1. Carta a los efesios Crecer hacia Cristo Diseño: JL Caravias sj

2. ¡Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bendiciones espirituales! 1,3 En Cristo Dios nos eligió, antes de la creación del mundo, para andar en su presencia en el amor… Nos destinó para ser hijos suyos en Jesucristo y por medio de él. 1,4s

3. La sangre que derramó Cristo paga nuestra libertad y nos merece el perdón de los pecados. En esto se ve su inagotable generosidad 1,7s

4. Ahora Dios nos da a conocer este proyecto suyo misterioso: En la plenitud de los tiempos todas las cosas han de reunirse bajo una sola cabeza, Cristo, tanto los seres celestiales como los terrenales. 1,9

5. Que el Dios de Cristo Jesús… se les manifieste dándoles espíritu de sabiduría para que lo puedan conocer. la herencia inmensa y gloriosa que reserva Dios a sus santos, y la fuerza tan extraordinaria con que actúa en favor de los que creemos. 1,17-19 Que les ilumine la mirada interior, para que entiendan lo que esperamos a raíz del llamado de Dios:

6. Dios, colocó todo bajo los pies de Cristo, y lo constituyó Cabeza de la Iglesia, la cual es su cuerpo. Él que lo llena todo en todos, despliega en ella su plenitud. 1,22s

7. Al demostrarnos tanta bondad en Cristo Jesús, Dios quiere manifestar la extraordinaria riqueza de su gracia. Lo que somos es obra de Dios: él nos ha creado en Cristo Jesús. 2,7s.10 Ustedes no tienen mérito en esto, sino que es un don de Dios. Pues por Gracia de Dios han sido salvados.

8. Cristo es nuestra paz. De los dos pueblos ha hecho uno solo, destruyendo en su propia carne el muro de odio que los separaba… Destruyó el odio y los reconcilió con Dios. 2,14-16

9. Ustedes son de la casa de Dios. Ustedes son la casa, cuyas bases son los apóstoles y los profetas, y la piedra angular es Cristo Jesús. En él toda la construcción se ajusta y se alza para formar un templo santo. 2,20s

10. Los pueblos paganos entran en Cristo Jesús a compartir la misma herencia, a pertenecer al mismo cuerpo y a recibir las mismas promesas de Dios… Anuncio a los paganos la incalculable riqueza de Cristo: en qué forma se va realizando el proyecto escondido en Dios. 3,6-9

11. En Cristo Jesús, nos atrevemos a acercarnos a Dios con toda confianza. 3,12

12. Que Cristo habite en sus corazones por la fe. Que estén arraigados en el amor y en él puedan edificarse. Que sean capaces de comprender, con todos los creyentes, cuán ancho, y cuán largo, y alto y profundo es… Que conozcan este amor de Cristo que supera todo conocimiento. Que queden colmados hasta recibir toda la plenitud de Dios. 3,17-19

13. A Dios, cuya fuerza actúa en nosotros y puede realizar mucho más de lo que pedimos o imaginamos, a él la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús, por todas las generaciones... 3,20s

14. El mismo que bajó, subió por encima de todos los cielos, para llenarlo todo. Así preparó a los suyos para los trabajos de la construcción del Cuerpo de Cristo… Hasta que lleguemos a ser el Hombre perfecto, con esa madurez adulta, que hará de nosotros la Plenitud de Cristo. 4,10-13

15. Ya no seremos más niños, a los que mueve cualquier viento de doctrina… Sino que con un amor auténtico creceremos de todas maneras hacia el que es la cabeza, Cristo. Él da organización y cohesión al cuerpo entero… Cada miembro desarrolla su actividad propia, para que el Cuerpo crezca y se construya a sí mismo en el amor. 4,14-16

16. Como hijos amadísimos de Dios esfuércense por imitarlo: Pórtense como hijos de la luz… Sepan hallar lo que agrada al Señor… Anden como hombres responsables… 5,1-20 Sigan el camino del amor, a ejemplo de Cristo que nos amó, y se entregó por nosotros…

17. Sean dóciles unos con otros por respeto a Cristo. Las esposas respeten a sus maridos, como al Señor… Maridos, amen a sus esposas como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella. 5,21-25 Hijos, obedezcan a sus padres cristianamente, como es razón... Padres, no hagan de sus hijos unos rebeldes. Edúquenlos corrigiéndolos como el Señor quiere. 6,1-4 Siervos, obedezcan a sus patrones con respeto y responsabilidad, con corazón sincero, como quien obedece a Cristo… 6,5 Y ustedes, patrones, actúen con sus siervos de la misma manera y dejen a un lado las amenazas. Tengan presente que ellos y ustedes tienen en el cielo un mismo Señor, que no hace distinción de personas. 6,9

18. Háganse robustos en el Señor con su energía y su fuerza… Oren en todo tiempo según les inspire el Espíritu. 6,10.14.18 Tomen la Verdad como cinturón, y la Justicia como coraza…

19. Rueguen por mí para que cuando hable, Dios me dé palabras con que comunicar sin temor su Buena Nueva… Que tenga valor para hablar de Dios como debo… 6,19s.

20. Que la bendición de Dios esté con todos los que aman, con un amor inquebrantable, a Cristo Jesús 6,24

21. Tú, Señor, modelas y espiritualizas mi arcilla informe. Tú me cambias en ti… Para adueñarte de mí, Dios mío, te apoderas y asocias la inmensidad del Mundo y la intimidad de mí mismo… Por cuanto me he convertido, gracias a mi consentimiento, en parcela viviente del Cuerpo de Cristo, todo cuanto influye en mí sirve, finalmente, para desarrollar a Cristo. Cristo me invade a mí y a mi Cosmos. Señor, yo lo deseo así. ¡Que mi aceptación sea cada vez más completa, más amplia, más intensa! ¡Que mi ser se presente cada vez más abierto, más transparente a tu influencia! Y que de esa manera sienta tu acción cada vez más cercana, tu presencia cada vez más densa … Fiat, fiat… Resonancias paulinas de Teilhard de Chardin: