1. La piratería de software o más bien el uso
ilegal de software es el uso de software sin
contar con la respectiva licencia, lo cual
corresponde a las siguientes situaciones:
Copiar e instalar un software adquirido en más
de un computador personal
Copiar medios (CD u otro medio) con fines de
instalación y distribución
Instalar actualizaciones son contar con la
debida licencia
Adquirir software con algún tipo de beneficio
académico o restringido y destinarlo para uso
comercial
Descargar software de desde Internet sin la
debida licencia
Comprar copias no autorizadas de software.
Según estimaciones de la Comisión Nacional
Antipiratería (CONAPI), en Chile la copia
prohibida representa aproximadamente US$
1.000 millones anuales, cifra que incluye
diferentes artículos, siendo las más
significativos, libros, música, películas y
software.
2. Una licencia de software es un contrato entre
el licenciante (autor/titular de los derechos de
explotación/distribuidor) y el licenciatario
del programa informático (usuario consumidor
/usuario profesional o empresa), para utilizar
el software cumpliendo una serie de términos
y condiciones establecidas dentro de sus
cláusulas.
Las licencias de software pueden establecer
entre otras cosas: la cesión de determinados
derechos del propietario al usuario final sobre
una o varias copias del programa
informático, los límites en la responsabilidad
por fallos, el plazo de cesión de los
derechos, el ámbito geográfico de validez del
contrato e incluso pueden establecer
determinados compromisos del usuario final
hacia el propietario, tales como la no cesión
del programa a terceros o la no reinstalación
del programa en equipos distintos al que se
instaló originalmente.
3. El delito de la piratería, se encuentra afectando además de los intereses de su autor a las leyes del comercio
legítimo porque toda producción intelectual significa
inversiones y divisas para el estado y en base a ello debería propenderse a proteger y garantizar los derechos
del autor en realidad, esto es, haciéndolas efectivas
a las normas existentes y no dejándolas en el papel como letra muerta.