SlideShare une entreprise Scribd logo
1  sur  36
Télécharger pour lire hors ligne
Encuentros Ciudadanos
  CIUDAD Y CARNAVAL
                  San Juan de Pasto, Sábado 5 de mayo de 2007.

      JESUS BURGOS
      Ciudad y Carnaval “La Intervención Mágica”



      EDUARDO CAMPO PANTOJA.
      Arquitectura y Carnaval




      ELIZABETH GARZON
      La Ciudad de San Juan de Pasto Ciudad Neobarroca



      YURI RENE ROSERO
      Ciudad, Ciudadanía y Carnaval




      ALFREDO ORTIZ.
      Literatura Ciudad y Carnaval




      JAVIER VALLEJO DIAZ.
      Memorias del Carnaval




      FRANCISCO MELO TRIGO
      Un Inquilino del Urcunina




      ORLANDO MORILLO SANTACRUZ
      Cultura, Ciudad y Carnaval



      ALVARO REYES RISUEÑO
                      Bitácoras de Ciudad y Carnaval
Ciudad y Carnaval
“LA INTERVENCION MAGICA”




                                                                 Plaza de Nariño. Fotografía Carlos Mario Lema


  JESUS BURGOS NARVAEZ:

  Maestro en Artes Plásticas de la Universidad de Nariño. Participante en diferentes modalidades
  del Carnaval de Negros y Blancos. Diplomado en Carnaval. Diplomado en Historia Regional.
  Tallerista de Arte, Cultura y Carnaval. Ponente en diferentes eventos pedagógicos, culturales y
  artísticos. Coordinador General de la Corporación “Caminantes del Carnaval”.


   En las diferentes culturas Universal; nacional, y local han o existen expresiones lúdicas, que
generan identidad, patrimonio civilización arte, carnaval, etc. Lenguajes literarios como la narración,
la leyenda o el mito, las manos en la pintica, el modelado esculpido en la gran sonoridad o la
expresión cultural nos comparecemos a la calle, a la escena, alegoría ancestral. Incas,
Quillacingas, Awa o Angoya que también originaron su festejo.

    San Juan de Pasto ha sido, es y será epicentro de tertulias callejeras, esquineras en la misma
cuadra, pulpería, tienda cuyo vecindario conformado por padres, abuelos, hijos, el vecinito, la
vecinita, la comadre, compadre, se conforman en su habitad, de tal manera que se acomoda la
sala, el comedor, el corredor o el anden para definir el personaje, la alegoría o la estampa que
estará en la escena o en la calle.

     Pero iniciamos tres personas el trabajo y han llegado veinte, pero no podemos sacarlos en
donde no hay ajuntador, ni sacador, es la ocurrencia, la idea, el pensamiento que surge a través
del disfraz de papel o la arcilla con que se construyó la colonia pero es el mismo barro que
utilizamos para las caretas, los cabezones, es el mismo con que se moldea la ciudad es aquí
donde el fuego constructivo hace la intervención mágica, la ciudad se pinta como el arco iris en el
pigmento de la etnias y razas que se involucran en el sincretismo con el embrujo sonoro del violín,
el clarinete, las maracas etc. Interpretando la Guaneña.
Pero hemos salido ya del trabajo cotidiano (albañilería, zapatería, carpintería, hojalatería,
tipografía, etc.) para convertirnos en maestros de la obra única la que representa el yo frente a un
espejo como me veo, como me ven, que dicen, estoy lindo o feo, entonces nos hacemos retratar es
nuestra imagen o estampas en el juego de la vida, en tu duda y la mía y una copa más.

    Deseo representar la fábula al ensayo pero es el único el 6 de enero día de Reyes.
    Vamos al templo de la fe al recogimiento al dios de la patria, la esperanza de la tristeza y la
alegría para que en el concurrir del auditorio callejero nos vaya de lo mejor, pero el mejor premio de
la historia que el artesano y artista esta en su musa, en el ensueño o el cacumen que conmueve a
instalarnos en el telar de la armonía, la composición en la cornisa.

     La Pluma y en tintero andariegos de la palabra en la plaza o en el atrio, el churo o la calle real,
es el valle de piedra de las flores y el ladrillo, convertidos en jardines en ciudades lineales de
rejillas, pero llegamos a la penumbra al amanecer en que tiempos heredados por el ingenio lo
primitivo o empírico o académico, encontramos el vestigio de la cayana, es el juego del espíritu la
chispa del alama, el cortejo del cuy y el quinde en echémonos un polvito, un traguito y un bailecito,
si es el cortejo picaresco de conquistar al otro de la traición es el carnaval de los efímero, espejos
virtuales, manteles geográficos pero la viñeta de Urcunina expresa yo me escondo tu me coges.

   Los bastidores plasmados en fachadas, cornisas o pilares que labran las huellas de la cultura,
gradas inconmensurables de historia, pasamanos en movimiento de chismosos, averiguones
donde la curiosidad es un espacio embrujado.

    Si ya son las 8 de la mañana estamos concentrados junto a un Santuario Francisco de Asís,
una calzada heroica avenida Boyacá, llegamos al romboi de don Julián Buchelly, pasamos por la
pedagogía de la Ternura San Juan Bosco, llegamos al centro histórico como testimonio de iconos
que contonean el pinche de las hadas mujeres tan preciosas que son el perfume del desfile de la
ternura, llegamos a don Leopoldo López Álvarez, a San Sebastián, suena en el eco la trompeta y el
bombo es el sonar de tierra Colombiana, del cachiri, la Guaneña, resonancia de timbales que
vociferan viva Pasto y los Carnavales.

    La comparsa de voces que entonan y aplauden esa es, esa es… Es la chichita, el guarapito, la
espumita en la efervescencia mágica. El estuco, los aleros una lumbrera de ventanales y balcones
interventores del embrujo testimonios de disfraces, es lo bohemio del día o la noche, es la cita con
yo y los demás, es la risotadas, es la burla o la chanza que se convierten en ambientadores de la
ciudad concéntrica y excéntrica, es el cuerpo urbano en lo humano y lo divino, es la topografía
diseñada por la mampostería y que en el patio de Pandiaco la máscara, la careta comprometidos
en una ciudad de la tapia y el barheque, simbolizan biografías de pensamiento en que todos
únicos somos parte de una gran identidad, de una gran ciudad y de un gran carnaval.
Ciudad y Carnaval
ARQUITECTURA Y CARNAVAL




                                                  Carroza Quimera: Hermanos Ruano. Fotógrafo. Leonardo Castro


       EDUARDO CAMPO PANTOJA:
       Oficial calificado en construcción, contramaestre de obra y tecnólogo en construcción del
       Centro Nacional de la Construcción e Industria de la Madera Sena Regional Bogotá. Ha
       participado en varios eventos académicos sobre el tema de la restauración de edificaciones
       patrimonio arquitectónico en el campo de la investigación hizo parte del equipo de trabajo
       que adelanto un estudio sobre las iglesias doctrineras de los alrededores de Pasto. Ganador
       beca del Fondo Mixto de Cultura de Nariño en año 1998 del centro histórico de Pasto. Ha
       escrito ensayos sobre topología de vivienda del Centro Histórico de Pasto y es autor del
       libro titulado Pasto Arquitectura Procesos Contractivos en Tierra.
       Ha laborado en obras de topología patrimonial. Formó parte del equipo de trabajo que
       adelantó procesos constructivos de conservación de edificaciones como: Teatro Imperial,
       Facultad de Derecho sede centro universidad de Nariño, La Basílica de Nuestra Señora de
       Las Lajas y obras de infraestructura vial (de carácter patrimonial) como el puente sobre el
       rio Juanambú sector Tablón de Gómez.



La creación arquitectónica local y regional al igual que en otras zonas del país, parte de un proceso
creativo de alto voltaje simbólico y significativo para transitar por pautas a fines de las pretensiones,
a los usos y las costumbres. En esta etapa inicial el pensamiento de un grupo humano en situación
de desarraigados, rodeados de culturas indígenas que incomprenden y desprecian, amenazados
por toda suerte de peligros, rodeados por una naturaleza exuberante y extraña, enclavados en
territorios inmensurables al que solo lo sostiene su voluntad, su ambición y su vaga confianza en
Dios tiene gran incidencia en el manejo del espacio; entones el factor determinante no es el uso
sino el grado de privacidad, interioridad y protección; en esta etapa el objeto de construir tiene
como propósito tener un recinto lo mas protegido, por tanto solo debía tener no mas que algunas
aperturas, puertas, ventanas, dispuestas con aparente arbitrariedad; la ubicación de estos
elementos no estaban pensados desde el espacio exterior sino desde adentro, se desconoce la
concepción de fachada. En esta etapa como pauta principal o central en la proyección de
edificaciones es la interiorización; se produce una tipología de edificaciones de cuerpo compacto
cuyo desarrollo interior se orientaba a originar un espacio central (patio) hacia el que se
configuraban los espacios interiores.


    En la segunda etapa del desarrollo arquitectónico el patio continúa siendo el eje central de la
distribución espacial. El proceso de des interiorización empieza con el cambio sutil de la ventana de
barrotes a balcón como palco, los recintos se conservan indiferenciados, solo se dan variaciones
en cuanto a proporciones y calidad constructiva. Al paso del tiempo y en edificaciones de propiedad
de las minorías sociales, de gran solvencia económica, en las casas de habitación de
intelectuales, los espacios se van especializando, se da una separación entre los recintos
pertenecientes al primer y segundo piso; el primer piso alberga a la servidumbre el segundo piso se
destina para la familia del propietario; aparece luego un espacio que va adquiriendo gran
importancia el salón como respuesta al desarrollo cultural de la segunda mitad del siglo XVIII
(expedición botánica, la implementación de la imprenta, fundación de la primera biblioteca publica
año 1777). El cambio de concepción de cómo construir, la adaptación de procesos tecno
constructivos, la utilización de nuevos materiales como el ladrillo, argamasas de cal y arena, son
un factor importante para que se genere la ruptura de los patrones convencionales de construcción.


    La morfología espacial se empieza a generar en las zonas de mayor desarrollo (la zona minera
de Antioquia donde como ejemplo interesante de la proyección arquitectónica hacia el espacio
publico es la casa del encomendero en Guacarí; remodelada para casa cural a fines del siglo XVIII
como resultado de esta intervención esta la proyección de una amplia balconada y una serie de
arcos en el primer piso). El proceso arquitectónico avanza a un tercera fase, debido a la
producción de procesos avanzados, que lindan con la arquitectura, como son los de índole
académica, proto académica, la influencia de concepciones cultas de tipo extranjero dotan de un
carácter pionero a la arquitectura. La formación de tertulias y de reuniones cultas (la tertulia
eutropélica, el circulo del buen gusto, la sociedad patriótica el circulo literario, las bibliotecas
particulares confines y principios propios del pensamiento francés), inciden en la definición del
espacio. Las edificaciones se enriquecen a nivel espacial con la construcción, o selección de un
recinto para destinarlo a la atención de visitas la tertulia, y discusión; al cual lo identificaron como
gran salón. Este espacio nuevo, especializado y permanente, transforma los esquemas
tradicionales de las viviendas.


     El fenómeno de la des interiorización de la arquitectura trae enmarcado énfasis en la
decoración exterior de las construcciones, se da un gasto notable en los gestos decorativos y los
revestimientos de la superficie de fachadas, esta decoración se da en la arquitectura domestica,
civil, administrativa y religiosa; las ventanas originalmente mas cerradas se convertirán en
ventanales con bancas adosadas, en balcones sueltos o balcones corridos a manera de palcos de
puestos de observación de espectáculos. A los anteriores aspectos se les une la serie de sucesos,
acontecimientos de carácter social; (la consolidación de corridas de toros, el teatro no en forma
culta, versiones populares, sainetes, jácaras, zarzuelas, bailes, saraos; alternados con fiestas
religiosas ) La aparición de las cortes virreinales en compañía de todo su sequito representaba un
escena que era observada por un publico expectante, las procesiones de semana santa, las
dramatizaciones navideñas, exigían un espacio dentro del contexto urbano; lo cual implico la
construcción de escenarios de carácter transitorio ( graderías en madera y otros elementos
escenográficos se erigieron casi siempre en la plaza mayor) El espacio publico se engalano de
acuerdo al tipo de celebración: cuando fue proclamado Fernando VII como rey de España año
1808 se hicieron fiestas en varias ciudades; en onda el arreglo de los balcones, y tablados
enmarcaron las celebraciones. Para las visitas ilustres, recibimiento de virreyes caso concreto la
entrada de Morillo a la capital las calles se adornaron con 30 arcos trabajados con flores laurel,
olivo y uno que otro con flores pintadas sobre un fondo de cartón, de los balcones de las casas
pendían banderitas y cortinas de Damasco; se hicieron carrozas con comparsas, cabalgatas para
el evento. Acto similar se efectuó como recibimiento a Simón Bolívar tres años mas tarde; luego de
cien años el general Reyes hace su entrada a Bogota enmarcada con arcos triunfales adornados
con flores sobrepuestas sobre superficies en madera y cartón, los balcones fueron adornados con
banderas.


    El anterior recuento histórico pone de presente la correspondencia generada entre espacio
edificado y acontecimientos relevantes y cotidianos de la sociedad; los unos generando nuevas
necesidades espaciales que implica ingenio en el acto constructivo y los otros respondiendo con un
alto nivel en cuanto a criterio técnico, estético y social.


    Traer este cuento a colación es querer poner de presente que desde la óptica del oficio de la
construcción, del saber hacer, saber construir miramos al carnaval como un acontecimiento que
puede contribuir para que el patrimonio arquitectónico se lo mire no como un ente viejo que cumplió
su ciclo sino como un elemento que guarda momentos estelares, periodos de descenso, austeridad
de una etapa de desarrollo social y cultural del pueblo pastuso.


    El carnaval como evento propio de la cultura popular debe ser participe del enriquecimiento
arquitectónico de la ciudad de Pasto, tiene el deber de contribuir para que las generaciones
presentes y futuras no solo miren el pasado arquitectónico como un importante rasgo histórico de la
localidad, la región, el país; sino como pieza esencial de la historia de construcción de ciudad,
localidad, región y país. Tiene el deber de aportar en su protección y conservación puesto que son
edificios penetrables a los espíritus, a la inteligencia, imaginación, de quienes están prestos a
trabajar para que perduren en el tiempo.


    Con esta breve reflexión lo que queremos es poner de manifiesto que estas fiestas de
raigambre popular, el carnaval de negros y blancos se maneje integralmente con el patrimonio
edificado.
   CONCLUSIONES
     Hacer del carnaval:
     Un creador condiciones que propugne por la difusión, protección, conservación del patrimonio
     arquitectónico.
     Un actor para que las políticas publicas se encaminen al mejoramiento, enriquecimiento de
     infraestructura urbana (mejoramiento espacial, redes eléctricas, malla vial etc.).
     Un actor que brinde la posibilidad para que la riqueza paisajística, artesanal cultural del sur
     de Colombia sea apreciada por los visitantes.
     Un creador de posibilidades que permita a los visitantes conectarse con la memoria histórica
     que aparece en cada acto arquitectónico, en cada casona, en cada museo, mito, cuento,
     leyenda que hace parte de la narrativa diaria.
Ciudad y Carnaval
   LA CIUDAD DE SAN JUAN DE PASTO DESDE LA MIRADA DE LOS ARTISTAS LOCALES
   CIUDAD NEOBARROCA.




                                      Carroza Pacha Carnaval de Jarol Otero. Fotógrafos: Aguilar - Hoyos


   ELIZABETH GARZON
   Maestra en Artes Plásticas de la Universidad de Nariño.
   Especialista en Estudios Latinoamericanos. CEILAT


   Mi    trabajo, es fruto del proceso que he venido generando a través del pensamiento de
estudiantes y personas que me rodean en mi cotidianidad, yo voy a mostrarles en este momento
algunas obras del Maestro Álvaro Pantoja Ocaña que es uno de los artistas locales que ha llevado
un proceso muy coherente entre ciudad y arte. Entonces, al rededor de su obra voy a interpretar a
través de categorías estéticas su producción, en la medida en que yo les pueda mostrar algunas
obras del maestro Álvaro Pantoja, ustedes van a familiarizarse un poquito con lo que les voy a
hablar. Mucho se ha dicho sobre la historia, los procesos sociales y la cultura de la ciudad de San
Juan de Pasto en forma secuencial y contextualizada se ha enfatizado en los aspectos,
económicos, espaciales, territoriales, ofreciendo una visión panorámica de la ciudad. En el
ejercicio de preguntarnos permanentemente sobre sus orígenes, las actividades y los rasgos
sociales de la población se han abordado desde diferentes miradas los valores y la cosmovisión del
espacio territorial que comprende la cultura pastusa, pero para seguir construyendo este proceso
de reconocernos he visto necesario un análisis e interpretación crítica de la ciudad dentro del
marco de la estética artística, más específicamente desde la pintura local que de una u otra forma
representa nuestras problemáticas culturales dentro del contexto de la modernidad y lo
contemporáneo.
    El reporte de lo imaginario estético pictórico local da cuenta de como se vive una relación con
una historia muy densa y un futuro inquietante, Vivir la experiencia de analizar la ciudad desde
esas líneas de trabajo deja como interrogante el papel que asume la carga cultural, la
globalización, los medios de comunicación, en síntesis la modernidad impuesta y la vida
contemporánea donde constantemente somos otros. Esta es la obra del maestro Álvaro Pantoja
Ocaña, yo les voy a ir mostrando algunos símbolos porque son simbologías que nos aportan los
artistas. Ustedes van haciendo su mirada personal.

     Yo después les leo lo que he visto en esos textos, en esas miradas. La constante del artista es
manejar cuadro entre cuadro y maneja mucho la escenografía que es una característica de lo
barroco local, entonces, vemos como la abundancia de figuras nos aporta a nosotros la mirada de
ciudad de él muy personal. Volvemos a la constante de cuadro entre cuadro, la fragmentación del
espacio, estos son fragmentos, también es una característica del horror al vacío del cual habla el
barroco cuando Eugenio De Orz, o Martha Traba también nos describía en una forma muy
latinoamericana nos decía lo que es el barroco en Latinoamérica, entonces vamos construyendo
nosotros como una mirada.

