2. la imaginación es el límite
La lectura, en tanto acto cultural y aprendido, no va separado de la imaginación; las
películas no muestran todo lo que somos capaces de leer
En una de las lecturas del semestre anterior recogíamos una frase de Withman
sobre el leer. Rezaba así: “…los estudiantes aprenden lo que entienden,
entienden aquello sobre lo que ponen atención y sólo ponen atención a lo que
les interesa”. En esa medida, la preocupación por formar en esta competencia
genérica – legítima por cierto, pero pocas veces bien encarada – nos permite
descubrir las complejas pero nada complicadas formas de entender los procesos
mentales de las personas. Los formadores (a menudo acusadoramente, casi como
sentencia y/o imprecación) solemos decirles a nuestros estudiantes que leer es
importante y que “hay” que hacerlo. ¡Ustedes no leen! es la frase pronunciada con
vigor una y otra vez. Claro, eso no provoca leer, no anima a la lectura y más que
seguro, etiqueta por siempre a la raza juvenil con el síndrome de la no-lectoría, sin
derecho a vacuna o antídoto.
3. Entonces, se sospecha – no sin razón, a las pruebas me remitiré luego – que los
formadores no sabemos provocar el interés por la lectura, mucho menos por “esas”
lecturas que nos interesa que ellos revisen con fines académicos. Plantearé aquí dos
asuntos sencillos: (1) Nuestra vida es una narrativa, a la cual se suman otras
narrativas, para hacer una narrativa mayor que requiere de ir ampliándose
permanentemente (¿Nos recuerda algo del aprendizaje significativo?, ¿Verdad?) y
(2) La Lectura es un medio – entendámoslo bien – y no es un fin. Hay activadores de
nuestro propio interés: informarse, aprender o entretenerse. En los dos puntos de
análisis juega la imaginación. Claro. Y bien claro que está.
No sé si habrán visto algún episodio de la serie colombiana “Sin tetas no hay
paraíso”. Bueno pues, el libro de Gustavo Bolívar apareció un tiempo atrás con
mediano perfil. El asunto es que la bendita serie no deja sitio a la imaginación: el
tema se acaba con la imagen. En cambio, el texto burbujea un poco. La intriga entre
las chicas en su escalada hacia la fama con los “traquetos” colombianos, deja
posibilidades que recorremos y descubrimos o no, en las páginas siguientes. Lo
único malo es que a veces, no llegamos a encontrarlas (por eso, algunos lectores –
sin intención de perjudicar a los autores de esta u otras novelas – corremos a hojear
las últimas páginas, para procurar un respiro a la curiosidad).
4. Evidentemente, en este ejemplo (que alude un poco a otras referencias similares como la
película “El Padrino” y el libro de Mario Puzo o los mismísimos textos de Mario Vargas
Llosa llevados a la pantalla del sétimo arte) hay un signo común con otros textos hermosos
que merecieron y tuvieron mejores películas.
La lectura, en tanto acto cultural y aprendido, no va separado de la imaginación; las
películas no muestran todo lo que somos capaces de leer. En los resultados de una
encuesta efectuada por el Cineasta Mario Acha, publicada en un artículo del
Suplemento “El Dominical” de “El Comercio”, se comenta refiriéndose al famoso libro y
película “Harry Potter” – saga fantástica, multidimensionala y reduccionista a la vez –
que “… ante la pregunta de qué le había gustado más la película o el libro, la
respuesta fue “el libro” y cuando preguntó por qué, le dijeron que leyendo
imaginaban cosas que no sucedían en el cine”(2). El investigador y hombre de cine
menciona que “lo que está detrás del acto del lenguaje, es la imaginación”. Remitiéndonos
a los dos aspectos inicialmente planteados, coincidiremos seguramente en afirmar que
todos imaginamos (a nivel e intesidad diferentes –y no con el mismo molde- por supuesto
), de acuerdo a nuestras experiencias particulares. Entonces, no se trata de dar libros a la
gente, ni ordenar a los jóvenes que lean, ni de solamente instalar bibliotecas. Leer es
importante como medio, como herramienta; pero lo importante es la recuperación de la
imaginación: eso es lo que provocará la proyección mental – que involucra sus previos e
intereses – y que finalmente formará el hábito de lectura.
