El documento presenta 8 figuras bíblicas que representan la Palabra de Dios: lámpara, espada, fuego, martillo, lluvia, pan, miel y alimento. Cada figura se ilustra con una cita bíblica que describe cómo la Palabra de Dios provee luz, discernimiento, poder de transformación, nutrición y dulzura.
Recuperando el Rumbo Hasta la Transformación Parte #3.pptx
Las figuras de la palabra de Dios: Lámpara, Fuego, Martillo, Lluvia, Miel
1. Las figuras
de la
palabra de
Dios
Ps. Crisólogo Rivera
2. Lámpara es a mis pies tu
palabra, y lumbrera a mi
camino
Salmos 119.5 1. Lámpara
Ps. Crisólogo Rivera
3. Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y
más cortante que toda espada de dos filos; y
penetra hasta partir el alma y el espíritu, las
coyunturas y los tuétanos, y discierne los
pensamientos y las intenciones del corazón.
Hebreos 4.12
Ps. Crisólogo Rivera
4. ¿No es mi Palabra
como fuego, dice
Jehová?
Jeremías 23.29a
3. Fuego
Y dije: No me acordaré
más de él, ni hablaré más
en su nombre; no
obstante, había en mi
corazón como un FUEGO
ardiente metido en mis
huesos; traté de sufrirlo, y
no pude
Jeremías 20.9
Ps. Crisólogo Rivera
5. ¿No es mi Palabra...
como martillo que
quebranta la piedra?
Jeremías 23.29b
Ps. Crisólogo Rivera
6. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no
hacedor de ella, éste es semejante al hombre
que considera en un espejo su rostro natural.
Santiago 1: 23
Ps. Crisólogo Rivera
7. 6. Lluvia Porque como desciende de
los cielos la lluvia y la
nieve, y no vuelve allá, sino
que riega la tierra, y la hace
germinar y producir, y da
semilla al que siembra, y pan
al que come, así será mi
palabra que sale de mi boca;
no volverá a mí vacía, sino
que hará lo que yo quiero, y
será prosperada en aquello
para que la envié.
Isaías 55: 10,11
Ps. Crisólogo Rivera
8. Jesús dijo: No sólo de pan vivirá el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de
Dios. Mateo 4.4
Ps. Crisólogo Rivera
9. ¡Cuán dulces son a mi paladar tus
palabras Más que la MIEL a mi boca.
Salmos 119.103
8. Miel Y me dijo: Hijo de hombre, alimenta tu
vientre, y llena tus entrañas de este rollo
que yo te doy. Y lo comí, y fue en mi boca
dulce como miel.
Ezequiel 3.3
Ps. Crisólogo Rivera