2. El cuerpo humano posee unos cincuenta billones de células. Éstas se agrupan en
tejidos, los cuales se organizan en órganos, y éstos en ocho aparatos o sistemas:
locomotor (muscular y
óseo), respiratorio, digestivo, excretor, circulatorio, endocrino, nervioso y
reproductor. Sus elementos constitutivos son fundamentalmente el Carbono
(C), Hidrógeno (N) Oxígeno (O) y Nitrógeno (N), presentándose otros muchos
elementos en proporciones más bajas. Estos átomos se unen entre sí para
formar moléculas, ya sean inorgánicas como el agua (el constituyente más
abundante de nuestro organismo, dibujo de la derecha) u orgánicas como los
glúcidos, lípidos, proteínas... Pero la vida que alberga estos átomos y moléculas
reunidos con un propósito concreto, convierten al ser humano y a cualquier ser
vivo en una extraordinaria máquina compleja, analizable desde cualquier nivel:
bioquímico, citológico, histológico, anatómico.
3. Los receptores sensoriales son los encargados de captar los estímulos externos e internos. Gracias a los
nervios (véase Sistema Nervioso), la información recibida es enviada al Sistema Nervioso Central, el cual
elabora una respuesta que es llevada a cabo por los efectores, esto es, músculos y glándulas endocrinas
y exocrinas.
Si bien es cierto que los órganos de los sentidos son los encargados de captar la información que nos
permite ver, escuchar, olfatear, saborear y tener sensibilidad táctil , es en el cerebro donde se producen
todas las sensaciones e imágenes que percibimos a cada minuto casi de manera inconsciente.
4. Órgano de la visión en los seres humanos y en los animales. Los ojos de las
diferentes especies varían desde las estructuras más simples, capaces de diferenciar
sólo entre la luz y la oscuridad, hasta los órganos complejos que presentan los seres
humanos y otros mamíferos, que pueden distinguir variaciones muy pequeñas de
forma, color, luminosidad y distancia. En realidad, el órgano que efectúa el proceso de
la visión es el cerebro; la función del ojo es traducir las vibraciones electromagnéticas
de la luz en un determinado tipo de impulsos nerviosos que se transmiten al cerebro.
5. El oído es el órgano responsable de la audición y el equilibrio, y está compuesto por mecano
receptores quienes captan las vibraciones y las transforman en impulsos nerviosos que irán hasta
el cerebro, donde los estímulos serán interpretados.
Se divide en tres zonas: externa, media e interna.
El oído externo es la parte del aparato auditivo que se encuentra en posición lateral al tímpano o
membrana timpánica. Comprende la oreja o pabellón auricular (lóbulo externo del oído) y el
conducto auditivo externo, que mide tres centímetros de longitud.
6. El tacto, es otro de los cinco sentidos de los seres humanos y de otros animales. A través del tacto, el
cuerpo percibe el contacto con las distintas sustancias, objetos, etcétera. Los seres humanos presentan
terminaciones nerviosas especializadas y localizadas en la piel, que se llaman receptores del tacto. Los
receptores se estimulan ante una deformación mecánica de la piel y transportan las sensaciones hacia el
cerebro a través de fibras nerviosas. Los receptores se encuentran en la epidermis, que es la capa más
externa de la piel, y están distribuidos por todo el cuerpo de forma variable, por lo que aparecen zonas
con distintos grados de sensibilidad táctil en función de los números de receptores que contengan.
7. Este facultad de los humanos, entre otros animales, actúa por contacto de sustancias solubles con la
lengua. El ser humano es capaz de percibir un abanico amplio de sabores como respuesta a la
combinación de varios estímulos, entre ellos textura, temperatura, olor y gusto. Considerado de forma
aislada, el sentido del gusto sólo percibe cuatro sabores básicos: dulce, salado, ácido y amargo; cada
uno de ellos es detectado por un tipo especial de papilas gustativas.
La lengua posee casi 10.000 papilas gustativas que están distribuidas de forma desigual en la cara
superior de la lengua, donde forman manchas sensibles a clases determinadas de compuestos que
inducen las sensaciones del gusto. Por lo general, las papilas sensibles a los sabores dulce y salado se
concentran en la punta de la lengua, las sensibles al ácido ocupan los lados y las sensibles al amargo
están en la parte posterior.
Los compuestos químicos de los alimentos se disuelven en la humedad de la boca y penetran en las
papilas gustativas a través de los poros de la superficie de la lengua, donde entran en contacto con
células sensoriales. Cuando un receptor es estimulado por una de las sustancias disueltas, envía
impulsos nerviosos al cerebro. La frecuencia con que se repiten los impulsos indica la intensidad del
sabor; es probable que el tipo de sabor quede registrado por el tipo de células que hayan respondido al
estímulo.
8. Este sentido permite percibir los olores. La nariz, equipada con nervios olfativos, es el principal órgano del
olfato. Los nervios olfativos son también importantes para diferenciar el gusto de las sustancias que se
encuentran dentro de la boca. Es decir, muchas sensaciones que se perciben como sensaciones
gustativas, tienen su origen, en realidad, en el sentido del olfato.
