1. Nota Técnica
26 de Marzo del 2012
EMPUJANDO LA INNOVACIÓN DESDE LOS PAÍSES EMERGENTES
En la década pasada el mundo experimentó un acelerado crecimiento económico, único en la
historia moderna. No obstante que los países industrializados han tenido siempre una
participación mayoritaria en el PBI mundial, el crecimiento de las economías emergentes ha
sido mucho más significativo. Diversos análisis refieren que ello se debe a la proliferación de
las nuevas tecnologías digitales y su capacidad para transmitir conocimientos e ideas de una
manera rápida, sencilla y de bajo costo.
El desarrollo y posterior masificación de innovaciones como el Internet, la banda ancha y los
teléfonos celulares permitieron acelerar de forma significativa el ritmo de transferencia del
conocimiento en el mundo. La velocidad a la que se difundía el conocimiento sobre mejores
prácticas en áreas como producción, organización o gestión, se aceleró de forma exponencial
en solo unos años propiciando importantes mejoras en productividad y eficiencia que fueron
aprovechadas con excelentes resultados por muchas de las economías hoy emergentes. Esta
mayor difusión favoreció la inversión en investigación y desarrollo (I+D) en el sector
productivo, lo que en años recientes ha llevado a los países en desarrollo a replantear sus
planes de inversión en dicho rubro. En el 2007, el gasto bruto en I+D a nivel mundial alcanzó
los US$ 1.146 mil millones en términos reales, equivalente a 1.7% del PBI mundial en ese año y
45% mayor a lo registrado en el 2002. El 24% de dicho total correspondió a la participación de
los países en vías de desarrollo, siendo prioritaria la participación de las economías asiáticas
(19%), sin considerar Japón.1
Hoy en día, países como China, India, Brasil, México y Sudáfrica se han convertido en los
principales destinos para el flujo de inversiones en I+D. Con la crisis económica mundial se hizo
evidente que el tradicional predominio de las economías desarrolladas en el campo de la
ciencia y tecnología daba paso a un nuevo esquema donde las economías emergentes tienen
mayor protagonismo en la cadena de valor.2 El comportamiento de la actividad empresarial
ilustra este paso de la inversión en I+D hacia las economías emergentes.
1
Es necesario señalar que el incremento en el GERD en la mayoría de casos fue consecuencia de las
elevadas tasas de crecimiento del producto del país más que el resultado de una política exclusiva de
fomento a la inversión en I&D. Entre 2002 y 2007, países como China y Brasil han registrado
incrementos en su nivel de GERD en el orden de 163% y 55% respectivamente. Sin embargo, la
participación del GERD como porcentaje de su PBI varió apenas desde 1.1% a 1.4% en el caso de China y
se ha mantenido estable para Brasil.
2
UNESCO. Science report 2010: The current status of science around the world.
2. Nota Técnica
Una proporción cada vez más importante de empresas multinacionales está descentralizando
sus actividades de I+D entre locaciones situadas en países industrializados y países en vías de
desarrollo. Los destinos de mayor preferencia son las economías emergentes de Asia, seguidas
por Brasil, India y China. Al mismo tiempo, compañías provenientes de países emergentes -
India es un caso paradigmático- han comenzado a adquirir empresas de países desarrollados
para asimilar el conocimiento acumulado por dichas empresas. Como consecuencia, la
distribución del gasto bruto interno en I&D (GERD por sus siglas en inglés) a nivel mundial ha
variado a lo largo de los años. En 1990 la participación de los países desarrollados
representaba más del 95% del total de inversiones en I+D; hacia el 2002, esta cifra se redujo a
83%, y a 76% en el 2007.
Antecedentes de la innovación en América Latina y El Caribe
A pesar de la sustancial mejora en su desempeño económico respecto a décadas pasadas,
América Latina y el Caribe (LAC) se caracterizan por la persistencia de desigualdades y
exclusión entre sus habitantes. La pobreza, el bajo acceso a servicios públicos de calidad -en
especial educación y salud- en conjunto con la desigual distribución de los ingresos,
contribuyen a exacerbar el malestar y los conflictos sociales en una región en donde se
mantienen las rigideces de la estructura productiva y la poca movilidad de la mano de obra en
sectores socioeconómicos de menores recursos.3 No obstante, detrás de este escenario se
encuentra el deficiente desempeño de los índices de productividad de las economías de la
región.
