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I
DONACIÓN
RAFAEL
ROCA
Editorial Confederación de Cajas de Ahorros
Registro de Empresa Periodística n.° 936
del Ministerio de Información y Turismo
Dep. Legal TF1018 ISBN 84-7231-157-7
Impreso en Lito. IDEAS EYA-PasaJe OJeda -Tel. STSaBy
SANTA CRUZ DE TENERIFE
BíBLiOTECA UNIVERSITARIA I
LAÍJPAtM.<i~. .;?:. o (CANARIA í
N." Docuiíiemo J33^^¿¿¿__ 
FRANCISCO BONNIN
SENTIMENTAL Y ACUARELISTA
POR
ALFONSO TRÜJILLO RODRÍGUEZ
(DOCTOR EN HISTORIA DEL ARTE Y PROFESOR OE LA UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA)
BIBLIOTECA
DE
RAFAEL ROCA
SANTA CRUZ DE TENERIFE
1974
ntroducción
BIBI^lOTECA
DE
RAFAEL ROCA
S e han cumplido recientemente -el 10 de septiembre- los once
'años de la muerte de Francisco Bonnín Guerín y todavía el pueblo
de Tenerife recuerda el duelo público que aconapaftó su sepelio y
los actos y exposiciones que se organizaron como honor postumo
al que siempre se denominó "El Maestro".
En este mismo afto se conmemora el Primer Centenario de
su nacimiento. Figura seftera por tantos conceptos en el panorama
cultural de Tenerife a lo largo de este avanzado Siglo XX, con
tal motivo se impone un recuerdo, un homenaje, con los ojos y la
voz agradecidos. A esa motivación, precisamente, responde esta
laudable iniciativa de la Caja General de Ahorros y M . P . de T e -
nerife. Porque "Bonnín continúa siendo una viva lección para todos"
( 1 ) .
Hombre excepcional, impelido por la urgencia de la acción, se
entregó en cuerpo y alma a dar calor y secundar cuantas iniciati-
vas se orientasen a fomentar los valores del espíritu. Pudiera
afirmarse que la vida cultural isleña de al menos medio siglo no se
explicaría sin la presencia de Bonnín.
Artista por naturaleza, de cuerpo y mente enteros, vibraba
ante cada una de las manifestaciones de las Bellas Artes: escultu-
r a , pintura, música, literatura... e incluso ante la estética popular
de la decoración urbana en las Fiestas de Mayo. . . Y sin desma-
yo, todo lo secundó.
Ardientemente enamorado del paisaje isleño, lo recreó -arbi-
trariamente , si se quiere, pero por ello mismo de una manera
más creacional- en sus acuarelas. Con ellas, ignorando el valor
de la moneda, "negoció" culturalmente, comerciando "arte por a r -
te": una acuarela a cambio de una conferencia, de un recital, de
un concierto. . i para que su arte no fuese exclusivamente suyo.
Alto y delgado, firme y seco, de cuerpo asténico y paso
nervioso; rostro de barba primorosa que sus largos dedos c a r -
daban continuamente; frente espaciosa como la amplitud de sus
miras; nariz prominente olfateadora de todo lo bello; ojos vivos y
azules tras los constantes cristales de sus gafas, escudriñadores
de todo mensaje estético, bañados en perpetua acogida, brindando
tanto calor o asombrados como un niño. Presencia pulcra. Terno
impecable a la medida. De la solapa izquierda, correa para el
reloj aposentado en el bolsillo superior. Sombrero dé fieltro, de
ala ligeramente levantada, Finas botas. En las fiestas y actos cul-
turales, de punta en blanco. Bastón en los últimos años de su
vida. El ademán, inquieto, ágil. Modesto, discreto, fino, correcto,
pundonoroso, noble. Disciplinado. Hogareño y familiar. Amable en
la camaradería. Abierto, comprensivo, tolerante, brindando conti-
nua amistad y protección. Sentimental.
Homenajeado en vida, homenajeado tras la muerte, porque su
acción y su arte llegaron al alma de todo el pueblo, alto, medio y
bajo. "Inventó" para él su paisaje arquetipo. Le dio los ojos con
que se ansiaba ver la tierra por esa condición de insularidad: el ^
campo, la casa, la flor, el hombre. Poéticamente. Líricamente.
P e r o también como un testimonio hoy -folklore y utopía facilones
aparte- de lo que ya casi no tenemos. Y así trascendió el hori-
zonte insular.
Su obra motivó constantemente la más encendida literatura a r -
ticulística, rebosante de elogios, animada de exaltación, sincera
siempre, pero que, lastimosamente, no benefició siempre al artista
y al hombre. Para él quedaron patentadas infinitas frases-cliché:
el Maestro, el Maestro de la Acuarela, el Maestro del pincel, el
Laureado Maestro, el Acuarelista sin igual, el Gran Acuarelista,
el Patriarca de la Acuarela, el Mago del color, el Artista déla
luz, el Expositor Honorable, el Hacedor de Primaveras, el Hom-
b r e - C u m b r e . . , ; y de sus acuarelas, "adalides y heraldos de
nuestra t i e r r a . . . " Todo ello fue sinceramente sentido y expresa-
do con el mejor entusiasmo, porque así se captó la representati-
vidad de su obra. Pero quedó superado cuando la crítica fue
objetiva y certera, ya. que entonces s e dio a su arte una valora-
ción de alta cota, adjudicándosele un primer puesto en el panorama
de la acuarela española y otorgándosele estimación valiosa más allá
de las fronteras.
Siendo testigo a lo largo de su vida del inagotable nacimiento
de los -ismos, no quiso incorporarse a ninguna escuela. Su ma-
yor mérito s e r á siempre el haber sido linealmente consecuente con
su personal estética, el haber permanecido constante y fiel -salvó
una interrupción muy significativa- a aquel sentido d e lo bello que
hay que aceptar como estilo "bonniniano". Tan constante como el
hombre en su -caballerosidad, el artista, que habiendo vivido en
olor de acuarela, adn en muerte sigue conservando "sus ojos hú-
medos de años y paisajes" (2).
Sin lugar a dudas, prancisco Bonnín Guerín hizo de su vida
un arte, y de su arte un culto a la Naturaleza, avasallado por la
geografía de su tierra.
10
Su vida
JBIBI.IOT12CA
DE
RAFAEL ROCA
BIBLIOTECA
DE
La fam i I ia RAFAEL ROCA
Francisco Bonnín Guerín nació en Santa Cruz de Tenerife el
12 de mayo de 1874. El mes podría presagiar el afán de prima-
veras en su pintura, y el año -bautismo oficial del Impresionismo-,
ya que no la técnica de su pincelada en la totalidad de su obra, sí
al menos su incansable búsqueda de la luminosidad.
Su padre, don Antonio, había arribado desde Ibiza a la capital
tinerfeña, en donde ejercía como Profesor de piano,, y en donde,
casó con doña Mercedes Guerín. Al uno y a la otra se les ha
buscado ascendencia francesa, haciéndose corresponder el apellido
Bonnín con el de una fanilia de la antigua nobleza gala, cuyos
orígenes se remontan al siglo XI, y relacionándose el de Guerín
con el de otra integrada por varias generaciones de artistas ( 3 ) .
No obstante, los actuales descendientes muestran un cierto escep-
ticismo con tal fijación genealógica de ambos patronímicos, que no
creen trasciendan los límites de la zona catalano-balear.
De aquel matrimonio nacieron cuatro hijos: Francisco, Clau-
dina, Mercedes y Manuel. De Claudina -familiarmente "Dedita"-,
muerta en 1889 en los albores de su juventud, el pintor conserva-
ría a lo largo de toda su vida un recuerdo imborrable y un senti-
miento de culpabilidad por haberle regateado su compañía en el
paseo, a la hora de un concierto, una tarde que insospechadamente
después resultaría la última de su vida. Desgraciado suceso y sen-
timiento que glosa con su emotividad característica Dulce María
Loinaz en "Un verano en Tenerife" (4), De los cuatro, actual-
mente sólo vive Manuel, ya anciano, y que siempre estuvo ligado a
las manifestaciones musicales de Santa Cruz, secundando iniciativas
de su hermano.
A los dos años, Francisco padeció la tos ferina y se le llegó
a dar por desahuciado. Enviado a La Cuesta, el niño se recuperó
satisfactoriamente. En notas manuscritas que fue emborronando en
los últimos años de su vida, dejaría constancia, no sin cierto jocoso
orgullo, de cómo en aquella su corta edad, las muchachas se
disputaban, en el paseo, el sostener a aquel niño "tan lindo y de
ojos tan azules".
13
La música
Al año 1880 se remontaban s u s más antiguos recuerdos de las
visitas que a su casa hacia asiduamente Teobaldo P o w e r , con mo-
tivo de su estancia aquí convaleciente, sentándole sobre sus rodillas
mientras conversaba con su padre- sobre su común afición por la
música. Esto lo tendría siempre como un especial privilegio en
cuantas ocasiones su vida s e vio unida a las manifestaciones mu-
sicales santacruceras,' y muy especialmente cuando, en 1923, por
iniciativa de "Amaro Lefranc" -Rafael Hardisson- llegaron a T e -
nerife los restos móntales de P o w e r , y algunos aftos después,
hacia 1930, promoviera, con proyecto de Francisco Borges Salas,
-anteriormente existió otro de P e d r o Cuezala- el monumento al
autor de los "Cantos Canarios" -reproducido en "Hoy" del 17 de
febrero de 1933-, que, desgraciadamente, nunca llegó a ser una
realidad.
Fue siempre deseo de sus p a d r e s que realizara estudios mu-
sicales. A lo largo de su vida comentaría de continuo que él había
nacido entre fusas y corcheas, y que si no perseveró y concluyó
aquellos estudios, fue por la terquedad de la infancia y por querer
lucir sus uñas largas. Sin embargo, lamentaría una y más veces
que su padre no hubiese sido más rígido con él. No obstante, de
aquellas clases y de aquel ambiente familiar le quedarían los cono-
cimientos -no ignoraba los secretos del violín y de la viola- y la
sensibilidad que le caracterizó al respecto.
Así e s como se explica aquel empefto y entusiasmo que pon-
dría, años más tarde, en constituir, en 1923, la Asociación de
Profesores de Orquesta con Marrero, Manolo Bonnín, Ugo Pagani,
Guillermo Olsen y Rafael Hardisson, Este, "Amaro Lefranc",
compuso al efecto unas cuartetas, que incluso se imprimieron ,
definiendo a cada uno de los componentes. De don Francisco de-
cía: " E s don Pranoisco Bonnín/ (hoy destinado en Gerona) , bueno,
actjvo, afable... en fin/ una excelente p e r s o n a . / / Gran amigo de
las a r t e s , / desde El Cabo hasta La C u e s t a , / reclutaba en todas
partes/profesores p a r a o r q u e s t a . / / Cuando tuvo p r o f e s o r e s , / lo-
cal pidió a los ediles,/ y creó a los "protectores"/ para pagar los
a t r i l e s . / / A la música hace cisco/ y sus reglas todas viola,/
cuando toca don Francisco/ en nuestra orquesta la viola" •
14
E r a la "dorada" época del Salón Frégoli, De allí salió la
Filarmónica P o w e r y luego la Orquesta de Profesores. Llegó a
reunir unos 25 "artistas" y su dirección corrió a cargo de Pepe
Crosa. Además de los nombrados, entraban Ramón Baudet, Ma-
nolito Corbella, Giner, P o z u e l o . . . Pidió -¿y cómo no?-el edificio
del Marqués de Villasegura para los ensayos, así como el Teatro
Guimerá para los Conciertos.
Posteriormente, en 1928, presidiendo las actividades del joven
Círculo de Bellas A r t e s , organizó la Orquesta de Cámara del
Círculo, bajo la dirección del maestro Evaristo Iceta, llegando a
s e r un éxito rotundo el "Gran Concierto" que, con motivo de las
Fiestas de la República, se dio en el Guimerá el 15 de Abril de
1934. Hubo por aquellos días ciertas polémicas" sobre si la O r -
questa e r a del Círculo o del Municipio, por haberse integrado en
aquélla ciertos elennentos de la banda de éste ( 5 ) . "Llegué a p e r -
judicarme económicamente -escribiría- por exceso de confianza"^.
De tales actividades surgiría, en definitiva, como un "desgarro",
la Orquesta de Cámara de Canarias, predecesora de la actual
Orquesta Sinfónica de Tenerife.
P e r o sus ilusiones ¡rían mucho más lejos, solicitando de la
Dirección General de Bellas Artes la creación de un Conservatorio
Regional de Música, a partir de la existente Academia Municipal,
si bien, en oficio del Director General, de fecha 14 de octubre de
1929, se le comunicaba "no poder acceder a la creación del Con-
servatorio por no existir consignación en el Presupuesto vigente
para esos fines", aunque dejando en pie la promesa de dar validez
oficial a los estudios elementales que se cursaran en la Academia.
(6).
El Bachillerato
En 1883 -contando nueve aftos- ingresó en la escuela d"^e don
Antonio Martín Mirabal, situada en la calle del Castillo, para cur-
sar la enseñanza primaria.
Dos aftos después, "fui presentado por aquel maestro -escribe
en sus notas- al Concurso abierto por el Ayuntamiento para c o s -
tear el bachillerato. El examen se celebró en las Salas Constitu-
cionales, sitas en el Convento de San Francisco. Presidió el
15
Tribunal examinador el alcalde Duggi. Obtuve los diez s o b r e s a -
lientes exigidos, siendo el primer alumno que pensionó el Ayunta-
miento, el cual me regaló un libro, "El P a d r e Rivadeneyra", y
todos los libros del bachillerato".
A continuación recuerda los profesores que durante cinco
años le dispensaron sus enseñanzas: en primero y segundo c u r s o ,
don Ireneo González y don Diego Costa; en t e r c e r o , don E d u a r -
do Domínguez, don Juan Feria y don Juan Ballester; en cuarto,
don Juan Bethencourt y don P e d r o Ramírez; y, en quinto, don
Carlos Calzadilla y don A r t u r o Ballester.
De sus compañeros r e c o r d a b a a Santiago Cifra, José Maldo-
nado, Juan T a r q u i s , Luis Fernández, Alfonso Gorrín, Alfonso
Dehesa. . .
En 1891 realizó sus ejercicios de Reválida y obtuvo su título
de Bachiller. Contaba ya 17 años.
Su primer encuentro con la pintura
Desde muy temprana edad, y con esa mudable indecisión de
los niños, afirmaba querer llegar a s e r pianista, violinista, inge-
niero químico. . . y, al paso de los años y con más firme volun-
tad, pintor y militar. Esta doble vocación en él sería la definitiva,
pues viviría "empuñando o r a el pincel, ora la espada".
No llego a hacer memoria exacta de cuando comenzó su afición
por la pintura. Naturalmente, como todo niño, pintaba coches,
caballos, procesiones de S e m a n a S a n t a , . . P e r o no debieron s e r
garabatos tan infantiles como p a r a que su p a d r e , atento siempre
a cómo se manifestaría aquel músico frustrado, no le prestase
una inmediata atención, a p r e s u r á n d o s e a pedirle al pintor Ubaldo
Bordanova que le diese clase dos veces por semana. Corrían los
años de 1885 ó 188 7. P o r aquel entonces, ello le suponía unos
honorarios de doce pesetas mensuales. "Así - a ñ a d e - inicié con
buena base el estudio del género, pues Bordanova tenía un buen
concepto de la acuarela". ( 7)
Muerto Bordanova, s e encargó de* continuar su enseñanza
don Cirilo T o r r e s , con el que, si bien progresó en el dibujo, no
avanzó demasiado en el dominio de la acuarela, ya que "su in-
fluencia más bien fue negativa, pues me obligó a cambiar de t é c -
nica y nne enseñó otra muy relamida que asimilé totalmente". (8)
16
Venturosamente la olvidó pronto, pues habiendo llegado a su
casa a visitar a su padre el arquitecto Rodenas, acercándose al
muchacho que se hallaba enfrascado en manchar un cartón, al
tiempo que le decía: "jNifto! j La acuarela no se pinta así!", le
quitó los pinceles y extendió sobre la blancura del soporte amplias
pinceladas que el aprendiz, pasado el primer enfado, comprendió
que eran de una mano maestra.
I_as últimas lecciones confiesa haberlas recibido, algún tiem-
po después, del consumado acuarelista Felipe Verdugo -que mo-
riría en 1895-, con el cual asimiló, en breve plazo, el verdadero
concepto de la acuarela.
Y así es como siempre reconoció haber completado su pri-
mer aprendizaje. El resto, la perfección a que pudo llegar a lo
largo de su obra, fue fruto de su propia observación. Aquel ini-
cial proceso formativo, pues, aun a pesar del sistema de "clase
particular" en que lo adquirió, fue de signo claramente academi-
cista.
Había realmente una tradición de la acuarela en Tenerife. S e
ha inventariado una "Purísima", de hacia 1760, que por su téc-
nica parece haber sido fruto de algún experto miniador ( 9 ) . Ha-
cia 1742 trabajaba en L a Laguna, y en torno a 1797 en G a r a -
chico, el pintor y escultor Cristóbal Afonso, que fue discípulo de
Rodríguez de la Oliva y del que consta hallarse una acuarela en
L a s Palmas, fechada en 1788. (10)
Con el XIX, surgiría toda una pléyade de pintores que, con
mayor o menor dedicación, realizaron obras a la acuarela, Fun -
clonaba ya la Academia de Dibujo del Consulado del Mar y luego
la Provincial de Bellas A r t e s . Hay una primera generación en
la que cabe incluir a Lorenzo Pastor y Castro (1784-1860) ,
Fernando Estévez del Sacramento (1788-1854) , Juan Abreu
(h, 1789-1877) y otros. Una segunda generación puede integrarse
con Alejandro de Ossuna y Saviñón (1817-1887), Felipe M.
Poggi Borsotto (1836-1913), Nicolás Alfaro y Brevia (1826-
1905), Francisco Aguilar y Fuentes (1822-1905), etc. L a t e r -
cera, que practica la acuarela en los años en que nuestro pintor
comienza su aprendizaje, la forman, entre otros, Filiberto Lallier
Ausel (1844-1914), Pedro Tarquis de Soria ( 1849-1940) , Manuel
González Méndez (1843-1909), Eduardo Rodríguez Núftez (1857-
1899) , Felipe Rodríguez (nacido en 1860) , y los maestros de
Bonnín, Ubaldo Bordanova y Felipe Verdugo Bartlett.
17,
A esta seri-e de pintores que practicaron lógicamente el arte
de la acuarela de manera más o menos académica, hay que
agregar, a lo largo del mismo XIX, los pintores ingleses Alfred
Disten (Suffolk, 1793-Puerto de la Cruz, 1861) , John H. Edwards
(Funchal, 1830-Santa Cruz de Tenerife, 1891) , y Elizabeth Heaphy
(fallecida en San Remo en 1882), los cuales, "primero turistas
y más tarde afincados conversos de una geografía peculiar, ofre-
cieron a estas formas plásticas elementos importados de conside-
rable originalidad, entre impresionistas y folklóricos, que las
situaron en buen camino" (11). E n esa misma: línea trabajaría
Soledad Disten y Orea (nacida en 1837) , discípula de su padre,
Alfredo Diston, y de Elizabeth Heaphy de Murray. A ellos habría
que añadir otros nombres, más o menos pasajeros, como los de
Williams, Lasalle y Saint-Aulaire. Ello justifica, sin duda y como
punto de partida, el hecho de que con frecuencia en críticas p o s -
teriores s e relacionase el arte de Bonnín con la escuela inglesa.
P e r o habrá más motivos p a r a que así s e considerara.
T r a s aquellas lecciones recibidas, no se dedicó, como cabría
esperar, al asiduo cultivo de la acuarela, sino que "me dediqué
-decía- a perder el tiempo tontamente en aquel Ateneo Tinerfefto
donde discurseaban de lo lindo Mario Arozena y Juan Martí, ya
talluditos" (12), Y a pesar de que su padre alimentaba la ilusión
de enviarlo a estudiar a Roma, dadas s u s dotes p a r a la pintura,
recibió un desengaño cuando le habló de seguir la c a r r e r a de las
a r m a s .
La Academia Militar
En 189-2 -contaba ya 18 años- ingresó como voluntario en el
Regimiento de Artillería con la intención de acceder a la Academia
Militar de Segovia, en donde podría ser costeado como soldado.
El justificaría tal decisión vocacional alegando que la culpa de
ello la tuvo su compañero de niñez Pepe Maldonado. "Bueno,
-completaba- de Maldonado y de Nicolás Cáceres y de la tropa
de Artillería que iba todos los domingos a misa al Pilar. Yo vi-
vía enfrente de la iglesia y en esos años juveniles me entusias-
maba ver a los moldados. P e r o cuando vi que un día venía Nicolás
Cáceres vestido de cadete y otro día me enteré de que Pepito
Maldonado se marchaba a Puerto Rico para ingresar allí . . . , ya
no dudé más. Quise s e r también artillero" (13).
1 8 "
La decisión resultó irrevocable y comenzó a p r e p a r a r s e pa-
ra el ingreso en la Academia, recibiendo enseñanzas de Leocadio
Machado y los coroneles Membrillera y Estanislao Brotons.
En 1896 se traslada a Sfegovia con uniforme de soldado para
realizar las pruebas, obteniendo dos 14 -el sobresaliente en el
baremo de aquel entonces- en Aritmética y Algebra, respectiva-
mente. Con justificado orgullo -prueba de que en su interior e l '
pintor dormitaba pero no había muerto- deja constancia de cómo
en el examen de Dibujo el tribunal examinador se había congre-
gado a su lado admirando su ejecución de paisaje y figuras. No
obstante, al convocarse el segundo ejercicio cayó enfermo y tuvo
que r e g r e s a r a Tenerife.
Al año siguiente vuelve a Segovia y es entonces cuando su-
pera satisfactoriamente las tres pruebas del ingreso. Sin embargo,
perdió los dos primeros cursos porque el pintor despertó de
pronto, entregándose febrilmente a la acuarela, y ya de forma
definitiva. Sin duda alguna, las circunstancias ambientales en que
se halló fueron catalizadoras de aquella reacción al entablar co-
nocimiento amistoso con Daniel Zuloaga, acuarelista y ceramista,
y con su sobrino Ignacio, el gran pintor del mismo apellido. A
ello se unieron sus frecuentes desplazamientos a Madrid, visitando
sus museos, y el encuentro en el Palacio de Cristal con una
exposición de P a r a d a Pustel y Villegas. Y así fue como -comen-
taría- "me olvidé de las matemáticas y me volví a chiflar por la .
pintura"„ Había comenzado a aprender, como diría él, con el
gran maestro de la observación y del ejercicio,
Pue aquélla una época de ininterrumpido trabajo. No paraba
de manchar cartones que exponía habitualmente en el Bazar Bru
de La Granja de San Ildefonso, en donde la Infanta Isabel adqui-
rió en una de sus vacaciones cinco acuarelas, de las que sabe-
mos conserva una en la actualidad el Marqués de Lozoya.
Sin embargo, tras la primera fiebre de producción, se s e -
renó y compaginó el arte con los estudios, ganándose la admira-
ción de sus profesores y compañeros. Así, no es de extrañar
que, cursando en el tercer año de la c a r r e r a la asignatura de
Química, el profesor de la misma. Comandante Evaristo Monte-
negro, le pidiese que dibujara las láminas del nuevo texto de
Química Analítica. Y de sobreabundancia, le regaló una acuarela
que aquél le había solicitado. Sin duda que por la misma labor
ilustrativa que hizo de la asignatura se explica que llegase a s e r
19
el primer" alumno de la clase. Con todo, llegada la víspera del
examen final, dedicó la noche entera a p r e p a r a r l o , con lo que
obtuvo la máxima calificación. Consideraba a la Química "la llave
de la c a r r e r a " y, terminados s u s estudios, "pude hacerme -anota-
Ingeniero Químico en L o n d r e s " .
"Cuando en 1902 - e s c r i b e - se elevó^ al trono de España al
R e y Alfonso XIII, fue la Academia de Artillería a pie, en t r e s
etapas, a Madrid, y de la clase de Topografía me dieron la c o -
misión de ir a caballo a retaguardia de la columna p a r a levantar
el itinerario en línea recta de Segovia a Madrid con el fin de
regalarlo a S . M . e l Rey una vez puesto en limpio", A -medio
camino fue derribado ^por el caballo en un lodazal y tuvo que
tumbarse al sol para s e c a r sus r o p a s . De r e g r e s o a la A c a d e -
mia, no debió- mostrarse muy solícito en terminar el encargo e
ilustrarlo a la acuarela, puesto que s u s jefes creyeron conveniente
confinarlo durante once días en el calabozo p a r a que lo a c a b a r a .
Correctamente ultimado, '^así lo expuse - a g r e g a - al propio Doyi
Alfonso la noche en que, estando ya en su balcón de Palacio con
motivo del obsequio con que fuimos atendidos, la Reina Madre,
Doña María Cristina, al p a s a r por nii lado, me dio t r e s r o s a s
que desgraciadamente perdí en Segovia",
En 1901, e n la misma ciudad, no pudo zafarse a la tentación
de participar en la Exposición Provincial que allí se organizó y
obtuvo Medalla de Plata por las obras presentadas,
Al afto siguiente pintó dos "monumentales acuarelas" del Al-
c á z a r , antes y después del incendio, que quedaron adornando la
sala de profesores de la Academia, al igual que una t e r p e r a que
se destinó a la sala de máquinas. El calificativo empleado de
"monumentales" definiría desde entonces la concepción de muchas
de s u s obras posteriores, P e r o , además, hizo también por en-
tonces algunas obras al óleo, como "un paisaje de un metro y
medio, de Balsaín, que regalé p a r a la Biblioteca de la Academia".
Todavía realizaría unas Memorias sobre la Fábrica de A r m a s
de Oviedo, la luz eléctrica de Segovia, y la Fábrica de Pólvora
de Granada. P o r todas e s a s actividades fue propuesto por el
coronel Azuela para la C r u z Blanca del Mérito Militar que, en
efecto, s e le otorgó.