5. La lectura se convierte en una herramienta fundamental para que los individuos activen su
imaginación y le den rienda suelta a la misma, logrando representar dentro de su mente infinidad
de mundos posibles, a los cuales se accede definitivamente gracias a las llaves secretas que se
encuentran ocultas entre los libros.
El proceso de lectura debe ser visto como algo mucho más complejo que la habilidad desarrollada
por cada individuo para relacionar las letras que conforman una palabra con un sonido respectivo,
lo cual limita el proceso lector a una actividad meramente decodificadora de signos registrados en
un texto escrito. Quizás, uno de los mayores problemas que existen en nuestra cultura es
precisamente el establecimiento de la creencia errónea relacionada con el hecho de considerar
como buen lector a aquella persona que es capaz de “decodificar” con rapidez y precisión un
conjunto de palabras relacionadas dentro de un texto escrito
Si bien la velocidad y la fluidez al leer son aspectos que influyen dentro del proceso lector, estos
dos aspectos no deben considerarse como indicadores prioritarios dentro de la enseñanza de la
lectura, pues el hacer tanto énfasis en los mismos, fomenta que los individuos vean la lectura
como una actividad aburrida y mecánica de la cual no se obtiene ninguna satisfacción. Lo
interesante de este problema es que en la medida en que una persona practique la lectura de
forma periódica, tanto la fluidez como la velocidad lectora empiezan a verse marcadas de manera
positiva, ya que estos dos aspectos mejoran únicamente con la práctica del proceso lector.
6. Lectura
Para otros usos de este término, véase lectura (desambiguación).
Detalle de la Virgen del canónigo Van der Paele de Jan van Eyck.
La lectura es el proceso de significación y comprensión de algún tipo de información
o ideas almacenadas en un soporte y transmitidas mediante algún tipo de código,
usualmente un lenguaje, que puede ser visual o táctil (por ejemplo, el
sistema Braille). Otros tipos de lectura pueden no estar basados en el lenguaje tales
como la notación o los pictogramas.
La lectura no es una actividad neutra: pone en juego al lector y una serie de
relaciones complejas con el texto. Mas, cuando el libro está cerrado, ¿en qué se
convierte el lector? ¿En un simple glotón capaz de digerir letras? ¿Un leñador cuya
única labor es desbrozar el paisaje literario?
Texier, François, 2006.1
Weaver ha planteado tres definiciones para la lectura:
Saber pronunciar las palabras escritas.
Saber identificar las palabras y el significado de cada una de ellas.
Saber extraer y comprender el significado de un texto.2
7. La lectura es una de las actividades más importantes y útiles que el ser humano
realiza a lo largo de su vida. En primer lugar, la lectura, del mismo modo que
todas las restantes actividades intelectuales, es una actividad exclusiva de los
seres humanos, únicos seres vivos que han podido desarrollar un sistema
intelectual y racional de avanzada. Esto quiere decir que la lectura es una de
aquellas actividades que nos define por lo que somos frente al resto de los seres
vivos. La lectura es una actividad que por lo general comienza a adquirirse muy
lentamente desde temprana edad y se mantiene de por vida, es decir que no se
pierde con el tiempo.
Por otro lado, la importancia de la lectura también reside en el hecho de que es a
través suyo que el ser humano puede comenzar a recibir conocimientos de manera
formal e insertarse así en el proceso tan complejo pero útil conocido como educación.
La lectura supone siempre atención, concentración, compromiso, reflexión, todos
elementos que hacen a un mejor desempeño y a mejores resultados.
8. Por otro lado, la importancia de la lectura también reside en el hecho de que es a
través suyo que el ser humano puede comenzar a recibir conocimientos de manera
formal e insertarse así en el proceso tan complejo pero útil conocido como
educación. La lectura supone siempre atención, concentración, compromiso,
reflexión, todos elementos que hacen a un mejor desempeño y a mejores resultados.
