Este documento presenta un proyecto de fin de carrera sobre el análisis de la implantación y desarrollo de la legislación creada por el gobierno socialista español para la nueva televisión pública. El proyecto examina el impacto de las reformas emprendidas por el ejecutivo presidido por José Luis Rodríguez Zapatero en 2006 y 2009 en la prestación del servicio público por parte de la televisión pública española RTVE. Además, aborda el debate sobre el futuro de la radiodifusión pública que
Índigo Energía e Industria No. 15 - digitalización en industria farmacéutica
La nueva Televisión Pública
1. UNIVERSIDAD CARLOS III DE MADRID
PROYECTO DE FIN DE CARRERA
LA NUEVA TELEVISIÓN PÚBLICA: ANÁLISIS DE
LA IMPLANTACIÓN Y EL DESARROLLO DE LA
LEGISLACIÓN CREADA POR EL GOBIERNO
SOCIALISTA
José María Ramírez Dueñas
Tutor: María Trinidad García Leiva
RESUMEN
Este trabajo pretende analizar el impacto causado en la prestación de servicio
público por parte de la televisión pública española, la Corporación RTVE, tras la
adaptación de las reformas emprendidas por el Ejecutivo presidido por José Luis
Rodríguez Zapatero en 2006 y 2009. De este modo, se abordará un intenso debate
que se vive en toda Europa sobre el futuro de la radiodifusión pública.
SUMMARY
This study analyses the impact caused in the delivery of public service by the
Spanish public broadcaster, the Corporation RTVE, after the adaptation of the
reforms undertaken by the Executive headed by President Spanish José Luis
Rodríguez Zapatero in 2006 and 2009. In this way, will be addressed an intense
debate that exists in Europe about the future of public broadcasting.
Mayo de 2011
2. A. Índice De Contenidos
ÍNDICE DE CONTENIDOS 1
1. GRÁFICOS 2
2. TABLAS 3
INTRODUCCIÓN 4
1. OBJETO Y OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN 7
2. HIPÓTESIS INICIAL 7
METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN 8
1. FINANCIACIÓN DE LA CORPORACIÓN RTVE 8
2. PROGRAMACIÓN DE SERVICIO PÚBLICO 9
MARCO TEÓRICO 10
1. ESTADO DEL ARTE 10
2. EL SERVICIO PÚBLICO DE TELEVISIÓN 11
3. LA ORÍGENES DE LA RADIODIFUSIÓN PÚBLICA EN ESPAÑA 13
4. LA TELEVISIÓN PARTIDISTA DE LOS OCHENTA Y LOS NOVENTA 15
5. LA ETAPA ZAPATERO: REFORMA Y ‘CONTRARREFORMA’ PARA RTVE 16
REFORMA Y CONTRARREFORMAS PARA RTVE 18
1. LA REFORMA: EL REFORZAMIENTO DEL SERVICIO PÚBLICO 18
2. LA CONTRARREFORMA: UNA NUEVA FINANCIACIÓN PARA RTVE 19
LA PROGRAMACIÓN 21
1. UNA PROGRAMACIÓN DE CALIDAD 21
2. ANÁLISIS CUANTITATIVO POR GÉNEROS 22
A. Contenidos Informativos 22
B. Contenidos Educativos y Culturales 23
C. Contenidos Deportivos 24
D. Ficción Seriada 25
E. Cine 26
F. Entretenimiento 27
G. Contenidos Infantiles y Juveniles 28
H. Otros contenidos 29
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3. 3. CONCLUSIONES: UNA PROGRAMACIÓN COMPLEMENTARIA 30
I) La Primera: una cadena generalista para todos 32
II) La segunda: una temática para la cultura y la educación 33
LA FINANCIACIÓN 35
1. LA FINANCIACIÓN DE LAS TELEVISIONES PÚBLICAS Y SU ENCUADRE EN LA NORMATIVA COMUNITARIA 35
2. LA FUENTES DE FINANCIACIÓN DE RTVE 36
3. LOS GASTOS DEL RADIODIFUSOR ESPAÑOL 39
3.1. LAS PARTIDAS DEL GASTO 40
4. CONCLUSIONES: UNA ESTABILIDAD FINANCIERA EN RIESGO 41
CONCLUSIONES. HACIA UNA TELEVISIÓN DE CALIDAD. 45
ANEXOS 51
A) TABLAS DE REFERENCIA. PROGRAMACIÓN 51
MATERIAL DE REFERENCIA 56
5. LEGISLACIÓN 56
6. BIBLIOGRAFÍA 56
7. ARTÍCULOS DE REVISTAS 57
1. GRÁFICOS
GRÁFICO 1: EVOLUCIÓN DEL GÉNERO INFORMATIVO EN LAS DOS CADENAS PÚBLICAS
EN EL PERÍODO 2005-2011 23
GRÁFICO 2: EVOLUCIÓN DEL GÉNERO EDUCATIVO/CULTURAL EN LAS DOS CADENAS
PÚBLICAS EN EL PERÍODO 2005-2011 24
GRÁFICO 3: EVOLUCIÓN DEL GÉNERO DEPORTIVO EN LAS DOS CADENAS PÚBLICAS EN EL
PERÍODO 2005-2011 25
GRÁFICO 4: EVOLUCIÓN DEL GÉNERO FICCIÓN SERIADA EN LAS DOS CADENAS PÚBLICAS
EN EL PERÍODO 2005-2011 26
GRÁFICO 5: EVOLUCIÓN DEL CINE EN LAS DOS CADENAS PÚBLICAS EN EL PERÍODO 2005-
2011 27
GRÁFICO 6: EVOLUCIÓN DEL ENTRETENIMIENTO EN LAS DOS CADENAS PÚBLICAS EN EL
PERÍODO 2005-2011 28
GRÁFICO 7: EVOLUCIÓN DE LOS CONTENIDOS INFANTILES Y JUVENILES EN LAS DOS
CADENAS PÚBLICAS EN EL PERÍODO 2005-2011 29
GRÁFICO 8: EVOLUCIÓN DE LOS OTROS CONTENIDOS EN LAS DOS CADENAS PÚBLICAS
EN EL PERÍODO 2005-2011 30
GRÁFICO 9: COMPARATIVA DE LA PROGRAMACIÓN MEDIA POR GÉNEROS DE CADA
CANAL DURANTE EL PERÍODO DE ESTUDIO (2005-2011) 31
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4. GRÁFICO 10: PROGRAMACIÓN MEDIA DE LA PRIMERA CADENA POR GÉNEROS DURANTE
EL PERÍODO DE ESTUDIO (2005-2011) 32
GRÁFICO 11: PROGRAMACIÓN MEDIA DE LA SEGUNDA CADENA POR GÉNEROS
DURANTE EL PERÍODO DE ESTUDIO (2005-2011) 34
GRÁFICO 12: EVOLUCIÓN DEL REPRESENTATIVIDAD DE CADA UNA DE LAS FUENTES DE
INGRESO DE LA CORPORACIÓN RTVE (2005-2011) 38
GRÁFICO 13: LAS DIFERENTES PARTIDAS DE GASTO PARA EL AÑO 2011. PROVISIONALES. 41
2. TABLAS
TABLA 1: DATOS DE ESTUDIO PARA EL ANÁLISIS PROPUESTO 9
TABLA 2: DISTRIBUCIÓN DE LOS INGRESOS TOTALES DE RADIO TELEVISIÓN ESPAÑOLA,
POR FUENTE (MILLONES DE EUROS). ELABORACIÓN PROPIA. 37
TABLA 3: GASTOS DE LA CADENA PÚBLICA DURANTE EL PERÍODO DE ESTUDIO (2005-
2011). 39
TABLA 4: EVOLUCIÓN DE LOS GASTOS Y LOS INGRESOS DE LA CORPORACIÓN RTVE PARA
EL PERIODO DE ESTUDIO (2005-2011) 40
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5. B. INTRODUCCIÓN
La crisis económica y financiera de finales de la primera década del siglo XXI ha vuelto
a poner en primer plano aquellas voces que pedían el desmantelamiento de las
televisiones públicas. Las “recetas” de austeridad y contención del gasto, auspiciadas por la
Comisión Europea así como por el Fondo Monetario Internacional, están llevando a los
Estados a introducir recortes en sus presupuestos, entre ellos, a las partidas para las
televisiones públicas. Así, se han revalorizado aquellos pensamientos neoliberales de
finales de los años 70 y principios de los 80 del pasado siglo, que, con la excusa de reducir
el papel del Estado así como su tamaño, vuelven a exigir la eliminación de los
radiodifusores públicos. Los acusan de exprimir una parte muy significativa de los
presupuestos estatales, además de suponer un esfuerzo fiscal muy importante para la
población.
Detrás de ello no hay más que empresas del sector audiovisual, que vuelven a pedir su
desaparición con la misma excusa que años atrás: el mercado. Según estos, sin
intervención pública, dejando a las empresas rivalizar, la competencia entre ellas hará que
todos los deseos del público sean abastecidos, inclusive los nichos de mercado de difícil
cobertura. Es por ello que, en plena economía capitalista, la sociedad ya no necesita que
existan televisiones públicas, ya que las empresas privadas pueden satisfacer las
necesidades que éstas cubren. Numerosas voces (encabezadas por los grupos de
comunicación privados) exigen su venta, tal y como sucedió en Francia con TF1 en 1987,
cuando Jacques Chirac, entonces primer ministro, privatizó uno de los tres canales
públicos de la entidad.
Mismas voces han surgido en España –como en el resto de Europa –, con el fin de que
se empiecen a dar los primeros pasos hacia la privatización de las cadenas públicas de
radiodifusión. Por ejemplo, este mismo año se presentó una proposición de ley1 para
permitir a las comunidades autónomas que puedan privatizar la gestión de sus televisiones
regionales, aunque sin alterar su titularidad pública. Misma medida pedida por la
presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, con la aprobación de una
proposición no de Ley2 presentada por su gabinete para instar al Gobierno central a que
modifique la normativa de la Ley de Terceros Canales con el fin de privatizar la gestión del
Ente Público Radio Televisión de Madrid (RTVM) manteniendo pública su titularidad. La
cadena nacional tampoco ha estado exenta de críticas y recortes. De hecho, en el debate de
los presupuestos generales de este año, los partidos políticos presentaron una enmienda
en la que reclamaban al Gobierno que redujera en 200 millones el ya exiguo presupuesto
de TVE.
1 Proposición de Ley 122/000259 de modificación de la Ley 7/2010, de 31 de marzo, General de la
Comunicación Audiovisual, para facilitar la gestión indirecta de los canales públicos de televisión
autonómica.
2 Proposición no de Ley 11/2007 (VIII) donde se insta al Gobierno Regional a que se dirija al
Gobierno de la Nación para que proceda a la modificación de la normativa reguladora del tercer
canal de televisión, permitir una explotación más eficiente de las televisiones y demás medios
audiovisuales autonómicos. Aprobada por la Asamblea de la Comunidad de Madrid el 18 de Octubre
de 2007.