     Vamos a tener muy presente esa imagen, dando importancia al objeto estético artístico
debemos contar con los aportes de los artistas de la localidad desde su visión particular que es un
antecedente que acompaña el referente de ciudad, en este sentido la ciudad de Pasto cuenta con
una importante producción artística y sobre todo con la tradición de años atrás. Por otro lado
mediante los lenguajes artísticos se intentará o intento averiguar hasta ahora que se conoce de la
ciudad a través de andar por ella que nos dice del modo que ha cambiado, como se ha organizado
o desorganizado la vida urbana, como el artista mediante su lectura plasma lo de hoy como
producto del referente del mestizaje individual de su ser como el fenómeno de la multiculturalidad
latente en cada esquina y la confrontación de los habitantes desprevenidos da pie a afirmar que
pese a la bondad de producción intelectual no se ha encontrado trabajos que aborden la
problemática desde la mirada estética          artística y crítica, menos desde una concepción
latinoamericana que permita aplicar el sentido de las lecturas y simbologías que encierren el
fenómeno artístico con el tema de ciudad. Entonces mi interrogante era como los artistas ven la
ciudad dentro de su cotidianidad, desde las artes visuales, que nos permitan reafirmarnos la
necesidad de entendernos desde unas categorías estéticas acordes a un mestizaje contundente,
entonces, indagando yo encontré que el referente latinoamericano es el barroco y lo real
maravilloso y dentro de la literatura esta el realismo mágico, entonces al rededor de esas dos
categorías yo hice una reflexión de la pintura de Álvaro Pantoja Ocaña. Voy a compartir con
ustedes mi visión personal sobre ciudad a través de estas imágenes. Una de las obras artísticas
que dentro de su proceso ha marcado la relación entre la ciudad y el entorno cultural sin duda ha
sido la obra de Álvaro Pantoja Ocaña, en una aproximación mas profunda y al tratar de categorizar
su trabajo dentro de las artes plásticas latinoamericanas encontramos que el barroquismo es su
constante, la tendencia ha llenar los espacios, la proliferación de segmentos de color, son
características que emergen de su simbología con afán naturista ligado al realismo y al efecto que
es propio del cuadro barroco. La obra del artista se desenvuelve entre fragmentos y espacios,
marcando el ritmo y la armonía con el color y las texturas. Su intención formal se debate entre lo
geométrico, figurativo, lírico y abstracto estas constantes se las ve aquí en esta obra ese es el
discurso de la abundancia, de lo barroco que esta presente en la obra de Álvaro Pantoja Ocaña.
Esto genera una dialéctica plástica sobre las constantes constructivas que establecen una
valoración tensa entre valores de armonía y simplicidad, delicadeza y pulcritud, lo cual constituye
claramente un paradigma estilístico que no se aparta y de sus intenciones de integridad y de
resolución idealista y espiritual. Las ventanas, de las cuales les hablo, las arquitecturas remotas
como dice el mismo maestro, un cuadro dentro de otro, los distintos planos que simulan la apertura
de los telones en una obra de teatro se confunden con las voces cromáticas para insinuar una
ciudad pastusa barroca, pintoresca, costumbrista y monumental; donde la mesura y la desmesura
se subrayan y se complementan entre si. La configuración de planos mantiene una constante y un
orden que simulan un marco sobre otro haciendo alusión a una continua fragmentación de la obra.
Generalmente se encuentra un primer plano claramente delineado por una figura central y solitaria
de la tela es el que crea la base y el fundamento de la representación.

   La perspectiva de desarrollo y acabados constructivos no es mas que un apoyo y un espacio
donde disponer la ciudad, que sustenta el motivo de la creación, esencialmente la imagen
presenta un propulsión de imágenes libres que entre las superficies donde los objetos se alinean
abre ángulos de perspectivas profundas generadoras de lo insólito y del ocultamiento. La forma se
va construyendo desde la perspectiva fenoménica del artista, su obra pasa de los paisajes
interiores de ciudad a las vibraciones que genera un espíritu barroco, hay que advertir un impacto
de retorno al orden a la figuración de paisajes que reiteran el valor emblemático de lo criollo y
citadino. La Luz se adueña de las composiciones que giran alrededor del acto principal, las
atmósferas y la ciudad enmarcadas por ventanas, fragmentos o simplemente por cortinas que
simulan la puesta en escena bajo el rigor geométrico.

    Personalmente a mi me gustan sus colores siempre subordinados a una entonación gris, de
extrema delicadeza, el ritmo está en el color es un cierto movimiento que se determina por el paso
de la sensación de color a textura, las pinturas de Álvaro se caracterizan por la intensidad de la luz
que a veces presinde del claroscuro, del volumen y los valores cromáticos.

    El artista dice y comparte: “Mi estabilidad entre magentas y ocres, el proceso pictórico sigue y
la ciudad continúa presente”. Ahora en sus últimas pinturas hay más intensidades colorísticas
tamizadas por texturas o pinceladas de color entre más pinceladas, color entre color, voces
cromáticas para insinuar, ocultar o descubrir el paisaje que llevamos siempre que va y viene con
nosotros cotidianamente. Pero su obra actual se presenta a veces en forma desordenada y
apasionadas y sensual, algo desordenada ante la naturaleza, hay una tensión interior en las obras
un dinamismo y movimiento con las atmósferas, es la invisible agitación interior de las imágenes y
sobre todo para expresar su propia agitación.
Cultura y Carnaval
CIUDAD, CIUDADANIA Y CARNAVAL




                                              Festival de la Cultura Campesina y el Cuy. Fotógrafo: José Elías Calpa


    YURI RENE ROSERO
    Gestor Cultural
    Director de Arcoíris en el Asfalto

     Aun cuando la ciudad fue la cuna de la democracia, sinónimo de sociabilidad democrática, lugar social donde se
aprendía de los demás, y de respeto al prójimo, es hoy con demasiada frecuencia, sinónimo de marginación, indiferencia,
aislamiento, hostilidad, violencia; una inversión de valores. Ciudadanía y urbanidad, antaño solidarias, ya no lo son. Cabe
incluso preguntarse si no son las metrópolis los antimodelos del civismo y de la democracia. Aunque la crisis de la
democracia suele ser un problema que concierne a toda una nación, o a una comunidad de países, encuentra su máxima
expresión en las ciudades, lugares potenciales para su renacimiento. Céline Sachs-Jeantet París, 1996



    La ciudad y los asentamientos permanentes        desde los griegos y otras culturas milenarias
representan la posibilidad de mirar, analizar y entender las dinámicas y desarrollos culturales que a
lo largo de los años el hombre ha acumulado como especie. Todos los textos clásicos, incluida la
Biblia, narran y cuentan la construcción y destrucción de asentamientos milenarios que comienzan
a configurar lo que conocemos hoy como ciudad. El mito es fundamental en todas las culturas para
determinar el sitio adecuado para convertirse en sedentarios; una imagen, poder divino o dios
determina cual es el espacio elegido, basta pensar en la concepción española donde el acto
fundacional esta acompañado de la cruz y la espada como elementos simbólicos de identidad y
dominación, incluso Macondo aparece con estos principios.


     Pensar en el carnaval de negros y blancos es reflexionar sobre el sentido colectivo de la fiesta,
el juego, la diversidad, enmarcados en el gran escenario o espacio de encuentro que es Pasto; es
importante reflexionar sobre el momento en el que encuentra el proceso y la dinámica de nuestro
carnaval entendiendo que, como proceso cultural, sufre modificaciones y absorbe e influye
procesos que se adelantan en este espacio y dentro de los contextos local, regional y nacional en
el marco de la globalización.


    Pensar el carnaval en la dinámica nacional nos lleva a reflexionar sobre los cambios que sufre
el país cuando inicia el proceso de descentralización permitiendo que los departamentos y
municipios asuman, de manera más libre pero con pocos recursos, la construcción de su presente.
Es relevante también en este análisis los cambios fundamentales en la concepción cultural que se
da a partir de la constitución de 1991 al entender que Colombia abre la mentalidad y reconoce a los
otros en igualdad de condiciones, al menos formalmente, situación que se refleja en la relevancia
que asume la diversidad y complejidad en una sociedad excluyente, cerrada que debe abrir
espacios a la producción simbólica y cultural de los excluidos y olvidados. En la medida que los
municipios asumen el manejo de sus recursos, el tema cultural asume mayor importancia ya que, si
bien es un porcentaje muy bajo de los recursos que se maneja para esta área, al menos se
posibilita abrir procesos y dinamizar la discusión en el tema de la identidad y el reconocimiento de
la diversidad cultural. Falta avanzar todavía en la reglamentación de un principio constitucional que
nos reconoce como un país de regiones pero, los intereses políticos y la visión conservadora que
perdura en el modelo administrativo del país, aleja por el momento la aprobación y aplicación de
una ley orgánica de planeación donde la región se convierta en el escenario socioeconómico y
cultural a partir del cual el país se reconozca diverso.


    La construcción de la ciudad colombiana no ha pasado por una discusión donde la diversidad
de actores, ciudadanías, grupos, tribus o segmentos sociales aportan para construirla en función
del interés colectivo primando la visión de una “ciudad que ya no esta para ser habitada ni
disfrutada por el transeúnte, sino para circular por ella sin causar atascamientos al trafico
vehicular”, en palabras de Jesús Martín Barbero que, sumado al fenómeno de modernidad, genera
mayores conflictos.


    Citando a Touraine si “la modernidad significa la antitradición, el trastrueque de las
convenciones, las costumbres y las creencias, la salida de los particularismos y la entrada en el
universalismo, o también la salida del estado de naturaleza y la entrada en la edad de la razón”, es
posible entonces pensar la modernidad como un modelo de dominio, homogenización y control,
entendiendo que todo asume el modelo de la empresa; en este escenario la posición oficial y
excluyente nos lleva a pensar si “Estamos embarcados en la modernidad; la cuestión esta en
saber si lo estamos como remeros de galeras o como viajeros con sus equipajes, impulsados por
una esperanza y concientes también de las inevitables rupturas” según Alain Touraine 1 que se
complementa con la posibilidad de “la identidad cultural como una realidad dinámica, capaz de
resignificar endógenamente los cambios. Se trata de trascender visiones defensistas que
entienden la identidad cultural de un país o de un grupo como una realidad inmodificable, que solo
puede proyectarse como eterna repetición de un pasado valido para siempre” 2


    La ciudad motiva un cambio de actitud y valores; relaciones y discursos en torno al individuo y
la comunidad, prior izando escenarios seculares que permitan la consolidación de una cultura
moderna desconociendo las dinámicas culturales locales que no fueron respetadas ni entendidas
en los contextos políticos excluyentes y dominantes. La ciudad latinoamericana y sus elites de
poder buscan consolidar un modelo de ciudad que no responde a la realidad local donde los
pluralismos y los principios que conlleva la ciudad, la democracia, el ciudadano y sujeto no se

    1
        Critica de la modernidad, Alain Touraine. Fondo de cultura económica. 1992. Pág., 201.

    2
     Esa Esquiva Modernidad. Desarrollo Ciudadanía y Cultura en América Latina y el Caribe, Calderón, Hopenhayn, Ottone.
UNESCO. . Pág. 32
respetan hasta el momento. Ser capaces por lo tanto de construir a partir de una conceptualización,
planeación y aceptación de la ciudad -como el escenario para la vida, la economía, el desarrollo
individual y colectivo, además de la cultura y la identidad, la política y la ciudadanía complejizadas
por la existencia de múltiples visiones y lecturas que se disputan el mismo escenario y que pueden
convivir y construirse mutuamente en dialogo permanente, -es pensar en la forma cómo hoy,
desde los diferentes escenarios e instituciones, estamos construyendo la ciudad y cómo esa visión
afecta y delimita las actuaciones culturales, específicamente en nuestro caso el carnaval En la
medida que continuemos pensando y desarrollando un modelo de ciudad sociedad (en términos de
Viviescas) excluyente policivo, privatizador, lineal, segregante se corre el riesgo de reproducir esos
valores generando resultados negativos en la convivencia y valoración cultural de la diversidad que
conllevaría a una lectura errada del futuro del carnaval.


     Si la discusión sobre la ciudad es reciente en el escenario colombiano, en el espacio local se
acentúa, pero esta ausencia de discusión no niega los procesos y dinámicas propias de la vida
urbana que estamos asumiendo; la pregunta es entonces desde qué mentalidad e intereses se
construye la ciudad y cómo esa concepción determina también el desarrollo y futuro del carnaval,
donde los ciudadanos se identifiquen y asuman la construcción de una sociedad incluyente,
democrática donde la cultura y los derechos económicos, sociales y políticos se garanticen en
igualdad de condiciones ya que la solidaridad, el respeto, y la amistad que mueve a grupos y
comunidades rurales (entendiendo las mutaciones y mimetizaciones que ha sufrido) hoy, en el
espacio urbano, se convierten en norma; la cultura ciudadana no es un valor ético que de manera
libre el individuo asume; es la ley la que determina comportamientos y actitudes que aportan en el
funcionamiento de la ciudad y que se observa en los mecanismos que reglamenta y normaliza los
espacios colectivos e individuales. Si la cultura es entendida “como el conjunto de rasgos
distintivos, espirituales, y materiales, intelectuales y emocionales que caracterizan a una sociedad
o grupo social y que comprende – mas allá de las artes y las letras- modos de vida, derechos
humanos, sistema de valores, tradiciones y creencias UNESCO, 1994)” 3 la visión moderna lleva
intrínsico una posición lineal en las actitudes y lecturas simbólicas de la realidad.


    Si la ciudad no es incluyente, equitativa, integradora en lo social, económico y cultural corremos
el riesgo de reproducir ese modelo y cerrar la posibilidad de la participación y la relación sujeto
identidad con el carnaval. Si lo cultural no asume un rol mas protagónico en la construcción de la
ciudad y la ciudadanía, pensando en un escenario multicultural, donde la diversidad de nuevas
tribus o comunidades que están aquí, construyendo imaginarios, recreando los propios - como son
las colonias de estudiantes, las zonas utilizadas por los afro descendientes, los jóvenes, los niños,
los ancianos, los nadie – que la transitan, la utilizan y esperan ser reconocidos como ciudadanos,
de esta y cualquier ciudad del mundo, y no se asuman en igualdad de condiciones, difícilmente
cambiaremos el modelo de ciudad y ciudadanía excluyente.


    Reconocemos y defendemos una concepción y origen del carnaval como una fiesta nómada
que se articula y transita por diferentes segmentos de la ciudad anualmente, pero la dinámica
jurídica que moviliza la concepción de ciudad obliga a delimitar las actividades que son legalmente
realizables en cada sector de la misma; la norma y su concepción responde a un modelo de
ciudadano, de ciudad, a una ética acorde con esos pactos y acuerdos que en lo local se
encuentran en modelado y construcción. La dinámica actual del carnaval lleva a pensar que ya no
es la ciudad la que vive y siente la fiesta, el carnaval, el juego, en su relación con el desfile, ya que
tiene determinada un área que se acondiciona para no chocar con otros aspectos de la vida
citadina y moderna. Historia será para el carnaval entonces el transito de carrozas por calles y

     3
       Esa Esquiva Modernidad. Desarrollo Ciudadanía y Cultura en América Latina y el Caribe, Calderón, Hopenhayn, Ottone. UNESCO.
Pág. 23.
avenidas diferentes; historia será la imagen de nómada e itinerante que tenia el carnaval para
recorrer y hermanarse con la ciudad cada año de manera diferente; distinta será la dinámica de la
ciudad cuando entienda y se deje absorber por el sentido comercial y economicista que prima el
aspecto productivo y no el lúdico, vale recordar las diferencias en el uso y disfrute de la ciudad en
relación con el día 28 de diciembre y el comercio; hoy son muchas las entidades comerciales que
dejando a un lado la fiesta abren sus puertas en función de la temporada alta de ventas. La
mentalidad de la renta, la visión empresarial, la normatividad absoluta no puede ser el camino para
construir un carnaval para el mundo, la construcción, el ordenamiento y lógicas presentes en el
carnaval no pueden pensarse en función de la dinámica urbana; tiempo y espacio en función de su
uso y control. Programar y controlar la fiesta choca con su principio básico de trasgresión de lo
cotidiano, no nos oponemos a un orden pero este debe estar acorde a la lectura de los actores que
convergen, crean y recrean la cultura y el carnaval.


    ¿El plan de ordenamiento territorial responde a una visión de ciudad cultural o prioriza la visión
economicista de la misma? Resulta interesante revisar información sobre el programa obras por tu
cuidad en relación con inversión vías, control de espacio publico como espacio de circulación,
normalización de ventas ambulantes; intervenir la ciudad borrando su memoria no es construirla
democráticamente; asumir la cultura desde espacios exclusivos como la plaza del carnaval estaría
soportado por la concepción de la ciudad funcional, desconociendo que todo espacio de la ciudad
es un escenario para la cultura y la vida, la cultura ciudadana no encuentra dolientes y las
intervenciones son pobres en contenidos y difusas frente a las problemáticas que se deben
enfrentar; la ciudad espera respuestas frente al fenómeno de suicidios de jóvenes mientras se
busca causas clínicas sin abrir espacios de inclusión y ciudadanía; la ciclo vía dominical aun
desconoce el sur -oriente de la ciudad primando un modelo de ciudad centro norte; si la ciudad esta
cerrada para algunos es necesario revisar si esto sucede con el carnaval Incluir eventos como el
rock nos obliga a contextualizar que existen otras tribus urbanos que todavía no se sienten
incluidas y asumen el papel de espectadores.


     Reflexionar sobre la ciudadanía implica por lo tanto pensar a cada individuo como actor activo
de la fiesta, participando, disfrutando y construyendo el sentido colectivo de la misma,
contrariamente notaríamos una masa pasiva, que consume y disfruta del espectáculo sin proponer
ni identificarse con un carnaval que se construye en función de una visión cerrada en lo local, pero
abierto a las tecnologías y modelos impuestos por la globalización, aunque participar de esta no
sería el problema, la cuestión esta en resolver de manera clara los caminos para encontrar un norte
donde confluya lo individual, lo colectivo, lo global sin que uno atropelle al otro; aprovechar las
tecnologías y medios masivos a partir de la visión de formar capital humano para el desarrollo de la
producción, cumpliendo además la tarea en donde la educación contextualice lo local, donde el
carnaval y la ciudad se incrusten en los pensum y programas, en todas las instancias en procura de
absorber las inquietudes y poner a circular los valores y simbologías construidas hasta el momento,
formando ciudadanos que se identifiquen con su entorno y los procesos socio-económico, políticos,
ambientales y culturales que en él se desarrollan , mirándose como actores responsables del
pasado, presente y constructores activos del porvenir local pero también reconociéndose
ciudadanos del planeta.

BIBLIOGRAFÍA

Humanizar la ciudad, Céline Sachs-Jeantet. París, 1996 documento Internet.

La ciudad y la memoria poética, helena Iriarte documento Internet

Esa esquiva modernidad. Desarrollo ciudadanía y cultura en América latina y el Caribe, Calderón,
Hopenhayn, Ottone. UNESCO.




Ciudad y Carnaval
CIUDAD, LITERATURA Y CARNAVAL




                                                     Jugadores Plaza del Carnaval. Archivo Corpocarnaval


       ALFREDO ORTIZ

       Abogado Universidad de Nariño
       Magister en Etnoliteratura
       Profesor de Etnoliteratura Universidad de Nariño.


