La década de 1840-1854 en España estuvo dominada por los moderados y su política centralista y antidemocrática. Sin embargo, la crisis económica y las protestas populares llevaron a la revolución de 1854 que puso fin a este periodo e instauró el bienio progresista, aunque de forma limitada. Finalmente, los moderados recuperaron el poder con el general O'Donnell a la cabeza.
1. La década moderada
(1844-1854)
Guillermo Jiménez Cantón y Eladio
José Rubio Torres
2. Ramón Mª Narváez y la estabilidad
política: La Constitución de 1845.
Isabel II mostró desde un principio su preferencia por los moderados,
dejando a un lado al partido progresista. Los progresistas optaron o por el
retraimiento (se negaron a participar en unas elecciones amañadas) o por la
preparación de pronunciamientos apoyados por insurrecciones populares.
Así triunfa el liberalismo doctrinario, moderado o conservador, el más
antidemocrático, que frena las reformas y valora la estabilidad política y el
orden por encima de la libertad. Dominio de la oligarquía (sobre todo
burguesía terrateniente, propietarios tras la amortización…), falseamiento
electoral, corrupción y centralismo.
En mayo de 1844 se formó un gabinete presidido por el General Ramón Mª
de Narváez, gran figura de los moderados. Se va a construir una estructura
duradera de estado liberal, bajo los principios del centralismo y la
uniformación.
3. Isabel II, el general Ramón Mª de
Narváez y Alejandro Mol
4. Principales medidas que se adoptaron durante
la década moderada
• Creación en 1844 de la Guardia Civil, fuerza armada “profesional” al
servicio del gobierno-encargada de aplicar la ley y orden esencialmente en
el medio rural. Se suprimió la Milicia Nacional.
• Ley de Ayuntamientos de 1845. Reforzaba el centralismo, reservando al
gobierno el nombramiento de los alcaldes. Se crea el cargo de gobernador
civil. No hay autonomía local.
• Reforma del sistema fiscal de 1845, elaborada por Alejandro Mon. Un
sistema fiscal más racional, eficaz y moderno. Habrá Presupuesto estatal
anual. Se potencian los impuestos indirectos que pagan todos por igual y
perjudica a los más pobres. Sigue habiendo déficit del Estado, y se intenta
resolver emitiendo Deuda Pública.
5. • Racionalización legislativa propia del liberalismo: Código Penal
de 1851 y proyecto de Código Civil.
• Reflejo del centralismo uniformizador es también la adopción
exclusiva de las competencias educativas por el Estado central.
• Ley Electoral de 1846 que confirma el régimen
oligárquico. Sufragio muy restringido, solo los más ricos.
• Concordato de 1851: Acuerdo de la Santa Sede por el
que el Papa reconoció a Isabel II como reina y aceptó la
pérdida de los bienes desamortizados. A cambio el
estado español se comprometió a subvencionar a la
Iglesia y entregarla el control de la enseñanza y a
encargarla de las labores de censura.
6. La Constitución de 1845
De base parecida a la del 37, se introducen elementos que la hacen
muy conservadora.
• Ideas Básicas de la constitución
• Soberanía compartida entre las Cortes y el rey-gran poder de éste.
• Derechos muy limitados (se mantienen los de la Constitución del 37, pero las
leyes posteriores serán muy restrictivas con las libertades), sufragio muy
censitario, no hay libertad de imprenta ni religiosa.
• Separación de poderes limitada (mucho poder legislativo del rey). Legislativo
bicameral (con un Senado de aristócratas nombrado por la Corona entre
personalidades relevantes).
7.
8. La oposición al moderantismo
La vida política en la década moderada no se centraba en las Cortes, la
importancia del legislativo fue irrelevante. La lucha política se centraba en la
Corte, con la organización de poderosos grupos de presión que buscan
controlar la voluntad de la reina (Camarillas). Destacan la camarilla de la reina
madre y la del rey consorte (Francisco de Asís), ambas buscan una vuelta a un
absolutismo en lo posible, por lo que suelen mostrar preferencias por los más
conservadores entre los moderados (desplazando incluso a Narváez).
La constitución permitía suspender las Cortes si no se plegaban a los deseos
del gobierno, que gobierna por decreto, retrocediendo el régimen hasta el
absolutismo.
