El proceso de inspección de un área en un centro educativo consta de dos fases. En la primera fase, el inspector evalúa las programaciones docentes de cada asignatura para comprobar su adecuación a los requisitos. En la segunda fase, valora la aplicación de dichas programaciones en el aula observando las actividades de enseñanza-aprendizaje y la evaluación del progreso de los estudiantes.