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6. El origen de toda esta corriente nace décadas atrás. Durante buena parte del siglo XX,
los países europeos han mantenido intactos sus modelos públicos de televisión, siendo
ellos una buena enseña de los valores nacidos tras la Segunda Guerra Mundial, dentro del
nuevo concepto de Welfare State (Estado de Bienestar). Sin embargo, poco a poco, en un
largo proceso, han tenido que enfrentarse a una serie de nuevas condiciones que han
debilitado su posición predominante del sector audiovisual: cambios en las preferencias y
gustos de los consumidores, nuevas fuerzas supranacionales de producción y
comercialización de contenidos, generalización de canales por parte de los servicios de
pago…
Será el fin de los monopolios de programación –y emisión- de contenidos lo que
trastocará su papel dentro del sector audiovisual. El problema, es que “si bien el servicio de
televisión nacional no emana ya de un monopolio proveedor a la usanza de servicios públicos
como el agua o la electricidad, tampoco resulta fácil hacerlo encajar en un modelo
convencional de funcionamiento de mercado” (Blumber, 1993: 13). Esto es, con la aparición
de las cadenas privadas, las públicas tendrían que cambiar su modelo de producir y
programar, de mejor o peor manera.
La aparición de la radiodifusión privada será diferente en cada uno de los países
europeos: en el Reino Unido, en 1955, con el lanzamiento de ITV (Independent TV), una
cadena privada con quince sociedades que actúan en áreas regionales; en Italia, en los años
70, con dos sentencias del Tribunal Constitucional autorizando la televisión por cable y la
local en 1974 y 1976 respectivamente; en Francia, con el lanzamiento en 1984, de Canal +,
de pago, y posteriormente, dos televisiones privadas en abierto, La Cinq y M6; y en
Alemania, por último, con la autorización para emitir por satélite y cable en 1982, y por
ondas, en 1987.
En España, el proceso de apertura a la competencia se inicia en 1983, con la Ley
46/1983 Reguladora del Tercer Canal de Televisión, que establece la posibilidad de las
Comunidades Autónomas de crear televisiones públicas de gestión directa; y finalizará con
la Ley 31/1987 de ordenación de las telecomunicaciones y la Ley 10/1988 de la televisión
privada, donde se permitirá la creación de televisiones privadas. Además la pérdida del
monopolio de emisión de la cadena pública trajo consigo algo insólito en toda la Europa: el
Gobierno español retira todos los fondos (vía Presupuestos) a RTVE, obligándola a
autofinanciarse con la publicidad y dejándola inmersa en una lucha con la competencia con
las cadenas privadas por los anunciantes. Así, en la década de los 90 ha ido perdiendo
audiencias (hasta llegar al 49,3 % de share en el año 20003, y menos del 20% en 2010), así
como mucho del prestigio social que poseía, debido a la creación de formatos de baja
calidad para poder competir.
Muchos autores fueron capaces tempranamente de dar un primer aviso sobre el
debilitamiento de las televisiones públicas, y explicar la actual crisis que atraviesan.
Algunos ya adelantaron que la nueva situación vendrá “señalada no sólo por la
desintegración de los antiguos monopolios públicos, sino también y de forma más profunda,
por una pérdida del consenso respecto de los objetivos a los que debe apuntar la televisión y
de cómo debe organizarse para alcanzarlos” (Blumber, 1993:12) .
3 Fuente: Observatorio Europeo del Audiovisual,2011
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7. Otros, apuntan a problemas de tipo económico, ya que el flujo financiero del que
disponen las televisiones públicas es cada vez menor. Adicionalmente, los subsidios
oficiales se han ido adelgazando (o cuestionando), mientras que la publicidad somete a las
corporaciones a los vaivenes del sector y las polémicas sobre sus condicionamientos sobre
la programación. Según Bustamante (1999), la crisis de la televisión pública llega a
principios de los años 90 con la llegada de la privada. Según éste, existen al menos tres
grandes tendencias para explicar el retroceso o debilitamiento del sistema público
europeo de televisión:
- Económico-financiero: Mientras que los ingresos provenientes del canon se
estabilizan o incluso descienden (debido a las revisiones por parte de los gobiernos
y Parlamentos, que mantienen los montantes provenientes de los Presupuestos del
Estado, a pesar de los incrementos del nivel del vida), los gastos se disparan por el
incremento de horas de emisión, la subida del coste de los productos, así como las
exigencias marcadas por el poder político. Esta falta de financiación los llevará a
aumentar su dependencia en la inversión publicitaria, lo que les llevará a la
búsqueda de la máxima audiencia. Será la nueva orientación comercial lo que les
llevará a su deslegitimación.
- Político: Las nuevas políticas de desregulación por parte de los Gobiernos van a
despojar a las televisiones públicas de mayores presupuestos. La posible utilización
gubernamental y la ruptura del consenso social sobre su propia existencia,
provocará un mayor control de sus actividades, con un mantenimiento (o incluso,
un retroceso) de sus ingresos para su manutención.
- Socio-cultural: El descenso de las audiencias a menores ratings del 50%, tienen
que ver con una serie de transformaciones sociales y culturales. La fragmentación
de los públicos, así como la expansión de nuevos métodos de consumo (TV de pago,
video…), así como la ruptura del monopolio de emisión, producirá un desapego de
los nuevos públicos al sistema público.
Blumber (1993), además de las tres tendencias ya citadas, apunta a uno más: la
dejadez de los propios Gobiernos. Y es que muchas cadenas públicas se han visto
abandonados por sus respectivos Ejecutivos, que, en última instancia, se han desentendido
de ellas, quedando desamparadas en manos del mercado.
Este proyecto fin de carrera se inscribe en proceso de adaptación al nuevo contexto en
el que se inscriben las televisiones públicas, en especial para RTVE, donde en poco más de
cuatro años, han nacido dos nuevas disposiciones normativas que han cambiado su
naturaleza, y han hecho reflexionar sobre su existencia y futuro como televisión estatal de
servicio público.
Es por ello que el estudio planteado intenta cuantificar y cualificar aquellos criterios
que mayor dilema y conflicto han causado en la definición del servicio público
encomendados a las televisiones públicas. Desde el análisis de la programación y la
financiación de RTVE, el proyecto intenta responder en cierta manera a cuáles son las
mejoras que requiere la televisión pública para legitimarse en plena economía de mercado.
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8. 1. OBJETO Y OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN
El siguiente Proyecto Fin de Carrera se plantea como un análisis para medir el
desarrollo y la implantación de los criterios que establece la nueva Ley 17/2006, de 5 de
junio, de la radio y la televisión de titularidad estatal, así como la Ley 8/2009, de 28 de
agosto, de financiación de la Corporación de Radio y Televisión Española, en el primer y
segundo canal del radiodifusor español. El proyecto intenta responder a los cambios
sufridos en el seno de la cadena pública de televisión y analizar en qué medida, a raíz de la
reforma y contrarreforma llevadas a cabo, ha habido mejoras o retrocesos en el
cumplimiento de las labores encomendadas de servicio público.
El lector por tanto advertirá que son, al menos cinco, los objetivos de nuestro trabajo de
investigación:
a) estudiar en qué medida la nueva financiación se ajusta al nuevo momento de RTVE;
b) identificar cuáles son los nuevos parámetros de programación de la cadena pública
española; y
c) comprobar cómo ha influido la nueva financiación a la programación de RTVE (en
los términos de pluralidad de géneros y calidad, que exige la encomienda).
2. HIPÓTESIS INICIAL
Nuestra hipótesis es que realmente existe una mejora en la Televisión Pública gracias a
la nueva legislación creada. La legitimación social que posee la cadena estatal ha venido de
la mano con programación de mayor variedad y calidad. Los datos de audiencia
(situándose en una media de un 17% de share) respaldan a la cadena, además de que sus
informativos son los más vistos por los españoles.
También nos hace sospechar esta hipótesis los diferentes premios otorgados a RTVE.
El año pasado le concedieron los Media Tenor a los mejores informativos, la Academia de
la Televisión les ha otorgado el galardón de este año por su miniserie sobre el 23F… Y es
que poco a poco, la cadena está iniciando un nuevo proceso de recuperación del prestigio
perdido.
También ofrece un nuevo panorama la organización interna. La nueva ley, al plantear
que el Presidente de la Corporación así como todos los Consejeros sean nombrados por el
Parlamento por una mayoría de dos tercios, permite evitar la manipulación sufrida
anteriormente [el presidente de la cadena era elegido por el Gobierno], y romper así la
trayectoria partidista que había poseído Televisión Española desde su creación.
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9. C. METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN
El siguiente proyecto fin de carrera se plantea como un estudio evolutivo, año por año,
del período comprendido entre 2005 y 2011. De este modo, se propondrá una
comparación centrada en dos criterios de estudio bien diferenciados: la programación
(para la cual, se tomara un análisis con una muestra de una semana por cada uno de los
años) y la financiación. Efectivamente, pudieron tomarse otros como la gestión, los
recursos humanos o criterios de marketing. Sin embargo, estos dos permiten, responder a
dos preguntas clave:
a. ¿Qué se ofrece? Las televisiones públicas tienen encomendadas unas misiones de
servicio público que deben cumplir en función de la compensación financiera prestada por
el Estado. Esto se concreta en términos de la programación, según las horas de emisión
destinadas a los diversos géneros (infantil, cultural, informativos…).
b. ¿Con qué recursos se dispone? Sólo podemos emitir aquello que hemos producido o
comprado; y para ello, necesitamos financiación. Es por ello que la otra parte de nuestro
estudio será analizar la sostenibilidad (y futuro) –o no– de la cadena pública.
Con esta elección, se pretende observar un espectro lo suficientemente amplio para
que el análisis sea competente, útil, y sirva para el trabajo planteado. Por ello, el estudio se
inicia un año antes de la aprobación del Ley 17/2006 para evaluar el impacto de las
medidas adoptadas; y se acaba en este año, de modo que se muestre la situación actual de
la cadena pública. De este modo, se pretende que la muestra utilizada responda ya a la
nueva legislación implantada (más de año y medio de aplicación, así como el presupuesto
de 2010 ya liquidado).
1. FINANCIACIÓN DE LA CORPORACIÓN RTVE
En primer lugar, se pretende estudiar cómo ha influido la nueva normativa en la
sostenibilidad del Corporación RTVE. En España, con la aparición de la Ley 8/2009 de
financiación pública de la Corporación RTVE se abre una nueva etapa que elimina los
ingresos publicitarios como fuente de financiación. Pero no ha sido sólo España el único
país en realizar estas acciones, ya que Francia está inmersa en la aplicación de una ley de
similares características. Sin embargo, tales normativas han sido cuestionadas por la
Comisión Europea, la cual ha presentado un recurso ante el Tribunal de Justicia de la UE
por considerar la nueva financiación contraria a la competencia. Según la comisaria
europea de Agenda Digital, Neelie Kroes, la tasa que graba a los operadores de
telecomunicaciones que presten servicios audiovisuales (con 0,9% de sus ingresos brutos
anuales) es ilegal, ya que la legislación europea limita los casos en los que se puede
reclamar una aportación a las teleoperadores, y ésta en concreto, no está recogida.
Partiendo de estos antecedentes, la cuestión es analizar y observar en qué medida este
nuevo modelo financiero es viable, y cómo afectará al cumplimiento de sus misiones de
servicio público encomendadas por ley. Para ello, se analizará la evolución desde los años
planteados inicialmente, 2005-2011 (este último año, con datos provisionales), para
estudiar la evolución de:
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10. el presupuesto total de la Corporación, que permita saber al menos los
incrementos o las disminuciones de la financiación;
los ingresos, así como cuáles son las diferentes partidas de la financiación, de
modo que se pueda observar la dependencia de RTVE a los diferentes
ingresantes;
y los gastos totales, de modo que se pueda medir en qué medida los ingresos
son suficientes ante los diversos costes que supone la consecución de la
prestación de servicio público.