Cuadro N° 1
América Latina y El Caribe: PBI per cápita 2005-2010
(Dólares a precios constantes de 2005)
9,000
8,000
7,000
6,000
5,000
4,000
3,000
2,000
1,000
-
2005 2010
Fuente: CEPAL – Comisión Económica para América Latina y El Caribe.
3
CEPAL. Panorama Social de América Latina 2011.
2
3. Nota Técnica
A diferencia de lo que ocurrió con los países emergentes del Asia -tales como China, Hong
Kong, Singapur, Corea o la India- en donde las elevadas tasas de crecimiento del producto se
vieron acompañadas por reducciones sustanciales en su brecha de productividad, en la región
la brecha de productividad se ha incrementado durante las últimas décadas. Con excepción de
Chile, la brecha de productividad en los principales países de Latinoamérica ha ido en aumento
4
respecto a los niveles registrados en la década de los ochenta.
Cuadro N° 2
Fuente: CEPAL - Comisión Económica para América Latina y El Caribe.
Esta dinámica es la que ha determinado la rigidez de la estructura productiva y la
especialización primario-exportadora en la región, caracterizada por su poca capacidad para
incorporar nuevos conocimientos e innovar, rasgos propios de sectores que generan mayor
valor agregado. Esto hace que la reestructuración productiva, orientada hacia la promoción de
la actividad industrial en el sector manufacturero o aquellos con uso intensivo de tecnología,
se convierta en una opción viable para promover la adopción de innovaciones y el mayor
esfuerzo en I+D que permitan mejoras en la competitividad y el desarrollo económico de cada
país. No obstante, las economías de la región han mostrado un exiguo desempeño en lo que
respecta inversión en I+D, como consecuencia de la falta de un cuerpo institucional y/o
regulatorio que incentive la actividad innovadora.
4
CEPAL. Ciencia y tecnología en el Arco del Pacífico Latinoamericano: Espacios para innovar y competir.
2010
3
4. Nota Técnica
Cuadro N° 3
Región LAC: GERD como porcentaje del PBI, 2007 (%)
Fuente: UNESCO
Nota : Debido a la falta de disponibilidad de información, para algunos de los países listados los
datos presentados corresponden al año más próximo al año de referencia.
En una primera etapa predominó el establecimiento de arreglos institucionales orientados a
garantizar la producción y calidad de las actividades de investigación básica en toda la región.
La idea era asegurar el acceso a conocimientos científicos y la disponibilidad de investigaciones
susceptibles de ser aplicadas a la realidad de cada país. Si bien esta aproximación tuvo éxito en
consolidar a la comunidad científica en varios países, su efectividad fue muy reducida en
términos de la transferencia de conocimientos al sector productivo, configurando así la
5
aparición de un sector académico aislado del resto de la sociedad. Posteriormente, diversos
países de la región se embarcaron en la tarea de modernizar su cuerpo institucional y
reevaluar el diseño de las políticas de fomento a la I+D. Desde mediados de los ‘90, países
como Argentina, Chile, Colombia, México y Venezuela implementaron reformas institucionales
que han permitido acelerar los procedimientos de asignación de recursos y a la vez hacerlos
más transparentes. En años recientes Perú, Paraguay y Uruguay siguieron el mismo camino.
El gasto en I+D y sus tendencias en América Latina y El Caribe
Desde hace décadas, el punto débil común a todos los planes de fomento al desarrollo
científico y tecnológico en la región ha sido la falta de inversión suficiente en I+D, con la
notable excepción de Brasil, país que sólo en cinco años aumentó su GERD en 55% y en la
actualidad participa con más del 60% del total de inversiones en I+D de la región. Entre el 2002
y 2007, para el promedio de los países de la región, el GERD se ha mantenido constante en
5
La Conferencia sobre Ciencia, Tecnología e Innovación para el Desarrollo Sostenible de América Latina
y el Caribe de 2005 (UNESCO), resaltó el carácter disociado de la relación entre el sector productivo y
el sector académico en la región.
