Guía teórica sobre la sintaxis compuesta, aplicable a los dos cursos de Bachillerato. Contiene, además, una breve aportación sobre los valores de "se".
1. LA ORACIÓN COMPUESTA
YUXTAPOSICIÓN
Unión de dos o más proposiciones sin nexo alguno, sino por signos de puntuación como
por ejemplo las comas.
COORDINACIÓN
Clase de oración compuesta en que las proposiciones no dependen sintácticamente unas
de otras y están relacionadas mediante un nexo de coordinación.
1. Copulativas: suman su significado (y, e, ni).
2. Disyuntivas:
a. excluyentes: el significado de una proposición excluye el de las
demás (o, u, o bien...).
b. no excluyentes: los significados de las proposiciones pueden darse
simultáneamente, ya que son posibilidades alternativas (o).
3. Adversativas:
a. totales: se produce incompatibilidad de contenidos entre las
proposiciones al ser una negativa y la otra afirmativa (sino, sino
que...).
b. parciales: la segunda proposición sólo limita o restringe el significado
de la primera (pero, mas, sin embargo...)
4. Distributivas: muestran una alternancia entre dos o más acciones que no se
excluyen. Suelen aparecer indicadas por nexos correlativos que cumplen una
función en la correspondiente proposición; muchas veces también suelen ir
separadas por comas (éste... aquel, aquí... allí, tan pronto... como, hoy...
mañana, etc.).
2. 5. Explicativas: la segunda proposición aclara el significado de la primera.
Normalmente van unidas por locuciones conjuntivas como: es decir, esto es,
por ejemplo, a saber, o sea...
SUBORDINACIÓN
Se establece una dependencia sintáctica y/o de inclusión entre la proposición principal y
la/-s subordinada/-s; además, la proposición subordinada suele cumplir una función
sintáctica dentro del conjunto de la oración.
1. Subordinadas sustantivas:1 pueden sustituirse por un sintagma nominal o
pronombre y, por ello, desempeñan las funciones típicas de éstos:
a. Sujeto o CD, cuando la partícula “que” actúa simplemente como
conjunción y no cumple ninguna función sintáctica.
b. C. del Rég., CN y C. Adj. En estos tres tipos de subordinada la
partícula “que” también actúa simplemente como conjunción y no
cumple ninguna función sintáctica, pero suelen ir introducidas de una
conjunción (“que” encabezamiento de la prop. sub.) precedida de una
preposición (que es la que a su vez da nombre al complemento). En
este caso ambos elementos juntos funcionan como nexo sin función
sintáctica.
c. CI, Atr. y demás. En este caso se trata de proposiciones adjetivas
sustantivadas, pues la partícula “que” actúa como pronombre y
posee una función sintáctica dentro de la proposición subordinada.
Contrariamente a como suele suceder en las adjetivas, en este caso el
pronombre relativo “que” carece de antecedente (palabra a la cual
sustituye). Son fácilmente reconocibles porque sustituyen a un SN y
su pronombre relativo suele ir acompañado de un determinante,
formando a su vez un SN. (Véase el próximo apartado)
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Pese a ir normalmente introducidas por la conjunción “que”, muchas veces lo hacen por su forma
interrogativa, el pronombre“qué” (u otras formas similares como “dónde”, “cómo”..., algunos
determinantes “cuánto”, etc.), al ser toda la proposición subordinada una oración interrogativa indirecta:
Me pidió qué comía, Me preguntó en qué había trabajado, No me puedo imaginar dónde ha puesto mi
madre las chocolatinas, No sé cómo encontrar las golosinas, ...
3. 2. Subordinadas adjetivas: En estas proposiciones la partícula “que” es un
pronombre relativo, ya que sustituye a un nombre, llamado
ANTECEDENTE2. El pronombre “que” siempre realiza una función
sintáctica dentro de la proposición subordinada, que no tiene porqué
coincidir con la función que desempeñe su antecedente en la oración
principal. Son fácilmente reconocibles porque pueden ser sustituidas por un
adjetivo y suelen cumplir sus mismas funciones.
