Las principales características de una ciudad romana incluyen un circo para carreras de carros, un anfiteatro para espectáculos de gladiadores y combates de animales, templos dedicados a los dioses romanos, un arco de triunfo para conmemorar victorias militares, viviendas privadas llamadas domus, puentes y acueductos para el suministro de agua, e insulae como edificios de apartamentos.