   El Carnaval como un espacio del conocimiento, nos da la posibilidad de acercarnos a otros
escenarios distintos al cotidiano, del trabajo, de la razón, de la armonía social, de la autoridad y el
carnaval nos permite salirnos de esos espacios porque es que el ser humano no puede vivir en el
orden todo el tiempo con el peso de la sociedad encima, y el carnaval le permite la transgresión y
transversalidad y acercarnos a otros discursos. Y entre los discursos está el del símbolo expresado
en el color es esa figura, esa imagen que la cargamos de verdad desde múltiples verdades y
múltiples mentiras por eso es polisémico en caso el carnaval es el color los artesano del carnaval
han construido todo un concepto del color distinto al que hacen los académicos lo dividen en
colores vivos y colores muertos y el carnaval es el día del color vivo. A diferencia del vestido negro
que lleva casi todo el año por influencia de la iglesia católica. El color del carnaval es un color que
se sale y que evoca más un discurso mas arcaico mas indígena presencia del ethos indígena en
las calles de la ciudad, pero el símbolo no se queda en el color la construcción de la forma, de la
figura se da vida a través del color y el monigote, el muñeco, el personaje sale a la calle y lleva el
mensaje intimo del maestro del carnaval por eso los artistas del carnaval dicen nosotros somos
reyes por un día, me decía el maestro Chicaiza, en las calles del carnaval y es el momento en que
la ciudad nos mira y nosotros le hablamos a la ciudad, hay una función profundamente pedagógica
en el desfile del carnaval y en el escenario que se construye al rededor del taller del artesano
empezando por los vecinos y después por buena parte de la ciudad que desfila en la construcción
de esa simbología del color, del imaginario que entre otros símbolos que arrastra es el símbolo del
mito, los maestros Burbano, hace dos años, decían nosotros convertimos en imagen la palabra
nosotros le damos cuerpo a la palabra cuando hacían esa carroza del diablo obrero, el mito que es
un discurso literario por excelencia se convierte en forma, escultura, en pintura por eso el carnaval
como ritual es una reacentuación del mito y el mito es una forma de un saber ancestral de una
literatura arcaica que deambula en las calles de la ciudad que viene del campo a la ciudad porque
la construcción de la ciudad ha tenido que ver con los alrededores de Pasto y en los alrededores de
Pasto se celebran otro tipo de fiestas más arcaicas que son la fuente del carnaval antiguo y ojala
sigan alimentando este carnaval.

     El mito se construye en Catambuco alrededor de la figura del niño de los santos reyes, que es
en Mocondino los de Mocondino no bajan a la ciudad a jugar el carnaval se dedican a celebrarle
una fiesta sacra a un niño dios que es de carnaval y lo hacen con comida y guaguas de pan y
hacen un juramento y usan toda la figura del fiestero, le dan aguardiente todo el año que son
goticas de leche, que son goticas de aguardiente, para que ese niño dios es del carnaval , que es
de la fiesta, yo considero que esas fuentes míticas, rituales literarias son fuentes importantes que
van a armarle el discurso primigenio para las posteriores análisis sobre el carnaval en la ciudad. El
Carnaval, tiene un lenguaje que lo explica así mismo, está en la simbología y el mito y esta en las
interpretaciones que hacen los artistas, hay un discurso en el mundo de los artistas, de los reyes
del papel, que hay que resaltar y son la base hay un discurso de los artesanos del carnaval que
convocan y que buscan que los reconozcan porque el resto de año los ignoran y las autoridades
del carnaval también los ignoran el resto del año ese día como decía el maestro Chucho donde los
constructores, albañiles, los carpinteros, los mamposteros, le hablan a la ciudad, ese día, por
obra de esa fantasía del carnaval permite que los que han sido ignorados, condenados al silencio
durante todo el año se expresen, le enseñen y ratifiquen los postulados principales de lo que
significa nuestra cultura, ese día es la ciudad la que escucha en masa todo ese lenguaje del color,
de la forma y la literatura, como una forma de análisis e interpretación de este regalo de los
artesanos hacia la ciudad con su visión del mundo que se mezcla mixturizadamente lo indígena, lo
mestizo, lo urbano y lo rural en ese barroquismo del carnaval que hablaba la profesora de Artes
ese lenguaje racional del discurso del artesano profundamente cargado de simbolismos es el
encuentro de mito y la razón, una de las formas que yo he usado para interpretar este lenguaje es
hacer cuentos, hacer literatura, porque el carnaval entre otras cosas el carnaval europeo es la
fuente de la literatura moderna, el Quijote los personajes de la obra del Ingenioso Don Quijote de la
Mancha son personajes de carnaval, entonces Sancho Panza es el personaje de lo grotesco es el
personaje de los popular y el carnaval nos da el discurso de la literatura por que es un discurso
ante todo de tipo ficcional nos saca de la razón por un día y nos hace olvidar el peso de la muerte
y a través de los personajes, de las figuras, nosotros podemos vivir otras, de vivir otra vidas
efímeras pero otras vidas al fin. Entonces a partir de allí, yo voy a leerles un intento de hacer
literatura a partir del lenguaje del carnaval.

    Arrastraba una hendidura urdida con papel, gateaba a fin de equilibrarse, chocaba con la
multitud y cuando caía la armadura le impedía levantarse, la máscara lo sofocaba, pero lo
impulsaba la emoción de vojotear con una vejiga de cerdo a los curiosos, se levantaba la careta y
lograba tragar aire cuando el bergantín de cartón se detenía a cruzar las calles. La máscara
mostraba unos colmillos atenuados por guirnaldas y las formas humanizadas de los pómulos, la
careta tenía cuatro orificios por los que se asomaban los ojos borrachos y la nariz cubierta por
tubos achatados por los que inútilmente pretendía oler la calle. La máscara era roja ecepto los
bigotes del ocico que eran amarillos y los cachos azules con rayas moradas estaban enroscados y
armados como dos serpientes de la cabeza al mentón, el resto del disfraz consistía en la vejiga de
cerdo amarrada a un resorte y una piel moteada de jaguar que le tapaba holgadamente la espalda
y los brazos y permitía atrapar a las muchachas descuidadas que encontraba a su paso. El
simulacro de jaguar llegó a tumbos a los límites de la ciudad y se emocionó con las carcajadas
menudas que lo rodeaban, al quitarse la máscara los chiquillos se asustaron al ver el rostro opaco
y afilado por la falta de sol los ojos del viejo se asustaron de las miradas que al verlo se mofaban
al verlo pintorreado con aderezos de mujer callejera, al final del desfile se sintió liviano y se dio
como premio un lento chorro de ron y hecho una mirada alrededor a fin de confirmar que nadie lo
seguía, la multitud infantil lo identificó como el muñeco del barco y sus risas lo acompañaron hasta
la plaza, como si se tratara del encantador de Hammerlin, por prevención le baje la máscara y nos
reunimos con el resto de danzantes dedicados a perseguir prostitutas que al final resultaban ser
hombres disfrazados; el viejo tropezó con una morena trajeada de gitana, el antifaz dejaba ver sus
ojos miel dijo que s e llamaba Malena ella le pintó la cara rojo y se dejo seducir por los cortejos del
viejo profesor degradado a payaso de carnaval, en la demencia del ron la mujer acarició su vejez
con la perfección dactilar de una puta veterana, el ruido de la plaza llegó hasta el amanecer el
viejo se despidió de la mujer con el juramento de buscarla y guardo su careta con el orgullo de
haber recobrado la decencia o con el propósito de tener de que hablar en los talleres de tejedores
de mentiras y se abrió camino entre los arlequines trasnochados, sus paso ciegos despertaron
algunas mujeres que se escondían de las miradas de las señoras de las esclavas del divino rostro
dirigidas por Milena Yacovich que por casualidad pasaban ese lunes con dirección a la Milagrosa,
aquí, Milena miró de reojo al viejo y juró ante el alma bendita de su madre dejarlo morir de soledad
más que por verlo disfrazado de bestia que por andar tirado con una mujer por la calle después de
todo que se podía esperar de un tahúr, lo prefiero en la cárcel, de allá poco salen los escándalos
susurró con fingida vergüenza y se marchó moviendo sus caderas por el centro de la Plaza del
Carnaval. Me reglan un minutico más.

     Este es un homenaje a los maestros Hoover y Caicedo con quienes nos hemos tomado unos
traguitos y de esos traguitos salió, ellos no han venido pero bueno. A partir de una historia que
cuenta el maestro Caicedo le regala al maestro Hoover la cabeza de una muñeca y el maestro
Hoover la lleva como amuleto en todas las carrozas del carnaval, y yo recreo esta vaina así como
literatura.   El humo consume mis manos, los dedos descifran las líneas de una mujer que no
conozco, el ruido de la calle me mantiene despierto, las soledades me adormecen con el murmullo
de las fiestas cercanas, sospecho que la mujer ocupa el lado izquierdo de mi lecho, despierto el
pedazo de espejo de mi celda tiene el rojo carmesí de sus mejillas y los pinceles guardan sus
olores, le hablo al sentir su presencia en el ángulo de mi espejo incapaz de combatir la lluvia que
fluye por las rejas decido refugiarme en la mentira del carnaval después de tantos años de jugar su
juego debe abrazarme en su mundo de serpentinas, he modelado en mi mente el rostro de Malena
en su boca pongo la voces que solo perciben los amantes, construyo las manos que tantas veces
acariciaron las mías y pinto su cara con colores febriles, vivos, la muñeca lleva el vestido y los
ajuares de rojo a fin de que agonice en el desfile principal.

    En el psiquiátrico me permiten jugar con cartón y pinturas que me trae el maestro Chicaiza
como parte de su terapia experimental, a los desahuciados nos dan algunos privilegios , trabajo
duro noche y día y me rio de pensar que la grotesca figura de Malena se paseará mañana en las
calles. El seis de enero el maestro Chicaiza se ha estacionado frente al hospital y monta mi
muñeca en su propia carroza con el beneplácito de los directivos, cuando arranca el desfile salgo
de la muñeca en medio de las carcajadas, al volver la calma la carroza continua la marcha y en el
camino los aprendices se han dado cuenta que el color del vestido de mi monigote desentona con
los colores de la fiesta, pero el maestro ensimismado con la lluvia de papelitos de colores que le
tiran desde los balcones responde que en el carnaval todo se vale y el rojo monumento sigue la
ruta hasta encontrarse con la multitud. Soy indiferente a los gritos de júbilo, me desangra el ridículo
intento de la turba al tratar de atrapar la alegría, tomo los intentos de manos de mujer y danzo un
vals nupcial que es aplaudido con frenesí. Al terminar el desfile al final de calle esta Malena con las
mejillas manchadas de pintura roja y negra y la boca acalorada por el vino tino de la tarde, me dice
que está dispuesta a regresar siento desbaratarme, como mi escultura en la lluvia, pero saco
fuerza para gritarle que no la conozco, que no tengo memoria, que solo soy un hombre de papel, la
muñeca se deshace en la mitad de la calle entonces corro a besarle los labios despintados y lloro
las tibias lágrimas de un amor que crece mientras el agua nos abraza a los amantes de cartón.



   Ciudad y Carnaval
   MEMORIAS DEL CARNAVAL




                                                            Fusión Plaza del Carnaval Foto inicial José Elías Calpa

   JAVIER VALLEJO DIAZ
   Licenciado en Artes Plásticas universidad de Nariño - Especialista en Pedagogía del Folclor 30
   años como Docente de Escuela – Docente de fotografía Universidad mariana – Docente de
   Fotografía universidad de Nariño – Reportero Gráfico ocasional : mercurio de chile, Comercio
   de Quito, Hoy de Quito, Universal de Caracas- Fotografías publicadas en varios periódicos de
   Colombia – Ha escrito varios textos sobre Carnaval.


Remembranza Nostálgica Entre las Vivencias y las Anécdotas

    La nostalgia que depara rememorar escenas íntimas de taller en los Carnavales del Pasto de
antaño, o de los sucesos que en la memoria colectiva se sumergieron para recrear los otrora
momentos de tertulia en torno a la creación de máscaras, de bocetos, de bastidores o de monigotes
para la gran gala del 4, del 5, o del 6 de enero, nos lleva a escudriñar vivencias, anécdotas o
aconteceres narrados por los protagonistas en aquellos momentos.

   Acercarse a reconstruir la historia de nuestro Carnaval en sus aspectos vivenciales o anecdóticos
de los actores en sus diferentes épocas, es una tarea compleja y dispendiosa, pero no difícil, por
cuanto algunos de los gestores ya no se encuentran entre nosotros.

     Quienes por alguna circunstancia hemos participado de cerca en los procesos evolutivos de
nuestro magno evento, podemos testimoniar de los hechos y curiosidades que se sucedieron en los
talleres o en los mismos escenarios del carnaval. Las intimidades particulares son fortuitas para cada
artesano y para cada taller y su registro grabado o escrito es un testimonio valioso para construir y
nutrir la historia que nunca se ha contado.

    Las tradiciones son “células vitales” que nos permiten acceder a la cultura de los pueblos, de ella
se abastecen los investigadores para estudiar la cotidianidad.
A los preludios del Carnaval de Negros y Blancos de Pasto, -en diciembre,- pertenecen múltiples
eventos que marchan concatenados con la realización de los festejos centrales de enero, por ejemplo
las novenas de navidad, el pase o pasada del niño, el juego de aguinaldos, el 28 de diciembre o
Día de Inocentes y el 31 de diciembre con los Años Viejos, informan que desde antaño Pasto ha
tenido dinámicas particulares para recrear masivamente a su comunidad.

     El 28 de diciembre a través de los tiempos ha sufrido variaciones que hoy se sumergen en la
nostalgia y el olvido. En el Sector de Hullaguanga, -calle 22 entre las carreras 26 y 27,- se
escenificaron importantes faenas que inmersas a los festejos navideños de Pasto, le aportan a su
historia un libreto singular. Hullaguanga acogió en sus entrañas a importantes personajes de la
cultura regional entre quienes se pueden citar al empresario de las baldosas Peregrino Morán, así
mismo el barítono nariñense Alejandro Villamarín, quien junto con los integrantes de los tríos Los
cóndores del sur, El Trío Martino, El trío Los Caminantes y el dueto Arteaga y Rosero conformaron la
legendaria Rondalla Nariñense con la que dieron vida a la música romántica y la proyectaron en
interior del país y fuera de él. En el vecindario de Ullaguanga, el arte y la cultura se hospedaron
para explorar entre sus cultores las habilidades y propuestas estéticas de las diferentes disciplinas de
expresión. La Escuela de Artes Agustín Agualongo de Juan Molina, -exponente y heredero de la
génesis de la Artesanía del Tamo en Nariño, promovió a los jóvenes que en su momento se
inquietaron por el dibujo y la artesanía. Igualmente en sus entornos, otra joven promesa de la
plástica y la música: Alfonso Pizarro Narváez “El corozo” adoptó como su medio expresivo, la
música, la escultura, el dibujo, la pintura y permitió con sus obras recrear el Carnaval. Pero
Ullaguanga aún más se enorgullece por haber engendrado en sus entrañas a uno de los cultores de
la imagen y con ella de la de promocionar, exaltar y ponderar a esta la tierra de Promisión: Nariño,
se trata de del reconocido fotógrafo Javier Vallejo Díaz.

    Advierto que Hullaguanga o Ullaguanga es, según el Diccionario Pastuso de Don Héctor Bolaños
Astorquiza, “asamblea de Gallinazos”, para el cuento no se que relación guarde con lo expuesto.

     Desde mi infancia tuve la oportunidad de apropiarme de muchas prácticas desarrolladas con
motivo de celebrarse el Día de los Santos inocentes. Paralelo al Juego del agua entre el vecindario
se recurría entre otras a burlarse o mofarse de manera sana del desprevenido e inocente habitante o
visitante de este lugar, como el inyectar ají picante con una jeringa el interior de un paquete
(sellado) de confites que luego se distribuía a los jugadores en quienes se podía apreciar
gesticulaciones de desagrado que de inmediato disimulaban para permitir que los demás, sin la
menor sospecha se integraran con el propósito y efecto de la chanza. En la víspera de los Santos
Inocentes en este mismo sector, cuando la tarde avanzaba y se asomaba la noche, desde algún
balcón se dejaba caer a los píes de un transeúnte desprevenido un muñeco relleno con trapos o
aserrín ocasionando el súbito susto acompañado del “por inocentes”, coro que anunciaba la
vinculación en el juego. El convidar a un café caliente “endulzado con sal” y apetitosas empanadas
rellenas con algodón o con “concho de café”, el envío de cartas con citas románticas o falsos
contratos para trabajos bien remunerados, contrastaban con el lanzamiento de agua con ollas o
recipientes, o de bombas llenas de agua, que se lanzaban desde una terraza, desde un balcón, o en
las mismas calles, estrechaba la participación comunitaria en el juego y se consolidaban los lazos
fraternos de unión en estos días. La apertura de un hidrante convocó siempre al juego colectivo de
purificación con el agua.

    Cabe también resaltar que en el juego con agua existieron desmanes y excesos que desvirtuaron
la esencia del mismo. Recuerdo que la familia del empresario Peregrino Morán habitaba una casa
enorme que con el tiempo la dividieron en apartamentos para arrendar a inquilinos ocasionales o
estudiantes. En la década de los años 60s, uno de aquellos apartamentos lo ocupaba una pareja de
ciudadanos de origen norteamericano, “gringos”, quienes se integraron al juego incorporándole las
bombas de látex con agua previamente congeladas, a decir de Ellos para proyectarlas a mayor
distancia, pero su experimento tuvo un infeliz suceso, una de esos proyectiles impacto en el rostro de
una dama ocasionándole la pérdida de un ojo.

    El 31 de diciembre se constituye en el día clásico para la expresar a través de la ironía, el
sarcasmo y la sátira diferentes manifestaciones como la del elogio o la crítica mordaz al personaje
más destacado o al hecho que suscitó mayor relevancia en el ámbito regional, nacional o mundial.

    El año que termina con todas sus vicisitudes, logros o infortunios se representa en monigotes que
se visten con los trapos viejos y aderezos que por desuso cumplieron su vida útil. En estos flamígeros
muñecos rellenos de aserrín y pólvora se queman en la hora precisa en la que fenece un año y nace
el siguiente, - las 12 de la noche-, con su ritual efímero se calcinan las desventuras. En Pasto el
desfile y concurso de “años viejos” tiene una tradición que se remonta a varias décadas entre las
cuales cabe mencionar al cuerpo de Bomberos Voluntarios como una de las entidades que por
muchos años obtuvo el primer puesto en el concurso. La participación de organizaciones sindicales,
gremios, asociaciones y grupos políticos dieron un giro al concurso que de los mensajes en pro de
campañas propositivas, se tomó como tribuna exquisita para dirigir críticas fuertes al sistema y a los
gobernantes. El partido comunista, el MOIR y El Movimiento Popular Los Inconformes dinamizaron
este desfile con sus arengas y proclamas. Los Inconformes ganaron el primer lugar en varias
versiones del concurso. Liderado por Luis Eduardo Arturo y Mercedes Rodríguez, El Taller de
Restauración El Monasterio, por varios años protagonizó durante el desfile, la alegría y el contacto
del público con los caminantes y expositores en el día de años viejos; con la comparsa y la murga
incorporadas al 31 de diciembre el precarnaval cobró vitalidad. Más tarde se sumaron como
colectivos la Cooperativa de Ahorro y Crédito COFINAR, de docentes y el Hospital San Rafael, con
administrativos y pacientes.

   El juego del agua y la quema de “monigotes de años viejos” se trasladaron a los colegios y a las
empresas comerciales como un acto simbólico de terminación de labores en la fecha de cese de las
mismas. Con la mojada se recibía en la Universidad de Nariño a los Primíparos.

   Tantas son las historias y muchos más los relatos que se pueden extractar, al escudriñar la
memoria de nuestros ancianos, dueños de esas páginas de vida pretérita, por esta razón es
importante hacer el ejercicio de recuperar los aconteceres y plasmarlos a través de los medios que
nos ofrecen eficacia con la tecnología.

