiento de los Partidos Políticos, no se encon-
            traron disposiciones legales que garanticen la legalidad de la pro-
            cedencia de los fondos, así como el buen uso que se le debe dar
            a éstos, considerando que el Estado invierte parte de sus recursos
            para apoyar los gastos que generan las campañas políticas.




46
Un insulto para los pobres
Las cantidades que se invierten en estas campañas son escandalosas. Se calcu-
la que en las últimas elecciones generales se gastaron 169 millones de lempi-
ras. Los partidos Nacional y Liberal se acusaron mutuamente de recaudar dinero
ilegal para la propaganda. Se habló de varias fuentes. Según un informe de
organizaciones de sociedad civil, las sospechas se basan en lo siguiente:
Los señalamientos iban desde el uso de dinero producto de escandalosos actos
de defraudación al Estado, de recursos provenientes de funcionarios corruptos
y de quiebrabancos. Incluso se habló de infiltración del crimen organizado y el
narcotráfico.
Los partidos captaron fondos arbitrariamente, al quitar a los empleados públicos
una cuota de su salario, sin que éstos lo hayan autorizado. También se detectó
el abuso de los recursos e infraestructura del Estado para favorecer al candidato
del partido gobernante.
Candidatos a diputados relataron que, para costear la campaña electoral, los
partidos y sus candidatos recibieron contribuciones a cambio de favores, como
nombramientos o contratos.
También se mencionó el chantaje, mediante el cual se obliga a determinados
sectores o personas a donar dinero a cambio de protección ante una eventua-
lidad.
Con el voto en papeletas separadas también aparecieron “generosos volunta-
rios” que no sólo aportan dinero a un partido, sino a todos los posibles ganado-
res. Así, siempre ganan.
Por último, aparecen las colectas en cenas y otros eventos sociales que, en otros
países de la región, han servido para lavar dinero.
                                  Informe Monitoreo Propaganda Política. Foprideh,
                                          Asociación para una Sociedad más Justa,
                                           Dan Church Aid y Revistazo.com, 2005.




                                                                                     47
El voto consciente: Guía práctica
     para votar con sentido democrático
     Algunos activistas políticos se han acostumbrado a comprar la voluntad de los elec-
     tores. Estos, en ocasiones, por presiones, por necesidad o por simple indiferencia,
     regalan su voto a cambio de un donativo o de una vaga promesa de salir bene cia-
     dos. Estos comportamientos han trivializado el voto y le han restado el verdadero
     valor que tiene en la democracia.
     Votar no es tarea fácil. Hay muchas cosas sobre las que los ciudadanos y las ciudada-
     nas pueden informarse, antes de unas votaciones, para elegir mejor.


       Examine a conciencia
       Antes de votar, tómese un poco de tiempo y examine a sus candidatos.
       Fíjese en sus programas:


       municipio?




       Fíjese en las actitudes:
                                                                                       -
       rante los periodos electorales?




       de gobierno y los temas de campaña electoral?


       a atacar a sus adversarios políticos?

                                          Campaña de Cáritas: No es igual botar que votar




48
Propuesta de actividades
                         1. Organizar en el colegio unas elecciones con todos los
                         pasos y procedimientos que se dan en los procesos elec-
                        torales.
              2. Comparar las elecciones nacionales con las elecciones en el cole-
gio, señalando similitudes y diferencias.
3. Investigación de campo: preguntar a las personas mayores cómo eran antes las
   elecciones, y si alguien obligaba a votar por tal o cual partido.
4. Buscar propaganda electoral y recortar los mensajes; re exionar sobre los con-
   tenidos. ¿Dan ideas para transformar el país? ¿Qué estrategia utilizan para con-
   seguir el voto?
5. Leer el siguiente texto y contestar las preguntas:


  Quien pone el pisto, pone la música
  Es común que algunos empresarios contribuyan con dinero y otros bienes
  a las campañas electorales de los partidos políticos. Luego, de una u otra
  manera, recuperan con creces su inversión mediante:




                                                                                  -
  peren.
  Y con las familias poderosas de los municipios pequeños sucede lo mis-
  mo. Ellas ponen dinero para que gane alguien de su confianza.
  De esta forma, la persona elegida tendrá que obedecer al terrateniente o
  al mandamás del pueblo, que es quien gobierna realmente.

                                     Campaña de Cáritas: No es igual botar que votar




                                                                                       49
¿Sabe de algún empresario que apoye a un candidato?
     ¿Qué se podría hacer para que los ricos no “compren” a los políticos?
     6. Verdadero o falso
            Los partidos políticos nancian sus campañas únicamente con el dinero que
            les suministra el Estado.
            Algunos empresarios apoyan un candidato para que éste los favorezca
            cuando está en el gobierno.
            El Tribunal Supremo Electoral escoge los candidatos a diputados y a presi-
            dente.
            En ocasiones, los partidos políticos utilizan dinero del Estado para nanciar
            las campañas.
            La ley obliga a los candidatos a hablar de Dios en las campañas electorales.
            En las elecciones primarias se escogen los candidatos para las elecciones
            generales.
     7. Proponer a los alumnos y alumnas que realicen el siguiente ejercicio, uniendo
        cada concepto de la izquierda con la explicación de la derecha.
        Elecciones primarias              los partidos políticos presentan sus propuestas
        Campaña electoral                 participan los movimientos internos
        Voto consciente                   es el responsable de organizar las elecciones
        Tribunal Supremo Electoral         jarse bien en programas y actitudes




50
La participación
ciudadana: un derecho
y un deber
Una verdadera democracia se conoce por
la rmeza con que el Estado garantiza los
derechos humanos de su población; pero
también por la rmeza con la que la ciuda-
danía cumple con sus deberes. La Consti-
tución proclama nuestros derechos y esta-
blece nuestros deberes, pero ambas cosas,
por desgracia, no siempre se cumplen.


Derechos y deberes en democracia
En pocas palabras, podemos decir que los derechos humanos son todas las liberta-
des, facultades y condiciones que permiten a las personas —sin distingos de nin-
gún tipo—, vivir con dignidad. Nuestra Constitución enfatiza, de manera especial,
en los derechos individuales y los derechos sociales.
Los derechos individuales corresponden directamente a las personas y a su relación
con el Estado y la sociedad. El primero y más importante es el derecho a la vida.
Además, toda persona tiene derecho a su integridad física, psíquica y moral; a la li-
bertad; a no ser detenida ilegalmente; a expresarse y a que se le respeten sus ideas;
a moverse libremente de un sitio a otro; a defenderse cuando es acusada de un
delito; al honor y a la intimidad personal y familiar; y a asociarse y reunirse con otras,
siempre que no sea para delinquir, entre otros.
Los derechos sociales se re eren a la población en general; por tanto, son más am-
plios y más difíciles de cumplir. Por ejemplo, el derecho al trabajo, a la salud, a la
educación o la vivienda. En los países pobres, el Estado no es capaz de garantizar
que esto se cumpla para la mayoría de la población. Aunque, hay que decirlo, tam-
bién atentan contra los derechos sociales la corrupción, el clientelismo político y la
ine ciencia de la administración pública.




                                                                                             51
Los deberes y las responsabilidades también son importantes. Y es que la demo-
     cracia —que sólo se logra cuando la población goza de los derechos humanos en
     su integralidad—, hay que construirla entre todos y todas. No se vale sentarse a es-
     perar que otros arreglen los asuntos que afectan a la colectividad. Cada cual puede
     aportar su granito de arena para que las cosas mejoren.
     Algunos de los deberes más importantes en democracia, son:
     = Elegir a las autoridades con responsabilidad. Es decir, informarse y pensar bien
       antes de votar y no hacerlo para salir del paso, por tradición o por compromi-
       so.
     = Respetar las leyes, porque son el fundamento de un Estado de Derecho.
     = Participar en las organizaciones de la sociedad civil como patronatos, asociacio-
       nes de vecinos y muchas más, para hacer propuestas y buscar soluciones a los
       problemas.
     = Colaborar con el bien común. Es decir, cumplir con los deberes; por ejemplo,
       mantener limpias las calles, pagar los impuestos y los servicios públicos, no que-
       mar bosques ni zacateras.
     = Vigilar a las autoridades y exigirles que rindan cuentas de sus actuaciones y de
       cómo usan el dinero que pertenece a todos. Así, podemos evitar que abusen
       del poder que les hemos delegado.


     No basta con votar
     Así, en una sociedad democrática, no basta con votar. Hay muchas otras cosas que
     podemos y debemos hacer. Las elecciones limpias son esenciales para la democra-
     cia, pero el voto no es todo; ni siquiera es lo más importante. Una democracia de
     ciudadanos y ciudadanas es mucho más que una democracia de electores.
     A menudo escuchamos protestar a funcionarios públicos cuando el pueblo expresa
     su opinión a través de organizaciones de la sociedad civil. Algunos a rman, incluso,
     que ellos han sido los escogidos para gobernar, mediante elecciones, y que, por
     tanto, son los únicos que pueden decidir sobre los asuntos públicos. Cuando un po-
     lítico se expresa así, lo que está demostrando es su falta de cultura democrática.




52
El reto de vivir en democracia / cuaderno para educadores
El reto de vivir en democracia / cuaderno para educadores
El reto de vivir en democracia / cuaderno para educadores
El reto de vivir en democracia / cuaderno para educadores
El reto de vivir en democracia / cuaderno para educadores
El reto de vivir en democracia / cuaderno para educadores
El reto de vivir en democracia / cuaderno para educadores
El reto de vivir en democracia / cuaderno para educadores
El reto de vivir en democracia / cuaderno para educadores
El reto de vivir en democracia / cuaderno para educadores
El reto de vivir en democracia / cuaderno para educadores

Contenu connexe

Tendances

Evolución Histórica De Las Demandas De Los Pueblos y nacianlidades I
Evolución Histórica De Las Demandas De Los Pueblos y nacianlidades IEvolución Histórica De Las Demandas De Los Pueblos y nacianlidades I
Evolución Histórica De Las Demandas De Los Pueblos y nacianlidades ICristian Javier Castelo Abarca
 
Sopa de letras democracia
Sopa de letras democraciaSopa de letras democracia
Sopa de letras democraciaLorena Maestria
 
Convivencia y paz. luis h. mutis
Convivencia y paz. luis h. mutisConvivencia y paz. luis h. mutis
Convivencia y paz. luis h. mutiscarlos ruales
 
Concepto de la sociedad humana ( civica 3 )
Concepto de la sociedad humana ( civica 3 )Concepto de la sociedad humana ( civica 3 )
Concepto de la sociedad humana ( civica 3 )Maikel Correa
 
Presentacion multiculturalidad
Presentacion multiculturalidadPresentacion multiculturalidad
Presentacion multiculturalidadPaola Reyes
 
Discriminación y exclusion social
Discriminación y exclusion socialDiscriminación y exclusion social
Discriminación y exclusion socialLuna Victoria Gisela
 
54241322 guia ciencias sociales octavo san martin de los llanos meta
54241322 guia ciencias sociales octavo san martin de los llanos meta54241322 guia ciencias sociales octavo san martin de los llanos meta
54241322 guia ciencias sociales octavo san martin de los llanos metaLuz Ramirez
 
230 257 se ciencias sociales 7 democracia y participacion ciudadana-t_8
230 257 se ciencias sociales 7 democracia y participacion ciudadana-t_8230 257 se ciencias sociales 7 democracia y participacion ciudadana-t_8
230 257 se ciencias sociales 7 democracia y participacion ciudadana-t_8Julian Enrique Almenares Campo
 
Guía 2 la tradición filosofíca filosofía 11° colcastro 2014
Guía 2 la tradición filosofíca filosofía 11° colcastro 2014Guía 2 la tradición filosofíca filosofía 11° colcastro 2014
Guía 2 la tradición filosofíca filosofía 11° colcastro 2014CARLOS HUMBERTO PEDRAZA BLANCO
 
Guia 7 sociologia el hombre, ser en sociedad filosofía 11° colcastro 2014
Guia 7 sociologia el hombre, ser en sociedad filosofía 11° colcastro 2014Guia 7 sociologia el hombre, ser en sociedad filosofía 11° colcastro 2014
Guia 7 sociologia el hombre, ser en sociedad filosofía 11° colcastro 2014CARLOS HUMBERTO PEDRAZA BLANCO
 
Cultura, Identidad e Interculturalidad
Cultura, Identidad e InterculturalidadCultura, Identidad e Interculturalidad
Cultura, Identidad e InterculturalidadAlexander Dueñas
 
La justicia como valor moral
La justicia como valor moralLa justicia como valor moral
La justicia como valor moralestudiante02
 
Guia 2 la organización economía y política 10° colcastro 2011
Guia 2 la organización economía y política 10° colcastro 2011Guia 2 la organización economía y política 10° colcastro 2011
Guia 2 la organización economía y política 10° colcastro 2011CARLOS HUMBERTO PEDRAZA BLANCO
 
Convivencia democrática
Convivencia democráticaConvivencia democrática
Convivencia democráticaKAtiRojChu
 
Convivencia democrática
Convivencia democráticaConvivencia democrática
Convivencia democráticaKAtiRojChu
 
Revista Democracia para jóvenes
Revista Democracia para jóvenesRevista Democracia para jóvenes
Revista Democracia para jóvenescomunica
 

Tendances (20)

Evolución Histórica De Las Demandas De Los Pueblos y nacianlidades I
Evolución Histórica De Las Demandas De Los Pueblos y nacianlidades IEvolución Histórica De Las Demandas De Los Pueblos y nacianlidades I
Evolución Histórica De Las Demandas De Los Pueblos y nacianlidades I
 
Sopa de letras democracia
Sopa de letras democraciaSopa de letras democracia
Sopa de letras democracia
 
Convivencia y paz. luis h. mutis
Convivencia y paz. luis h. mutisConvivencia y paz. luis h. mutis
Convivencia y paz. luis h. mutis
 
Concepto de la sociedad humana ( civica 3 )
Concepto de la sociedad humana ( civica 3 )Concepto de la sociedad humana ( civica 3 )
Concepto de la sociedad humana ( civica 3 )
 
Estado ppt
Estado pptEstado ppt
Estado ppt
 
Temario p1 democracia grado 8
Temario p1 democracia grado 8Temario p1 democracia grado 8
Temario p1 democracia grado 8
 
Presentacion multiculturalidad
Presentacion multiculturalidadPresentacion multiculturalidad
Presentacion multiculturalidad
 
La convivencia democrática
La convivencia democrática La convivencia democrática
La convivencia democrática
 
Discriminación y exclusion social
Discriminación y exclusion socialDiscriminación y exclusion social
Discriminación y exclusion social
 
54241322 guia ciencias sociales octavo san martin de los llanos meta
54241322 guia ciencias sociales octavo san martin de los llanos meta54241322 guia ciencias sociales octavo san martin de los llanos meta
54241322 guia ciencias sociales octavo san martin de los llanos meta
 
