1. Si te levantas por la mañana tan agotado
como cuando te acostaste la noche anterior,
intenta recordar en qué estabas pensando
los últimos cinco minutos antes de dormirte.
Lo que pienses durante esos cinco minutos,
va a impactar tu dormir y esto determinará
cómo será tu próximo día.
Cuando duermes, tu percepción consciente descansa,
pero tu mente inconsciente permanece activa.
Cuando la mente consciente está "fuera de acción",
el subconsciente asume el control
y cumple con las órdenes que recibe,
aún cuando no estés al tanto de ello…
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2. Por ejemplo, si los últimos minutos antes de dormir
los inviertes preocupándote, tu subconsciente
graba este sentir, lo cataloga como temor
y entonces actúa como si fuese realidad.
Como resultado, los músculos permanecen en tensión
y los nervios están de punta, lo que significa que tu
cuerpo no está descansando en realidad.
Sin embargo, si esos últimos minutos son invertidos
en contemplar una gran idea o un pensamiento
calmado y alentador, tu sistema nervioso interpretará:
"Todo anda bien", y pondrá tu cuerpo en un estado
de relajamiento. Esto te ayuda a despertar
estimulado, fortalecido y confiado.
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3. Muchos de los días que comienzan mal,
se deben a la noche anterior...
a esos últimos cinco minutos críticos
de pensamiento consciente.
Tú puedes afectar tu mente consciente
con ideas saludables y positivas
y preparar así el camino para una noche
de verdadero descanso.
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