El documento habla sobre los elementos de la narración como el narrador, la trama narrativa y los personajes. Explica que el narrador puede ser externo u omnisciente que narra en tercera persona, o puede ser interno que narra en primera persona. La trama narrativa presenta los hechos de forma secuencial y cronológica. Los personajes llevan a cabo la acción y pueden ser principales o secundarios. También menciona que el tiempo y el espacio donde se desarrollan los hechos son elementos importantes de la narración
4. Narrar consiste en
relatar hechos, reales
o imaginarios,
protagonizados por
unos personajes que
se sitúan en un tiempo
y un espacio.
Elementos
de la narración
NARRADOR TRAMA NARRATIVA PERSONAJES
5. NARRADOR
› Cuenta los hechos.
› Si es uno de los personajes: NARRADOR INTERNO.
Narra en primera persona.
› Si no participa en los hechos: NARRADOR EXTERNO.
Narra en tercera persona.
TRAMA NARRATIVA
› Conjunto de hechos que se presentan como si
hubiesen ocurrido.
› Formas verbales y marcadores temporales nos indican
el orden cronológico y el avance de la acción.
PERSONAJES
› Llevan a cabo la acción.
› Tipos: principales y secundarios
TIEMPO Y ESPACIO
6. NARRADOR
No confundir con el autor.
El narrador es un elemento más,
como la historia o los personajes.
Ha sido creado por el autor
para que cuente los hechos.
Se puede narrar una historia
DESDE LA 3ª PERSONA
– Narrador omnisciente ( todo lo sabe): Sabe lo que piensan y sienten
los personajes: sus sentimientos, sensaciones, intenciones, planes… A
veces, incluye intervenciones y comentarios o apela al lector.
– Narrador observador: sólo cuenta lo que puede observar.
–DESDE LA 1 ª PERSONA
– Narrador protagonista: autobiografía real o ficticia.
– Narrador personaje secundario: El narrador es un testigo.
– A veces los testigos son varios: multiperspectivismo, punto de vista
caleidoscópico)
–DESDE LA 2 ª PERSONA
El narrador aparenta contarse la historia a sí mismo o a un yo desdoblado.
7. TRAMA NARRATIVA
Necesario distinguir:
· Argumento: los hechos que les suceden a los personajes
· Tema: asunto del texto, la idea principal
Estructura habitual del relato:
› Planteamiento: situación inicial.
› Nudo: aparece el conflicto.
› Desenlace:el conflicto encuentra solución.
8. Diferencias Argumento Tema
¿qué es? Es el conjunto de hechos
que se producen en la
narración
Es el conjunto de ideas
que el texto transmite
Pervivencia se transmiten a través de
anécdotas y sucesos
concretos
Los temas son
universales
Ejemplo: Avatar Argumento: un lisiado de
la guerra consigue,
gracias a un experimento,
introducirse con su mente
en el cuerpo de un
extraterrestre, conocer la
cultura de ese planeta y
salvarlo de la voracidad
del hombre
Temas: libertad,
-la pureza de la
inocencia frente a la
ambición de la
civilización,
-el mito del buen
salvaje,
-El respeto a la
naturaleza
-el dinero y lo
americano son
elementos
destructivos…
9. Tipos
› Según el punto de vista
del narrador:
Héroe/antihéroe
› Según la caracterización psicológica:
Redondos – Evolucionan a lo largo del relato
Planos – Se mantienen inalterables de principio a fin
› Según su importancia o jerarquía:
Protagonista/ antagonista
Aliados y oponentes
Protagonista colectivo
10. EXTERNO O HISTÓRICO:
época en la que se desarrolla la acción
INTERNO: secuenciación del relato
1. Lineal o cronológico:
La historia sigue el orden temporal.
2. In medias res («en medio del asunto»):
Inicio abrupto sin aclaraciones previas
3. Ruptura temporal:
Flash-back: Saltos al pasado
Contrapunto: historias entrecruzadas
Circular: comienza y acaba en el
mismo punto
11. Es el lugar donde
se desarrollan los hechos.
Puede ser:
Simbólico Real Fantástico
12. Rasgos léxicos:
verbos de movimiento, de lengua y de pensamiento.
Rasgos morfológicos:
Pretérito perfecto (acciones acabadas)
Pretérito imperfecto (desarrollo de los hechos)
Presente histórico (actualiza la acción)
Rasgos sintácticos:
· Diálogo en estilo directo / estilo indirecto.
· Predominio de oraciones enunciativas
. Complementos circunstanciales de lugar y tiempo
· Oraciones subordinadas adverbiales.
13.