En 1905 salió de la Academia con el grado de P r i m e r T e -
niente. Allá en .Segovia quedó una novia .con la que sin duda
"perdió" aquellas r o s a s de la Reina Madre y la cual, pasados
20
los años, acudiría con su esposo a felicitar a Don Francisco
cuando el éxito de su Exposición en el Ministerio de Asuntos E x -
t e r i o r e s , en 1945,
Primer destino: Santa Cruz de Tenerife
Después de ocho años de ausencia, r e g r e s a b a a la Isla,
pues, con un medio de subsistencia garantizado -su vocación mi-
litar-, y con su vocación artística definida: la acuarela.
Con motivo de la visita de Alfonso XIII a Canarias en 1906,
pintó doce "tapices" gratuitamente p a r a ornato del Real Club
Náutico, en donde se le ofrecería al Rey un agasajo. P o r tal
colaboración desinteresada se le otorgaría a Bonnín el título de
Socio de Honor de aquel Club, Comenzaba ya a sonar su nom-
b r e .
Aquel mismo año se le nombró profesor de Dibujo del Centro
de Segunda Enseñanza de la capital, con lo que iniciaba la labor
docente de la que no iba a poder prescindir de por vida. P e r -
manecería durante 27 años en dicho puesto, "del que se me quitó
- e s c r i b e - durante la República,
L a vida del Teniente Bonnín en su destiño de la Batería de
San Carlos está salpicada de datos que valoran tanto su sentido
de la responsabilidad y disciplina, como su capacidad de inventiva
y su sentimiento de humanitarismo en el trato dado a la tropa.
Hacia 1911, hallándose como Jefe de Servicio, hizo su
entrada en el puerto un barco del Almirantazgo alemán, acompa-
ñándose con las salvas de rigor. El teniente Bonnín hizo caso
omiso de c o r r e s p o n d e r í a s , toda vez que no s e le habían t r a n s -
mitido las órdenes al c a s o . Ante lo acaecidp, el General March
que gobernaba la Plaza y había acudido al muelle a cumplimentar
al alemán, ordenó la inmediata reclusión del desatento teniente en
el Castillo de P a s o Alto, P a s a d o s algunos días y aclarados los
hechos, se le dio a Bonnín una satisfacción y se alabó pública-
mente su p r o c e d e r .
Activo por necesidad e ingenioso en extremo, p a r a las m a -
niobras nocturnas de tiro ideó una especie de pantalla .que, colo-
cada t r a s la batería, facilitaba, por una parte, la recepción de
las órdenes de disparo dadas a distancia por el Jefe y, por otra,
21
una puntería certera sobre el blanco, "TenÍBnte —le diría su co-
ronel- , siempre que visito la Batería me. sorprende usted con
innovaciones adecuadas". En el primer ensayo de tiro que se
hizo ayudándose de aquel artilugio, el blanco saltó hecho pedazos.
Reconstruido, p o r segunda vez fue destrozado. Visto lo cual, se'
suspendieron por aquella noche las maniobras por no contar con
un "blanco adecuado". No fue de extrañar, pues, que ya en su
casa hacia las once de la noche, se personasen en la calle ante
ella algunos elementos de la tropa, dándole las gracias a Don
Francisco por haberlos librado de pasarse la noche entre caño-
nazos.
Ni que decir tiene el regocijo de los soldados cuando pasaba
a ocupar el cargo de Jefe de Semana, por la evidente mejoría en
la calidad del rancho.
El Círculo de Escritores y Artistas
En el ámbito cultural santacrucero comenzaron pronto a ma-
nifestarse sus inquietudes, su espíritu de iniciativa y su capacidad
de organización. Así fue como, en 1908, fundó el Círculo de
Escritores y Artistas. De redactar los Estatutos se encargó el
poeta Luis Rodríguez Figueroa. Pedro de Cuezala diseño el s e -
llo correspondiente, V él iniciaba sus maneras de eterno pedi-
güeño siempre que en ello fuesen los intereses de la cultura y el
arte. S e dirigió a los medios a los que competía y pidió a tal fin
un local en el Instituto de Segunda Enseñanza, Concedido, em-
prendió los trabajos de ciertas reformas al caso, como fue abrir
luz cenital para las exposiciones. La primera en celebrarse fue
la de Gonziález Méndez y Valentín Sanz y algunas obras suyas.
La inauguración tuvo un carácter solemne, cooperando el Capitán
General Martitegui con el envfo al acto de la Banda del Regimien-
to. E n correspondencia, Bonnín le obsequió - s e iniciaba también
otro gesto ritual de su vida— con dos de sus acuarelas expuestas.
"El primero que visitó la exposición -anota con cierto orgullo-
dijo que le recordaba los salones de exposiciones de P a r í s " .
Allí dio clases de dibujo y pintura cory'untamente con Crosita.
Y para cubrir gastos se organizó un acto cultural en el Guimerá.
Desgraciadamente fue efímera la duración de aquel Centro allí,
22
pues tuvieron que abandonar el local del Instituto para establecer
en él la clase de dibujo que se impuso en el Bachillerato. Fue
hombre de una especial sensibilidad para dolerse cuando no se
secundaban las nobles y desinteresadas inquietudes y así, refi-
riéndose a aquel desenlace, añade: "Total, un abandono y un
desprecio incalificables por parte del Ayuntamiento",
BUMAOTECA.
El hogar RAFAEL ROCA
En julio de 1910 contrajo matrimonio con D^ Luisa Miranda
Reverón, hija de Don Benjamín J. Miranda, del Puerto de la
Cruz. Doña Luisa, que le sobreviviría en cuatro años, fue d e s -
de entonces y para siempre la compañera amable y cariñosa que
daría calor a su hogar, la más entusiasta de las admiradoras de
su arte e iniciativas y el más seguro consuelo en. los momentos
de desánimo. De su unión nacerían t r e s hijos: Francisco, nacido
el 17 de junio de 1911, que, iniciado en la escuela de su padre,
es otro de los grandes valores de nuestra acuarela y que
después de haber simultaneado igualmente el arte con la vida mi-
litar vive hoy en Barcelona; Antonio, nacido el 21 de diciembre
de 1913, Perito Industrial y Radiotécnico, que asimismo ha sido
teniente de complemento de Artillería, domiciliado en Santa Cruz;
y,finalmente. Marciana, que vio la primera luz el 17 de mayo de
1920 y vive en el Puerto de la Cruz casada con Oswaldo Reve-
rón P é r e z . He tratado asiduamente a estos hermanos durante los
días de la investigación que ha servido de base para este trabajo,
y la unión que existe entre ellos, el atento cariño que se mani-
fiestan, es un testimonio viviente de la armonía que siempre reinó
en el hogar paterno. L a vocación de Francisco se decidió viendo
pintar a su padre, el cual -asegura- le proporcionó la lección
más importante. "Mi academia fue mi padre", afirma. Antonio,
a lo más que llegó artísticamente fue a estropearle a Don Paco
una acuarela recién terminada, sobre la que el pequeño d e s a r r o -
lló una amplia línea helicoidal que podía presagiar el espectrogra-
ma de las ondas hertzianas o la técnica de los embobinados.
Maroianita fue siempre "la niña", "linda como un sol" -diría su
p a d r e - , y conserva toda aquella sensibilidad p a r a l a s cosas bellas
que tanto caracterizara al maestro.
23
Excedente entre 1912-1914. El Taoro
De 1912 a 1914 s e le concedió excedencia temporal en el
Ejército, Fueron aquellos dos años una época de intensa entrega
al arte. C9gió sus bártulos y se fue al Puerto de la Cruz. R e -
firiéndose a aquel momento, escribió: "Vendí en el Hotel T a o r o ,
dirigido por Gustavo Wildpret, una enormidad de acuarelas, pa-
gadas en libras esterlinas en o r o . . . Un joven quiso llevarme a
Londres para que pintar-a allí. Mi mujer se opuso. En Londres
se vendieron algunas acuarelas mías por iriple y cuádruple p r e -
cio'*.
En aquellos años, un gr-upo de jovencitas turistas, al ver
sus acuarelas, le pidieron les diera clase del natural. Y Don
Paco no pudo prescindir de su innata vocación docente. Una de
aquellas admiradoras se llevó cinco acuarelas suyas al Tirol,
S u fama de pintor comenzaba a trascender la Isla, Así lo
corrobora el hecho de que en 1912 la revista " L a Esfera", de
Madrid, reprodujera a color t r e s de las acuarelas de aquel mo-
mento: "El Pico de Teide", " L a Cueva de Almagro (Puerto de
la C r u z ) " y "Entrada a la casa de los marqueses de Cólogan",
acompañadas de un comentario del que cabe destacar el siguien-
te fragmento: "Da al paisaje aquellos matices .atmosféricos y
aquella vaporosa delicadeza que solamente proporciona la acua-
rela nnanejada por una mano experta consciente". " L a Cueva de
Almagro" fue -sin duda un acertado ejercicio de claroscuro, bus-r
cando el dominio del contraste entre luz y sombra.
Aquella labor portuense le merecería, hacia 1920, que se
le nonnbrase Hijo Adoptivo del Puerto de la Cruz,
James Paterson
Este notable paisajista inglés, nacido en Glasgow en 1854 y
muerto en Edimburgo en 1932, hermano del no menos notable
arquitecto y acuarelista Alexander Paterson, en esa época que
hemos de llamar del Taoro, se hallaba igualmente en el Puerto
de la Cruz, El espíritu de observación de Bonnín y su ansia de
perfeccionamiento entraron inmediatamente en juego. De él, sin
duda alguna, logró una enseñanza indirecta. "Tuve el honor de
convivir -anota en sus apuntes sueltos- artísticamente con el
célebre acuarelista inglés James Paterson, de quien admiré co-
24
s a s grandiosas, i..e vi pintar, sin que él lo notara, una acuarela
del antiguo Casino del Puerto de la Cruz en la callé Valois . . .
Yo pinté más tarde el mismo asunto dos veces . . . " Y, olvidán-
dose valientemente de su orgullo profesional, deja escrita esta
sorprendente confesión: "Detalle: copié una de sus acuarelas a
escondidas suyas en la casa donde residía amistosamente con
Doña María Boreham. E s a acuarela se la .vendí canallescamente
a un tacorontero que tenía un almacén en la calle del Castillo,
frente al B a n c o , , . " E s laudable la sinceridad con que reconoce
lo que pudo observar en la técnica de Paterson y admirable la
confesión que hace del que él reconocía sin duda como un plagio.
De todas m a n e r a s nos resulta demasiado duro el adverbio con
el que se autocensura -"canallescamente"-, ya que, de todas
formas la obra no dejaría de s e r una simple copia de un preten-
dido discípulo á un maestro, aunque, claro está, realizada con
desconocimiento de éste.
P e r o aquellos años del Puerto de la C r u z , tan r e p r e s e n -
tativos en el p r o g r e s o de su arte, pasaron pronto. En 1914 se
le concedió el ascenso a capitán, reincorporándose al servicio y
marchando con destino a África, con mando en la Batería G a -
llega, en Rafaif. El álbum familiar guarda algunas fotografías de
aquel año de ausencia y se conservan algunas acuarelas con m o -
tivos locales, tales como una portada á r a b e , de la colección de su
hijo Antonio, y unas cabezas de m o r a s , de la de Miguel Zerolo,
En 1915 r e g r e s ó a Tenerife.
Las Fiestas de Mayo
Sigue alternando su vida militar- con la producción artística.
Y no puede prescindir de su intervención en el ornato de los
actos públicos de la ciudad. Así, en mayo de 1919 erigió un
curioso monumento en la Plaza de la Candelaria con motivos
alegóricos al final de la P r i m e r a G u e r r a Mundial: una figura fe-
menina elaborada con pasta de cartón, sobre un medio mundo que
apoyaba en una elevada columna. Queda constancia de la factura
del carpintero: 1.000 p e s e t a s .
En 1920 se convoca por el Ateneo de L a Laguna un con-
curso de pintura; y Don Francisco obtiene el primer premio con
¡un óleo! con el que participó. En 1921 expuso en el Ateneo de
Santa C r u z .
25
Colaboraba tradicionalmente con la Comisión de Fiestas de
mayo y, según oficio de la Alcaldía de fecha 30 de enero de
1923, firmado p o r el alcalde Andrés Orozco, se le comunicaba
que "ha designado a usted para el cargo de Presidente de la
misma" (14), P u e aquel año cuando decoró, con Borges y Cla-
vijo, la Plaza de Candelaria con gigantescas r o s a s luminosas y
rombos. P e r o algún tiempo después "me quitaron el cargo" -hace
constar-, porque me gastaba mucho dinero, quedándome con la
pena de no haber llevado a cabo la gran Cabalgata Histórica".
Pennianeció en el puesto al menos hasta 1926, ya que en febrero
de e s e año firma la organización del programa como responsable
de la Comisión Permanente de Pestejos,
Cataluña
En 1923 lo ascendieron a comandante y en septiembre fue
destinado a Gerona. Esta marcha a Cataluña, en donde perma-
necerá durante casi un afto, va a ser muy decisiva en su arte,
al ponerle en contacto con los acuarelistas catalanes.
Apenas transcurridos dos meses de su llegada, realiza la
primera exposición de gran éxito, tanto ante los componentes de
la Agrupación de Acuarelistas de Cataluña, como ante la crítica
y público. Dicha exposición tuvo lugar en el Salón P a r e s del 10
al 21 de diciembre de 1923, en Barcelona. El salón para tales
fechas estaba ya cedido al famoso pintor Joaquín Mir. Al hablarle
de compartir la Sala con un pintor llegado de Canarias, puso
como condición previa ver el conjunto de las obras para observar
su calidad, Mir quedó entusiasmado con aquellas acuarelas de
Bonnín y accedió gustosamente a compartir con él la Sala, mon-
tándose los cuadros del uno y del otro frente por frente. Don
Paco presentó 37. cartones, de los cuales los 32 primeros eran
temas de Tenerife y ios cinco últimos "Aspectos de Gerona". Al
dorso del catálogo, Bonnín anotó algunos gastos que ascendían a
590 pesetas, de las que 50 habían sido abonadas "a Mir por el
Salón", y 160 pesetas por "molduras a P a r í s , 4 a 40 pesetas".
En una factura que más tarde le pasaría 'el Salón P a r e s se hace
el balance final con estas cifras: "Su haber: 5.580; su factura:
l , 3 l 3 ; a su favor (de Bonnín) = 4,267". El precio de las acua-
. relaé osciló entre 100 y 900 pesetas. Entre ellas había títulos
26
como "Jardín de la P a z " , "Martiánez", "El Molino de la Piedad",
"El Barranco de la Arena", " L a Iglesia del Realejo"... Y de
Gerona, "La Escalinata déla Catedral", de acertada composición
diagonal, que fue por entonces muy reproducida en la prensa, al
igual que "Al borde del Oftar", "de factura exquisita", incorpo-
rada al Espasa en la nota biográfica que se le dedicaría más
tarde,
L a crítica aparecida en la prensa dé aquellos días afirmaba:
"un acuarelista atildado y pulcro que dibuja y construye sólida-
mente antes de colocar sus composiciones . . . acuarelas de una
sorprendente nitidez, con todo el rigoj:' impuesto por los academi-
cistas. . . un siglo lejos de las pinturas de Mir y sin embargo se
sostienen perfectamente sobre a q u e l l a s . . . " ("Las Noticias"),
"Verdadero maestro en esta especialidad. , . dibuja a maravilla y
siente el color en grado eminente. . . Su paleta y su mano domi-
nan todos los efectos luminosos" (15). "Un acuarelista en toda
regla" ("La Vanguardia").
El éxito, pues, fue rotundo. Francisco Galofré Oller, P r e -
sidente entonces de la "Agrupado d'Aquarelistes de Catalunya",
le enviaba el 8 de enero de 1924 una carta autógrafa a Gerona,
dándole la felicitación "por el éxito merecido de su exposición úl-
tima en el Salón P a r e s " , e invitándole a que no cesase de "fo-
mentar el cultivo de esta difícil especialidad de la pintura. . . "
Unos días más tarde abrió una segunda exposición en el Ateneo
de Gerona, significando otro triunfo para su arte. Críticas igual-
mente favorables aparecieron en "El Autonomista", haciendo d e s -
tacar su "elegante transparencia" en "El Norte", "El Girones",
etc. Con motivo de esta exposición se le rindió un homenaje en
el propio Ateneo.
Del 15 de febrero de 1924 es el oficio por el que el Ayun-
tamiento de Santa Cruz de Tenerife, en la persona de su alcalde-
presidente Don Santiago García Sanabria, le transmitía "la más
cordialísima enhorabuena". Lo mismo había hecho el Real Club
Tinerfeño el día 22 de enero. Y la prensa de la Isla se hizo eco
de aquellos triunfos (16).
Quedaba consolidada su categoría de maestro de la a c u a r e -
la, y ligado ya para siempre con la Agrupación Catalana, en ín-
tima colaboración y amistad con Galofré Oller, José Civil, Luis
Roig Enseftat, Pablo Sabaté, Camins Revull, Valls Clusas. . . , y
los de la generación siguiente, en especial Ceferino Olivé. Con
27
aquella Agrupación expuso en el año 24 en Niza, y en abril del
36 en Suiza y asiduamente en las colectivas anuales que celebra-
rían en Barcelona. Si en alguna ocasión Bonnín no les rerfíitía
sus acuarelas, se lamentaban «dolorosamente. P o r su parte, él
los trae a Tenerife en junio de 1927, octubre de 1928, de nuevo
en febrero de 1929, y por cuarta vez del 24 de abril al 2 de ma-
yo de 1946, Quedó nombrado Socio Honorario de la Agrupación
de Acuarelistas de Catalufta el l 2 de octubre de 1928.
A su patrocinamiento le debería también el otro gran éxito
que Bonnín alcanzó en Barcelona con la exposición que montó en
las Galerías Layetanas del 22 de febrero al 6 de marzo de 1936.
La crítica volvió a s e r l e unánimemente favorable, destacándose
"la solidez de su técnica, la seguridad de composición de la línea
y la belleza límpida del color" (18) y lo exótico del ambiente" (19) .
Entre otras muchas felicitaciones, valga citar el oficio en que se
le transmitió la enhorabuena por parte del Círculo Artístico de
Barcelona, con fecha 3 de marzo de aquel año.
El Espasa
De las amistades que hizo allá, fue sin duda la más íntima
la que cultivó, por una p a r t e , con el Presidente de la Agrupación
de Acuarelistas, Francisco Galofré Oller, y, p o r otra, con el
por entonces Presidente del Ateneo Gerundense, Don Carlos
Rahola. Este fue precisamente el promotor de la inclusión de
Francisco Bonnín, como artista ya famoso, en el Tomo II del
Apéndice de la Enciclopedia Universal Ilustrada, E s p a s a Calpe,
en 1931. En las páginas 397-8, con un texto del propio Rahola,
se reproducen el retrato de Bonnín y dos a c u a r e l a s : " L o s Moli-
nos. de L a Orotava", y "Al borde del Oñar" -panorámica de
Gerona con la Catedral al fondo. P o r la duradera c o r r e s p o n -
dencia mantenida entre ambos a tal respecto, puede deducirse que
Bonnín no se manifestó muy entusiasta de la idea, por modestia
sin duda alguna, Don Carlos le escribe el 3 dé junio de 1928 y
le comunica que "aún hay tiempo p a r a p r e p a r a r los originales
destinados al Apéndice de la Enciclopedia. Conque, no sea usted
perezoso: dígame cosas de su vida y mándeme su retrato y r e -
producciones de algunas de sus o b r a s " . Insiste en pedírselos, en
carta del 28 de septiembre siguiente. Todavía el 11 de marzo de
28
1930 vuelve a la carga con la misma petición. Finalmente, al
pobre Rahola no le quedó más remedio que enviarle una tarjeta,
fechada el 2 de junio de aquel año, a Doña Gertrudis Segovia de
Guigou, suplicándole que "recomiende al amigo S r . Bonnín que
me remita con urgencia los datos y fotografías que le pedí," Así
fue como, al fin, los consiguió y pudo comunicarle a Don F r a n -
cisco, en carta del 15 de marzo de 1931: "Me complace partici-
parle que en el Tomo II del Apéndice de Espasa se ha publicado
la biografía de usted con reproducciones de algunas de sus o b r a s "
Homenaje en el Quisisana DE
RAFAEL JROCA
D e s p u é s de aquellos éxitos del S a l ó n P a r e s y el A t e n e o de
G e r o n a , en 1924 enfermó de ú l c e r a del duodeno -molestia que le
a c o m p a ñ a r í a durante largo tiempo- y en junio de aquel mismo a ñ o
r e g r e s ó p o r tal motivo a T e n e r i f e .
L o s a g a s a j o s y homenajes s e s u c e d i e r o n uno t r a s o t r o ,
siendo de d e s t a c a r el que s e le rindió p o r p a r t e de los medios
oficiales, Alcaldía, G o b i e r n o Civil y s e c t o r e s cultos de la ciudad,
en el Q u i s i s a n a , el domingo 14 de d i c i e m b r e siguiente. (20)
P r e s i d i e r o n el alcalde S r . L a R o c h e , el G o b e r n a d o r Civil inte-
rino S r . Domínguez M a n r e s a , el coronel de Artillería S r . M a u r i z
y los anligos S r e s . Guigou, R o d r í g u e z - F i g u e r o a - q u e ofreció el
a c t o - , Gil-Roldán, C r o s a , C a b r e r a , C r u z , R o m e r o , O r o z c o . . .
Hubo d i s c u r s o s y v e r s o s . E l S r . Domínguez M a n r e s a s e
m o s t r ó espontáneo poeta y e n t r e o t r a s estrofas leyó: " L a milicia
y el a r t e s e r e p a r t e n t u s h o r a s / E r e s hijo de Marte y d e s c i e n d e s
de A p e l e s / p a r a l u c h a r a l t e r n a s la e s p a d a y l o s p i n c e l e s / y Mi-
n e r v a te tiende s u s alas p r o t e c t o r a s " .
S i n e m b a r g o , lo m á s i n t e r e s a n t e en aquel acto fueron l a s
p a l a b r a s con que Bonnín a g r a d e c i ó aquel "homenaje -dijo- a mi
m o d e s t a e insignificante labor a r t í s t i c a " . L o que siguió p u e d e
c o n s i d e r a r s e un v e r d a d e r o Manifiesto estético p o r p a r t e del artista,
que definió p a r a s i e m p r e lo q u e e r a y s e r í a h a s t a el final el canon
con el que comulgaba:
" . . . m i gratitud i n m e n s a . . . p o r q u e habéis m i r a d o con c a r i ñ o
y d e m a s i a d a benevolencia e s t a labor m í a , que s e r á m a l a , p e r o
29
que siempre se ha inspirado en un deSnnesurado amor al terruño
y en propagar en ancho campo esta visión de arte en donde
amorosamente se confunden esta luz que dora los paisajes de mi
tierra, las sorprendentes tonalidades de su rica flora y este cielo
transparente y sutil que alegra la v i d a . . . ¿mis anhelos? L a p r o -
paganda más entusiasta de este bello paisaje, de sus floridos y
artísticos rincones, de sus incomparables jardines, verdaderas
orgías; de color, de la sutileza y esplendidez de su cielo; todo lo
que produjo en los albores de mi vida artística huella indeleble en
mi alma siempre .predispuesta al sentimiento de lo bello y que
forjó desde entonces mi temperamento artístico con carácter p e r -
fectamente definido de localismo. Mi afán de difundir lo que es el
alma canaria en esta modalidad del arte, no tiene límite; y en
este sentido jamás he desmayado, trabajando sin cesar, sin d e s -
canso. . ,
. . . la crítica sabrá si eran buenas o eran malas; solo yo
sé que en mis acuarelas puse todos mis amores. ..
. . . mi gratitud a esta prensa tinerfefta tan benévola con mi
persona, tan afectuosa para conmigo y que tan inmerecidamente
ha ensalzado mi modesta labor artística.,." (21)
Creo que el texto es lo suficientemente elocuente por sí mis-
mo y tan ceñidamente expresivo del arte de Bonnín, como para
hacer innecesario cualquier comentario.
El Círculo de Bellas Artes
A lo largo de toda su vida, siempre que se le preguntaba
por su familia, Don Francisco contestaba: "Yo tengo cuatro hijos:
Paco, Antonio, Marcianita y el Círculo de Bellas Artes",
y así fue, en efecto. El Círculo de Bellas Artes de Santa
Cruz de Tenerife, que ha capitaneado -o aglutinado, o secundado
o protegido- durante ios últimos 50 años -están próximas sus
"Bodas de O r o " - todas o casi todas las manifestaciones culturales
de la capital santacrucera, es el cuarto de los hijos de D. F r a n -
cisco Bonnín Guerín. Y resultó, de verdad, el motivo obsesio-
nante de sus desvelos, y también, por la dedicación absoluta con
que s e entregó a él, el único enamoramiento extramatrimonial que
pudo provocar los celos de su amable esposa Doña Luisa.
'30
Todavía se recuerda en la capital isleña la "época dorada"
del Salón Frégoli, L a "troupe" de " L o s Fregolinos" que en los
últimos años han dulcificado nuestras Fiestas de Invierno, ha man-
tenido viva la memoria de aquella Sociedad. Evolución, y sin du-
da también superación, del Salón Frégoli es el actual Círculo de
Bellas A r t e s ,
He aquí sucintamente cómo se desarrolló el proceso:
Bonnín fue admitido como socio del Frégoli el 5 de diciem-
bi-'e de 1924 (22). El 29 del mismo mes y año fue elegido P r e -
sidente , tomando posesión de tal cargo en Junta celebrada el 24
de enero de 1925. En Junta Directiva del 1 de Septiembre del
mismo año, se acordó por mayoría el cambio de nombre del
Frégoli por el de Círculo de Bellas Artes y llevarlo a la Junta
General. Esta se celebró el día 7 siguiente y se aprobó por ma-
yoría el cambio de la denominación. Nació, pues, el Círculo san-
tacrucero el 7 de septiembre de 1925, quedando oficialmente
autorizada dicha transformación por parte del Gobierno Civil de
la provincia el 28 de igual mes y año.