   La limitación de tiempo no permite que pueda narrar sino algunas, entre tantas de las vivencias
anecdóticas que los gestores le aportan al carnaval, por ello citaré las siguientes:

   Colisión entre Carrozas

    Jaime Erazo, quien desde su infancia acompañó a su padre, el desaparecido maestro Lizardo
Erazo Vallejo, en la elaboración de las motivos para el concurso de carrozas, nos participa de un
hecho curioso no registrado en publicación conocida acerca de nuestra magna fiesta, -“en la versión
del Carnaval de 1968, el recorrido del desfile del 6 de enero que iniciaba en el parque Bolívar, se
continuaba por la avenida Colombia hasta la carrera 20 (de Julio), por esta se llegaba hasta la calle
18 y al encontrar la carrera 24 el recorrido giraba por la calle 15, -entonces en sentido contrario a
la actual_ y al interceptarse con la carrera 25 se descendía hasta el Parque de Nariño en donde se
dispersaban los motivos y modalidades participantes. Algunos continuaban hasta el Parque Infantil,
otros a sus barrios de residencia y la mayoría se quedaba a disfrutar de la fiesta en la plaza. El
asunto es que, en la esquina de la gobernación, carrera 24 con la calle 19, chocaron dos carrozas,
la de Don Edmundo Delgado y Rigoberto Villarreal, que se titulaba “Los Quillacingas”, con la
nuestra, “Industria Nariñense”, la cual ilustraba el trabajo con la fibra de iraca en la confección de
los sombreros de paja toquilla. El impacto fue tan fuerte que mi Padre cayó hacia el interior de la
carroza y quedó privado del conocimiento. En la casa de mi abuelo José Erazo, en la carrera 27
donde instalamos el taller, le practicaron los primeros auxilios y no demoró en restablecerse para
disfrutar en la noche, del veredicto del jurado calificador que nos ubicó en el tercer puesto, detrás de
Don José Ordóñez y de Don Alfonso Zambrano”.

    El maestro Lizardo Erazo Vallejo fue protagonista de primer orden en las diferentes versiones del
Carnaval, merced a sus conocimientos en la plástica, como que fue un reconocido pintor y docente
de artes. Es de anotar que en la versión del Carnaval de 1968 el Maestro Erazo Vallejo repetía el
puesto obtenido en el anterior año, éste, curioso, por que no registró ganador del primer y segundo
puestos en la modalidad de Carrozas, declarados desiertos según el criterio de los jurados
calificadores.

   “El Carro de la otra Vida”, Carroza enigmática y misteriosa

     En 1989, el Jurado Calificador dio a conocer el acta de los ganadores del concurso en la
modalidad de carrozas en la que los hermanos Raúl y Germán Ordóñez Parra obtuvieron el primer
puesto con el motivo titulado “El Carro de la Otra Vida”. La máscara gigante que personificaba al
diablo con expresión burlona, dos cabezas de dragones, un esqueleto que representaba a la
muerte, varias máscaras expresivas con gestos de terror dispuestas en los bastidores y una falsa
cabina de un carro de modelo antiguo, integraban el conjunto de la carroza. Desde la fase del
diseño previo a la elaboración de este motivo, “El Carro de la Otra Vida” encontró obstáculos que
impidieron su realización normal. En las instalaciones donde funcionó la Sede de la Zona de
Carreteras, frente al Parque Infantil, se empezó a darle forma a los primeros muñecos, los mismos
que se encontraron destruidos al siguiente día. Estas acciones vandálicas intentaron minar la
motivación de los hermanos Ordóñez por ofrecer a los espectadores del 6 de enero una fantástica y
colorida carroza. A pesar de sortear estas adversidades y con el estímulo de vecinos y amigos, se
fijaron como meta participar con un motivo excepcional. Según Raúl Ordóñez, el sector hacia
donde trasladaron su taller de operaciones, en las cuadras, contiguo a las curtiembres Concha, tenía
una energía enigmática, perceptible en su ambiente pesado y atmósfera rara, talvez por estar en la
ribera del Río Pasto. Las noches oscuras y con el aroma basuriego que expelía el río se tornaban
misteriosas. Frente a este lugar se levantaba y aún permanece un espeso bosque de eucaliptos que
dibujaba con las sombras extrañas formas acompañadas del susurrar tenebroso del viento entre los
ramajes que invadían la temerosa soledad. Preso del cansancio y la fatiga, adportas al día del
jolgorio y de la fantasía, Raúl Ordóñez tuvo que pernoctar en el taller, hecho que ocurre todos los
años, esta noche, relata Raúl, - “tuve una pesadilla horrenda, la señora que cuidaba esta edificación
en ruinas siempre conversaba con nosotros acerca de visiones y de sonidos extraños que se sentían
con frecuencia. Sería psicosis o no sé a que atribuirle, en el sueño se me presentó la máscara del
diablo que estaba a punto de terminarse de pintar y me increpó en tono desafiante para que no lo
saque en el desfile del 6 de enero. En el mismo sueño despertaba y era el día siguiente al carnaval,
con ello el diablo se salía con la suya, la carroza aún no estaba terminada.
Posteriormente, como al mes o mes y medio, en una conversación familiar que siempre la
hacíamos en nuestra casa, surgió el tema de la carroza y mi hermano Germán se refirió a un sueño
que lo inquietó y lo tuvo nervioso por algunos días. Su narración coincidía exactamente como me
ocurrió a mí”. “En mi sueño, relata Germán: las imágenes que aún estaban en barro y otras con el
papel, la cola y el yeso frescos se levantaban de sus puestos y se dirigían a mí para obligarme a que
no los mostrara en el desfile, ellos no querían que se los exhibiera en la carroza ni en el carnaval”.
De las conversaciones con la señora celadora de ese lugar surgieron ideas que los Ordóñez
materializaron en el proyecto. Como el sitio al parecer estaba enduendado. Ellos decidieron
incorporar la imaginaria figura del duende, mítico personaje como un componente adicional del
motivo. “una de tantas noches, la señora nos describió esta figura tal como lo había visto, comenta
Raúl y añade, esa misma noche estuve pendiente del lugar por donde supuestamente aparecía este
pequeño hombrecillo, de hecho ya conocía de las leyendas que se contaban acerca de ese lugar,
inclusive José Ignacio Chicaíza en una versión anterior del Carnaval presentó una Carroza alusiva a
este sector que se llamó “El Duende de Tulpacinga”; la verdad es que no lo miré, pero si pude
percibir la réplica de un tambor que por instantes se acercaba y alejaba a la vez. Germán por su
parte menciona que entre la oscuridad del bosque, por las noches se escuchaban sollozos, voces,
cantos y murmullos indescriptibles que a decir de la señora eran del duende. Al día siguiente, unos
muchachos que acostumbraban a ingerir vicio, ocultos entre la arboleda, llegaron al taller a ofrecer
en venta un tambor para colocarle al duendecillo que habíamos elaborado, al mirarlo éste no era
cualquier redoblante, su forma y diseño daban la apariencia de ser antiguo, pero lo curioso del caso
es que calzó en forma precisa en la cintura del muñeco a la cual se lo aseguramos con alambres y
cuerdas. Al terminar el desfile del 6 de enero fui a retirar al duende de la cabina del carro, porque
un profesor de la Facultad de Artes lo había solicitado con anticipación; tal fue mi sorpresa que el
muñeco no tenía el tambor, tampoco se notaba que lo hubieran forzado.

     Más extraño aún es que en uno de los videos que miramos, el duende aparece tocando el
tambor con bastante fuerza, furia y dinamismo. Los brazos del muñeco los hicimos rígidos, por tanto
no debía tener el movimiento que aparece en la grabación”. Al montar todos los muñecos y
accesorios que integraban la carroza, la noche del 5 de enero anterior al desfile, sucedió otro hecho
fortuito que se sumó a esta serie de contratiempos. El Carro de la otra Vida, de acuerdo al diseño,
llevaba un esqueleto que simbolizaba a la muerte, éste era de gran tamaño y muy visible en su parte
frontal. Raúl narra que por efectos del trasnocho y el estrés, esta figura se instaló provisionalmente en
un costado de la carroza. Su altura alcanzó con la cabeza la ventana del segundo piso de una casa
vecina, en donde permaneció inclinada hasta el día siguiente. Al amanecer, la señora residente en
ella retiró la cortina y se encontró con la terrorífica imagen de la calavera, de ipso facto su cuerpo se
desvaneció y fue llevado por urgencias a un centro hospitalario en donde le diagnosticaron
preinfarto. En torno a esta carroza existen más historias y anécdotas que al narrarlas seguramente
ocuparían unas cuantas páginas de esta revista, cabe mencionar también, que un conato de
incendio producido por corto circuito pudo dar al traste con la presentación de la carroza.

   Un Pato Ganó al Maestro Zambrano

    En la versión del Carnaval de Negros y Blancos de 1963 se sucedió triple empate en la
asignación del primer puesto en la modalidad de carrozas, que fue compartida por Conchita y La
Fiesta Brava, presentada por Alfonso Zambrano, La banda de Los Cochinos, de los hermanos
Narváez, entre ellos Sigifredo y La Familia Dónald inscrita y presentada por Servio Tulio Torres. Al
maestro Servio Tulio no le cabía en la cabeza que su colega Alfonso Zambrano gane todos los años
como en efecto ocurrió hasta esa fecha ya llevaba 8 primeros lugares, por ello tomó la decisión de
intervenir el fallo del jurado calificador; según relato de Manuel estrada en entrevista concedida en
1999, el maestro Servio Tulio averiguó el lugar donde deliberaban los miembros del jurado y con
unas copas encima se dirigió a este lugar portando una pistola con la que disparó al aire repetidas
veces e instó a cambiar el acta que ya se había culminado de redactar. Por su puesto en ella se
daba como ganador absoluto al maestro Zambrano. Entre los jurados cundió la zozobra, pues se
hallaban en la encrucijada de acceder a las pretensiones del Maestro Torres y por otra parte
enfrentar a la ciudadanía que por el clamor popular habría postulado como ganador absoluto al
motivo del maestro Zambrano. El cometido del Maestro Torres de todas maneras favoreció sus
intereses pues logró que se registrara como ganador junto a Zambrano y Sigifredo Narváez.

Creo que los relatos expuestos, pueden resumir en alguna medida el calvario que los cultores y
artífices del Carnaval, alegre, bullanguero, jolgórico, folclórico y patrimonial de los nariñenses,
asumen como un reto para recrear a la multitudes. En contraste con la fiesta que se vive en las calles,
parques, casetas, carpas y demás eventos que se programan para estas fechas, los artesanos
padecen vicisitudes, de todos los tipos, sacrificios y navidades oscuras, con el fin de darle vida a
esta gran fiesta patrimonial de los pastusos: El Carnaval de Negros y Blancos.




Ciudad y Carnaval
UN INQUILINO DEL CARNAVAL

                                                                   Plaza del Carnaval, archivo
Registro corpocarnaval


  FRANCISCO MELO TRIGO
  Arquitecto Universidad Piloto de Colombia - Postgrado en Proyectos Arquitectónicos “Énfasis en
  teoría y crítica de la Arquitectura”. Madrid España. - Profesor Universitario: Universidad Piloto,
  Universidad Javeriana, Universidad Católica, Universidad de Nariño. -Colaborador Diseño
  Pabellón de Aragón. Expo 92. Sevilla España. - Caminante del ensueño de la ciudad.



   Mi ponencia tiene que ver con la historia, con la memoria, con la dialéctica y la estética de la
ciudad, como arquitecto yo no me aparto de todos esos elementos recopilados durante mis
estudios y mis investigaciones, la idea era de que yo leyese luego de presentarse las diapositivas
pero como el tiempo apremia vayan entonces viendo las diferentes diapositivas son muy largas es
muy extenso esto, voy a leerles unos apartes, unos fragmentos.

    Próximamente nuestra ciudad San Juan de Pasto se vestirá de fiesta, la serpentina, la carioca,
el antifaz, la imaginación la inventiva esa para expresar de algún modo una realidad o irrealidad
compartida en una ciudad que se disfraza y se contagia de una locura colectiva, esos son algunos
elementos primordiales que posibilitan dar inicio para que se geste este magno evento que son los
Carnavales de Negros y Blancos.

    Como es usual y tradicional estos se realizan en los primeros días de cada año, las fiestas
carnestoléndicas se efectúan entre el cuatro y seis de enero cabe mencionar que estos carnavales
son populares y muy sui generis en Colombia no solo por la fecha en que se desarrollan sino
también por esa composición estética, formal, espacial e histórica que acompaña y refuerza esas
tradicionales fiestas socioculturales, que tienen su arraigo en este bello paraje andino del sur de
Colombia. Leí en un periódico unos apartes del diario español de nuestro gran premio Nobel
Gabriel García Márquez, decía algo de los arquitectos:”Los arquitectos nos alquilamos para soñar”.

    Hay que destacar esa fuerza, el entusiasmo, la sensibilidad y pundonor que le impregnan los
arte-sanos para crear, soñar e inventar una carroza, de esta manera se proyecta y elabora el
marco conceptual el cual va cargado con temáticas inusuales que poco a poco se van
estructurando y confiando en articulaciones maravillosas para que los cíclopes paulatinamente se
vayan transformando en figuras abstractas que luego serán unidas a ese enorme campo estructural
que contiene una carroza. La alegoría, la utopía, las alucinaciones son acciones fantásticas que
van en mundo real porque al mismo tiempo aquí se vive y se siente, se vibra y se baila al compás
de la Guaneña, que es una canción tradicional, ésta era interpretada por músicos que hacían parte
del ejército del General Bolívar la historia describe que con esta canción se ganaría en las terribles
batallas por parte de las huestes de la campaña libertadora y son en las comarcas de Ayacucho y
Junín donde se perfila y llegaría a tener renombre ese tradicional tema, siendo adoptada como
himno en el departamento de Nariño, himno entre comillas.

    Los citadinos se jactan de aquella genialidad gestual y compositiva que le impregnan nuestros
artesanos al realizar los fastuosos y descollantes motivos. Ahora bien, los diferentes motivos son
propuestas que hacen parte de una narrativa oral contadas por nuestros padres y abuelos las que
nos describen también los campesinos cuando los topamos recorriendo esos caminos reales esas
leyendas y fábulas le imprimen un matiz para soñar, crear e inventar. En este mismísimo momento
una descomunal serpiente de ocho metros de longitud se va deslizando por la cinta asfáltica de
nuestra ciudad efímera que se engalana y transforma para el momento y ocasión; en la lejanía
diviso un enrome dragón el cual va impregnado de hermosos colores, él poco a poco se va
despertando de su largo sueño, este animal lerdamente se va desplazando por la céntrica ciudad
colonial en una de las vías y mas concretamente en la calle de La Compuerta y a manera de la
magia va asomándose este cíclope surcando la plaza mayor, su descomunal cabeza espanta al
observador y jugador, el dragón que con movimientos rítmicos y espectaculares va lanzado por
sus fauces gran cantidad de talco, confeti, serpentina y cosmético a todos los terrícolas que se han
aposentado en todas las barandillas y balaustradas de los viejos balcones coloniales. Un ave Fénix
va surcando el firmamento andino, un fuerte viento lo hace salir de su curso ahora en su bitácora
de vuelo será la de recorrer ese maravilloso e inconmensurable paraje con el que siempre añoraría
nuestro poeta nariñense Aurelio Arturo; en el lomo del ave Fénix una legión clandestina de jinetes
va sentado y atentos ante su brújula para que este siga su curso trazado no perezca en el
proyectado viaje, las vestimentas de estos legionarios están desgastadas por esas continuas
batallas, su armadura compuesta por una espada reluciente y bien elaborada será su fiel
compañera para esas innumerables cruzadas que tendrán que esquivar; este caballero de los
vientos y de los mares, aquel valiente jinete tubo que eludir los potentes huracanes que se desatan
en el Cono Sur, la recompensa por dicha proeza es ser convidado al jolgorio, la algarabía y fiesta
que bañan esos carnavales que se gestan en el maravilloso Valle de Atríz.

    Algunos vampiros, cacatúas, camellos y dromedarios son entre otras figuras mitológicas que
contienen una espectacular carroza, esa elaboración y complemento artístico que le imprimen los
ideólogos son esenciales para la proyección efímera en la fiesta carnestoléndica de principios de
año. La mitología se desborda y embriaga a todos los terrícolas que hacen parte de este jolgorio,
de esta diversión colectiva que embriaga a cualesquier actor o autor que se designe a ser parte de
la fiesta de los carnavales. Algunos cuerpos son adornados por maravillosos disfraces, los
fantásticos disfraces son diseñados por los: Guerrero, Erazo, Tarapues, Enríquez, Jojoa o
Gomajoa, estas distinguidas familias que con suma paciencia van tejiendo y entretejiendo las
prendas, los vestidos son de buena factura, armoniosos, pulcros y bien confeccionados, aquí no
existen los grandes diseñadores y menos las internacionales marcas comerciales como: Cristian
Dior, Chanel o Paco Ravan, los paños para la fiesta magna no son adquiridos en el Canal de
Suez o en Estambul si no en la carrera 23 frente al viejo almacén Navia, es en el céntrico sector de
la ciudad donde los turcos se han afincado por muchos lustros, otros artículos se compran en la
cacharrería New York que precisamente no está en los Estados Unidos sino localizada al lado del
Café Palatino en la calle 18, estas coloridas telas forman parte de ese recubrimiento que contiene
nuestra epidermis esos cuerpos son protegidos con lienzos nacionales eso si adquiridos en los
fantásticos centros comerciales que se localizan en los barrios del churo y la Mocha, esos
almacenes no tienen nada que envidiar a las edificaciones diseñadas, construidas y enclavadas en
las orillas del río Támesis de esta magnifica capital Londinense. En la ciudad de Pasto todo es
posible, la creación, la inventiva están al orden del día el derroche no hay límites para plasmar es
utopía exuberante esos locos, loquillos en el mejor sentido de la palabra van estampando su huella
en la elaboración de las mascaras en sus mentes se dibujan desdibuja esa fantasía, la proyección
compositiva se ve reflejada en esos grandiosos muñecos que son esculpido en material arcilloso
perenne de nuestra región , las manos laboriosas de nuestros artesanos permiten realizar unos
cortes, en el icopor, papel mache o fibra de vidrio, pintores y escultores como los Zambrano,
Ordóñez, Caicedo , Otero o Chicaiza se asocian en u solo propósito y darles vida a esos
materiales, me imagino a esos grandes cirujanos camellando sobre esas magníficas incisiones a
un paciente inanimado a ese paciente que duerme sobre un guango de leña, el quirófano de los
artesanos es un rústico galpón su techumbre compuesta por un plástico raido que poco cubre y
protege la provisional y destartalada sala de cirugía. Los instrumentos del quirófano son
rudimentarios y elementales: la segueta, el martillo, el cincel y el alicate, la espátula y unos cuantos
kilos de alambre de amarre, son los implementos que el verraco artesano utiliza para así darle
forma a esos muñecos fantasiosos que hacen parte de una carroza.

    Aquí la magia, la inventiva de los artesanos esta confabulada con los dioses que de una u otra
manera ellos le proporcionan esa nueva vida efímera, trabajar y poder plasmar en papel, icopor o
arcilla que anteriormente estaba preñada en una roca aquellas figuras inanimadas subyacen el los
galpones, taburetes o mesa desvencijada que contiene los elementos de trabajo. La familia, los
amigos, los vecinos se agrupan en una minga para acabar la carroza, el olor a pintura arcilla
húmeda, ese olor característico del engrudo, del pegante, del sellador, de agua de panela, ese
aguardientico Galeras que cae muy bien para disipar el trasnocho y bueno que les digo de se
cafecito negro que lleva la etiqueta de Morasurco Café Puro, que es mil veces recalentado pero
eso poco interesa su aroma y sabor son únicos.