230 257 se ciencias sociales 7 democracia y participacion ciudadana-t_8
230 257 se ciencias sociales 7 democracia y participacion ciudadana-t_8230 257 se ciencias sociales 7 democracia y participacion ciudadana-t_8
230 257 se ciencias sociales 7 democracia y participacion ciudadana-t_8
 
Guía 2 la tradición filosofíca filosofía 11° colcastro 2014
Guía 2 la tradición filosofíca filosofía 11° colcastro 2014Guía 2 la tradición filosofíca filosofía 11° colcastro 2014
Guía 2 la tradición filosofíca filosofía 11° colcastro 2014
 
Guia 7 sociologia el hombre, ser en sociedad filosofía 11° colcastro 2014
Guia 7 sociologia el hombre, ser en sociedad filosofía 11° colcastro 2014Guia 7 sociologia el hombre, ser en sociedad filosofía 11° colcastro 2014
Guia 7 sociologia el hombre, ser en sociedad filosofía 11° colcastro 2014
 
Globalizacion cultural
Globalizacion culturalGlobalizacion cultural
Globalizacion cultural
 
Cultura, Identidad e Interculturalidad
Cultura, Identidad e InterculturalidadCultura, Identidad e Interculturalidad
Cultura, Identidad e Interculturalidad
 
La justicia como valor moral
La justicia como valor moralLa justicia como valor moral
La justicia como valor moral
 
Guia 2 la organización economía y política 10° colcastro 2011
Guia 2 la organización economía y política 10° colcastro 2011Guia 2 la organización economía y política 10° colcastro 2011
Guia 2 la organización economía y política 10° colcastro 2011
 
Convivencia democrática
Convivencia democráticaConvivencia democrática
Convivencia democrática
 
Convivencia democrática
Convivencia democráticaConvivencia democrática
Convivencia democrática
 
Revista Democracia para jóvenes
Revista Democracia para jóvenesRevista Democracia para jóvenes
Revista Democracia para jóvenes
 

En vedette

El reto de vivir en democracia / Cuaderno para agentes pastoral
El reto de vivir en democracia / Cuaderno para agentes pastoralEl reto de vivir en democracia / Cuaderno para agentes pastoral
El reto de vivir en democracia / Cuaderno para agentes pastoralcomunica
 
Construcción de una escuela democrática
Construcción de una escuela democráticaConstrucción de una escuela democrática
Construcción de una escuela democráticaconsuelo553
 
Democracia para niños.
Democracia para niños.Democracia para niños.
Democracia para niños.Belen Pa
 
1. encuentro escuela comunidad y democracia
1. encuentro escuela comunidad y democracia1. encuentro escuela comunidad y democracia
1. encuentro escuela comunidad y democraciacardiazher
 
Taller de democracia
Taller de democraciaTaller de democracia
Taller de democraciaicuarancecot
 
La democracia en imágenes
La democracia en imágenesLa democracia en imágenes
La democracia en imágenesEscuela10de15
 
Democracia familiar
Democracia familiarDemocracia familiar
Democracia familiarjoseangel007
 
El Enclave Bananero en la historia de Honduras
El Enclave Bananero en la historia de HondurasEl Enclave Bananero en la historia de Honduras
El Enclave Bananero en la historia de HondurasLuisAleman71
 
Pedagogia modelos pedagogicos
Pedagogia modelos pedagogicosPedagogia modelos pedagogicos
Pedagogia modelos pedagogicosjjmorales01
 
Encuadre de f.c.y e.ii 2013
Encuadre de f.c.y e.ii 2013Encuadre de f.c.y e.ii 2013
Encuadre de f.c.y e.ii 2013irvingnakachi
 
Geografía humana de chile
Geografía humana de chileGeografía humana de chile
Geografía humana de chilexFrAnCiSkOx
 
Felipe Ortiz de Zevallos, Presidente del Directorio del Grupo APOYO - CADE Un...
Felipe Ortiz de Zevallos, Presidente del Directorio del Grupo APOYO - CADE Un...Felipe Ortiz de Zevallos, Presidente del Directorio del Grupo APOYO - CADE Un...
Felipe Ortiz de Zevallos, Presidente del Directorio del Grupo APOYO - CADE Un...IPAE
 
Democracia y medios de comunicación en Honduras
Democracia y medios de comunicación en HondurasDemocracia y medios de comunicación en Honduras
Democracia y medios de comunicación en Hondurascomunica
 
Volvamos a revivir la democracia y los valores
Volvamos a revivir la democracia y los valoresVolvamos a revivir la democracia y los valores
Volvamos a revivir la democracia y los valoresWilly Garcia
 

En vedette (20)

El reto de vivir en democracia / Cuaderno para agentes pastoral
El reto de vivir en democracia / Cuaderno para agentes pastoralEl reto de vivir en democracia / Cuaderno para agentes pastoral
El reto de vivir en democracia / Cuaderno para agentes pastoral
 
Retos de la democracia
Retos de la democraciaRetos de la democracia
Retos de la democracia
 
Construcción de una escuela democrática
Construcción de una escuela democráticaConstrucción de una escuela democrática
Construcción de una escuela democrática
 
Democracia para niños.
Democracia para niños.Democracia para niños.
Democracia para niños.
 
1. encuentro escuela comunidad y democracia
1. encuentro escuela comunidad y democracia1. encuentro escuela comunidad y democracia
1. encuentro escuela comunidad y democracia
 
Taller de democracia
Taller de democraciaTaller de democracia
Taller de democracia
 
Actividad sobre democracia
Actividad sobre democraciaActividad sobre democracia
Actividad sobre democracia
 
La democracia en imágenes
La democracia en imágenesLa democracia en imágenes
La democracia en imágenes
 
Democracia familiar
Democracia familiarDemocracia familiar
Democracia familiar
 
Democracia
DemocraciaDemocracia
Democracia
 
Democracia
DemocraciaDemocracia
Democracia
 
El Enclave Bananero en la historia de Honduras
El Enclave Bananero en la historia de HondurasEl Enclave Bananero en la historia de Honduras
El Enclave Bananero en la historia de Honduras
 
Pedagogia modelos pedagogicos
Pedagogia modelos pedagogicosPedagogia modelos pedagogicos
Pedagogia modelos pedagogicos
 
Encuadre de f.c.y e.ii 2013
Encuadre de f.c.y e.ii 2013Encuadre de f.c.y e.ii 2013
Encuadre de f.c.y e.ii 2013
 
Geografía humana de chile
Geografía humana de chileGeografía humana de chile
Geografía humana de chile
 
Felipe Ortiz de Zevallos, Presidente del Directorio del Grupo APOYO - CADE Un...
Felipe Ortiz de Zevallos, Presidente del Directorio del Grupo APOYO - CADE Un...Felipe Ortiz de Zevallos, Presidente del Directorio del Grupo APOYO - CADE Un...
Felipe Ortiz de Zevallos, Presidente del Directorio del Grupo APOYO - CADE Un...
 
Los retos de la convivencia
Los retos de la convivenciaLos retos de la convivencia
Los retos de la convivencia
 
Democracia
DemocraciaDemocracia
Democracia
 
Democracia y medios de comunicación en Honduras
Democracia y medios de comunicación en HondurasDemocracia y medios de comunicación en Honduras
Democracia y medios de comunicación en Honduras
 
Volvamos a revivir la democracia y los valores
Volvamos a revivir la democracia y los valoresVolvamos a revivir la democracia y los valores
Volvamos a revivir la democracia y los valores
 

Similaire à El reto de vivir en democracia / cuaderno para educadores

Cuadernopraeducadores 091109122125-phpapp01
Cuadernopraeducadores 091109122125-phpapp01Cuadernopraeducadores 091109122125-phpapp01
Cuadernopraeducadores 091109122125-phpapp01Pepe Jara Cueva
 
Cuadernoparapastorales 091109122128-phpapp01
Cuadernoparapastorales 091109122128-phpapp01Cuadernoparapastorales 091109122128-phpapp01
Cuadernoparapastorales 091109122128-phpapp01Pepe Jara Cueva
 
Democratizar la democracia desde el barrio culebron timbal 0
Democratizar la democracia desde el barrio   culebron timbal 0Democratizar la democracia desde el barrio   culebron timbal 0
Democratizar la democracia desde el barrio culebron timbal 0MSNdigital Eob
 
Participación ciudadana y decisiones públicas de joan font
Participación ciudadana y decisiones públicas de joan fontParticipación ciudadana y decisiones públicas de joan font
Participación ciudadana y decisiones públicas de joan fontiprudkin
 
Discurso_LHDK_Euskadi_transparencia.pdf
Discurso_LHDK_Euskadi_transparencia.pdfDiscurso_LHDK_Euskadi_transparencia.pdf
Discurso_LHDK_Euskadi_transparencia.pdfIrekia - EJGV
 
Discurso_Lhdk_cursos_verano.pdf
Discurso_Lhdk_cursos_verano.pdfDiscurso_Lhdk_cursos_verano.pdf
Discurso_Lhdk_cursos_verano.pdfIrekia - EJGV
 
Democracia Intercultural + Franz Laime Pérez
Democracia Intercultural + Franz Laime PérezDemocracia Intercultural + Franz Laime Pérez
Democracia Intercultural + Franz Laime PérezFranz G. Laime Pérez
 
Lectura 16 gad, participación ciudadana
Lectura 16 gad, participación ciudadanaLectura 16 gad, participación ciudadana
Lectura 16 gad, participación ciudadanaiprudkin
 
Ciudadanos de verdad por mediacion de la unad virtual
Ciudadanos de verdad por mediacion de la unad virtualCiudadanos de verdad por mediacion de la unad virtual
Ciudadanos de verdad por mediacion de la unad virtualJorge Torres
 
Cartilla guia_participación
Cartilla guia_participaciónCartilla guia_participación
Cartilla guia_participaciónEktwr1982
 
Cartilla guia participacion
Cartilla guia participacionCartilla guia participacion
Cartilla guia participacionjose morales
 
Democracia en colombia
Democracia en colombiaDemocracia en colombia
Democracia en colombiaCrisst Herrera
 
Formación ciudadana fundamento
Formación ciudadana fundamentoFormación ciudadana fundamento
Formación ciudadana fundamentoIvan Reiiezz
 
Tema 6. La democracia deliberativa. alcances y limitaciones.
Tema 6. La democracia deliberativa. alcances y limitaciones.Tema 6. La democracia deliberativa. alcances y limitaciones.
Tema 6. La democracia deliberativa. alcances y limitaciones.DiegoArias138
 
Lademocracia.UMH.docx
Lademocracia.UMH.docxLademocracia.UMH.docx
Lademocracia.UMH.docxssuserd8dfec
 
Taller de sensibilizacion
Taller de sensibilizacionTaller de sensibilizacion
Taller de sensibilizacionharviale
 

Similaire à El reto de vivir en democracia / cuaderno para educadores (20)

Cuadernopraeducadores 091109122125-phpapp01
Cuadernopraeducadores 091109122125-phpapp01Cuadernopraeducadores 091109122125-phpapp01
Cuadernopraeducadores 091109122125-phpapp01
 
Cuadernoparapastorales 091109122128-phpapp01
Cuadernoparapastorales 091109122128-phpapp01Cuadernoparapastorales 091109122128-phpapp01
Cuadernoparapastorales 091109122128-phpapp01
 
Democratizar la democracia desde el barrio culebron timbal 0
Democratizar la democracia desde el barrio   culebron timbal 0Democratizar la democracia desde el barrio   culebron timbal 0
Democratizar la democracia desde el barrio culebron timbal 0
 
Temario p2 economia grado 10
Temario p2 economia grado 10Temario p2 economia grado 10
Temario p2 economia grado 10
 
Participación ciudadana y decisiones públicas de joan font
Participación ciudadana y decisiones públicas de joan fontParticipación ciudadana y decisiones públicas de joan font
Participación ciudadana y decisiones públicas de joan font
 
Discurso_LHDK_Euskadi_transparencia.pdf
Discurso_LHDK_Euskadi_transparencia.pdfDiscurso_LHDK_Euskadi_transparencia.pdf
Discurso_LHDK_Euskadi_transparencia.pdf
 
Discurso_Lhdk_cursos_verano.pdf
Discurso_Lhdk_cursos_verano.pdfDiscurso_Lhdk_cursos_verano.pdf
Discurso_Lhdk_cursos_verano.pdf
 
Democracia Intercultural + Franz Laime Pérez
Democracia Intercultural + Franz Laime PérezDemocracia Intercultural + Franz Laime Pérez
Democracia Intercultural + Franz Laime Pérez
 
Lectura 16 gad, participación ciudadana
Lectura 16 gad, participación ciudadanaLectura 16 gad, participación ciudadana
Lectura 16 gad, participación ciudadana
 
Ciudadanos de verdad por mediacion de la unad virtual
Ciudadanos de verdad por mediacion de la unad virtualCiudadanos de verdad por mediacion de la unad virtual
Ciudadanos de verdad por mediacion de la unad virtual
 
Cartilla guia participacion
Cartilla guia participacionCartilla guia participacion
Cartilla guia participacion
 
Cartilla guia_participación
Cartilla guia_participaciónCartilla guia_participación
Cartilla guia_participación
 
Cartilla guia participacion
Cartilla guia participacionCartilla guia participacion
Cartilla guia participacion
 
Democracia en colombia
Democracia en colombiaDemocracia en colombia
Democracia en colombia
 
Formación ciudadana fundamento
Formación ciudadana fundamentoFormación ciudadana fundamento
Formación ciudadana fundamento
 
Sociologia y democracia
Sociologia y democraciaSociologia y democracia
Sociologia y democracia
 
Tema 6. La democracia deliberativa. alcances y limitaciones.
Tema 6. La democracia deliberativa. alcances y limitaciones.Tema 6. La democracia deliberativa. alcances y limitaciones.
Tema 6. La democracia deliberativa. alcances y limitaciones.
 