Don Francisco, a tal respecto, se expresaba así: "1924.
Presidente del Salón Frégoli, Sociedad en decadencia social y
artística. Cargo que acepté a condición de b o r r a r su funciona-
miento y convertirlo en Círculo de Bellas Artes, suprimiendo toda
clase de juegos, cantinas, etc. S e suscitó una lucha de opiniones
en contra de mis propósitos, pero afortunadamente en una vota-
ción reñida logré mayoría de votos, quedando aprobado el cambio
de nombre. Vi los cielos abiertos. Con ayuda de P e d r o Ramírez
(en espíritu) y Rafael Hardisson quedó constituido el Círculo con
su Reglamento, Mi primera obra fue buscar dinero para conver-
tir aquella cueva histórica donde vivió la Filarmónica Santa C e -
cilia, de grato recuerdo y triste fin, en la más ínfima sala actual
de exposiciones, escenario, plateas; etc. P a r a ello tuve que v e n -
der acuarelas, destinando esta venta a las obras. Tuve la suerte
de que la Compañía de Construcciones, viendo mi entusiasmo, no
me cobrara nada por la mano de obra, costeando yo materiales,
los hierros, cemento, ladrillos, claraboya, etc."
L a "lucha de opiniones" a que se refieren estas notas, en
aquella Junta General del 7 de septiembre de 1925, queda r e s -
paldada en una certificación expedida el 14 siguiente por el Se-^
cretario accidental de la Sociedad "Salón Frégoli", Don Manuel
Zamorano C a b r e r a , con el Visto Bueno del Presidente accidental
31
-Don Francisco estaba enfermo-, Don José Abreu. En ella se
copia para Bonnín del Acta correspondiente, lo que sigue:
". ..seguidamente hizo uso de la palabra el S r . Gil-Roldán para
apoyar el anterior dictamen; intervienen en la discusión de este
extremo, en favor del mismo, Don Manuel Zamorano y el que
suscribe, y en contra los seftores Clavijo T o r r e s , Alba y Rosa
Reyes. El señor Presidente, creyendo suficientemente discutido
este punto, lo somete a votación, aprobándose dicho dictamen..."
E s necesario insistir, aun siendo público y notorio, en que
"el Círculo de .Bellas Artes se edificó en s u s primeros años s o -
bre acuarelas de Francisco Bonnín. Estas acuarelas fueron sus
ladrillos más ilustres'*^ (23). L a s cbras fueron ciertamente largas
y costosas, no ternninándose definitivamente la reforma del local
hasta el 12 de mayo de 1927, fecha en que se celebró un acto
oficial de inauguración, P e r o entretanto no había dejado de funcio-
nar el Centro, gubernativa y culturalmente. Así, según acta del
14 de marzo de 1925, se aprobó la cuota de cinco pesetas men-
suales, que regiría desde abril. En la misma sesión se acordó
que la cantidad a abonar en concepto de entrada como socio fuese
de cincuenta pesetas.
De enero del 26 he hallado una carta muy significativa y sa-
brosa con la que Don Francisco Bonnín enviaba a los hermanos
Juan y Nicolás Martí Dehesa dos acu-arelas "para que den lo que
quieran" por ellas, ya que "su producto será exclusivamente d e s -
tinado a beneficio del Círculo de Bellas Artes", puesto que -aún-
estaba "en la faena de organizarlo decorosamente".
En una convocatoria a Junta del 13 de julio del mismo año,
figuran los nombres siguientes: Secretario, José V. López de
Vergara; Presidente, F^rancisco Bonnín Guerín; Junta Directiva:
Ramón Gil-Roldán, Pelayo López, Manuel Zamorano, Sebastián
Zamorano, Guillermo Olsen, Carlos Pestañaj Luis Díaz de L o -
sada, Juan Claverie, Eduardo Westerdahl, José M, Guimerá,
Pedro Ramírez, José Domínguez, Pedro Cuezala y Francisco
Borges. Quedaban en ella, pues, perfectamente representados,
todos los sectores de la cultura de la Isla en aquellos rnomentos»
El 20 de enero de 1927 s e redactó el proyecto del Regla-
mento de la nueva Sociedad, con firma del secretario -ilegible-
y el V2 B2 del presidente, Francisco Bonnín. Fue presentado al
Administrador de Rentas el 8 de febrero siguiente y el día 26
al Gobierno Civil "a los efectos de la L e y de Asociaciones".
32
0.87222o*
DOH MífflüEL ZMORMO.ÍABEERAjSEGEETAEIO.ACGIDENTAl W. U.
SOCIEDAD " SALOHFEBGOLI",am:CIlIA EN KSTA CAPITAt.
C E R T I 1 I C O ; Cine en el liteo de actas &e Jun-,
tas Generales de la Sooledad " Salón Fregoli." constan
los paptiottlapes que a continuación se tranacii'tañs re-
lativos a la üjodificaolón de nomtre de esta Sociedad,
en el acta de la Sesión de Junta S»eñeral extraordinaria
celebrada pop acuepdcide su Junta Dipectiva el dia siete
de Septiembre de iail noTecientdS Teinticincc,.dice.asií
"A.continuación diose'lectora del informé de la po-
nencia nombrada por la Junta General extraordinaria úl-
timamente celebrada, papa estudiar la oonvéniencia del
cambio de nombre de esta Sociedad por el de "Cireulo de
Bellas Artes".
Seguidamente hizo uso de la palabra el SeSop Gil-Eol
dan para^apoyar el antepiop dictamen, interrieneii en la"
discuBsión de este extremo en favor del mismo Don Manuel
2amorano y el que suscribe, y en contra los señopesGla-
vijo Torres, Alba y la Eosa Reyes.
El Sefíor Presidente creyendo suficientemente discu-
tido esta puntoy lo 'somete a votación, aprobándose di-
cho dictamen, con el voto en contra de los Sres. Clavi-.
jo Torres, Alba, FreiXa, Santaélla ( Augusta ) y La Ro-
sa Reyes ( D. Juan }.' • ,
ÍJuedando pop lo tanto: cambiado el nombre de esta So-
ciedad por el de " Circulo de Bellas Artes "
Y para 'que conste extiendo la presente de dpdén y "
con el visjtO'bueno'del SP. l^ésidente, sellada con,e£
de la Sociedad en Santa Cruz de. Tenerife a ^oJ^íXtlci,': de.
Septiembre de mil noveoiento veinticin&
Vfl B2 -
'RESIDENTE ACCIDEHTAL,
j,.=:!í33«l; C6Ws>-^-_
Certificación en la que se recoge parte del Acta de la Junta General del 7
de Septiembre de 1925, en la que se acordó cambiar el nombre de la
• Sociedad "Salón Frégoli" por el de "Círculo de Bellas A r t e s " ,
33
P o r último, se lee esta coletilla final: "En Junta General Extra-
ordinaria del quince de los corrientes quedó modificado el Círculo
con arreglo al presente Reglamento. Santa Cruz de Tenerife, 16
de Marzo de 1927. Firmado: El Secretario (ilegible), V ^ B&,
El Presidente: Francisco Bonnín". S e imprimió el mismo afto.
L a fiesta inaugural, decíamos, se dio el 12 de mayo de
1927. Don Francisco anotaba gozosamente: "El mismo día del
53° aniversario de mi nacimiento". En el programa oficial se
puntualiza: " S e ruega el smoking". S e desarrolló el acto en tres
partes. S e inició la primera con "palabras" de Eduardo Wester-
dahl, seguidas de música y un recital de canto ejecutado por Do-
lores Trujillo de Gorostiza. En la segunda parte s e escenificó
" P o r el Dolor, la Alegría", en dos cuadros, original de "Amaro
Lefranc" -Rafael Hardisson-, en conmemoración del P r i m e r Cen-
tenario de Beethoven. Y la tercera estuvo dedicada a un con-
cierto al violín por Aurelio Nanclares.
Quedaba así, y p a r a siempre, oficialmente inaugurado el
Círculo de Bellas A r t e s , "cuarto hijo" de D. Francisco Bonnín.
L a s diversas Secciones -Literatura, Música, Pintura...—
comenzaron a funcionar inmediatamente. Historiar las actividades
del Círculo en estos 50 años será historiar la vida cultural de
Tenerife.
Y Don Francisco siempre pedigüeño y dando "arte por
arte". S u voluntarismo llegaba al extremo de embarcarse en al-
quileres y compras "a plazos", sin más fiador que su propia
persona y sus-acuarelas. Así adquirió, de la firma P é r e z Soto,
el 20 de febrero de 1925, un piano -no consta en documento la
marca- valorado en 3.260 pesetas, mediante la entrega inicial de
140 y el resto a pagar en cuatro años, firnnando como "arrenda-
tario" P . Bonnín, "fiador y principal pagador". T r e s años más
tarde no había pagado los plazos ni devuelto el piano, por lo que
s e le comunicaba que se procedería al día siguiente a retirárselo.
Allí se crearon las clases gratuitas de dibujo (24). Las
exposiciones de arte, los conciertos, los ciclos de conferencias,
fueron constantes. P e r o , para Bonnín había m á s . Personalmente
realizaba incluso las labores que pudieran considerarse r e s e r v a -
das a unos subalternos que no se podían tener porque no s e les
hubiese podido pagar: montar un cuadro o una decoración, col-
gar una cortina, trepar a una escalera, subir, bajar. . . siempre
poniendo en juego "su sentido del trabajo incansable", pero también
"su graciosa dedicación lúdica" (25).
34
Cierto que, en ocasiones, "como todo gran artista, su adap-
tación a la realidad fue siempre contradictoria. Unas veces usó. . ,
una especie de despotismo ilusionado; otras, la democracia de
mano abierta que le exigían esas nuevas generaciones que él en
todo momento trató de apoyar, servir y mejorar...", y así, la
democracia, genuina, la genuina, no fue nunca abandonada" (26).
E s bien significativa, respecto a su mandato de Presidente,
la siguiente cita de Eduardo Westerdahl -testigo de excepción-,
cuando, refiriéndose a aquel Círculo "de Bonnín", asegura:
"Obra amarga y llena de sacrificios que nunca habremos de
agradecerle bastante", declarando a continuación: "Acaso, en plan
de confesión, buena o mala, la vocación crítica del que esto e s -
cribe fuera despertada por el sentido acogedor y entusiasta de
este hombre que en un medio anodino acogía siempre toda mani-
festación del espíritu sin fijarse en el matiz o tendencia" (27).
Bonnín tuvo conciencia de tantos "sacrificios personales que
en orden espiritual y económico me ha costado este resurgimiento
artístico de Tenerife, acometiendo una empresa superior a mis
fuerzas, sin más aliciente que mi propia y personal satisfacción".
(28)
Sin embargo, después de casi once años de dura brega ri-
giendo los destinos del Círculo, en junio de 1935 presentaba la
dimisión. Hay en el archivo familiar unas cuartillas escritas de
su propia mano, al final de las cuales anotó: " . . . para leerlas
esta tarde en el acto de hacer entrega a mi dignísimo sucesor
Don Domingo Cabrera Cruz". Escribe: "Hoy he cumplido mi
segunda etapa presidencial y. . . he sido nuevamente reelegido.
Lo agradezco profundamente, pero tengo que objetar que mi avan-
zada edad de 52 años me aconseja debo cumplir un deber con-
migo mismo: el de aprovechar estos últimos años de energía que
me restan para superarme en mi arte, en mi pintura. Tengo el
deber de legar el máximum de mi esfuerzo pictórico; y aunque no
llegaré a donde quisiera, es mi deber llegar hasta donde se pue-
da. Para ello no omitiré sacrificio alguno, siendo el mayor de
todos dejar esta Presidencia. . . En este constante bregar mío de
once años, durante los que reconozco haberme equivocado algu-
nas veces, he encontrado satisfacciones íntimas muchas... r o -
gándoles acepten mi retiro y, al propio tiempo, acepten como su-
cesor mío, digno, dignísimo, al S r . Domingo C a b r e r a . . . Y mi
última frase será hacer constar que no me voy ni fracasado ni
vencido". 35
P o r su parte, Domingo Cabrera Cruz, al tomar" posesión
dé la Presidencia, en un discurso desarrollaría el tema siguiente;
"Bonnín, creador de la tradición artística del Círculo". Desde
aquella fecha, Don Francisco pasó a ser Presidente de Honor
del Círculo de Bellas Artes de Tenerife.
Mentalidad abierta.
Todas las tendencias artísticas
Su espíritu acogedor, su entrega a secundar inquietudes,
tuvo un sentido especial respecto a sus amigos artistas. Cuando
a alguno de ellos había que prestarle una ayuda económica,pon-
gamos por caso, ante la perspectiva de un viaje de estudio al
extranjero, no dudaba en echarse a la calle a postular*, encabe-
zando él mismo la lista. Así ocurrió cuando en 1928 a. Francis-
co Borges Salas se le presentó la oportunidad de m a r c h a r a
P a r í s para tomar lecciones de Bourdelle. " Yo comprendí -escribe
Bonnín- que había que mandar a Borges a P a r í s y nne eché a
la calle a pedir dinero para él. Poca cosa logré, pero fue la
cantidad suficiente mínima para llevar a cabo su deseo y el mío".
Colaboraron en la ayuda: Francisco La Roche, Leoncio Rodrí-
guez, Casino de Tenerife, Tomás Zerolo, Ángel Romero, Luis
Díaz de Losada, Hermanos Martí, Ramón Baudet, L a r a , Felipe
Ravina, Manuel Bonnín y el Círculo de Bellas A r t e s . Logró r e u -
nir 1.795,95 pesetas, de las cuales, "la noche que le embarqué
para P a r í s le-entregué 500 pesetas para sus gastos. Una vez
que llegó a P a r í s le fui mandando cantidades pequeñas para que
se fuera defendiendo". En efecto, ingresó el resto en el Banco
Hispano Americano y hay constancia de las transferencias al
Lloyds and Kíational Provincial Foreign Bank, Ltd. , para que
se abonasen los envíos parciales a Borges en P a r í s , al menos
desde el 2 de junio de 1928 al 14 de enero de 1929. Muerto
Bourdelle, su discípulo se vio precisado a r e g r e s a r a Tenerife.
He citado el juicio de P é r e z Minik -otro testigo excepcional-
respecto a que, mientras Don Francisco estuvo al frente del
Círculo -y lo mismo posteriormente como responsable de la S e c -
ción de Pintura-, "la democracia genuina, la genuina, nunca fue
abandonada". Y ello, tanto en el gobierno interno del Círculo co-
mo en la acogida que dio al resultado de la votación efectuada en
Junta General del 1 de julio de 1932, en virtud de la cual se
tomó el acuerdo de modificar el artículo 27 de los estatutos s o -
36
cíales, autorizándose, "dentro de cada Sección facultativa, la
formación de grupos autónomos cuya labor artística será comple-
tamente independiente de lá labor oficial que realicen las directivas
de las S e c c i o n e s . , . " Quedaba así garantizada la libertad de a c -
ción, responsable, dentro del Círculo.
Respecto- a lo segundo, apenas había tomado a su cargo la
Presidencia, fue una de sus primeras diligencias escribir a todos
los centros hoteleros de la Isla pidiendo se le informiase de la po-
sible presencia de artistas extranjeros para ofrecerles la Sala
del Círculo. De esta manera se explica que por aquellos años
desfilaran por ella expositores representativos de todos los estilos
en boga: realistas, expresionistas, surrealistas, independientes . . .
Sucintamente, piénsese en la exposición de Borges en enero de
1928; en mayo del mismo año exponía Otto Hettner, profesor de
la Escuela de Bellas Artes de D r e s d e ; el 1 de diciembre se
abría la exposición de Osear Domínguez y Lily Guetta, del Salón
de Independientes de P a r í s ; Aguiar lo hacía el 11 de marzo de
1930; Bruno Brandt, en octubre de este año y en noviembre de
1931; el italiano Rafaelli Bussoní tuvo a su disposición la Sala
del 19 de enero al 1 de febrero de 1930; José Dentzinger, de la
Academia de Bellas Artes de Munich, expuso el 25 de junio de
1931; y a él le siguieron, del 10 al 26 de agosto, Paul Mechlen,
acuarelista de la Asociación Artística de Hamburgo; la sueca Ir-
ma Strobel, etc. O s e a r Domínguez exponía su famosa muestra
surrealista del 4 al 15 de mayo de 1933, en la segunda S a l a , p a -
trocinado por Gaceta de Arte; y del 22 al 26 de enero de 1924,
vencidas las primeras dificultades, el Círculo organizaba, en la
planta baja del Cabildo Insular, la primera exposición del alemán
Hans Tomferock, teniendo lugar la segunda ya en la sede social,
a partir del 7 de noviembre de aquel mismo año.
P o r otro lado, en el Curso 1931-32, según constancia de
una cuartilla mecanografiada del Archivo Bonnín, sin fecha, se
determina que "el Círculo de Bellas A r t e s , con el propósito de
abrir un ancho cauce a las artes plásticas, organizará a partir
del presente año una exposición anual de pintura, dibujo y escul-
tura que, bajo el signo de "Independientes", recogerá, sin limita-
ción, todas laó manifestaciones que de esta índole artística se
produzcan en la provincia. , , "
37
Bruno Brandt
De aquellos expositores del Círculo de Bellas A r t e s en los
años 30, hemos de destacar las dos muestras realizadas por el
pintor berlinés Bruno Brandt P a r d o , que acabó afincándose en
Breña Baja, L a Palma, Y ello, por la repercusión que tuvo en
la que hemos de llamar segunda etapa de Bonnín.
Nacido en Berlín en 1893 y formado en la Academia de
Arte de aquella ciudad, dedicó gran parte de su vida a viajar.
La P r i m e r a Guerra Mundial le sorprendió en Espafta. En 1930
viene a Canarias y llegará a conocer todas nuestras islas a puro
pie. En Madrid, de vuelta, expuso en el Círculo de Bellas Artes
acuarelas y óleos con temática canaria. Obras suyas se conser-
van incluso en el Museo madrileño de Arte Moderno. El gobierno
español le otorgó una casa en El P a r d o , motivo por el que se
incorporó este topónimo como segundo patronímico. Vuelve a A l e -
mania y sigue viajando. S e casa en Dinamarca con Ida Elise
Jensen, adquiriendo la nacionalidad danesa.
Después de varias vicisitudes, vuelve a Canarias hacia
1948-49, estableciéndose definitivamente en Breña Baja, en donde
muere en octubre de 1962 (29).
Durante su primera estancia aquí, celebró en el Círculo de
Bellas Artes de Santa Cruz,' que presidía Bonnín, dos exposi-
ciones: una, del 20 al 30 de octubre de 1930, con un total de 41
obras, en su mayoría acuarelas. Al dorso del catálogo escribió
Don Francisco: "El miércoles 22 de octubre se obsequió por el
Presidente del Círculo a este insigne artista con una reunión ín-
tima entre pintores y un refresco de cerveza y pastas. Asistie-
ron: Francisco Bonnín, Cuezala, T o r r e s E d w a r d s , Ismael, Ma-
chado, Pestaña (Ernesto), Ravina, Matthys, representante de
"La T a r d e " (Ismael Domínguez). Faltan Sánchez, Fariña".
L a segunda exposición de Brandt tuvo lugar del 1 al 12 de
noviembre de 1931 y entonces mostró 26 obras.
38
Desde el primer encuentro con su forma de pintar, Bonnín
fue ganado por la técnica de Bruno Brandt y comentaba que tenía
que s u p e r a r s e . Admiraba en él su espíritu de trabajo, afirmando
a tal respecto: "Brandt es un hombre terrible". Consecuente-
mente, ensayó por aquellos años las maneras del alemán, de sig-
no expresionista con su amplia y suelta pincelada, lo cual, a
Bonnín le malquistó con todos sus antiguos y gratuitos coleccio-
nistas que le pedían macetas cargadas de rosas y balcones con
enredaderas" (30), Muchos le criticaron aquella "desviación",
"porque no respondía a su temperamento" (31),
No obstante, otros supieron ver lo positivo de aquellos " p r o -
cedimientos hasta entonces inéditos", Don Domingo Cabrera Cruz,
en la conferencia pronunciada en el Círculo con motivo de la
clausura de la exposición que allí se organizó como homenaje
postumo al "Maestro" el 29 de mayo de 1964, declaró: "Yo con-
servo una de las m á s revolucionarias acuarelas de esta época,
"Tormenta en Martiánez", . , que hizo exclamar al propio Brandt;
"¡Gran acierto!". Más adelante, Bonnín manifestaría: "Hay que
cambiar. No quiero quedar rezagado, quiero incorporarme a los
que avanzan, quiero avanzar yo mismo; pero sin romper, sin
desgajarme de los maestros del pasado" ( 3 2 ) .
P e r o no tardó en alejarse de las maneras de Brandt, aun-
que de aquella experiencia saldrían sus posteriores cartones do-
tados de mayor soltura.
DE
Gaceta de Arte EüFAEI RQGJk
Si bien Bonnín no estuvo esencialmente ligado a la gloriosa
revista " G a c e t a de A r t e " , sin e m b a r g o , c o m o nacida dentro de
la S e c c i ó n d e L i t e r a t u r a del C í r c u l o , v e a m o s de qué modo s e
manifestó r e s p e c t o a ciertos m o m e n t o s de su existencia.
E n el " P r o y e c t o d e la labor a r e a l i z a r p o r la S e c c i ó n de
L i t e r a t u r a durante el C u r s o 1 9 3 1 - 3 2 " , con fecha 29 de n o v i e m -
b r e de 1 9 3 1 , se h a c e c o n s t a r en la introducción "el d e s e o de
que su l a b o r . , , alcance u n a máxima independencia de c r i t e r i o ,
disciplinada s i e m p r e " y s e q u i e r e ; " m á s que r e s p e t o , atención
p a r a m u c h a s de s u s a c c i o n e s , difíciles, como la p r o p i a " G a c e t a
de A r t e " , cuya confección r e s p o n d e r á a una n e c e s i d a d sentida
39
de depuración crítica sin otra tendencia que no sea la de una fi-
gura actual abierta a todos los runnbos de la cultura". S e e s p e -
raba con ello, .. contribuir a la formación de un público preocu-
pado por las últinnas tendencias e s t é t i c a s . . . " A renglón seguido,
Se programan las actividades a realizar por la Sección. P a r a el
15 de enero de 1932 s e preveía: "Comienza la publicación men-
sual de "Gaceta de Arte", encargada de realizar una crítica
depurativa en las islas e importar las modernas tendencias artís-
ticas europeas. L a Sección de Literatura se reserva completa
autonomía en la dirección artística de esta Gaceta, Con referen-
cia a la Administración, si la Junta de Gobierno del Círculo de
Bellas Artes acuerda subvencionar esta publicación, podrá fis-
calizarla. En caso contrario, esta Sección s e reserva también
la plena autonomía en la cuestión administrativa. Esta publicación
constará de cuatro páginas, con formato corriente de periódico y
en papel satinado que admita el fotograbado. L a dirección estará
a cargo de D. José Arozena y de D . Osear P e s t a ñ a , . . " (33).
Todo el proyecto fue aprobado en Junta de Gobierno el 30 de
noviembre de 1931.
Aunque se pensaba que el primer número saliera a la ca-
lle el 15 de enero de 1932, se retrasó en medio mes, haciéndolo
el 1 de febrero siguiente. De subtítulo llevaba: "Expresión con-
temporánea de la Sección de Literatura del Círculo de Bellas
Artes de Tenerife", Además de su director,Westerdahl, la plan-
tilla de redactores quedaba constituida por Domingo P é r e z Minik,
Francisco Aguilar, Osear Pestaña, Ramos, Domingo López
T o r r e s y José Arozena Paredes, Como secretario de Redacción,
Pedro García Cabrera.
L a revista, en los primeros tiempos, como parte del Cír-
culo, recibía "modestamente" una subvención de cuarenta pesetas
mensuales. Posteriormente, al conseguirse del Ayuntamiento una
ayuda de 3,000 pesetas, se otorgaron a "Gaceta de Arte" 750.
L o que significó la revista en la vida cultural tinerfefta -y
más allá de la Isla- a lo largo de los 38 números que se edita-
ron, por una parte es harto conocido para todos cuantos siguie-
ron su existencia, y, por otra, ha sido debidamente estudiado
por nuestro amigo y compañero Fernando Castro Borrego con
su Memoria dé Licenciatura "Visión Estética de Gaceta de Arte",
leída en Madrid en 1972. Lástima que la penuria editora que
padecemos no haya facilitado su publicación. Graciosamente, este
40
compañero me cede estos datos: " L a revista, en sus 38 núme-
r o s , publicó 265 artículos, de los cuales 64 son sobre Arte,
divididos así: 48 de Pintura, 6 de Escultura y 12 de Arquitec-
tura, En torno al Cine se publicaron 7 interesantes artículos y
el resto sobre materias diversas, pero especialmente sobre L i -
teratura, Teatro, Novela, Poesía, etc."
Bien se comprenderá que, con la categoría de fondo y la
proyección internacional que alcanzó "Gaceta de Arte", presti-
giando al Círculo puesto que era fruto de una de sus Secciones,
le doliera tanto a Don Francisco Bonnín cuando necesariamente
hubo de independizarse. No fue ciertamente muy explícito al ma-
nifestar su justificable dolor, pero sí nos dejó alguna expresión
bastante significativa. Así, por ejemplo, en una cartulina-anuncio,
impresa, de la conferencia que el D r . Dominik Josef Wolfel da-
ría sobre " L o s indígenas canarios, problema central de la antro-
pología" , patrocinada por "Gaceta de Arte" y organizada en el
Salón de actos de la Mancomunidad el día 28 de diciembre de
1932, Don Paco escribió en los márgenes de la misma, lo si-
guiente: "Este acto debió haberse efectuado en el Círculo o al
menos haber sido presidido por el Círculo, supuesto que "Gaceta
de Arte" en esta fecha e s , pública y oficialmente, órgano de
determinado sector intelectual del Círculo de Bellas A r t e s . F .
Bonnín".
