Ceres buscaba desesperadamente a su hija Proserpina después de que desapareciera misteriosamente. Mientras recorría el mundo en su búsqueda, la naturaleza se secó. Se enteró que Plutón, el dios del inframundo, se había enamorado de Proserpina y se la había llevado para hacerla su reina. Proserpina había comido semillas de granada en el inframundo, por lo que no podía permanecer completamente en la tierra. Finalmente, se acordó que pasaría seis meses del año con
2. Los griegos creían, hace mucho, que el
verano duraba todo el año. Era así
porque Ceres, diosa de las cosechas,
amaba más a la tierra en aquellos días.
Ella residía en el valle de Enna y su casa
se alzaba en medio del bosque cerca de
un lago azul.
3. Vivía con su hija Proserpina, de rostro
bronceado y un cabello rubio que caía en
suaves ondas sobre sus ojos azules. Era
hermosa por dentro y por fuera.
4. Manifestaba habitualmente felicidad y, aunque se
aproximaba a su juventud, pasaba sus días jugando con
sus amigas. Pero una noche, no llegó a casa y su madre
comenzó a preocuparse. La llamó sin obtener
respuesta. El sonido del aire entre los árboles llegaba a
través de las ventanas, pero Ceres no lo escuchaba. No
cerró los ojos durante toda la noche y, cuando
amaneció, salió a buscar a su hija.
5. Acudió a las amigas de ella, que jugaban en el campo cercano. —
¿Dónde está Proserpina?—gritaron las amigas.—¡Eso es lo que les he
venido a preguntar! —dijo Ceres—. Las muchachas se sorprendieron.
—Estábamos jugando ayer por la tarde y Proserpina se alejó un poco.
Viendo que no regresaba pensamos que se había ido a su casa. —
¿Dónde la vieron por última vez?. Llévenme ahí. Buscaron por todos
lados sin encontrar rastros.—¿Ha visto a mi hija Proserpina?—
preguntaba a todo el que veía—. Es una chica bonita y suele estar
siempre sonriente.
6. Pero nadie la había visto. Al día siguiente Ceres se fue
del valle de Enna para encontrar a Proserpina. Recorrió
el mundo e hizo la misma pregunta a cualquier persona
que encontraba, sin obtener respuesta satisfactoria. De
regreso a casa, sus ojos se le llenaron de lágrimas. Por
largo tiempo, Ceres permaneció sentada sin moverse en
la orilla del río.
7. De pronto, se produjo un pequeño ruido y vió que había en el
suelo un cinturón de Proserpina.—Ha sucedido lo peor—se dijo
—. ¡A Proserpina se la ha tragado la tierra! Pateó fuertemente la
tierra que estaba bajo sus pies. — ¡Tierra malvada! —gritó—. He
sido buena contigo, ¡y ahora te has llevado a mi Proserpina!.
¡Desde ahora, serás parda y seca para siempre!
8. Ceres se fue inmediatamente al Monte Olimpo,
morada de los dioses. Las flores se entristecieron
al verla partir, inclinaron sus cabecitas y
esperaron la muerte. Ceres vivió muchos años
fuera del Monte.
9. Zeus la vio cuando llegaba y la recibió. —
Bienvenida, querida Ceres. Te hemos estado
esperando mucho tiempo, desde que Cupido
disparó esa flecha con punta de oro.—¿Qué?—
preguntó Ceres. No entendía.
10. Recordó que cupido era un niñito dios travieso.
Siempre llevaba consigo un arco para lanzar
flechas. Buscó al infante entorno suyo y pronto
vio sus alas asomando tras las faldas de su
madre Venus, la diosa de la belleza, quien
parecía vergonzosa.
11. -Deberias haberte acordado;Ceres; de que en el Monte
Olimpo, los dioses sabemos todo- continuó Zeus-. Te diré lo
que le pasó a Proserpina. En un terremoto, Plutón, el dios de
los infiernos y rey de la muerte, subió a la superficie de la
Tierra para ver si se habían abierto grietas. Lo alcanzó una
de las flechas con punta de oro de Cupido, esto significaba
que se enamoría de la primera persona que viera. Esa fue
Proserpina. Ella trató de escapar de él pero un pudo. Se
dirigieron a la región de la muerte, se casaron y y la
muchacha se convirtió en la reina.
12. Ceres dio un salto hacia Cupido, pero Venus la
detuvo.
- ¡Cúlpame a mi, no a mi Cupido!.
- ¡Detestable muchachito!- gritó Ceres- ¡A cause
de lo que has hecho, la tierra nunca volverá a dar
flores ni granos y toda su gente morirá!
A los dioses no les gustó lo que Ceres había
hecho.
13. Zeus intervino.
-Mandaré a Primavera para que vea a Plutón. Tal
vez dejará a Proserpina regresar a la superficie .
-Pero ¿puede alguien regresar de los infiernos?-
Preguntó Ceres.
-Si ha comido el alimento del Tártaro, no habrá
regreso. No estés triste. Recuerda que los
muertos no necesitan comer, ya sabes…
14. Zeus dio instrucciones a Primavera para que bajara
rápidamente al palacio de Plutón. Cuando llegó apenas
reconoció a Proserpina. Cada centímetro de ella
reflejaba a la reina y tuvo hasta un poco de miedo.
-¿Ha comido algo Proserpina?- inquirió.
-Si- dijo Plutón-. Ha bebido el jugo de seis semillas de
granada.
-Eso difícilmente significa “comer”.
Primavera y Plutón discutieron.
15. A Proserpina le había empezado a gustar ser reina, aunque
fuese de la Muerte, pero a menudo soñaba con las flores y
los árboles. Ella, finalmente, decidió donde iba a vivir. Desde
entonces, pasaría la mitad del año con su madre y los otros
seis meses con su esposo. Durante los meses calurosos,
cuando permanece en la superficie de la Tierra, Ceres esta
contenta , deja que las flores nazcan y que las calabazas
crezcan. Más tarde, Proserpina regresa a la Región infernal ,
las hojas se tornan amarillas y se caen de los árboles hasta
que la joven regresa nuevamente.