1. Leer para vivir con dignidad
Ética y sociedad by Juan Carlos Oyuela, 2014-08-18
Leer para vivir con dignidad
Juan Carlos Oyuela
Un dirigente comunista dirigió una carta a
un grupo de sacerdotes misioneros de la India. Esta carta se publicó en la revista
italiana «Mondo e Missione». El dirigente comunista dice:
«Nosotros, los comunistas, pensamos que vosotros los sacerdotes católicos en la
India lleváis, al menos, doscientos años de retraso e ignoráis todos los sistemas
modernos de difundir las ideas. Con vuestro dinero os dedicáis a fundar
instituciones, nosotros publicamos libros y periódicos. Vosotros abrís escuelas y
formáis y enseñáis a los niños a leer y a escribir, pero después no les dais nada
para leer. Se lo damos todo nosotros, desde el mural hasta el periódico, desde el
libro hasta el folleto apropiado a cada edad y cada situación. Tenéis mucha Prensa
piadosa, pero poca Prensa de ideas.
»Tenéis tipografías, pero las usáis, sobre todo, para ganar, nosotros las usamos
como propaganda. Vosotros distribuís leche en polvo a los pobres; nosotros, ideas.
Vosotros os preocupáis de llenar los estómagos; nosotros las mentes. Decís que son
las ideas las que guían el mundo, pero después no las difundís. La batalla de las
ideas ya la habéis perdido en todo el mundo y también en la India. En el plano de
las ideas os hemos vencido porque nosotros creamos la opinión pública, mientras
vosotros sois incapaces de hacerlo. Deberíais gastar cien veces más en los medios
de comunicación social, en publicar libros, periódicos, folletos, esquemas de
discusión, revistas de cualquier tipo y dedicar más personal a la formación de la
opinión pública.
2. »Creo que mi consejo vale miles de monedas de oro. Y merezco ser expulsado del
partido por haberlo dado».
Con esta anécdota no quiero minusvalorar la necesidad de las obras de caridad
materiales, solamente quiero resaltar que tan importante es alimentar el estómago
como la inteligencia. Una auténtica caridad con las personas vela por el aspecto
material pero también por alimentar las inteligencias con ideas claras. Muchos de
los problemas éticos de hoy se deben más a la ignorancia y al desconocimiento que
a la mala voluntad.
Y es que no basta la buena voluntad de hacer el bien, hace falta saber, con
profundidad fruto del estudio, de la lectura y de la reflexión atenta. El que no lee, el
que no busca aprender, cae fácilmente en no pensar. Tristemente los que tienen su
cerebro en una huelga casi permanente son presa fácil de cualquier manipulación,
se convierten en borregos conducidos con facilidad a cualquier despeñadero.
Hace años, en una clase, pedí levantar la mano a los que hubiesen leído más de
dos libros el año anterior. Mi sorpresa no fue el número reducido de los que alzaron
la mano sino el comentario lleno de orgullo de uno del otro grupo: -me enorgullezco
de no haber terminado de leer un solo libro en mi vida.
Los diversos dilemas éticos que nos plantea la sociedad actual requieren de
nosotros una profunda actividad intelectual que comienza con la asimilación de
ideas, normalmente adquiridas en los libros o en conversaciones con personas con
mejor preparación que la nuestra. Hace falta el estudio constante para mantener en
movimiento nuestras ideas, sopesarlas, contrastarlas y luego vivir de acuerdo a
ellas.
Escuché esta semana a un amigo: “así como de alguna forma nos convertimos en lo
que comemos, en el plano intelectual nos convertimos en lo que leemos”. Si
solamente leemos de fútbol, solamente hablaremos de fútbol. Si solamente leemos
literatura de autoayuda, buscaremos resolver los problemas de nuestra vida con
recetas fáciles. Normalmente lo que vale la pena requiere esfuerzo y trabajo arduo
de nuestra parte.
En esta semana tuve una conversación con un estudiante de medicina que admitía
estar de acuerdo con el aborto en ciertos casos como la violación. En la
conversación estaban otros universitarios que, además de defender el aborto en el
3. caso mencionado, defendían la eutanasia y la manipulación genética con ciertos
fines.
Más que una discusión, hace falta conversar y buscar juntos la verdad. En este caso
concreto les expliqué en unas cuantas palabras que un aborto solamente agrava
más el problema, afortunadamente en los problemas éticos casi siempre existen
múltiples alternativas de solución que es necesario explorar, en este caso la
adopción por ejemplo. Les hablé de la gran dignidad de toda persona humana y del
derecho a la vida como primer pilar que sostiene a todo el resto del andamiaje de los
derechos humanos. Tristemente vi en sus caras el producto de años y años de
propaganda a favor del egoísmo y discúlpenme la palabra; de la insensatez que nos
ha llevado a razonar al revés de lo que dicta el sentido común.
No soy médico, pero parte de la cultura general de cualquiera ha de contener ideas
claras sobre estos temas tan importantes. Solamente para mencionar algunos; el
inmenso valor de la vida humana, la defensa de la dignidad de la persona, los
criterios del auténtico amor y generosidad en la familia sobre el número de hijos a
tener, el pago de impuestos, el destino universal de los bienes y el respeto de la
propiedad privada… podría decir que quien no posee una sólida formación en estos
campos es como un soldado sin armas que acude al campo de batalla como blanco
fácil para el primer “intelectualoide” materialista, agnóstico o ateo que con un par de
citas mal puestas ganan adeptos para sus posturas equivocadas.
Ser amigos de la lectura y del estudio. Es cuestión de exigirse para encontrar un
poco de tiempo cada día o a la semana. Como el tiempo es escaso, saber escoger
las lecturas más relevantes. Para esto es muy útil asesorarse con alguien con más
formación en estos temas, hacer un plan de lecturas y aplicarse con constancia.
Descubriremos maravillados que con el paso del tiempo, habremos leído muchos
buenos libros. Tendremos ideas para compartir con todos como monedas de oro.
@jcoyuela
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