2. PROGRAMACIÓN DE SERVICIO PÚBLICO
En segundo lugar, se pretende comparar cómo los diferentes géneros programativos
(ficción seriada, informativos, culturales…) han ido evolucionando durante el período de
estudio (2005-2011). Para ello, se tomará como muestra la última semana de enero de
cada año (de lunes a domingo), de modo que fijemos datos similares para poder establecer
una comparación lo más válida posible. Así, los períodos concretos de análisis serán:
TABLA 1: DATOS DE E STUDIO PARA EL ANÁLISIS PROPUESTO
Año Semana
2005 24 al 30 de enero
2006 23 al 29 de enero
2007 22 al 28 de enero
2008 21 al 27 de enero
2009 26 de enero a 1 de febrero
2010 25 al 31 de enero
2011 24 al 30 de enero
Para ello, se utilizara la siguiente clasificación por género utilizada por la UER (Unión
Europea de Radiodifusión), con pequeñas adaptaciones de modo que sea más operativo
para nuestro estudio:
A) Informativos
B) Culturales/Educativos
C) Deportivos
D) Ficción seriada
E) Cine
F) Entretenimiento
G) Infantil/Juvenil
H) Otros
Así, se pretende realizar un estudio tanto cualitativo (en porcentajes de predominancia
de los diferentes géneros) que permita analizar la variedad de contenidos que propone la
primera y la segunda cadena de RTVE. De este modo se propondrá un primer análisis para
que futuros investigadores puedan adentrarse en otras investigaciones respecto al interés
público o la calidad de sus contenidos, que este trabajo debido al reducido tamaño no
puede responder.
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11. D. MARCO TEÓRICO
1. ESTADO DEL ARTE
No existe demasiada bibliografía ni estudios posteriores a la reforma, debido a su
proximidad. Con poco más de un año de vida, y todavía con muchos inciertos (como es la
creación del Consejo del Audiovisual o la partida de los teleoperadores en el modelo de
financiación de RTVE) no encontramos demasiados análisis efectivos en el terreno.
Contamos con cierta documentación referida, sobre todo, sobre la legislación emprendida
en el año 2006. Por ejemplo, “La reforma de la Televisión Pública Española” de 2006 de Ana
Azurmendi (coordinadora), pretende estudiar en qué medida la nueva televisión pública
ya no es la que era hace una década. Para ello, plantea dos campos de estudios muy
diferenciados: uno, la nueva legislación europea sobre televisión en general y entes
públicos de radiodifusión en particular, y por otro, la reforma de RTVE. Lo interesante es
que anunciaba ya (antes de que se anunciara una nueva financiación para la cadena
pública española) la situación insostenible de su deuda.
Lo mismo sucede con el libro de 2009 de Rosario de Mateo Pérez y Laura Bergés Saura,
“Los retos de las televisiones públicas: financiación, servicio público y libre mercado”. Desde
un estudio comparativo entre TVE, primero con las televisiones públicas europeas, y por
último, con la televisión pública catalana (TVC), las autoras intentan llevarnos al terreno de
la televisión económica: organización, estructuras empresariales, audiencias, costes,
programación… que, al final lleva al lector a entrar en un debate sobre quién paga este
servicio. Porque, además, deja desde el principio muy claras sus posiciones: la televisión es
un servicio público, pero cómo tal, hay que financiarlo de determinada manera. Y para ello,
se expone cuánto cuesta una cadena pública, sea estatal o autonómica.
Más interesante es el libro de Juan Manuel Herreros, El servicio público de televisión,
desde una visión más jurídica, sobre todo porque plantea un acercamiento bastante
interesante al concepto de servicio público, tanto en el derecho comunitario, así como su
funcionamiento en el ordenamiento jurídico español.
Sin embargo, cómo bien ha podido observar el lector, no se trata de bibliografía
demasiado reciente (la más actual es del año 2009, cuando todavía no había sido pensada
la nueva financiación). Es por esto, que otra de nuestras bases de información serán los
artículos de investigación publicados en revistas especializadas. Es el caso de algunos de
los ensayos publicados por el catedrático Enrique Bustamante, en Le Monde Diplomatique
en español, muchos de ellos de 2010.
Pese a todo no podemos olvidar a dos autores base en esta materia: Jay G. Blumber
(“Televisión e Interés Público”, de 1993) así como Enrique Bustamante (“La televisión
económica” e “Historia de la radio y la televisión en España”, de 1999 y 2008
respectivamente). El primero porque aun utilizando su libro de 1993, nos hace una
retrospectiva de la radiodifusión pública, así como el estado de las cadenas estatales de
radiodifusión de toda Europa; pero sobre todo, porque entra en el concepto de “valores
vulnerables”, es decir, aquellos pilares fundamentales por los cuales el servicio público se
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12. hace patente. Aquellos atributos propios de las televisiones públicas que les hacen propias
y que legitiman su permanencia a lo largo del tiempo.
El segundo (Enrique Bustamante) porque es una buena forma de introducirnos en la
materia con dos libros, el primero de 1999 y el segundo de 2008. Muy cercano a la
perspectiva de Bergés y De Mateo, Bustamante nos acerca a la realidad de la televisión en
general (privada, de pago…), pero deteniéndose en la televisión pública: nacimiento,
desarrollo y crisis. Sobre todo, porque nos plantea un debate sobre qué es lo que vende la
televisión pública, para al final decirnos, qué no vende nada puesto que es un servicio
público. Es decir, detrás de ello Bustamante nos plantea que si su fin no es comercializar,
no tiene por qué rivalizar para conseguir más audiencia. El ciudadano ya paga con su
canon el modelo de televisión, y es por ello, que ésta debería de ofrecerle la mejor
televisión posible, pero no porque necesite conseguir más audiencia para vender a los
anunciantes.
Y por supuesto, tampoco debemos olvidarnos de toda la legislación española, la cual ha
sido amplia, pero sobre todo dispersa. En leyes, reales decretos, reglamentos, anexos en
los Presupuestos Generales del Estado… se diseminan todo tipo de disposiciones
normativas aplicables a la televisión pública. Y, por supuesto, fundamentalmente el
“Informe para la reforma de los medios de comunicación de titularidad del Estado”
elaborado por el Consejo denominado “de sabios” porque apunta cuáles son los problemas
de Radio Televisión Española y sus posibles soluciones.
2. EL SERVICIO PÚBLICO DE TELEVISIÓN
El nacimiento de la televisión en Europa está ligado al concepto servicio público. Este
término hace referencia a aquellas prestaciones que efectúa la Administración (ya sea de
forma directa o indirecta) para satisfacer determinadas necesidades, que han sido
consideradas como de interés general. Lo importante de la catalogación de una necesidad
como servicio público, no infiere tanto en quién lo ejerce, sino cómo ha de ejercerse. En
este sentido, hablamos que la prestación de servicio público tiene, al menos, tres variables
muy claras:
- CONTINUIDAD: la prestación no puede interrumpirse ni paralizarse. Esto es
obligatorio, tanto para los servicios de gestión directa como aquellos de gestión
indirecta. Pero, si es en este último caso, la Administración se reserva la posibilidad
de aplicar sanciones al concesionario o interrumpir su contrato.
- IGUALDAD: el servicio debe prestarse en igualdad de condiciones, de modo que
haya un acceso igualitario a todos los usuarios. Ahora bien, esto no impide que se
establezcan diversas categorías, pero los que se encuentren en la misma situación
deben poseer los mismos derechos y obligaciones. Además, no pueden negarse las
prestaciones a quienes las solicitan, si están en las condiciones reglamentarias que
establece la ley.
- CAMBIO: El servicio debe adaptarse a las innovaciones en el campo en el que opere
(por ejemplo, el paso a la digital en el caso de la televisión).
La radiodifusión televisiva siempre ha sido considerada en Europa como un servicio
público. Para muchos autores, el motivo fue meramente tecnológico: en los albores de la
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13. televisión, el espectro era limitado. Es por ello que el Estado, garante del interés general,
tiene la legitimidad para emitir. Sin embargo, las verdaderas razones van mucho más allá.
Por un lado, la denominación de servicio público también está relacionada con la
necesidad de reconstruir la identidad nacional, así como el consenso social, tras la Segunda
Guerra Mundial. Es por ello que los Estados, que rápidamente comprendieron las
posibilidades del medio en la construcción de la opinión pública, decidieron gestionar ellos
mismos los servicios televisivos. Por el otro, las nuevas cadenas públicas nacieron debido a
la incapacidad de la industria nacional para originar un mercado publicitario (como en
EEUU) que soporte los costes de una televisión.
La denominación de servicio público tiene que ver con la doble naturaleza de los
productos de radiodifusión, en el sentido de que la televisión emerge como una industria
cultural4: los servicios tiene un componente económico (y es por ello que son en sí un
negocio de alta rentabilidad), pero también tienen otro componente cultural e ideológico,
dentro de la construcción de imaginarios. Para Pérez y Bergés (2009), este último pesó
más en Europa social, y es por ello, que las primeras regulaciones (debido a la escasez de
espectro), defendían que el único emisor era el Estado. Así, durante los años cuarenta y
cincuenta se organizó en Europa un modelo de televisión pública, financiada a través un
canon por televisor que pagaba cada ciudadano (y no de la publicidad, como sucedió desde
el primer momento en los Estados Unidos), con una programación ligada a la información
y a la educación; y, por supuesto, bajo una gestión monopólica en manos de los Estados.
El mayor problema supone establecer claramente cuáles son las variables mínimas que
debe contener el servicio público de televisión. Numerosos autores e instituciones han
realizado interesantes aproximaciones al término. La UNESCO (2005) habla de al menos
cuatro parámetros: universalidad (alcance a todos los ciudadanos del país, de forma
igualitaria y sin diferenciar por su nivel social o ingresos), diversidad (tanto de géneros
programativos, de públicos a los que van dirigidos y de temas discutidos), independencia
(del poder político y del de los anunciantes y comerciales) y diferenciación (la televisión
pública debe ofrecer unos contenidos de mayor calidad y de distintas características que la
televisión comercial, así como liderar las nuevas tecnologías).
Más interesante (ya que reúne la mayoría de los principios sobre los cuales existe
consenso entre las diferentes posturas) parece la aproximación de Pasquali (1986) sobre
qué es –o debe ser– una televisión de servicio público. Expone que debería cumplir con al
menos diez características:
1. Una radiodifusión de servicio público debe financiarse a través de fondos del
erario público, es decir, de los contribuyentes. Sus ingresos extrapresupuestarios
(es decir, fundamentalmente los publicitarios) deberían ser un porcentaje discreto,
que siempre deben ser inferiores a los presupuestarios, con el fin de conseguir la
independencia en sus contenidos.
4 Entendemos como industrias culturales a aquellos sectores que producen productos y servicios
culturales, que, aunque son concebidos desde un primer momento como un trabajo creativo –y
simbólico- de un artista (guionista, compositor, escritor…), dentro del sistema capitalista de lógica
comercial, se les han aplicado técnicas derivadas de la industrialización, como la división del
trabajo..
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14. 2. La televisión pública es independiente (tanto del poder político como del
publicitario), participativa (los grupos sociales relevantes participen de ella) y de
alta calidad (“arma” fundamental del sector público para diferenciarse del
privado).