Lademocracia.UMH.docx
Lademocracia.UMH.docxLademocracia.UMH.docx
Lademocracia.UMH.docx
 
Taller de sensibilizacion
Taller de sensibilizacionTaller de sensibilizacion
Taller de sensibilizacion
 
La participación ciudadana en la democracia.pdf
La participación ciudadana en la democracia.pdfLa participación ciudadana en la democracia.pdf
La participación ciudadana en la democracia.pdf
 

Plus de comunica

La mentira política de los políticos
La mentira política de los políticosLa mentira política de los políticos
La mentira política de los políticoscomunica
 
Reformas Políticas y electorales
Reformas Políticas y electoralesReformas Políticas y electorales
Reformas Políticas y electoralescomunica
 
Diferentes, pero con los mismos derechos
Diferentes, pero con los mismos derechosDiferentes, pero con los mismos derechos
Diferentes, pero con los mismos derechoscomunica
 
Largo y difícil camino
Largo y difícil caminoLargo y difícil camino
Largo y difícil caminocomunica
 
Qué son y cómo se hacen las leyes
Qué son y cómo se hacen las leyesQué son y cómo se hacen las leyes
Qué son y cómo se hacen las leyescomunica
 
Participación y control ciudadano
Participación y control ciudadanoParticipación y control ciudadano
Participación y control ciudadanocomunica
 
Reforma política de los políticos
Reforma política de los políticosReforma política de los políticos
Reforma política de los políticoscomunica
 
La alcaldía somos todos
La alcaldía somos todosLa alcaldía somos todos
La alcaldía somos todoscomunica
 

Plus de comunica (8)

La mentira política de los políticos
La mentira política de los políticosLa mentira política de los políticos
La mentira política de los políticos
 
Reformas Políticas y electorales
Reformas Políticas y electoralesReformas Políticas y electorales
Reformas Políticas y electorales
 
Diferentes, pero con los mismos derechos
Diferentes, pero con los mismos derechosDiferentes, pero con los mismos derechos
Diferentes, pero con los mismos derechos
 
Largo y difícil camino
Largo y difícil caminoLargo y difícil camino
Largo y difícil camino
 
Qué son y cómo se hacen las leyes
Qué son y cómo se hacen las leyesQué son y cómo se hacen las leyes
Qué son y cómo se hacen las leyes
 
Participación y control ciudadano
Participación y control ciudadanoParticipación y control ciudadano
Participación y control ciudadano
 
Reforma política de los políticos
Reforma política de los políticosReforma política de los políticos
Reforma política de los políticos
 
La alcaldía somos todos
La alcaldía somos todosLa alcaldía somos todos
La alcaldía somos todos
 

Dernier

La triple Naturaleza del Hombre estudio.
La triple Naturaleza del Hombre estudio.La triple Naturaleza del Hombre estudio.
La triple Naturaleza del Hombre estudio.amayarogel
 
2024 - Expo Visibles - Visibilidad Lesbica.pdf
2024 - Expo Visibles - Visibilidad Lesbica.pdf2024 - Expo Visibles - Visibilidad Lesbica.pdf
2024 - Expo Visibles - Visibilidad Lesbica.pdfBaker Publishing Company
 
CALENDARIZACION DE MAYO / RESPONSABILIDAD
CALENDARIZACION DE MAYO / RESPONSABILIDADCALENDARIZACION DE MAYO / RESPONSABILIDAD
CALENDARIZACION DE MAYO / RESPONSABILIDADauxsoporte
 
Neurociencias para Educadores NE24 Ccesa007.pdf
Neurociencias para Educadores  NE24  Ccesa007.pdfNeurociencias para Educadores  NE24  Ccesa007.pdf
Neurociencias para Educadores NE24 Ccesa007.pdfDemetrio Ccesa Rayme
 
RAIZ CUADRADA Y CUBICA PARA NIÑOS DE PRIMARIA
RAIZ CUADRADA Y CUBICA PARA NIÑOS DE PRIMARIARAIZ CUADRADA Y CUBICA PARA NIÑOS DE PRIMARIA
RAIZ CUADRADA Y CUBICA PARA NIÑOS DE PRIMARIACarlos Campaña Montenegro
 
Dinámica florecillas a María en el mes d
Dinámica florecillas a María en el mes dDinámica florecillas a María en el mes d
Dinámica florecillas a María en el mes dstEphaniiie
 
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docxSesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docxMaritzaRetamozoVera
 
Estrategia de prompts, primeras ideas para su construcción
Estrategia de prompts, primeras ideas para su construcciónEstrategia de prompts, primeras ideas para su construcción
Estrategia de prompts, primeras ideas para su construcciónLourdes Feria
 
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptxTIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptxlclcarmen
 
Planificacion Anual 4to Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
Planificacion Anual 4to Grado Educacion Primaria   2024   Ccesa007.pdfPlanificacion Anual 4to Grado Educacion Primaria   2024   Ccesa007.pdf
Planificacion Anual 4to Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdfDemetrio Ccesa Rayme
 
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...JonathanCovena1
 
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdfSELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdfAngélica Soledad Vega Ramírez
 
Historia y técnica del collage en el arte
Historia y técnica del collage en el arteHistoria y técnica del collage en el arte
Historia y técnica del collage en el arteRaquel Martín Contreras
 
Informatica Generalidades - Conceptos Básicos
Informatica Generalidades - Conceptos BásicosInformatica Generalidades - Conceptos Básicos
Informatica Generalidades - Conceptos BásicosCesarFernandez937857
 
RETO MES DE ABRIL .............................docx
RETO MES DE ABRIL .............................docxRETO MES DE ABRIL .............................docx
RETO MES DE ABRIL .............................docxAna Fernandez
 

Dernier (20)

La triple Naturaleza del Hombre estudio.
La triple Naturaleza del Hombre estudio.La triple Naturaleza del Hombre estudio.
La triple Naturaleza del Hombre estudio.
 
2024 - Expo Visibles - Visibilidad Lesbica.pdf
2024 - Expo Visibles - Visibilidad Lesbica.pdf2024 - Expo Visibles - Visibilidad Lesbica.pdf
2024 - Expo Visibles - Visibilidad Lesbica.pdf
 
CALENDARIZACION DE MAYO / RESPONSABILIDAD
CALENDARIZACION DE MAYO / RESPONSABILIDADCALENDARIZACION DE MAYO / RESPONSABILIDAD
CALENDARIZACION DE MAYO / RESPONSABILIDAD
 
Sesión de clase: Defendamos la verdad.pdf
Sesión de clase: Defendamos la verdad.pdfSesión de clase: Defendamos la verdad.pdf
Sesión de clase: Defendamos la verdad.pdf
 
Medición del Movimiento Online 2024.pptx
Medición del Movimiento Online 2024.pptxMedición del Movimiento Online 2024.pptx
Medición del Movimiento Online 2024.pptx
 
Power Point: "Defendamos la verdad".pptx
Power Point: "Defendamos la verdad".pptxPower Point: "Defendamos la verdad".pptx
Power Point: "Defendamos la verdad".pptx
 
Fe contra todo pronóstico. La fe es confianza.
Fe contra todo pronóstico. La fe es confianza.Fe contra todo pronóstico. La fe es confianza.
Fe contra todo pronóstico. La fe es confianza.
 
Neurociencias para Educadores NE24 Ccesa007.pdf
Neurociencias para Educadores  NE24  Ccesa007.pdfNeurociencias para Educadores  NE24  Ccesa007.pdf
Neurociencias para Educadores NE24 Ccesa007.pdf
 
RAIZ CUADRADA Y CUBICA PARA NIÑOS DE PRIMARIA
RAIZ CUADRADA Y CUBICA PARA NIÑOS DE PRIMARIARAIZ CUADRADA Y CUBICA PARA NIÑOS DE PRIMARIA
RAIZ CUADRADA Y CUBICA PARA NIÑOS DE PRIMARIA
 
Dinámica florecillas a María en el mes d
Dinámica florecillas a María en el mes dDinámica florecillas a María en el mes d
Dinámica florecillas a María en el mes d
 
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docxSesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
 
Power Point: Fe contra todo pronóstico.pptx
Power Point: Fe contra todo pronóstico.pptxPower Point: Fe contra todo pronóstico.pptx
Power Point: Fe contra todo pronóstico.pptx
 
Estrategia de prompts, primeras ideas para su construcción
Estrategia de prompts, primeras ideas para su construcciónEstrategia de prompts, primeras ideas para su construcción
Estrategia de prompts, primeras ideas para su construcción
 
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptxTIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
 
Planificacion Anual 4to Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
Planificacion Anual 4to Grado Educacion Primaria   2024   Ccesa007.pdfPlanificacion Anual 4to Grado Educacion Primaria   2024   Ccesa007.pdf
Planificacion Anual 4to Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
 
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
 
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdfSELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
 
Historia y técnica del collage en el arte
Historia y técnica del collage en el arteHistoria y técnica del collage en el arte
Historia y técnica del collage en el arte
 
Informatica Generalidades - Conceptos Básicos
Informatica Generalidades - Conceptos BásicosInformatica Generalidades - Conceptos Básicos
Informatica Generalidades - Conceptos Básicos
 
RETO MES DE ABRIL .............................docx
RETO MES DE ABRIL .............................docxRETO MES DE ABRIL .............................docx
RETO MES DE ABRIL .............................docx
 