14. El bisabuelo recibió con bastante amabilidad a su bisnieto. Desde la vieja butaca observaba
con benevolencia a su pequeño microbio, como él le llamaba. Le ofrecía bizcochos y galletas
de avena, que eran su debilidad, inventaba historias absurdas y recitaba versos burlescos para
divertirlo. Incluso cambió el mobiliario de la biblioteca para que el pequeño inválido, cuya
movilidad era muy reducida, pudiera recibir allí sus visitas. Sólo pensaba en su bienestar.
Esta actitud tuvo muchos beneficios para el jovencito, que, a pesar de que era visto por sus
compañeros como un chico débil, vago y rebelde, un imbécil que no servía para nada,
comenzó a cumplir con su deber convencido por el viejo, a quien veneraba, y obtuvo varios
sobresalientes en el bachillerato bilingüe. Contribuyeron a este cambio las visitas de Sabina,
una vistosa joven de abundante cabellera rubia y ojos de color avellana, de carácter reservado
pero de gran sensibilidad. El joven reveló enseguida al bisabuelo que la consideraba divina, así
que el viejo, lleno de buena voluntad, la convidaba habitualmente al aperitivo, y también a
cenar a veces, pues había buena visibilidad en la carretera que comunicaba su vivienda con el
centro urbano y ella nunca tuvo problemas serios a la vuelta, salvo una vez que un rebaño de
vacas se atravesó y obstaculizó la vía, y otra que no vio el badén y le reventó una rueda.
Una noche en que se recibió el aviso de que llovería abundantemente, ella tuvo que abandonar
la idea de aventurarse a conducir por aquella carretera de curvas bajo las aguas turbias de la
rabiosa tormenta. Obviamente, fue invitada a dormir por el bisabuelo, quien, al abandonar la
habitación para revisar las ventanas, adivinó, como sabio que era, que él ya no tenía cabida en
aquella velada improvisada por el azar. El joven se puso nervioso, se ruborizó y, con una voz
que parecía un rebuzno, le dijo que ella había devuelto la belleza a su vida vacía, pero no se
atrevió a dar el paso definitivo. Ella le devolvió el valor con un suave y provocativo beso que le
hizo vibrar, y fue entonces cuando él, libre ya de las trabas de la vergüenza, le pidió que fuera
su novia.
15. EJERCICIOS:
1- Elementos de la narración:
Narrador EXTERNO – OMNISCIENTE - 3ª pers.- pretérito perfecto
simple – pret. imperf.
Personajes PROTAGONISTA redondo – ALIADOS planos -
secundarios
Tiempo progresión temporal lineal – ADVERBIOS- Inflexión “una
noche” = cambio
Espacio real – cotidiano – interiores=intimidad –
exteriores=amenaza
2- Estructura del relato: planteamiento – nudo- desenlace
3-Relata un nuevo desenlace
3- Cambio de narrador: relata el desenlace desde el punto de vista
de uno de los personajes y subraya las diferencias: Abuelo – joven –
Sabina
16. El bisabuelo recibió con bastante amabilidad a su bisnieto.
Desde la vieja butaca observaba con benevolencia a su pequeño microbio, como él
le llamaba. Le ofrecía bizcochos y galletas de avena, que eran su debilidad,
inventaba historias absurdas y recitaba versos burlescos para divertirlo. Incluso cambió
el mobiliario de la biblioteca para que el pequeño inválido, cuya movilidad era muy
reducida, pudiera recibir allí sus visitas. Sólo pensaba en su bienestar.
Esta actitud tuvo muchos beneficios para el jovencito, que, a pesar de que era visto por sus
compañeros como un chico débil, vago y rebelde, un imbécil que no servía para nada,
comenzó a cumplir con su deber convencido por el viejo, a quien veneraba, y obtuvo varios
sobresalientes en el bachillerato bilingüe. Contribuyeron a este cambio las visitas de Sabina,
una vistosa joven de abundante cabellera rubia y ojos de color avellana, de carácter reservado
pero de gran sensibilidad. El joven reveló enseguida al bisabuelo que la consideraba divina,
así que el viejo, lleno de buena voluntad, la convidaba habitualmente al aperitivo, y también a
cenar a veces, pues había buena visibilidad en la carretera que comunicaba su vivienda con
el centro urbano y ella nunca tuvo problemas serios a la vuelta, salvo una vez que un rebaño
de vacas se atravesó y obstaculizó la vía, y otra que no vio el badén y le reventó una rueda.
