La rabia bovina es una enfermedad viral aguda que afecta principalmente al ganado en países latinoamericanos, donde los principales vectores son murciélagos hematófagos como el Desmodus rotundus. Los signos clínicos incluyen depresión, pérdida de apetito, salivación excesiva, y parálisis progresiva que conduce a la muerte del animal en 4 a 7 días. La prevención se logra mediante la vacunación del ganado y el control de poblaciones de murciélagos vectores.
1. Capítulo 4. Enfermedades de los bovinos
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia-UNAM 209
Rabia bovina
Derriengue; Lyssa; Hidrofobia.
excretado con altos títulos en la saliva de las espe-
cies vectoras. Como regla general, la mayoría de
los carnívoros no excretarán virus por la saliva 5
días antes de que muestren signos clínicos de la
enfermedad.
La rabia bovina resultante de la exposición a
vampiros es enzótica en la mayor parte de los paí-
ses latinoamericanos. Al igual que los carnívoros,
un foco epizoótico ocurrirá en varias áreas endémi-
cas. Se estima que en la región latinoamericana,
aproximadamente 500,000 cabezas mueren por esta
causa cada año.
Las razas europeas parecen ser más suscepti-
bles a la rabia que las razas cebuinas por contar és-
tas con una piel más dura. En muchas partes del
mundo tropical, en donde el vampiro juega el papel
principal en la transmisión, la especie Desmodus
rotundus es la más común transmisora del virus. Este
vampiro tiene preferencia por sangre bovina, ha-
ciendo de esta manera muy alta la exposición a la
enfermedad.
Signos clínicos
Generalmente, el primer signo de rabia en el gana-
do es una depresión generalizada característica de
muchas infecciones virales. La pérdida del apetito
y la caída drástica de la producción de leche en ani-
males lactantes son indicadores del inicio de la en-
fermedad. A medida que esta progresa, se desarrolla
un apetito depravado, caracterizado por morder
madera o comérsela, así como otros objetos no
digestibles.
Definición
La rabia bovina es una infección viral aguda que
produce parálisis progresiva que conduce a la muer-
te del animal afectado.
Etiologia
El virus rábico pertenece a la familia Rhabdoviridae
y al género Lyssavirus
Distribución
El virus rábico tiene distribución mundial, con dife-
rentes animales como vectores primarios en dife-
rentes regiones del mundo, responsables de la
transmisión de la enfermedad al ganado y otras es-
pecies.
El gato, el perro, el murciélago y los vampiros
insectívoros sirven como especies vectoras en los
países tropicales de América.
Epidemiología
La epidemiología de la rabia varía, dependiendo de
la especie vectora predominante en la zona donde
se presenta; más aun: esta puede variar en gran for-
ma dentro de un mismo país, dependiendo de los
vectores, niveles de infección e interacción entre es-
pecies vectoras, ganado y hombre.
La edad es un factor importante en la susceptibi-
lidad de las especies a esta enfermedad, siendo los
animales jóvenes más susceptibles que los viejos.
La diseminación natural de la enfermedad de-
pende de la clásica cadena de transmisión por mor-
dedura. El virus rábico a menudo se acumula y es
2. Enciclopedia Bovina
210
Se pueden observar tremores o espasmos mus-
culares y de las orejas. La parálisis de los músculos
de la garganta con excesiva salivación y rechinido
de dientes también son comunes. Las vacas tienden
al ptialismo y presentan dificultad para beber agua,
pero, en contraste con el hombre, no muestran hi-
drofobia. Hay incremento de la excitación sexual,
tanto en hembras como en machos. Algunos ani-
males desarrollan la etapa furiosa, y atacan a otros
animales, al hombre o a objetos inanimados; el ga-
nado rara vez muerde durante la etapa de excita-
ción, pero puede embestir. Durante este periodo,
estímulos externos como luces brillantes, ruidos, o
movimientos repentinos, pueden causar reacciones
violentas, convulsiones o colapso.
Conforme la enfermedad avanza, se desarrolla
una parálisis progresiva; el animal enseguida se
colapsa y eventualmente entra en coma. La muerte
puede ocurrir rápidamente, pero la enfermedad ge-
neralmente pasa por varias etapas hasta la parálisis
y muerte en un periodo de 4 a 7 días después de
observados los primeros signos.