     Doña Rosa esa bella mujer ya entrada en años hace parte del grupo de trabajo, la señora, va
desfilando por su vetustos galpones en sus manos lleva esa chiltada y vieja cantina que lleva un
rico y delicioso hervido de lulo, en una improvisada bandeja de triplex nos ha preparado esos
sanduches nativos que son simplemente un pambazo y tajada de queso conocido en nuestro argot
popular como pan con queso. Doña Rosa, es puntual en sus horarios a las diez de la mañana y
cuando los relojes marcan la tres y treinta ella recorre pausadamente el taller para convidarte a ese
pasa bocas que te ayudará a mitigar el hambre ya que las jornadas de trabajo son extensas y muy
laboriosas , dichos olores y sabores también nos acompañaran por muchos meses y días, esos
olores se impregnarán en la ropa en nuestros cuerpos y será una característica muy peculiar de
cualesquier taller que usted pastuso, pastusita y usted buen amigo, turista, que es un viajante en
el tiempo los convido para que visite esos teatros de la vida y de la mofa, en sus la carioca y el
talco perfumado de esas costumbres que emergen en este pequeño pecunio y bastión en esta
región donde perecería el insurrecto Agustín Agualongo por ser un defensor del ejército realista de
esta manera y muy su síntesis he querido reflejar de una pincelada, en un bosquejo rápido, la
construcción o deconstrucción de lo son nuestra fiestas mayores que por ende son canalizadas en
los carnavales de Negros y Blancos.




Ciudad y Carnaval
CULTURA, CIUDAD Y CARNAVAL
Panorámica calle 20 Fotografía José Elías Calpa



   ORLANDO MORILLO SANTACRUZ
   Maestro en Artes Plásticas de la Universidad de Nariño
   Doctor en Historia de la universidad de Barcelona España
   Profesor de la Facultad de Artes Visuales de la Universidad de Nariño



   El tema que convoca a esta ponencia es la relación entre ciudad y carnaval, a partir de esta
relación me parece fundamental generar unas reflexiones que nos lleven en la medida de
comprender el acontecer humano, para definir nuestras características culturales y entender que a
partir de esa comprensión de nuestro comportamiento, de nuestras manifestaciones libres y
lúdicas, podamos definir básicamente lo que es el ser nariñense y como ese ser nariñense se
puede comprender a partir de lo vivencial que básicamente es lo que caracteriza el carnaval y
desde luego permite confrontarse de una manera rotunda con toda la rigidez logo céntrica del
mundo. En este sentido, entonces, primero, pienso en abordar el tema ciudad a partir de los
orígenes para comprender las diferentes posibilidades de ciudad que se pueden dar o que se
pudieron dar en el curso de la historia y en la medida de comprende el término ciudad dentro de
esta óptica histórica lograr conectarla con el carnaval y terminar entonces con lo que puede
significar plenamente el carnaval como una obra de arte, el carnaval como una manifestación de
escultura social o sea catalogar el sentido de la expresión del carnaval como una manifestación
que implica que la sociedad sea creativa, que la sociedad se convierta en obra de arte; entonces
bajo estos parámetros, presentar estos contenidos.

     El término ciudad, en su nacimiento pensando en Troya, fue creada para satisfacer el desarrollo
de todas las necesidades espirituales y materiales del ser humano, estaba destinada al ejercicio de
todas la capacidades del sujeto como la educación, la salud, el conocimiento, la producción
cultural, el deporte, el tiempo libre, etc. Estas actividades estaban destinadas en conjunto a
satisfacer el libre ejercicio de la personalidad y el afianzamiento de los valores sustentados en la
ética y la moral de modo que este tipo de ciudad es una categoría que abarca toda la gran parte de
nuestra experiencia cultural a este perfil de ciudad se la podría llamar ciudad “semántica” porque
está cargada de símbolos y valores; pero que sucedió cuando todo el acontecer de lo vivencial
derivado del acontecer libre de la cotidianeidad que interrelacionaba armónicamente a los
individuos de una comunidad, cuando esta realidad se perturbó por las imposiciones racionalistas
de la modernidad, el sujeto como ciudadano no se sometió a la lógica instrumental del progreso y
la objetividad; la expresión mundana del goce y del disfrute y el entendimiento terminan siendo
agotadas por la razón, la ciudad entonces se subordino a la inmediatez, a lo fugaz, a lo pasajero , a
lo efímero, a lo vulgar; es la banalidad lo que redujo el proyecto emancipador y humanizante que
fue el principio que originó el nacimiento de las ciudades, se revela entonces una especie de
degradación que termina en el escenario primordial del consumismo y la virtualidad globalizante
que rechaza el sentido de comunicación y el diálogo, perturba el valor del símbolo como lenguaje,
bajo estas condiciones la ciudad actual, entonces, pierde el poder de significación porque se ha
convertido en una simple área de muestreo de actividades en donde lo real se suplanta por la
ficción, el conocer reemplazado por la apariencia y la superficialidad de los hechos, el sentido
dialogizante de la comunicación humana suplantada por la espectacularidad táctil de las imágenes
publicitarias y de la información tele comunicativa extrema, supeditadas a las lógicas del mercado
a este tipo de ciudad se la podría denominar como ciudad “impersonal” porque está sustentada en
los valores de cambio, en el vidrio, el hierro y en el cemento, por sus características a este tipo de
ciudad a la que hemos arribado por los desbordes consumistas y mas-mediáticos algunos teóricos
como Pérez Salaver la denominan ciudad “fluida” porque todo el acontecer se resume en lo difuso
en la proliferación fragmentada de múltiples realidades inconexas que diluyen la historia, perturban
el sentido y anulan la posibilidad de significado, su espacio físico es expandido multiplicado en
múltiples direcciones, sus elementos y órganos se diseminan en montón; por otro lado la ciudad
se observa en términos urbanísticos de distribución de espacios racionalmente concebidos donde
las calles, las avenidas y todo el transitar destinado para el desplazamiento del individuo se ha
diseñado como una estrategia matemática de control ciudadano donde el plano cartesiano el
ángulo recto de la geometría posibilita la hegemonía del automóvil y la máquina desplazando lo
humano a segundo plano.

    ¿Es la línea recta acaso la mentira convertida en código, en norma? Coercitiva destinada a
privilegiar el consumo, a imponer la agresión y a suscitar violencia, al parecer la ciudad
contemporánea esta exclusivamente dispuesta a las exigencias del consumo de la industrialización
y al servicio de los efectos globalizadores; esto concluye en un modelo de ciudad monótono,
dominante que invade de manera imparable el espacio de manera agresiva, ciudad salo céntrica,
que crece vertical contrariamente excluye el cielo de la tierra por su carácter deshumanizador
aumenta la densidad del tránsito y genera la crispación de los individuos aumentando la violencia
ciudadana porque allí en ese espacio el ciudadano se convierte en paciente, en enfermo, en
confinado.

    Es el fenómeno de la ciudad regida por los parámetros de una mundialización
homogeneizadora hace posible la angustia de los pueblos por su pérdida de identidad, por su
muerte simbólica, por la destrucción del referente como significado, la ciudad que trastorna los
valores y arranca las raíces, que rompe el hábito, la reserva psicológica de nuestras vidas, la
ciudad que se disuelve en las nebulosas de lo banal para instituir la modalidad del desbarajuste y la
confusión.

    ¿Dónde queda entonces la ciudad semántica? La del significado, la del verdadero tejido social,
que enaltece lo humano como centro y promueve la filosofía de lo vivencial como factor de
discontinuidad ¿Será acaso que la ciudad como potencial de cultura ha muerto? La ciudad que
mueve sentido simbólico, la que conforma la ética y construye valores para lo discursivo y
dialogizante promueva la representación social, la ciudad que plantea el territorio de lo imaginado
como acción colectiva entendiendo que el territorio es diverso y plural y no puede sujetarse a las
normas hegemonistas de la instrumentalidad promulgada por la civilización moderna.

    En estos parámetros que se puede entender que se puede entender como nuestra ciudad,
entendiendo la diferencia en lo que es la ciudad semántica y la ciudad impersonal que bajo estos
términos he podido tratar de diferenciar en sus características, en relación a estas y diferencias de
la dos ciudades, que será, entonces, de la nuestra la de San Juan de Pasto; puede estar
enmarcada en la fusión antagónica en la confluencia mixta de lo semántico y de lo impersonal, en
la interrelación de los valores semánticos con los simulacros del consumo; una ciudad que
mantiene el vuelo de lo milenario, mítico y popular interconectado con los desvíos y las aporías de
los valores de cambio impuestos por la economía transnacional. Si de élla emergió un carnaval
cargado de vivencias, de costumbres, mitos y leyendas, ritos y hábitos que permiten lo imaginario
colectivo se puede pensar en una ciudad que se aproxima a la ciudad de los orígenes porque de
una parte mantiene los valores semánticos que la privilegian porque demuestra su diversidad en
múltiples facetas, en sus cualidades, la ciudad que reivindica lo humano y permite fortalecer la
espiritualidad de lo cotidiano por encima de las lógicas del mercado, podemos hablar entonces de
un devenir como ejercicio de libertad, de conocimiento que desplaza la corrosiva acción alienante
de la civilización, sin embargo, por otra parte se puede percibir una ciudad que vive la dificultad
entre lo simbólico y lo económico, pues no podemos olvidar que estamos atravesamos por el
consumo y que ante el peligro y la amenaza de la muerte del símbolo es conveniente reflexionar
para que en su antagonismo dialéctico como movilidad poder encontrar nuevos significados.

    Si el carnaval emerge de una ciudad como la nuestra conformada por características que
oscilan entre lo semántico y lo impersonal físico de la instrumentalidad, entre el pasado y el
presente, entre lo imaginario y la serialidad del simulacro, podemos pensar en la ciudad dialéctica
que merece cultivarse y difundirse como esperanza para la humanidad porque hay muchos valores
aun por realizar, porque promueve eclépticamente escenarios creativos que dan cuenta de acaecer
de lo imaginario colectivo, que dan cuenta, además, de los desbordes tele comunicativos y
consumistas por esto en nuestra cultura ciudad y carnaval se corresponden y ante esta unión
sagrada de territorio y espíritu se fractura el hegemonismo unilateral de la razón universalizante,
entonces, cultura y carnaval, la ciudad como dinamizadora como productora de símbolos, como
productora de lenguaje y el carnaval como valor simbólico, como elemento que definitivamente
representa todo el acontecer del temperamento, de la fuerza inconsciente de ser nariñense. En ese
sentido el carnaval parte por eso de lo popular, lo popular implica una condición directa con el
origen, implica una posibilidad de conexiones muy profundamente instituidas, en la medida de que
vamos a la raíz y de que el lenguaje popular implica una discontinuidad, el lenguaje popular implica
descentrar los puntos fijos del logo centrismo del mundo, desestabiliza la historia totalizadora, esa
historia de la gran farsa, de la mentira, esa historia que solo se ancló en la economía, que
desconoció lo múltiple, lo diverso, que marginó, que excluyó.

    El carnaval con lo popular así como emerge de la ciudad como símbolo nos permite entonces
crear una nueva historia, posibilitar el resurgir de los otros relatos de eso que fue marginado y
excluido de esa verdad que hay por conocer, de esa bofetada que hay que darle básicamente al
desmesurado énfasis tele comunicativo extremo del consumismo alienante. El carnaval a partir de
lo popular y dentro del desarrollo de la cultura de nuestra ciudad implica entonces inventar un
pasado que se convertirá en un nuevo conocimiento, ese conocimiento que parte de la
espiritualidad del ser y parte de la poética, de la palabra, parte de la voz, de la espiritualidad
humana; allí entonces como nosotros poder visionar que ese carnaval nos llevará a redimir la
conciencia de lo humano, ese carnaval servirá de ejemplo en la medida de que construye en la
ciudad otros imaginarios, hay esa memoria colectiva, hay esa fuerza poderosa de sentimiento de
eso que fue marginado, minimizado, eso que es le grito y canto del sujeto, de ese artista del
carnaval, ese que emite el criterio del otro lado de las verdades objetivas, allí el ejemplo de una
manifestación que como el carnaval que se genera en esa ciudad semántica así confrontado con la
impersonalidad pueda convertirse entonces en una obra de arte.

    Como el carnaval puede ser una obra de arte como si emerge de una ciudad con esos valores y
como entender entonces que el arte urbano es aquel que utiliza el espacio público como una
verdad, el espacio público se constituye en un elemento que prioriza la presencia de un ciudadano
que enaltece los valores que representan su propia espiritualidad en ese sentido entonces la
categoría de ciudad es aquella que promulga lo urbano, podríamos, entonces, pensar el carnaval
como arte público porque es producto colectivo que le da sentido a las distintas tradiciones
espaciales y estéticas y representa básicamente todo el acontecer de la ciudad histórica el carnaval
es la acción artística que recae sobre la ciudad y formaliza como escultura en el espacio público
son las cualidades formales, cromáticas, escultóricas, musicales, dancísticas, teatrales, etc. todas
estas manifestaciones hilan la urdimbre, un diálogo de asombro, de misterio, de goce, de tragedia,
donde lo dionisiaco y lo apolíneo se conjugan como imagen estética, como verdad de
acontecimiento y palabra, propuestas creativas que dan paso a la superación del dogmatismo
donde las exploraciones del material se constituyen en hecho plástico que derrumban y fracturan
los ideales de la belleza clásica anclada en el número y en la medida.

    Entender el carnaval y la ciudad como el entramado de una compleja interacción entre
escultores artistas, y público será el fundamento que permita rebasar el contexto de la galería y el
museo; entendiendo que éstas ante la caída del proyecto occidental sustentado en el progreso y la
linealidad de la historia, en la idea judeocristiana de salvación o en todo este carácter de verdad
científica y objetividad extrema, todo esto cuando cae, cuando se critica y se cuestiona el término
galería y museo entran en crisis por igual, pues las normativas convencionales de las ideologías
instrumentales del arte de la representación moderna se pulverizan, el espacio definido entre las
paredes cerradas de la arquitectura que complacen el dogma matemático de la construcción se
deconstruirán para dar acceso a lo múltiple y heterogéneo como principio de lo público y lo
popular.

    Se conceptúa el carnaval como arte público se orienta un destino que acentúa el fracaso de la
ciudad impersonal , moderna y con ello la superación de las ópticas historicistas de la linealidad del
progreso; en este sentido el arte del carnaval rebasa los márgenes, los límites de la representación
mimética objetivista, de lo ilusorio, funcional y consumible postulados todos ellos de la profundidad
del ser, de la articulación de lo íntimo, el arte en la ciudad generado espontáneamente en el
carnaval ante todo se formaliza en escultura social y seguirá por tanto el concepto ampliado de arte
donde la sociedad es una obra de arte y todos los individuos por su participación se convierten en
creadores por excelencia.

   Enriquecido el carnaval con estas potencialidades estéticas y conceptuales servirá para sentar
nuevas formas y lenguajes, los potenciales expresivos presentados como arte urbano serán
importantes en la medida que agudicen nuestra experiencia porque alimentan la lúdica renovada
que revitaliza la ciudad porque la humaniza y nos proporciona la exaltación de nuestras
percepciones como nariñenses ante el mundo de esta manera nuestros ciudadanos ya no serán
pacientes sino sujetos, hechos palabras, la sangre como espíritu que se hace voz y símbolo, si es
posible enriquecer esta vida llegaremos a redimir lo humano y por tanto nuestra ciudad y su
carnaval serán ejemplo para la humanidad por significado y contenido.

    Por lo dicho y ya para terminar, y pensando en estos argumentos que modestamente se los
presenta puedan empezar a hacerse efectivos, reales, pongo como ejemplo una característica
reflexionada frente sobre lo que es la senda del carnaval, es decir como se puede cuestionar el
carnaval en la medida en que esta sujetándose a situaciones de imposición normativa impuestas
por esa óptica objetivizante extrema de la racionalización, del progreso y del consumismo en
cuanto se quiere hacer entender el carnaval como línea recta, es decir como matemática porque la
senda del carnaval tiene que someterse a una directriz lineal, entendiendo que la línea es una
mentira, porque la línea es lo que representa todo este desmesurado énfasis de la impersonalidad,
porque no la senda del carnaval puede catalogarse como curva, porque no entender el tiempo
como esa espiral cíclica que moviliza el espíritu y que va al fin con el poder del símbolo, en esa
medida     entendamos la curva como una verdad porque habla de la palabra simbólica como
horizonte de sentido para construir caminos, pues solo la espiral del tiempo y la verdad hacen del
espíritu una eternidad, pues solo bajo esa espiral, bajo esa verdad de la curva se pueden juntar el
pasado y el futuro que como principio será la fuente del devenir como nariñenses.
Ciudad y Carnaval
BITACORAS DE CIUDAD Y CARNAVAL
Ciudad23
Ciudad23
Ciudad23
Ciudad23
Ciudad23
Ciudad23
Ciudad23

Contenu connexe

Tendances

Cuenca en mi mirada. Arsenia Tenorio
Cuenca en mi mirada. Arsenia Tenorio Cuenca en mi mirada. Arsenia Tenorio
Cuenca en mi mirada. Arsenia Tenorio FundacionASaura
 
Programa de Cosmopoetica 2012
Programa de Cosmopoetica 2012Programa de Cosmopoetica 2012
Programa de Cosmopoetica 2012soypoeta
 
Programacion guaguas-de-maiz 2010
Programacion guaguas-de-maiz 2010Programacion guaguas-de-maiz 2010
Programacion guaguas-de-maiz 2010Ahoraenquito .com
 
La Chanca derriba fronteras invisibles. Anuska Benítez Fernández (revista Foc...
La Chanca derriba fronteras invisibles. Anuska Benítez Fernández (revista Foc...La Chanca derriba fronteras invisibles. Anuska Benítez Fernández (revista Foc...
La Chanca derriba fronteras invisibles. Anuska Benítez Fernández (revista Foc...1jornadasdeescuelamoderna
 
Goytisolo y la Chanca, elogio de la dignidad. Juan José Ceba
Goytisolo y la Chanca, elogio de la dignidad. Juan José CebaGoytisolo y la Chanca, elogio de la dignidad. Juan José Ceba
Goytisolo y la Chanca, elogio de la dignidad. Juan José Ceba1jornadasdeescuelamoderna
 
¡De la Chanca, y a mucha honra!. Juan Goytisolo (El País)
¡De la Chanca, y a mucha honra!. Juan Goytisolo (El País)¡De la Chanca, y a mucha honra!. Juan Goytisolo (El País)
¡De la Chanca, y a mucha honra!. Juan Goytisolo (El País)1jornadasdeescuelamoderna
 
Lukas apuntes Porteños
Lukas apuntes Porteños Lukas apuntes Porteños
Lukas apuntes Porteños HIKOO
 
Programación Tetuán Noviembre 2012
Programación Tetuán Noviembre 2012Programación Tetuán Noviembre 2012
Programación Tetuán Noviembre 2012juventudaytomadrid
 
Madame de Lambert (1647-1733) - Reflexiones sobre la mujer y otros escritos
Madame de Lambert (1647-1733) - Reflexiones sobre la mujer y otros escritosMadame de Lambert (1647-1733) - Reflexiones sobre la mujer y otros escritos
Madame de Lambert (1647-1733) - Reflexiones sobre la mujer y otros escritosAiCEi
 
Almería, la Chanca y la memoría. José Ángel Valente (El País)
Almería, la Chanca y la memoría.  José Ángel Valente (El País)Almería, la Chanca y la memoría.  José Ángel Valente (El País)
Almería, la Chanca y la memoría. José Ángel Valente (El País)1jornadasdeescuelamoderna
 
Museo de Cáceres. Junio 2011
Museo de Cáceres. Junio 2011Museo de Cáceres. Junio 2011
Museo de Cáceres. Junio 2011MALTLuengo
 
Vivan Los Creadores - Nelson Agudelo
Vivan Los Creadores - Nelson AgudeloVivan Los Creadores - Nelson Agudelo
Vivan Los Creadores - Nelson Agudeloicpavirtual
 

Tendances (19)

Cuenca en mi mirada. Arsenia Tenorio
Cuenca en mi mirada. Arsenia Tenorio Cuenca en mi mirada. Arsenia Tenorio
Cuenca en mi mirada. Arsenia Tenorio
 
Programa de Cosmopoetica 2012
Programa de Cosmopoetica 2012Programa de Cosmopoetica 2012
Programa de Cosmopoetica 2012
 
Programacion guaguas-de-maiz 2010
Programacion guaguas-de-maiz 2010Programacion guaguas-de-maiz 2010
Programacion guaguas-de-maiz 2010
 
Caminos de ida y vuelta2
Caminos de ida y vuelta2Caminos de ida y vuelta2
Caminos de ida y vuelta2
 
La Chanca derriba fronteras invisibles. Anuska Benítez Fernández (revista Foc...
La Chanca derriba fronteras invisibles. Anuska Benítez Fernández (revista Foc...La Chanca derriba fronteras invisibles. Anuska Benítez Fernández (revista Foc...
La Chanca derriba fronteras invisibles. Anuska Benítez Fernández (revista Foc...
 
