5. Democratización y Crecimiento en el largo plazo Libres Mayormente Libres Reprimidos Libertad en el Mundo (1972 – 2005) Fuente: Freedom House
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9. Barro (1994) Relación entre tasa de crecimiento y democracia Índice de democracia Tasa de crecimiento
10. Polterovich y Popov (2006) Cambios en el índice de democracia (puntos) y tasas de crecimiento del PBI per cápita en 1975-1999 (%) Cambios en el índice de democracia, puntos Tasas de crecimiento del PBI per cápita
12. Cuberes y Jerzmanowski (2009) Distribución de los cambios en las tendencias de crecimiento Democracias No democracias Cambios en las tendencias de crecimiento
13. Glaeser Ponzetto y Shleifer (2005) Índice de democracia Educación y democracia Años de estudios promedio (1960)
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15. Papaioannou y Siurounis (2007) Desviaciones del crecimiento del PBI per cápita en el periodo previo, presente y posterior a una transición democrática permanente Años próximos a la transición democrática (T*) Crecimiento del PBI per cápita real
16. La disyuntiva desorden vs. Dictadura (Djankov et al, 2003) Posibilidades institucionales Ordenamiento privado Socialismo Estado regulador Jueces independientes Minimización de la pérdida total Pérdida social por la expropiación estatal (Dictadura) Pérdida social por la expropiación privada (Desorden)
Buenos Dias Agradecimientos a la Universidad de Ciencias Aplicadas y a la Facultad de Economía por la invitación
Lo primero por señalar es la poca o nula representación de los gobernados hacia con los gobernantes; Asia, el Medio Oriente, Africa y America Central se encontraban entre dictaduras, colonias o monarquías. La democracia era, por lo tanto, un fenómeno aislado y de origen europeo.
La post guerra trae consigo la democratización de europa central; simultáneamente se consolida el bloque soviético. Dos grandes avances se visulumbran en la India y el avance de la democracia en América latina. América central y africa se mantienen entre las dictaduras y las colonias.
Para el 2009, la democracia se convierte en el modelo político preponderante; salvo contadas excepciones (China, Corea del Norte y Cuba) que aún se mantienen ligadas a regímenes de partido único, el mundo se ha volcado hacia los modelos de representación individual. El Africa, rezagado, se mantiene entre las dictaduras militares, el caos y la anarquía.
La tendencia del largo plazo es entonces a la consolidación de la democracia; la caída del bloque socialista responde sin duda a gran parte de dicho avance. Algunos países a comienzos de los 90’s retroceden en los albores del proceso de democratización para retornar a esquemas autoritarios. Las tres principales razones detrás de los aún reprimidos son: ideológicas, religiosas o precariedad institucional.
El primero en formalizar la relación entre democracia y desarrollo es el sociólogo norteamericano Seymour Lipset, quien en el Hombre Político sostiene que cuanto mas próspera una nación mayores serán las posibilidades de que se mantenga una democracia. Salvo la India, ésta hipótesis ha sido corroborada por la realidad política hasta el día de hoy.
Queda por revisar sin embargo cual es la naturaleza de la relación de causalidad entre desarrollo y crecimiento, ya que existen sin duda canales de transmisión entre una y otra.
Doucouliagos y Ulubasoglu presentan un meta estudio sobre la relación entre democracia y desarrollo; basados en 81 estudios y 470 estimaciones arriban a las siguientes conclusiones: En primer lugar, queda claro que la democracia no es perjudicial para el crecimiento económico dado que no existe un trade-off entre ambas variables. Por otro lado, existen fuertes indicios de efectos indirectos entre las mismas: capital humano, capital social y estabilidad macroeconómica, efectos específicos y comercio internacional, por ejemplo, afectan ambas variables.
El primer estudio a revisar en esta relación desarrollo-democracia es el del profesor Robert Barro. En una regresión simple se encuentra una débil correlación negativa entre democracia y crecimiento; sin embargo, al presentar una estimación cuadrática se encuentran indicios de una relación no monotónica. Esto significa que existen efectos contrapuestos de la democracia sobre el crecimiento: en un primer momento, la democracia brinda mayores tasas de crecimiento producto de las mejoras institucionales en los ámbitos de corrupción y derechos de propiedad; no obstante, pasado un punto, las presiones redistributivas afectan negativamente las tasas de crecimiento.