4
5. Nota Técnica
alrededor de 0.6% de su PBI y en algunos casos apenas alcanza el 0.1%. Hacia el final de este
periodo, los países que más destacaron por sus inversiones en I+D fueron Brasil (US$ 20 mil
millones), México (US$ 5.6 mil millones), Argentina (US$ 2.65 mil millones) y Chile (US$ 1.2 mil
millones), dejando atrás a Uruguay (US$ 272 millones), Perú (US$ 238 millones), Ecuador (US$
145 millones) y Honduras (US$ 8.5 millones).6
Cuadro N° 4
Región LAC: Evolución del GERD como porcentaje del PBI, 2002 – 2007 (%)
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
Argentina 0.44 0.42 0.39 0.41 0.44 0.46 0.49 0.51
Brazil 1.02 1.04 0.98 0.96 0.90 0.97 1.00 1.10
Chile 0.53 0.53 0.68 0.67 0.68 – – –
Colombia 0.12 0.12 0.13 0.15 0.16 0.16 0.16 0.16
Costa Rica 0.39 – – 0.36 0.37 – 0.39 0.32
Ecuador 0.08 0.06 0.06 0.06 – – 0.14 0.15
Honduras 0.04 0.04 0.04 0.04 0.04 – – –
Mexico 0.37 0.39 0.44 0.40 0.40 0.41 0.39 0.37
Panama 0.38 0.38 0.36 0.34 0.24 0.25 0.25 0.20
Paraguay – 0.09 0.11 0.09 0.08 0.09 – –
Peru 0.11 0.11 0.10 0.10 0.15 – – –
Uruguay 0.21 – 0.24 – – – 0.35 0.42
Fuente: UNESCO
Nota : Debido a la falta de disponibilidad de información, para algunos de los países listados los datos
presentados corresponden al año más próximo al año de referencia.
En Latinoamérica la mayor proporción del financiamiento en I+D proviene de los fondos del
sector público (casi dos tercios del gasto en I+D). Esto implica el desafío de avanzar en el
diseño de políticas que motiven el interés del sector privado por invertir en el campo de la
innovación, ciencia y tecnología, integrando estos conceptos a los procesos internos de la
empresa. La experiencia internacional ha demostrado que las economías que cuentan con un
sector empresarial dinámico y fuertemente interesado en el proceso de cambio tecnológico
son las que han logrado los mayores avances en términos de desarrollo. En esta línea,
Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México vienen implementado políticas que incentivan la
innovación en las pequeñas y medianas empresas, a fin de promover el desarrollo de
industrias y clústeres intensivos en tecnología. Sin embargo, para que una política de fomento
a la innovación sea exitosa es necesario considerar las capacidades de los recursos humanos
disponibles. Al respecto, diversas investigaciones han indicado que uno de los principales
factores para impulsar el desarrollo de la innovación es la disponibilidad suficiente de
ingenieros y especialistas formados en ciencias básicas. No obstante, la inversión en capital
humano debe estar acompañada de la generación de las oportunidades idóneas para que los
especialistas puedan ejercer las capacidades que han adquirido.
6
Las cifras presentadas se encuentran expresadas en paridad de poder de compra.
5
6. Nota Técnica
Cuadro N° 5
Región LAC: Proporción del GERD financiado por fondos privados, 2007 (%)
Fuente: UNESCO
Nota : Debido a la falta de disponibilidad de información, para algunos de los países listados
los datos presentados corresponden al año más próximo al año de referencia.