Goytisolo y la Chanca, elogio de la dignidad. Juan José Ceba
Goytisolo y la Chanca, elogio de la dignidad. Juan José CebaGoytisolo y la Chanca, elogio de la dignidad. Juan José Ceba
Goytisolo y la Chanca, elogio de la dignidad. Juan José Ceba
 
¡De la Chanca, y a mucha honra!. Juan Goytisolo (El País)
¡De la Chanca, y a mucha honra!. Juan Goytisolo (El País)¡De la Chanca, y a mucha honra!. Juan Goytisolo (El País)
¡De la Chanca, y a mucha honra!. Juan Goytisolo (El País)
 
Ginés Cervantes. Antológica (1970 2015)
Ginés Cervantes. Antológica (1970 2015)Ginés Cervantes. Antológica (1970 2015)
Ginés Cervantes. Antológica (1970 2015)
 
Lukas apuntes Porteños
Lukas apuntes Porteños Lukas apuntes Porteños
Lukas apuntes Porteños
 
PEC
PECPEC
PEC
 
Colección Bicentenario Artística 1
Colección Bicentenario Artística 1Colección Bicentenario Artística 1
Colección Bicentenario Artística 1
 
Discurso alan
Discurso alanDiscurso alan
Discurso alan
 
Programación Tetuán Noviembre 2012
Programación Tetuán Noviembre 2012Programación Tetuán Noviembre 2012
Programación Tetuán Noviembre 2012
 
Noticias121
Noticias121Noticias121
Noticias121
 
Catalogo Sananton2010
Catalogo Sananton2010Catalogo Sananton2010
Catalogo Sananton2010
 
Madame de Lambert (1647-1733) - Reflexiones sobre la mujer y otros escritos
Madame de Lambert (1647-1733) - Reflexiones sobre la mujer y otros escritosMadame de Lambert (1647-1733) - Reflexiones sobre la mujer y otros escritos
Madame de Lambert (1647-1733) - Reflexiones sobre la mujer y otros escritos
 
Almería, la Chanca y la memoría. José Ángel Valente (El País)
Almería, la Chanca y la memoría.  José Ángel Valente (El País)Almería, la Chanca y la memoría.  José Ángel Valente (El País)
Almería, la Chanca y la memoría. José Ángel Valente (El País)
 
Museo de Cáceres. Junio 2011
Museo de Cáceres. Junio 2011Museo de Cáceres. Junio 2011
Museo de Cáceres. Junio 2011
 
Vivan Los Creadores - Nelson Agudelo
Vivan Los Creadores - Nelson AgudeloVivan Los Creadores - Nelson Agudelo
Vivan Los Creadores - Nelson Agudelo
 

En vedette

Burgos en la Edad Media
Burgos en la Edad MediaBurgos en la Edad Media
Burgos en la Edad MediaPedro Oña
 
Trabajo Estibaliz, Esther, Jose Manuel
Trabajo Estibaliz, Esther, Jose ManuelTrabajo Estibaliz, Esther, Jose Manuel
Trabajo Estibaliz, Esther, Jose Manuelestherosm
 
Sergio, Ignacio Y Andrea
Sergio, Ignacio Y AndreaSergio, Ignacio Y Andrea
Sergio, Ignacio Y Andreaandreoti
 
El Parque del Castillo de Burgos
El Parque del Castillo de BurgosEl Parque del Castillo de Burgos
El Parque del Castillo de Burgosipal
 
Presentacion de Burgos
Presentacion de BurgosPresentacion de Burgos
Presentacion de Burgosgrupo4_4esoa
 
La edad media_en_burgos[1]
La edad media_en_burgos[1]La edad media_en_burgos[1]
La edad media_en_burgos[1]BEGOÑA
 
Lorena y Alejandro trabajo Piti vegetación de Burgos
Lorena y Alejandro trabajo Piti vegetación de BurgosLorena y Alejandro trabajo Piti vegetación de Burgos
Lorena y Alejandro trabajo Piti vegetación de BurgosBEGOÑA
 
Proyecto completo y original universo. Fichas y recursos. Blog www.tumeapre...
Proyecto  completo y original universo. Fichas y  recursos. Blog www.tumeapre...Proyecto  completo y original universo. Fichas y  recursos. Blog www.tumeapre...
Proyecto completo y original universo. Fichas y recursos. Blog www.tumeapre...Nombre Apellidos
 

En vedette (16)

Burgos en la Edad Media
Burgos en la Edad MediaBurgos en la Edad Media
Burgos en la Edad Media
 
Burgos
BurgosBurgos
Burgos
 
Burgos
BurgosBurgos
Burgos
 
Trabajo Estibaliz, Esther, Jose Manuel
Trabajo Estibaliz, Esther, Jose ManuelTrabajo Estibaliz, Esther, Jose Manuel
Trabajo Estibaliz, Esther, Jose Manuel
 
Burgos 1
Burgos 1Burgos 1
Burgos 1
 
Sergio, Ignacio Y Andrea
Sergio, Ignacio Y AndreaSergio, Ignacio Y Andrea
Sergio, Ignacio Y Andrea
 
El Parque del Castillo de Burgos
El Parque del Castillo de BurgosEl Parque del Castillo de Burgos
El Parque del Castillo de Burgos
 
Burgos (nº 5)
Burgos (nº 5)Burgos (nº 5)
Burgos (nº 5)
 
Atapuerca Y Burgos
Atapuerca Y BurgosAtapuerca Y Burgos
Atapuerca Y Burgos
 
Presentacion de Burgos
Presentacion de BurgosPresentacion de Burgos
Presentacion de Burgos
 
La edad media_en_burgos[1]
La edad media_en_burgos[1]La edad media_en_burgos[1]
La edad media_en_burgos[1]
 
El agua
El  aguaEl  agua
El agua
 
Burgos
BurgosBurgos
Burgos
 
Lorena y Alejandro trabajo Piti vegetación de Burgos
Lorena y Alejandro trabajo Piti vegetación de BurgosLorena y Alejandro trabajo Piti vegetación de Burgos
Lorena y Alejandro trabajo Piti vegetación de Burgos
 
Ciudad y urbanismo
Ciudad y urbanismoCiudad y urbanismo
Ciudad y urbanismo
 
Proyecto completo y original universo. Fichas y recursos. Blog www.tumeapre...
Proyecto  completo y original universo. Fichas y  recursos. Blog www.tumeapre...Proyecto  completo y original universo. Fichas y  recursos. Blog www.tumeapre...
Proyecto completo y original universo. Fichas y recursos. Blog www.tumeapre...
 

Similaire à Ciudad23

Arquitectura neoclásica francesa en cuenca
Arquitectura neoclásica francesa en cuencaArquitectura neoclásica francesa en cuenca
Arquitectura neoclásica francesa en cuencaJuanAndrsGonzlezMont
 
Programacion agosto 2012
Programacion agosto 2012Programacion agosto 2012
Programacion agosto 2012boletinmusa
 
Cementerio del cerro Panteón
Cementerio del cerro PanteónCementerio del cerro Panteón
Cementerio del cerro PanteónProyecto Volantin
 
El Corredor Mediterraneo
El Corredor MediterraneoEl Corredor Mediterraneo
El Corredor MediterraneoIsa Rezmo
 
Dossier nestor ayala 2018
Dossier nestor ayala  2018Dossier nestor ayala  2018
Dossier nestor ayala 2018NestorMiguel4
 
Dossier artístico de Néstor Miguel Ayala Peñafiel - 2018
Dossier artístico de Néstor Miguel Ayala Peñafiel - 2018Dossier artístico de Néstor Miguel Ayala Peñafiel - 2018
Dossier artístico de Néstor Miguel Ayala Peñafiel - 2018NestorMiguel4
 
Leyendas originarias de la ciudad de cochabamba
Leyendas originarias de la ciudad de cochabambaLeyendas originarias de la ciudad de cochabamba
Leyendas originarias de la ciudad de cochabambaDavidGutierrez126
 
Godepoesía: Festival Internacional de Poesía de Godella
Godepoesía: Festival Internacional de Poesía de GodellaGodepoesía: Festival Internacional de Poesía de Godella
Godepoesía: Festival Internacional de Poesía de Godellasoypoeta
 
Fábrica Cultural Del Bajo Aconcagua
Fábrica Cultural Del Bajo AconcaguaFábrica Cultural Del Bajo Aconcagua
Fábrica Cultural Del Bajo Aconcaguajdnq
 
Huauchinango. El rumor del tiempo
Huauchinango. El rumor del tiempoHuauchinango. El rumor del tiempo
Huauchinango. El rumor del tiempoLibertad Mora
 
Programacion cultural junio de 2012
Programacion cultural junio de 2012Programacion cultural junio de 2012
Programacion cultural junio de 2012boletinmusa
 
Geoestéticas y Visualidad en el Caribe colombiano
Geoestéticas y Visualidad en el Caribe colombianoGeoestéticas y Visualidad en el Caribe colombiano
Geoestéticas y Visualidad en el Caribe colombianoNéstor Martínez Celis
 
Programacion cultural febrero de 2012
Programacion cultural febrero de 2012Programacion cultural febrero de 2012
Programacion cultural febrero de 2012boletinmusa
 
Arte prehistórico en Castielfabib "ABRIGO DE LAS LOMAS DE ABRIL"
Arte prehistórico en Castielfabib "ABRIGO DE LAS LOMAS DE ABRIL"Arte prehistórico en Castielfabib "ABRIGO DE LAS LOMAS DE ABRIL"
Arte prehistórico en Castielfabib "ABRIGO DE LAS LOMAS DE ABRIL"Roberto Martinez Prieto
 
La Boca según Quinquela
La Boca según QuinquelaLa Boca según Quinquela
La Boca según QuinquelaCANDELAM
 

Similaire à Ciudad23 (20)

Arquitectura neoclásica francesa en cuenca
Arquitectura neoclásica francesa en cuencaArquitectura neoclásica francesa en cuenca
Arquitectura neoclásica francesa en cuenca
 
Programacion agosto 2012
Programacion agosto 2012Programacion agosto 2012
Programacion agosto 2012
 
Lasentrañasdelarte
LasentrañasdelarteLasentrañasdelarte
Lasentrañasdelarte
 
Cementerio del cerro Panteón
Cementerio del cerro PanteónCementerio del cerro Panteón
Cementerio del cerro Panteón
 
El Corredor Mediterraneo
El Corredor MediterraneoEl Corredor Mediterraneo
El Corredor Mediterraneo
 
Dossier nestor ayala 2018
Dossier nestor ayala  2018Dossier nestor ayala  2018
Dossier nestor ayala 2018
 
Dossier artístico de Néstor Miguel Ayala Peñafiel - 2018
Dossier artístico de Néstor Miguel Ayala Peñafiel - 2018Dossier artístico de Néstor Miguel Ayala Peñafiel - 2018
Dossier artístico de Néstor Miguel Ayala Peñafiel - 2018
 
Leyendas originarias de la ciudad de cochabamba
Leyendas originarias de la ciudad de cochabambaLeyendas originarias de la ciudad de cochabamba
Leyendas originarias de la ciudad de cochabamba
 
Godepoesía: Festival Internacional de Poesía de Godella
Godepoesía: Festival Internacional de Poesía de GodellaGodepoesía: Festival Internacional de Poesía de Godella
Godepoesía: Festival Internacional de Poesía de Godella
 
Fábrica Cultural Del Bajo Aconcagua
Fábrica Cultural Del Bajo AconcaguaFábrica Cultural Del Bajo Aconcagua
Fábrica Cultural Del Bajo Aconcagua
 
Huauchinango. El rumor del tiempo
Huauchinango. El rumor del tiempoHuauchinango. El rumor del tiempo
Huauchinango. El rumor del tiempo
 
la caja dorada
la caja doradala caja dorada
la caja dorada
 
Programacion cultural junio de 2012
Programacion cultural junio de 2012Programacion cultural junio de 2012
Programacion cultural junio de 2012
 
Geoestéticas y Visualidad en el Caribe colombiano
Geoestéticas y Visualidad en el Caribe colombianoGeoestéticas y Visualidad en el Caribe colombiano
Geoestéticas y Visualidad en el Caribe colombiano
 
Presentacion Elea Arg 09
Presentacion Elea Arg 09Presentacion Elea Arg 09
Presentacion Elea Arg 09
 
Ahí está pintado el chocó
Ahí está pintado el chocóAhí está pintado el chocó
Ahí está pintado el chocó
 
Programacion cultural febrero de 2012
Programacion cultural febrero de 2012Programacion cultural febrero de 2012
Programacion cultural febrero de 2012
 
Arte prehistórico en Castielfabib "ABRIGO DE LAS LOMAS DE ABRIL"
Arte prehistórico en Castielfabib "ABRIGO DE LAS LOMAS DE ABRIL"Arte prehistórico en Castielfabib "ABRIGO DE LAS LOMAS DE ABRIL"
Arte prehistórico en Castielfabib "ABRIGO DE LAS LOMAS DE ABRIL"
 
La Boca según Quinquela
La Boca según QuinquelaLa Boca según Quinquela
La Boca según Quinquela
 
Revista la gota fria no 1
Revista la gota fria no 1Revista la gota fria no 1
Revista la gota fria no 1
 

