1. 8vo Licenciatura en Habilidades y Ciencias en Enfermería
Javier Herrera Barroso
Argel Ramón Alvarado Damián
Mariana Landin Ibarra
Silvia Edith Sánchez Rico.
2. • La vida, en este caso la
muerte de un amigo,
nos hace reflexionar con
vivencias sobre como
estamos llevando,
nuestra existencia.
• Que estamos haciendo
para cuando llegue el
momento de partir, que
puede ser a largo plazo
o como en este caso, en
cualquier momento, sin
aviso.
3. • ¿Hacemos realmente todo
lo que podemos con cada
segundo de nuestras vidas,
la disfrutamos, vivimos en
comunidad, somos
solidarios, piadosos, le
damos a nuestras familias
calidad de presencia, es
decir el poco o mucho
tiempo que le dedicamos a
los nuestros son momentos
de unión, amor, enseñanzas,
compartimos lo bueno y lo
no tan bueno
4. • Cuando alguno de
nuestros confidentes es
víctima de un terrible
accidente o enfermedad
que provoca su muerte,
nos enfrentamos a una
doble sensación: el
dolor de perder a un ser
querido y la soledad del
que no tiene con quien
compartir lo que le
pasa.
5. • Es completamente
normal y hasta
necesario
experimentar todos
esos sentimientos.
Estos forman parte del
duelo ante la muerte,
que no tiene que ver
con la ropa que
vistamos en el funeral,
sino con el complicado
proceso que toma
superarla.
6. • Sin embargo, el tiempo de duelo no dura para
siempre.
• A pesar de la gran pena por la partida de
nuestro(a) amigo(a), también debemos pensar
en las otras personas -entre ellos, nuestros
demás amigos- que se quedan tristes por su
ausencia y que, al igual que nosotros, podrían
asimilar mejor la noticia si nos apoyamos
mutuamente.
7. • Desde el punto de vista positivo, una pérdida
de este tipo puede fortalecer los lazos de
amistad y enseñarnos que además de nuestro
sufrimiento existen otros mayores. Por
ejemplo, el de los papás de nuestro(a)
amigo(a), que tienen que afrontar cómo vivir
sin su hijo(a) de ahora en adelante.
• No estaría de más visitarlos para compartir los
buenos recuerdos de esa persona tan especial.
8. • Por otro lado, también
aprendemos que la vida
se va en el momento
menos pensado y que
debemos disfrutarla y
sacarle el máximo
provecho a pesar de sus
dificultades. Hagámoslo
en nombre del amigo
que ya no veremos más,
pero que siempre nos
acompaña y espera que
nunca lo olvidemos.
9. • Perder a un amigo es uno de las experiencias
más dolorosas que una persona debe afrontar
en la vida.
• Todos en algún momento sufrimos la pérdida
de un amigo y nos resulta difícil aceptar que
esa persona, con quien compartimos tantos
momentos y a quien confiamos tantas cosas,
ya no estará más en nuestra vida.