Una noche en que se recibió el aviso de que llovería abundantemente, ella tuvo que
abandonar la idea de aventurarse a conducir por aquella carretera de curvas bajo
las aguas turbias de la rabiosa tormenta. Obviamente, fue invitada a dormir por el
bisabuelo, quien, al abandonar la habitación para revisar las ventanas, adivinó,
como sabio que era, que él ya no tenía cabida en aquella velada improvisada por el
azar. El joven se puso nervioso, se ruborizó y, con una voz que parecía un rebuzno, le
dijo que ella había devuelto la belleza a su vida vacía, pero no se atrevió a dar el
paso definitivo. Ella le devolvió el valor con un suave y provocativo beso que le hizo
vibrar, y fue entonces cuando él, libre ya de las trabas de la vergüenza, le pidió que
fuera su novia.
17.
Al salir de la biblioteca, Virgilio se fijó en los gigantescos
árboles que le rodeaban. Además de Resultar acogedores,
parecían proteger los márgenes del edificio. ¿Volverían a
sumergirle en un mundo mágico?
Se sobrecogió y decidió dirigirse a su casa. Al llegar, se quitó
su traje gris y se introdujo en la cama, después de tomarse un
brebaje. Sin embargo, a los pocos minutos, escuchó un crujido,
seguido del canto de un jilguero que lo invitaba,
incomprensiblemente, a jugar al ajedrez.
18. • ESTILO DIRECTO:
• El narrador reproduce textualmente las palabras de un personaje
• Juan pensó: “aquí no aguanto yo ni dos días”
• El diálogo se introduce con verbos de lengua, (Juan pensó), y luego
las palabras textuales en 1ª-2ª persona y en presente (“aquí no
aguanto yo dos días”).
• ESTILO INDIRECTO:
• Juan pensó que allí no aguantaba él ni dos días
• El narrador introduce las palabras del personaje con un verbo de
lengua y una conjunción (“que”, “si”, “cuándo”…) Sufren cambios las
formas pronominales, los deícticos de tiempo y espacio y el tiempo
verbal: está en 3ª persona y pasado.
• ESTILO INDIRECTO LIBRE:
• El narrador en 3ª persona recoge las palabras o pensamientos de los
personajes, que se insertan sin el verbo de lengua, sin los nexos y sin
las marcas tipográficas
• “La situación era caótica. Allí no aguantaba él ni dos días.”
• EL MONÓLOGO INTERIOR:
• El personaje expresa, sus sentimientos y emociones en 1ª persona.
• Se usa la 2 p. cuando el personaje se desdobla y habla consigo mismo
19.
En la consulta: el médico dijo
-Lo siento, le queda poco tiempo de vida, tendrá usted que
dejar el alcohol, el tabaco y las fiestas.
-¿Y así viviré más doctor? - preguntó el paciente.
-No, pero se le harán los días mas largos…
-Doctor, es que no me decido a operarme.
-¿Por qué?
-Porque es una operación carísima!
-Y a usted qué más le da, si la van a pagar sus herederos.
-Señora, le tengo muy buenas noticias.
-Soy señorita, por favor…
-Entonces señorita, son malas noticias.
20. El joven discípulo de un filósofo sabio lo visitó y le dijo:
- Maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia.
- ¡Espera! -lo interrumpió el filósofo- ¿Ya has pasado por los tres filtros
lo que vas a contarme?
- ¿Los tres filtros?
- Sí. El primero es la VERDAD. ¿Estás seguro de que lo que quieres
decirme es absolutamente cierto?
- No. Lo oí comentar a unos vecinos.
- Al menos lo habrás hecho pasar por el segundo filtro, que es la
BONDAD. ¿Es bueno para alguien lo que me vas a decir?
- No, en realidad no. Al contrario ...
- El último filtro es la NECESIDAD ¿Es necesario hacerme saber lo que
tanto te inquieta?
- A decir verdad, no.
- Entonces, -dijo el sabio sonriendo-, si no es VERDADERO, ni BUENO,
ni NECESARIO, sepultémoslo en el olvido.
21. El joven discípulo de un filósofo sabio lo visitó y le dijo que un amigo
suyo estuvo hablando de él con malevolencia.
El filósofo lo interrumpió y le preguntó si había pasado por los tres
filtros lo que iba a contarle?
El discípulo inquirió qué tres filtros eran esos, a lo que el maestro
respondió que el primero era la VERDAD y le preguntó si estaba
seguro de que lo que quería decirle era absolutamente cierto.
El joven reconoció que No, que lo había oído comentar a unos
vecinos.
El filósofo le dijo que al menos lo habría hecho pasar por el segundo
filtro, que era la BONDAD y le preguntó si era bueno para alguien lo
que le iba a decir?
El joven admitió que en realidad no, al contrario ...
El maestro apuntó que el último filtro era la NECESIDAD y preguntó si
era necesario hacerle saber lo que tanto le inquietaba.
Nuevamente el discípulo concluyó que, a decir verdad, no lo era.