Las sensaciones olfatorias son difíciles de describir y de clasificar. Sin embargo, se han realizado
clasificaciones fijándose en los elementos químicos asociados a los olores de las sustancias. Ciertas
investigaciones indican la existencia de siete olores primarios: alcanfor, almizcle, flores, menta, éter
(líquidos para limpieza en seco, por ejemplo), acre (avinagrado) y podrido. Estos olores primarios
corresponden a siete tipos de receptores existentes en las células de la mucosa olfatoria. Las
investigaciones sobre el olfato señalan que las sustancias con olores similares tienen moléculas del
mismo tipo. Estudios recientes indican que la forma de las moléculas que originan los olores determina la
naturaleza del olor de esas moléculas o sustancias. Se piensa que estas moléculas se combinan con
células específicas de la nariz, o con compuestos químicos que están dentro de esas células. La
captación de los olores es el primer paso de un proceso que continúa con la transmisión del impulso a
través del nervio olfativo y acaba con la percepción del olor por el cerebro.
9. 1. Si te pica la garganta, ráscate el oído: Al presionar los nervios de la oreja, se genera un reflejo
inmediato en la garganta que produce espasmos y alivia las molestias.
2.Para escuchar mejor usa solo un lado del oído: Si estás en una discoteca y no oyes bien lo que alguien
te dice, gira tu cabeza y usa sólo tu oí-do derecho, ya que éste distingue mejor las
conversaciones, mientras que el izquierdo identifica mejor las canciones que suenan bajo.
3. Para aguantar las ganas de ir al baño piensa en sexo: Cuando no resistes las ganas de orinar y no
encuentras un baño cerca, piensa en sexo: Eso entretiene a tu cerebro y el estrés disminuye.
4. Toser mientras te vacunan reduce el dolor: Un grupo de científicos alemanes, han descubierto que si
toses en el momento que te inyectan, se aumenta la presión en el pecho y en la espina dorsal; algo que
inhibe los conductores de dolor de la médula.
5. Si tienes la nariz tupida, presiona tu paladar y la parte superior de la nariz: Toca el paladar con la
lengua fuertemente y con un dedo sujeta la nariz bajo el entrecejo; esto permite que las secreciones se
muevan y puedas respirar.
6. Cuando tengas acidez duerme sobre el lado izquierdo: Esto permite crear un ángulo entre el estómago
y el esófago, para que los ácidos no puedan causar estragos en nuestra garganta.
7. Cuando te duela una muela frota un hielo en tu mano: Debes pasar el trozo de hielo por la zona en
forma de "v" que se produce entre el dedo pulgar y el í-ndice por la parte contraria a la palma; esto
reduce en un 50% el dolor, ya que este sector está conectado a los receptores de dolor de la cara.
10. 8. Cuando te quemes, presiona la herida con un dedo: Después de limpiar la zona afectada, haz presión
con la mano en la quemadura, ya que esto permite volver a la temperatura inicial y evita la aparición de
ampollas (sólo para pequeñas quemaduras).
9. Cuando estés ebrio: Apoya la mano sobre una mesa o superficie estable. Si haces esto, tu cerebro
recobrará la sensación de equilibrio y evitarás que todo gire a tu alrededor.
10. Al correr, respira cuando apoyes el pie izquierdo; esto evitará que sientas picor en el pecho: Si
respiras cuando apoyas el pie derecho, causas presión en el hígado.
11. Si te sangra la nariz, haz presión con tu dedo: Si te echas para atrás puedes ahogarte con tu sangre;
por eso, lo mejor es apretar con tu dedo el lado de la nariz donde tienes la hemorragia.
12. Para controlar los latidos cardiacos cuando estés nervioso, debes poner el dedo pulgar en tu boca y
soplar: Esto ayudará a que tu corazón deje de latir tan rápido a partir de la respiración.
13. También puedes aliviar el dolor de cabeza cuando tomas agua muy fría: Al beber algo congelado, el
paladar se enfría y el cerebro lo interpreta; por eso debes colocar tu lengua sobre el paladar para que
vuelva a su temperatura normal.
11. 14. Además puedes prevenir la falta de visión cuando estás mucho tiempo frente a un PC: Cuando pones
tu vista en un objeto cercano como un ordenador, la vista se cansa y falla. Para ello, podemos cerrar
nuestros ojos, contraer el cuerpo y aguantar la respiración unos segundos. Luego, relajamos todo. ¡Santo
remedio!.
15. Despierta a tus manos y pies dormidos moviendo la cabeza: Cuando se te duerma un brazo o la
mano, gira tu cabeza de un lado a otro y verás como la sensación pasa en menos de 1 minuto, ya que las
extremidades superiores se duermen, por presión en el cuello. Si, en cambio, es una pierna o un pie, sólo
camina unos segundos.
16. Fácil método para aguantar la respiración bajo el agua: Antes de sumergirte, haz muchas
respiraciones rápidas y fuertes para lograr que el ácido de la sangre desaparezca, pues éste es el que
causa la sensación de ahogo.
17. Memoriza los textos por la noche: Cualquier cosa que leas antes de dormir, la recordarás con más
facilidad