El reto de vivir en democracia / cuaderno para educadores

  • 1.
  • 2. El reto de vivir en democracia Cuaderno para educadores
  • 3. Este material ha sido elaborado por Comunica en el marco del proyecto piloto: Promoción de la Conciencia Democrática en la Juventud Hondureña que tiene por objetivo contribuir a proporcionar formación e información a la población joven sobre el proceso de construcción de la democracia, la importancia de la participación ciudadana y el ejercicio del sufragio responsable. © Centro de Comunicación y Capacitación para el Desarrollo, Comunica Bo. La Leona, calle Santo Tomás con Sendero Estrecho, casa 1102, Apdo. Postal 3457, Tegucigalpa, Honduras Teléfonos: 237-9052 / 222-0125 / Fax: 238-4245 Correo electrónico: comunica@cablecolor.hn Primera edición: julio de 2009 Textos: Comunica Diseño: Comunica Tiraje: 300 ejemplares Impreso y hecho en Honduras
  • 4. Contenido Introducción / 7 El noble arte de la política / 7 Diferentes sistemas políticos / 10 ¿Qué es la democracia? / 11 Desventajas y ventajas de la democracia / 13 Propuesta de actividades / 14 La política y la democracia en Honduras: un breve recorrido / 17 El accidentado camino del Estado nacional / 18 El Estado, más allá de los gobiernos / 22 La Constitución, la ley fundamental / 24 Los partidos políticos en Honduras / 25 La ciudadanía / 28 Propuesta de actividades / 31 Los obstáculos para fortalecer la democracia / 33 La corrupción / 33 El tradicionalismo y el clientelismo político / 35 El autoritarismo y el caudillismo / 36 Propuesta de actividades / 38 Las elecciones / 40 La Ley Electoral y los Organismos Electorales / 41 Tipos de elecciones: las primarias y las generales / 42 Cómo se vota y cómo funciona el proceso electoral / 43
  • 5. Las campañas políticas y su nanciamiento / 45 El voto consciente: Guía práctica para votar con sentido democrático / 48 Propuesta de actividades / 49 La participación ciudadana:un derecho y un deber / 51 Derechos y deberes en democracia / 51 No basta con votar / 52 Mecanismos de participación ciudadana reconocidos legalmente / 53 El control y monitoreo de las autoridades por la ciudadanía / 55 Propuesta de actividades / 57 Para reflexionar / 59 Bibliografía recomendada / 61
  • 6. Introducción Mandar recitar de memoria lo que no se entiende es hacer papagayos. Enseñad a los niños a ser preguntones para que se acostumbren a obedecer a la razón: no a la auto- ridad como los limitados, ni a la costumbre como los estúpidos. Simón Rodríguez, maestro de Simón Bolívar E ste cuaderno pretende ser una ayuda para las personas interesadas en presen- tar a los jóvenes el tema de la política con un enfoque diferente al que ven en los medios de comunicación o escuchan a diario en la calle. En la actualidad, los políticos han reducido la política a un medio para satisfacer sus intereses particulares. Ante este hecho podemos desinteresarnos o acomodarnos, pero ninguna de esas opciones ayudará a transformar la realidad. Hacerle el juego a los aprovechados, “entenderle al trámite”, es el camino seguro hacia una sociedad sin valores, hacia una sociedad fracasada. Darle la espalda a la realidad sólo hará más fuertes a los que han traicionado el bien común y han hecho de la política una fuente de riqueza y privilegios personales. Una de las pocas esperanzas para construir una Honduras mejor es la juventud. Por eso es urgente interesarla en la ardua y noble tarea de “rescatar” la política y devol- verle, al menos en parte, su sentido original. Este material, a través de cinco capítulos, presenta las bases y el funcionamiento de la democracia con la mayor objetividad posible, pero sin dejar de señalar los graves problemas que hoy padece nuestra administración pública. Aborda los principios generales de la política y la democracia como forma de gobierno, y algunas particu- laridades de nuestras leyes, nuestras instituciones y su funcionamiento. Para evitar que los y las jóvenes caigan en la frustración y la apatía cuando se en- frenten con la realidad, es importante que conozcan el funcionamiento de la de- mocracia en Honduras, con sus virtudes y defectos, con sus avances y “cuellos de botella”. De esa forma podrán involucrarse mejor en los asuntos públicos cuando alcancen la edad para ser ciudadanos. 5
  • 7. Después de cada capítulo se incluye una serie de actividades que constituye una propuesta para el educador/facilitador, no un camino de nido de antemano. En cada caso, el educador verá qué actividades son convenientes, o qué adaptaciones hará para hacer más efectivo el trabajo con el alumnado. Esperamos que, como reza la cita que encabeza esta página, esta publicación nos haga más “preguntones” y más activos. Así estaremos en mejores condiciones de transformar la democracia y construir un país más incluyente, donde podamos vi- vir con dignidad, cumpliendo nuestros deberes y haciendo realidad nuestros dere- chos. 6
  • 8. El noble arte de la política Para que triunfe el mal, basta con que los hombres de bien no hagan nada. Edmund Burke E n nuestro país, la política se ha convertido en una actividad desprestigiada y poco able. Muchas personas honestas no quieren meterse en política porque la ven como algo sucio. Y no les falta razón, pues están cansadas de escuchar promesas que nunca se cumplen. Vienen las campañas, luego las elecciones y por último la decepción. Y se vuelve a empezar cada cuatro años. En resumen, la polí- tica ha perdido su sentido original y se ha transformado en algo muy distinto a lo que debería ser. Sin embargo, la política, como ejercicio del poder, ha estado presente en la vida de la humanidad desde que comenzó a organizarse para convivir en sociedad, y no hay que olvidar que en toda sociedad surgen con ictos de intereses. No todos quieren ni demandan lo mismo. De ahí la necesidad de organizarse con base en re- glas y acuerdos (leyes, constituciones) que equilibren esos intereses y necesidades; y de ahí la necesidad de que alguien vigile y obligue al cumplimiento de esas reglas y acuerdos, lo cual le otorga poder. El poder se expresa en la capacidad de tomar decisiones que afectan a otras per- sonas. Ese poder puede ser legítimo, cuando es delegado y aceptado por la ciuda- danía; o, ilegítimo, cuando es impuesto por la fuerza y se ejerce por encima de los acuerdos y reglas fundamentales de la sociedad. A lo largo de la historia, las socie- dades han experimentado con diferentes formas de organización política, según como han entendido y ejercido el poder. 7
  • 9. Dos formas de entender y ejercer el poder Poder excluyente: cuando las decisiones se toman de manera unilateral, sin contar con la opinión de los demás. Poder incluyente: la toma de decisiones se convierte en un proceso de participación de todos los actores implicados. Cuando la política fracasa y no es capaz de resolver los con ictos, aparece la mise- ria, la violencia y el caos. Por consiguiente, la política es la actividad humana que se ocupa de organizar, armoniosamente, la vida en común de los grupos humanos. En pocas palabras, se podría decir que la política es la búsqueda del bien común. Por eso se a rma que, cuando se ejerce con honestidad y sentido de la responsabi- lidad, la política es un “arte noble”. Origen del concepto de política La palabra política, como tantas otras que utilizamos en la actualidad, procede del idioma griego. Varios siglos antes de Cristo, los griegos desarrollaron for- mas novedosas de organizar su vida en común. Así conformaron las ciudades que, en aquel entonces, eran Estados independientes. En griego, polis signi- ca ciudad, por lo que el término política, original- mente, se refería al ordenamiento de la ciudad. Aristóteles, el famoso lósofo y pensador griego, en su obra llamada Política, sostiene que la política es connatural a los seres humanos; es decir, que nadie se puede escapar de ella, entendida en su sentido más amplio. Y llegó a decir que el hombre es un animal político. 8
  • 10. Animales políticos Aristóteles decía que el ser humano es un zoon politikon; o sea, un ani- mal político. Con esto, lo que quiso decir, es que las personas somos seres sociales y no podríamos vivir en soledad. Estamos hechos para vivir en sociedad. Aquellos griegos idearon algunas fórmulas políticas interesantes, aunque muy limi- tadas para la realidad actual, como veremos a continuación. Desde entonces, mu- cha agua ha corrido bajo los puentes, y muchos hombres y mujeres han dado lo mejor de sus vidas por mejorar las condiciones de vida de las personas, por medio de la política. Pero siempre, en la antigüedad y en nuestro tiempo, hay quienes sólo quieren jalar agua para su molino. Por eso es preciso buscar la manera de poner la política al ser- vicio del interés público, para que todos y todas nos bene ciemos de ella. Y en esa búsqueda aún estamos, con avances, pero también con retrocesos. Lamentablemente, en Honduras, como en muchos otros países, la política se ha convertido en politiquería, que es una perversión de la política. Es la manipulación del arte noble de buscar el bien de toda la sociedad para satisfacer intereses perso- nales o de grupo. Política y politiquería La política es un quehacer noble, necesario, y un medio para orientar y encauzar a la ciudadanía hacia programas que beneficien a la colectivi- dad. En cambio, la politiquería, es un camino torcido que desvirtúa el noble sentido de la política. El politiquero antepone su propio provecho a los ideales e intereses de la nación, que deben estar por encima de los par- tidos políticos e intereses personales y de grupo. 9
  • 11. Diferentes sistemas políticos A lo largo de la historia ha habido diferentes formas de ejercer el poder que, bási- camente, pueden dividirse en dos grandes grupos: gobiernos autoritarios y gobier- nos democráticos. En los primeros, una sola persona o un pequeño grupo concentra todo el poder, mientras que en las democracias, al menos teóricamente, el poder reside en el pue- blo. Dentro de los gobiernos autoritarios, se pueden distinguir muchas formas: = La aristocracia o gobierno de los más notables. Por ejemplo, según el antiguo griego Platón, el gobierno de los lósofos era la forma de gobierno perfecta. = La oligarquía, que es el gobierno de los ricos. = La teocracia, cuando la autoridad política la ejercen los supuestos representan- tes de Dios en la tierra. = La monarquía, cuando un rey detenta el poder, ajustándose a normas preesta- blecidas. = La dictadura o la tiranía, cuando una sola persona lo decide todo a su capri- cho. Entre las democracias también se pueden establecer diferencias: = Democracia directa: Por razones prácticas, sólo se puede utilizar en ámbitos muy reducidos, como ocurría en la Grecia antigua. Los ciudadanos se reunían, exponían sus posiciones y votaban a mano alzada. = Democracia representativa: Por medio del voto, la ciudadanía elige a un gru- po de personas para que la represente. Por tanto, los representantes deben ac- tuar en función de sus representados. A ellos se deben. = Democracia participativa: Es como una mezcla entre la democracia repre- sentativa y la directa. Se puede decir que es la más deseable, puesto que las personas se organizan para opinar e in uir sobre los asuntos públicos que las afectan. 10
  • 12. Democracia participativa La democracia participativa o semidirecta es, hoy por hoy, la más desea- ble en nuestros países. Los ciudadanos y las ciudadanas no podemos de- jar todas las decisiones en manos de los políticos, que son nuestros repre- sentantes. Está demostrado que para que las democracias se consoliden y haya justicia y equidad, todos y todas tenemos que responsabilizarnos. La democracia participativa es un modelo político que garantiza y fomenta el derecho ciudadano de asociarse y organizarse para influir directamen- te en las decisiones públicas. La democracia hondureña es participativa, de acuerdo con el artículo 5 de la Constitución de la República. Pero, en la práctica, aún no hemos dado los pasos necesarios para convertir la teoría en una práctica cotidiana. ¿Qué es la democracia? Entre todas las formas de organización política practicadas por la humanidad, la democracia destaca como el mejor procedimiento para gestionar el poder. También fueron los griegos sus precursores. En el idioma griego, la palabra demos signi ca pueblo, y la palabra cracia signi ca poder, gobierno. De manera que demo- cracia signi ca “gobierno del pueblo”. Este sistema de gobierno se estableció por vez primera en Atenas, la principal ciu- dad de la antigua Grecia. Las decisiones relacionadas con la ciudad se tomaban de manera compartida. Los hombres adultos y libres se reunían y, tras debatir sobre los problemas que les afectaban, decidían levantando su mano a favor de una u otra propuesta. Eran los primeros balbuceos de la democracia, como los pasitos de un bebé. Así que aún era muy excluyente. No podían votar las mujeres. Tampoco podían hacer- lo los pobres y los esclavos, que en aquel tiempo eran muchísimos. En realidad, la democracia de la antigua Grecia tenía poco que ver con la que conocemos en la actualidad. Tuvieron que pasar muchos siglos para que los pueblos desarrollaran la democra- cia como una forma de gobierno válida. Esto sucedió especialmente a partir del siglo XVIII. En 1789 se produjo la Revolución Francesa, que derrocó la monarquía y proclamó la libertad, la igualdad y la fraternidad como pilares de la sociedad. La 11
  • 13. Independencia y fundación de los Estados Unidos de América se hizo sobre esos principios, que son los fundamentos de un sistema democrático. En resumen, la democracia se puede de nir como: El sistema político en el que los gobernantes reciben del pueblo el poder para gobernar y es el pueblo quien puede cambiar de manera pací ca esas autoridades. Al recibir la autoridad del pueblo, los gober- nantes están obligados a servirlo. Las bases de la democracia Según Franklin Delano Roosevelt, quien fue presidente de los Estados Unidos entre 1933 y 1945, los fundamentos de una democracia fuerte son: para todos y todas. 12
  • 14. Desventajas y ventajas de la democracia Algunos observadores y especialistas en política han señalado las supuestas des- ventajas de un sistema democrático. Entre otras, han señalado: = La falta de garantías sobre la persona elegida. Que un candidato o candidata re- sulte con más votos no signi ca, necesariamente, que sea la persona más capa- citada. De hecho, abundan los ejemplos de personas que han llegado al poder por medio de elecciones y, una vez en el cargo, han traicionado los principios democráticos. Es el caso de Adolfo Hitler, en Alemania, quien ganó unas eleccio- nes democráticas, pero se convirtió en uno de los peores tiranos de la historia. O el de Abdalá Bucarán, quien fue electo presidente de Ecuador, pero después tuvieron que destituirlo por su demostrada “incapacidad mental”. = La supuesta ignorancia de la ciudadanía. Este es el argumento de los tiranos y de muchos aprovechados: considerar que el pueblo no está preparado para esco- ger a sus autoridades y mucho menos para gobernar. = La dictadura de la mayoría. Al ser la mayoría quien decide, puede haber minorías que nunca son atendidas, ya que su voto cuenta poco. Pensemos, por ejemplo, en los pueblos indígenas o en las personas con discapacidades. Pero no hay duda de que las ventajas son muchas más. Por ejemplo: = La sustitución periódica de las autoridades y el juicio público a que están some- tidas durante su mandato, contribuyen a evitar los abusos de autoridad. = La necesidad de alcanzar mayorías —para el caso en el Congreso—, obliga a las diferentes facciones o partidos a llegar a acuerdos o alianzas y, de este modo, se evitan los enfrentamientos violentos entre grupos antagónicos. = El pueblo puede monitorear el uso de los fondos públicos, con lo cual la corrup- ción es más fácil de atajar. = Los ciudadanos y las ciudadanas tienen derechos fundamentales que el Estado está obligado a proteger, promover y ampliar. = La responsabilidad de lo que ocurre en un país es compartida, por lo que todos y todas tienen una cuota de poder. 13