Polterovich y Popov, buscando igualmente la naturaleza de la relación desarrollo-democracia encuentran que los procesos de democratización en países con fuerte estado de derecho estimulan el crecimiento económico, mientras que en aquellos países desprovistos de estado de derecho la democratización se halla asociada ligeramente con menores tasas de crecimiento.
Diviendo los regímenes entre aquellos con mayor o menor grado de libertad económica y mayor o menor grado de libertad política, podemos observar que los más estables son las democracias capitalistas. Los más inestables son las democracias con baja calidad institucional, las cuales tienden a encontrarse entre el autoritarismo y la democracia. Un punto importante a resaltar es que es más fácil pasar de una autocracia institucionalizada (tipo Singapur o Taiwán) hacia una democracia capitalista que de una democracia desinstitucionalizada (tipo Bolivia o Ecuador).
Cuberes y Jerzmanowski encuentran que las aceleraciones en el crecimiento económico son frecuentes; es el sostenerlas lo extraordinario. Las dictaduras pueden tener extraordinarias tasas de crecimiento como de decrecimiento; las democracias son, al final del día, más estables y por lo tanto menos riesgosas. En pocas palabras: creces menos que bajo un déspota benevolente, pero seguro.
Glaeser y otros encuentran una relación indirecta entre crecimiento y democracia vía el capital humano: mayores niveles educativos reducen los costos de la participación política, aumentando consiguientemente los beneficios de la misma. Vía mejoras en la calidad educativa la población se encuentra en mejor capacidad de participar en los procesos políticos, reduciendo de esta manera el poder de una minoría de retener el poder si quisiera.
Robert Barro, profundizando sobre las relaciones, cambia el sentido de la causalidad (estudiando ahora como el desarrollo afecta a la democracia), encontrando efectos rezagados en la relación, lo cual es síntoma de una curva de aprendizaje institucional. En el caso específico de Perú, sería esperable una consolidación democrática debido al incremento sostenido de los ingresos en la última década y el consiguiente aumento en la cobertura educativa. Otro aspecto relevante de este estudio para Perú es la evidencia de consecuencias nocivas de la etnitización de la política (i.e. Crear un tinte étnico frente a temas de políticas públicas)
Papaioannou y Siurounis destacan la existencia de una aceleración en el crecimiento económico subsiguiente a la transición hacia un régimen democrático. Esto es, si bien la transición va acompañada de una ligera desaceleración económica inicial, conforme se da un proceso de aprendizaje institucional se evidencian mayores tasas de crecimiento, corroborando el estudio anterior de Barro sobre la curva de aprendizaje, tanto en aspectos políticos como de políticas públicas.
De todos los estudios revisados, sin duda este es el mas importante; los anteriores plantean relaciones estadísticas; el estudio de Djankov y otros te brinda un marco interpretativo de las relaciones y los trade-offs que enfrenta una sociedad, que son el desorden versus la dictadura. En el desorden, el riesgo es la expropiación privada (robos, extorsiones, incumplimiento de contratos, etc); en la dictadura, el riesgo es la expropiación estatal (nacionalizaciones, regulaciones, impuestos y otros). En función al nivel de capital social que un país posea, el mismo presentará una frontera de posibilidades institucionales; el óptimo es el encuentro entre la misma y la función de pérdidas sociales más baja posible.
Realizamos para Perú una proyección de estabilidad democrática basados en el estudio de Przeworski, quien plantea un umbral de estabilidad democrática alrededor de los $10,000 en paridad de poder de compra; dadas diferentes tasas de crecimiento, entre 4% y 8%, estaríamos logrando cruzar el umbral entre el 2011 y el 2016. Si bien se han dado recientemente casos de países que han retrocedido en sus niveles democráticos después de cruzar el umbral, ambos casos (Venezuela y Rusia) son países con fuertes rentas petroleras (a lo que se refiere Barro) por lo que su nivel de ingresos no se halla tan fuertemente asociado a su calidad institucional.
Al revisar la relación entre democracia y libertad económica, podemos percibir cierta sobreposición entre las mismas; no porque el desarrollo alimente la democracia, sino, más bien, porque reduce la posibilidad de transición hacia la dictadura, una vez que se tiene un régimen político liberal. Przeworski (2000) Las democracias con un bajo desarrollo económico son inestables. Przeworski (1993) El cambio en el caso chino hacia la democracia puede tardar, el caso de Singapur es emblemático.Por otro lado paises con escasa o ninguna experiencia democrática previa, Corea del Sur, Taiwán, Alemania, Japón, etc. Han conseguido formar democracias estables una ves que la prosperidad ha modificado la dinámica social de los mismos .