Los inmigrantes que llegaron a la Argentina entre 1880 y 1930 provenían principalmente de España, Italia, Francia, Inglaterra, Alemania, Armenia, Rusia y Polonia. Se dedicaban principalmente a la agricultura y como jornaleros o artesanos. Vivían en pensiones, conventillos y casas, y enfrentaban condiciones de vida precarias con escasos recursos y viviendas indignas y falta de alimentos. Estos inmigrantes influyeron en la cultura argentina a través de la música, la danza y la comida.