  • 15. Propuesta de actividades 1. Proponer a los alumnos y a las alumnas investigar cómo era la política entre los antiguos mayas. Algunas preguntas orientadoras son: ¿Quiénes tenían el poder? ¿Cómo llama- ríamos a ese tipo de gobierno, según las modalidades que hemos estudiado? 2. Muchos sabios, a lo largo de la historia, re exionaron so- bre la política. Organizados en grupos de seis, los alumnos buscan en el diccionario o en internet quiénes fueron los perso- najes que se mencionan a continuación, y qué importancia tuvieron en su tiempo. Ellos dijeron: Confucio: Sólo un hombre virtuoso debe tener autoridad. Platón: El gobierno debe recaer sobre las personas más educadas. Hobbes: Si los seres humanos tuvieran libertad absoluta, sería el caos, por lo que es necesario un contrato social entre ellos. Marx: Toda forma de gobierno supone una clase dominante. Maquiavelo: La política es el camino para alcanzar el poder y todo se vale para llegar a conseguirlo. Napoleón: Sólo se puede gobernar a un pueblo ofreciéndole un porvenir. Un jefe es un vendedor de esperanzas. 3. Realizar en el aula un debate sobre el siguiente tema: ¿Qué con ictos de interés se dan dentro de la familia? ¿Cómo se resuelven? ¿Y en un grupo de amigos? ¿Qué ventajas y desventajas tiene resolver los con ictos con el diálogo? El edu- cador puede comparar estas realidades cotidianas con la vida política del país. 4. Pedir al alumnado que busque y exponga ejemplos de prácticas democráticas y dictatoriales en la vida cotidiana: en el hogar, en el trabajo, en el colegio, en la Iglesia, etc. 5. Organizar en el aula o en el colegio un foro entre los que están a favor de la democracia y los que están a favor de la dictadura. Se organizan dos grupos de cinco alumnos, que prepararán sus argumentos durante 15 minutos. Luego se 14
  • 16. hará el debate, con un moderador y tiempos establecidos. Finalmente, el resto del alumnado votará por el grupo que más le convenza. 6. Las y los alumnos pueden salir a la calle, en grupos, para preguntar a diferentes personas qué opinan de la política. Luego, expresan las respuestas en un mural con textos, fotografías, dibujos o caricaturas. 7. Pedir a los y las jóvenes que lean en silencio y escojan la frase que más les gusta de las que aparecen abajo. Luego, solicitar al alumno o alumna que explique por qué la escogió y el signi cado de la misma. A continuación, el o la docente puede explicar quiénes son los personajes que han dicho estas frases y su rele- vancia en la historia. La democracia es la peor forma de gobierno, excepto todas las otras formas que se han probado de tiempo en tiempo. Winston Churchil Si no hay comida cuando se tiene hambre, si no hay medicamen- tos cuando se está enfermo, si hay ignorancia y no se respetan los derechos elementales de las personas, la democracia es una cáscara vacía, aunque los ciudadanos voten y tengan Parlamento Nelson Mandela Sólo la democracia... es susceptible de una absoluta libertad, libertad que se de ne como el poder que tiene cada hombre de hacer cuanto no esté prohibido por la ley Simón Bolívar 8. Proponer al alumnado que realice el siguiente ejercicio, uniendo cada término de la columna izquierda con el concepto adecuado de la columna derecha (es- cribir los términos en la pizarra y pedir que los anoten en sus cuadernos). = Democracia representativa = Gobierno de una sola persona = Tiranía = Gobierno de los lósofos = Aristocracia = Gobierno de los representantes del pueblo = Democracia directa = Gobierno del pueblo sin intermediarios 15
  • 17. 9. Verdadero o falso. Pedir a los alumnos y alumnas que señalen cuando una frase es verdadera (V) y cuando es falsa (F) Cristóbal Colón trajo la democracia a América. La democracia es, hasta el momento, el sistema político más justo. La política es el arte de hacer politiquería. Un animal político es aquel que se comporta en la vida pública como si no fuera persona. Una de las ventajas de la democracia es que es más difícil que los gobernan- tes abusen de su autoridad. La Revolución Francesa arrebató el poder a la monarquía (al rey) y proclamó iguales a todos los hombres. 16
  • 18. La política y la democracia en Honduras: un breve recorrido Los hondureños deben alimentar como fuego sagrado la creencia de que la demo- cracia no es la dádiva generosa del gobernante de turno, sino el único mundo com- patible con su sentimiento de la vida. Ramón Villeda Morales, Expresidente de Honduras (1957-1963) A ntes de la llegada de los españoles, el territorio que hoy es Honduras estaba habitado por varios pueblos como los tolupanes, payas, lencas, tawahkas, cares y potones, entre otros. Aunque han quedado pocas evidencias escri- tas de aquellos años, por las crónicas de los conquistadores y los informes de los curas evangelizadores sabemos que estaban organizados en tribus dirigidas por caciques. El más famoso de ellos, y cuyo nombre resuena hasta nuestros días, es el cacique lenca Lempira, quien unió a unos doscientos pueblos de occidente para enfrentar la invasión hispana. Pese a su fuerza y valentía, y a la gran cantidad de hombres que pudo reunir, fue nalmente vencido y muerto en Cerquín, después de un sitio de más de seis meses que impusieron los españoles. Tras la muerte de Lempira, los indios se rindieron. Los vencidos que no lograron huir fueron “reducidos”, organizados en “pueblos de indios” y obligados a trabajar y a pagar tributos a los conquistadores1. Así se frustró la evolución propia de los pueblos originarios, y así se inició una nueva etapa en la historia política de Hon- duras, marcada por la inequidad y la exclusión, como resultado del dominio de una minoría privilegiada sobre las mayorías desposeídas. 1 Para más detalles de la gesta de Lempira, véase: Marvin Barahona, Pueblos indígenas, Estado y memoria colectiva en Honduras. Guaymuras, 2009, pp. 84-86. 17
  • 19. Como es sabido, a la conquista le siguió el periodo colonial, llamado así porque estos territorios se convirtieron en colonias del Reino de España. El gobierno colo- nial era ejercido por los españoles, quienes administraban todas las instituciones e imponían su autoridad sobre los nativos. A su vez, ellos obedecían a las autoridades que estaban en España. La Independencia de Centroamérica, proclamada en 1821, no signi có cambios sustanciales porque, en realidad, el poder sólo cambió de manos: de los españoles peninsulares (originarios de España) a sus hijos y demás descendientes, los llama- dos criollos; y éstos, en muchos aspectos, continuaron con el sistema de domina- ción colonial. En 1824 se estableció la República Federal de Centroamérica, integrada por las ac- tuales repúblicas de Guatemala, Honduras, El salvador, Nicaragua y Costa Rica. Pero la Federación nunca pudo alzar vuelo, ya que los conservadores, el clero católico y los grandes latifundistas opusieron enorme resistencia. Los criollos de cada provincia, aferrados a sus intereses mezquinos, no aceptaban las disposiciones liberales y republicanas del gobierno federal, por lo que estallaron frecuentes insurrecciones. Así, tras un largo período de luchas y de anarquía, en 1837 estalló la guerra civil. Francisco Morazán, quien dio su vida por la Federación, fue el último presidente de la República Federal de Centroamérica, la cual se disol- vió en 1839. El accidentado camino del Estado nacional Honduras se separó de la Federación centro- americana en octubre de 1838 y se convirtió en Estado soberano e independiente. Sin em- bargo, la ansiada paz no llegó, pues el país con- tinuó sumido en guerras civiles, montoneras y levantamientos encabezados por caudillos de todo tipo, que no aceptaban la autoridad del incipiente Estado nacional republicano. En 1876, dos jóvenes hondureños ilustrados, Panorámica del puerto de Amapala. que habían estado colaborando con el gobier- no reformador de Justo Ru no Barrios en Gua- temala, arribaron al puerto de Amapala y, pací camente y negociando, lograron que el agobiado presidente José María Medina renunciara a su cargo. Ellos eran 18
  • 20. Marco Aurelio Soto, quien asumió la Presidencia de la República, y su primo Ramón Rosa, su mano de- recha como ministro de Gobierno. Soto y Rosa, con el apoyo de un grupo de inte- lectuales hondureños y extranjeros, inauguraron la Reforma Liberal2 en Honduras e impulsaron re- formas de todo tipo que dieron un vuelco a la si- tuación desastrosa que vivía el país. Este gobierno —aunque encontró vacías las arcas del Estado—, mejoró las vías de comunicación e inició el servicio de correo y telégrafo. Construyó hospitales, algu- nos tramos del ferrocarril, modernizó la legislación, y puso en marcha un programa cultural y educati- vo sin precedentes en el país. Debido a presiones políticas tanto internas como Ramón Rosa y Marco Aurelio Soto desde el gobierno de Guatemala, Soto renunció a la presidencia en 1883 y, pese a los avances logra- dos —que su sucesor Luis Bográn trató de consolidar y ampliar—, Honduras volvió a caer en la anarquía, el estancamiento y el odio fratricida. No había manera de for- jar una economía estable que sustentara al Estado nacional y sus instituciones. El Estado hondureño continuó su escabroso camino e ingresó en el siglo XX con la misma inestabilidad que lo caracterizó durante el siglo anterior, hasta que las con- tradicciones entre caudillos desembocaron en la cruenta guerra civil de 1924, que asoló el país y provocó una cantidad de muertes aún desconocida. Después de esta guerra, cuyo resultado fue un pacto de paz entre las facciones en pugna, vino un periodo de relativa estabilidad y de procesos electorales, siem- pre amenazado por levantamientos. Los historiadores dicen que en el país se han producido, desde la Independencia, alrededor de 300 rebeliones contra distintos gobiernos. 2 Es preciso aclarar que la Reforma Liberal no fue impulsada por el Partido Liberal que, en 1876, aún no había sido fundado. La Reforma Liberal fue un movimiento inspirado en las ideas de la Revolución Francesa y la losofía positivista, que se extendió por diversos países de América. Proclamaba la ciencia, la educación y la inversión extranjera como los pilares para desarrollar un país como el nuestro. De hecho, Soto y Rosa no tuvieron una militancia político-partidaria como la conocemos en la actualidad. 19
  • 21. En 1932 ganó nuevamente3 las elecciones presidenciales el general Tiburcio Carías, del Partido Nacional, quien asumió la Presidencia de la República en 1933. Pero después de cumplir con su mandato legítimo (1933- 1936) decidió continuar, recurriendo para ello a re- formar la Constitución en dos ocasiones: en 1936 y 1939. Así fue como instauró la dictadura más larga en la historia del país, pues se prolongó hasta 1948, cuando decidió dejar el poder. Carías gobernó con mano de hierro quizá porque —como a rman algunos estudiosos—, era la única manera de mantener el orden y la estabilidad en un Vicente Tosta y Tiburcio Carías (1924). país tan convulsionado. Sin embargo, su administra- ción de “orden y progreso” dejó un recuerdo amargo en la memoria popular puesto que, para perpetuarse en el poder, Carías suprimió todo tipo de libertades y derechos ciudadanos. Alternativas macabras El hondureño que no comulgaba con la dictadura podía escoger entre el encierro, el destierro o el entierro; esas eran las alternativas. No se respe- taban los derechos humanos; se allanaban ilegalmente los domicilios a cualquier hora del día; se encarcelaban personas sin formación de causa; se negaba la oportunidad de trabajo a los no partidarios del gobierno, y sus hijos recibían vejámenes y humillaciones en las escuelas públicas. Emma Bonilla, víctima de la represión durante la dictadura de Carías Durante toda esta época de inestabilidad y de estabilidad con dictadura, no hay que olvidar el papel protagónico de las empresas bananeras estadounidenses —en especial de la United Fruit Company—, que ponían y derrocaban gobiernos, al tiempo que nanciaban levantamientos, siempre en función de sostener y ampliar 3 Carías ya había ganado las elecciones de 1923 con una mayoría relativa. Pero la Constitución exigía la mayoría absoluta para ascender a la Presidencia, por lo que la decisión quedó en ma- nos del Congreso. Los diputados no se pusieron de acuerdo, el Congreso se disolvió, y el pre- sidente en funciones, el liberal Rafael López Gutiérrez, proclamó su continuismo. Estos hechos originaron la guerra civil de 1924. Véase Mario Argueta, Tiburcio Carías. Anatomía de una época. 2ª ed., Guaymuras, 2008, en especial el cap. I. 20
  • 22. sus escandalosos privilegios. Mientras Honduras fue uno de los mayores exporta- dores de banano, era habitual que los Estados Unidos enviaran barcos de guerra a las costas hondureñas para “proteger” los intereses de las empresas y ciudadanos estadounidenses. A partir de la segunda mitad del siglo XX, Honduras vivió un respiro democrático que culminó con la elección del liberal Ramón Villeda Morales en 1957. Su gobierno siempre será recordado por haber impulsado reformas sociales largamente pos- tergadas, como la aprobación del Código del Trabajo y la aplicación de una tímida reforma agraria. Sin embargo, este proceso fue interrumpido en 1963 por un cruento golpe de Es- tado encabezado por Osvaldo López Arellano, jefe las Fuerzas Armadas, que ya se per laban como un nuevo poder. Los militares continuaron en el mando hasta 19804, cuando convocaron a una Asamblea Nacional Constituyente para dar paso a elecciones generales y devolver el poder a los civiles. Las elecciones generales se produjeron en 1981, con lo que se inaugura el periodo de democracia electoral que se prolonga hasta nuestros días. No obstante, es de recordar que la democracia contemporánea nació tutelada por los militares, pues éstos continuaron siendo el real poder durante la década de 1980, en el contexto de la crisis regional, marcada por la “guerra fría”. En aquellos años se reprimía violentamente a todas las personas que se oponían al papel que estaba des- empeñando el gobierno liberal —encabezado por Roberto Suazo Córdova y luego por José Azcona—, que hizo del territorio nacional una base de opera- ciones de Estados Unidos en Centroamérica. Hubo asesinatos, secuestros y torturas, y se inauguró una nueva modalidad represiva: la desaparición forzada de personas. Roberto Suazo Córdova. 4 En estos años hubo un paréntesis “democrático”. En 1971 ganó las elecciones generales Ramón Ernesto Cruz, cuyo gobierno se caracterizó por su debilidad. En diciembre de 1972 fue derro- cado por un nuevo golpe de Estado encabezado por Osvaldo López. Esta vez, las Fuerzas Ar- madas irrumpieron con un programa de gobierno reformista. Para más detalles véase, Marvin Barahona, Honduras en el siglo XX. Una síntesis histórica. Guaymuras, 2005, pp. 220-26. 21
  • 23. El asesinato de un sacerdote El sacerdote jesuita James (Guadalupe) Carney nació en Estados Unidos y llegó a Honduras en 1963. Se naciona- lizó como hondureño y se hizo llamar Lupe. No le gus- taba que le dijeran padre, sino hermano Lupe. Conoció las tribus de Yoro y continuó con el trabajo que muchos años atrás había iniciado el sacerdote claretiano espa- ñol Manuel de Jesús Subirana. Tal como lo afirma en su biografía, “me enamoré del campesinado hondu- reño” y ese amor lo llevó a trabajar incansablemente con los campesinos, y a luchar contra las injusticias. Por eso fue perseguido por las fuerzas represivas del Estado, hasta que lo expulsaron del país. En 1983 ingresó de nuevo por Olancho, con una columna guerrillera de la que era su ca- pellán. Ahí lo asesinaron. Su cuerpo nunca fue encontrado. Este periodo negro de nuestra historia reciente se extendió hasta nales de los años 80 del siglo pasado. En realidad, los militares regresaron a sus cuarteles a mediados de la década de 1990, cuando se inició el proceso de desmilitarización de la vida nacional y las Fuerzas Armadas quedaron sujetas al poder civil, como siempre debió ser. Desde entonces, paso a paso, a veces retrocedien- do a veces avanzando, se ha ido construyendo el sistema democrático que hoy tenemos. Es cierto que es muy frágil y que está lleno de defectos, pero los hondure- ños y las hondureñas tenemos hoy mayores posibilidades de decidir sobre nuestro destino de las que nunca antes tuvimos, como se puede deducir de este rápido recorrido por nuestra historia política. El Estado, más allá de los gobiernos En el capítulo anterior hablamos de Estado y de gobiernos, y ahora veremos por qué. El Estado es el conjunto de organizaciones o instituciones que poseen la facul- tad de establecer las normas que guiarán una determinada sociedad, ejerciendo su poder en un territorio determinado. 22