3. Debe prestar un servicio de alcance nacional, prestando el mismo a todos los
contribuyentes, sin discriminación por motivos económicos ni sociales.
4. Respeta a los usuarios y los concibe como individuos, y no como una masa de
gustos comunes. Es por ello, que debe buscar la calidad por encima de todo, de
manera que despierten en ellos el sentido crítico y la voluntad participativa.
5. El radiodifusor público debería buscar la más alta exigencia en la variedad de
contenidos, aplicándolo no sólo a los educativos o culturales, sino también al
entretenimiento o a los informativos.
6. Deben establecerse redes de transmisión multilaterales, de modo que se
establezcan interrelaciones y sinergias entre diversas televisiones regionales. En el
caso español, es especialmente relevante ya que incide en la necesidad de
integración de productos entre cadenas autonómicas y la estatal. Así, podrían
utilizarse sistemas como los establecidos entre las diferentes televisiones europeas,
que comparten contenidos (euronews, eventos como eurovision song contest…)
7. La red pública posee infraestructuras que supongan la vanguardia tecnológica, de
modo que ofrezcan al ciudadano la mejor recepción y emisión posible.
8. La radiodifusión pública debe apostar por la producción propia (alcanzando
niveles superiores al 30 ó 40 %, para considerarlo un estándar de calidad), así como
la independiente y europea, de modo que su programación no sea vea sobrecargada
por producciones estadounidenses.
9. Las televisiones públicas deben funcionar de forma complementaria y no
competitiva, de modo que no rivalice con las privadas sino colabore con ellas,
mejorando el nivel de la radiodifusión nacional.
10. La radiodifusión pública se establece mediante una organización regional, de
manera que no sea un sistema centralizado de creación y distribución, sino que se
democratice la producción, de manera que la periferia (en nuestro caso, las
autonomías) participen.
Este estudio intentará plantear en qué medida la nueva Corporación nacida de las dos
nuevas legislaciones puede ajustarse a estos criterios mínimos para poder considerarla, no
sólo sobre el papel, sino de forma fáctica, un radiodifusor de verdadero y legítimo servicio
público. Por ello, en primer lugar será necesario estudiar cómo y de qué manera nació
Televisión Española hasta llegar a ser la Corporación RTVE que hoy conocemos.
3. LA ORÍGENES DE LA RADIODIFUSIÓN PÚBLICA EN ESPAÑA
La televisión pública en España ha sido utilizada como una herramienta por parte del
poder. Desde su nacimiento se ha instrumentalizado con el fin de conseguir los fines del
Gobierno de turno, lo que ha conllevado que ésta no tuviera la legitimación de sus pares de
Europa. La aparición de la televisión surge en España de una forma bastante tardía,
comparada con el inicio de emisiones de otros países como Gran Bretaña o Estados Unidos.
Tendríamos que esperar hasta 1956 para que TVE emitiese regularmente, pero no será
hasta 1964, cuando todo el territorio (las Islas Canarias serán las últimas) reciba su señal.
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15. Hasta bien entrado los sesenta, fue un medio bastante descuidado por la Dictadura, que no
comprendió las capacidades que tenía y debía adquirir la televisión en una España
retrasada con Europa (Ibañez, 2007).
Con la llegada de Manuel Fraga al Ministerio de Turismo e Información (1962), así
como la campaña “25 años de paz” (donde un bunker renovado estimuló el crecimiento
social y económico de España), será cuando TVE pase a considerarte como un “medio de
masas”. Con la popularización del aparato de televisión en los hogares españoles a lo largo
de los años 60, el régimen empezó a controlar a TVE de modo que transmitiera a la
sociedad los valores que propugnaba. Sin embargo, nunca financió adecuadamente a la
cadena pública. Aunque en sus inicios se intentó la implantación de un canon5 (como
sucedió en resto de Europa), los ingresos por publicidad se convirtieron
fundamentalmente en su única financiación. Será más tarde cuando llegaron las
subvenciones de los fondos estatales, pero nunca supusieron una proporción significativa
dentro del total de los ingresos total del radiodifusor.
Será con la creación de la segunda cadena (en 1965 comienza sus emisiones, pero no
será hasta finales de 1966 hasta que fueron regulares) cuando la cadena empezará a ser
realmente plural, debido a que a través de ella, empezaran a colarse las primeras imágenes
que, de forma más o menos encubierta, intentaban recrear nuevos imaginarios de libertad
y de la nueva cultura imperante. Programas como ‘Último Grito’, donde se exponía la
cultura de la época, permitieron enseñar por la pantalla de la televisión la nueva
generación de jóvenes que venía para cambiar nuestro país.
Con la muerte de Franco, la televisión pública tendrá que empezar a representar
nuevos espacios de libertad y democracia, acorde con la realidad española del momento.
Para ello, tuvieron que erosionar los valores propugnados por el franquismo, así como
transmitir los valores de concordia de la nueva situación (Ibañez, 2007).
Sin embargo, hasta este momento carecía de un estatus jurídico claro. Será en la
Constitución de 1978 cuando el legislador permita al Estado poseer (incluso en régimen de
monopolio) televisiones públicas: “se podrá reservar al sector público recursos o servicios
esenciales, especialmente en caso de monopolio y asimismo acordar la intervención de
empresas cuando así lo exigiere el interés general” (art. 128). Incluso, en una sentencia del
Tribunal Constitucional (86/1982), se establece que, efectivamente, la Constitución sí
permite a los poderes públicos mantener empresas públicas de comunicación, aunque de
ahí no se desprende su obligación de tener a su cargo estas empresas. Es por ello que no es
un derecho prestacional (los ciudadanos no podemos exigir a los poderes públicos el
mantenimiento de medios de comunicación).
En pleno consenso de la transición, se crea la primera ley sobre el Ente Público: la Ley
4/1980, de 10 de enero, de Estatuto de la Radio y la Televisión. En él se concede a la
televisión el régimen de servicio público esencial, cuyo titular es el Estado. En él, se
establece una financiación mixta (“el ente público se financiará con cargo a los presupuestos
generales del Estado y mediante los ingresos y rendimientos de las actividades que realice”,
5En España, el impuesto de radiodifusión (canon) se establece en 1957, mediante el Decreto del 22
de febrero de este mismo año. Sin embargo, las dificultades en la recaudación de este impuesto, así
como la creciente importancia del mercado publicitario, hizo suprimir la obligatoriedad en 1965.
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16. art. 32.1). En todo caso, en el art. 34.2.c) permite el establecimiento de “una tasa o canon
sobre la tenencia de receptores”¸ sin embargo, nunca se desarrolló el reglamento para
hacerlo efectivo, debido a que los ingresos comerciales cubrían todos los gastos que
requerían las dos cadenas. Por otro lado, la dirección del Ente Público se deja en manos de
un Consejo de Administración de 12 miembros (la mitad elegida por el Congreso y la otra
mitad por el Senado, por una mayoría de dos tercios), un Consejo Asesor y un Director
General elegido por el Gobierno por un período de cuatro años (una legislatura).
Como consecuencia de este estatuto, se consolida a la cadena pública como de servicio
público, pero con carácter comercial y bajo el control del Gobierno. Hasta 1983 este
modelo permitió que su encomienda no se viera afectada, pero con la llegada de las
televisión autonómicas en este año, y principalmente las privadas en 1990, TVE se verá
sumergida en una lucha por la competencia por la publicidad, lo que le hará perder el
prestigio ganado durante la Transición.
4. LA TELEVISIÓN PARTIDISTA DE LOS OCHENTA Y LOS NOVENTA
Con la victoria por mayoría absoluta del Partido Socialista en las elecciones de 1982, la
Transición Española se considera un período consolidado para muchos autores dentro de
nuestra Historia. Pero todavía quedaba mucho para fortalecer la radiodifusión pública en
nuestro país. El estatuto de 1980 sólo había echado a andar y había que regular todavía
muchas materias. Así, una de las primeras medidas de los socialistas fue romper con el
monopolio de la televisión en España con la ley que permite a las Comunidades Autónomas
crear entes públicos de radiodifusión (Ley 46/1983, de 26 de diciembre, reguladora del
Tercer Canal de Televisión). Serán en este sentido, la Generalitat Catalana y el
Lehendakaritza Vasca las primeras en crear televisiones públicas regionales (TVC y ETB,
ambas en 1983).
En los ochenta, la cadena pública tendrá que enfrentarse a una nueva situación: la
competencia. Con la Ley 10/1988, de 3 de mayo, de Televisión Privada, RTVE tendrá que
rivalizar con los nuevos canales privados (que empezaran a emitir en 1990), sobre todo
porque el Gobierno decide retirarle todas las partidas de los Presupuestos Generales del
Estado (1983), lo que le obligará a cambiar de modelo. Según Bustamante (2008:136), “los
gobiernos socialistas consolidan en los ochenta un modelo financiero totalmente
comercializado […] que pervertirá notablemente la oferta programática impidiendo
construir una conciencia social de la significación del servicio público”. De este modo, se
disparó la deuda de la televisión pública, ascendiendo con la salida de Felipe González de la
Jefatura del Gobierno en 1996, a 1587 millones de pesetas.
La llegada de José María Aznar en 1996 no satisfizo las expectativas de aquellos que
creyeron que su venida podría suponer la salvación para la cadena. En el programa
electoral para la campaña de este año, el candidato del Partido Popular propone un cambio
sustancial para el Ente Público de Televisión. Sin embargo, tras su llegada a la Jefatura del
Gobierno, y a expensas de las necesidades políticas del momento (Aznar necesitaba para
gobernar los votos de Convergencia i Unió y del Partido Nacionalista Vasco), el Gobierno
no hizo ningún cambio significativo en RTVE.
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17. El nuevo Gobierno intentó avanzar en la ola liberalizadora de las telecomunicaciones:
se privatiza Retevisión (1997), la empresa pública que ofrecía la red de difusión para
RTVE; se propone el control de la cadena pública por parte de la SEPI (Sociedad Estatal de
Participaciones Industriales)… Sin embargo, no pudieron acabar con la deuda que RTVE
acarreaba desde los años 80. De hecho, en sus ocho años de Gobierno, ésta se multiplicó
por cuatro, hasta llegar a los 6892 millones de pesetas.
Por otro lado, los ataques a la cadena por su supuesta subordinación al Gobierno
crecieron, especialmente durante el período en que estuvo Pío Cabanillas como Director
General de RTVE. Reseñables fueron algunos casos, como el seguimiento que hicieron los
informativos de la primera en la huelga general de 2002 (incluso, la Justicia le dio la razón
a los sindicatos en este caso) o del 11-M (véase al respecto Durán Muñoz, 2006; o Blanco
Álvaro, 2003).
5. LA ETAPA ZAPATERO: REFORMA Y ‘CONTRARREFORMA’ PARA RTVE
Con la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero a la Jefatura de Gobierno, el nuevo
Gobierno se plantea acabar con la ‘televisión de partido’, tal y como había sido utilizada
por los presidentes de la democracia simulando la trayectoria de manipulación que había
tenido la cadena del Estado durante el franquismo.
Según Azurmendi (2007) ya era necesario una reforma para la televisión pública
española. RTVE había tenido 14 directores generales desde la Transición Española (de los
cuales solo dos habían permanecido lo que establecía la ley, una legislatura), con una
deuda pública que iba aumentando de manera disparada y sin una visión a largo plazo
para el Ente Público.
