1. Las ilusiones ópticas son imágenes que tergiversan la
realidad captada por el ojo. Es lo que capta el cerebro de una
imagen, cuando por algún fenómeno óptico la imagen captada
no corresponde a la realidad objetiva observada.
2. Las ilusiones ópticas no
están sujetas a la
voluntad humana, y
pueden variar entre
personas. A algunas se
les puede presentar la
realidad tal cual es, y a
otras tergiversadas. Esto
puede depender de un
daltonismo,
astigmatismo,
campimetría, etc.
3. La vista es entendida por el
siguiente proceso. La luz llega al
ojo y atraviesa todos sus medios
transparentes (la córnea, humor
acuoso y la apertura en el iris)
hasta llegar al medio cristalino. La
pupila regula la cantidad de luz que
ingresa al ojo y el cristalino enfoca
las imágenes. Luego de esto, la luz
llega al humor vitro y finalmente a la
retina del ojo. En la retina se
encuentran los conos y los
bastones, ambas células sensibles
a la luz. Por un lado los conos
encargados de la visión en
colores, y los bastones de la visión
en tonos grises. La imagen es
transmitida como información por el
nervio óptico al
cerebro, específicamente a la
corteza visual.
4. Dentro de los fenómenos de la
percepción visual, las llamadas
ilusiones ópticas conquistan su
independencia, adquiriendo valor
propio y formando capítulo aparte.
Estos efectos no tienen su origen en
las interpretaciones o diferentes
lecturas que puedan hacerse de las
formas, por lo que no están sometidos
a un acto de voluntad o de aprendizaje
por parte del sujeto, sino que actúan
directa y misteriosamente sobre el
mecanismo visual que lo impresiona
inicialmente como un señal errónea,
que entra en conflicto y contradicción
con la realidad objetiva.
5. Se realizan estas ilusiones en el
primer nivel de la visión, por lo que la
información que se remite al cerebro
es ya una información equívoca, y un
conocimiento posterior del hecho no
las modifica. Se trata, pues, de una
percepción de figuras distorsionadas,
que ocurre muchas veces en el campo
de los estímulos y las sensaciones.
6. Estos fenómenos abarcan un extenso
campo, con mucho terreno por
explorar todavía, y, son tan sugerentes
estos fenómenos que desbordan el
tratamiento del especialista para
formar parte de la más variada
miscelánea de curiosidades y
pasatiempos. La prodigalidad y
mezcolanza de estas imágenes crean
confusión al principiante y, por ello, no
están de más estas notas básica para
quienes abordan los estudios de las
artes plásticas, pues, como decía en el
siglo XVIII el ilustre matemático
Leonhard Euler, "Los pintores son los
que con mayor frecuencia saben
convertir en provechosa la percepción
óptica ilusoria".
7. En la mayoría de los casos, el
cerebro procesó bien los datos
visuales, pero éstos eran equívocos.
Muchas ilusiones ópticas dependen
de cómo se miren las cosas, como
ocurre con el conocido dibujo que
es a la vez una joven y una anciana:
visto de cierto modo, no hay duda
de que es una joven muy guapa;
pero si se enfoca la vista de otra
manera, el mentón de la joven se
vuelve una nariz enorme y aparece
la anciana. En otra ilusión óptica, lo
primero que se ve es una vasija
blanca contra un fondo negro, pero
luego éste se convierte en los
perfiles de dos rostros, uno frente al
otro, contra un fondo blanco.
8. Entender estos fenómenos es útil para
comprender las limitaciones del sentido visual
del ser humano y la posibilidad de distorsión,
ya sea en lo relativo a la forma, el color, la
dimensión y la perspectiva de lo observado.
Muchos artistas han aprovechado las
ilusiones ópticas para dar a sus obras un
aspecto mágico, de profundidad, de
ambigüedad y contrastes, también visto en el
cine.
Octavio Ocampo, Guanajuato, México.
9. Círculos que giran
Los círculos
parecen girar
cuando acercas y
alejas la cabeza a la
pantalla mientras
miras el punto
central. Nuestra
visión periférica
interpreta el
aumento y la
disminución relativa
de la imagen en la
retina como
movimiento de
rotación de las
líneas inclinadas.
10. Engranaje rotante
Imágenes residuales de colores
complementarios crean un
movimiento aparente en nuestra
visión periférica cuando nuestros
ojos examinan la página.
11. Examen de los nombres de los
colores
En este examen NO LEA las
palabras, diga en voz alta el COLOR
de cada palabra.
Este es un tipo de examen
psicolingüístico que es difícil
porque la parte del cerebro
que se encarga del lenguaje
tiene que resolver el conflicto
de verbalizar el color de cada
palabra, y al mismo tiempo
tiene que ignorar el color
correspondiente al significado
de la palabra.