  • 24. Independientemente de quién gobierne, en un sistema político existen estructuras o instituciones que están por encima de los cambios políticos. Cada cuatro años elegimos diputados, alcaldes, regidores y presidente de la República. Así, cambian las personas, pero la Corporación Municipal o el Congreso Nacional, como insti- tuciones, permanecen. Lo mismo sucede con la Corte Suprema de Justicia o las Fuerzas Armadas. En una democracia, el Estado adquiere su poder por delegación de la ciudadanía. Muy claro lo expresa el artículo 2 de la Constitución de la República, cuando dice: “La soberanía corresponde al pueblo del cual emanan todos los poderes del Esta- do, que se ejercen por representación…”. En su artículo 1, la Constitución también a rma que el Estado de Honduras se ha constituido para “asegurar a sus habitantes el goce de la justicia, la libertad, la cul- tura y el bienestar económico y social”. En otras palabras, está obligado a garantizar los derechos de toda la población, a n de avanzar hacia la igualdad, el gran ideal de la democracia. Estado y gobierno, ¿la misma cosa? No se debe confundir el Gobierno con el Estado. El Gobierno va cambian- do con las diferentes personas que ocupan cargos durante períodos de tiempo previamente establecidos, mientras que el Estado funciona con instituciones permanentes en el tiempo; es algo que se construye paso a paso, con la historia de cada país. Una característica fundamental del Estado democrático es que el poder se distri- buye para limitarlo y controlarlo y, así, evitar abusos. En las democracias modernas, los Estados son administrados por tres poderes que se complementan y controlan entre sí: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Esta idea ya la habían tenido los antiguos griegos, pero los franceses la perfeccio- naron en el siglo XVIII, después de la Revolución Francesa. En Honduras, nuestra Constitución proclama también que el gobierno se ejerce por tres poderes: = El Poder Ejecutivo: Lo ejerce el Presidente de la República y sus ministros, es decir, el gobierno. Este maneja la administración general del país. 23
  • 25. = El Poder Legislativo: reside en el Congreso Nacional y está conformado por diputados. Su función es elaborar y aprobar leyes. = El Poder Judicial: aplica las leyes e imparte justicia. En teoría, estos poderes son independientes en- tre sí; pero, en la práctica, las cosas no son tan Congreso Nacional claras. Hemos visto muchas veces cómo el Poder Ejecutivo presiona al Congreso para que aprue- be una ley, o cómo los jueces siguen las consig- nas que les dictan los diputados. También vemos a los diputados haciendo labores que corresponden al Ejecutivo, como repartir subsidios, fundar colegios o nombrar maestros, aunque no haya presupuesto. Cuestión de equilibrio El filósofo francés, conocido como el Barón de Montesquieu (1689-1755), en su libro El espíritu de las leyes dice que así como las personas deben ser equilibradas, los Estados también deben serlo. Y que, para encontrar ese equilibrio, conviene que el Estado distribuya su poder. La Constitución, la ley fundamental La Constitución de la República es la ley más importante de un país, porque expre- sa la voluntad general de sus ciudadanos. Es la que establece las líneas generales por las que se regirá un Estado. A todas las demás leyes se les las llama secundarias, porque emanan de la Constitución. Ninguna ley puede contradecirla. Una Constitución se hace para dejar en claro cómo funcionará el gobierno y cómo se relacionará con la ciudadanía para alcanzar el bien común. En palabras simples, la Constitución establece las normas de convivencia en una sociedad; y se da por entendido que estas normas han sido aceptadas por la colectividad. Por eso se dice que la Carta Magna es la expresión de un gran contrato o pacto social. Por tanto, todas las personas e instituciones, incluido el gobierno, tienen que respetarla. 24
  • 26. En Honduras, a partir de 1839, cuando se convierte en Estado soberano e indepen- diente, ha habido diecisiete constituciones, lo cual es una muestra de la inestabili- dad política e institucional en que hemos vivido. La vigente en la actualidad fue aprobada en 1982, cuando el país inauguraba una nueva etapa: la transición del poder militar al poder civil. Quizá por ello enfatiza tanto en principios republicanos como la justicia, la libertad, la seguridad, la estabi- lidad, el pluralismo, la paz, la democracia representativa y el bien común. El gran problema en Honduras es que las Constituciones no se han respetado, pues siempre ha habido políticos que creen estar por encima de la ley, y así actúan. Por eso la reforman cuando les da la gana y, si consideran que ya no sirve a sus intereses políticos, la derogan y hacen otra a la medida de sus ambiciones. Frases célebres Para ilustrar el irrespeto de algunos diputados por la Constitución de la Repú- blica, basta recordar dos vergonzosas frases: La Constitución es pura babosada. Plutarco Muñoz, diputado nacionalista (1933-1948) y presidente del Congreso en 1933. La Constitución hay que violarla cuantas veces sea necesario. Rodrigo Castillo, diputado liberal en varias ocasiones y vicepresidente del Congreso en la década de los 80. También fue ministro de Recursos Naturales. Los partidos políticos en Honduras Los partidos políticos son relativamente recientes; surgieron a medida que la de- mocracia se iba consolidando, allá por las últimas décadas del siglo XVIII e inicios del siglo XIX. Un partido es una organización política que proclama un conjunto de ideas sobre cómo debe organizarse la sociedad y cómo debe gobernarse el Estado. Los parti- dos políticos buscan obtener el poder para poner en práctica los principios e ideas que de enden. 25
  • 27. Son actores fundamentales en una democracia, puesto que representan, al menos en teoría, la voluntad de un sector de la ciudadanía. En un país democrático puede haber varios partidos políticos. Cualquier grupo de ciudadanos y ciudadanas puede formar un partido político y concurrir a unas elecciones, siempre que cumpla con los requisitos de ley. Los partidos políticos surgieron como un instrumento de mediación entre el pueblo y el Estado. Pero, con el paso del tiempo, en algunas democracias como la nuestra, los partidos han olvidado su razón de ser y han traicionado a quienes dicen repre- sentar. Cuando ascienden al poder han hecho de los bienes del Estado un botín y han desconocido los principios constitucionales. En Honduras existen en la actualidad cinco partidos políticos legalmente reconoci- dos y con representación en el Congreso Nacional. De ellos, el Liberal y el Nacional son los más antiguos, y han gobernado por más de un siglo, turnándose en el po- der. Es por ello que les decimos partidos tradicionales. Los otros tres partidos son de fundación más reciente, y su peso político apenas se hace sentir. Los partidos tradicionales surgieron a nales del siglo XIX y a principios del XX. An- tes de esta fecha existían facciones políticas, ligadas a algún caudillo o jefe militar, que se disputaban el poder por las armas. Es por ello que hubo tantas guerras civi- les y montoneras. El Partido Liberal se fundó en 1891. Su principal ideólogo fue Céleo Arias y su orga- nizador, Policarpo Bonilla, fue el primer candidato a la Presidencia de la República por este instituto político. En 1923, Tiburcio Carías y Paulino Valladares, entre otros, fundaron el Partido Nacional5. Sus orígenes se remontan a 1902, cuando el general Manuel Bonilla encabezó un movimiento interno que se desprendió del Partido Liberal. Así, ambos partidos son ramas de un mismo tronco. Quizá por eso se parecen tanto. Al inicio, ambos defendieron los principios del liberalismo económico, el progreso y la democracia. Pero, muy pronto, relegaron a un segundo plano el debate de las 5 Marvin Barahona, Honduras en el siglo XX…, obra citada, pp. 70-71. 26
  • 28. ideas para construir un sistema bipartidista con el n exclusivo de mantener bajo su control al Estado y sus instituciones. Actualmente, lo que los caracteriza, es la codicia de sus dirigentes y activistas, y su incapacidad para gobernar. Los dos partidos han demostrado, una y otra vez, su escasa vocación democrática y son responsables de la descon anza que generan la política y los políticos en Honduras. Los otros son el Partido Innovación y Unidad Social Demócrata (PINU-SD), creado en 1970 y el Partido Demócrata Cristiano de Honduras (PDCH), que logró su inscripción legal en 1980. En 1993 se organizó el partido Uni cación Democrática (UD), como resultado de una coalición de agrupaciones de izquierda que antes estuvieron en la clandestinidad. Estos tres partidos, en conjunto, apenas captan el 5% del voto en las elecciones generales. Ello obedece, entre otras causas, a que no han logrado diferenciarse ple- namente de los partidos tradicionales, por lo que no han conseguido calar en el electorado. De nitivamente, muchas cosas fallan en los partidos políticos hondureños, sobre todo en los tradicionales. Y, si no corrigen sus yerros históricos, los problemas de Honduras empeorarán. A continuación los más graves: = Se han desviado de su sentido original, que era gobernar en función del bien común. = No gobiernan pensando en el bienestar de las futuras generaciones. Es decir, no tienen visión ni estrategia de país. = No practican la democracia interna. Entonces, ¿cómo pueden dar lecciones de democracia al pueblo? Si nos jamos bien, estos partidos continúan siendo di- rigidos por los mismos caudillos de hace décadas y, si hay caras nuevas, son las de sus hijos o las de sus eles seguidores. = No tienen cultura política. Son los primeros en violar la Constitución y las leyes, dando un mal ejemplo a la ciudadanía. = En lugar de educar a la población en el verdadero sentido de la democracia, como es su obligación, siguen dando ayudas a cambio de votos, fomentando los vicios del clientelismo y el caudillismo. 27
  • 29. = Se han acostumbrado a vivir de la corrupción; la practican a diario, empobre- ciendo aún más al país y a su gente. = No ejercen una oposición responsable, como es su obligación. Cuando están fuera del poder, en la “llanura”, negocian posiciones y privilegios con el partido gobernante. La ciudadanía En Honduras son ciudadanas y ciudadanos todas las personas mayores de 18 años. Al llegar a esta edad, el o la joven adquiere derechos y deberes que le facultan para participar en la vida pública y, por ende, para contribuir al desarrollo de la demo- cracia. La ciudadanía es la base, el sostén de la democracia. Sin ciudadanos conscientes de sus derechos y deberes, es imposible que haya democracia. No son los políticos profesionales ni los gobernantes quienes la construyen. Hoy en día, la ciudadanía hondureña está compuesta por toda persona mayor de 18 años, pero no siempre ha sido así. Se recorrió un largo camino para llegar a la situación en que hoy nos encontramos. En los primeros años de vida republicana, se redactaron varias Constituciones. En la de 1848, por ejemplo, se establece que, para gozar de los derechos ciudadanos era necesario tener más de 21 años, ser padre de familia y saber leer y escribir. Todos los que no tenían posibilidades de estudiar, que en aquel tiempo eran la inmensa mayoría, quedaban excluidos. Según la Constitución de 1865, era necesario tener un capital de 500 mil pesos para optar a un cargo público como diputado, como gobernador departamental o como magistrado. Sin duda, una norma muy poco democrática. Con estas medidas, las fa- milias pudientes se aseguraban el control del Estado. Vientos de cambio soplaron en 1876, cuando se produjo la Reforma Liberal. Pero, en lo que respecta a los derechos ciudadanos, las cosas permanecieron igual. En la Constitución de 1880 se estableció que sólo podían votar los hondureños varones que tuvieran una profesión u o cio, o aquellos que vivían de sus rentas. Es decir que los pobres, incluido el campesinado que era mayoritario, quedaban fuera, al igual que las mujeres. 28
  • 30. ¿Incapaces de gobernar? La igualdad civil ya se la hemos concedido, como un derecho humano. Pero la igualdad política, imposible; al menos hasta que no cambie nues- tra condición social y nuevas razas nos regeneren… De acordar a la mujer la elección, habríamos de acordarle la elegibilidad. Y la mujer no es capaz de gobierno… Más valen las mujeres de la Biblia, que las mujeres de la Revolución. Carlos Alberto Uclés, diputado en 1894. En los primeros años del siglo XX, la democracia fue mas para atrás que para ade- lante, con lo que la ciudadanía siguió siendo asunto de unos pocos. La mayoría de los campesinos, los indígenas y obreros no podían leer, por lo que eran excluidos de los procesos electorales y de otros muchos derechos. Tuvieron que pasar muchos años para que las cosas comenzaran a cambiar. En la década de 1950, se produjeron tres hechos relevantes. Uno es la gran huelga que los trabajadores bananeros hicieron en la Costa Norte, en 1954. Miles de campeños estuvieron más de dos meses en huelga y, entre otras co- sas, consiguieron que se reconocieran los derechos laborales6. Las mujeres fueron fundamentales en esta huelga, al organizarse de manera admirable para garantizar que todos y todas pudieran subsistir tantos días sin percibir salario. Solidaridad en los campos La ciudad parecía un hervidero y la “zona americana”, donde se habían concentrado los huelguistas, era un mar humano; de diez a doce mil tra- bajadores estaban reunidos en un solo lugar; apenas si se podía caminar por allí. Lo interesante es que la misma noche del 3 de mayo, los traba- jadores habían organizado de tal forma el servicio de abastecimiento, que ya había allí centros de distribución de alimentos cocinados para los huelguistas. 6 Esta huelga fue el detonante para que, en mayo de 1959, el gobierno de Ramón Villeda Morales aprobara el Código del Trabajo. 29
  • 31. Los “campeños” que se incorporaban a la huelga llegaban con alimentos como arroz, frijoles, maíz, queso, mantequilla, gallinas y, naturalmente, frutas; ésa era la contribución de los obreros de las fincas a la huelga, quienes dormían como estibados en los pisos de los “barracones”. Algu- nas familias de la ciudad ofrecieron sus casas para que los trabajadores durmieran. En la ciudad había un teatro abandonado, el Royal, que se abrió y tomó; era un espacio muy grande, donde podían dormir muchos trabajadores; naturalmente, nadie tenía camas y todos dormían en el sue- lo. Testimonio de Julio César Rivera en: Marvin Barahona, El silencio quedó atrás. Testimonios de la huelga bananera de 1954. Un año después, en 1955, las mujeres lograron que se reconociera su derecho al voto y, por consiguiente, su ciudadanía política. Fue producto de una lucha de mu- chos años. Y en 1957, por n, se redactó una nueva Constitución en la que se estableció que son ciudadanos todos los hondureños y las hondureñas mayores de 18 años. Pero la ciudadanía no se reduce al derecho al sufragio, o a elegir y ser electo a car- gos públicos. La ciudadanía también implica el ejercicio de derechos económicos, sociales y culturales propios de la dignidad humana. Han pasado más de 50 años desde que se reconocieron los derechos políticos, pero otros derechos siguen sin cumplirse. La ciudadanía reconocida por la ley es importante, pero la ciudadanía real hay que conquistarla cada día. Los ciudadanos y las ciudadanas pueden organizarse para defender sus intereses y hacer valer el bien común. A ese conjunto de asociaciones y organizaciones, que no son parte del Estado, que son independientes y que no buscan el poder político, se le denomina sociedad civil. La sociedad civil es fundamental para fortalecer y ampliar la democracia. Al facilitar la participación de la gente en los asuntos que le afectan, contribuye al buen go- bierno y, al mismo tiempo, propicia que la ciudadanía se comprometa y responsa- bilice de los asuntos públicos. Las organizaciones de la sociedad civil son espacios en los que se puede ejercer la ciudadanía. 30
  • 32. Propuesta de actividades 1. Pedir al alumnado que investigue cuántas personas fueron detenidas-desaparecidas en Honduras durante la década de 1980 y las demandas ante las instancias interna- cionales de derechos humanos que aún tiene el Estado de Hondu- ras por estos hechos. 2. Pedir a los alumnos que elaboren un mural, con textos y fotografías, sobre los derechos y deberes de la ciudadanía, investigándolos en los artículos 36 y 40 de la Constitución de la República. 3. Leer con atención este texto sobre la huelga de 1954 y responder las preguntas que se hacen a continuación. La prisión verde En esa época los trabajadores no recibíamos ninguna consideración, nos trasla- daban sólo con una orden. No sabíamos si íbamos a comer o adónde dormiría- mos. Aquellos eran lugares inhóspitos, llenos de plaga, carentes de comunica- ción, excepto por la vía férrea. No podíamos comer lo que queríamos, sino lo que nos daban. Hacíamos dormitorios improvisados; alrededor de los árboles ponía- mos láminas de zinc, mientras la compañía construía siquiera la plataforma de las primeras casas (…) La enfermedad que predominaba allí era la malaria; por consiguiente, teníamos que estar tomando quinina para evitar esa enfermedad. No podíamos siquiera hervir el agua; la tomábamos de donde fuera, a veces de charcos… Esa fue la vida que llevamos entre 1948 y 1953. Testimonio de Andrés Víctor Artiles en: Marvin Barahona, El silencio quedó atrás. Testimonios de la huelga bananera de 1954. = ¿Qué derechos ciudadanos eran vulnerados en las compañías bananeras? = ¿Por qué permitían las autoridades hondureñas que se violaran así los dere- chos de los trabajadores? = ¿Cómo lograron, estos obreros, mejorar su situación? 31