Existen dos tipos de prop. subordinadas adjetivas: las explicativas,
distinguibles por ir normalmente entre comas, y las especificativas, que no
suelen ir entre comas y además caracterizan como único aquello que
acompañan.
Cabe destacar que las proposiciones subordinadas adjetivas también pueden
ir introducidas por otros pronombres relativos; por ejemplo: cual, quien,
cuyo, cuanto, donde, como, cuando... que funcionan como pronombres
anafóricos, que apelan a su antecedente, pese a que siguen con función
sintáctica en la prop. sub. adj.
La proposición subordinada adjetiva entera suele realizar las funciones
típicas de un adjetivo: CN, C. del Rég., CI, CD, Sujeto, CC...
a. Cuando una prop. sub. adj. desempeña la misma función que un
Sintagma Nominal, se trata de proposiciones adjetivas
sustantivadas, pues la partícula “que”, pese a actuar como
pronombre y poseer una función sintáctica dentro de la proposición
subordinada, carece de antecedente (palabra a la cual sustituye). Son
fácilmente reconocibles porque su pronombre relativo suele ir
acompañado de un determinante, formando a su vez un SN dentro de
la prop. sub. (Véase el apartado anterior)
Si nos encontramos que una proposición va encabezada por una
preposición, esta última afectará únicamente al pronombre si la
proposición es subordinada adjetiva, mientras que calificará a toda la
proposición si ésta es adjetiva sustantivada.
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Sólo pueden funcionar como antecedentes un nombre, un pronombre, un adverbio u otra proposición
entera.
4. 3. Subordinadas adverbiales. Son aquellas sustituibles por un adverbio o
sintagma preposicional con función de CC, aunque esto no siempre sucede.
Entonces, se llamarán or. sub. adv. propias cuando se puedan sustituir por un
adverbio (lugar, tiempo y modo), e impropias cuando no puedan ser
sustituidas por un adverbio (comparativas, consecutivas, causales, finales,
condicionales y concesivas).
a. Oraciones subordinadas adverbiales propias. (Su nexo –adverbio- ni
va acentuado ni cumple función sintáctica).
• De lugar: van encabezadas por el adverbio “donde”, que
puede ir precedido de una preposición para reforzar su
significado, en este caso ambas palabras funcionan como
nexo. Responden a la pregunta “¿dónde?”.
• De tiempo: los nexos que las unen a la proposición principal
son adverbios con valor conjuntivo o locuciones conjuntivas
que expresan temporalidad (o nexos correlativos del mismo
tipo), y son la respuesta al adverbio interrogativo
“¿cuándo?”
• De modo: los nexos con valor conjuntivo de esta sub. adv.
son el adverbio “como” junto a otros de distinta categoría; a
su vez contestan a la pregunta “¿cómo?”.
b. Oraciones subordinadas adverbiales impropias. (En ellas se distingue
la proposición principal y la subordinada).
• Comparativas: sirven de término de la prop. princ. Suelen
omitirse algunos elementos que se comparten con la
principal, tales como el verbo u otros. Su estructura se
expresa mediante dos nexos correlativos, uno en la princ. y
otro en la sub.: tan... como, tanto...como, igual...que, etc.
• Consecutivas (consecuencia):
1. Intensivas: introducidas por nexos correlativos
(tan...que, hasta tal punto... que, etc.), consecuencia
derivada de la intensidad de la prop. princ.
2. No intensivas: no dependen de la intensidad de la
prop. princ. y van expresadas por conjunciones o
5. locuciones conjuntivas (conque, luego, por
consiguiente, por lo tanto...)
• Causales (referentes a la prop. princ.): suelen ir unidas por
la conjunción porque, o por alguna por la que pueda ser
sustituida: que, pues, como, ya que, puesto que...
• Finales: intención de la prop. princ. Sus nexos suelen ser:
para que, a fin de que, con el objeto de que...
• Condicionales: condicionan la prop. princ., (que se llama
apódosis, mientras que la subordinada recibe el nombre de
prótasis). Suelen ir unidas por los nexos: si, como, cuando,
a menos que, a condición de que, en el caso de que...