Una manera de medir la disponibilidad de recursos humanos capaces de ser empleados en
actividades de ciencia y tecnología es la tasa bruta de matrícula en educación superior. En la
región dicho indicador es solo 37%. Entre los países con una mayor proporción de matrículas
en educación superior destacan Uruguay (63%), Chile (59%) y Panamá (44%), frente a otros
como Honduras o Nicaragua con tasas menores al 20%.7 Sumado a ello, el número de
investigadores disponibles para desempeñar actividades de innovación es también bastante
bajo. Salvo países como Argentina y Brasil, que tienen más de 900 y 600 investigadores de
tiempo completo por cada millón de habitantes, respectivamente, la mayor parte de
economías de la región no alcanza siquiera a tener un investigador por cada mil integrantes de
la población económicamente activa (PEA). Chile y México cuentan con 2.03 y 1.08
investigadores por cada 1,000 integrantes de la PEA. 8
Nuevas rutas para la Innovación en LAC
La economía del conocimiento ha abierto ventanas de oportunidad para la innovación en los
países emergentes. Países como Brasil, Argentina y México han aprovechado esta corriente y
actualmente están logrando importantes avances, en particular en las áreas de biotecnología y
nanotecnología, que debieran servir de referencia para otros países en la región.
Latinoamérica se caracteriza por la abundancia de sus recursos naturales, los que constituyen
una ventaja comparativa de enorme potencial frente a otras economías del mundo que
7
Estadísticas de CEPAL.
8
UNESCO (2010) y CEPAL (2009).
6
7. Nota Técnica
puedan encontrarse en el mismo nivel o en etapas más altas de desarrollo. Dicha ventaja
constituye un incentivo que ha orientado en muchos aspectos el desarrollo de la ciencia y la
tecnología en la región. Diversos grupos e instituciones latinoamericanas cuentan con gran
experiencia en la investigación en agricultura y biología, temas estrechamente relacionados
con el campo de la biotecnología. No obstante, para el desarrollo de esta rama es necesario
invertir en una adecuada infraestructura de ciencia y tecnología genética y promover arreglos
institucionales que faciliten el surgimiento del sector, aspectos todavía ausentes a nivel
regional.
Por otro lado, en la región destaca la importante especialización en el desarrollo e
investigación en las áreas de nanomedicina y nanobiología. Este campo representa el 82% de
las patentes entregadas a Argentina, 69% para el caso de Brasil y 45% para México. Si bien el
sector se encuentra todavía en un estado incipiente, durante los últimos años se ha dado un
importante incremento en el número de publicaciones científicas dedicadas al tema. No
obstante, la estructura productiva permanece rezagada en comparación al creciente interés
académico en el sector.9
Conclusiones
La nueva economía del conocimiento ha generado una amplia variedad de oportunidades para
el desarrollo de Latinoamérica. Sin embargo, para que la región sea capaz de aprovechar estas
oportunidades se requiere de políticas públicas que fomenten el desarrollo y aplicación de
nuevas tecnologías en el sector productivo. A su vez, este desarrollo demanda importantes
inversiones que generen capacidades en el campo de la ciencia y tecnología, algo
tradicionalmente dejado de lado por los países latinoamericanos. Una opción sería el coordinar
esfuerzos a nivel de países en la región, de manera que se haga posible superar restricciones y
aprovechar la transmisión de conocimientos y otras externalidades positivas que se generen.10
La búsqueda de una estrategia de desarrollo sostenible en el largo plazo debe pasar por
conjugar los componentes locales que constituyen ventajas comparativas -dotación de
recursos naturales y disponibilidad de mano de obra poco calificada- con un proceso de
innovación y aprendizaje que permita generar oportunidades de ampliar la capacidad y
eficiencia de los sectores productivos. Como parte de esta estrategia, es necesario y esencial
incrementar el presupuesto de la región dedicado al desarrollo de la ciencia y tecnología, y en
especial el financiamiento proveniente del sector privado. Asimismo, la inversión en capital
humano es también un componente fundamental. El factor humano debe ser capaz de
facilitar la incorporación de la ciencia y tecnología en los procesos productivos; por ello la
formación de profesionales en áreas de ciencias e ingeniería resulta una prioridad
impostergable.
9
UNESCO. Science report 2010: The current status of science around the world.
10
CEPAL. Ciencia y tecnología en el Arco del Pacífico Latinoamericano: Espacios para innovar y competir.
2010
7