  • 33. 4. Proponer a los alumnos y alumnas que realicen el siguiente ejercicio, uniendo cada concepto de la columna izquierda con su respectiva explicación de la co- lumna derecha. = Partidos políticos = se basa en el equilibrio = Sociedad civil = es independiente del Estado = Ciudadanía = en democracia, su número es ilimitado = Separación de poderes = fundamento de la democracia 5. Verdadero o falso. Pedir a los alumnos y alumnas que señalen cuando una frase es verdadera (V) y cuando falsa (F) Los partidos políticos son los únicos que pueden tomar decisiones políticas. La ciudadanía es para aquellos que viven en las ciudades. La sociedad civil son todas aquellas organizaciones de personas que no per- tenecen al Estado ni buscan el poder político. Según la Constitución de la República, la soberanía reside en el pueblo. En democracia, el poder se divide en tres poderes. El Poder Ejecutivo manda sobre el Legislativo y el Judicial. Las mujeres no tienen capacidad para desempeñar cargos públicos. 6. Proponer al alumnado que visite las sedes de los partidos políticos e investigue qué proponen para transformar el país. ¿Tienen un programa o plan de gobier- no? 32
  • 34. Los obstáculos para fortalecer la democracia Aunque se han dado pasos importantes para que la democracia se consolide en Honduras y hoy contamos con una Constitución que garantiza los derechos de la población, hay barreras que, por estar arraigadas en la vida y la cultura política, son muy difíciles de superar. Veamos las más relevantes: La corrupción La corrupción es, sin duda, el mayor obstáculo para que la democracia avance, se fortalezca y bene cie a toda la población. Por desgracia, ésta nos ha acompañado a lo largo de casi toda nuestra historia. La corrupción política tiene lugar cuan- do las personas que ejercen el poder lo utilizan para lucrarse y no para servir a la colectividad. En nuestro país hay varios ex funcionarios públicos que están acu- sados de graves actos de corrupción. Sin embargo, ninguno de los “grandes” ha sido condenado y mucho menos en- carcelado. En parte, esto se debe a que el Poder Judicial no es independiente. En la segunda mitad del siglo XIX se produjo el primer gran escándalo de corrup- ción pública. El motivo fue la supuesta construcción del ferrocarril interoceánico, un gran proyecto que nunca se llegó a consumar. 33
  • 35. Nos quedamos pagando Los banqueros ingleses y franceses prestaron al gobierno de Honduras casi seis millones de libras esterlinas. Pero el gobierno sólo recibió unas 312 mil. El resto se lo quedaron los interme- diarios, que hicieron el gran negocio de su vida. Honduras quedó pagando esa deuda por más de ochenta años, pues la saldó hasta en 1953. El ferro- carril nunca pasó de Potrerillos, y los responsables de la infame estafa murieron en paz, arropados por la impunidad. El Ferrocarril, a la espera del otro mar, Comunica, Agenda 2009. Pero la corrupción no es exclusiva de los políticos. Aunque la mayoría de la gente es honesta, hoy en día la corrupción corroe a toda la sociedad. La corrupción adopta múltiples formas pero, en todos los casos, causa mucho daño a la democracia por- que hace que perdamos la con anza en las personas, en las instituciones y en las autoridades. Además, es la gran responsable de la pobreza y del desastre en que se encuentran los servicios públicos que el Estado debe brindar. Por eso se a rma, con acierto, que cuando alguien le roba al Estado nos está robando a todos: nuestros alimentos, nuestras medicinas, nuestra educación, nuestros libros, nuestras viviendas. Y es que si no robaran el dinero y los bienes del Estado, estos ajustarían para satisfacer las necesidades básicas de la población. Y, como si todo lo anterior fuera poco, la corrupción es la que abre la puerta al cri- men organizado, al narcotrá co, a la quiebra fraudulenta de bancos. En n, afecta el tejido social y deteriora las relaciones de convivencia. Por todo ello repercute en nuestras vidas y nos impide salir del atraso y la pobreza. 34
  • 36. El tradicionalismo y el clientelismo político Como ya comentamos en el primer capítulo, cuando la política se desvirtúa se con- vierte en politiquería. En Honduras, los partidos políticos, en especial los tradiciona- les, se han encargado de fomentar vicios y deformaciones en la cultura política de la población que obstaculizan el fortalecimiento de la democracia. Uno de los vicios más perjudiciales es el tradicionalismo, que no es más que aferrar- se al pasado, por perjudicial que haya sido. Muchas personas siguen votando por el partido de su papá o de su abuelita, sin reparar en los candidatos, sus conductas y propuestas. Simplemente votan por colores. No se atreven a romper con la tradi- ción. Incluso hay quien hasta se pelea con el vecino por defender al partido de sus amo- res o al candidato que se envejeció como diputado en el Congreso Nacional, o bus- cando la Presidencia de la República. Sin embargo… Comen en el mismo plato Cada vez más los dirigentes de los dos partidos políticos son empresarios cuyos negocios particulares constituyen el espacio que da coherencia a sus aparentes divergencias partidarias. El consenso político va dejando de estar en las instituciones públicas y en los propios partidos políticos y se traslada a las empresas e iniciativas comerciales y financieras. Au- mentan los espacios comunes a dirigentes de los diversos partidos donde tratan sus negocios, logran acuerdos políticos, firman convenios, descan- san y realizan ceremonias religiosas y de premiación de sus éxitos. En estos espacios desaparecen los colores políticos para dejar lugar al color del dinero como el único que logra los verdaderos acuerdos. Ismael Moreno, SJ en, Revista Envío-Honduras, Año 4, Nº 13, p. 2 35
  • 37. A los políticos de los partidos tradicionales les conviene esta situación y, para man- tenerla, alimentan el clientelismo. Este se produce cuando un político ofrece a los electores trabajo, dinero u otras prebendas para que voten por él. Cuando los dipu- tados andan repartiendo subsidios en las comunidades, practican el clientelismo. Lo mismo sucede cuando un presidente le da “chamba” a un montón de activistas que colaboraron en su campaña. El clientelismo es sumamente perjudicial para la democracia puesto que, nalmen- te, el elector no vota por un programa de gobierno o las cualidades de un candida- to, sino por el que lo puede bene ciar personalmente. Y luego, ¿cómo va a criticar su gestión si le debe favores? Por tanto, el clientelismo es uno de los mayores obs- táculos para construir una ciudadanía crítica e independiente, preocupada por el bien común. Pero no solo eso. El clientelismo conspira contra la buena administración pública, pues se le da empleo a gente que quizá no está capacitada para el cargo. Peor aún, muchas veces solo se pone al activista en una planilla para que llegue a retirar el cheque. A estas personas se les llama “paracaidistas”. En de nitiva, el clientelismo es de los peores vicios políticos porque fomenta la co- rrupción y la pereza, y provoca que los recursos del Estado se dilapiden en dádivas que no aportan al desarrollo del país. La razón de ser del clientelismo es desangrar las nanzas del Estado para que los políticos de siempre continúen disfrutando, tranquilamente, del poder. El autoritarismo y el caudillismo El autoritarismo es uno de los vicios más arraigados en nuestra historia política. Y los caudillos son sus mejores exponentes. Ya hemos visto cómo la democracia hondureña se ha visto muchas veces “secuestrada” por políticos o militares que se impusieron de forma autoritaria, apoyándose en la fuerza de las armas. Pero también entre los políticos de nuestros días hay mucho autoritarismo. Estos se niegan a dialogar, a escuchar al pueblo, e imponen las reglas del juego para defen- der sus intereses y los de sus amigos. Y, aun así, tienen seguidores. A este fenómeno nos referimos cuando hablamos de caudillismo. El tradicionalismo y el clientelismo son cómplices del autoritarismo y del caudillis- mo, porque facilitan que el caudillo haga su voluntad sin que nadie se atreva a cuestionarlo; a veces por temor, a veces por no perder sus favores. 36
  • 38. En los departamentos y municipios hay verdaderos caudillos —la mayoría terra- tenientes y empresarios metidos a políticos— que hacen y deshacen a su antojo, sin preguntar ni escuchar a nadie. Algunos llegan a tener mucho poder: consiguen empleos para los activistas, ponen y quitan jueces, y deciden quiénes serán los can- didatos a cargos de elección popular en su departamento o municipio. Pero el autoritarismo también lo encontramos en otros ámbitos de la sociedad. Pensemos en las relaciones de muchas parejas, o de muchos padres con sus hijos. También en las relaciones del empresario con los trabajadores, o en las mismas igle- sias. El autoritarismo es enemigo de la democracia, porque no puede haber democracia donde el poder se concentra en una sola persona. Como se ha dicho tantas veces, la democracia no se limita a poder votar por un caudillo cada cuatro años. En un sistema democrático, cada ciudadano y ciudadana tiene una cuota de poder para hacerse oír y poder in uir en los asuntos públicos. De otra manera, ¿cómo podre- mos contribuir a construir el bien común? 37
  • 39. Propuesta de actividades 1. Enviar a los alumnos y alumnas a realizar una in- vestigación de campo. Entrevistan a ciudadanos y ciudadanas y les preguntan si votan o no por el mis- mo partido por el que lo hacían sus padres. Anotan la edad de los entrevistados. Luego, analizan los resultados para ver en qué edad el voto es más tradicional. 2. Realizar representaciones dramatizadas en las que se aprecien casos de corrup- ción. Cada grupo puede representar un ejemplo distinto. Algunos pueden ser: = Un policía que cobra para no poner una esquela. = Un alcalde le da trabajo a un ingeniero amigo suyo para construir una ca- rretera. = El presidente usa el dinero del Estado para viajar de vacaciones con su fa- milia. = Un médico reparte medicinas, que son del hospital, entre sus familiares. 3. Organizar un debate en el aula. Un grupo estará a favor de que los políticos den chamba a los que trabajan en sus campañas, y otro estará en contra. Finalmente se vota. 4. Mostrar a los alumnos las siguientes frases, que han servido para realizar cam- pañas contra la corrupción. Organizar un concurso en el aula o en el colegio de frases contra la corrupción. Se premia la mejor. = Sumate al Chile sin corrupción = Cuando roban al Estado, le roban a usted = Di no a la corrupción, denúnciala = Contra la corrupción, cero impunidad 5. Buscar información sobre la huelga de hambre contra la corrupción que sostu- vieron los scales y otros ciudadanos y ciudadanas en Honduras, en abril-mayo de 2008, y hacer un mural para exponerlo en el colegio. 38
  • 40. 6. Verdadero o falso La corrupción nos afecta a todos y todas. La obligación de un presidente es contratar a quienes le han ayudado a ha- cer la campaña. El autoritarismo es un vicio de los antiguos caudillos, como Carías, que ya se ha superado. El Ferrocarril Nacional fue un proyecto que enriqueció a Honduras. La falta de un Poder Judicial independiente permite que personas culpables de corrupción nunca sean condenadas ni enviadas a la cárcel. Cuando le damos dinero a un policía para que nos quite una esquela, esta- mos cometiendo un acto de corrupción. 7. Proponer a los alumnos y alumnas que realicen el siguiente ejercicio, uniendo cada concepto de la izquierda con la explicación de la derecha. = Corrupción = votar por colores, no por ideas = Clientelismo = desanima a la población = Caudillismo = el poder en manos de una sola persona = Tradicionalismo = chambas para pagar favores 39
  • 41. Las elecciones En las democracias representativas, como la nuestra, las elecciones son fundamen- tales. En ellas, el pueblo escoge a sus representantes por medio del voto el cual, según el artículo 44 de la Constitución, es “universal, obligatorio, igualitario, directo, libre y secreto”. Con el voto, la ciudadanía legitima a sus autoridades. Tiempo atrás, era muy común escuchar ha- blar de las “elecciones estilo Honduras”, en alusión a los procesos electorales plagados de incidentes lamentables que tenían lugar, especialmente, en las zonas rurales. Mucha gente aún recuerda que, a punta de pistola, las bandas armadas de uno u otro partido obligaban al elector a votar por su caudillo. También era común el robo de urnas, la falsi- cación de votos, la adulteración de las actas de cierre y que se votara con identidad falsa. Con el voto, la ciudadanía legitima a sus autoridades. A veces había en una urna más votos que electores inscritos. En la actualidad, aunque siguen habiendo irregularidades, las elecciones son más ordenadas, e implican un proceso con varias etapas que se siguen paso a paso: 1. Convocatoria electoral 2. Presentación y proclamación o cial de candidaturas 3. Campaña electoral 4. Votaciones 5. Recuento de votos o escrutinio 6. Proclamación de los candidatos electos. Este proceso se desarrolla de acuerdo a la Ley Electoral, bajo la responsabilidad del Tribunal Supremo Electoral. 40
  • 42. La Ley Electoral y los Organismos Electorales En Honduras ha habido varias leyes electorales. La actual Ley Electoral y de las Or- ganizaciones Políticas fue aprobada en 20047, para responder mejor a las transfor- maciones de la sociedad y del sistema democrático en los últimos años. Pero esta ley no es del todo democrática. Por ejemplo, los requisitos que exige para inscribir candidaturas independientes —o sea, de per- sonas que no pertenecen a ningún partido po- lítico legalmente inscrito— son engorrosos e implican gastos enormes para los interesados. No es casual que, hasta el momento, no haya podido participar en las elecciones generales ningún candidato independiente, pese a que varios ya lo han intentado. Según la ley, el máximo organismo electoral es el Tribunal Supremo Electoral (TSE). Está integrado por tres magistrados que son escogidos por el Congreso Nacional y desempeñan el cargo por cinco años. El TSE es el primer responsable de velar por que la ley se cumpla, los procesos electorales sean limpios y la democracia se fortalezca. El TSE nombra en cada departamento un Tribunal Electoral Departamental y, en cada municipio, un Tribunal Electoral Municipal. Ambos están compuestos por re- presentantes de todos los partidos políticos legalmente inscritos. Estos tribunales solo funcionan en periodo de elecciones y su misión es ayudar al TSE a organizar todo lo relativo a los comicios, garantizando el cumplimiento de la ley. Finalmente están las Mesas Electorales Receptoras (MER), que se ubican en los Cen- tros de Votación, donde se instalan las urnas para que la ciudadanía acuda a votar. Las MER se integran con un miembro propietario y su respectivo suplente, propues- tos por cada una de las fuerzas políticas que participan en el proceso electoral. 7 En enero de 2008, el Congreso Nacional reformó esta Ley al rati car el decreto 185-2007, publi- cado en La Gaceta del 1 de febrero de 2008, Nº 31 523. Organizaciones de la sociedad civil y el partido UD han cali cado estas reformas de antidemocráticas, pues consideran que se orientan a fortalecer el bipartidismo. 41
  • 43. Los Organismos Electorales son: 1. Tribunal Supremo Electoral 2. Tribunales Electorales Departamentales 3. Tribunales Electorales Municipales 4. Mesas Electorales Receptoras Tipos de elecciones: las primarias y las generales La Ley Electoral establece la obligación de celebrar elecciones primarias, bajo la supervisión del Tribunal Supremo Electoral, cuando los partidos políticos tienen varios movimientos internos que pugnan por postular a sus candidatos en las elec- ciones generales. Hasta el momento, sólo los dos partidos tradicionales, el Liberal y el Nacional, reali- zan elecciones primarias. Los otros partidos, al ser mucho más pequeños, no tienen movimientos en contienda, por lo que eligen a sus candidatos en asambleas. Según la ley, las elecciones primarias se celebran un año antes de las elecciones generales, en el mes de noviembre. En las elecciones generales, que se celebran cada cuatro años, se escogen las si- guientes autoridades: = Presidente y designados a la Presidencia de la República = Diputados al Congreso Nacional y al Parlamento Centroamericano = Miembros de las corporaciones municipales Antes de 1997, los electores votaban en una sola papeleta por el candidato a la Pre- sidencia. Así, el candidato que sacaba más votos se llevaba también la mayoría de diputados y alcaldías. Pero, en 1997 se votó, por primera vez, en tres papeletas separadas: para Presiden- te, para diputados y para Corporación Municipal. Aunque el tradicionalismo sigue pesando mucho, esto ha permitido la presencia de representantes de otros parti- dos en el Congreso y las alcaldías. 42