Para ello, se crea un Consejo de Sabios (a efecto del Real Decreto del Consejo de
Ministros 744/2004 del 23 de abril) formado por académicos y profesionales de
reconocido prestigio en la materia, como González Urbaneja (en ese momento, presidente
de la Asociación de la Prensa de Madrid) o Bustamante Ramírez (catedrático de
comunicación audiovisual de la Universidad Complutense de Madrid, y autor de parte de la
bibliografía utilizada para este proyecto). El 4 de febrero de 2005 se presenta un informe
donde se afirmaba la saturación publicitaria a la que estaba sometida la cadena pública o
las “acusaciones de manipulación gubernamental sobre los programas informativos”, así
como la falta de seguimiento de las encomendaciones de servicio público, entre otros
problemas.
Con todo ello, el Gobierno realizó una propuesta al Parlamento (recogiendo algunas de
las recomendaciones del Consejo de Sabios), aprobada el 5 de junio de 2006, en la Ley
17/2006 de la radio y la televisión de titularidad estatal. En ella, se insta racionalizar
al Ente Público así como mejorar su eficacia, reforzando el servicio público ofrecido por
éste. Es por ello que algunos autores como Azurmendi (2009) planteen que en esta
reforma el legislador ha seguido el modelo de la BBC británica.
Sin embargo, en la segunda legislatura de Rodríguez Zapatero en la Moncloa (2008 –
actualidad) se produce un cambio de políticas audiovisuales, que algunos autores han
calificado como de “contrarreforma” (Bustamante, 2010; Zallo, 2010). La aprobación de
leyes y decretos que permiten la concentración de empresas de la televisión, así como la
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18. aprobación de la ya esperada Ley 7/2010 General de la Comunicación Audiovisual, que
garantiza a las cadenas existente la posesión indefinida de las licencias (se renuevan
automáticamente), han hecho pensar a algunos autores que el Ejecutivo ha cedido a las
presiones de los grupos mediáticos.
En lo referido a la televisión pública, este cambio se aprecia en la nueva financiación
que el Ejecutivo propone en 2009, aunque anunciada por el Presidente del Gobierno desde
principios del verano. En agosto, el Gobierno saca adelante la Ley 8/2009, de 28 de
agosto, de financiación de la Corporación de Radio y Televisión Española. Los
motivos para realizar esta reforma todavía hoy son confusos. El Gobierno los achacó para
“reducir el interés comercial y mejorar el servicio público6” de la cadena pública, pero
todavía no están claros. Bustamante (2010) los achaca a las peticiones de grupos privados
muy importantes como la UTECA (Unión de Televisiones Comerciales asociadas) o la
Asociación de la Prensa de Madrid, que ya habían pedido, debido a las bajadas de ingresos
publicitarios de las privadas (tras años de record de beneficios), la reducción de la
publicidad (ya limitada a 10 minutos por hora en los Presupuestos Generales del Estado de
2009) o incluso su eliminación en RTVE.
Sin embargo, esto no es nada nuevo. Esta ha sido una de las demandas históricas de los
grupos privados de televisión que, con Mediaset (Telecinco) a la cabeza, habían exigido
que “el mercado publicitario y el resto de los recursos comerciales privados deben reservarse
principalmente para los operadores privados. La financiación de las empresas públicas de
televisión sean nacionales, autonómicas o locales debe ser esencialmente pública, a través de
los Presupuestos de sus respectivos Ayuntamientos o Parlamentos”7. Sin embargo, Rodríguez
Zapatero la propone en este momento, cuando carece de apoyos mediáticos y piensa que
esta, es una forma de ganarse a los medios.
A partir de este momento, y con año y medio de actuación, la cadena pública ha tenido
que llevar a cabo su programación con esta nueva financiación. Con el presupuesto ya
liquidado de 2010 y con el de 2011 en pleno ejercicio, veremos en qué medida la cadena
pública puede hacer frente a sus obligaciones de servicio público. Pero primero veremos
en profundidad, lo que encarnan la reforma y la “contrarreforma” de RTVE de Rodríguez
Zapatero.
6 Declaraciones del presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero al programa de RTVE, Los
desayunos de TVE, el día 05/06/2009.
7 En palabras del entonces Secretario General de UTECA, Jorge del Corral. Disponible en García
Casanova y Casado (2005), pp. 66.
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19. E. REFORMA Y CONTRARREFORMAS PARA RTVE
1. LA REFORMA: EL REFORZAMIENTO DEL SERVICIO PÚBLICO
La aprobación de la Ley de la Corporación de Radio y Televisión Española supuso un
cambio notable en el régimen en el que se había sustentado hasta ahora el radiodifusor
público. Su normativa anterior se había quedado obsoleta, debido a que el Estatuto de
1980 tenía más de 25 años, y las condiciones en las que se fraguó (en el término de una
transición hacia una democracia, en la cual la televisión pública debía de jugar una labor
fundamental en la construcción de una conciencia democrática, dando un giro a su anterior
papel como medio del poder) no eran las óptimas.
La reforma llega en un momento en el que toda Europa está re-regulando y reforzando
el servicio público (en función del Anexo al Protocolo 11 del Tratado de Ámsterdam de
1997), como la reforma de la Lei da Televisão de Portugal de 2003, la Broadcasting Act de
2001 de Irlanda, la conocida Legge Gasparri de Italia de 2005, el Decree of the Flemish
Parliament concerning the co-ordination the decrees on radio-broadcasting and television de
Bélgica en 2005 o el Décret de la Communauté française sur la radiodiffusion de 2003 en
Francia.
La nueva ley así se plantea como una adaptación de la radiodifusión pública a la
normativa europea. Ya en su preámbulo, el legislador español realiza una declaración de
intenciones: “La actividad de los medios de comunicación de titularidad pública ha de regirse
por un criterio de servicio público”. Para ello, en su artículo deja claro que el servicio
público de radio y televisión de titularidad del Estado es “un servicio esencial”, plasmando
esta declaración en un instrumento del Derecho Positivo.
Para ello, se le otorga en su artículo 3 la encomienda del servicio público de televisión.
Entre sus funciones, la ley obliga a RTVE a “garantizar una información objetiva, veraz y
plural”, “preservar los derechos de los menores”, o “ofrecer acceso a los distintos géneros de
programación”. Para concretar todos estos principios, se redacta que las Cortes Generales
aprobarán cada nueve años un Mandato-Marco (el primero fue aprobado el 11 y 12 de
diciembre de 2007 en el Pleno de Congreso y Senado, respectivamente) en los que se
concretaran los objetivos generales. Por último, el Gobierno y RTVE firmarán cada tres
años un contrato-programa donde estos objetivos serán desarrollados para encauzar
adecuadamente las encomiendas de servicio público. Sin embargo, tras cinco años de
aprobarse la ley y tres del mandato-marco, este contrato-programa todavía no ha sido
firmado. Sus obligaciones se han ido ajustando mediante las normas posteriores
aprobadas por el Parlamento, como la Ley 8/2010 General de la Comunicación
Audiovisual.
Para mejorar la eficacia y la organización, la ley plantea un nuevo régimen jurídico, en
el que el Ente Público se disuelve para dar lugar a la nueva Corporación RTVE gestionada
por un Consejo de Administración formada por 12 miembros (8 elegidos por el Congreso y
4 por el Senado, con una mayoría cualificada de dos tercios) de reconocida cualificación y
prestigio profesional. De todos ellos, el Congreso elegirá a uno para ser el Presidente del
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20. Consejo (y no el Gobierno, como sucedía con el Estatuto de la Radio y la Televisión) por
una mayoría también de dos tercios.
Además de este consejo, la Corporación deberá poseer un Consejo Asesor (ya
planteado en el Estatuto de la Radio y la Televisión de 1980), donde se planeaba que la
sociedad civil estuviera representada. Estaría formado por 15 miembros, designados por
diferentes organismos de la nación: tres del Consejo Económico y Social, dos del Consejo
de Consumidores y Usuarios… y sus decisiones deberían tenerse en cuenta por parte del
Consejo de Administración. Además se crea un Consejo de Informativos (totalmente nuevo,
a propuesta del Consejo de Sabios), formado por los informadores de la Corporación cuyo
fin es garantizar la independencia y la objetividad de los servicios informativos.
Lo que es realmente nuevo en esta ley es el reforzamiento de las herramientas de
control sobre la Corporación. Por un lado, se refuerzan las labores de las Cortes (mediante
la creación de una Comisión Mixta entre Congreso y Senado), de modo que se permite
mayor pluralidad de grupos políticos y la entrada de las Comunidades Autónomas. Por
otro lado, se instauran dos nuevos órganos de control. Uno será el Tribunal de Cuentas
(mecanismo común a todas las instituciones públicas), y otro, sería una nueva autoridad
audiovisual. El problema que está no sería formulada hasta cuatro años después (el
llamado Consejo de los Medios Audiovisuales, creado a partir de la Ley 7/2010 del 1 de
Abril, General de la Comunicación Audiovisual), y que todavía está en suspenso.
Por último, en cuanto a su financiación, se establece un sistema mixto (como viene
siendo normal en toda Europa, excepto en algunos casos como el danés8),
fundamentalmente a través de dos instrumentos: una compensación por servicio público
(artículo 33), consignado a través de aportaciones de los Presupuestos Generales del
Estado; así como unos ingresos procedentes de la venta de espacios comerciales
(publicidad). Sin embargo, esta sistema será sustituido tres años después con la
aprobación de la Ley 8/2009, de 28 de agosto, de financiación de la Corporación de Radio y
Televisión Española.
2. LA CONTRARREFORMA: UNA NUEVA FINANCIACIÓN PARA RTVE
La nueva reforma plantea un método de financiación distinto a la ley de 2006. Si bien
en la anterior se planteaba un sistema mixto, basado fundamentalmente en la publicidad y
la subvención estatal, la nueva normativa plantea los siguientes ingresos (art. 2 de la Ley
8/2009):
Las compensaciones por el cumplimiento de las obligaciones de servicio público
consignadas en los Presupuestos Generales del Estado (ya planteados en la Ley
17/2006 de RTVE).
Un porcentaje sobre el rendimiento de la tasa sobre reserva de dominio público
radioeléctrico: un 80%, con un máximo de 330 millones de euros.
8 En la mayoría de las televisiones europeas, las subvenciones superan el 60 % de su financiación
total: en la ARD alemana, supera el 60 %, la holandesa, un 66 %, la francesa, un 75 %, en el Reino
Unido, un 75 %, la griega, un 95 %, y en la danesa, la totalidad, un 100 %. En España, subvención por
prestación de servicio pública no supera el 5 % de sus ingresos totales de media (García Casanova y
Casado, 2005).
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21. La aportación que deben realizar los operadores de telecomunicaciones que
presten servicios audiovisuales y que operen en el ámbito geográfico estatal o
superior al de una Comunidad Autónoma: el 0’9 % de sus ingresos brutos de
explotación facturados en el año correspondiente, y sin que esta partido supere el
25% de los ingresos totales anuales de la Corporación.
La aportación que deben realizar las sociedades concesionarias y prestadoras del
servicio de televisión de ámbito geográfico estatal o superior al de una Comunidad
Autónoma, ya sea por ondas terrestres, cable o satélite. Si estas sociedades emiten
en abierto, deben contribuir con un 3% de sus ingresos brutos de explotación de
ese año (sin superar el 15 % de los ingresos anuales de RTVE); y un 1,5 % de sus
ingresos, si son de pago (sin superar el 20 %, respectivamente).
