Gualeguaychú es una ciudad turística principal en Entre Ríos conocida por sus parques, carnavales y poesía. El Parque Nacional El Palmar preserva el palmar de yatay, una especie autóctona que puede vivir 200-400 años y provee frutos dulces. El Palacio San José en Concepción del Uruguay fue construido por el General Justo José de Urquiza y alojó figuras nacionales importantes.
Rhea International Team - Tratamiento aguas residuales con humedales artifici...
Julieta cazaux 18 octubre
1. Ciudad de los verdes, los poetas y los
carnavales, Gualeguaychu, cabecera del
Departamento homónimo, brota en el ángulo
sudeste de la provincia de Entre Ríos
posicionándose entre sus principales destinos
turísticos. Una ciudad que, más allá de los
privilegios comúnmente promocionados,
resguarda otros tantos atractivos en cada
rincón del trazado urbano y también hacia las
afueras, en las playas y en el campo.
2. Un tesoro entrerriano
Refugio de flora y fauna desplegado por un
territorio de 8500 hectáreas en el centro este
del territorio entrerriano, el Parque Nacional
El Palmar preserva como formación
emblemática el palmar de yatay, una especie
autóctona que llega a vivir entre 200 y 400
años, que suele engalanar los cielos con sus
flores amarillas, y que ofrece un delicioso fruto
dulce, utilizado especialmente para la
elaboración de licores.
3. Palacio San José en Concepción del Uruguay, Entre Ríos
Soberbia mansión mandada a construir por el General Justo
José de Urquiza con el fin de habitarla junto a su esposa
Dolores Costa y la numerosa familia que formarían.
La residencia hospedaría además, a través de los años, a
numerosas figuras de reconocimiento nacional, y Urquiza
dirigiría desde ella los destinos de Entre Ríos y de la
Confederación Argentina.
4.
5. ¿Y qué hago con el tapón de corcho?
El corcho se puede reciclar, pero no se hace
Los corchos usados no se pueden reutilizar: quedan deteriorados, con restos de producto y la industria no los puede admitir como tales. Pero sí
sería posible su reciclaje, es decir, el aprovechamiento del material, una vez tratado de forma adecuada, para hacer nuevos productos, como
tableros aglomerados, revestimientos, etc.
El consumidor tiene que depositar el corcho en el contenedor de orgánicos para no dificultar el reciclaje de los envases
Para ello haría falta un sistema de recuperación como el del vidrio o los envases. Pero como señala Félix Romero, responsable de bosques de la
ONG conservacionista WWF, aunque hay alguna experiencia incipiente que se quiere poner en marcha, en la actualidad no hay una estructura de
reciclaje de corcho.
El consumidor tiene así que depositarlo en el contenedor de orgánicos, para no dificultar el reciclaje de los envases, como explica Lara Garrido, de
comunicación de Ecoembes, el sistema que gestiona el reciclaje de envases en España. En cualquier caso, Garrido asegura que reciben muy pocos
corchos. La misma respuesta pero en el caso del contenedor verde de vidrio viene de Isabel Luque, de comunicación de Eco vidrio.
¿Y qué se hace después con el corcho usado? Las empresas recuperadores se encargan de gestionarlos para que lleguen a vertederos controlados
o como mucho a algún sistema de valorización energética.
Por qué sería bueno reciclar el corcho
El reciclaje del corcho, un material natural renovable, tendría varias ventajas medioambientales y económicas. Romero destaca que supondría un
ahorro de recursos, de transporte, de transformación, etc. y generaría puestos de trabajo "verdes" alrededor de este sector.
El reciclaje del corcho sería también una forma más de apoyar y mantener vivo este sector, en peligro por su progresiva sustitución por materiales
sintéticos y las amenazas medioambientales que sufren los alcornocales, de cuya corteza se extrae. España es el segundo productor mundial, tras
Portugal, y cuenta con alrededor de una cuarta parte mundial de alcornocales, ubicados principalmente en la costa mediterránea, Andalucía y
Extremadura.
6. El agua salada, lo mejor para producir hidrógeno limpio
Un grano de sal o dos es todo lo que necesitan las
células microbianas de la electrólisis para producir
hidrógeno a partir de aguas residuales o subproductos
orgánicos, sin necesidad de añadir dióxido de carbono a
la atmósfera ni usar la red eléctrica, según pone de
manifiesto una investigación de la Universidad de
Pensilvania publicada en la revista "Proceedings of the
Nacional Academy of Sciences".
"Este sistema podría producir hidrógeno en cualquier
lugar donde haya aguas residuales cerca de agua
marina", afirma Bruce E. Logan, profesor de Ingeniería
Ambiental, que añade que dicho sistema "no utiliza
electricidad y carece de carbono. En este sentido,
subraya que "es una fuente inagotable de energía".
Hasta ahora, las células microbianas de la electrólisis
que producen hidrógeno requerían pilas de combustible
con alguna entrada eléctrica. En el reciente estudio de
Logan, en colaboración con el doctor Younggy Kim, la
diferencia entre el agua dulce y el agua de mar es lo
que añade la energía extra necesaria para producir
hidrógeno.