3. PRODUCCION AGRICOLA
La subida del precio de los cereales a raíz de la sequía en los Estados Unidos recuerda de nuevo que la
seguridad alimentaria es un envite muy real. Si una región agrícola sufre problemas ahora, es motivo de
preocupación para el mundo entero. Seguir con gran vigilancia la evolución de la situación en cada crisis
climática o sanitaria se ha convertido en una responsabilidad política y social de toda la sociedad en todos los
continentes.
Desde hace unos años suele agravar esta preocupación el espejo deformador de los centros financieros. Un
análisis de la situación de las cosechas y de las reservas permite en general relativizar el problema, aunque el
del reparto planetario de esas reservas es muy real. Es innegable que producir más y mejor es una necesidad
absoluta en el mundo.
La demanda de alimentos aumentará en un 70% de aquí a 2050. La necesidad de alimentarse no se puede
aplazar, como se puede hacer con otras necesidades ligadas al desarrollo económico progresivo de una
sociedad. Esa necesidad de alimentos es ineludible, tanto en las regiones en guerra como en las que están en
paz, en las ricas como en las pobres, en los años lluviosos como en los de sequía.
Por supuesto, el esfuerzo necesario no es el mismo si se vive en un país del norte o en otro del sur, pero esta
constatación exige medidas enérgicas. Para aumentar la producción sin destruir irremediablemente los
recursos naturales y haciendo frente al mismo tiempo al gran reto del cambio climático, la agricultura mundial
precisa inversiones, políticas públicas y previsibilidad.
Europa dispone de unos conocimientos técnicos que puede compartir
¿Cómo explicar entonces que la ayuda internacional a los proyectos de desarrollo agrícola haya disminuido
casi el 50% estos 30 últimos años? ¿Cómo explicar que no se deje de señalar con el dedo a los presupuestos
destinados a la agricultura pese a que distan de ser excesivos?
La agricultura debe volver a ser una prioridad política, y no solo en declaraciones de buenas intenciones ni
cuando se produce una crisis, sino con verdaderos márgenes de maniobra para los poderes públicos, en torno
a los tres temas de la seguridad alimentaria, la sostenibilidad y el desarrollo de los territorios rurales.
6. PRODUCCION AGRÍCOLA
Los taínos basaron su producción agrícola en
el sistema de conucos, o áreas para cultivación,
el cual fue heredado de los ostionoides y
perfeccionado por ellos, permitiéndoles
desarrollar una producción de gran escala y
calidad.
Los conucos consistieron en montones que
podían medir hasta tres metros y medio de
diámetro. Los montones estaban hechos de
una mezcla de capa vegetal y de desperdicios;
en su base se sembraban las matas de yuca y
en algunas ocasiones el maíz.
El sistema de quemar los árboles cortados y
aprovechar la ceniza como abono, tanto como
el uso de canales de irrigación, permitió, entre
otros avances, el cultivo de tabaco y maní y
una gran variedad de frutas.
8. PRODUCCION AGRÍCOLA
Para que los agricultores puedan producir alimentos hacen uso de dos recursos naturales
importantes:
el suelo y el agua. Esta labor a menudo la realizan, en áreas donde la topografía es montañosa
con altas pendientes donde se requieren prácticas para el manejo de la escorrentía y control de
erosión. El suelo y el agua son también recursos vitales para toda actividad humana. Por tal
razón el agricultor debe conocer las prácticas recomendadas para el uso efectivo y la
conservación de éstos recursos esenciales.
La tarea del manejo eficiente de la tierra y del agua clasifica al agricultor como un
mayordomo o administrador de los recursos naturales. La mayordomía comienza con una auto-
evaluación de la finca para identificar las posibles fuentes de contaminación y sus posibles
efectos en áreas circundantes. Algunos ejemlos de indicadores de prácticas ineficientes que
pueden afectar grandemente la caldiad del agua pueden ser:
el sobre pastoreo,
la aplicación excesiva y el manejo del estiércol,
el libre acceso al ganado a los cuerpos de agua (quebradas, charcas, humedales o pantanos),
y permitir la erosión.