Los ingresos obtenidos por los servicios que presten y, en general, por el ejercicio
de sus actividades.
Los productos y rentas de su patrimonio.
Las aportaciones voluntarias, subvenciones, herencias, legados y donaciones.
Los ingresos procedentes de las operaciones de crédito (permitidas en el artículo
31 de la Ley 17/2006).
Además, en la Ley se impone a RTVE un techo de gasto en 1200 millones de euros por
compensación anual por prestación de servicio público, más un 1% anual hasta 2014, y,
partir de este año, el sistema supone aumento del IPC del año anterior.
Esta supone renunciar definitivamente a los ingresos publicitarios y, por tanto,
abandonar el sistema tradicional de financiación9 de Televisión Española (ya planteada en
el Estatuto de 1980, y corroborado en la Ley 17/2006 de RTVE). Pero, además supone que
RTVE afronte su nueva etapa con un modelo de financiación altamente defectuoso,
donde la cadena pública ha tenido que hacer frente con el mismo volumen de ingresos, a
tres canales más (hasta ocho) en la Televisión Digital Terrestre, así como rellenar
contenidos en los minutos donde antes había publicidad (Bustamante, 2010).
El debate no es sólo aceptar o renunciar a la publicidad, sino poseer un sistema de
financiación sostenible para la cadena pública. Y más sabiendo la demanda a España y
Francia, incoada por parte de la Comisión Europea, y que sigue en espera de resolución
por el Tribunal de Justicia de la UE, donde se pone en duda las aportaciones de los
teleoperadores. Es en este sentido, en plena indefinición del nuevo sistema, donde nuestro
trabajo puede valer para identificar en gran medida los problemas que presenta y
determinar el éxito o el fracaso de la nueva reforma. Es por ello, que nuestro estudio
intenta, en último término, declarar si la nueva financiación supone un sistema sostenible a
largo plazo.
9 Precisamos que es un sistema de financiación mixto, que no “doble”. Fue un término utilizado
en una demanda conjunta en el Tribunal de Primera Instancia de Justicia Europeo por Telecinco y
Antena 3 contra RTVE, TFA contra France 2 y France 3, RT1 contra RAI. En ella, se invocaba que
había una violación de los reglamentos europeos por los “dobles” sistemas de financiación de las
televisiones públicas. Sin embargo, el alto Tribunal concluyó (en una sentencia de sept. 1998) que
estaban dentro del acervo comunitario.
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22. F. LA PROGRAMACIÓN
1. UNA PROGRAMACIÓN DE CALIDAD
La radiodifusión pública (como servicio público de televisión) debe tener como uno de
sus pilares básicos la programación de calidad. No se entiende una radiodifusor que se
financie a través del erario público (o bien de las aportaciones de los ciudadanos), y que no
ofrezca unos contenidos variados y plurales, con una exigencia mínima aceptable. Este
fundamento es y debe ser una de las ideas fuerza que debería mover a la forma de
programar de las televisiones públicas.
En términos jurídicos, el primer texto que se examina es la “Resolución del
Parlamento Europeo sobre la función de la televisión pública en una sociedad
multimedia”, del año 2006. En ella, en su artículo E, se establecen cuáles son las
características mínimas que debería tener una programación “aceptable” para una
televisión pública, entre ellas, pueden destacarse las siguientes:
Ofrecer un amplio abanico de programas de calidad de todo género al conjunto de la
población
Abrir camino a una oferta de programas, géneros y servicios
Reflejar y fomentar las culturas de las naciones y regiones europeas a través de la
producción de un gran número de obras
Garantizar el acceso del conjunto de la población a los acontecimiento que revistan
un interés público general , incluidas las manifestaciones deportivas
Fijar las normas de calidad por lo que se refiere a los programas populares seguidos
por el gran público
Servir a los intereses de las minorías y dirigirse a todos los grupos de la población
Garantizar una información imparcial y enteramente independiente
En el mismo sentido, el Consejo para la Reforma de los Medios de Titularidad del
Estado exponía la necesidad de una programación de calidad para la televisión pública
española. Para ellos, la oferta de RTVE debería estar basada en “unas programaciones que
estén encaminadas a: satisfacer las necesidades de información, cultura, educación y
entretenimiento de la sociedad española; defender su identidad cultural y su pluralismo;
promover los valores constitucionales; y estimular la participación democrática”10.
Uno de sus integrantes, Enrique Bustamante, ya había escrito anteriormente sobre el
mismo tema. Según éste (1999), la televisión pública debe tratar a la sociedad, más cómo
un simple medio (audiencia para conseguir inversiones publicitarias), como un fin en sí
mismo. Es decir, la base de su oferta programativa debería basarse en la creación de
contenidos (los cuales deberían ser de la máxima calidad posible) para todos los públicos,
por el mero hecho de que son los costean la televisión pública, y no programar para
conseguir audiencias.
En su misma línea, Blumber (1993) establece que una programación “de calidad” para
el servicio público debe estar orientada a tres variables claras:
10 Pág. 89 del Informe para la Reforma de los Medios Públicos dependientes del Estado.
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23. A) Funciones culturales: La televisión pública debe ser uno de los factores incluyentes
en la renovación y exhibición cultural, y es por ello, que “tiene la responsabilidad de
suministrar programaciones en áreas significativas culturales, para instituir debate
cultural, para examinar críticamente sus propias contribuciones culturales y para
mantener lazos estrechos con los sectores artísticos y creativos de la sociedad”. Más
concretamente, debería promocionar productores independientes o desarrollar otros
canales de distribución.
B) Funciones políticas: Dentro del poder que posee la televisión, la pública debería
evitar el lanzamiento de mensajes subversivos y políticos que amenacen con
subvertirla; así como, crear programas más arriesgados, sin miedo a la presión ejercida
por grupos políticos o económicos; buscar el pluralismo, alternancia e imparcialidad en
sus informaciones como en su programación en general; y dar mayor prioridad a
otorgar acceso a los elementos y voces marginales de la sociedad.
C) Funciones sociales: Primero, la televisión pública debe ofrecer una programación
infantil y juvenil que no “comercialice” a los niños; segundo, el radiodifusor público no
debería llegar a los límites de las privadas (el autor expone el ejemplo de los
informativos tabloide); tercero, se deben representar a todos los grupos y sectores de la
sociedad; y por último, debe aspirar a contribuir en la integración social.
Así, sintetizando las numerosas aportaciones de escritores e instituciones, podemos
hablar que la programación de calidad debería basarse en al menos tres principios
generales: la variedad, tanto de contenidos, como de programas y géneros; el interés
público, entendido como la aportación de contenidos que fomenten la cultura, la
información y la educación, pero también como la cobertura de todos los públicos y
especialmente, de las minorías sociales; y por último, la calidad, entendida como la
búsqueda de la autoexcelencia en los contenidos. Sin embargo, debido a las características
reducidas de este proyecto, se hace necesario limitar el análisis a la categoría de variedad
para la cual se realizará un análisis cuantitativo por géneros. Deberán así ser estudios
complementarios los que deberán analizar más concretamente el tema de la calidad y el
interés público con metodologías que escapan a la planteada en este proyecto.
2. ANÁLISIS CUANTITATIVO POR GÉNEROS
A. CONTENIDOS INFORMATIVOS
Los informativos son el género más programado de la primera cadena, con porcentajes
que oscilan entre 54,03 % en 2005 a 67,15 % en 2009 de la programación total del canal.
Como podemos apreciar en la gráfico 1, este género posee una tendencia alcista dentro de
la 1, con un aumento de trece puntos desde 2005 a 2009. Todo lo contrario de lo que
sucede en la segunda cadena, ya que en el mismo gráfico podemos observar cómo los
informativos son un género secundario para el canal (no supera nunca el 5% de la
programación), con niveles que van del 4,46% en 2006 al 1,49% en 2011 y con una
tendencia bajista, esto es, la cadena durante el período 2005-2011 ha disminuido sus
contenidos informativos y las perspectivas para futuros años augurarían valores más
bajos.
Además, y es algo que podremos observar en otros géneros, la aparición del canal
público temático de información 24h (también de la Corporación RTVE), no restará
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24. presencia de este género en la primera cadena (y la disminución en la segunda, es
inapreciable), sino que se mantiene. Esto contrasta con lo que sucederá en otros géneros,
como los deportivos y los contenidos infantiles y juveniles.
En lo que respecta a este género en la primera cadena, el género informativo aumenta
en cantidad de programas (también en la duración de los mismos), especialmente a partir
de 2010, con programas de mayor duración (significativo en los telediarios de tarde y
noche que pasan de 45 minutos a una hora y cinco minutos). Además, existe mayor
variedad, ya que se mantienen programas míticos como Informe Semanal¸ pero aparecen
otros como Comando Actualidad o España Directo.
Además, siempre aparecen en grandes espacios programativos (de más de una hora,
incluso, en algunos casos pueden llegar a ser de cuatro horas, como Por la mañana), y
siempre, con información general (política, económica, sucesos…). Por franjas horarias,
predominan en la mañana de lunes a viernes, y a partir de 2006, también en las tardes (de
18 a 21 horas).
G RÁFICO 1: E VOLUCIÓN DEL GÉNERO INFORMATIVO EN LAS DOS CADENAS PÚBLICAS EN EL
PERÍODO 2005-2011
En cambio, en la segunda cadena¸ el género informativo no se estructura en grandes
espacios de programación, como es el caso de la primera, sino por pequeños slots de
programación11 muy tematizados, como es el caso de Parlamento, de información política y
parlamentaria, y no tienen un horario fijo en la mayoría de las ocasiones (se utilizan para
cubrir huecos de programación como el caso de La 2 noticias express).
B. CONTENIDOS EDUCATIVOS Y CULTURALES
Los contenidos educativos y culturales son, por el contrario que los informativos, el
género más programado de la segunda cadena, con valores de 28,29% en el peor de los
casos (2007) al 90,78% (2011), en el mejor de aquellos, de la programación total. La
tendencia alcista resulta especialmente significativa, debido a un aumento exponencial de
un 300% desde el primer año hasta el último de nuestro análisis. En cambio en la primera
cadena, este género se programa con menor frecuencia, y sólo llega en el mejor de los
11 Por slots, entendemos a cada uno de los espacios programativos de una parrilla de televisión.
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25. casos a un 6,42% de los contenidos totales programados en 2006 (y en el peor, a un
1,29%, en 2008). No se aprecian al respecto tendencias significativas, ya que sus
resultados se mantienen mediamente estables a lo largo del estudio.
G RÁFICO 2: E VOLUCIÓN DEL GÉNERO EDUCATIVO /CULTURAL EN LAS DOS CADENAS PÚBLICAS EN
EL P ERÍODO 2005-2011
En la primera cadena, los contenidos educativos y culturales son espacios accesorios,
especialmente musicales, especialmente tratados a altas horas de la madrugada (TVE es
música, por ejemplo, a las tres de la mañana) y siempre en slots reducidos de media hora o
cuarenta minutos.
En la segunda cadena, el gráfico dos muestra cómo los contenidos educativos y
culturales son el eje principal de su programación, hasta el punto que en año 2011,
suponen más del 90 % de su programación. Si bien en los primeros años (2005/2008) se
encuadran en la mañana (10 a 13 horas), la sobremesa (16 a 18 horas) y la noche (22 a 24
horas), según nos acercamos a 2011 terminan invadiendo todos los espacios, debido a la
desaparición de los contenidos deportivos e infantiles/juveniles.