Los signos clínicos de la rabia deben ser dife-
renciados de los correspondientes a la obstrucción
esofágica por cuerpo extraño y otras condiciones
que pueden afectar el sistema nervioso central o
periférico (acetonemia, hipomagnesemia, y
pseudorrabia).
Salud pública
Aunque el ganado afectado con rabia puede atacar
al hombre, rara vez, o casi nunca, muerde. El hom-
bre, a menudo se expone al proceder a inspecciones
mediante palpación de la boca tratando de extraer
un supuesto cuerpo extraño esofágico. La saliva de
animales infectados a menudo contiene virus de 3 a
5 días antes de que los signos clínicos aparezcan.
También los movimientos violentos de cabeza du-
rante el examen puede resultar en abrasiones o cor-
tadas de las manos del examinador; la
contaminación de estas heridas frescas con virus
rábico se convierte entonces en una seria exposi-
ción.
Se deben utilizar guantes protectores gruesos y
otro tipo de ropa de trabajo cuando se proceda a
abrir cráneo o columna. Los implementos de hule,
pueden ser fácilmente desinfectados.
Todas las heridas contaminadas con tejidos o
fluidos de animales infectados con rabia deben ser
lavados inmediatamente durante varios minutos
con agua y jabón, lavarse concienzudamente es una
medida muy importante de prevención.
Patogenia
Siguiendo a la inoculación del virus, hay una repro-
ducción local del mismo en las células epiteliales.
Despues, los viriones cruzan los haces neuro-
musculares y neurotendinales y se mueven
centrípetamente al sistema nervioso central, siguien-
do las ramificaciones neurales.
Luego, el virus se disemina a partir del sistema
nervioso central, a través de los áxones de los ner-
vios trigémino, facial, olfatorio y glosofaríngeo, para
llegar a las glándulas salivales, así como a las célu-
las olfatorias, pasando de ahí a las secreciones ora-
les y nasales.
En el cerebro del ganado, el virus tiene predi-
lección por el bulbo y el cerebelo.
Respuesta inmunológica
Las vacunas inactivadas y las vacunas vivas modi-
ficadas son usadas en la inmunización del ganado,
lo que se traduce en diferentes respuestas inmuno-
lógicas.
El nivel de respuesta inmunológica y su dura-
ción variará con el tipo y la potencia de la vacuna
utilizada. Las vacunas de virus vivo modificado nor-
malmente producen una inmunidad de relativa lar-
ga duración (3 o más años) mientras que la
vacunación con vacunas inactivadas debe ser repe-
tida anualmente. Las becerras recibirán temporal-
mente inmunidad parenteral, vía anticuerpos
calostrales, que podrán interferir con una inmuni-
zación activa hasta después de los 6 meses del na-
cimiento. Becerras de madres vacunadas con vacuna
viva modificada y hasta los 4 meses de edad, gene-
3. Capítulo 4. Enfermedades de los bovinos
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia-UNAM 211
ralmente mueren de rabia cuando son desafiadas en
fechas posteriores. Es esencial entonces, considerar
el estado inmunológico de la madre al momento de
vacunar.
Diagnóstico de laboratorio
El cerebro es el tejido usado rutinariamente en el
diagnóstico de la rabia del ganado. Si el animal es
decapitado en campo, la cabeza debe ser refrigera-
da de inmediato y mantenida así. Si es imposible
enviarla al laboratorio de inmediato, se debe proce-
der a empacarla para su envío, si el laboratorio es
lejano.
Prevención y control
La rabia bovina se previene mediante la inmuniza-
ción de las especies involucradas, incluyendo los
gatos y los perros del rancho.
El control de la población de vampiros se ha
basado en numerosos procedimientos como: repe-
lentes, luces especiales, envenenamientos, etcéte-
ra. Actualmente el uso de anticoagulantes sobre los
lomos de vampiros atrapados y luego liberados,
(difenadian) ha probado ser efectivo, ya que estos
animales tienen por costumbre lamerse entre si, lo
que les produce la muerte por hemorragia.