Y más tafrde, cuando presentó su dimisión de la Presiden-
cia, hizo constar: "Llevamos tres cursos sin contar con la
colaboración de elementos valiosos que desgraciadamente nos
abandonaron..." Conociendo hasta dónde se había entregado Don
Francisco al Círculo y hasta qué punto amaba sus actividades,
fácilmente se comprende el dolor que le causara aquel desgarro.
Eduardo Westerdahl, el 22 de mayo de 1933, le había e s -
crito una breve carta en la que, justificadas las razones por las
que había dimitido de la Vicepresidencia de la Sección de Lite-
ratura, destacaba al final admiradoramente: " . . . y quedo a su
particular servicio; como siempre".
41
La Exposición Ibero-Americana
de Sevilla
Además de sus actividades docentes en el Centro de S e -
gunda Enseñanza y en las clases gratuitas del Círculo, en las
que inter'venía también Cuezala, el 29 de Octubre de 1925 había
solicitado Bonnín la plaza de pnofesor- de Dibujo de la Escuela
de Náutica. El 10 de Noviembre siguiente se le contestaba en
el sentido de que podía s e r un obstáculo p a r a su concesión si el
Capitán General no se lo autorizaba, por ser Don Prancisco
comandante de Artillería, Hay constancia de que intercedía a su
favor su amigo Rafael Hardisson ante el Jefe de Estado Mayor,
pero, definitivamente, no obtuvo aquella plaza.
En ese mismo año, acompañado de su esposa. Doña Luisa,
hizo un viaje a P a r í s para visitar al D r . León Meunier, el cual,
mediante un aparato ajustado epidérmicamente, conseguiría c u -
rarle, amén del régimen, de la úlcera de duodeno.
Fundado el Círculo, realizaba normalmente una éxpiOsioión
anual en él, -En 1926 se celebró, hallándose aún dicho Centro
en obras de reforma, el P r i m e r Salón dé Humoristas Canarios,
en el que Bonnín participó al lado de Ernesto Beautell, Fortuny,
P e d r o Cuezala, Alfredo T o r r e s Edwards y otros.
Con motivo de la Exposición Ibero-Americana de Sevilla,
desde 1928' se pensó en la construcción del Pabellón Canario, y
Don Paco hizo entonces un proyecto del mismo, incorporando
formas tradicionales de nuestra arquitectura: balconadas, alta
torre-mirador. , . , cosas que alguno entonces calificó en la p r e n -
sa local como "tópicos del canarismo pasado", habida cuenta de
los nuevos aires racionalistas. A comienzos de 1929 marchó a
Sevilla con el arquitecto encargado de su ejecución, Don Pelayo
López y Martín-Romero, Una vez que estuvo construido, fueron
encargados de su decoración interior Pedro de Cuezala, Alfredo
T o r r e s E d w a r d s y Bonnín. En el álbum familiar se conserva una
fotografía que presenta á los t r e s amigos en la Plaza de España
42
sevillana. En la m u e s t r a intervenían también, lógicamente, las
B e l l a s A r t e s , Don P r a n c i s c o participó con s u s a c u a r e l a s y el
22 de m a y o d e 1930 s e le extendía el diploma m e d i a n t e el cual
s e le confirmaba " h a b e r l e sido o t o r g a d a la distinción de Medalla
de O r o como expositor del G r u p o I ( B e l l a s A r t e s ) , C l a s e 2 ^
( P i n t u r a y Dibujo)". Un éxito m á s , p u e s , p a r a la o b r a de
n u e s t r o pintor. S e s u c e d i e r o n l a s e n h o r a b u e n a s y los h o m e n ^ e s .
E n s u s anotaciones sueltas e s c r i b i r í a : " F u i el autor del Pabellón
C a n a r i o , como si h u b i e r a sido arquitecto. Fui el a l m a . . . T o d o
fue p r o y e c t o m í o : m u e b l e s , d e p e n d e n c i a s . , , "
E n junio de 1931 J o s é A g u í a r le e s c r i b i ó d e s d e Madrid p i -
diéndole, con las de Bonnín, o b r a s de C u e z a l a , A r g u e l l e s , F a -
r i ñ a , T o r r e s y o t r o s p a r a el S a l ó n d e Otoño.
E s e mismo a ñ o s e a c o g e a Iqi L e y de Azafta y obtiene el
r e t i r o e x t r a o r d i n a r i o del s e r v i c i o activo, con p a g a completa.
S u sentido regionalista le mantuvo s i e m p r e en c o r d i a l e s r e -
laciones con l o s medios culturales de la isla h e r m a n a de G r a n
C a n a r i a , en donde s i e m p r e contó con n u m e r o s o s amigos y a d -
m i r a d o r e s de s u a r t e . E l 29 d e f e b r e r o d e 1932 s e le extendió
el diploma y la tarjeta de identidad c o r r e s p o n d i e n t e como S o c i o
c o r r e s p o n s a l del Museo C a n a r i o en S a n t a C r u z de T e n e r i f e .
De c u a n t a s exposiciones h a c í a p e r i ó d i c a m e n t e , d e s t á c a s e en
aquellos años la que s e c l a u s u r ó el 3 de diciembre d e 1933 en
el C í r c u l o de B e l l a s A r t e s , habiendo p r e s e n t a d o , junto a s u s t e -
m a s habituales de p a i s a j e s y b o d e g o n e s , siete r e t r a t o s . E n el
acto pronunció una aplaudida conferencia J . M. G u i m e r á .
En el mismo m e s y año fue P r e m i o del C o n c u r s o Nacional
de P i n t u r a , o r g a n i z a d o p o r el Ministerio d e Instrucción Pública y
Bellas A r t e s .
F u e , como de c o s t u m b r e , el o r g a n i z a d o r y a n i m a d o r de
aquella lujosa fiesta del 27 de abril de 1935 en el Círculo p a r a
la q u e d e c o r ó el local con motivos s u b m a r i n o s : actinias, c o r a l e s ,
r a d i o l a r i o s , c o n c h a s , a l g a s , e n t r e l u c e s a z u l e s , violetas y v e r -
d e s . . . c o m o si de un mundo onírico s e t r a t a s e .
De la exposición que p r e s e n t ó en Valencia p o r aquellos
m i s m o s d í a s - 2 5 de abril al 3 d e m a y o de 1 9 3 5 - , en su Círculo
de Bellas A r t e s se le comunicaba el 8 de m a y o que "fue visitada
y c o m e n t a d a p o r a r t i s t a s y público", p e r o que d e s g r a c i a d a m e n t e
no había habido "ninguna v e n t a " .
43
SEVIi:,I.A
jüiiAi>o »E RECOMPENSAS
ífT.•EHMINADAá XAS B^tlBERACIOWES DEK-
JL JüiiABo S U P E R I O R B E MECOMPENSAT.
EN t a s Q U E Ha.-H iSiBO ÉSAMINADAS Y ' D E H -
-NITIVAMENTE HESUEETaS lAJS PROPUESTA/'
rORMOTADAS P O R I-OS JURAUOS B E C l A S E T .
REVESADAS P O R ÍÓS RESPECTIVOS B É G R U -
POS. TENGO El, H O N O R B E GOMÜNICAR A V.,
H A B E H t E SEDO OTORGADA l A - B I S T I N C I Ó K
DE...:...jfflDii,i4-..|i,aB0- -:.-., co9io....sxB0s.iEaH D E E
G R U P O .I.».=:....(¿ellaa..lri9.a).:... ; •
Cl.ASE...,®JÍ.i:totiirs....y.J.ítelío)v ,
D I O S avAtmi, A V. M U C H O S A S O S .
_ :• Mayo
SEVItI,a.'...S2.„....a»E iUHUI, DE i9So.
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F.Si-AESLlAHIZ.
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44
F , B o n n í n , Medalla de O r o e n la E x p o s i c i ó n I b e r o - A m e r i c a n a
de S e v i l l a . 2 2 - V - 1 9 3 0 .
Inglaterra
S i , por una parte, históricamente la acuarela en Canarias
guardó siempre un cierto parentesco con la tradición academicista
inglesa; y, por otra, tenemos en cuenta la cantidad de acuarelas
de Bonnín que adquiridas por los turistas habían sido llevadas a
Londres en aquel bienio de 1912-14 -algunas de las cuales lle-
garon a venderse allá "en el triple y cuádruple de su valor-
fácilmente se explica el éxito que obtuvo en Inglaterra con las
exposiciones que en esta nación presentó en 1934: dos individua-
les y una colectiva.
L a primera de ellas estuvo abierta en el Instituto de E s p a -
ña en Londres, con catálogo-invitación (sin fecha), en cuya p o r -
tada se reproduce una de sus acuarelas. En la contraportada se
lee: " You a r e invited to visit an/ Exhibition/ of recent Spanish
Books/ and/ Watercolours".
El 8 de junio recibe una carta del Secretario, Mr.Reginald
Blackmore, del Royal Institute of Painters in Watercolour, con
sede en Piccadilly, en la que se le informa de las condiciones
que deben cumplir los no-miembros que deseen participar en las
exposiciones de aquella Agrupación, Envió cinco acuarelas que,
efectivamente, fueron expuestas allí.
En Agosto siguiente abrió una muestra en la Walker Art-
Gallery de Liverpool, "regalando -anota- una de mis acuarelas
al Lord Mayor de la ciudad, gran entusiasta de Tenerife", Este,
en efecto, le escribe con fecha 2 de octubre de 1934, diciéndole
entre otras cosas: "It gave me very great pleasure indeed, to
receive, from the Director of the Walker Art Gallery, the picture
which you have so kindly dedicated to me. The picture will be a
constant reminder of my many happy assóciation with the Canary
Islands, and will have a place of honour in my h o m e . , . "
Como dato anecdótico está lo ocurrido en la que pudo haber
sido una cuarta muestra. Lo relata así: "En una exposición de
acuarelistas femeninos, el año 1945 ó 46 en Londres, figuraron
por e r r o r unas acuarelas mías remitidas por el Ministerio de
Asuntos Exteriores, sacadas de mi exposición en el Palacio de
Santa Cruz, Se dio orden de descolgarlas, oponiéndose las j ó -
venes acuarelistas".
%:^s^#^
1936
Respecto a su actividad durante la Guerra Civil Española,
en su condición de comandante de Artillería, veamos lo que él
mismo escribió:
"El 18 de julio me presenté en Capitanía General a las diez
de la mañana. Fui movilizado.
Mi primera obra, fue regalar las doce únicas acuarelas que
tenía para ser rifadas por señoritas a beneficio de las tropas,
junto con dos óleos de José Aguiar, recaudándose un total de
6,000 pesetas.
Se me nombró Jefe Provincial de Censuras militares por
el Estado Mayor. Nombré, de acuerdo con los canónigos y p e r -
sonas determinadas de reconocido prestigio de cada pueblo de
importancia, los censores y jefes respectivos, dándoles las ins-
trucciones recibidas p a r a su funcionamiento. La censura en los
periódicos fue misión que efectué hasta altas horas de la noche.
Posteriormente fui nombrado, por el Alto Estado Mayor del
Cuartel General del Generalísimo, agente secreto de enlace, con
clave especial, para darle cuenta de los telegramas extranjeros
cifrados, acostándome a las tres o cuatro de la madrugada e in-
formándole de varios asuntos en el orden militar. Durante mi a c -
tuación, que duró hasta el año 1939, unas veces por mi iniciativa
y otras por recomendación del Capitán General, traté de la n e -
cesidad de colocar mi (proyecto de) monumento en Las Raíces
de L a Esperanz:a". Tenía un cartel p a r a el proyecto de Mo-
numento al General Franco y un modelo de Águila Imperial de
gran tamaño (2 m . ) . , . Encargué el busto del General Franco
a mi amigo el escultor Francisco Borges Salas. Este busto s e
expuso en un acto celebrado por mí en el Círculo de Bellas A r -
tes, al que asistió el Gobernador, General Saldaña."
Además se compuso un himno con letra de J . M , Quimera
y música de Manuel Bonnín, con portada pintada por Don F r a n -
cisco, que se interpretó en el Teatro Guimerá.
Terminada la g u e r r a , " para la Fiesta de la Victoria "eché
los hígados" confeccionando dos grandes carrozas y el monumen-
tal escudo que figuró en el balcón de Capitanía General".
46
Entretanto, el 10 de julio de 1937 había muerto su madre
-el fallecimiento de su padre había ocurrido el 29 de junio de
1921-1 P o r aquellos días, en una visita a la iglesia del Pilar
para dar su opinión sobre ciertos aspectos decorativos -proyectó
el retablo de la Milagrosa, como asimismo el altar de Santa
Bárbara en la iglesia de San Francisco-, sufrió un accidente,
con fractura de su brazo derecho, lo cual -escribe desconsola-
damente- "me obligó a estar 45 días sin pintar". Igual desazón
mostraría a raiz de un derrame sinovial que le sobrevino, hacia
1940, en la mano derecha. Desde entonces solía llevar un mitón
de lana; y el movimiento de la muñeca al pintar lo substituyó por
la agilidad de sus dedos para «manejar los pinceles.
Entre 1940 y 1941 estableció su residencia habitual en el
Puerto de la Cruz, donde solía pasar los veranos ya desde 1925.
La triunfal década de los años 4 0
A lo largo de la vida de Bonnín, la década de 1940 a 1950
es sin duda alguna, no sólo la más fecunda, sino también en la
que más triunfos artísticos consiguió. Su arte se afincó definiti-
vamente en la más subjetiva de un paisaje recreado, en el em-
pleo de su característica mancha arbitraria y en la aplicación
constante de la más lírica de las coloraciones.
En 1940 llegó por primera vez a las Cañadas y cayó de
rodillas, arrebatado en un éxtasis contemplativo ante lo agreste
del paisaje y el colorido de la retama.
En mayo de 1941 se hizo cargo de la organización de la
Exposición Regional en Madrid, por delegación del arquitecto Jo-
sé E . Marrero Regalado, la cual resultó una sorpresa y obtuvo
encendidos elogios en la capital de España.
En diciembre tuvo lugar en el Círculo una Exposición-Con-
cierto con las acuarelas de Bonnín y un recital de canto por la
soprano Hortensia Ayala, acompañada al piano por Lola Trujillo,
Del 3 al 10 de junio de 1942 logró su primer gran éxito en
Las Palmas de Gran Canaria al exponer en el Gabinete Litera-
rio, siendo Presidente Don Matías Vega. Llevó 45 cartones,
47
muchos de ellos de gran formato, con aquel ansia de monumen-
talídad que le dio a la acuarela. Todos los medios culturales de
la capital hermana le hicieron objeto de elogios y homenajes. Así,
Luis Doreste Silva escribiría un poema "A la acuarela El Teide
desde la cumbre", lleno de entusiasnno; Chona Madera le dedi-
caría varias de sus composiciones; la p r e n s a de allá y de acá
sobreabundó en comentarios laudatorios; y en el banquete de
despedida, aí final de unas cuartillas que leyera Ángel Johan
González, firmaron, entre otros, Plácido Fleitas, Santiago S a n -
tana, Tomás Gómez Bosch, Sergio, Luis Jorge y Manolo R a -
mos, el cual, enmarcándolo con su rúbrica, escribió: "Y si
Néstor viviera, sería^ de los nuestros".
Vendió en aquella ocasión 22 acuarelas. Entre ellas, "El
Teide desde la cumbre" (Cabildo Insular), "Paisaje del Realejo
Alto" (Gobierno Civil), e t c . , además de las donaciones de las
que jamás pudo prescindir: dos versiones del "Patio del Con-
vento de las Catalinas", regaladas, la una a Matías Vega y la
otra al D r . Ponce.
Dio calor a la idea de que se c r e a r a en L a s Palmas un
Círculo de Bellas A r t e s , a semejanza del tinerfefto, lo cual obtu-
vo una entusiasta acogida, Y dejó acordado traer al de Santa
Cruz óleos de Colacho Massieu, dibujos y acuarelas de S e r -
vando del Pilar, dibujos, óleos y pequeñas esculturas de Pepita
Maynadé de Lorenzana, recital de canto de Lola de la T o r r e
y recital poético de Olga Valido y Chona Madera. Todo lo cual
s e llevó a feliz efecto.
El 3 de diciembre de 1942 se le otorgó e'l P r i m e r Premio
en el Concurso Nacional de Pintura por su acuarela "Paisaje
de La Esperanza". Junto con esta, había presentado "Marina
del Puerto de la Cruz" y "Vendedora de flores", una de las
cuales manifestó deseos de adquirirla el Subsecretario del Mi-
nisterio de Trabajo. Además del honor, se le dieron 4.000 p e -
setas; y otras tantas al famoso acuarelista catalán Ceferino Olivé,
que compartió dicho premio y a quien Bonnín tanto admiró y por
quien tanto fue admirado, . Su nombre como artista se afianzaba
en el panorama nacional. De nuevo más y más correspondencia,
entre la que destacamos un telegrama de Aguilar, otro de Aguiar
(curiosamente "censurado"), Jesús María Perdigón, la Agrupa-
ción de Acuarelistas de Cataluña, firmando como Presidente R í s -
ques y como Secretario Valls-Clusas, etc. Y nuevos agasajos,
48
S. E. EL JEFE DEL ESTADO ESPAÑOL
Y EN SU NOMBRE
EL MINISTRO DE EDUCACIÓN NACIONAL
EN GONSIDERACIÓN A LOS MÉRITOS
QUE EN VQS CONCURREN HE TENIDO
A BtEÑ CONCEDEROS POR ORDEN
DE ESTA FECHA LA
ENCOMIENDA CON PLACA
DE ALFONSO X EL SABIO
MADRID, i8 D E ^ ^ E R O DE 194,^
limo. Sr. Don Francisco Bonnih
Encomienda con Placa de Alfonso X ei Sabio. 18-1-1944
49
sobresaliendo el que le ofreció el Círculo de Bellas Artes de
Tenerife el 29 de diciembre y en el que, a la hora de las pa-
labras de agradecimiento, Bonnín terminó diciendo: " . . . s é muy
bien dónde están las grandes dificultades y los grandes problemas
que pueden presentársele a un acuarelista; yo os prometo en-
frentarme con ellos a fin de lograr en lo posible lo que hasta
hoy he considerado lejos de mis actuales facultades o posibilida-
d e s . . . " Y, puesto en pie, manifestó que echaba de menos "al
pobre Crosita y al pobre Granados".
P o r aquella época se c r e a en el Museo Municipal de la
capital tinerfeña la "S,ala Bonnín".
En 1943, en una caída en La Laguna, sufrió fractura de
la cabeza del fémur, que volvió a s e r otra prueba más p a r a su
temperamento inquieto.
De nuevo s e presenta en Madrid con los Artistas Tinerfe—
ños, que expusieron en el Museo de Arte Moderno del 16 de
diciembre de 1943 al 10 de enero de 1944 con gran éxito. Con
tal motivo, Cecilio Barberán le dedicó en ABC un comentario
muy elogioso, a la vez que s e reproducían sus acuarelas " L a s
Cañadas", "Horno con plataneras", "Patio con ñameras" y "La
calle del Pilar". L e calificó de "primer romántico de la acuare-
la" , "el pintor por antonomasia de la esplendidez luminosa de
las Islas Afortunadas", destacando su valor "documental sobre lo
ambiental indígena" y "la tropical luminosidad que irradian las
nieves" {34).'
El 18 de enero de 1944 vino a representar para Don Paco
una de las fechas de mayor satisfacción en su larga vida,al
otorgársele la Encomienda con Placa de Alfonso X el Sabio, en
reconocimiento a su ininterrumpida labor artística. El Ministro
de Educación Nacional, José Ibáñez Martín, enviaba la Placa a
Blas P é r e z González, Ministro de la Gobernación, el 7 de julio
de 1944, acompañada de una carta en la que destacaba el hecho
de que Bonnín "cada día pone más alto el prestigio de la pintura
española en esa admirable labor de acuarelista sin p a r " . L e fue
impuesta la Encomienda el 12 de agosto siguiente en el Círculo
de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, siendo presidido el
acto por el Capitán General Don Francisco García Escámez,
por el Gobernador Civil Don Julio P é r e z P é r e z ; en represen-
tación de la ciudad el S r . Guimerá; de la Mancomunidad el S r .
Maldonado; y del Cabildo el S r . González Quesada.
50
El 23 de enero anterior, a cinco días de la concesión de
la Placa, se había celebrado en el Círculo una Exposición-Con-
cierto en honor al "Maestro" , con intervención de Hortensia Aya-
la y Lola Trujillo de Gorostiza, desarrollando una conferencia
Sebastián Padrón Acosta sobre el tema "El Pintor y la Isla" y
actuando como poeta Manuel Castañeda. Bonnín expuso entonces
39 acuarelas, en las que destacaba "Nieve en las Cañadas", una
serie de "Retamas en las Cañadas" y " R o s a s " .
Ese mismo año había expuesto también en la Sala de Ami-
gos del Arte en Madrid.
Asimismo se le había otorgado la Encomienda de Isfiámero
de la Orden del Mérito Civil, cuyos derechos abonó el 3 de
enero de aquel año en curso.
Las Exposiciones en el l/1inisterio
de Asuntos Exteriores
El artista llegaría a la cúspide de su fama con las dos ex-
posiciones que presentó en el madrileño Palacio de Santa Cruz
en los años 1945 y 1946.
Respecto a la primera, se hablaba ya de sus preparativos
en la prensa local desde el mes de febrero, haciéndose destacar
el hecho de que allí solamente habían expuesto "hasta la fecha"
Zuloaga y José María S e r t " . Don Francisco manifestaba: "He
hecho un esfuerzo superior a mis fuerzas y tengo algunas co-
sas que yo puedo juzgar como las mejores de mi vida". (35)
En un telegrama de Lequerica, de fecha 8 de febrero de
1945, se le decía: " E n respuesta su instancia, ofrézcole patios
este Ministerio para celebrar exposición sus acuarelas jíróximo
mayo rogándole me telegrafíe especificando día le convendría pa-
ra inauguración, Lequerica".
Y Don Paco contestaba el día 15 del mismo mes al Minis-
tro de Asuntos Exteriores: "Altamente agradecido a V. E. de-
searía fecha inauguración fuera quince mayo día señalado patrón
Madrid con más respetuoso saludo. Acuarelista Bonnín".
La muestra estuvo abierta en los patios del Palacio Santa
Cruz desde el quince al veintisiete de mayo de 1945 y su orga-
nización corrió a cargo de la Junta de Relaciones Culturales.
Don Francisco presentó sesenta acuarelas, con temas princi-
51
pálmente de L-a Laguna, L a Orotava, Puerto de la Cruz -la
mayor p a r t e - . Los Realejos y, sorprendentemente, la námero
60 representaba un "Puente Romano", de Besalú.
La crítica madrileña en aquellos días comentaba: "Acaso
no exista en la actualidad una mano más hábil y una retina más
poderosa dedicadas a la acuarela", hasta el extremo de que
"Bonnín supera a los mejores acuarelistas del siglo XIX, los
Pradilla, Ferrant, Fortuny y Villegas, en soltura, facilidad y
claro sentido del procedimiento"-, con lo que "resulta sencilla-
mente insuperable" (36). P o r otro lado se destacaba su "técnica
que tiene tanto de intuición como de madura experiencia" (37),
P o r su parte, la prensa insular se hizo eco de aquel éxito
y de aquellos elogios, con repetidos comentarios de orgullo, y
exaltación del paisaje islefto.
Con motivo de esta exposición s e le hizo un homenaje el 14
de junio en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, habiendo ocu-
pado su derecha el Director General de Bellas A r t e s , Marqués
de Lozoya, el Presidente de la Asociación Española de A c u a r e -
listas, S r . Esteve Botey, José Aguiar, que ofreció el homenaje,
y PrancisGo Aguilar y P a z , que pronunció el discurso. A su
izquierda estuvieron el Presidente del Círculo, el pintor D. Mar-
celiano Santa María, Aniceto Marinas, el Marqués de Auñón
-Jefe de Relaciones Culturales del Ministerio- y José Cubiles.
El S r . Botey hizo público el acuerdo de nombrar socio de honor
de la Asociación Española de Acuarelistas a Bonnín y al final se
dieron un emotivo abrazo éste y Santa María (38). En una ex-
presiva carta de la misma fecha, Mariano Benlliure se disculpa-
ba por no poder asistir, "pero quiero en alma estar ahí y brin-
dar pí;^i quien tan en alto pone el A r t e " .
P a r a una sesión académica de la Asociación de Escritores
y Artistas, a celebrar asimismo en honor de Bonnín el 28 del
mismo mes y año, s e contaba con la asistencia >del propio Ben-
lliure, Marinas, Santa María, Benedito, Esteve Botey y los
críticos Barberán, Laínez, Alcalá y Manzanares, presidiendo el
Director General de Bellas A r t e s , Marqués de Lozoya (30).
De vuelta en Tenerife, se multiplican los agasajos, uno
por el Circuló de Bellas Artes el 18 de agosto de 1945, en el
Real Club Náutico, y otro en el Hotel Pino de Oro, ofrecido
por sus compañeros de a r m a s ,
52
De la comida en su honor, del día 18, se conserva una
tarjeta del menú en la que puede leerse esta nota autógfafaí.
" P e d r o Guezala/María Belén Martel de Guezala/El más viejo de
sus discípulos/y su esposa con/un abrazo de todo corazón", De
igual manera, hemos encontrado un telegrama de Paco Martínez,
del día 17 de agosto de 1945, en que se dice: "Agradezco acep-
te caricatura como testimonio admiración a tan ilustre Maestro
adhiriéndome justo homenaje = Paco Martínez". Y José Manuel
Guimerá, que tanto escribió entusiasmado sobre Bonnín en prosa
y en verso, le dedicaba un soneto, uno de cuyos cuartetos era^
"No hubo blanco de mar, ni azul de cielo/ ni pompa floreal,
choza o ladera/ donde el pincel inquieto no quisiera/ como un
insecto detener el vuelo".
En la prensa aparecía la referencia del homenaje al día
siguiente, puntualizándose que, en el transcurso del mismo, el
Gobernador Civil le había hecho entrega de un pergamino al
ilustre pintor (40).