• Concesivas: obstáculo a la prop. princ., pese a que ésta
llegue a realizarse. Las prop. suelen ir unidas por los nexos:
aunque, a pesar de que, aun cuando, si bien, por más que...
LAS FORMAS NO PERSONALES DEL VERBO
Las formas no personales del verbo pueden formar oraciones subordinadas que
complementan a una de las categorías principales de la oración, del mismo modo que
pueden hacerlo las demás subordinadas. En este caso la forma verbal actúa a modo de
verbo - núcleo de la oración y de nexo entre la oración principal y la subordinada. Así
pues, podemos asimilar las formas no personales del verbo del siguiente modo:
- infinitivo = sustantivo
- participio = adjetivo
- gerundio = adverbio
Damos esta equivalencia porque, de un modo u otro, las oraciones de infinitivo vienen a
oraciones sustantivas, así como las de participio son adjetivas y las de gerundio
adverbiales, y adoptan todas las funciones propias de estas proposiciones.
Evidentemente, estas oraciones se analizan como oraciones simples impersonales, cuyo
nexo con la frase principal en la que se hallan inseridas es la misma forma verbal no
personal. (Consideraremos el verbo no personal como un sustantivo si éste no tiene
complementos, y lo analizaremos como una proposición si los tiene -por ser un verbo-).
6. Los valores del “SE”
Los valores del "se" se distinguen de dos modos: por su función sintáctica y por la
alternacia con otras partículas. En este esquema los distinguiremos, preferentemente, según si
tienen función sintáctica o no junto al verbo al que acompañan.
1. Con función sintáctica. Se analizan como una función a parte; suelen ser CD y, en el caso de
que ya haya uno, pasan automáticamente a ser CI -aún así, en algún caso deberemos hacernos
eco también de la semántica del verbo en cuestión-.
1.1. Recíproco (a sí mismo):
"Se ducha": CD (podríamos decir "la ducha").
"Se lavo las manos": CI (ya hay un CD y no podemos sustituir este "se" por
"la", sino que sigue del mismo modo: "se las lavas").
1.2. Reflexivo (el uno al otro):
"Se besan": CD (podríamos decir "la besan").
"Se escriben cartas de amor": CI (ya hay un CD).
2. Sin función sintáctica. Se analizan junto con el verbo, como un mormefa verbal más:
2.1. Dativo enfático o de interés (El "se" no es necesario para la conjugación del verbo
y su omisión no alteraría la sintaxis ni la semántica de la frase, ya que su presencia denota
únicamente un énfasis sobre la acción del verbo).
"El niño no me come"; "El chico se subió al árbol" ("El chico subió al árbol",
etc.).
2.2. Uso pronominal de un verbo (El "se" o una de sus variantes es necesaria para la
conjugación de dicho verbo para la sintaxis y la semántica propuesta en la oración).
"Se acordó de su cara"; "Se siente muy mal"; "Se olvidó de venir"...
2.3. Impersonal (El "se" invariable y la ausencia forzosa de sujeto son sus
características más importantes):
"Se escribe mal con pluma"; "Se vive bien en España"...
2.4. Pasiva refleja (Pese a que también tiene un "se" invariable, la presencia de sujeto
-explícito u omitido- la diferencia de la anterior; además, estas oraciones se pueden transformar
en una pasiva genérica e incluso en una activa. Suelen usarse cuando el complemento agente
carece de importancia semántica):
"Se venden barcos de vela" (Los barcos de vela son vendidos -por nosotros-;
Nosotros vendemos barcos de vela).
"Se redactan documentos oficiales" (Los documentos oficiales son redactados
-por los juristas-; Los juristas redactan documentos oficiales).
7. Por lo que refiere a su alteración morfológica, ésta sólo se produce en los dos casos del
punto 1 y en los dos primeros del punto 2; es decir, "se" alterna con "me, te, nos, os" según la
persona y el número en cada caso concreto -para la buena conjugación del verbo o la buena
referencia pronominal -según proceda-. Por el contrario, tanto 2.3. como 2.4. se forman con un
"se" invariable, probablemente por la naturaleza semántica de este tipo de construcciones: la
impersonalidad y la morfología verbal no referencial.