Ciudad23

  • 1. Encuentros Ciudadanos CIUDAD Y CARNAVAL San Juan de Pasto, Sábado 5 de mayo de 2007. JESUS BURGOS Ciudad y Carnaval “La Intervención Mágica” EDUARDO CAMPO PANTOJA. Arquitectura y Carnaval ELIZABETH GARZON La Ciudad de San Juan de Pasto Ciudad Neobarroca YURI RENE ROSERO Ciudad, Ciudadanía y Carnaval ALFREDO ORTIZ. Literatura Ciudad y Carnaval JAVIER VALLEJO DIAZ. Memorias del Carnaval FRANCISCO MELO TRIGO Un Inquilino del Urcunina ORLANDO MORILLO SANTACRUZ Cultura, Ciudad y Carnaval ALVARO REYES RISUEÑO Bitácoras de Ciudad y Carnaval
  • 2. Ciudad y Carnaval “LA INTERVENCION MAGICA” Plaza de Nariño. Fotografía Carlos Mario Lema JESUS BURGOS NARVAEZ: Maestro en Artes Plásticas de la Universidad de Nariño. Participante en diferentes modalidades del Carnaval de Negros y Blancos. Diplomado en Carnaval. Diplomado en Historia Regional. Tallerista de Arte, Cultura y Carnaval. Ponente en diferentes eventos pedagógicos, culturales y artísticos. Coordinador General de la Corporación “Caminantes del Carnaval”. En las diferentes culturas Universal; nacional, y local han o existen expresiones lúdicas, que generan identidad, patrimonio civilización arte, carnaval, etc. Lenguajes literarios como la narración, la leyenda o el mito, las manos en la pintica, el modelado esculpido en la gran sonoridad o la expresión cultural nos comparecemos a la calle, a la escena, alegoría ancestral. Incas, Quillacingas, Awa o Angoya que también originaron su festejo. San Juan de Pasto ha sido, es y será epicentro de tertulias callejeras, esquineras en la misma cuadra, pulpería, tienda cuyo vecindario conformado por padres, abuelos, hijos, el vecinito, la vecinita, la comadre, compadre, se conforman en su habitad, de tal manera que se acomoda la sala, el comedor, el corredor o el anden para definir el personaje, la alegoría o la estampa que estará en la escena o en la calle. Pero iniciamos tres personas el trabajo y han llegado veinte, pero no podemos sacarlos en donde no hay ajuntador, ni sacador, es la ocurrencia, la idea, el pensamiento que surge a través del disfraz de papel o la arcilla con que se construyó la colonia pero es el mismo barro que utilizamos para las caretas, los cabezones, es el mismo con que se moldea la ciudad es aquí donde el fuego constructivo hace la intervención mágica, la ciudad se pinta como el arco iris en el pigmento de la etnias y razas que se involucran en el sincretismo con el embrujo sonoro del violín, el clarinete, las maracas etc. Interpretando la Guaneña.
  • 3. Pero hemos salido ya del trabajo cotidiano (albañilería, zapatería, carpintería, hojalatería, tipografía, etc.) para convertirnos en maestros de la obra única la que representa el yo frente a un espejo como me veo, como me ven, que dicen, estoy lindo o feo, entonces nos hacemos retratar es nuestra imagen o estampas en el juego de la vida, en tu duda y la mía y una copa más. Deseo representar la fábula al ensayo pero es el único el 6 de enero día de Reyes. Vamos al templo de la fe al recogimiento al dios de la patria, la esperanza de la tristeza y la alegría para que en el concurrir del auditorio callejero nos vaya de lo mejor, pero el mejor premio de la historia que el artesano y artista esta en su musa, en el ensueño o el cacumen que conmueve a instalarnos en el telar de la armonía, la composición en la cornisa. La Pluma y en tintero andariegos de la palabra en la plaza o en el atrio, el churo o la calle real, es el valle de piedra de las flores y el ladrillo, convertidos en jardines en ciudades lineales de rejillas, pero llegamos a la penumbra al amanecer en que tiempos heredados por el ingenio lo primitivo o empírico o académico, encontramos el vestigio de la cayana, es el juego del espíritu la chispa del alama, el cortejo del cuy y el quinde en echémonos un polvito, un traguito y un bailecito, si es el cortejo picaresco de conquistar al otro de la traición es el carnaval de los efímero, espejos virtuales, manteles geográficos pero la viñeta de Urcunina expresa yo me escondo tu me coges. Los bastidores plasmados en fachadas, cornisas o pilares que labran las huellas de la cultura, gradas inconmensurables de historia, pasamanos en movimiento de chismosos, averiguones donde la curiosidad es un espacio embrujado. Si ya son las 8 de la mañana estamos concentrados junto a un Santuario Francisco de Asís, una calzada heroica avenida Boyacá, llegamos al romboi de don Julián Buchelly, pasamos por la pedagogía de la Ternura San Juan Bosco, llegamos al centro histórico como testimonio de iconos que contonean el pinche de las hadas mujeres tan preciosas que son el perfume del desfile de la ternura, llegamos a don Leopoldo López Álvarez, a San Sebastián, suena en el eco la trompeta y el bombo es el sonar de tierra Colombiana, del cachiri, la Guaneña, resonancia de timbales que vociferan viva Pasto y los Carnavales. La comparsa de voces que entonan y aplauden esa es, esa es… Es la chichita, el guarapito, la espumita en la efervescencia mágica. El estuco, los aleros una lumbrera de ventanales y balcones interventores del embrujo testimonios de disfraces, es lo bohemio del día o la noche, es la cita con yo y los demás, es la risotadas, es la burla o la chanza que se convierten en ambientadores de la ciudad concéntrica y excéntrica, es el cuerpo urbano en lo humano y lo divino, es la topografía diseñada por la mampostería y que en el patio de Pandiaco la máscara, la careta comprometidos en una ciudad de la tapia y el barheque, simbolizan biografías de pensamiento en que todos únicos somos parte de una gran identidad, de una gran ciudad y de un gran carnaval.
  • 4. Ciudad y Carnaval ARQUITECTURA Y CARNAVAL Carroza Quimera: Hermanos Ruano. Fotógrafo. Leonardo Castro EDUARDO CAMPO PANTOJA: Oficial calificado en construcción, contramaestre de obra y tecnólogo en construcción del Centro Nacional de la Construcción e Industria de la Madera Sena Regional Bogotá. Ha participado en varios eventos académicos sobre el tema de la restauración de edificaciones patrimonio arquitectónico en el campo de la investigación hizo parte del equipo de trabajo que adelanto un estudio sobre las iglesias doctrineras de los alrededores de Pasto. Ganador beca del Fondo Mixto de Cultura de Nariño en año 1998 del centro histórico de Pasto. Ha escrito ensayos sobre topología de vivienda del Centro Histórico de Pasto y es autor del libro titulado Pasto Arquitectura Procesos Contractivos en Tierra. Ha laborado en obras de topología patrimonial. Formó parte del equipo de trabajo que adelantó procesos constructivos de conservación de edificaciones como: Teatro Imperial, Facultad de Derecho sede centro universidad de Nariño, La Basílica de Nuestra Señora de Las Lajas y obras de infraestructura vial (de carácter patrimonial) como el puente sobre el rio Juanambú sector Tablón de Gómez. La creación arquitectónica local y regional al igual que en otras zonas del país, parte de un proceso creativo de alto voltaje simbólico y significativo para transitar por pautas a fines de las pretensiones, a los usos y las costumbres. En esta etapa inicial el pensamiento de un grupo humano en situación de desarraigados, rodeados de culturas indígenas que incomprenden y desprecian, amenazados por toda suerte de peligros, rodeados por una naturaleza exuberante y extraña, enclavados en territorios inmensurables al que solo lo sostiene su voluntad, su ambición y su vaga confianza en Dios tiene gran incidencia en el manejo del espacio; entones el factor determinante no es el uso sino el grado de privacidad, interioridad y protección; en esta etapa el objeto de construir tiene como propósito tener un recinto lo mas protegido, por tanto solo debía tener no mas que algunas aperturas, puertas, ventanas, dispuestas con aparente arbitrariedad; la ubicación de estos elementos no estaban pensados desde el espacio exterior sino desde adentro, se desconoce la concepción de fachada. En esta etapa como pauta principal o central en la proyección de
  • 5. edificaciones es la interiorización; se produce una tipología de edificaciones de cuerpo compacto cuyo desarrollo interior se orientaba a originar un espacio central (patio) hacia el que se configuraban los espacios interiores. En la segunda etapa del desarrollo arquitectónico el patio continúa siendo el eje central de la distribución espacial. El proceso de des interiorización empieza con el cambio sutil de la ventana de barrotes a balcón como palco, los recintos se conservan indiferenciados, solo se dan variaciones en cuanto a proporciones y calidad constructiva. Al paso del tiempo y en edificaciones de propiedad de las minorías sociales, de gran solvencia económica, en las casas de habitación de intelectuales, los espacios se van especializando, se da una separación entre los recintos pertenecientes al primer y segundo piso; el primer piso alberga a la servidumbre el segundo piso se destina para la familia del propietario; aparece luego un espacio que va adquiriendo gran importancia el salón como respuesta al desarrollo cultural de la segunda mitad del siglo XVIII (expedición botánica, la implementación de la imprenta, fundación de la primera biblioteca publica año 1777). El cambio de concepción de cómo construir, la adaptación de procesos tecno constructivos, la utilización de nuevos materiales como el ladrillo, argamasas de cal y arena, son un factor importante para que se genere la ruptura de los patrones convencionales de construcción. La morfología espacial se empieza a generar en las zonas de mayor desarrollo (la zona minera de Antioquia donde como ejemplo interesante de la proyección arquitectónica hacia el espacio publico es la casa del encomendero en Guacarí; remodelada para casa cural a fines del siglo XVIII como resultado de esta intervención esta la proyección de una amplia balconada y una serie de arcos en el primer piso). El proceso arquitectónico avanza a un tercera fase, debido a la producción de procesos avanzados, que lindan con la arquitectura, como son los de índole académica, proto académica, la influencia de concepciones cultas de tipo extranjero dotan de un carácter pionero a la arquitectura. La formación de tertulias y de reuniones cultas (la tertulia eutropélica, el circulo del buen gusto, la sociedad patriótica el circulo literario, las bibliotecas particulares confines y principios propios del pensamiento francés), inciden en la definición del espacio. Las edificaciones se enriquecen a nivel espacial con la construcción, o selección de un recinto para destinarlo a la atención de visitas la tertulia, y discusión; al cual lo identificaron como gran salón. Este espacio nuevo, especializado y permanente, transforma los esquemas tradicionales de las viviendas. El fenómeno de la des interiorización de la arquitectura trae enmarcado énfasis en la decoración exterior de las construcciones, se da un gasto notable en los gestos decorativos y los revestimientos de la superficie de fachadas, esta decoración se da en la arquitectura domestica, civil, administrativa y religiosa; las ventanas originalmente mas cerradas se convertirán en ventanales con bancas adosadas, en balcones sueltos o balcones corridos a manera de palcos de puestos de observación de espectáculos. A los anteriores aspectos se les une la serie de sucesos, acontecimientos de carácter social; (la consolidación de corridas de toros, el teatro no en forma culta, versiones populares, sainetes, jácaras, zarzuelas, bailes, saraos; alternados con fiestas religiosas ) La aparición de las cortes virreinales en compañía de todo su sequito representaba un escena que era observada por un publico expectante, las procesiones de semana santa, las dramatizaciones navideñas, exigían un espacio dentro del contexto urbano; lo cual implico la construcción de escenarios de carácter transitorio ( graderías en madera y otros elementos escenográficos se erigieron casi siempre en la plaza mayor) El espacio publico se engalano de acuerdo al tipo de celebración: cuando fue proclamado Fernando VII como rey de España año 1808 se hicieron fiestas en varias ciudades; en onda el arreglo de los balcones, y tablados enmarcaron las celebraciones. Para las visitas ilustres, recibimiento de virreyes caso concreto la entrada de Morillo a la capital las calles se adornaron con 30 arcos trabajados con flores laurel, olivo y uno que otro con flores pintadas sobre un fondo de cartón, de los balcones de las casas pendían banderitas y cortinas de Damasco; se hicieron carrozas con comparsas, cabalgatas para
  • 6. el evento. Acto similar se efectuó como recibimiento a Simón Bolívar tres años mas tarde; luego de cien años el general Reyes hace su entrada a Bogota enmarcada con arcos triunfales adornados con flores sobrepuestas sobre superficies en madera y cartón, los balcones fueron adornados con banderas. El anterior recuento histórico pone de presente la correspondencia generada entre espacio edificado y acontecimientos relevantes y cotidianos de la sociedad; los unos generando nuevas necesidades espaciales que implica ingenio en el acto constructivo y los otros respondiendo con un alto nivel en cuanto a criterio técnico, estético y social. Traer este cuento a colación es querer poner de presente que desde la óptica del oficio de la construcción, del saber hacer, saber construir miramos al carnaval como un acontecimiento que puede contribuir para que el patrimonio arquitectónico se lo mire no como un ente viejo que cumplió su ciclo sino como un elemento que guarda momentos estelares, periodos de descenso, austeridad de una etapa de desarrollo social y cultural del pueblo pastuso. El carnaval como evento propio de la cultura popular debe ser participe del enriquecimiento arquitectónico de la ciudad de Pasto, tiene el deber de contribuir para que las generaciones presentes y futuras no solo miren el pasado arquitectónico como un importante rasgo histórico de la localidad, la región, el país; sino como pieza esencial de la historia de construcción de ciudad, localidad, región y país. Tiene el deber de aportar en su protección y conservación puesto que son edificios penetrables a los espíritus, a la inteligencia, imaginación, de quienes están prestos a trabajar para que perduren en el tiempo. Con esta breve reflexión lo que queremos es poner de manifiesto que estas fiestas de raigambre popular, el carnaval de negros y blancos se maneje integralmente con el patrimonio edificado. CONCLUSIONES Hacer del carnaval: Un creador condiciones que propugne por la difusión, protección, conservación del patrimonio arquitectónico. Un actor para que las políticas publicas se encaminen al mejoramiento, enriquecimiento de infraestructura urbana (mejoramiento espacial, redes eléctricas, malla vial etc.). Un actor que brinde la posibilidad para que la riqueza paisajística, artesanal cultural del sur de Colombia sea apreciada por los visitantes. Un creador de posibilidades que permita a los visitantes conectarse con la memoria histórica que aparece en cada acto arquitectónico, en cada casona, en cada museo, mito, cuento, leyenda que hace parte de la narrativa diaria.
  • 7. Ciudad y Carnaval LA CIUDAD DE SAN JUAN DE PASTO DESDE LA MIRADA DE LOS ARTISTAS LOCALES CIUDAD NEOBARROCA. Carroza Pacha Carnaval de Jarol Otero. Fotógrafos: Aguilar - Hoyos ELIZABETH GARZON Maestra en Artes Plásticas de la Universidad de Nariño. Especialista en Estudios Latinoamericanos. CEILAT Mi trabajo, es fruto del proceso que he venido generando a través del pensamiento de estudiantes y personas que me rodean en mi cotidianidad, yo voy a mostrarles en este momento algunas obras del Maestro Álvaro Pantoja Ocaña que es uno de los artistas locales que ha llevado un proceso muy coherente entre ciudad y arte. Entonces, al rededor de su obra voy a interpretar a través de categorías estéticas su producción, en la medida en que yo les pueda mostrar algunas obras del maestro Álvaro Pantoja, ustedes van a familiarizarse un poquito con lo que les voy a hablar. Mucho se ha dicho sobre la historia, los procesos sociales y la cultura de la ciudad de San Juan de Pasto en forma secuencial y contextualizada se ha enfatizado en los aspectos, económicos, espaciales, territoriales, ofreciendo una visión panorámica de la ciudad. En el ejercicio de preguntarnos permanentemente sobre sus orígenes, las actividades y los rasgos sociales de la población se han abordado desde diferentes miradas los valores y la cosmovisión del espacio territorial que comprende la cultura pastusa, pero para seguir construyendo este proceso de reconocernos he visto necesario un análisis e interpretación crítica de la ciudad dentro del marco de la estética artística, más específicamente desde la pintura local que de una u otra forma representa nuestras problemáticas culturales dentro del contexto de la modernidad y lo contemporáneo. El reporte de lo imaginario estético pictórico local da cuenta de como se vive una relación con una historia muy densa y un futuro inquietante, Vivir la experiencia de analizar la ciudad desde esas líneas de trabajo deja como interrogante el papel que asume la carga cultural, la globalización, los medios de comunicación, en síntesis la modernidad impuesta y la vida
  • 8. contemporánea donde constantemente somos otros. Esta es la obra del maestro Álvaro Pantoja Ocaña, yo les voy a ir mostrando algunos símbolos porque son simbologías que nos aportan los artistas. Ustedes van haciendo su mirada personal. Yo después les leo lo que he visto en esos textos, en esas miradas. La constante del artista es manejar cuadro entre cuadro y maneja mucho la escenografía que es una característica de lo barroco local, entonces, vemos como la abundancia de figuras nos aporta a nosotros la mirada de ciudad de él muy personal. Volvemos a la constante de cuadro entre cuadro, la fragmentación del espacio, estos son fragmentos, también es una característica del horror al vacío del cual habla el barroco cuando Eugenio De Orz, o Martha Traba también nos describía en una forma muy latinoamericana nos decía lo que es el barroco en Latinoamérica, entonces vamos construyendo nosotros como una mirada. Vamos a tener muy presente esa imagen, dando importancia al objeto estético artístico debemos contar con los aportes de los artistas de la localidad desde su visión particular que es un antecedente que acompaña el referente de ciudad, en este sentido la ciudad de Pasto cuenta con una importante producción artística y sobre todo con la tradición de años atrás. Por otro lado mediante los lenguajes artísticos se intentará o intento averiguar hasta ahora que se conoce de la ciudad a través de andar por ella que nos dice del modo que ha cambiado, como se ha organizado o desorganizado la vida urbana, como el artista mediante su lectura plasma lo de hoy como producto del referente del mestizaje individual de su ser como el fenómeno de la multiculturalidad latente en cada esquina y la confrontación de los habitantes desprevenidos da pie a afirmar que pese a la bondad de producción intelectual no se ha encontrado trabajos que aborden la problemática desde la mirada estética artística y crítica, menos desde una concepción latinoamericana que permita aplicar el sentido de las lecturas y simbologías que encierren el fenómeno artístico con el tema de ciudad. Entonces mi interrogante era como los artistas ven la ciudad dentro de su cotidianidad, desde las artes visuales, que nos permitan reafirmarnos la necesidad de entendernos desde unas categorías estéticas acordes a un mestizaje contundente, entonces, indagando yo encontré que el referente latinoamericano es el barroco y lo real maravilloso y dentro de la literatura esta el realismo mágico, entonces al rededor de esas dos categorías yo hice una reflexión de la pintura de Álvaro Pantoja Ocaña. Voy a compartir con ustedes mi visión personal sobre ciudad a través de estas imágenes. Una de las obras artísticas que dentro de su proceso ha marcado la relación entre la ciudad y el entorno cultural sin duda ha sido la obra de Álvaro Pantoja Ocaña, en una aproximación mas profunda y al tratar de categorizar su trabajo dentro de las artes plásticas latinoamericanas encontramos que el barroquismo es su constante, la tendencia ha llenar los espacios, la proliferación de segmentos de color, son características que emergen de su simbología con afán naturista ligado al realismo y al efecto que es propio del cuadro barroco. La obra del artista se desenvuelve entre fragmentos y espacios, marcando el ritmo y la armonía con el color y las texturas. Su intención formal se debate entre lo geométrico, figurativo, lírico y abstracto estas constantes se las ve aquí en esta obra ese es el discurso de la abundancia, de lo barroco que esta presente en la obra de Álvaro Pantoja Ocaña. Esto genera una dialéctica plástica sobre las constantes constructivas que establecen una valoración tensa entre valores de armonía y simplicidad, delicadeza y pulcritud, lo cual constituye claramente un paradigma estilístico que no se aparta y de sus intenciones de integridad y de resolución idealista y espiritual. Las ventanas, de las cuales les hablo, las arquitecturas remotas como dice el mismo maestro, un cuadro dentro de otro, los distintos planos que simulan la apertura de los telones en una obra de teatro se confunden con las voces cromáticas para insinuar una ciudad pastusa barroca, pintoresca, costumbrista y monumental; donde la mesura y la desmesura se subrayan y se complementan entre si. La configuración de planos mantiene una constante y un orden que simulan un marco sobre otro haciendo alusión a una continua fragmentación de la obra. Generalmente se encuentra un primer plano claramente delineado por una figura central y solitaria de la tela es el que crea la base y el fundamento de la representación. La perspectiva de desarrollo y acabados constructivos no es mas que un apoyo y un espacio donde disponer la ciudad, que sustenta el motivo de la creación, esencialmente la imagen
  • 9. presenta un propulsión de imágenes libres que entre las superficies donde los objetos se alinean abre ángulos de perspectivas profundas generadoras de lo insólito y del ocultamiento. La forma se va construyendo desde la perspectiva fenoménica del artista, su obra pasa de los paisajes interiores de ciudad a las vibraciones que genera un espíritu barroco, hay que advertir un impacto de retorno al orden a la figuración de paisajes que reiteran el valor emblemático de lo criollo y citadino. La Luz se adueña de las composiciones que giran alrededor del acto principal, las atmósferas y la ciudad enmarcadas por ventanas, fragmentos o simplemente por cortinas que simulan la puesta en escena bajo el rigor geométrico. Personalmente a mi me gustan sus colores siempre subordinados a una entonación gris, de extrema delicadeza, el ritmo está en el color es un cierto movimiento que se determina por el paso de la sensación de color a textura, las pinturas de Álvaro se caracterizan por la intensidad de la luz que a veces presinde del claroscuro, del volumen y los valores cromáticos. El artista dice y comparte: “Mi estabilidad entre magentas y ocres, el proceso pictórico sigue y la ciudad continúa presente”. Ahora en sus últimas pinturas hay más intensidades colorísticas tamizadas por texturas o pinceladas de color entre más pinceladas, color entre color, voces cromáticas para insinuar, ocultar o descubrir el paisaje que llevamos siempre que va y viene con nosotros cotidianamente. Pero su obra actual se presenta a veces en forma desordenada y apasionadas y sensual, algo desordenada ante la naturaleza, hay una tensión interior en las obras un dinamismo y movimiento con las atmósferas, es la invisible agitación interior de las imágenes y sobre todo para expresar su propia agitación.
