En 1814, el rey Fernando VII de España envió tropas bajo el mando de Pablo Morillo para recuperar el control sobre las colonias de Nueva Granada y Venezuela. Morillo llevó a cabo una brutal campaña militar que incluyó la ejecución de líderes independentistas. Para 1816, las fuerzas realistas habían reconquistado la mayor parte del territorio y disuelto la Primera República de Colombia.