El documento enfatiza que para alcanzar metas espirituales se requiere más que solo deseos, buenas intenciones o asistir a eventos ocasionales. Se necesita ejercitarse en la fe diariamente, como un atleta se ejercita, para desarrollar carácter y autoridad espiritual. También señala que Jesús dijo que cierto tipo de demonios solo pueden ser expulsados mediante oración y ayuno constantes, no solo en eventos ocasionales.