L a Primera Exposición de Bonnín en los patios del Palacio
de Santa Cruz, no sólo resultó algo así como la consagración
definitiva de nuestro artista, sino que, además, saneó su econo-
mía, ya que el total de ventas alcanzó las 105.000 pesetas.
Como dato anecdótico, contó algún tiempo después que un señor
inglés pretendió adquirir en 200.000 pesetas la totalidad de los
Cuadros para enviarlos a Londres, lo cual no aceptó D. F r a n -
cisco por no s e r partidario de la especulación en él arte.
Aquel mismo afto enfermó de pólipos en la vejiga y marchó
a Las Palmas, en donde el D r . Ponce, tras varias interven-
ciones quirúrgicas, le curó.
En octubre ya estuvo en condiciones de organizar en T e -
nerife una Exposición de Pintura p r o damnificados de Cádiz.
L a segunda exposición en el Ministerio de Asuntos Exte-
riores tuvo lugar del 9 al 24 de noviembre! de 1946. Su llegada
a la capital de la nación llegó a reflejarse en la prensa madri-
leña como un verdadero acontecimiento (4l).. En esta ocasión
presentó 80 acuarelas, de las cuales 49 eran'temas del Puerto
de la Cruz; de L a s Palmas, la 71, " L a Catedral", y la 7 2 , " C a -
llejuela florida"; " R o s a s " , de la 76 a la 79, etc.
L a apertura estuvo presidida por el Ministro de Asuntos
Exteriores, Martín Artajo, el de la Gobernación, Blas P é r e z ,
y el de Educación Nacional, Ibáñez Martín, además de otras
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Francisco bonnin, sentimental y acuarelista (1974)
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Francisco bonnin, sentimental y acuarelista (1974)

  • 1. I
  • 2. DONACIÓN RAFAEL ROCA Editorial Confederación de Cajas de Ahorros Registro de Empresa Periodística n.° 936 del Ministerio de Información y Turismo Dep. Legal TF1018 ISBN 84-7231-157-7 Impreso en Lito. IDEAS EYA-PasaJe OJeda -Tel. STSaBy SANTA CRUZ DE TENERIFE
  • 3. BíBLiOTECA UNIVERSITARIA I LAÍJPAtM.<i~. .;?:. o (CANARIA í N." Docuiíiemo J33^^¿¿¿__ FRANCISCO BONNIN SENTIMENTAL Y ACUARELISTA POR ALFONSO TRÜJILLO RODRÍGUEZ (DOCTOR EN HISTORIA DEL ARTE Y PROFESOR OE LA UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA) BIBLIOTECA DE RAFAEL ROCA SANTA CRUZ DE TENERIFE 1974
  • 5. S e han cumplido recientemente -el 10 de septiembre- los once 'años de la muerte de Francisco Bonnín Guerín y todavía el pueblo de Tenerife recuerda el duelo público que aconapaftó su sepelio y los actos y exposiciones que se organizaron como honor postumo al que siempre se denominó "El Maestro". En este mismo afto se conmemora el Primer Centenario de su nacimiento. Figura seftera por tantos conceptos en el panorama cultural de Tenerife a lo largo de este avanzado Siglo XX, con tal motivo se impone un recuerdo, un homenaje, con los ojos y la voz agradecidos. A esa motivación, precisamente, responde esta laudable iniciativa de la Caja General de Ahorros y M . P . de T e - nerife. Porque "Bonnín continúa siendo una viva lección para todos" ( 1 ) . Hombre excepcional, impelido por la urgencia de la acción, se entregó en cuerpo y alma a dar calor y secundar cuantas iniciati- vas se orientasen a fomentar los valores del espíritu. Pudiera afirmarse que la vida cultural isleña de al menos medio siglo no se explicaría sin la presencia de Bonnín. Artista por naturaleza, de cuerpo y mente enteros, vibraba ante cada una de las manifestaciones de las Bellas Artes: escultu- r a , pintura, música, literatura... e incluso ante la estética popular de la decoración urbana en las Fiestas de Mayo. . . Y sin desma- yo, todo lo secundó. Ardientemente enamorado del paisaje isleño, lo recreó -arbi- trariamente , si se quiere, pero por ello mismo de una manera más creacional- en sus acuarelas. Con ellas, ignorando el valor de la moneda, "negoció" culturalmente, comerciando "arte por a r - te": una acuarela a cambio de una conferencia, de un recital, de un concierto. . i para que su arte no fuese exclusivamente suyo. Alto y delgado, firme y seco, de cuerpo asténico y paso nervioso; rostro de barba primorosa que sus largos dedos c a r - daban continuamente; frente espaciosa como la amplitud de sus miras; nariz prominente olfateadora de todo lo bello; ojos vivos y azules tras los constantes cristales de sus gafas, escudriñadores de todo mensaje estético, bañados en perpetua acogida, brindando tanto calor o asombrados como un niño. Presencia pulcra. Terno impecable a la medida. De la solapa izquierda, correa para el reloj aposentado en el bolsillo superior. Sombrero dé fieltro, de ala ligeramente levantada, Finas botas. En las fiestas y actos cul- turales, de punta en blanco. Bastón en los últimos años de su
  • 6. vida. El ademán, inquieto, ágil. Modesto, discreto, fino, correcto, pundonoroso, noble. Disciplinado. Hogareño y familiar. Amable en la camaradería. Abierto, comprensivo, tolerante, brindando conti- nua amistad y protección. Sentimental. Homenajeado en vida, homenajeado tras la muerte, porque su acción y su arte llegaron al alma de todo el pueblo, alto, medio y bajo. "Inventó" para él su paisaje arquetipo. Le dio los ojos con que se ansiaba ver la tierra por esa condición de insularidad: el ^ campo, la casa, la flor, el hombre. Poéticamente. Líricamente. P e r o también como un testimonio hoy -folklore y utopía facilones aparte- de lo que ya casi no tenemos. Y así trascendió el hori- zonte insular. Su obra motivó constantemente la más encendida literatura a r - ticulística, rebosante de elogios, animada de exaltación, sincera siempre, pero que, lastimosamente, no benefició siempre al artista y al hombre. Para él quedaron patentadas infinitas frases-cliché: el Maestro, el Maestro de la Acuarela, el Maestro del pincel, el Laureado Maestro, el Acuarelista sin igual, el Gran Acuarelista, el Patriarca de la Acuarela, el Mago del color, el Artista déla luz, el Expositor Honorable, el Hacedor de Primaveras, el Hom- b r e - C u m b r e . . , ; y de sus acuarelas, "adalides y heraldos de nuestra t i e r r a . . . " Todo ello fue sinceramente sentido y expresa- do con el mejor entusiasmo, porque así se captó la representati- vidad de su obra. Pero quedó superado cuando la crítica fue objetiva y certera, ya. que entonces s e dio a su arte una valora- ción de alta cota, adjudicándosele un primer puesto en el panorama de la acuarela española y otorgándosele estimación valiosa más allá de las fronteras. Siendo testigo a lo largo de su vida del inagotable nacimiento de los -ismos, no quiso incorporarse a ninguna escuela. Su ma- yor mérito s e r á siempre el haber sido linealmente consecuente con su personal estética, el haber permanecido constante y fiel -salvó una interrupción muy significativa- a aquel sentido d e lo bello que hay que aceptar como estilo "bonniniano". Tan constante como el hombre en su -caballerosidad, el artista, que habiendo vivido en olor de acuarela, adn en muerte sigue conservando "sus ojos hú- medos de años y paisajes" (2). Sin lugar a dudas, prancisco Bonnín Guerín hizo de su vida un arte, y de su arte un culto a la Naturaleza, avasallado por la geografía de su tierra. 10
  • 8. BIBLIOTECA DE La fam i I ia RAFAEL ROCA Francisco Bonnín Guerín nació en Santa Cruz de Tenerife el 12 de mayo de 1874. El mes podría presagiar el afán de prima- veras en su pintura, y el año -bautismo oficial del Impresionismo-, ya que no la técnica de su pincelada en la totalidad de su obra, sí al menos su incansable búsqueda de la luminosidad. Su padre, don Antonio, había arribado desde Ibiza a la capital tinerfeña, en donde ejercía como Profesor de piano,, y en donde, casó con doña Mercedes Guerín. Al uno y a la otra se les ha buscado ascendencia francesa, haciéndose corresponder el apellido Bonnín con el de una fanilia de la antigua nobleza gala, cuyos orígenes se remontan al siglo XI, y relacionándose el de Guerín con el de otra integrada por varias generaciones de artistas ( 3 ) . No obstante, los actuales descendientes muestran un cierto escep- ticismo con tal fijación genealógica de ambos patronímicos, que no creen trasciendan los límites de la zona catalano-balear. De aquel matrimonio nacieron cuatro hijos: Francisco, Clau- dina, Mercedes y Manuel. De Claudina -familiarmente "Dedita"-, muerta en 1889 en los albores de su juventud, el pintor conserva- ría a lo largo de toda su vida un recuerdo imborrable y un senti- miento de culpabilidad por haberle regateado su compañía en el paseo, a la hora de un concierto, una tarde que insospechadamente después resultaría la última de su vida. Desgraciado suceso y sen- timiento que glosa con su emotividad característica Dulce María Loinaz en "Un verano en Tenerife" (4), De los cuatro, actual- mente sólo vive Manuel, ya anciano, y que siempre estuvo ligado a las manifestaciones musicales de Santa Cruz, secundando iniciativas de su hermano. A los dos años, Francisco padeció la tos ferina y se le llegó a dar por desahuciado. Enviado a La Cuesta, el niño se recuperó satisfactoriamente. En notas manuscritas que fue emborronando en los últimos años de su vida, dejaría constancia, no sin cierto jocoso orgullo, de cómo en aquella su corta edad, las muchachas se disputaban, en el paseo, el sostener a aquel niño "tan lindo y de ojos tan azules". 13
  • 9. La música Al año 1880 se remontaban s u s más antiguos recuerdos de las visitas que a su casa hacia asiduamente Teobaldo P o w e r , con mo- tivo de su estancia aquí convaleciente, sentándole sobre sus rodillas mientras conversaba con su padre- sobre su común afición por la música. Esto lo tendría siempre como un especial privilegio en cuantas ocasiones su vida s e vio unida a las manifestaciones mu- sicales santacruceras,' y muy especialmente cuando, en 1923, por iniciativa de "Amaro Lefranc" -Rafael Hardisson- llegaron a T e - nerife los restos móntales de P o w e r , y algunos aftos después, hacia 1930, promoviera, con proyecto de Francisco Borges Salas, -anteriormente existió otro de P e d r o Cuezala- el monumento al autor de los "Cantos Canarios" -reproducido en "Hoy" del 17 de febrero de 1933-, que, desgraciadamente, nunca llegó a ser una realidad. Fue siempre deseo de sus p a d r e s que realizara estudios mu- sicales. A lo largo de su vida comentaría de continuo que él había nacido entre fusas y corcheas, y que si no perseveró y concluyó aquellos estudios, fue por la terquedad de la infancia y por querer lucir sus uñas largas. Sin embargo, lamentaría una y más veces que su padre no hubiese sido más rígido con él. No obstante, de aquellas clases y de aquel ambiente familiar le quedarían los cono- cimientos -no ignoraba los secretos del violín y de la viola- y la sensibilidad que le caracterizó al respecto. Así e s como se explica aquel empefto y entusiasmo que pon- dría, años más tarde, en constituir, en 1923, la Asociación de Profesores de Orquesta con Marrero, Manolo Bonnín, Ugo Pagani, Guillermo Olsen y Rafael Hardisson, Este, "Amaro Lefranc", compuso al efecto unas cuartetas, que incluso se imprimieron , definiendo a cada uno de los componentes. De don Francisco de- cía: " E s don Pranoisco Bonnín/ (hoy destinado en Gerona) , bueno, actjvo, afable... en fin/ una excelente p e r s o n a . / / Gran amigo de las a r t e s , / desde El Cabo hasta La C u e s t a , / reclutaba en todas partes/profesores p a r a o r q u e s t a . / / Cuando tuvo p r o f e s o r e s , / lo- cal pidió a los ediles,/ y creó a los "protectores"/ para pagar los a t r i l e s . / / A la música hace cisco/ y sus reglas todas viola,/ cuando toca don Francisco/ en nuestra orquesta la viola" • 14
  • 10. E r a la "dorada" época del Salón Frégoli, De allí salió la Filarmónica P o w e r y luego la Orquesta de Profesores. Llegó a reunir unos 25 "artistas" y su dirección corrió a cargo de Pepe Crosa. Además de los nombrados, entraban Ramón Baudet, Ma- nolito Corbella, Giner, P o z u e l o . . . Pidió -¿y cómo no?-el edificio del Marqués de Villasegura para los ensayos, así como el Teatro Guimerá para los Conciertos. Posteriormente, en 1928, presidiendo las actividades del joven Círculo de Bellas A r t e s , organizó la Orquesta de Cámara del Círculo, bajo la dirección del maestro Evaristo Iceta, llegando a s e r un éxito rotundo el "Gran Concierto" que, con motivo de las Fiestas de la República, se dio en el Guimerá el 15 de Abril de 1934. Hubo por aquellos días ciertas polémicas" sobre si la O r - questa e r a del Círculo o del Municipio, por haberse integrado en aquélla ciertos elennentos de la banda de éste ( 5 ) . "Llegué a p e r - judicarme económicamente -escribiría- por exceso de confianza"^. De tales actividades surgiría, en definitiva, como un "desgarro", la Orquesta de Cámara de Canarias, predecesora de la actual Orquesta Sinfónica de Tenerife. P e r o sus ilusiones ¡rían mucho más lejos, solicitando de la Dirección General de Bellas Artes la creación de un Conservatorio Regional de Música, a partir de la existente Academia Municipal, si bien, en oficio del Director General, de fecha 14 de octubre de 1929, se le comunicaba "no poder acceder a la creación del Con- servatorio por no existir consignación en el Presupuesto vigente para esos fines", aunque dejando en pie la promesa de dar validez oficial a los estudios elementales que se cursaran en la Academia. (6). El Bachillerato En 1883 -contando nueve aftos- ingresó en la escuela d"^e don Antonio Martín Mirabal, situada en la calle del Castillo, para cur- sar la enseñanza primaria. Dos aftos después, "fui presentado por aquel maestro -escribe en sus notas- al Concurso abierto por el Ayuntamiento para c o s - tear el bachillerato. El examen se celebró en las Salas Constitu- cionales, sitas en el Convento de San Francisco. Presidió el 15
  • 11. Tribunal examinador el alcalde Duggi. Obtuve los diez s o b r e s a - lientes exigidos, siendo el primer alumno que pensionó el Ayunta- miento, el cual me regaló un libro, "El P a d r e Rivadeneyra", y todos los libros del bachillerato". A continuación recuerda los profesores que durante cinco años le dispensaron sus enseñanzas: en primero y segundo c u r s o , don Ireneo González y don Diego Costa; en t e r c e r o , don E d u a r - do Domínguez, don Juan Feria y don Juan Ballester; en cuarto, don Juan Bethencourt y don P e d r o Ramírez; y, en quinto, don Carlos Calzadilla y don A r t u r o Ballester. De sus compañeros r e c o r d a b a a Santiago Cifra, José Maldo- nado, Juan T a r q u i s , Luis Fernández, Alfonso Gorrín, Alfonso Dehesa. . . En 1891 realizó sus ejercicios de Reválida y obtuvo su título de Bachiller. Contaba ya 17 años. Su primer encuentro con la pintura Desde muy temprana edad, y con esa mudable indecisión de los niños, afirmaba querer llegar a s e r pianista, violinista, inge- niero químico. . . y, al paso de los años y con más firme volun- tad, pintor y militar. Esta doble vocación en él sería la definitiva, pues viviría "empuñando o r a el pincel, ora la espada". No llego a hacer memoria exacta de cuando comenzó su afición por la pintura. Naturalmente, como todo niño, pintaba coches, caballos, procesiones de S e m a n a S a n t a , . . P e r o no debieron s e r garabatos tan infantiles como p a r a que su p a d r e , atento siempre a cómo se manifestaría aquel músico frustrado, no le prestase una inmediata atención, a p r e s u r á n d o s e a pedirle al pintor Ubaldo Bordanova que le diese clase dos veces por semana. Corrían los años de 1885 ó 188 7. P o r aquel entonces, ello le suponía unos honorarios de doce pesetas mensuales. "Así - a ñ a d e - inicié con buena base el estudio del género, pues Bordanova tenía un buen concepto de la acuarela". ( 7) Muerto Bordanova, s e encargó de* continuar su enseñanza don Cirilo T o r r e s , con el que, si bien progresó en el dibujo, no avanzó demasiado en el dominio de la acuarela, ya que "su in- fluencia más bien fue negativa, pues me obligó a cambiar de t é c - nica y nne enseñó otra muy relamida que asimilé totalmente". (8) 16
  • 12. Venturosamente la olvidó pronto, pues habiendo llegado a su casa a visitar a su padre el arquitecto Rodenas, acercándose al muchacho que se hallaba enfrascado en manchar un cartón, al tiempo que le decía: "jNifto! j La acuarela no se pinta así!", le quitó los pinceles y extendió sobre la blancura del soporte amplias pinceladas que el aprendiz, pasado el primer enfado, comprendió que eran de una mano maestra. I_as últimas lecciones confiesa haberlas recibido, algún tiem- po después, del consumado acuarelista Felipe Verdugo -que mo- riría en 1895-, con el cual asimiló, en breve plazo, el verdadero concepto de la acuarela. Y así es como siempre reconoció haber completado su pri- mer aprendizaje. El resto, la perfección a que pudo llegar a lo largo de su obra, fue fruto de su propia observación. Aquel ini- cial proceso formativo, pues, aun a pesar del sistema de "clase particular" en que lo adquirió, fue de signo claramente academi- cista. Había realmente una tradición de la acuarela en Tenerife. S e ha inventariado una "Purísima", de hacia 1760, que por su téc- nica parece haber sido fruto de algún experto miniador ( 9 ) . Ha- cia 1742 trabajaba en L a Laguna, y en torno a 1797 en G a r a - chico, el pintor y escultor Cristóbal Afonso, que fue discípulo de Rodríguez de la Oliva y del que consta hallarse una acuarela en L a s Palmas, fechada en 1788. (10) Con el XIX, surgiría toda una pléyade de pintores que, con mayor o menor dedicación, realizaron obras a la acuarela, Fun - clonaba ya la Academia de Dibujo del Consulado del Mar y luego la Provincial de Bellas A r t e s . Hay una primera generación en la que cabe incluir a Lorenzo Pastor y Castro (1784-1860) , Fernando Estévez del Sacramento (1788-1854) , Juan Abreu (h, 1789-1877) y otros. Una segunda generación puede integrarse con Alejandro de Ossuna y Saviñón (1817-1887), Felipe M. Poggi Borsotto (1836-1913), Nicolás Alfaro y Brevia (1826- 1905), Francisco Aguilar y Fuentes (1822-1905), etc. L a t e r - cera, que practica la acuarela en los años en que nuestro pintor comienza su aprendizaje, la forman, entre otros, Filiberto Lallier Ausel (1844-1914), Pedro Tarquis de Soria ( 1849-1940) , Manuel González Méndez (1843-1909), Eduardo Rodríguez Núftez (1857- 1899) , Felipe Rodríguez (nacido en 1860) , y los maestros de Bonnín, Ubaldo Bordanova y Felipe Verdugo Bartlett. 17,
  • 13. A esta seri-e de pintores que practicaron lógicamente el arte de la acuarela de manera más o menos académica, hay que agregar, a lo largo del mismo XIX, los pintores ingleses Alfred Disten (Suffolk, 1793-Puerto de la Cruz, 1861) , John H. Edwards (Funchal, 1830-Santa Cruz de Tenerife, 1891) , y Elizabeth Heaphy (fallecida en San Remo en 1882), los cuales, "primero turistas y más tarde afincados conversos de una geografía peculiar, ofre- cieron a estas formas plásticas elementos importados de conside- rable originalidad, entre impresionistas y folklóricos, que las situaron en buen camino" (11). E n esa misma: línea trabajaría Soledad Disten y Orea (nacida en 1837) , discípula de su padre, Alfredo Diston, y de Elizabeth Heaphy de Murray. A ellos habría que añadir otros nombres, más o menos pasajeros, como los de Williams, Lasalle y Saint-Aulaire. Ello justifica, sin duda y como punto de partida, el hecho de que con frecuencia en críticas p o s - teriores s e relacionase el arte de Bonnín con la escuela inglesa. P e r o habrá más motivos p a r a que así s e considerara. T r a s aquellas lecciones recibidas, no se dedicó, como cabría esperar, al asiduo cultivo de la acuarela, sino que "me dediqué -decía- a perder el tiempo tontamente en aquel Ateneo Tinerfefto donde discurseaban de lo lindo Mario Arozena y Juan Martí, ya talluditos" (12), Y a pesar de que su padre alimentaba la ilusión de enviarlo a estudiar a Roma, dadas s u s dotes p a r a la pintura, recibió un desengaño cuando le habló de seguir la c a r r e r a de las a r m a s . La Academia Militar En 189-2 -contaba ya 18 años- ingresó como voluntario en el Regimiento de Artillería con la intención de acceder a la Academia Militar de Segovia, en donde podría ser costeado como soldado. El justificaría tal decisión vocacional alegando que la culpa de ello la tuvo su compañero de niñez Pepe Maldonado. "Bueno, -completaba- de Maldonado y de Nicolás Cáceres y de la tropa de Artillería que iba todos los domingos a misa al Pilar. Yo vi- vía enfrente de la iglesia y en esos años juveniles me entusias- maba ver a los moldados. P e r o cuando vi que un día venía Nicolás Cáceres vestido de cadete y otro día me enteré de que Pepito Maldonado se marchaba a Puerto Rico para ingresar allí . . . , ya no dudé más. Quise s e r también artillero" (13). 1 8 "
  • 14. La decisión resultó irrevocable y comenzó a p r e p a r a r s e pa- ra el ingreso en la Academia, recibiendo enseñanzas de Leocadio Machado y los coroneles Membrillera y Estanislao Brotons. En 1896 se traslada a Sfegovia con uniforme de soldado para realizar las pruebas, obteniendo dos 14 -el sobresaliente en el baremo de aquel entonces- en Aritmética y Algebra, respectiva- mente. Con justificado orgullo -prueba de que en su interior e l ' pintor dormitaba pero no había muerto- deja constancia de cómo en el examen de Dibujo el tribunal examinador se había congre- gado a su lado admirando su ejecución de paisaje y figuras. No obstante, al convocarse el segundo ejercicio cayó enfermo y tuvo que r e g r e s a r a Tenerife. Al año siguiente vuelve a Segovia y es entonces cuando su- pera satisfactoriamente las tres pruebas del ingreso. Sin embargo, perdió los dos primeros cursos porque el pintor despertó de pronto, entregándose febrilmente a la acuarela, y ya de forma definitiva. Sin duda alguna, las circunstancias ambientales en que se halló fueron catalizadoras de aquella reacción al entablar co- nocimiento amistoso con Daniel Zuloaga, acuarelista y ceramista, y con su sobrino Ignacio, el gran pintor del mismo apellido. A ello se unieron sus frecuentes desplazamientos a Madrid, visitando sus museos, y el encuentro en el Palacio de Cristal con una exposición de P a r a d a Pustel y Villegas. Y así fue como -comen- taría- "me olvidé de las matemáticas y me volví a chiflar por la . pintura"„ Había comenzado a aprender, como diría él, con el gran maestro de la observación y del ejercicio, Pue aquélla una época de ininterrumpido trabajo. No paraba de manchar cartones que exponía habitualmente en el Bazar Bru de La Granja de San Ildefonso, en donde la Infanta Isabel adqui- rió en una de sus vacaciones cinco acuarelas, de las que sabe- mos conserva una en la actualidad el Marqués de Lozoya. Sin embargo, tras la primera fiebre de producción, se s e - renó y compaginó el arte con los estudios, ganándose la admira- ción de sus profesores y compañeros. Así, no es de extrañar que, cursando en el tercer año de la c a r r e r a la asignatura de Química, el profesor de la misma. Comandante Evaristo Monte- negro, le pidiese que dibujara las láminas del nuevo texto de Química Analítica. Y de sobreabundancia, le regaló una acuarela que aquél le había solicitado. Sin duda que por la misma labor ilustrativa que hizo de la asignatura se explica que llegase a s e r 19
  • 15. el primer" alumno de la clase. Con todo, llegada la víspera del examen final, dedicó la noche entera a p r e p a r a r l o , con lo que obtuvo la máxima calificación. Consideraba a la Química "la llave de la c a r r e r a " y, terminados s u s estudios, "pude hacerme -anota- Ingeniero Químico en L o n d r e s " . "Cuando en 1902 - e s c r i b e - se elevó^ al trono de España al R e y Alfonso XIII, fue la Academia de Artillería a pie, en t r e s etapas, a Madrid, y de la clase de Topografía me dieron la c o - misión de ir a caballo a retaguardia de la columna p a r a levantar el itinerario en línea recta de Segovia a Madrid con el fin de regalarlo a S . M . e l Rey una vez puesto en limpio", A -medio camino fue derribado ^por el caballo en un lodazal y tuvo que tumbarse al sol para s e c a r sus r o p a s . De r e g r e s o a la A c a d e - mia, no debió- mostrarse muy solícito en terminar el encargo e ilustrarlo a la acuarela, puesto que s u s jefes creyeron conveniente confinarlo durante once días en el calabozo p a r a que lo a c a b a r a . Correctamente ultimado, '^así lo expuse - a g r e g a - al propio Doyi Alfonso la noche en que, estando ya en su balcón de Palacio con motivo del obsequio con que fuimos atendidos, la Reina Madre, Doña María Cristina, al p a s a r por nii lado, me dio t r e s r o s a s que desgraciadamente perdí en Segovia", En 1901, e n la misma ciudad, no pudo zafarse a la tentación de participar en la Exposición Provincial que allí se organizó y obtuvo Medalla de Plata por las obras presentadas, Al afto siguiente pintó dos "monumentales acuarelas" del Al- c á z a r , antes y después del incendio, que quedaron adornando la sala de profesores de la Academia, al igual que una t e r p e r a que se destinó a la sala de máquinas. El calificativo empleado de "monumentales" definiría desde entonces la concepción de muchas de s u s obras posteriores, P e r o , además, hizo también por en- tonces algunas obras al óleo, como "un paisaje de un metro y medio, de Balsaín, que regalé p a r a la Biblioteca de la Academia". Todavía realizaría unas Memorias sobre la Fábrica de A r m a s de Oviedo, la luz eléctrica de Segovia, y la Fábrica de Pólvora de Granada. P o r todas e s a s actividades fue propuesto por el coronel Azuela para la C r u z Blanca del Mérito Militar que, en efecto, s e le otorgó. En 1905 salió de la Academia con el grado de P r i m e r T e - niente. Allá en .Segovia quedó una novia .con la que sin duda "perdió" aquellas r o s a s de la Reina Madre y la cual, pasados 20