Entonces el sabio dijo sonriendo que si no era VERDADERO, ni BUENO,
ni NECESARIO, mejor lo sepultaban en el olvido.
22. http://roble.pntic.mec.es/msanto1/lengua/1dialogo.htm
TONECHO (Jesús Fernández Santos. Este verano)
Pablo se acercó a Tonecho, que con un pañuelo
humedecido intentaba contener la hinchazón de la
cara, le pregunto que qué tal.
Tonecho lo miró desde su único ojo descubierto.
Luis respondió por Tonecho y dijo que, si le hubiera
hecho caso a él, a esas horas aún tendría el ojo sano.
Tonecho contestó que qué sabía él.
Luis replicó que claro que lo sabía, que por eso
hablaba y que si él hubiese estado allí, Tonecho no se
habría metido en ese lío.
23. Pablo se acercó a Tonecho, que con un pañuelo humedecido
intentaba contener la hinchazón de la cara, le pregunto que qué tal.
Tonecho lo miró desde su único ojo descubierto.
Luis respondió por Tonecho y dijo que, si le hubiera hecho caso a él, a
esas horas aún tendría el ojo sano.
Tonecho contestó que qué sabía él.
Luis replicó que claro que lo sabía, que por eso hablaba y que si él
hubiese estado allí, Tonecho no se habría metido en ese lío.
Pablo se acercó a Tonecho, que con un pañuelo humedecido
intentaba contener la hinchazón de la cara.
- ¿Qué tal? -le preguntó.
Tonecho lo miró desde su único ojo descubierto.
Luis respondió por Tonecho:
- Si me hubiera hecho caso a mí, a estas horas aún tendría el ojo sano
- Qué sabrás tú -contestó Tonecho.
- Claro que lo sé, por eso hablo y, si yo hubiera estado allí, tú no te
habrías metido en ese lío -replicó Luis.
24. -Depende de cómo lo mires. Tú nada más has andado en las
batallas; has obedecido órdenes y nunca has dudado de tus
jefes.
-Seguro. Se trata de ganar la guerra. Qué, ¿tú no estás con
Obregón y Carranza?
-Como podría estar con Zapata o Villa. No creo en ninguno.
-¿Y entonces?
-Ése es el drama. No hay más que ellos. No sé si te acuerdas
del principio. Fue hace tan poco, pero parece tan lejano…
cuando no importaban los jefes. Cuando esto se hacía no
para elevar a un hombre, sino a todos-
-¿Quieres decir que hable mal de la lealtad de nuestros
hombres? Si eso es la revolución, no más: lealtad a los jefes
25. (…) y entonces le pedí con la mirada que me lo pidiera
otra vez sí y entonces me preguntó sí queda sí decir sí mi
flor de la montaña y al principio le estreché entre mis
brazos sí le apreté contra mí para que sintiera mis
pechos todo perfume sí y su corazón parecía desbocado y sí
dije sí quiero Sí
(Ulysses, James Joyce)
26. Quería ir a Marte en el cohete. Bajó a la
pista en las primeras horas de la mañana y a
través de los alambres les dijo a los
hombres uniformados que quería ir a Marte.
Les dijo que pagaba impuestos, que se
llamaba Pritchard y que tenía derecho de ir a
Marte. ¿no había nacido allí mismo en Ohio?
¿no era un buen ciudadano? entonces, ¿por
qué no podía ir a Marte?
27. Había mucho tráfico. El chofer, maniobrando, consiguió
abrirse paso(…). En eso, estalló la balacera a sus espaldas.
Una gritería ensordecedora se levantó alrededor; la gente
corría entre los autos, los carros se trepaban a las veredas.
Antonio oyó voces histéricas: «¡Ríndanse, carajo!». «¡Están
rodeados, pendejos!» Al ver que Juan Tomás, exhausto, se
paraba, se paró también a su lado y comenzó a disparar. Lo
hacía a ciegas, porque caliés y guardias se escudaban detrás
de los Volkswagen, atravesados como parapetos en la pista,
interrumpiendo el tráfico. Vio caer a Juan Tomás de rodillas,
y lo vio llevarse la pistola a la boca, pero no alcanzó a
dispararse porque varios impactos lo tumbaron. A él le
habían caído muchas balas ya, pero no estaba muerto. «No
estoy muerto, coño, no estoy.» Había disparado todos los
tiros de su cargador y, en el suelo, trataba de deslizar la
mano al bolsillo para tragarse la estricnina. La maldita
mano pendeja no le obedeció. No hacía falta, Antonio. Veía
las estrellas brillantes de la noche que empezaba, veía la
risueña cara de Tavito y se sentía joven otra vez. "
La fiesta del chivo