  • 44. Luego, en las elecciones primarias y generales de 2004, hubo un nuevo avance: en la papeleta para diputados aparece el nombre y la fotografía de cada uno de los candidatos y candidatas, lo cual permite al elector “cruzar” su voto. O sea, votar por candidatos de los diferentes partidos y, así, escoger a las personas por sus méritos y no por el color político. Esta modalidad permitió que muchos de los diputados que estaban vegetando en el Congreso desde 1982, no fueran reelectos, lo cual ha despertado la preocupación de los caudillos del bipartidismo; éstos, en más de una ocasión, ya han dicho que la Ley Electoral debe reformarse, argumentando que el pueblo “no tiene la madurez” para entender y manejar esta papeleta. Cómo se vota y cómo funciona el proceso electoral El voto se ejerce en los Centros de Votación que, por lo general, son escuelas y colegios que ese día se acomodan para tal n. En cada centro de votación puede haber varias Mesas Electorales Receptoras. Las votaciones comienzan a las 7 de la mañana y terminan a las 5 de la tarde. Una persona no puede votar en cualquier sitio. Cada quien tiene asignada una mesa electoral, cercana al lugar de su residencia. Esto es lo que se llama voto domiciliario. Los pasos para ejercer el voto son los siguientes: 1. El votante enseña al presidente de la Mesa su tarjeta de identidad para que éste compruebe que es auténtica y que corresponde a esa persona. Para ello, el pre- sidente tiene un cuaderno electoral donde están las fotografías de los electores que deben votar en esa Mesa. 2. A continuación, el secretario de la Mesa revisa el padrón electoral. Es decir, com- prueba que la persona está inscrita en el listado correspondiente a la Mesa. 3. El votante muestra sus manos a los miembros de la Mesa para que comprueben que no están manchadas con tinta indeleble. Así demuestra que aún no ha vo- tado. 43
  • 45. 4. Si todo está en orden, el presidente y el secretario de la Mesa rman en el rever- so de las tres papeletas y se las entregan al elector. 5. Luego viene el momento más importante. Como el voto es secreto, la persona pasa a un lugar privado donde marca las papeletas y las dobla de modo que nadie pueda ver por quién votó. 6. El elector muestra las papeletas a los miembros de la Mesa para que veri quen las rmas del presidente y el secretario y, de tenerlas, se estampa el sello de “Rati cado”. 7. El elector deposita las papeletas en las urnas correspondientes. 8. A continuación, uno de los miembros de la Mesa aplica tinta indeleble en el dedo meñique de la mano derecha del elector. Esto es obligatorio, porque prueba que ya votó. 9. Por último, el secretario de la Mesa anota en el padrón electoral que esta perso- na ya ejerció el sufragio. Una vez realizadas las votaciones, se hace el escrutinio; esto es, el recuento de los votos que obtuvo cada candidato en cada una de las tres urnas. Como hemos di- cho, en cada MER tiene que haber representantes de cada uno de los partidos o movimientos que se presentan a las elecciones. De este modo, se busca garantizar que nadie cambie los resultados. El Tribunal Electoral empieza a difundir los resultados provisionales con las actas de cierre que llegan de las MER, pero no será hasta días después, cuando hayan veri - cado todas y cada una de las actas, que se darán los resultados de nitivos. Este procedimiento está bien pensado para que las elecciones sean limpias; es de- cir, para que se respete la voluntad de los votantes. Sin embargo, existen personas o grupos que no tienen ningún respeto por la voluntad popular y que intentan, y a veces lo consiguen, hacer trampas durante el proceso. Sin ir más lejos, en las elecciones primarias celebradas en noviembre de 2008, varios activistas de los movimientos que se disputaban el triunfo usaron todo tipo de ar- timañas para hacer ganar al candidato de sus simpatías. Estos abusos hacen mucho daño a la democracia y provocan que mucha gente ya no quiera saber nada de los políticos. Pero, una vez más, reiteramos que no se trata de ignorarlos, sino de obli- garlos a cumplir las leyes que ellos mismos han aprobado. 44
  • 46. Las campañas políticas y su financiamiento Las campañas electorales son algo normal en una democracia. Se rea- lizan para que los partidos políticos presenten sus programas y convenzan a la ciudadanía de que sus propuestas merecen el voto. Pero, en nuestro país, las campañas están huérfanas de propuestas y de un auténtico debate de ideas. Los par- tidos políticos se parecen más a un Simpatizantes en campaña electoral producto comercial que a una institu- ción con ideas para sacar el país ade- lante. Es común pedir a los y las electoras que voten por “el de los chocoyos”, por “el de los ojitos verdes”, o por “piquito”. La Ley Electoral regula las campañas electorales con el n de que sirvan al fortaleci- miento democrático. Sin embargo, las disposiciones de esta ley se violan continua- mente. Por ejemplo: = Sólo se puede hacer propaganda 50 días antes de las elecciones primarias, y 90 días antes de las elecciones generales. Pero todos hemos visto que hay candida- tos que comienzan su propaganda tres años antes. = Se prohíbe pedir el voto utilizando motivos religiosos, pero abundan los can- didatos y candidatas que se promueven como los “candidatos de Dios” o que utilizan citas de la Biblia para cosechar votos entre las personas muy religiosas. = La ley prohíbe a los y las funcionarias públicas utilizar recursos del Estado para hacer propaganda electoral. Sin embargo, es bien conocida la manera en que los presidentes del Congreso Nacional se hacen publicidad con los fondos de ese poder del Estado. = Está prohibido poner propaganda política en edi cios, mobiliario y equipo del Estado, monumentos públicos, templos, señales de tránsito y en las vías públi- cas. No obstante, durante las campañas, las ciudades, calles y carreteras más bien parecen un gigantesco mural con todo tipo de rótulos y carteles. 45
  • 47. Pero, lo más condenable de las campañas electorales es el dinero que se gasta en ellas. Las últimas elecciones primarias, celebradas en noviembre de 2008, le cos- taron al Estado, es decir, a nosotros, 400 millones de lempiras. Aparte de eso, los candidatos gastan cantidades millonarias en promoverse. ¿De dónde sale tanto di- nero? Está comprobado que, cuando el candidato es del partido de gobierno, la mayoría del dinero sale de las arcas del Estado. Además, las campañas son nanciadas por empresarios y otras personas con mucho poder económico. Incluso se sospecha que parte de este dinero procede de actividades ilegales, como el narcotrá co o el contrabando. Y, como dice el refrán, “Quien pone el pisto, pone la música”. O sea que, una vez que estos políticos llegan al poder, tienen que devolver “favores”. De este modo la de- mocracia no es tal pues, cuando estos candidatos llegan al poder, ya no son nues- tros representantes, sino que representan los intereses de quienes los apoyaron. No obstante, el artículo 83 de la Ley Electoral prohíbe terminantemente a los parti- dos políticos y movimientos internos aceptar, directa e indirectamente, contribucio- nes anónimas, salvo las obtenidas en colectas populares; contribuciones o dona- ciones de empleados públicos; de los directivos o socios de empresas que trabajan para el Estado o de las que realizan actividades mercantiles ilícitas y, de gobiernos, organizaciones y personas extranjeras. Además, el artículo 87 de esta Ley les manda establecer sistemas contables donde se registren claramente tanto los ingresos como los egresos, así como informar al TSE de sus operaciones nancieras. Pero, como todos se hacen de “la vista gorda”, los partidos políticos se siguen nanciando de manera ilegal sin dar cuentas a na- die. Hasta la fecha, los intentos por hacer más transparentes los procesos electora- les apenas han tenido resultados. Según Transparencia Internacional —una organización independiente que comba- te la corrupción en todo el mundo—, no hay procedimientos que permita saber de dónde reciben dinero los partidos políticos hondureños: respecto al nanciamiento de los Partidos Políticos, no se encon- traron disposiciones legales que garanticen la legalidad de la pro- cedencia de los fondos, así como el buen uso que se le debe dar a éstos, considerando que el Estado invierte parte de sus recursos para apoyar los gastos que generan las campañas políticas. 46
  • 48. Un insulto para los pobres Las cantidades que se invierten en estas campañas son escandalosas. Se calcu- la que en las últimas elecciones generales se gastaron 169 millones de lempi- ras. Los partidos Nacional y Liberal se acusaron mutuamente de recaudar dinero ilegal para la propaganda. Se habló de varias fuentes. Según un informe de organizaciones de sociedad civil, las sospechas se basan en lo siguiente: Los señalamientos iban desde el uso de dinero producto de escandalosos actos de defraudación al Estado, de recursos provenientes de funcionarios corruptos y de quiebrabancos. Incluso se habló de infiltración del crimen organizado y el narcotráfico. Los partidos captaron fondos arbitrariamente, al quitar a los empleados públicos una cuota de su salario, sin que éstos lo hayan autorizado. También se detectó el abuso de los recursos e infraestructura del Estado para favorecer al candidato del partido gobernante. Candidatos a diputados relataron que, para costear la campaña electoral, los partidos y sus candidatos recibieron contribuciones a cambio de favores, como nombramientos o contratos. También se mencionó el chantaje, mediante el cual se obliga a determinados sectores o personas a donar dinero a cambio de protección ante una eventua- lidad. Con el voto en papeletas separadas también aparecieron “generosos volunta- rios” que no sólo aportan dinero a un partido, sino a todos los posibles ganado- res. Así, siempre ganan. Por último, aparecen las colectas en cenas y otros eventos sociales que, en otros países de la región, han servido para lavar dinero. Informe Monitoreo Propaganda Política. Foprideh, Asociación para una Sociedad más Justa, Dan Church Aid y Revistazo.com, 2005. 47
  • 49. El voto consciente: Guía práctica para votar con sentido democrático Algunos activistas políticos se han acostumbrado a comprar la voluntad de los elec- tores. Estos, en ocasiones, por presiones, por necesidad o por simple indiferencia, regalan su voto a cambio de un donativo o de una vaga promesa de salir bene cia- dos. Estos comportamientos han trivializado el voto y le han restado el verdadero valor que tiene en la democracia. Votar no es tarea fácil. Hay muchas cosas sobre las que los ciudadanos y las ciudada- nas pueden informarse, antes de unas votaciones, para elegir mejor. Examine a conciencia Antes de votar, tómese un poco de tiempo y examine a sus candidatos. Fíjese en sus programas: municipio? Fíjese en las actitudes: - rante los periodos electorales? de gobierno y los temas de campaña electoral? a atacar a sus adversarios políticos? Campaña de Cáritas: No es igual botar que votar 48
  • 50. Propuesta de actividades 1. Organizar en el colegio unas elecciones con todos los pasos y procedimientos que se dan en los procesos elec- torales. 2. Comparar las elecciones nacionales con las elecciones en el cole- gio, señalando similitudes y diferencias. 3. Investigación de campo: preguntar a las personas mayores cómo eran antes las elecciones, y si alguien obligaba a votar por tal o cual partido. 4. Buscar propaganda electoral y recortar los mensajes; re exionar sobre los con- tenidos. ¿Dan ideas para transformar el país? ¿Qué estrategia utilizan para con- seguir el voto? 5. Leer el siguiente texto y contestar las preguntas: Quien pone el pisto, pone la música Es común que algunos empresarios contribuyan con dinero y otros bienes a las campañas electorales de los partidos políticos. Luego, de una u otra manera, recuperan con creces su inversión mediante: - peren. Y con las familias poderosas de los municipios pequeños sucede lo mis- mo. Ellas ponen dinero para que gane alguien de su confianza. De esta forma, la persona elegida tendrá que obedecer al terrateniente o al mandamás del pueblo, que es quien gobierna realmente. Campaña de Cáritas: No es igual botar que votar 49
  • 51. ¿Sabe de algún empresario que apoye a un candidato? ¿Qué se podría hacer para que los ricos no “compren” a los políticos? 6. Verdadero o falso Los partidos políticos nancian sus campañas únicamente con el dinero que les suministra el Estado. Algunos empresarios apoyan un candidato para que éste los favorezca cuando está en el gobierno. El Tribunal Supremo Electoral escoge los candidatos a diputados y a presi- dente. En ocasiones, los partidos políticos utilizan dinero del Estado para nanciar las campañas. La ley obliga a los candidatos a hablar de Dios en las campañas electorales. En las elecciones primarias se escogen los candidatos para las elecciones generales. 7. Proponer a los alumnos y alumnas que realicen el siguiente ejercicio, uniendo cada concepto de la izquierda con la explicación de la derecha. Elecciones primarias los partidos políticos presentan sus propuestas Campaña electoral participan los movimientos internos Voto consciente es el responsable de organizar las elecciones Tribunal Supremo Electoral jarse bien en programas y actitudes 50
  • 52. La participación ciudadana: un derecho y un deber Una verdadera democracia se conoce por la rmeza con que el Estado garantiza los derechos humanos de su población; pero también por la rmeza con la que la ciuda- danía cumple con sus deberes. La Consti- tución proclama nuestros derechos y esta- blece nuestros deberes, pero ambas cosas, por desgracia, no siempre se cumplen. Derechos y deberes en democracia En pocas palabras, podemos decir que los derechos humanos son todas las liberta- des, facultades y condiciones que permiten a las personas —sin distingos de nin- gún tipo—, vivir con dignidad. Nuestra Constitución enfatiza, de manera especial, en los derechos individuales y los derechos sociales. Los derechos individuales corresponden directamente a las personas y a su relación con el Estado y la sociedad. El primero y más importante es el derecho a la vida. Además, toda persona tiene derecho a su integridad física, psíquica y moral; a la li- bertad; a no ser detenida ilegalmente; a expresarse y a que se le respeten sus ideas; a moverse libremente de un sitio a otro; a defenderse cuando es acusada de un delito; al honor y a la intimidad personal y familiar; y a asociarse y reunirse con otras, siempre que no sea para delinquir, entre otros. Los derechos sociales se re eren a la población en general; por tanto, son más am- plios y más difíciles de cumplir. Por ejemplo, el derecho al trabajo, a la salud, a la educación o la vivienda. En los países pobres, el Estado no es capaz de garantizar que esto se cumpla para la mayoría de la población. Aunque, hay que decirlo, tam- bién atentan contra los derechos sociales la corrupción, el clientelismo político y la ine ciencia de la administración pública. 51
  • 53. Los deberes y las responsabilidades también son importantes. Y es que la demo- cracia —que sólo se logra cuando la población goza de los derechos humanos en su integralidad—, hay que construirla entre todos y todas. No se vale sentarse a es- perar que otros arreglen los asuntos que afectan a la colectividad. Cada cual puede aportar su granito de arena para que las cosas mejoren. Algunos de los deberes más importantes en democracia, son: = Elegir a las autoridades con responsabilidad. Es decir, informarse y pensar bien antes de votar y no hacerlo para salir del paso, por tradición o por compromi- so. = Respetar las leyes, porque son el fundamento de un Estado de Derecho. = Participar en las organizaciones de la sociedad civil como patronatos, asociacio- nes de vecinos y muchas más, para hacer propuestas y buscar soluciones a los problemas. = Colaborar con el bien común. Es decir, cumplir con los deberes; por ejemplo, mantener limpias las calles, pagar los impuestos y los servicios públicos, no que- mar bosques ni zacateras. = Vigilar a las autoridades y exigirles que rindan cuentas de sus actuaciones y de cómo usan el dinero que pertenece a todos. Así, podemos evitar que abusen del poder que les hemos delegado. No basta con votar Así, en una sociedad democrática, no basta con votar. Hay muchas otras cosas que podemos y debemos hacer. Las elecciones limpias son esenciales para la democra- cia, pero el voto no es todo; ni siquiera es lo más importante. Una democracia de ciudadanos y ciudadanas es mucho más que una democracia de electores. A menudo escuchamos protestar a funcionarios públicos cuando el pueblo expresa su opinión a través de organizaciones de la sociedad civil. Algunos a rman, incluso, que ellos han sido los escogidos para gobernar, mediante elecciones, y que, por tanto, son los únicos que pueden decidir sobre los asuntos públicos. Cuando un po- lítico se expresa así, lo que está demostrando es su falta de cultura democrática. 52