  • 16. los años, acudiría con su esposo a felicitar a Don Francisco cuando el éxito de su Exposición en el Ministerio de Asuntos E x - t e r i o r e s , en 1945, Primer destino: Santa Cruz de Tenerife Después de ocho años de ausencia, r e g r e s a b a a la Isla, pues, con un medio de subsistencia garantizado -su vocación mi- litar-, y con su vocación artística definida: la acuarela. Con motivo de la visita de Alfonso XIII a Canarias en 1906, pintó doce "tapices" gratuitamente p a r a ornato del Real Club Náutico, en donde se le ofrecería al Rey un agasajo. P o r tal colaboración desinteresada se le otorgaría a Bonnín el título de Socio de Honor de aquel Club, Comenzaba ya a sonar su nom- b r e . Aquel mismo año se le nombró profesor de Dibujo del Centro de Segunda Enseñanza de la capital, con lo que iniciaba la labor docente de la que no iba a poder prescindir de por vida. P e r - manecería durante 27 años en dicho puesto, "del que se me quitó - e s c r i b e - durante la República, L a vida del Teniente Bonnín en su destiño de la Batería de San Carlos está salpicada de datos que valoran tanto su sentido de la responsabilidad y disciplina, como su capacidad de inventiva y su sentimiento de humanitarismo en el trato dado a la tropa. Hacia 1911, hallándose como Jefe de Servicio, hizo su entrada en el puerto un barco del Almirantazgo alemán, acompa- ñándose con las salvas de rigor. El teniente Bonnín hizo caso omiso de c o r r e s p o n d e r í a s , toda vez que no s e le habían t r a n s - mitido las órdenes al c a s o . Ante lo acaecidp, el General March que gobernaba la Plaza y había acudido al muelle a cumplimentar al alemán, ordenó la inmediata reclusión del desatento teniente en el Castillo de P a s o Alto, P a s a d o s algunos días y aclarados los hechos, se le dio a Bonnín una satisfacción y se alabó pública- mente su p r o c e d e r . Activo por necesidad e ingenioso en extremo, p a r a las m a - niobras nocturnas de tiro ideó una especie de pantalla .que, colo- cada t r a s la batería, facilitaba, por una parte, la recepción de las órdenes de disparo dadas a distancia por el Jefe y, por otra, 21
  • 17. una puntería certera sobre el blanco, "TenÍBnte —le diría su co- ronel- , siempre que visito la Batería me. sorprende usted con innovaciones adecuadas". En el primer ensayo de tiro que se hizo ayudándose de aquel artilugio, el blanco saltó hecho pedazos. Reconstruido, p o r segunda vez fue destrozado. Visto lo cual, se' suspendieron por aquella noche las maniobras por no contar con un "blanco adecuado". No fue de extrañar, pues, que ya en su casa hacia las once de la noche, se personasen en la calle ante ella algunos elementos de la tropa, dándole las gracias a Don Francisco por haberlos librado de pasarse la noche entre caño- nazos. Ni que decir tiene el regocijo de los soldados cuando pasaba a ocupar el cargo de Jefe de Semana, por la evidente mejoría en la calidad del rancho. El Círculo de Escritores y Artistas En el ámbito cultural santacrucero comenzaron pronto a ma- nifestarse sus inquietudes, su espíritu de iniciativa y su capacidad de organización. Así fue como, en 1908, fundó el Círculo de Escritores y Artistas. De redactar los Estatutos se encargó el poeta Luis Rodríguez Figueroa. Pedro de Cuezala diseño el s e - llo correspondiente, V él iniciaba sus maneras de eterno pedi- güeño siempre que en ello fuesen los intereses de la cultura y el arte. S e dirigió a los medios a los que competía y pidió a tal fin un local en el Instituto de Segunda Enseñanza, Concedido, em- prendió los trabajos de ciertas reformas al caso, como fue abrir luz cenital para las exposiciones. La primera en celebrarse fue la de Gonziález Méndez y Valentín Sanz y algunas obras suyas. La inauguración tuvo un carácter solemne, cooperando el Capitán General Martitegui con el envfo al acto de la Banda del Regimien- to. E n correspondencia, Bonnín le obsequió - s e iniciaba también otro gesto ritual de su vida— con dos de sus acuarelas expuestas. "El primero que visitó la exposición -anota con cierto orgullo- dijo que le recordaba los salones de exposiciones de P a r í s " . Allí dio clases de dibujo y pintura cory'untamente con Crosita. Y para cubrir gastos se organizó un acto cultural en el Guimerá. Desgraciadamente fue efímera la duración de aquel Centro allí, 22
  • 18. pues tuvieron que abandonar el local del Instituto para establecer en él la clase de dibujo que se impuso en el Bachillerato. Fue hombre de una especial sensibilidad para dolerse cuando no se secundaban las nobles y desinteresadas inquietudes y así, refi- riéndose a aquel desenlace, añade: "Total, un abandono y un desprecio incalificables por parte del Ayuntamiento", BUMAOTECA. El hogar RAFAEL ROCA En julio de 1910 contrajo matrimonio con D^ Luisa Miranda Reverón, hija de Don Benjamín J. Miranda, del Puerto de la Cruz. Doña Luisa, que le sobreviviría en cuatro años, fue d e s - de entonces y para siempre la compañera amable y cariñosa que daría calor a su hogar, la más entusiasta de las admiradoras de su arte e iniciativas y el más seguro consuelo en. los momentos de desánimo. De su unión nacerían t r e s hijos: Francisco, nacido el 17 de junio de 1911, que, iniciado en la escuela de su padre, es otro de los grandes valores de nuestra acuarela y que después de haber simultaneado igualmente el arte con la vida mi- litar vive hoy en Barcelona; Antonio, nacido el 21 de diciembre de 1913, Perito Industrial y Radiotécnico, que asimismo ha sido teniente de complemento de Artillería, domiciliado en Santa Cruz; y,finalmente. Marciana, que vio la primera luz el 17 de mayo de 1920 y vive en el Puerto de la Cruz casada con Oswaldo Reve- rón P é r e z . He tratado asiduamente a estos hermanos durante los días de la investigación que ha servido de base para este trabajo, y la unión que existe entre ellos, el atento cariño que se mani- fiestan, es un testimonio viviente de la armonía que siempre reinó en el hogar paterno. L a vocación de Francisco se decidió viendo pintar a su padre, el cual -asegura- le proporcionó la lección más importante. "Mi academia fue mi padre", afirma. Antonio, a lo más que llegó artísticamente fue a estropearle a Don Paco una acuarela recién terminada, sobre la que el pequeño d e s a r r o - lló una amplia línea helicoidal que podía presagiar el espectrogra- ma de las ondas hertzianas o la técnica de los embobinados. Maroianita fue siempre "la niña", "linda como un sol" -diría su p a d r e - , y conserva toda aquella sensibilidad p a r a l a s cosas bellas que tanto caracterizara al maestro. 23
  • 19. Excedente entre 1912-1914. El Taoro De 1912 a 1914 s e le concedió excedencia temporal en el Ejército, Fueron aquellos dos años una época de intensa entrega al arte. C9gió sus bártulos y se fue al Puerto de la Cruz. R e - firiéndose a aquel momento, escribió: "Vendí en el Hotel T a o r o , dirigido por Gustavo Wildpret, una enormidad de acuarelas, pa- gadas en libras esterlinas en o r o . . . Un joven quiso llevarme a Londres para que pintar-a allí. Mi mujer se opuso. En Londres se vendieron algunas acuarelas mías por iriple y cuádruple p r e - cio'*. En aquellos años, un gr-upo de jovencitas turistas, al ver sus acuarelas, le pidieron les diera clase del natural. Y Don Paco no pudo prescindir de su innata vocación docente. Una de aquellas admiradoras se llevó cinco acuarelas suyas al Tirol, S u fama de pintor comenzaba a trascender la Isla, Así lo corrobora el hecho de que en 1912 la revista " L a Esfera", de Madrid, reprodujera a color t r e s de las acuarelas de aquel mo- mento: "El Pico de Teide", " L a Cueva de Almagro (Puerto de la C r u z ) " y "Entrada a la casa de los marqueses de Cólogan", acompañadas de un comentario del que cabe destacar el siguien- te fragmento: "Da al paisaje aquellos matices .atmosféricos y aquella vaporosa delicadeza que solamente proporciona la acua- rela nnanejada por una mano experta consciente". " L a Cueva de Almagro" fue -sin duda un acertado ejercicio de claroscuro, bus-r cando el dominio del contraste entre luz y sombra. Aquella labor portuense le merecería, hacia 1920, que se le nonnbrase Hijo Adoptivo del Puerto de la Cruz, James Paterson Este notable paisajista inglés, nacido en Glasgow en 1854 y muerto en Edimburgo en 1932, hermano del no menos notable arquitecto y acuarelista Alexander Paterson, en esa época que hemos de llamar del Taoro, se hallaba igualmente en el Puerto de la Cruz, El espíritu de observación de Bonnín y su ansia de perfeccionamiento entraron inmediatamente en juego. De él, sin duda alguna, logró una enseñanza indirecta. "Tuve el honor de convivir -anota en sus apuntes sueltos- artísticamente con el célebre acuarelista inglés James Paterson, de quien admiré co- 24
  • 20. s a s grandiosas, i..e vi pintar, sin que él lo notara, una acuarela del antiguo Casino del Puerto de la Cruz en la callé Valois . . . Yo pinté más tarde el mismo asunto dos veces . . . " Y, olvidán- dose valientemente de su orgullo profesional, deja escrita esta sorprendente confesión: "Detalle: copié una de sus acuarelas a escondidas suyas en la casa donde residía amistosamente con Doña María Boreham. E s a acuarela se la .vendí canallescamente a un tacorontero que tenía un almacén en la calle del Castillo, frente al B a n c o , , . " E s laudable la sinceridad con que reconoce lo que pudo observar en la técnica de Paterson y admirable la confesión que hace del que él reconocía sin duda como un plagio. De todas m a n e r a s nos resulta demasiado duro el adverbio con el que se autocensura -"canallescamente"-, ya que, de todas formas la obra no dejaría de s e r una simple copia de un preten- dido discípulo á un maestro, aunque, claro está, realizada con desconocimiento de éste. P e r o aquellos años del Puerto de la C r u z , tan r e p r e s e n - tativos en el p r o g r e s o de su arte, pasaron pronto. En 1914 se le concedió el ascenso a capitán, reincorporándose al servicio y marchando con destino a África, con mando en la Batería G a - llega, en Rafaif. El álbum familiar guarda algunas fotografías de aquel año de ausencia y se conservan algunas acuarelas con m o - tivos locales, tales como una portada á r a b e , de la colección de su hijo Antonio, y unas cabezas de m o r a s , de la de Miguel Zerolo, En 1915 r e g r e s ó a Tenerife. Las Fiestas de Mayo Sigue alternando su vida militar- con la producción artística. Y no puede prescindir de su intervención en el ornato de los actos públicos de la ciudad. Así, en mayo de 1919 erigió un curioso monumento en la Plaza de la Candelaria con motivos alegóricos al final de la P r i m e r a G u e r r a Mundial: una figura fe- menina elaborada con pasta de cartón, sobre un medio mundo que apoyaba en una elevada columna. Queda constancia de la factura del carpintero: 1.000 p e s e t a s . En 1920 se convoca por el Ateneo de L a Laguna un con- curso de pintura; y Don Francisco obtiene el primer premio con ¡un óleo! con el que participó. En 1921 expuso en el Ateneo de Santa C r u z . 25
  • 21. Colaboraba tradicionalmente con la Comisión de Fiestas de mayo y, según oficio de la Alcaldía de fecha 30 de enero de 1923, firmado p o r el alcalde Andrés Orozco, se le comunicaba que "ha designado a usted para el cargo de Presidente de la misma" (14), P u e aquel año cuando decoró, con Borges y Cla- vijo, la Plaza de Candelaria con gigantescas r o s a s luminosas y rombos. P e r o algún tiempo después "me quitaron el cargo" -hace constar-, porque me gastaba mucho dinero, quedándome con la pena de no haber llevado a cabo la gran Cabalgata Histórica". Pennianeció en el puesto al menos hasta 1926, ya que en febrero de e s e año firma la organización del programa como responsable de la Comisión Permanente de Pestejos, Cataluña En 1923 lo ascendieron a comandante y en septiembre fue destinado a Gerona. Esta marcha a Cataluña, en donde perma- necerá durante casi un afto, va a ser muy decisiva en su arte, al ponerle en contacto con los acuarelistas catalanes. Apenas transcurridos dos meses de su llegada, realiza la primera exposición de gran éxito, tanto ante los componentes de la Agrupación de Acuarelistas de Cataluña, como ante la crítica y público. Dicha exposición tuvo lugar en el Salón P a r e s del 10 al 21 de diciembre de 1923, en Barcelona. El salón para tales fechas estaba ya cedido al famoso pintor Joaquín Mir. Al hablarle de compartir la Sala con un pintor llegado de Canarias, puso como condición previa ver el conjunto de las obras para observar su calidad, Mir quedó entusiasmado con aquellas acuarelas de Bonnín y accedió gustosamente a compartir con él la Sala, mon- tándose los cuadros del uno y del otro frente por frente. Don Paco presentó 37. cartones, de los cuales los 32 primeros eran temas de Tenerife y ios cinco últimos "Aspectos de Gerona". Al dorso del catálogo, Bonnín anotó algunos gastos que ascendían a 590 pesetas, de las que 50 habían sido abonadas "a Mir por el Salón", y 160 pesetas por "molduras a P a r í s , 4 a 40 pesetas". En una factura que más tarde le pasaría 'el Salón P a r e s se hace el balance final con estas cifras: "Su haber: 5.580; su factura: l , 3 l 3 ; a su favor (de Bonnín) = 4,267". El precio de las acua- . relaé osciló entre 100 y 900 pesetas. Entre ellas había títulos 26
  • 22. como "Jardín de la P a z " , "Martiánez", "El Molino de la Piedad", "El Barranco de la Arena", " L a Iglesia del Realejo"... Y de Gerona, "La Escalinata déla Catedral", de acertada composición diagonal, que fue por entonces muy reproducida en la prensa, al igual que "Al borde del Oftar", "de factura exquisita", incorpo- rada al Espasa en la nota biográfica que se le dedicaría más tarde, L a crítica aparecida en la prensa dé aquellos días afirmaba: "un acuarelista atildado y pulcro que dibuja y construye sólida- mente antes de colocar sus composiciones . . . acuarelas de una sorprendente nitidez, con todo el rigoj:' impuesto por los academi- cistas. . . un siglo lejos de las pinturas de Mir y sin embargo se sostienen perfectamente sobre a q u e l l a s . . . " ("Las Noticias"), "Verdadero maestro en esta especialidad. , . dibuja a maravilla y siente el color en grado eminente. . . Su paleta y su mano domi- nan todos los efectos luminosos" (15). "Un acuarelista en toda regla" ("La Vanguardia"). El éxito, pues, fue rotundo. Francisco Galofré Oller, P r e - sidente entonces de la "Agrupado d'Aquarelistes de Catalunya", le enviaba el 8 de enero de 1924 una carta autógrafa a Gerona, dándole la felicitación "por el éxito merecido de su exposición úl- tima en el Salón P a r e s " , e invitándole a que no cesase de "fo- mentar el cultivo de esta difícil especialidad de la pintura. . . " Unos días más tarde abrió una segunda exposición en el Ateneo de Gerona, significando otro triunfo para su arte. Críticas igual- mente favorables aparecieron en "El Autonomista", haciendo d e s - tacar su "elegante transparencia" en "El Norte", "El Girones", etc. Con motivo de esta exposición se le rindió un homenaje en el propio Ateneo. Del 15 de febrero de 1924 es el oficio por el que el Ayun- tamiento de Santa Cruz de Tenerife, en la persona de su alcalde- presidente Don Santiago García Sanabria, le transmitía "la más cordialísima enhorabuena". Lo mismo había hecho el Real Club Tinerfeño el día 22 de enero. Y la prensa de la Isla se hizo eco de aquellos triunfos (16). Quedaba consolidada su categoría de maestro de la a c u a r e - la, y ligado ya para siempre con la Agrupación Catalana, en ín- tima colaboración y amistad con Galofré Oller, José Civil, Luis Roig Enseftat, Pablo Sabaté, Camins Revull, Valls Clusas. . . , y los de la generación siguiente, en especial Ceferino Olivé. Con 27
  • 23. aquella Agrupación expuso en el año 24 en Niza, y en abril del 36 en Suiza y asiduamente en las colectivas anuales que celebra- rían en Barcelona. Si en alguna ocasión Bonnín no les rerfíitía sus acuarelas, se lamentaban «dolorosamente. P o r su parte, él los trae a Tenerife en junio de 1927, octubre de 1928, de nuevo en febrero de 1929, y por cuarta vez del 24 de abril al 2 de ma- yo de 1946, Quedó nombrado Socio Honorario de la Agrupación de Acuarelistas de Catalufta el l 2 de octubre de 1928. A su patrocinamiento le debería también el otro gran éxito que Bonnín alcanzó en Barcelona con la exposición que montó en las Galerías Layetanas del 22 de febrero al 6 de marzo de 1936. La crítica volvió a s e r l e unánimemente favorable, destacándose "la solidez de su técnica, la seguridad de composición de la línea y la belleza límpida del color" (18) y lo exótico del ambiente" (19) . Entre otras muchas felicitaciones, valga citar el oficio en que se le transmitió la enhorabuena por parte del Círculo Artístico de Barcelona, con fecha 3 de marzo de aquel año. El Espasa De las amistades que hizo allá, fue sin duda la más íntima la que cultivó, por una p a r t e , con el Presidente de la Agrupación de Acuarelistas, Francisco Galofré Oller, y, p o r otra, con el por entonces Presidente del Ateneo Gerundense, Don Carlos Rahola. Este fue precisamente el promotor de la inclusión de Francisco Bonnín, como artista ya famoso, en el Tomo II del Apéndice de la Enciclopedia Universal Ilustrada, E s p a s a Calpe, en 1931. En las páginas 397-8, con un texto del propio Rahola, se reproducen el retrato de Bonnín y dos a c u a r e l a s : " L o s Moli- nos. de L a Orotava", y "Al borde del Oñar" -panorámica de Gerona con la Catedral al fondo. P o r la duradera c o r r e s p o n - dencia mantenida entre ambos a tal respecto, puede deducirse que Bonnín no se manifestó muy entusiasta de la idea, por modestia sin duda alguna, Don Carlos le escribe el 3 dé junio de 1928 y le comunica que "aún hay tiempo p a r a p r e p a r a r los originales destinados al Apéndice de la Enciclopedia. Conque, no sea usted perezoso: dígame cosas de su vida y mándeme su retrato y r e - producciones de algunas de sus o b r a s " . Insiste en pedírselos, en carta del 28 de septiembre siguiente. Todavía el 11 de marzo de 28
  • 24. 1930 vuelve a la carga con la misma petición. Finalmente, al pobre Rahola no le quedó más remedio que enviarle una tarjeta, fechada el 2 de junio de aquel año, a Doña Gertrudis Segovia de Guigou, suplicándole que "recomiende al amigo S r . Bonnín que me remita con urgencia los datos y fotografías que le pedí," Así fue como, al fin, los consiguió y pudo comunicarle a Don F r a n - cisco, en carta del 15 de marzo de 1931: "Me complace partici- parle que en el Tomo II del Apéndice de Espasa se ha publicado la biografía de usted con reproducciones de algunas de sus o b r a s " Homenaje en el Quisisana DE RAFAEL JROCA D e s p u é s de aquellos éxitos del S a l ó n P a r e s y el A t e n e o de G e r o n a , en 1924 enfermó de ú l c e r a del duodeno -molestia que le a c o m p a ñ a r í a durante largo tiempo- y en junio de aquel mismo a ñ o r e g r e s ó p o r tal motivo a T e n e r i f e . L o s a g a s a j o s y homenajes s e s u c e d i e r o n uno t r a s o t r o , siendo de d e s t a c a r el que s e le rindió p o r p a r t e de los medios oficiales, Alcaldía, G o b i e r n o Civil y s e c t o r e s cultos de la ciudad, en el Q u i s i s a n a , el domingo 14 de d i c i e m b r e siguiente. (20) P r e s i d i e r o n el alcalde S r . L a R o c h e , el G o b e r n a d o r Civil inte- rino S r . Domínguez M a n r e s a , el coronel de Artillería S r . M a u r i z y los anligos S r e s . Guigou, R o d r í g u e z - F i g u e r o a - q u e ofreció el a c t o - , Gil-Roldán, C r o s a , C a b r e r a , C r u z , R o m e r o , O r o z c o . . . Hubo d i s c u r s o s y v e r s o s . E l S r . Domínguez M a n r e s a s e m o s t r ó espontáneo poeta y e n t r e o t r a s estrofas leyó: " L a milicia y el a r t e s e r e p a r t e n t u s h o r a s / E r e s hijo de Marte y d e s c i e n d e s de A p e l e s / p a r a l u c h a r a l t e r n a s la e s p a d a y l o s p i n c e l e s / y Mi- n e r v a te tiende s u s alas p r o t e c t o r a s " . S i n e m b a r g o , lo m á s i n t e r e s a n t e en aquel acto fueron l a s p a l a b r a s con que Bonnín a g r a d e c i ó aquel "homenaje -dijo- a mi m o d e s t a e insignificante labor a r t í s t i c a " . L o que siguió p u e d e c o n s i d e r a r s e un v e r d a d e r o Manifiesto estético p o r p a r t e del artista, que definió p a r a s i e m p r e lo q u e e r a y s e r í a h a s t a el final el canon con el que comulgaba: " . . . m i gratitud i n m e n s a . . . p o r q u e habéis m i r a d o con c a r i ñ o y d e m a s i a d a benevolencia e s t a labor m í a , que s e r á m a l a , p e r o 29
  • 25. que siempre se ha inspirado en un deSnnesurado amor al terruño y en propagar en ancho campo esta visión de arte en donde amorosamente se confunden esta luz que dora los paisajes de mi tierra, las sorprendentes tonalidades de su rica flora y este cielo transparente y sutil que alegra la v i d a . . . ¿mis anhelos? L a p r o - paganda más entusiasta de este bello paisaje, de sus floridos y artísticos rincones, de sus incomparables jardines, verdaderas orgías; de color, de la sutileza y esplendidez de su cielo; todo lo que produjo en los albores de mi vida artística huella indeleble en mi alma siempre .predispuesta al sentimiento de lo bello y que forjó desde entonces mi temperamento artístico con carácter p e r - fectamente definido de localismo. Mi afán de difundir lo que es el alma canaria en esta modalidad del arte, no tiene límite; y en este sentido jamás he desmayado, trabajando sin cesar, sin d e s - canso. . , . . . la crítica sabrá si eran buenas o eran malas; solo yo sé que en mis acuarelas puse todos mis amores. .. . . . mi gratitud a esta prensa tinerfefta tan benévola con mi persona, tan afectuosa para conmigo y que tan inmerecidamente ha ensalzado mi modesta labor artística.,." (21) Creo que el texto es lo suficientemente elocuente por sí mis- mo y tan ceñidamente expresivo del arte de Bonnín, como para hacer innecesario cualquier comentario. El Círculo de Bellas Artes A lo largo de toda su vida, siempre que se le preguntaba por su familia, Don Francisco contestaba: "Yo tengo cuatro hijos: Paco, Antonio, Marcianita y el Círculo de Bellas Artes", y así fue, en efecto. El Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, que ha capitaneado -o aglutinado, o secundado o protegido- durante ios últimos 50 años -están próximas sus "Bodas de O r o " - todas o casi todas las manifestaciones culturales de la capital santacrucera, es el cuarto de los hijos de D. F r a n - cisco Bonnín Guerín. Y resultó, de verdad, el motivo obsesio- nante de sus desvelos, y también, por la dedicación absoluta con que s e entregó a él, el único enamoramiento extramatrimonial que pudo provocar los celos de su amable esposa Doña Luisa. '30
  • 26. Todavía se recuerda en la capital isleña la "época dorada" del Salón Frégoli, L a "troupe" de " L o s Fregolinos" que en los últimos años han dulcificado nuestras Fiestas de Invierno, ha man- tenido viva la memoria de aquella Sociedad. Evolución, y sin du- da también superación, del Salón Frégoli es el actual Círculo de Bellas A r t e s , He aquí sucintamente cómo se desarrolló el proceso: Bonnín fue admitido como socio del Frégoli el 5 de diciem- bi-'e de 1924 (22). El 29 del mismo mes y año fue elegido P r e - sidente , tomando posesión de tal cargo en Junta celebrada el 24 de enero de 1925. En Junta Directiva del 1 de Septiembre del mismo año, se acordó por mayoría el cambio de nombre del Frégoli por el de Círculo de Bellas Artes y llevarlo a la Junta General. Esta se celebró el día 7 siguiente y se aprobó por ma- yoría el cambio de la denominación. Nació, pues, el Círculo san- tacrucero el 7 de septiembre de 1925, quedando oficialmente autorizada dicha transformación por parte del Gobierno Civil de la provincia el 28 de igual mes y año. Don Francisco, a tal respecto, se expresaba así: "1924. Presidente del Salón Frégoli, Sociedad en decadencia social y artística. Cargo que acepté a condición de b o r r a r su funciona- miento y convertirlo en Círculo de Bellas Artes, suprimiendo toda clase de juegos, cantinas, etc. S e suscitó una lucha de opiniones en contra de mis propósitos, pero afortunadamente en una vota- ción reñida logré mayoría de votos, quedando aprobado el cambio de nombre. Vi los cielos abiertos. Con ayuda de P e d r o Ramírez (en espíritu) y Rafael Hardisson quedó constituido el Círculo con su Reglamento, Mi primera obra fue buscar dinero para conver- tir aquella cueva histórica donde vivió la Filarmónica Santa C e - cilia, de grato recuerdo y triste fin, en la más ínfima sala actual de exposiciones, escenario, plateas; etc. P a r a ello tuve que v e n - der acuarelas, destinando esta venta a las obras. Tuve la suerte de que la Compañía de Construcciones, viendo mi entusiasmo, no me cobrara nada por la mano de obra, costeando yo materiales, los hierros, cemento, ladrillos, claraboya, etc." L a "lucha de opiniones" a que se refieren estas notas, en aquella Junta General del 7 de septiembre de 1925, queda r e s - paldada en una certificación expedida el 14 siguiente por el Se-^ cretario accidental de la Sociedad "Salón Frégoli", Don Manuel Zamorano C a b r e r a , con el Visto Bueno del Presidente accidental 31
  • 27. -Don Francisco estaba enfermo-, Don José Abreu. En ella se copia para Bonnín del Acta correspondiente, lo que sigue: ". ..seguidamente hizo uso de la palabra el S r . Gil-Roldán para apoyar el anterior dictamen; intervienen en la discusión de este extremo, en favor del mismo, Don Manuel Zamorano y el que suscribe, y en contra los seftores Clavijo T o r r e s , Alba y Rosa Reyes. El señor Presidente, creyendo suficientemente discutido este punto, lo somete a votación, aprobándose dicho dictamen..." E s necesario insistir, aun siendo público y notorio, en que "el Círculo de .Bellas Artes se edificó en s u s primeros años s o - bre acuarelas de Francisco Bonnín. Estas acuarelas fueron sus ladrillos más ilustres'*^ (23). L a s cbras fueron ciertamente largas y costosas, no ternninándose definitivamente la reforma del local hasta el 12 de mayo de 1927, fecha en que se celebró un acto oficial de inauguración, P e r o entretanto no había dejado de funcio- nar el Centro, gubernativa y culturalmente. Así, según acta del 14 de marzo de 1925, se aprobó la cuota de cinco pesetas men- suales, que regiría desde abril. En la misma sesión se acordó que la cantidad a abonar en concepto de entrada como socio fuese de cincuenta pesetas. De enero del 26 he hallado una carta muy significativa y sa- brosa con la que Don Francisco Bonnín enviaba a los hermanos Juan y Nicolás Martí Dehesa dos acu-arelas "para que den lo que quieran" por ellas, ya que "su producto será exclusivamente d e s - tinado a beneficio del Círculo de Bellas Artes", puesto que -aún- estaba "en la faena de organizarlo decorosamente". En una convocatoria a Junta del 13 de julio del mismo año, figuran los nombres siguientes: Secretario, José V. López de Vergara; Presidente, F^rancisco Bonnín Guerín; Junta Directiva: Ramón Gil-Roldán, Pelayo López, Manuel Zamorano, Sebastián Zamorano, Guillermo Olsen, Carlos Pestañaj Luis Díaz de L o - sada, Juan Claverie, Eduardo Westerdahl, José M, Guimerá, Pedro Ramírez, José Domínguez, Pedro Cuezala y Francisco Borges. Quedaban en ella, pues, perfectamente representados, todos los sectores de la cultura de la Isla en aquellos rnomentos» El 20 de enero de 1927 s e redactó el proyecto del Regla- mento de la nueva Sociedad, con firma del secretario -ilegible- y el V2 B2 del presidente, Francisco Bonnín. Fue presentado al Administrador de Rentas el 8 de febrero siguiente y el día 26 al Gobierno Civil "a los efectos de la L e y de Asociaciones". 32
  • 28. 0.87222o* DOH MífflüEL ZMORMO.ÍABEERAjSEGEETAEIO.ACGIDENTAl W. U. SOCIEDAD " SALOHFEBGOLI",am:CIlIA EN KSTA CAPITAt. C E R T I 1 I C O ; Cine en el liteo de actas &e Jun-, tas Generales de la Sooledad " Salón Fregoli." constan los paptiottlapes que a continuación se tranacii'tañs re- lativos a la üjodificaolón de nomtre de esta Sociedad, en el acta de la Sesión de Junta S»eñeral extraordinaria celebrada pop acuepdcide su Junta Dipectiva el dia siete de Septiembre de iail noTecientdS Teinticincc,.dice.asií "A.continuación diose'lectora del informé de la po- nencia nombrada por la Junta General extraordinaria úl- timamente celebrada, papa estudiar la oonvéniencia del cambio de nombre de esta Sociedad por el de "Cireulo de Bellas Artes". Seguidamente hizo uso de la palabra el SeSop Gil-Eol dan para^apoyar el antepiop dictamen, interrieneii en la" discuBsión de este extremo en favor del mismo Don Manuel 2amorano y el que suscribe, y en contra los señopesGla- vijo Torres, Alba y la Eosa Reyes. El Sefíor Presidente creyendo suficientemente discu- tido esta puntoy lo 'somete a votación, aprobándose di- cho dictamen, con el voto en contra de los Sres. Clavi-. jo Torres, Alba, FreiXa, Santaélla ( Augusta ) y La Ro- sa Reyes ( D. Juan }.' • , ÍJuedando pop lo tanto: cambiado el nombre de esta So- ciedad por el de " Circulo de Bellas Artes " Y para 'que conste extiendo la presente de dpdén y " con el visjtO'bueno'del SP. l^ésidente, sellada con,e£ de la Sociedad en Santa Cruz de. Tenerife a ^oJ^íXtlci,': de. Septiembre de mil noveoiento veinticin& Vfl B2 - 'RESIDENTE ACCIDEHTAL, j,.=:!í33«l; C6Ws>-^-_ Certificación en la que se recoge parte del Acta de la Junta General del 7 de Septiembre de 1925, en la que se acordó cambiar el nombre de la • Sociedad "Salón Frégoli" por el de "Círculo de Bellas A r t e s " , 33
  • 29. P o r último, se lee esta coletilla final: "En Junta General Extra- ordinaria del quince de los corrientes quedó modificado el Círculo con arreglo al presente Reglamento. Santa Cruz de Tenerife, 16 de Marzo de 1927. Firmado: El Secretario (ilegible), V ^ B&, El Presidente: Francisco Bonnín". S e imprimió el mismo afto. L a fiesta inaugural, decíamos, se dio el 12 de mayo de 1927. Don Francisco anotaba gozosamente: "El mismo día del 53° aniversario de mi nacimiento". En el programa oficial se puntualiza: " S e ruega el smoking". S e desarrolló el acto en tres partes. S e inició la primera con "palabras" de Eduardo Wester- dahl, seguidas de música y un recital de canto ejecutado por Do- lores Trujillo de Gorostiza. En la segunda parte s e escenificó " P o r el Dolor, la Alegría", en dos cuadros, original de "Amaro Lefranc" -Rafael Hardisson-, en conmemoración del P r i m e r Cen- tenario de Beethoven. Y la tercera estuvo dedicada a un con- cierto al violín por Aurelio Nanclares. Quedaba así, y p a r a siempre, oficialmente inaugurado el Círculo de Bellas A r t e s , "cuarto hijo" de D. Francisco Bonnín. L a s diversas Secciones -Literatura, Música, Pintura...— comenzaron a funcionar inmediatamente. Historiar las actividades del Círculo en estos 50 años será historiar la vida cultural de Tenerife. Y Don Francisco siempre pedigüeño y dando "arte por arte". S u voluntarismo llegaba al extremo de embarcarse en al- quileres y compras "a plazos", sin más fiador que su propia persona y sus-acuarelas. Así adquirió, de la firma P é r e z Soto, el 20 de febrero de 1925, un piano -no consta en documento la marca- valorado en 3.260 pesetas, mediante la entrega inicial de 140 y el resto a pagar en cuatro años, firnnando como "arrenda- tario" P . Bonnín, "fiador y principal pagador". T r e s años más tarde no había pagado los plazos ni devuelto el piano, por lo que s e le comunicaba que se procedería al día siguiente a retirárselo. Allí se crearon las clases gratuitas de dibujo (24). Las exposiciones de arte, los conciertos, los ciclos de conferencias, fueron constantes. P e r o , para Bonnín había m á s . Personalmente realizaba incluso las labores que pudieran considerarse r e s e r v a - das a unos subalternos que no se podían tener porque no s e les hubiese podido pagar: montar un cuadro o una decoración, col- gar una cortina, trepar a una escalera, subir, bajar. . . siempre poniendo en juego "su sentido del trabajo incansable", pero también "su graciosa dedicación lúdica" (25). 34
  • 30. Cierto que, en ocasiones, "como todo gran artista, su adap- tación a la realidad fue siempre contradictoria. Unas veces usó. . , una especie de despotismo ilusionado; otras, la democracia de mano abierta que le exigían esas nuevas generaciones que él en todo momento trató de apoyar, servir y mejorar...", y así, la democracia, genuina, la genuina, no fue nunca abandonada" (26). E s bien significativa, respecto a su mandato de Presidente, la siguiente cita de Eduardo Westerdahl -testigo de excepción-, cuando, refiriéndose a aquel Círculo "de Bonnín", asegura: "Obra amarga y llena de sacrificios que nunca habremos de agradecerle bastante", declarando a continuación: "Acaso, en plan de confesión, buena o mala, la vocación crítica del que esto e s - cribe fuera despertada por el sentido acogedor y entusiasta de este hombre que en un medio anodino acogía siempre toda mani- festación del espíritu sin fijarse en el matiz o tendencia" (27). Bonnín tuvo conciencia de tantos "sacrificios personales que en orden espiritual y económico me ha costado este resurgimiento artístico de Tenerife, acometiendo una empresa superior a mis fuerzas, sin más aliciente que mi propia y personal satisfacción". (28) Sin embargo, después de casi once años de dura brega ri- giendo los destinos del Círculo, en junio de 1935 presentaba la dimisión. Hay en el archivo familiar unas cuartillas escritas de su propia mano, al final de las cuales anotó: " . . . para leerlas esta tarde en el acto de hacer entrega a mi dignísimo sucesor Don Domingo Cabrera Cruz". Escribe: "Hoy he cumplido mi segunda etapa presidencial y. . . he sido nuevamente reelegido. Lo agradezco profundamente, pero tengo que objetar que mi avan- zada edad de 52 años me aconseja debo cumplir un deber con- migo mismo: el de aprovechar estos últimos años de energía que me restan para superarme en mi arte, en mi pintura. Tengo el deber de legar el máximum de mi esfuerzo pictórico; y aunque no llegaré a donde quisiera, es mi deber llegar hasta donde se pue- da. Para ello no omitiré sacrificio alguno, siendo el mayor de todos dejar esta Presidencia. . . En este constante bregar mío de once años, durante los que reconozco haberme equivocado algu- nas veces, he encontrado satisfacciones íntimas muchas... r o - gándoles acepten mi retiro y, al propio tiempo, acepten como su- cesor mío, digno, dignísimo, al S r . Domingo C a b r e r a . . . Y mi última frase será hacer constar que no me voy ni fracasado ni vencido". 35
  • 31. P o r su parte, Domingo Cabrera Cruz, al tomar" posesión dé la Presidencia, en un discurso desarrollaría el tema siguiente; "Bonnín, creador de la tradición artística del Círculo". Desde aquella fecha, Don Francisco pasó a ser Presidente de Honor del Círculo de Bellas Artes de Tenerife. Mentalidad abierta. Todas las tendencias artísticas Su espíritu acogedor, su entrega a secundar inquietudes, tuvo un sentido especial respecto a sus amigos artistas. Cuando a alguno de ellos había que prestarle una ayuda económica,pon- gamos por caso, ante la perspectiva de un viaje de estudio al extranjero, no dudaba en echarse a la calle a postular*, encabe- zando él mismo la lista. Así ocurrió cuando en 1928 a. Francis- co Borges Salas se le presentó la oportunidad de m a r c h a r a P a r í s para tomar lecciones de Bourdelle. " Yo comprendí -escribe Bonnín- que había que mandar a Borges a P a r í s y nne eché a la calle a pedir dinero para él. Poca cosa logré, pero fue la cantidad suficiente mínima para llevar a cabo su deseo y el mío". Colaboraron en la ayuda: Francisco La Roche, Leoncio Rodrí- guez, Casino de Tenerife, Tomás Zerolo, Ángel Romero, Luis Díaz de Losada, Hermanos Martí, Ramón Baudet, L a r a , Felipe Ravina, Manuel Bonnín y el Círculo de Bellas A r t e s . Logró r e u - nir 1.795,95 pesetas, de las cuales, "la noche que le embarqué para P a r í s le-entregué 500 pesetas para sus gastos. Una vez que llegó a P a r í s le fui mandando cantidades pequeñas para que se fuera defendiendo". En efecto, ingresó el resto en el Banco Hispano Americano y hay constancia de las transferencias al Lloyds and Kíational Provincial Foreign Bank, Ltd. , para que se abonasen los envíos parciales a Borges en P a r í s , al menos desde el 2 de junio de 1928 al 14 de enero de 1929. Muerto Bourdelle, su discípulo se vio precisado a r e g r e s a r a Tenerife. He citado el juicio de P é r e z Minik -otro testigo excepcional- respecto a que, mientras Don Francisco estuvo al frente del Círculo -y lo mismo posteriormente como responsable de la S e c - ción de Pintura-, "la democracia genuina, la genuina, nunca fue abandonada". Y ello, tanto en el gobierno interno del Círculo co- mo en la acogida que dio al resultado de la votación efectuada en Junta General del 1 de julio de 1932, en virtud de la cual se tomó el acuerdo de modificar el artículo 27 de los estatutos s o - 36
  • 32. cíales, autorizándose, "dentro de cada Sección facultativa, la formación de grupos autónomos cuya labor artística será comple- tamente independiente de lá labor oficial que realicen las directivas de las S e c c i o n e s . , . " Quedaba así garantizada la libertad de a c - ción, responsable, dentro del Círculo. Respecto- a lo segundo, apenas había tomado a su cargo la Presidencia, fue una de sus primeras diligencias escribir a todos los centros hoteleros de la Isla pidiendo se le informiase de la po- sible presencia de artistas extranjeros para ofrecerles la Sala del Círculo. De esta manera se explica que por aquellos años desfilaran por ella expositores representativos de todos los estilos en boga: realistas, expresionistas, surrealistas, independientes . . . Sucintamente, piénsese en la exposición de Borges en enero de 1928; en mayo del mismo año exponía Otto Hettner, profesor de la Escuela de Bellas Artes de D r e s d e ; el 1 de diciembre se abría la exposición de Osear Domínguez y Lily Guetta, del Salón de Independientes de P a r í s ; Aguiar lo hacía el 11 de marzo de 1930; Bruno Brandt, en octubre de este año y en noviembre de 1931; el italiano Rafaelli Bussoní tuvo a su disposición la Sala del 19 de enero al 1 de febrero de 1930; José Dentzinger, de la Academia de Bellas Artes de Munich, expuso el 25 de junio de 1931; y a él le siguieron, del 10 al 26 de agosto, Paul Mechlen, acuarelista de la Asociación Artística de Hamburgo; la sueca Ir- ma Strobel, etc. O s e a r Domínguez exponía su famosa muestra surrealista del 4 al 15 de mayo de 1933, en la segunda S a l a , p a - trocinado por Gaceta de Arte; y del 22 al 26 de enero de 1924, vencidas las primeras dificultades, el Círculo organizaba, en la planta baja del Cabildo Insular, la primera exposición del alemán Hans Tomferock, teniendo lugar la segunda ya en la sede social, a partir del 7 de noviembre de aquel mismo año. P o r otro lado, en el Curso 1931-32, según constancia de una cuartilla mecanografiada del Archivo Bonnín, sin fecha, se determina que "el Círculo de Bellas A r t e s , con el propósito de abrir un ancho cauce a las artes plásticas, organizará a partir del presente año una exposición anual de pintura, dibujo y escul- tura que, bajo el signo de "Independientes", recogerá, sin limita- ción, todas laó manifestaciones que de esta índole artística se produzcan en la provincia. , , " 37
  • 33. Bruno Brandt De aquellos expositores del Círculo de Bellas A r t e s en los años 30, hemos de destacar las dos muestras realizadas por el pintor berlinés Bruno Brandt P a r d o , que acabó afincándose en Breña Baja, L a Palma, Y ello, por la repercusión que tuvo en la que hemos de llamar segunda etapa de Bonnín. Nacido en Berlín en 1893 y formado en la Academia de Arte de aquella ciudad, dedicó gran parte de su vida a viajar. La P r i m e r a Guerra Mundial le sorprendió en Espafta. En 1930 viene a Canarias y llegará a conocer todas nuestras islas a puro pie. En Madrid, de vuelta, expuso en el Círculo de Bellas Artes acuarelas y óleos con temática canaria. Obras suyas se conser- van incluso en el Museo madrileño de Arte Moderno. El gobierno español le otorgó una casa en El P a r d o , motivo por el que se incorporó este topónimo como segundo patronímico. Vuelve a A l e - mania y sigue viajando. S e casa en Dinamarca con Ida Elise Jensen, adquiriendo la nacionalidad danesa. Después de varias vicisitudes, vuelve a Canarias hacia 1948-49, estableciéndose definitivamente en Breña Baja, en donde muere en octubre de 1962 (29). Durante su primera estancia aquí, celebró en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz,' que presidía Bonnín, dos exposi- ciones: una, del 20 al 30 de octubre de 1930, con un total de 41 obras, en su mayoría acuarelas. Al dorso del catálogo escribió Don Francisco: "El miércoles 22 de octubre se obsequió por el Presidente del Círculo a este insigne artista con una reunión ín- tima entre pintores y un refresco de cerveza y pastas. Asistie- ron: Francisco Bonnín, Cuezala, T o r r e s E d w a r d s , Ismael, Ma- chado, Pestaña (Ernesto), Ravina, Matthys, representante de "La T a r d e " (Ismael Domínguez). Faltan Sánchez, Fariña". L a segunda exposición de Brandt tuvo lugar del 1 al 12 de noviembre de 1931 y entonces mostró 26 obras. 38
  • 34. Desde el primer encuentro con su forma de pintar, Bonnín fue ganado por la técnica de Bruno Brandt y comentaba que tenía que s u p e r a r s e . Admiraba en él su espíritu de trabajo, afirmando a tal respecto: "Brandt es un hombre terrible". Consecuente- mente, ensayó por aquellos años las maneras del alemán, de sig- no expresionista con su amplia y suelta pincelada, lo cual, a Bonnín le malquistó con todos sus antiguos y gratuitos coleccio- nistas que le pedían macetas cargadas de rosas y balcones con enredaderas" (30), Muchos le criticaron aquella "desviación", "porque no respondía a su temperamento" (31), No obstante, otros supieron ver lo positivo de aquellos " p r o - cedimientos hasta entonces inéditos", Don Domingo Cabrera Cruz, en la conferencia pronunciada en el Círculo con motivo de la clausura de la exposición que allí se organizó como homenaje postumo al "Maestro" el 29 de mayo de 1964, declaró: "Yo con- servo una de las m á s revolucionarias acuarelas de esta época, "Tormenta en Martiánez", . , que hizo exclamar al propio Brandt; "¡Gran acierto!". Más adelante, Bonnín manifestaría: "Hay que cambiar. No quiero quedar rezagado, quiero incorporarme a los que avanzan, quiero avanzar yo mismo; pero sin romper, sin desgajarme de los maestros del pasado" ( 3 2 ) . P e r o no tardó en alejarse de las maneras de Brandt, aun- que de aquella experiencia saldrían sus posteriores cartones do- tados de mayor soltura. DE Gaceta de Arte EüFAEI RQGJk Si bien Bonnín no estuvo esencialmente ligado a la gloriosa revista " G a c e t a de A r t e " , sin e m b a r g o , c o m o nacida dentro de la S e c c i ó n d e L i t e r a t u r a del C í r c u l o , v e a m o s de qué modo s e manifestó r e s p e c t o a ciertos m o m e n t o s de su existencia. E n el " P r o y e c t o d e la labor a r e a l i z a r p o r la S e c c i ó n de L i t e r a t u r a durante el C u r s o 1 9 3 1 - 3 2 " , con fecha 29 de n o v i e m - b r e de 1 9 3 1 , se h a c e c o n s t a r en la introducción "el d e s e o de que su l a b o r . , , alcance u n a máxima independencia de c r i t e r i o , disciplinada s i e m p r e " y s e q u i e r e ; " m á s que r e s p e t o , atención p a r a m u c h a s de s u s a c c i o n e s , difíciles, como la p r o p i a " G a c e t a de A r t e " , cuya confección r e s p o n d e r á a una n e c e s i d a d sentida 39
  • 35. de depuración crítica sin otra tendencia que no sea la de una fi- gura actual abierta a todos los runnbos de la cultura". S e e s p e - raba con ello, .. contribuir a la formación de un público preocu- pado por las últinnas tendencias e s t é t i c a s . . . " A renglón seguido, Se programan las actividades a realizar por la Sección. P a r a el 15 de enero de 1932 s e preveía: "Comienza la publicación men- sual de "Gaceta de Arte", encargada de realizar una crítica depurativa en las islas e importar las modernas tendencias artís- ticas europeas. L a Sección de Literatura se reserva completa autonomía en la dirección artística de esta Gaceta, Con referen- cia a la Administración, si la Junta de Gobierno del Círculo de Bellas Artes acuerda subvencionar esta publicación, podrá fis- calizarla. En caso contrario, esta Sección s e reserva también la plena autonomía en la cuestión administrativa. Esta publicación constará de cuatro páginas, con formato corriente de periódico y en papel satinado que admita el fotograbado. L a dirección estará a cargo de D. José Arozena y de D . Osear P e s t a ñ a , . . " (33). Todo el proyecto fue aprobado en Junta de Gobierno el 30 de noviembre de 1931. Aunque se pensaba que el primer número saliera a la ca- lle el 15 de enero de 1932, se retrasó en medio mes, haciéndolo el 1 de febrero siguiente. De subtítulo llevaba: "Expresión con- temporánea de la Sección de Literatura del Círculo de Bellas Artes de Tenerife", Además de su director,Westerdahl, la plan- tilla de redactores quedaba constituida por Domingo P é r e z Minik, Francisco Aguilar, Osear Pestaña, Ramos, Domingo López T o r r e s y José Arozena Paredes, Como secretario de Redacción, Pedro García Cabrera. L a revista, en los primeros tiempos, como parte del Cír- culo, recibía "modestamente" una subvención de cuarenta pesetas mensuales. Posteriormente, al conseguirse del Ayuntamiento una ayuda de 3,000 pesetas, se otorgaron a "Gaceta de Arte" 750. L o que significó la revista en la vida cultural tinerfefta -y más allá de la Isla- a lo largo de los 38 números que se edita- ron, por una parte es harto conocido para todos cuantos siguie- ron su existencia, y, por otra, ha sido debidamente estudiado por nuestro amigo y compañero Fernando Castro Borrego con su Memoria dé Licenciatura "Visión Estética de Gaceta de Arte", leída en Madrid en 1972. Lástima que la penuria editora que padecemos no haya facilitado su publicación. Graciosamente, este 40
  • 36. compañero me cede estos datos: " L a revista, en sus 38 núme- r o s , publicó 265 artículos, de los cuales 64 son sobre Arte, divididos así: 48 de Pintura, 6 de Escultura y 12 de Arquitec- tura, En torno al Cine se publicaron 7 interesantes artículos y el resto sobre materias diversas, pero especialmente sobre L i - teratura, Teatro, Novela, Poesía, etc." Bien se comprenderá que, con la categoría de fondo y la proyección internacional que alcanzó "Gaceta de Arte", presti- giando al Círculo puesto que era fruto de una de sus Secciones, le doliera tanto a Don Francisco Bonnín cuando necesariamente hubo de independizarse. No fue ciertamente muy explícito al ma- nifestar su justificable dolor, pero sí nos dejó alguna expresión bastante significativa. Así, por ejemplo, en una cartulina-anuncio, impresa, de la conferencia que el D r . Dominik Josef Wolfel da- ría sobre " L o s indígenas canarios, problema central de la antro- pología" , patrocinada por "Gaceta de Arte" y organizada en el Salón de actos de la Mancomunidad el día 28 de diciembre de 1932, Don Paco escribió en los márgenes de la misma, lo si- guiente: "Este acto debió haberse efectuado en el Círculo o al menos haber sido presidido por el Círculo, supuesto que "Gaceta de Arte" en esta fecha e s , pública y oficialmente, órgano de determinado sector intelectual del Círculo de Bellas A r t e s . F . Bonnín". Y más tafrde, cuando presentó su dimisión de la Presiden- cia, hizo constar: "Llevamos tres cursos sin contar con la colaboración de elementos valiosos que desgraciadamente nos abandonaron..." Conociendo hasta dónde se había entregado Don Francisco al Círculo y hasta qué punto amaba sus actividades, fácilmente se comprende el dolor que le causara aquel desgarro. Eduardo Westerdahl, el 22 de mayo de 1933, le había e s - crito una breve carta en la que, justificadas las razones por las que había dimitido de la Vicepresidencia de la Sección de Lite- ratura, destacaba al final admiradoramente: " . . . y quedo a su particular servicio; como siempre". 41
  • 37. La Exposición Ibero-Americana de Sevilla Además de sus actividades docentes en el Centro de S e - gunda Enseñanza y en las clases gratuitas del Círculo, en las que inter'venía también Cuezala, el 29 de Octubre de 1925 había solicitado Bonnín la plaza de pnofesor- de Dibujo de la Escuela de Náutica. El 10 de Noviembre siguiente se le contestaba en el sentido de que podía s e r un obstáculo p a r a su concesión si el Capitán General no se lo autorizaba, por ser Don Prancisco comandante de Artillería, Hay constancia de que intercedía a su favor su amigo Rafael Hardisson ante el Jefe de Estado Mayor, pero, definitivamente, no obtuvo aquella plaza. En ese mismo año, acompañado de su esposa. Doña Luisa, hizo un viaje a P a r í s para visitar al D r . León Meunier, el cual, mediante un aparato ajustado epidérmicamente, conseguiría c u - rarle, amén del régimen, de la úlcera de duodeno. Fundado el Círculo, realizaba normalmente una éxpiOsioión anual en él, -En 1926 se celebró, hallándose aún dicho Centro en obras de reforma, el P r i m e r Salón dé Humoristas Canarios, en el que Bonnín participó al lado de Ernesto Beautell, Fortuny, P e d r o Cuezala, Alfredo T o r r e s Edwards y otros. Con motivo de la Exposición Ibero-Americana de Sevilla, desde 1928' se pensó en la construcción del Pabellón Canario, y Don Paco hizo entonces un proyecto del mismo, incorporando formas tradicionales de nuestra arquitectura: balconadas, alta torre-mirador. , . , cosas que alguno entonces calificó en la p r e n - sa local como "tópicos del canarismo pasado", habida cuenta de los nuevos aires racionalistas. A comienzos de 1929 marchó a Sevilla con el arquitecto encargado de su ejecución, Don Pelayo López y Martín-Romero, Una vez que estuvo construido, fueron encargados de su decoración interior Pedro de Cuezala, Alfredo T o r r e s E d w a r d s y Bonnín. En el álbum familiar se conserva una fotografía que presenta á los t r e s amigos en la Plaza de España 42
  • 38. sevillana. En la m u e s t r a intervenían también, lógicamente, las B e l l a s A r t e s , Don P r a n c i s c o participó con s u s a c u a r e l a s y el 22 de m a y o d e 1930 s e le extendía el diploma m e d i a n t e el cual s e le confirmaba " h a b e r l e sido o t o r g a d a la distinción de Medalla de O r o como expositor del G r u p o I ( B e l l a s A r t e s ) , C l a s e 2 ^ ( P i n t u r a y Dibujo)". Un éxito m á s , p u e s , p a r a la o b r a de n u e s t r o pintor. S e s u c e d i e r o n l a s e n h o r a b u e n a s y los h o m e n ^ e s . E n s u s anotaciones sueltas e s c r i b i r í a : " F u i el autor del Pabellón C a n a r i o , como si h u b i e r a sido arquitecto. Fui el a l m a . . . T o d o fue p r o y e c t o m í o : m u e b l e s , d e p e n d e n c i a s . , , " E n junio de 1931 J o s é A g u í a r le e s c r i b i ó d e s d e Madrid p i - diéndole, con las de Bonnín, o b r a s de C u e z a l a , A r g u e l l e s , F a - r i ñ a , T o r r e s y o t r o s p a r a el S a l ó n d e Otoño. E s e mismo a ñ o s e a c o g e a Iqi L e y de Azafta y obtiene el r e t i r o e x t r a o r d i n a r i o del s e r v i c i o activo, con p a g a completa. S u sentido regionalista le mantuvo s i e m p r e en c o r d i a l e s r e - laciones con l o s medios culturales de la isla h e r m a n a de G r a n C a n a r i a , en donde s i e m p r e contó con n u m e r o s o s amigos y a d - m i r a d o r e s de s u a r t e . E l 29 d e f e b r e r o d e 1932 s e le extendió el diploma y la tarjeta de identidad c o r r e s p o n d i e n t e como S o c i o c o r r e s p o n s a l del Museo C a n a r i o en S a n t a C r u z de T e n e r i f e . De c u a n t a s exposiciones h a c í a p e r i ó d i c a m e n t e , d e s t á c a s e en aquellos años la que s e c l a u s u r ó el 3 de diciembre d e 1933 en el C í r c u l o de B e l l a s A r t e s , habiendo p r e s e n t a d o , junto a s u s t e - m a s habituales de p a i s a j e s y b o d e g o n e s , siete r e t r a t o s . E n el acto pronunció una aplaudida conferencia J . M. G u i m e r á . En el mismo m e s y año fue P r e m i o del C o n c u r s o Nacional de P i n t u r a , o r g a n i z a d o p o r el Ministerio d e Instrucción Pública y Bellas A r t e s . F u e , como de c o s t u m b r e , el o r g a n i z a d o r y a n i m a d o r de aquella lujosa fiesta del 27 de abril de 1935 en el Círculo p a r a la q u e d e c o r ó el local con motivos s u b m a r i n o s : actinias, c o r a l e s , r a d i o l a r i o s , c o n c h a s , a l g a s , e n t r e l u c e s a z u l e s , violetas y v e r - d e s . . . c o m o si de un mundo onírico s e t r a t a s e . De la exposición que p r e s e n t ó en Valencia p o r aquellos m i s m o s d í a s - 2 5 de abril al 3 d e m a y o de 1 9 3 5 - , en su Círculo de Bellas A r t e s se le comunicaba el 8 de m a y o que "fue visitada y c o m e n t a d a p o r a r t i s t a s y público", p e r o que d e s g r a c i a d a m e n t e no había habido "ninguna v e n t a " . 43
  • 39. SEVIi:,I.A jüiiAi>o »E RECOMPENSAS ífT.•EHMINADAá XAS B^tlBERACIOWES DEK- JL JüiiABo S U P E R I O R B E MECOMPENSAT. EN t a s Q U E Ha.-H iSiBO ÉSAMINADAS Y ' D E H - -NITIVAMENTE HESUEETaS lAJS PROPUESTA/' rORMOTADAS P O R I-OS JURAUOS B E C l A S E T . REVESADAS P O R ÍÓS RESPECTIVOS B É G R U - POS. TENGO El, H O N O R B E GOMÜNICAR A V., H A B E H t E SEDO OTORGADA l A - B I S T I N C I Ó K DE...:...jfflDii,i4-..|i,aB0- -:.-., co9io....sxB0s.iEaH D E E G R U P O .I.».=:....(¿ellaa..lri9.a).:... ; • Cl.ASE...,®JÍ.i:totiirs....y.J.ítelío)v , D I O S avAtmi, A V. M U C H O S A S O S . _ :• Mayo SEVItI,a.'...S2.„....a»E iUHUI, DE i9So. MX. SCC&£TAiaO X2EE. JmtXDO 5UPEEUOR. F.Si-AESLlAHIZ. A E 3r......ItoJi...EE.anaiac.o,,.,B.oriia...«...PiBICJ,0E..Dli!....01]!LBLlS.. 44 F , B o n n í n , Medalla de O r o e n la E x p o s i c i ó n I b e r o - A m e r i c a n a de S e v i l l a . 2 2 - V - 1 9 3 0 .