Son espacios pequeños (de entre media hora y hora de duración) y muy tematizados.
Dominan los espacios musicales (No disparen… en concierto), cine (Días de cine) o los
documentales (El escarabajo verde). Son especialmente significativos algunos, como por
ejemplo, en las mañanas de los domingos, donde la segunda cadena acoge diversos
programas de contenidos religiosos de los diferentes cultos de nuestro país (Pueblo de
Dios, Shalom, Islam Hoy).
C. CONTENIDOS DEPORTIVOS
El género deportivo se configura como un género de cierta presencia en la segunda
cadena, pero casi desaparece en la primera cadena como podemos observar en el gráfico 3.
Mientras que en la segunda (a excepción de 2011) los contenidos deportivos se presentan
como un género dominante (sin llegar al nivel de los educativos o culturales), en la
primera son utilizados de forma ínfima, y de hecho, en el período 2006-2009 desaparecen
de la cadena.
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26. En la primera cadena los contenidos deportivos son utilizados como programa-
evento. Esto es, sólo se programan en este canal cuando son acontecimientos de
trascendencia, como por ejemplo, los partidos de futbol de la Liga de Campeones, los de
tenis de Rafa Nadal… que son capaces de atraer a grandes masas de audiencia. Son grandes
espacios, de hora y media de duración, tiempo de duración de los partidos deportivos.
En la segunda cadena, por el contrario, son el segundo género más programado (por
detrás, de los contenidos educativos y culturales), especialmente el fútbol, el baloncesto y
el balonmano. Se alternan los pequeños espacios, de media hora de duración (como el caso
de Resumen Liga ACB o Teledeporte-2), con grandes huecos de programación en la
madrugada (Teledeporte).
G RÁFICO 3: E VOLUCIÓN DEL GÉNERO D EPORTIVO EN LAS DOS CADENAS PÚBLICAS EN EL PERÍODO
2005-2011
En ambos casos, aunque en especial en la segunda cadena, se observa el impacto de la
llegada del canal temático Teledeporte, sobre todo en 2011 (nueve meses antes, se había
producido el apagón analógico). Antes de esta fecha en ambas cadenas se mantiene de
forma estable la cuota de este género (ya en 2010, la primera empieza a emitir en la
madrugada pequeños resúmenes del canal Teledeporte de media hora a cuarenta minutos
de duración), pero será en 2011 cuando trastocará la programación deportiva de la
segunda cadena. Desaparecen todos los espacios de la cadena (en 2011, la programación
de deportivos en la segunda es de 0%) debido a la aparición de Teledeporte.
D. FICCIÓN SERIADA
En ambos canales la ficción seriada se ha convertido en un contenido secundario, pero
en ambos tiene un uso totalmente diferente. En la primera cadena las series se convierten
en un acumulador de audiencia: se trata de grandes inversiones económicas (donde se
incluyen atractivos sociales, como actores de gran renombre) que pretenden canalizar
grandes masas de televidentes. Es el caso de Aguila Roja, Cuéntame cómo pasó o La
República. En cambio, en la segunda cadena se convierten casi en un contenido casi
juvenil, debido a las horas en las que han sido programados (tardes de lunes a viernes).
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27. Sin embargo, en ambas cadenas han tenido pareja evolución: han ido retrociendo en
términos totales como podemos ver en el gráfico 4 (pese al repunte de 2008, de la segunda
cadena). Así, en la primera cadena representan el segundo género de programación (por
detrás de los contenidos informativos) en 2005 pero en un descenso progresivo (hasta
llegar al 8,58% en 2011) hasta convertirse en el tércero después del cine. En esta cadena
podemos obsérvarlos en tres franjas horarias muy concretos. En primer lugar, las
sobremesas (16 a 18 horas) de lunes a viernes (esto se mantiene en todos los años de
estudio) se llenan con telenovelas, especialmente latinoaméricanas (Obsesión o La
tormenta), excepto por Amar en tiempos revueltos (introducida en 2006 y aún en antena),
de origen nacional. También podemos encontrarlas en las noches de algún día de diario,
donde se programan series nacionales (Aguila Roja o Cuéntame). Por último, en algunas
madrugadas de diario encontramos programadas series norteamericanas, dos en concreto:
Ley y Orden y El Ala Oeste de la Casa Blanca.
G RÁFICO 4: E VOLUCIÓN DEL GÉNERO FICCIÓN S ERIADA EN LAS DOS CADENAS PÚBLICAS EN EL
PERÍODO 2005-2011
En la segunda cadena, son incluídas series norteamericanas como Smallville (también
otras de origen sudaméricano, como Floricienta), de público juvenil, en las tardes de lunes
a viernes, y posteriormente, sobre todo a partir de 2008, son transladas a las noches (2 de
la madrugada) de la cadena.
Ahora bien toda la ficción seriada, tanto de la primera como de la segunda cadena, es
de producción ajena. Bien comprado la lata, donde sólo hay que doblar las voces, bien
mediante productoras españolas: Globomedia, Diagonal TV…
E. CINE
El cine se presenta con cierta notoriedad en las dos cadenas. Es el único que posee
unas tasas de aparición en la programación, siendo el segundo o tercer género más
programado tanto en el primero como en el segundo canal de la pública en todos los años
de estudio. En ambas, los contenidos cinematográficos se conciben como un elemento
cultural, y se observa la variedad (tanto de creadores, como de nacionalidades) a la hora de
incluir los diferentes productos del género.
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28. En la primera cadena, observamos una tendencia alcista de modo que casi se
duplican en 2010 y 2011 los datos de 2005 (tasas de 14 puntos frente a los 8 del primer
año de estudio). Además, se observa una mejoría en los propios productos: cada vez, se
programan películas con mayor renombre, mayor recaudación y a partir de 2007, más
recientes. En la segunda cadena, pierde peso proporcional (baja de un 8% a casi un 4
desde el primer al último año de estudio) y su tendencia es a la baja. Sin embargo, en
muchas ocasiones es uno de los géneros más programados (en el caso de 2011, el
segundo).
G RÁFICO 5: EVOLUCIÓN DEL C INE EN LAS DOS CADENAS PÚBLICAS EN EL PERÍODO 2005-2011
La diferencia entre ambas cadenas está referido al producto que se programa:
mientras que la primera son contenidos cinematográficos de grandes audiencias,
normalmente de origen norteamericano (especialmente, de las majors, aunque podemos
encontrar alguna independiente de gran recaudación); la segunda cadena es la impulsora
de cine no comercial, de públicos más específicos y segmentación, así como la que recoge la
presencia del cine español.
Aun así, en ambas cadenas es insignificante la presencia de lo que podemos llamar
‘películas para televisión’12, es decir, producciones unitarias de ficción, con características
similares a las cinematográficas (duración superior a 60 minutos pero inferior a 200 y
desenlace final), pero que su explotación comercial está destinada en primer lugar a la
emisión o radiodifusión por operadores de televisión, y no para su exhibición en salas de
cine (como es característico en las películas cinematográficas). Pues bien, en ambas
cadenas su presencia es nula, y sólo en 2011, supone el 8,57 % de todo el contenido
cinematográfico programado, es decir, el 1,19 % de 13,89%.
F. ENTRETENIMIENTO
El entretenimiento se configura como un contenido minoritario en ambas cadenas y en
pleno descenso. Si en 2005 para la primera cadena suponía casi el 10 % de toda su
programación, en 2011 no llega al 2%. En mismos parámetros se mueve la segunda: si ya
en 2005 era un porcentaje menor (1,73 %), 2011 se mueve por encima del punto y medio
12 Tal y como lo plantea el artículo 2.19. de la Ley 7/2010 General de la Comunicación Audiovisual.
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29. (2008 registra el mejor dato: un 3,82 % de toda la programación de la cadena). Para ambas
cadenas la función de entretener (objetivo fundacional de las televisiones públicas) no está
orientada a formatos puros del género de entretenimiento (como por ejemplo, los
concursos) sino a sus géneros master.
G RÁFICO 6: EVOLUCIÓN DEL E NTRETENIMIENTO EN LAS DOS CADENAS PÚBLICAS EN EL PERÍODO
2005-2011
En la primera cadena el entretenimiento está ligado especialmente a formatos de
información: como las entrevistas a personajes destacados del deporte y de la vida social, y
especialmente, al cine comercial y la ficción seriada. Sólo podemos encontrar dos
tendencias tendendemente puras del entretenimiento: el humor, en alguna noche de lunes
a viernes, con programas como Splunge o Cruz y Raya.com, y los realitys shows, en los
mismos horarios que el anterior, con Mira quién baila.
En la segunda cadenael entretenimiento está ligado al concepto cultural: los formatos
educativos y culturales pueden cubrir las necesidades de entretenimiento de la población.
Es por ello, que la función de entretener se víncula especialmente a estos formatos, y en
menor medida, al deporte y a la ficción seriada juvenil e infantil para públicos de menor
edad. En todo caso, cuando existen formatos más puros o cercanos a los propios del
entretenimiento, se encauzan en parámetros culturales: por ejemplo, Saber y Ganar es un
concurso mítico de la segunda, pero es muy cultural, de alta exigencia intelectual.
G. CONTENIDOS INFANTILES Y JUVENILES
Los contenidos infantiles y juveniles tienen un tratamiento muy diferente en las dos
cadenas públicas: mientras que para la primera son un contenido complementario
(siempre entre el espectro del 4 y el 5%, aunque siempre de forma estable, sin apenas
alteraciones), en la segunda se configuran como uno de los géneros más programados (a
excepción de 2011), con medias cercanas al 20% de los contenidos de la cadena (con un
máximo de 20,19% en 2009) como muestra el gráfico 7.
En la primera cadena, los contenidos infantiles y juveniles se sitúan en las mañanas
de los fines de semana (de 8 a las 12 de la mañana de los sábados y los domingos). Durante
los días de diario estos se sitúan en la segunda cadena. Son normalmente destinados a
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30. menores de 12 ó 14 años (muchos no son propios para adolescentes, sino para niños),
entre ellos, muchos de creación propia (Los lunnis).
G RÁFICO 7: EVOLUCIÓN DE LOS C ONTENIDOS INFANTILES Y JUVENILES EN LAS DOS CADENAS
PÚBLICAS EN EL PERÍODO 2005-2011
En la segunda cadena, suponen 20 de cada 100 minutos de programación. Se sitúan
de lunes a viernes (los fines de semana, los programa la primera) en tres períodos: las
mañanas (de 7 a 9 horas), mediodía (13 a 15 horas) y tardes (de 17 a 19 horas).
Igualmente, son especialmente dedicados a niños (hasta 14 años), aunque también para
adolescentes (también para estos, suele haber ficción seriada de 19 a 21 horas, como ya se
expuso anteriormente).
Sin embargo, se observa el impacto de la llegada del canal temático Clan TVE, sobre
todo en 2011 (nueve meses antes, se había producido el apagón analógico). Antes de esta
fecha, la segunda mantiene de forma estable la cuota de este género (en 2010, los niveles
de programación de estos contenidos suponen todavía 15 puntos del total), pero será en
2011, cuando la aparición de la temática trastocará la programación de la segunda cadena.
Desaparecen totalmente todos los espacios infantiles y juveniles de la cadena tras la
llegada del temático.
