Juan era un niño que estaba confundido sobre si los Reyes Magos existían o no, ya que sus amigos decían que no pero sus padres insistían que sí. Juan finalmente decidió que sus padres no eran lo suficientemente ricos como para comprar todos los regalos que él pedía, por lo que concluyó que los Reyes Magos no existían. Sin embargo, el día de Reyes se sorprendió al encontrar muchos regalos, lo que lo hizo reconsiderar su creencia.