Fuera del “sistema” queda el carlismo, que protagonizó en 1848 la 2ª guerra
carlista en Cataluña, muy breve. Si hubiera habido unas elecciones, sería el
partido más votado.
9. Los “puritanos” son el ala izquierda de los moderados, y se escandalizan
ante el autoritarismo de Narváez y la corrupción. Buscan ser más
respetuosos con las leyes.
Los progresistas son el núcleo básico de la oposición, de ellos, además,
surge ahora un grupo a su izquierda, los Demócratas (que defienden el
liberalismo democrático, partidario de más libertades y del sufragio
universal, y la mayor intervención del Estado en la sociedad)
Por su parte, los moderados se han fraccionado en múltiples bandos.
La grave crisis de la Hacienda disgusta a la burguesía y la
crisis acerca al pueblo al hambre. Todo incrementa el
número de descontentos y llevará finalmente a la
revolución, que si no destrona a la dinastía es por la
oposición de Francia e Inglaterra, y por el temor de
moderados y progresistas al cambio socio-político que
pudiera suponer una república.
10. Desde 1851, los gobiernos ultraconservadores de Bravo Murillo y del
conde de San Luis intentaban reformar la Constitución para fortalecer más
aún al poder ejecutivo y los poderes de la reina, frente al Parlamento,
frecuentemente suspendido.
Se incrementa la censura de la prensa. Aumenta el desprestigio de la reina,
por dejar que su escandalosa vida privada influya en las decisiones de
gobierno, y por el escandaloso enriquecimiento de la familia de la reina-
madre.
Bravo Murillo
Conde de San Luis
11. El bienio progresista y la vuelta al
moderantismo
Gobierno de
Revolución de 1854 Espartero
12. Bienio progresista (1854-1856)
Se produce un pronunciamiento de moderados izquierdistas, protagonizado
por las tropas del general O´Donnell. Seguido por el Manifiesto de
Manzanares, documento acordado con los progresistas con el fin de
conseguir además el apoyo de los demócratas, lo que arrastró a rebeliones
más populares, formándose juntas revolucionarias en las ciudades en apoyo
de los “pronunciados”.
La reina llama a gobernar a Espartero
Se margina así a los demócratas y a las juntas populares.
La reina-madre es procesada, a la vez que abandona España, pero Isabel II
salva el trono.
14. El gobierno de Espartero: las reformas
progresistas
En realidad, su gobierno significó la contención de las reivindicaciones más
democráticas y populares de la revolución de 1854.
Restauración de leyes e instituciones progresistas
Se reúnen Cortes Constituyentes que inician un proyecto de Constitución,
llamada nonata (no nacida) de 1856, que no llegó a promulgarse.
Se dicta la Desamortización general (1855) de Pascual Madoz (ministro de
hacienda)
Afectó a lo que quedaba de las tierras estatales y municipales además de el
nuevo sistema de subasta.
15. Sus resultados no fueron muy positivos:
• Arruinó a los ayuntamientos
• No solucionó el sempiterno problema de
la deuda pública
• Perjudicó a los vecinos más pobres
Se impulsó una legislación económica: la
ley de Concesiones ferroviarias o la ley
bancaria, para crear un mercado nacional.
16. El gobierno de Espartero: los conflictos sociales
La débil industrialización española explica la debilidad del movimiento obrero
hasta el sexenio democrático, muy centrado además en Cataluña.
No obstante, ya en los años 30 habían nacido algunas asociaciones, como las
“sociedades de auxilio mutuo” se produjeron protestas de carácter ludita,
duramente reprimidas.
Las huelgas se multiplican en el bienio y llevan a la huelga general de junio de
1855 y facilitan la caída de Espartero pero sobre todo la división en los
progresistas.
O´Donnell había creado la unión liberal, un partido de “centro” entre
moderados y progresistas. Forzando la dimisión de Espartero, la reina nombra
a O´Donnell jefe de gobierno, que acaba con la resistencia de la Milicia
Nacional. Un claro apoyo de Francia de Napoleón III a O´Donnel fue también
decisivo; quien se levantó en Vicálvaro para derrocar a la reina es ahora su
firme defensor.