Manolito. una historia singular.

Manolito
Una historia
singular

José María Olayo junio 2011 olayo.blogspot.com

DEPORTE Y DISCAPACIDAD

Una conversación acerca...

… de Manolito, un niño con
síndrome de Down que vive su
vida con entusiasmo, determinación
y alegría y que desea un futuro que
le permita desarrollar todas sus
capacidades y expectativas.



Manolito es un niño al que le
gusta jugar, divertirse con
cualquier cosa y pretexto,
no parar un solo instante al día...



… nació con síndrome de Down,
pero eso no ha coartado sus ganas de
vivir y mucho menos su capacidad
para sentirse uno más y mostrar allá
donde esté su singularidad y
personalidad propias...



… necesita más atención que los
demás por parte de su familia y
del entorno, pero no por ello es
menos que los demás, ni necesita
un trato distinto que le haga
sentirse inferior a nada y a nadie.



“ Cuando nació Manolito, tenía mucho
miedo de no saber hacerlo bien, no
estar preparada para educarle, no
ser capaz atender sus necesidades.

Ahora, pienso que lo sé hacer
mejor que nadie, porque le
tengo a mi lado y él me enseña”.

Liudmila
(madre de Manolito)



Manolito tiene una familia que le
apoya las veinticuatro horas al día
y los 365 días al año, con mucho
cariño pero sin nada de paternalismo...



… sabe que es distinto y eso es bueno,
porque todos somos distintos, diferentes,
singulares, y ello exige una sociedad
abierta a las diferencias y las
singularidades de cada socio...



… que valore la heterogeneidad
y donde cada cual viva su vida de
acuerdo con sus habilidades,
características, expectativas e ilusiones.



Una sociedad capaz de asegurarle
un futuro en el que pueda desarrollar
sus talentos y competencias para
vivir su vida de la forma más
independiente y autónoma posible...



… donde pueda ejercer como persona sin
tener que pedir perdón ni permiso a nadie,
ni tener que justificarse ante nadie ni nada...



… vivir sin mirar para atrás ni dejar
que el pasado condicione su futuro,
vivir si trucos, y que el único truco
consista en que todo sea verdad.



Con sus padres, Manolito aprenderá
que somos en gran medida lo que se
espera de nosotros, y que por ello mismo
deberá dar un paso adelante y superar las
expectativas y no ponerse límites, para
llegar más lejos y con más posibilidades...



… tendrá que luchar para que se le
ofrezcan las mismas oportunidades
que a sus amigos, para crecer,
formarse, trabajar y desplegar
todas sus ilusiones y expectativas...



… disfrutar del afecto dado
y recibido, saberse aceptado
y valorado, descubrir la piel
propia y ajena y aprovechar
todas sus posibilidades...



… aprender más pronto que tarde
que lo importante no es lo
que le pase en la vida sino lo
que él haga con lo que le pase...



… que en el ring de la vida
tendrá que pelear cada sueño
y noquear muchos miedos,
dudas e injusticias...



… ganarse a pulso cada afecto,
merecerse cada abrazo, hacerse
un hueco entre los demás,
sentirse parte del grupo, tomar
partido, explotar sus potenciales.



Manolito necesitará siempre el
apoyo y la dedicación constante
de sus padres y educadores para
mejorar y crecer cada día de acuerdo
con sus gustos y necesidades...



… para asegurarse un porvenir,
ganarse a pulso cada logro,
aprender de cada fracaso su lección,
y de cada error su moraleja...



… tener amigos, combatir cada
tristeza con una sonrisa, sentirse
autor de su propia historia, no
desistir nunca de ser él mismo...



… aprender el oficio de estar
bien vivo, compartir la felicidad,
ser agradecido, no dejar pasar
nunca ninguna oportunidad...



… dotarse de habilidades y
conocimientos que le permitan
acceder a nuevas habilidades y
conocimientos más complejos...



… para crecer más y ser mejor
persona, incrementar la capacidad
de observación y de preguntar, de
reconocer el esfuerzo y valorarlo...



… tener valores y comprometerse con
ellos, rodearse de personas positivas,
tomar la iniciativa siempre que pueda,
construir siempre un “nosotros”.



“ Ellos van despacio, disfrutando
lentamente todos los instantes;
de ahí aprendí aceptar otro ritmo
de vida; antes iba corriendo de un
lado para otro y ahora, ¡vaya!
voy corriendo más aún,
pero... a otra intensidad
y en otra dirección ”.

Liudmila



“ Mi gran reto personal es ayudarle
a ser lo más autónomo posible;
no obstante, de nada sirve tener
una magnifica preparación y
formación si no tienes
oportunidad de demostrarla...



“ ... así que, otra obligación moral que
tengo es la de aportar mi granito
de arena al cambio de mentalidad
social para que las personas con
discapacidad pasen a formar parte
de la totalidad de la sociedad con
todas sus diferencias, particularidades,
limitaciones y capacidades
personales de cada uno” .

Liudmila


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