  • 40. Inglaterra S i , por una parte, históricamente la acuarela en Canarias guardó siempre un cierto parentesco con la tradición academicista inglesa; y, por otra, tenemos en cuenta la cantidad de acuarelas de Bonnín que adquiridas por los turistas habían sido llevadas a Londres en aquel bienio de 1912-14 -algunas de las cuales lle- garon a venderse allá "en el triple y cuádruple de su valor- fácilmente se explica el éxito que obtuvo en Inglaterra con las exposiciones que en esta nación presentó en 1934: dos individua- les y una colectiva. L a primera de ellas estuvo abierta en el Instituto de E s p a - ña en Londres, con catálogo-invitación (sin fecha), en cuya p o r - tada se reproduce una de sus acuarelas. En la contraportada se lee: " You a r e invited to visit an/ Exhibition/ of recent Spanish Books/ and/ Watercolours". El 8 de junio recibe una carta del Secretario, Mr.Reginald Blackmore, del Royal Institute of Painters in Watercolour, con sede en Piccadilly, en la que se le informa de las condiciones que deben cumplir los no-miembros que deseen participar en las exposiciones de aquella Agrupación, Envió cinco acuarelas que, efectivamente, fueron expuestas allí. En Agosto siguiente abrió una muestra en la Walker Art- Gallery de Liverpool, "regalando -anota- una de mis acuarelas al Lord Mayor de la ciudad, gran entusiasta de Tenerife", Este, en efecto, le escribe con fecha 2 de octubre de 1934, diciéndole entre otras cosas: "It gave me very great pleasure indeed, to receive, from the Director of the Walker Art Gallery, the picture which you have so kindly dedicated to me. The picture will be a constant reminder of my many happy assóciation with the Canary Islands, and will have a place of honour in my h o m e . , . " Como dato anecdótico está lo ocurrido en la que pudo haber sido una cuarta muestra. Lo relata así: "En una exposición de acuarelistas femeninos, el año 1945 ó 46 en Londres, figuraron por e r r o r unas acuarelas mías remitidas por el Ministerio de Asuntos Exteriores, sacadas de mi exposición en el Palacio de Santa Cruz, Se dio orden de descolgarlas, oponiéndose las j ó - venes acuarelistas". %:^s^#^
  • 41. 1936 Respecto a su actividad durante la Guerra Civil Española, en su condición de comandante de Artillería, veamos lo que él mismo escribió: "El 18 de julio me presenté en Capitanía General a las diez de la mañana. Fui movilizado. Mi primera obra, fue regalar las doce únicas acuarelas que tenía para ser rifadas por señoritas a beneficio de las tropas, junto con dos óleos de José Aguiar, recaudándose un total de 6,000 pesetas. Se me nombró Jefe Provincial de Censuras militares por el Estado Mayor. Nombré, de acuerdo con los canónigos y p e r - sonas determinadas de reconocido prestigio de cada pueblo de importancia, los censores y jefes respectivos, dándoles las ins- trucciones recibidas p a r a su funcionamiento. La censura en los periódicos fue misión que efectué hasta altas horas de la noche. Posteriormente fui nombrado, por el Alto Estado Mayor del Cuartel General del Generalísimo, agente secreto de enlace, con clave especial, para darle cuenta de los telegramas extranjeros cifrados, acostándome a las tres o cuatro de la madrugada e in- formándole de varios asuntos en el orden militar. Durante mi a c - tuación, que duró hasta el año 1939, unas veces por mi iniciativa y otras por recomendación del Capitán General, traté de la n e - cesidad de colocar mi (proyecto de) monumento en Las Raíces de L a Esperanz:a". Tenía un cartel p a r a el proyecto de Mo- numento al General Franco y un modelo de Águila Imperial de gran tamaño (2 m . ) . , . Encargué el busto del General Franco a mi amigo el escultor Francisco Borges Salas. Este busto s e expuso en un acto celebrado por mí en el Círculo de Bellas A r - tes, al que asistió el Gobernador, General Saldaña." Además se compuso un himno con letra de J . M , Quimera y música de Manuel Bonnín, con portada pintada por Don F r a n - cisco, que se interpretó en el Teatro Guimerá. Terminada la g u e r r a , " para la Fiesta de la Victoria "eché los hígados" confeccionando dos grandes carrozas y el monumen- tal escudo que figuró en el balcón de Capitanía General". 46
  • 42. Entretanto, el 10 de julio de 1937 había muerto su madre -el fallecimiento de su padre había ocurrido el 29 de junio de 1921-1 P o r aquellos días, en una visita a la iglesia del Pilar para dar su opinión sobre ciertos aspectos decorativos -proyectó el retablo de la Milagrosa, como asimismo el altar de Santa Bárbara en la iglesia de San Francisco-, sufrió un accidente, con fractura de su brazo derecho, lo cual -escribe desconsola- damente- "me obligó a estar 45 días sin pintar". Igual desazón mostraría a raiz de un derrame sinovial que le sobrevino, hacia 1940, en la mano derecha. Desde entonces solía llevar un mitón de lana; y el movimiento de la muñeca al pintar lo substituyó por la agilidad de sus dedos para «manejar los pinceles. Entre 1940 y 1941 estableció su residencia habitual en el Puerto de la Cruz, donde solía pasar los veranos ya desde 1925. La triunfal década de los años 4 0 A lo largo de la vida de Bonnín, la década de 1940 a 1950 es sin duda alguna, no sólo la más fecunda, sino también en la que más triunfos artísticos consiguió. Su arte se afincó definiti- vamente en la más subjetiva de un paisaje recreado, en el em- pleo de su característica mancha arbitraria y en la aplicación constante de la más lírica de las coloraciones. En 1940 llegó por primera vez a las Cañadas y cayó de rodillas, arrebatado en un éxtasis contemplativo ante lo agreste del paisaje y el colorido de la retama. En mayo de 1941 se hizo cargo de la organización de la Exposición Regional en Madrid, por delegación del arquitecto Jo- sé E . Marrero Regalado, la cual resultó una sorpresa y obtuvo encendidos elogios en la capital de España. En diciembre tuvo lugar en el Círculo una Exposición-Con- cierto con las acuarelas de Bonnín y un recital de canto por la soprano Hortensia Ayala, acompañada al piano por Lola Trujillo, Del 3 al 10 de junio de 1942 logró su primer gran éxito en Las Palmas de Gran Canaria al exponer en el Gabinete Litera- rio, siendo Presidente Don Matías Vega. Llevó 45 cartones, 47
  • 43. muchos de ellos de gran formato, con aquel ansia de monumen- talídad que le dio a la acuarela. Todos los medios culturales de la capital hermana le hicieron objeto de elogios y homenajes. Así, Luis Doreste Silva escribiría un poema "A la acuarela El Teide desde la cumbre", lleno de entusiasnno; Chona Madera le dedi- caría varias de sus composiciones; la p r e n s a de allá y de acá sobreabundó en comentarios laudatorios; y en el banquete de despedida, aí final de unas cuartillas que leyera Ángel Johan González, firmaron, entre otros, Plácido Fleitas, Santiago S a n - tana, Tomás Gómez Bosch, Sergio, Luis Jorge y Manolo R a - mos, el cual, enmarcándolo con su rúbrica, escribió: "Y si Néstor viviera, sería^ de los nuestros". Vendió en aquella ocasión 22 acuarelas. Entre ellas, "El Teide desde la cumbre" (Cabildo Insular), "Paisaje del Realejo Alto" (Gobierno Civil), e t c . , además de las donaciones de las que jamás pudo prescindir: dos versiones del "Patio del Con- vento de las Catalinas", regaladas, la una a Matías Vega y la otra al D r . Ponce. Dio calor a la idea de que se c r e a r a en L a s Palmas un Círculo de Bellas A r t e s , a semejanza del tinerfefto, lo cual obtu- vo una entusiasta acogida, Y dejó acordado traer al de Santa Cruz óleos de Colacho Massieu, dibujos y acuarelas de S e r - vando del Pilar, dibujos, óleos y pequeñas esculturas de Pepita Maynadé de Lorenzana, recital de canto de Lola de la T o r r e y recital poético de Olga Valido y Chona Madera. Todo lo cual s e llevó a feliz efecto. El 3 de diciembre de 1942 se le otorgó e'l P r i m e r Premio en el Concurso Nacional de Pintura por su acuarela "Paisaje de La Esperanza". Junto con esta, había presentado "Marina del Puerto de la Cruz" y "Vendedora de flores", una de las cuales manifestó deseos de adquirirla el Subsecretario del Mi- nisterio de Trabajo. Además del honor, se le dieron 4.000 p e - setas; y otras tantas al famoso acuarelista catalán Ceferino Olivé, que compartió dicho premio y a quien Bonnín tanto admiró y por quien tanto fue admirado, . Su nombre como artista se afianzaba en el panorama nacional. De nuevo más y más correspondencia, entre la que destacamos un telegrama de Aguilar, otro de Aguiar (curiosamente "censurado"), Jesús María Perdigón, la Agrupa- ción de Acuarelistas de Cataluña, firmando como Presidente R í s - ques y como Secretario Valls-Clusas, etc. Y nuevos agasajos, 48
  • 44. S. E. EL JEFE DEL ESTADO ESPAÑOL Y EN SU NOMBRE EL MINISTRO DE EDUCACIÓN NACIONAL EN GONSIDERACIÓN A LOS MÉRITOS QUE EN VQS CONCURREN HE TENIDO A BtEÑ CONCEDEROS POR ORDEN DE ESTA FECHA LA ENCOMIENDA CON PLACA DE ALFONSO X EL SABIO MADRID, i8 D E ^ ^ E R O DE 194,^ limo. Sr. Don Francisco Bonnih Encomienda con Placa de Alfonso X ei Sabio. 18-1-1944 49
  • 45. sobresaliendo el que le ofreció el Círculo de Bellas Artes de Tenerife el 29 de diciembre y en el que, a la hora de las pa- labras de agradecimiento, Bonnín terminó diciendo: " . . . s é muy bien dónde están las grandes dificultades y los grandes problemas que pueden presentársele a un acuarelista; yo os prometo en- frentarme con ellos a fin de lograr en lo posible lo que hasta hoy he considerado lejos de mis actuales facultades o posibilida- d e s . . . " Y, puesto en pie, manifestó que echaba de menos "al pobre Crosita y al pobre Granados". P o r aquella época se c r e a en el Museo Municipal de la capital tinerfeña la "S,ala Bonnín". En 1943, en una caída en La Laguna, sufrió fractura de la cabeza del fémur, que volvió a s e r otra prueba más p a r a su temperamento inquieto. De nuevo s e presenta en Madrid con los Artistas Tinerfe— ños, que expusieron en el Museo de Arte Moderno del 16 de diciembre de 1943 al 10 de enero de 1944 con gran éxito. Con tal motivo, Cecilio Barberán le dedicó en ABC un comentario muy elogioso, a la vez que s e reproducían sus acuarelas " L a s Cañadas", "Horno con plataneras", "Patio con ñameras" y "La calle del Pilar". L e calificó de "primer romántico de la acuare- la" , "el pintor por antonomasia de la esplendidez luminosa de las Islas Afortunadas", destacando su valor "documental sobre lo ambiental indígena" y "la tropical luminosidad que irradian las nieves" {34).' El 18 de enero de 1944 vino a representar para Don Paco una de las fechas de mayor satisfacción en su larga vida,al otorgársele la Encomienda con Placa de Alfonso X el Sabio, en reconocimiento a su ininterrumpida labor artística. El Ministro de Educación Nacional, José Ibáñez Martín, enviaba la Placa a Blas P é r e z González, Ministro de la Gobernación, el 7 de julio de 1944, acompañada de una carta en la que destacaba el hecho de que Bonnín "cada día pone más alto el prestigio de la pintura española en esa admirable labor de acuarelista sin p a r " . L e fue impuesta la Encomienda el 12 de agosto siguiente en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, siendo presidido el acto por el Capitán General Don Francisco García Escámez, por el Gobernador Civil Don Julio P é r e z P é r e z ; en represen- tación de la ciudad el S r . Guimerá; de la Mancomunidad el S r . Maldonado; y del Cabildo el S r . González Quesada. 50
  • 46. El 23 de enero anterior, a cinco días de la concesión de la Placa, se había celebrado en el Círculo una Exposición-Con- cierto en honor al "Maestro" , con intervención de Hortensia Aya- la y Lola Trujillo de Gorostiza, desarrollando una conferencia Sebastián Padrón Acosta sobre el tema "El Pintor y la Isla" y actuando como poeta Manuel Castañeda. Bonnín expuso entonces 39 acuarelas, en las que destacaba "Nieve en las Cañadas", una serie de "Retamas en las Cañadas" y " R o s a s " . Ese mismo año había expuesto también en la Sala de Ami- gos del Arte en Madrid. Asimismo se le había otorgado la Encomienda de Isfiámero de la Orden del Mérito Civil, cuyos derechos abonó el 3 de enero de aquel año en curso. Las Exposiciones en el l/1inisterio de Asuntos Exteriores El artista llegaría a la cúspide de su fama con las dos ex- posiciones que presentó en el madrileño Palacio de Santa Cruz en los años 1945 y 1946. Respecto a la primera, se hablaba ya de sus preparativos en la prensa local desde el mes de febrero, haciéndose destacar el hecho de que allí solamente habían expuesto "hasta la fecha" Zuloaga y José María S e r t " . Don Francisco manifestaba: "He hecho un esfuerzo superior a mis fuerzas y tengo algunas co- sas que yo puedo juzgar como las mejores de mi vida". (35) En un telegrama de Lequerica, de fecha 8 de febrero de 1945, se le decía: " E n respuesta su instancia, ofrézcole patios este Ministerio para celebrar exposición sus acuarelas jíróximo mayo rogándole me telegrafíe especificando día le convendría pa- ra inauguración, Lequerica". Y Don Paco contestaba el día 15 del mismo mes al Minis- tro de Asuntos Exteriores: "Altamente agradecido a V. E. de- searía fecha inauguración fuera quince mayo día señalado patrón Madrid con más respetuoso saludo. Acuarelista Bonnín". La muestra estuvo abierta en los patios del Palacio Santa Cruz desde el quince al veintisiete de mayo de 1945 y su orga- nización corrió a cargo de la Junta de Relaciones Culturales. Don Francisco presentó sesenta acuarelas, con temas princi- 51
  • 47. pálmente de L-a Laguna, L a Orotava, Puerto de la Cruz -la mayor p a r t e - . Los Realejos y, sorprendentemente, la námero 60 representaba un "Puente Romano", de Besalú. La crítica madrileña en aquellos días comentaba: "Acaso no exista en la actualidad una mano más hábil y una retina más poderosa dedicadas a la acuarela", hasta el extremo de que "Bonnín supera a los mejores acuarelistas del siglo XIX, los Pradilla, Ferrant, Fortuny y Villegas, en soltura, facilidad y claro sentido del procedimiento"-, con lo que "resulta sencilla- mente insuperable" (36). P o r otro lado se destacaba su "técnica que tiene tanto de intuición como de madura experiencia" (37), P o r su parte, la prensa insular se hizo eco de aquel éxito y de aquellos elogios, con repetidos comentarios de orgullo, y exaltación del paisaje islefto. Con motivo de esta exposición s e le hizo un homenaje el 14 de junio en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, habiendo ocu- pado su derecha el Director General de Bellas A r t e s , Marqués de Lozoya, el Presidente de la Asociación Española de A c u a r e - listas, S r . Esteve Botey, José Aguiar, que ofreció el homenaje, y PrancisGo Aguilar y P a z , que pronunció el discurso. A su izquierda estuvieron el Presidente del Círculo, el pintor D. Mar- celiano Santa María, Aniceto Marinas, el Marqués de Auñón -Jefe de Relaciones Culturales del Ministerio- y José Cubiles. El S r . Botey hizo público el acuerdo de nombrar socio de honor de la Asociación Española de Acuarelistas a Bonnín y al final se dieron un emotivo abrazo éste y Santa María (38). En una ex- presiva carta de la misma fecha, Mariano Benlliure se disculpa- ba por no poder asistir, "pero quiero en alma estar ahí y brin- dar pí;^i quien tan en alto pone el A r t e " . P a r a una sesión académica de la Asociación de Escritores y Artistas, a celebrar asimismo en honor de Bonnín el 28 del mismo mes y año, s e contaba con la asistencia >del propio Ben- lliure, Marinas, Santa María, Benedito, Esteve Botey y los críticos Barberán, Laínez, Alcalá y Manzanares, presidiendo el Director General de Bellas A r t e s , Marqués de Lozoya (30). De vuelta en Tenerife, se multiplican los agasajos, uno por el Circuló de Bellas Artes el 18 de agosto de 1945, en el Real Club Náutico, y otro en el Hotel Pino de Oro, ofrecido por sus compañeros de a r m a s , 52
  • 48. De la comida en su honor, del día 18, se conserva una tarjeta del menú en la que puede leerse esta nota autógfafaí. " P e d r o Guezala/María Belén Martel de Guezala/El más viejo de sus discípulos/y su esposa con/un abrazo de todo corazón", De igual manera, hemos encontrado un telegrama de Paco Martínez, del día 17 de agosto de 1945, en que se dice: "Agradezco acep- te caricatura como testimonio admiración a tan ilustre Maestro adhiriéndome justo homenaje = Paco Martínez". Y José Manuel Guimerá, que tanto escribió entusiasmado sobre Bonnín en prosa y en verso, le dedicaba un soneto, uno de cuyos cuartetos era^ "No hubo blanco de mar, ni azul de cielo/ ni pompa floreal, choza o ladera/ donde el pincel inquieto no quisiera/ como un insecto detener el vuelo". En la prensa aparecía la referencia del homenaje al día siguiente, puntualizándose que, en el transcurso del mismo, el Gobernador Civil le había hecho entrega de un pergamino al ilustre pintor (40). L a Primera Exposición de Bonnín en los patios del Palacio de Santa Cruz, no sólo resultó algo así como la consagración definitiva de nuestro artista, sino que, además, saneó su econo- mía, ya que el total de ventas alcanzó las 105.000 pesetas. Como dato anecdótico, contó algún tiempo después que un señor inglés pretendió adquirir en 200.000 pesetas la totalidad de los Cuadros para enviarlos a Londres, lo cual no aceptó D. F r a n - cisco por no s e r partidario de la especulación en él arte. Aquel mismo afto enfermó de pólipos en la vejiga y marchó a Las Palmas, en donde el D r . Ponce, tras varias interven- ciones quirúrgicas, le curó. En octubre ya estuvo en condiciones de organizar en T e - nerife una Exposición de Pintura p r o damnificados de Cádiz. L a segunda exposición en el Ministerio de Asuntos Exte- riores tuvo lugar del 9 al 24 de noviembre! de 1946. Su llegada a la capital de la nación llegó a reflejarse en la prensa madri- leña como un verdadero acontecimiento (4l).. En esta ocasión presentó 80 acuarelas, de las cuales 49 eran'temas del Puerto de la Cruz; de L a s Palmas, la 71, " L a Catedral", y la 7 2 , " C a - llejuela florida"; " R o s a s " , de la 76 a la 79, etc. L a apertura estuvo presidida por el Ministro de Asuntos Exteriores, Martín Artajo, el de la Gobernación, Blas P é r e z , y el de Educación Nacional, Ibáñez Martín, además de otras 53