Los sismos se originan por la liberación súbita de energía generada por el movimiento de placas tectónicas en el interior de la Tierra. Esto puede causar la destrucción de infraestructura y viviendas, así como heridos y muertes. Para prevenir daños, es importante desarrollar planes de protección, seguridad y evacuación, y participar en simulacros. Durante un sismo, se aconseja mantener la calma y refugiarse en un lugar seguro alejado de ventanas u objetos que puedan caer.