Obviamente, la lectura puede realizarse de muchas maneras y con muchos objetivos.
Así, no es lo mismo la lectura por placer que aquella que se realiza por obligación
para cumplir determinado objetivo educativo o laboral. De cualquier modo, siempre la
lectura actuará como un fenómeno que nos permite alentar nuestra imaginación,
crear nuevos mundos en nuestras mentes, reflexionar sobre ideas o conceptos
abstractos, entrar en contacto con nuestro idioma o con otros, mejorar nuestra
ortografía, conocer más sobre otras realidades, etc. Es siempre relevante para que la
lectura rinda sus mejores frutos que la misma se realice en ambientes relajados y
tranquilos, que inviten a la concentración, que permitan que la persona se olvide de
aquello que lo rodea y se sumerja en la historia que lee.
9. La lectura no solo proporciona información (instrucción) sino que forma (educa) creando hábitos
de reflexión, análisis, esfuerzo, concentración... y recrea, hace gozar, entretiene y distrae. Una
persona con hábito de lectura posee autonomía cognitiva, es decir, está preparada para
aprender por sí mismo durante toda la vida. En esta época de cambios vertiginosos en la cual
los conocimientos envejecen con rapidez, es fundamental tener un hábito lector que nos
garantice tener conocimientos frescos, actualizados pues ello nos vuelve laboral y
académicamente más eficientes y competentes en el campo laboral o académico.Tener una
fluida comprensión lectora, poseer hábito lector, hoy en día, es algo más que tener un
pasatiempo digno de elogio…es garantizar el futuro de las generaciones que en este momento
están formándose en las aulas.Veamos, a continuación, algunas de las razones por las cuales
debemos optar por un proyecto lector serio y creativo.• La lectura ayuda al desarrollo y
perfeccionamiento del lenguaje. Mejora la expresión oral y escrita y hace el lenguaje más fluido.
Aumenta el vocabulario y mejora la redacción y ortografía.· La lectura nos permite
aprender cualquier materia desde física cuántica hasta matemática financiera. No hay
especialidad profesional en la que no se requiera de una práctica lectora que actualice
constantemente los conocimientos para hacernos más competentes día a día.• La lectura mejora
las relaciones humanas, enriqueciendo los contactos personales pues facilita el desarrollo de las
habilidades sociales al mejorar la comunicación y la comprensión de otras mentalidades al
explorar el universo presentado por los diferentes autores.
10. La lectura da facilidad para exponer el propio pensamiento y posibilita la capacidad
de pensar. En el acto de leer, se establecen conceptos, juicios y razonamientos ya
que, aunque no seamos conscientes de ello, estamos dialogando constantemente
con el autor y con nuestra propia cosmovisión.• La lectura es una herramienta
extraordinaria de trabajo intelectual ya que promueve el desarrollo de las habilidades
cognitivas fundamentales: comparar, definir, argumentar, observar, caracterizar,
etc.,• La lectura aumenta nuestro bagaje cultural; proporciona información,
conocimientos de diferentes aspectos de la cultura humana.• La lectura amplía los
horizontes del individuo permitiéndole ponerse en contacto con lugares, gentes,
experiencias y costumbres lejanas a él en el tiempo o en el espacio. · La lectura
estimula y satisface la curiosidad intelectual y científica. · La lectura desarrolla
la creatividad pues al ampliar nuestro horizonte lexicológico y cultural nos brinda el
desarrollo de los principales indicadores de creatividad como son: la fluidez, la
flexibilidad, la originalidad y la sensibilidad.· La lectura nos vuelve más
tolerantes, menos prejuiciosos, más libres, más resistentes al cambio, más
universales y más orgullosos de lo nuestro.· La lectura es una afición
que dura toda la vida que puede practicarse en cualquier tiempo, lugar,
circunstancia. Nos libra de los males de nuestro tiempo: la soledad, la depresión y el
consumismo compulsivo.