Las tres grandes tendencias de cambio en la estructura económica mundial son: 1) el uso menos intensivo de materias primas en la producción industrial, 2) los costos de mano de obra cada vez menos importantes respecto al total de costos de los productos, y 3) las empresas internacionales actuando simultáneamente en bienes/servicios y actividades financieras. La competitividad de una nación depende de la capacidad de su industria para mejorar e innovar, impulsada por factores como rivales poderosos, proveedores agresivos y clientes