Las hormonas juegan un papel fundamental en la sexualidad humana desde la adolescencia hasta la madurez. Durante la pubertad, las hormonas desencadenan cambios físicos como el crecimiento de los senos en las mujeres y el vello corporal y facial en ambos sexos. A lo largo del ciclo menstrual femenino, los niveles fluctuantes de estrógenos y progesterona afectan la fertilidad y el estado de ánimo. En los hombres, la testosterona mantiene la producción de esperma y los rasgos sexuales secundarios.
1. UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MACHALA
FACULTAD DE CIENCIAS QUÍMICAS Y DE LA SALUD
ESCUELA DE ENFERMERÍA
BIOQUIMICA
DOCENTE:
BIOQ. CARLOS GARCÍA MSC
TEMA:
BIOQUIMICA EN LA SEXUALIDAD
ESTUDIANTE:
KATIUSKA ÁVILA
CURSO:
PRIMERO ENFERMERÍA "B"
PERIODO
2013
2.
3. Hormonas:
Las hormonas, son moléculas químicas de diferente naturaleza que participan en muchas
etapas de nuestra vida. Ellas son parte del Sistema Endocrino de nuestro organismo, el que
está formado por aquellos órganos que secretan estas moléculas químicas, hormonas.
Una de las etapas más concretas de la acción de las hormonas ellas es en la adolescencia
donde no sabemos que nos está pasando, por qué nos comportamos de una forma diferente a
cómo lo hacíamos.
Los órganos principales del sistema endocrino son:
El hipotálamo,
Hipófisis,
Glándula tiroides,
Paratiroides,
Islotes del páncreas,
Glándulas suprarrenales,
Gónadas (testículos y ovarios) y Placenta que actúa durante el embarazo como una
glándula de este grupo además de cumplir con sus funciones específicas.
4. La hormona de la madurez
La secreción de las hormonas sexuales interviene en el momento de la adolescencia. Son
producidas por los órganos sexuales y es el cerebro quien ordena su liberación en el
organismo. Entonces, actúan como un mensajero encargado de transmitir las informaciones
entre las células y regulan ciertas funciones. Responsables del desarrollo de los órganos
reproductivos, también son el origen del desarrollo de los caracteres sexuales secundarios.
En la mujer, los estrógenos y la progesterona son secretados por los ovarios. El aumento de su
índice en la sangre comporta el desarrollo de la vellosidad (pubis, axilas...), el crecimiento de
los pechos y el ensanchamiento de las caderas. También influyen en la construcción del
esqueleto, en el desarrollo del sistema cardiovascular y en el tejido adiposo.
En el hombre, hablamos de andrógenos (de los que la testosterona es el principal
representante), y son producidos por los testículos. La testosterona hace crecer el vello,
aumenta la masa muscular y el tamaño de los órganos sexuales, y hace cambiar la voz.
5. Estrógenos y progesterona, hormonas de la fecundidad
Las hormonas sexuales femeninas son secretadas por turnos, según un esquema que se repite
cada 28 días. Por eso hablamos de ciclos. Los estrógenos se producen durante la primera mitad
del ciclo: permiten que el óvulo madure hasta su expulsión, estimulan la producción de moco
cervical y una ligera dilatación del cuello uterino, para facilitar el acceso a los espermatozoides.
Después de la ovulación, es la progesterona la que toma el relevo. Prepara el útero para la
implantación del óvulo fecundado, mantiene el cuello del útero cerrado y asegura el desarrollo
de las glándulas mamarias (es, por lo tanto, responsable de las tensiones que se siente en el
pecho antes de la regla). Si no se produce fecundación, su índice cae brutalmente y comporta
la destrucción del encaje uterino: esto es la regla.
6. La testosterona, la hormona de la virilidad
A diferencia de las hormonas sexuales femeninas, la testosterona se produce de forma
continua por los testículos. Es responsable de la aparición de los caracteres sexuales
secundarios y regula las funciones reproductoras del hombre, asegurando la producción de
espermatozoides. En la mujer, los ovarios también producen testosterona en pequeña
cantidad. Por eso se produce la menopausia: cuando el índice de hormonas desciende de
manera importante, no es lo suficientemente elevado como para contrarrestar los efectos de
la testosterona, por lo que no resulta extraño una vellosidad más importante (a menudo en la
mandíbula), y a veces una modificación de la voz hacia sonidos más graves. Pero la
testosterona también es la hormona de la fuerza física. Llamada hormona esteroide, los
deportistas la utilizan como dopaje para desarrollar su masa muscular.
7. Hormonas y humor
Cambios bruscos de humor, cansancio, ánimo cambiante... Todo esto se debe a las hormonas,
y sobre todo a las hormonas femeninas: al secretar testosterona de manera constante, los
hombres no sufren los cambios debidos a estas variaciones. Además de su papel en la
reproducción, los estrógenos también participan en el desarrollo del sistema nervioso central.
La alternación de picos y caídas brutales del índice de estas hormonas influye sobre la
sensibilidad nerviosa. Además, la progesterona tiene un ligero efecto sedante, lo que puede
comportar estados de depresión pasajera, especialmente antes o durante la menstruación.
8. UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MACHALA
FACULTAD DE CIENCIAS QUÍMICAS Y DE LA SALUD
ESCUELA DE ENFERMERÍA
BIOQUIMICA
Hormonas y líbido
Del mismo modo, las hormonas sexuales influyen en el deseo, y por lo tanto en la líbido. Y una
vez más, son las mujeres las más afectadas por las fluctuaciones hormonales. Es más notable
en la menopausia, ya que la disminución sensible del índice de hormonas sexuales también
afecta psicológicamente a los órganos genitales. Así pues, a la bajada del deseo, también hay
que añadir una desecación de la mucosa vaginal, así como una atrofia ligera de la vulva. Pero
gracias a los tratamientos hormonales de sustitución, actualmente es posible reducir
considerablemente estas molestias.