H. OTROS CONTENIDOS
Para terminar, aquellos contenidos difícilmente clasificables o aquellos que se quedan
fuera de la categorización anterior, es lo que hemos denominados como otros. En
términos absolutos no simbolizan grandes porcentajes dentro de la programación, ni de la
primera ni de la segunda cadena, además que su tendencia es a la desaparición.
En la primera cadena, no suponen más allá de un 3% de toda su programación, y la
tendencia está en pleno descenso. Sobre todo destacan los zappings, programas de bajo
coste donde se recuperan momentos de otros canales (o del propio canal), y que se emiten
a altas horas de la madrugada.
En la segunda cadena, siguen siendo un contenido muy minoritario, no alcanzando el
3% de la programación total (el máximo está en 5,21% en 2006). Sobre todo, se incluyen
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31. contenidos poco clasificables (como Aquí hay trabajo, con una labor social muy importante,
pero que no puede ser encuadrado en ninguna otra categoría, o los sorteos de la lotería).
G RÁFICO 8: EVOLUCIÓN DE LOS O TROS CONTENIDOS EN LAS DOS CADENAS PÚBLICAS EN EL
PERÍODO 2005-2011
3. CONCLUSIONES: UNA PROGRAMACIÓN COMPLEMENTARIA
La programación se configura como uno de los valores más importantes de una cadena
de televisión. A través de ella se forja su imagen, su credibilidad y sus estándares de
calidad. A lo largo del estudio realizado se ha observado cómo RTVE configura toda su
parrilla en función de una serie de tendencias, las cuales se irán desgranando a
continuación.
En la evolución del período 2005-2011 se observa que las dos principales cadenas
públicas (de las cuales se ha realizado el estudio) actúan de manera complementaria, tal y
como lo solicitaba el Informe para la Reforma de los Medios de Comunicación de
Titularidad del Estado: “Como ocurre en la práctica totalidad de los países europeos
occidentales, el servicio público televisivo necesita ineludiblemente al menos de dos canales
generalistas para desarrollar sus funciones básicas. Esto posibilita que ambos jueguen un
papel auténticamente complementario, con sello editorial propio y con una división del
trabajo efectiva en la oferta programática, que permita al espectador una diversidad real de
opción” (pp.97-98).
Ambos canales funcionan de modo que la primera otorga un carácter más generalista,
mientras que la segunda sostiene la función educativa/cultural. Como se ha apreciado en
cada uno de los géneros anteriormente analizados la primera cadena muestra su
preferencia especialmente en el género de la información (de tipo generalista: política,
economía, sociedad, cultura…), pero con una apuesta muy importante en el
entretenimiento, no tanto en formatos “puros” sino más bien en derivados como la ficción
seriada o el cine comercial.
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32. Por el contrario, los contenidos menos comerciales y más especializados son los
propios de la segunda cadena. En ésta se priorizan especialmente los educativos y
culturales, pero también el deporte y la programación infantil y juvenil, todo aquello a lo
que el primer canal no llega.
G RÁFICO 9: COMPARATIVA DE LA PROGRAMACIÓN MEDIA POR GÉNEROS DE CADA CANAL DURANTE
EL PERÍODO DE ESTUDIO (2005-2011)
Este proceso se estructura de una forma progresiva, en dos períodos claramente
diferenciados:
A) Desde el 2005 hasta 2009 podemos observar cómo las dos cadenas se empiezar a
diferenciar claramente y actuar de forma complementaria: la primera, información
y entretenimiento; la segunda, cultura y minorías. De esta forma, durante el propio
período las tendencias se polarizan: la primera tiende más hacia la información (con
un aumento de más de diez puntos), y la segunda hacia los contenidos educativos y
culturales (el aumento es de casi 15 puntos).
B) En 2010, pero especialmente en 2011 con la aparición de los canales temáticos de la
Televisión Digital Terrestre, la polarización y la complementariedad de la
programación de los dos canales públicos se agudiza. Por un lado se observa que
con la llegada de los canales temáticos públicos de RTVE Teledeporte y Clan TVE
dedicados a la programación deportiva e infantil, los contenidos de estos géneros
han ido descendiendo hasta su desaparición en algunos casos (véase el caso del
segundo canal en 2011, con ambos contenidos). Sin embargo, esto no se observa
con la información, con la aparición de 24h, ya que no ha supuesto reducción
significativa de este género en la programación de la primera cadena. Por otro lado,
el impacto de la llegada de las temáticas es mayor en el segundo canal que en el
primero (en el cual, el efecto es imperceptible, ya que los deportivos eran escasos, la
información no se ha reducido, y la programación infantil se mantiene estable en
2011).
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33. Programáticamente hablando, su oferta no se fragmenta tanto por públicos sino por
géneros. Si confrontáramos la experiencia de la cadena pública con alguna privada, como
por ejemplo, con Antena 3, observaríamos que en éstas (salvo alguna excepción) se han
fragmentado los nuevos canales temáticos por públicos, esto es, Antena.Nova para una
audiencia femenina. Sin embargo, Televisión Española segmenta sus contenidos por
géneros. La primera cadena se configura como una cadena generalista; la segunda para
contenidos educativos y culturales; Teledeporte, para los deportivos; 24h, como un canal
de información continua; y por último, Clan TVE, para los contenidos infantiles y juveniles.
Para concretar aún más, analizaremos más concretamente la posición de la primera y
la segunda cadena, puesto que son los dos casos de análisis de nuestro estudio.
I) LA PRIMERA: UNA CADENA GENERALISTA PARA TODOS
El Informe para la Reforma para los Medios de Comunicación de Titularidad Estatal
(2005:98) ya planteaba como debería configurarse la programación de la primera cadena:
“Debe conformarse como un auténtico canal generalista, de todos los géneros y para todos los
públicos, con equilibrio cuidadoso entre las demandas de la mayoría y de las minorías que
componen la ciudadanía, pero con criterio propio para no sucumbir al imperativo de las
cifras de telespectadores o a la lógica de la competencia comercial”.
G RÁFICO 10: PROGRAMACIÓN M EDIA DE LA PRIMERA CADENA POR GÉNEROS DURANTE EL
PERÍODO DE ESTUDIO (2005-2011)
Pues bien, tras el estudio se comprueba la labor realizada por la primera cadena para
llegar a tales parámetros. En contenidos totales, se prioriza la labor de información, pero
siempre de forma generalista (política, economía, deportes…). Por otro lado, la función de
entretenimiento (en términos absolutos) sigue muy presente; y en menor medida, la
programación dedicada para niños y adolescentes aparece con cierta presencia. Pues bien,
va transformando en realidad la necesidad que ya el Informe previó allá por 2005. Sin
embargo, la función de educar queda en manos de la segunda cadena (e incluso de Clan
TVE), puesto que no tienen cabida apenas en su programación.
Ahora bien, pese a ello, su modelo de programación no es comercial (ni asemejable a la
de las privadas), debido a que en primer lugar, son contenidos tienen unos mínimos
estándares artísticos, creativos y éticos (o sea, productos de calidad). Y en segundo lugar,
las audiencias no son su medio, sino su fin. Con la prohibición de emitir publicidad, TVE no
tiene por qué conseguir espectadores, pero su obligación es llegar a ellos. Renunciar a esto
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34. sería abandonar a la televisión pública y dejarla como sucede en EEUU con la PBS, en un
segundo plano. Es compatible el valor de una televisión pública con las grandes audiencias.
La labor informativa ocupa los grandes espacios de la cadena. Destaca especialmente
por las mañanas, las tardes de lunes a viernes, así como alguna noche de la semana.
Además de la noche del sábado y la tarde del domingo. También se observa cómo, en 2010
y 2011, se ha aumentado la duración de los telediarios, debido a la supresión de la
publicidad. Así donde, había antes espacios de cincuenta minutos, ahora se pueden
observar telediarios de casi una setenta.
La función de entretener en la primera cadena está ligada directamente con el
audiovisual. Como hemos podido observar en los estudios cuantitativos, los formatos
puros de entretenimiento no suponen un porcentaje realmente alto de la programación
total de la cadena (poco más del 5%). Sin embargo, entre el cine y la ficción seriada supone
más del 20% y en ascenso. Es por tanto, que su gran apuesta por el entretenimiento está
ligada con los contenidos audiovisuales, entendiendo también los cinematográficos como
tales. Sin embargo, normalmente son de producción externa, ya sea extranjera, como en el
caso de las películas, o de productoras nacionales, que le desarrollan las series.
Ahora bien, la programación de la primera cadena cumple con los objetivos en el
sentido amplio (informar, educar y entretener); sin embargo, no con la variedad. Su
parrilla se configura por grandes bloques o slots programativos de varias horas, y
normalmente, destacan cuatro géneros: informativos especialmente, pero también, la
ficción seriada, el cine (comercial siempre) y, en menor medida, el entretenimiento. Sólo
los fines de semana entra algún contenido infantil y juvenil por las mañanas, mientras que
el deporte apenas tiene cabida salvo que sea un evento importante, como una final de un
campeonato (como la Copa de Europa o la del Rey) o un partido esencial.
II) LA SEGUNDA: UNA TEMÁTICA PARA LA CULTURA Y LA EDUCACIÓN
Para la segunda cadena, el Informe para la Reforma de Medios de Titularidad del
Estado (2005:99) planteaba la necesidad de convertirla en una temática cultural, pero no
sólo eso, sino también que completará a la primera cadena en aquellos terrenos donde ésta
no pueda llegar: “Debe ser un canal complementario del servicio público, orientado a la
satisfacción de las demandas, gustos e intereses de las múltiples minorías existentes en la
sociedad española. Debe ser el canal de los programas culturales y educativos (incluidos
ciclos cinematográficos de ambición cultural, documentales, deportes diversificados y nuevos
formatos…), la emisora más atenta a la construcción europea, el espacio sistemático del
derecho de acceso de las entidades sociales representativas; pero, sobre todo, debe orientar
su oferta a una programación intercultural, alimentada de forma descentralizada por los
centros de producción y territoriales, como testimonio y vehículo de la España plural”.
Pues bien, se puede observar cómo poco a poco se ha ido configurando como una
temática cultural, especialmente durante el año 2011, donde más del 90 % de sus
contenidos corresponden a este género. Durante los seis años anteriores (2005-2010), los
contenidos educativos y culturales aumentan progresivamente (se duplican en el trascurso
de los cinco años). En este sentido, la cadena vuelve a recuperar el papel que había tenido
en la etapa final del franquismo, como una televisión de vanguardia artística y creativa.
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35. Además, la programación de la segunda cadena se enfoca hacia la complementariedad
de la de la primera cadena. Por eso se potencian los deportivos (los fines de semana), el
cine no comercial así como los contenidos infantiles y juveniles (de lunes a viernes, por la
mañana), justo aquellos productos que la primera cadena no termina de ofrecer.
G RÁFICO 11: PROGRAMACIÓN MEDIA DE LA SEGUNDA CADENA POR GÉNEROS DURANTE EL
PERÍODO DE ESTUDIO (2005-2011)
El género educativo/cultural impregna toda la programación de la cadena, y se
convierte en el que vertebra su parrilla. Se programa durante las mañanas de toda la
semana, y a partir de 2011 con la aparición de Teledeporte y Clan TVE, invade todos los
horarios. En general, su parrilla está organizada en espacios de media o una hora de
diferentes temáticas: teatro, cine, ciencia…
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