  • 10. Cultura y Carnaval CIUDAD, CIUDADANIA Y CARNAVAL Festival de la Cultura Campesina y el Cuy. Fotógrafo: José Elías Calpa YURI RENE ROSERO Gestor Cultural Director de Arcoíris en el Asfalto Aun cuando la ciudad fue la cuna de la democracia, sinónimo de sociabilidad democrática, lugar social donde se aprendía de los demás, y de respeto al prójimo, es hoy con demasiada frecuencia, sinónimo de marginación, indiferencia, aislamiento, hostilidad, violencia; una inversión de valores. Ciudadanía y urbanidad, antaño solidarias, ya no lo son. Cabe incluso preguntarse si no son las metrópolis los antimodelos del civismo y de la democracia. Aunque la crisis de la democracia suele ser un problema que concierne a toda una nación, o a una comunidad de países, encuentra su máxima expresión en las ciudades, lugares potenciales para su renacimiento. Céline Sachs-Jeantet París, 1996 La ciudad y los asentamientos permanentes desde los griegos y otras culturas milenarias representan la posibilidad de mirar, analizar y entender las dinámicas y desarrollos culturales que a lo largo de los años el hombre ha acumulado como especie. Todos los textos clásicos, incluida la Biblia, narran y cuentan la construcción y destrucción de asentamientos milenarios que comienzan a configurar lo que conocemos hoy como ciudad. El mito es fundamental en todas las culturas para determinar el sitio adecuado para convertirse en sedentarios; una imagen, poder divino o dios determina cual es el espacio elegido, basta pensar en la concepción española donde el acto fundacional esta acompañado de la cruz y la espada como elementos simbólicos de identidad y dominación, incluso Macondo aparece con estos principios. Pensar en el carnaval de negros y blancos es reflexionar sobre el sentido colectivo de la fiesta, el juego, la diversidad, enmarcados en el gran escenario o espacio de encuentro que es Pasto; es importante reflexionar sobre el momento en el que encuentra el proceso y la dinámica de nuestro carnaval entendiendo que, como proceso cultural, sufre modificaciones y absorbe e influye
  • 11. procesos que se adelantan en este espacio y dentro de los contextos local, regional y nacional en el marco de la globalización. Pensar el carnaval en la dinámica nacional nos lleva a reflexionar sobre los cambios que sufre el país cuando inicia el proceso de descentralización permitiendo que los departamentos y municipios asuman, de manera más libre pero con pocos recursos, la construcción de su presente. Es relevante también en este análisis los cambios fundamentales en la concepción cultural que se da a partir de la constitución de 1991 al entender que Colombia abre la mentalidad y reconoce a los otros en igualdad de condiciones, al menos formalmente, situación que se refleja en la relevancia que asume la diversidad y complejidad en una sociedad excluyente, cerrada que debe abrir espacios a la producción simbólica y cultural de los excluidos y olvidados. En la medida que los municipios asumen el manejo de sus recursos, el tema cultural asume mayor importancia ya que, si bien es un porcentaje muy bajo de los recursos que se maneja para esta área, al menos se posibilita abrir procesos y dinamizar la discusión en el tema de la identidad y el reconocimiento de la diversidad cultural. Falta avanzar todavía en la reglamentación de un principio constitucional que nos reconoce como un país de regiones pero, los intereses políticos y la visión conservadora que perdura en el modelo administrativo del país, aleja por el momento la aprobación y aplicación de una ley orgánica de planeación donde la región se convierta en el escenario socioeconómico y cultural a partir del cual el país se reconozca diverso. La construcción de la ciudad colombiana no ha pasado por una discusión donde la diversidad de actores, ciudadanías, grupos, tribus o segmentos sociales aportan para construirla en función del interés colectivo primando la visión de una “ciudad que ya no esta para ser habitada ni disfrutada por el transeúnte, sino para circular por ella sin causar atascamientos al trafico vehicular”, en palabras de Jesús Martín Barbero que, sumado al fenómeno de modernidad, genera mayores conflictos. Citando a Touraine si “la modernidad significa la antitradición, el trastrueque de las convenciones, las costumbres y las creencias, la salida de los particularismos y la entrada en el universalismo, o también la salida del estado de naturaleza y la entrada en la edad de la razón”, es posible entonces pensar la modernidad como un modelo de dominio, homogenización y control, entendiendo que todo asume el modelo de la empresa; en este escenario la posición oficial y excluyente nos lleva a pensar si “Estamos embarcados en la modernidad; la cuestión esta en saber si lo estamos como remeros de galeras o como viajeros con sus equipajes, impulsados por una esperanza y concientes también de las inevitables rupturas” según Alain Touraine 1 que se complementa con la posibilidad de “la identidad cultural como una realidad dinámica, capaz de resignificar endógenamente los cambios. Se trata de trascender visiones defensistas que entienden la identidad cultural de un país o de un grupo como una realidad inmodificable, que solo puede proyectarse como eterna repetición de un pasado valido para siempre” 2 La ciudad motiva un cambio de actitud y valores; relaciones y discursos en torno al individuo y la comunidad, prior izando escenarios seculares que permitan la consolidación de una cultura moderna desconociendo las dinámicas culturales locales que no fueron respetadas ni entendidas en los contextos políticos excluyentes y dominantes. La ciudad latinoamericana y sus elites de poder buscan consolidar un modelo de ciudad que no responde a la realidad local donde los pluralismos y los principios que conlleva la ciudad, la democracia, el ciudadano y sujeto no se 1 Critica de la modernidad, Alain Touraine. Fondo de cultura económica. 1992. Pág., 201. 2 Esa Esquiva Modernidad. Desarrollo Ciudadanía y Cultura en América Latina y el Caribe, Calderón, Hopenhayn, Ottone. UNESCO. . Pág. 32
  • 12. respetan hasta el momento. Ser capaces por lo tanto de construir a partir de una conceptualización, planeación y aceptación de la ciudad -como el escenario para la vida, la economía, el desarrollo individual y colectivo, además de la cultura y la identidad, la política y la ciudadanía complejizadas por la existencia de múltiples visiones y lecturas que se disputan el mismo escenario y que pueden convivir y construirse mutuamente en dialogo permanente, -es pensar en la forma cómo hoy, desde los diferentes escenarios e instituciones, estamos construyendo la ciudad y cómo esa visión afecta y delimita las actuaciones culturales, específicamente en nuestro caso el carnaval En la medida que continuemos pensando y desarrollando un modelo de ciudad sociedad (en términos de Viviescas) excluyente policivo, privatizador, lineal, segregante se corre el riesgo de reproducir esos valores generando resultados negativos en la convivencia y valoración cultural de la diversidad que conllevaría a una lectura errada del futuro del carnaval. Si la discusión sobre la ciudad es reciente en el escenario colombiano, en el espacio local se acentúa, pero esta ausencia de discusión no niega los procesos y dinámicas propias de la vida urbana que estamos asumiendo; la pregunta es entonces desde qué mentalidad e intereses se construye la ciudad y cómo esa concepción determina también el desarrollo y futuro del carnaval, donde los ciudadanos se identifiquen y asuman la construcción de una sociedad incluyente, democrática donde la cultura y los derechos económicos, sociales y políticos se garanticen en igualdad de condiciones ya que la solidaridad, el respeto, y la amistad que mueve a grupos y comunidades rurales (entendiendo las mutaciones y mimetizaciones que ha sufrido) hoy, en el espacio urbano, se convierten en norma; la cultura ciudadana no es un valor ético que de manera libre el individuo asume; es la ley la que determina comportamientos y actitudes que aportan en el funcionamiento de la ciudad y que se observa en los mecanismos que reglamenta y normaliza los espacios colectivos e individuales. Si la cultura es entendida “como el conjunto de rasgos distintivos, espirituales, y materiales, intelectuales y emocionales que caracterizan a una sociedad o grupo social y que comprende – mas allá de las artes y las letras- modos de vida, derechos humanos, sistema de valores, tradiciones y creencias UNESCO, 1994)” 3 la visión moderna lleva intrínsico una posición lineal en las actitudes y lecturas simbólicas de la realidad. Si la ciudad no es incluyente, equitativa, integradora en lo social, económico y cultural corremos el riesgo de reproducir ese modelo y cerrar la posibilidad de la participación y la relación sujeto identidad con el carnaval. Si lo cultural no asume un rol mas protagónico en la construcción de la ciudad y la ciudadanía, pensando en un escenario multicultural, donde la diversidad de nuevas tribus o comunidades que están aquí, construyendo imaginarios, recreando los propios - como son las colonias de estudiantes, las zonas utilizadas por los afro descendientes, los jóvenes, los niños, los ancianos, los nadie – que la transitan, la utilizan y esperan ser reconocidos como ciudadanos, de esta y cualquier ciudad del mundo, y no se asuman en igualdad de condiciones, difícilmente cambiaremos el modelo de ciudad y ciudadanía excluyente. Reconocemos y defendemos una concepción y origen del carnaval como una fiesta nómada que se articula y transita por diferentes segmentos de la ciudad anualmente, pero la dinámica jurídica que moviliza la concepción de ciudad obliga a delimitar las actividades que son legalmente realizables en cada sector de la misma; la norma y su concepción responde a un modelo de ciudadano, de ciudad, a una ética acorde con esos pactos y acuerdos que en lo local se encuentran en modelado y construcción. La dinámica actual del carnaval lleva a pensar que ya no es la ciudad la que vive y siente la fiesta, el carnaval, el juego, en su relación con el desfile, ya que tiene determinada un área que se acondiciona para no chocar con otros aspectos de la vida citadina y moderna. Historia será para el carnaval entonces el transito de carrozas por calles y 3 Esa Esquiva Modernidad. Desarrollo Ciudadanía y Cultura en América Latina y el Caribe, Calderón, Hopenhayn, Ottone. UNESCO. Pág. 23.
  • 13. avenidas diferentes; historia será la imagen de nómada e itinerante que tenia el carnaval para recorrer y hermanarse con la ciudad cada año de manera diferente; distinta será la dinámica de la ciudad cuando entienda y se deje absorber por el sentido comercial y economicista que prima el aspecto productivo y no el lúdico, vale recordar las diferencias en el uso y disfrute de la ciudad en relación con el día 28 de diciembre y el comercio; hoy son muchas las entidades comerciales que dejando a un lado la fiesta abren sus puertas en función de la temporada alta de ventas. La mentalidad de la renta, la visión empresarial, la normatividad absoluta no puede ser el camino para construir un carnaval para el mundo, la construcción, el ordenamiento y lógicas presentes en el carnaval no pueden pensarse en función de la dinámica urbana; tiempo y espacio en función de su uso y control. Programar y controlar la fiesta choca con su principio básico de trasgresión de lo cotidiano, no nos oponemos a un orden pero este debe estar acorde a la lectura de los actores que convergen, crean y recrean la cultura y el carnaval. ¿El plan de ordenamiento territorial responde a una visión de ciudad cultural o prioriza la visión economicista de la misma? Resulta interesante revisar información sobre el programa obras por tu cuidad en relación con inversión vías, control de espacio publico como espacio de circulación, normalización de ventas ambulantes; intervenir la ciudad borrando su memoria no es construirla democráticamente; asumir la cultura desde espacios exclusivos como la plaza del carnaval estaría soportado por la concepción de la ciudad funcional, desconociendo que todo espacio de la ciudad es un escenario para la cultura y la vida, la cultura ciudadana no encuentra dolientes y las intervenciones son pobres en contenidos y difusas frente a las problemáticas que se deben enfrentar; la ciudad espera respuestas frente al fenómeno de suicidios de jóvenes mientras se busca causas clínicas sin abrir espacios de inclusión y ciudadanía; la ciclo vía dominical aun desconoce el sur -oriente de la ciudad primando un modelo de ciudad centro norte; si la ciudad esta cerrada para algunos es necesario revisar si esto sucede con el carnaval Incluir eventos como el rock nos obliga a contextualizar que existen otras tribus urbanos que todavía no se sienten incluidas y asumen el papel de espectadores. Reflexionar sobre la ciudadanía implica por lo tanto pensar a cada individuo como actor activo de la fiesta, participando, disfrutando y construyendo el sentido colectivo de la misma, contrariamente notaríamos una masa pasiva, que consume y disfruta del espectáculo sin proponer ni identificarse con un carnaval que se construye en función de una visión cerrada en lo local, pero abierto a las tecnologías y modelos impuestos por la globalización, aunque participar de esta no sería el problema, la cuestión esta en resolver de manera clara los caminos para encontrar un norte donde confluya lo individual, lo colectivo, lo global sin que uno atropelle al otro; aprovechar las tecnologías y medios masivos a partir de la visión de formar capital humano para el desarrollo de la producción, cumpliendo además la tarea en donde la educación contextualice lo local, donde el carnaval y la ciudad se incrusten en los pensum y programas, en todas las instancias en procura de absorber las inquietudes y poner a circular los valores y simbologías construidas hasta el momento, formando ciudadanos que se identifiquen con su entorno y los procesos socio-económico, políticos, ambientales y culturales que en él se desarrollan , mirándose como actores responsables del pasado, presente y constructores activos del porvenir local pero también reconociéndose ciudadanos del planeta. BIBLIOGRAFÍA Humanizar la ciudad, Céline Sachs-Jeantet. París, 1996 documento Internet. La ciudad y la memoria poética, helena Iriarte documento Internet Esa esquiva modernidad. Desarrollo ciudadanía y cultura en América latina y el Caribe, Calderón,
  • 14. Hopenhayn, Ottone. UNESCO. Ciudad y Carnaval CIUDAD, LITERATURA Y CARNAVAL Jugadores Plaza del Carnaval. Archivo Corpocarnaval ALFREDO ORTIZ Abogado Universidad de Nariño Magister en Etnoliteratura Profesor de Etnoliteratura Universidad de Nariño. El Carnaval como un espacio del conocimiento, nos da la posibilidad de acercarnos a otros escenarios distintos al cotidiano, del trabajo, de la razón, de la armonía social, de la autoridad y el carnaval nos permite salirnos de esos espacios porque es que el ser humano no puede vivir en el orden todo el tiempo con el peso de la sociedad encima, y el carnaval le permite la transgresión y transversalidad y acercarnos a otros discursos. Y entre los discursos está el del símbolo expresado en el color es esa figura, esa imagen que la cargamos de verdad desde múltiples verdades y múltiples mentiras por eso es polisémico en caso el carnaval es el color los artesano del carnaval han construido todo un concepto del color distinto al que hacen los académicos lo dividen en colores vivos y colores muertos y el carnaval es el día del color vivo. A diferencia del vestido negro que lleva casi todo el año por influencia de la iglesia católica. El color del carnaval es un color que se sale y que evoca más un discurso mas arcaico mas indígena presencia del ethos indígena en las calles de la ciudad, pero el símbolo no se queda en el color la construcción de la forma, de la figura se da vida a través del color y el monigote, el muñeco, el personaje sale a la calle y lleva el
  • 15. mensaje intimo del maestro del carnaval por eso los artistas del carnaval dicen nosotros somos reyes por un día, me decía el maestro Chicaiza, en las calles del carnaval y es el momento en que la ciudad nos mira y nosotros le hablamos a la ciudad, hay una función profundamente pedagógica en el desfile del carnaval y en el escenario que se construye al rededor del taller del artesano empezando por los vecinos y después por buena parte de la ciudad que desfila en la construcción de esa simbología del color, del imaginario que entre otros símbolos que arrastra es el símbolo del mito, los maestros Burbano, hace dos años, decían nosotros convertimos en imagen la palabra nosotros le damos cuerpo a la palabra cuando hacían esa carroza del diablo obrero, el mito que es un discurso literario por excelencia se convierte en forma, escultura, en pintura por eso el carnaval como ritual es una reacentuación del mito y el mito es una forma de un saber ancestral de una literatura arcaica que deambula en las calles de la ciudad que viene del campo a la ciudad porque la construcción de la ciudad ha tenido que ver con los alrededores de Pasto y en los alrededores de Pasto se celebran otro tipo de fiestas más arcaicas que son la fuente del carnaval antiguo y ojala sigan alimentando este carnaval. El mito se construye en Catambuco alrededor de la figura del niño de los santos reyes, que es en Mocondino los de Mocondino no bajan a la ciudad a jugar el carnaval se dedican a celebrarle una fiesta sacra a un niño dios que es de carnaval y lo hacen con comida y guaguas de pan y hacen un juramento y usan toda la figura del fiestero, le dan aguardiente todo el año que son goticas de leche, que son goticas de aguardiente, para que ese niño dios es del carnaval , que es de la fiesta, yo considero que esas fuentes míticas, rituales literarias son fuentes importantes que van a armarle el discurso primigenio para las posteriores análisis sobre el carnaval en la ciudad. El Carnaval, tiene un lenguaje que lo explica así mismo, está en la simbología y el mito y esta en las interpretaciones que hacen los artistas, hay un discurso en el mundo de los artistas, de los reyes del papel, que hay que resaltar y son la base hay un discurso de los artesanos del carnaval que convocan y que buscan que los reconozcan porque el resto de año los ignoran y las autoridades del carnaval también los ignoran el resto del año ese día como decía el maestro Chucho donde los constructores, albañiles, los carpinteros, los mamposteros, le hablan a la ciudad, ese día, por obra de esa fantasía del carnaval permite que los que han sido ignorados, condenados al silencio durante todo el año se expresen, le enseñen y ratifiquen los postulados principales de lo que significa nuestra cultura, ese día es la ciudad la que escucha en masa todo ese lenguaje del color, de la forma y la literatura, como una forma de análisis e interpretación de este regalo de los artesanos hacia la ciudad con su visión del mundo que se mezcla mixturizadamente lo indígena, lo mestizo, lo urbano y lo rural en ese barroquismo del carnaval que hablaba la profesora de Artes ese lenguaje racional del discurso del artesano profundamente cargado de simbolismos es el encuentro de mito y la razón, una de las formas que yo he usado para interpretar este lenguaje es hacer cuentos, hacer literatura, porque el carnaval entre otras cosas el carnaval europeo es la fuente de la literatura moderna, el Quijote los personajes de la obra del Ingenioso Don Quijote de la Mancha son personajes de carnaval, entonces Sancho Panza es el personaje de lo grotesco es el personaje de los popular y el carnaval nos da el discurso de la literatura por que es un discurso ante todo de tipo ficcional nos saca de la razón por un día y nos hace olvidar el peso de la muerte y a través de los personajes, de las figuras, nosotros podemos vivir otras, de vivir otra vidas efímeras pero otras vidas al fin. Entonces a partir de allí, yo voy a leerles un intento de hacer literatura a partir del lenguaje del carnaval. Arrastraba una hendidura urdida con papel, gateaba a fin de equilibrarse, chocaba con la multitud y cuando caía la armadura le impedía levantarse, la máscara lo sofocaba, pero lo impulsaba la emoción de vojotear con una vejiga de cerdo a los curiosos, se levantaba la careta y lograba tragar aire cuando el bergantín de cartón se detenía a cruzar las calles. La máscara mostraba unos colmillos atenuados por guirnaldas y las formas humanizadas de los pómulos, la careta tenía cuatro orificios por los que se asomaban los ojos borrachos y la nariz cubierta por tubos achatados por los que inútilmente pretendía oler la calle. La máscara era roja ecepto los bigotes del ocico que eran amarillos y los cachos azules con rayas moradas estaban enroscados y armados como dos serpientes de la cabeza al mentón, el resto del disfraz consistía en la vejiga de cerdo amarrada a un resorte y una piel moteada de jaguar que le tapaba holgadamente la espalda
  • 16. y los brazos y permitía atrapar a las muchachas descuidadas que encontraba a su paso. El simulacro de jaguar llegó a tumbos a los límites de la ciudad y se emocionó con las carcajadas menudas que lo rodeaban, al quitarse la máscara los chiquillos se asustaron al ver el rostro opaco y afilado por la falta de sol los ojos del viejo se asustaron de las miradas que al verlo se mofaban al verlo pintorreado con aderezos de mujer callejera, al final del desfile se sintió liviano y se dio como premio un lento chorro de ron y hecho una mirada alrededor a fin de confirmar que nadie lo seguía, la multitud infantil lo identificó como el muñeco del barco y sus risas lo acompañaron hasta la plaza, como si se tratara del encantador de Hammerlin, por prevención le baje la máscara y nos reunimos con el resto de danzantes dedicados a perseguir prostitutas que al final resultaban ser hombres disfrazados; el viejo tropezó con una morena trajeada de gitana, el antifaz dejaba ver sus ojos miel dijo que s e llamaba Malena ella le pintó la cara rojo y se dejo seducir por los cortejos del viejo profesor degradado a payaso de carnaval, en la demencia del ron la mujer acarició su vejez con la perfección dactilar de una puta veterana, el ruido de la plaza llegó hasta el amanecer el viejo se despidió de la mujer con el juramento de buscarla y guardo su careta con el orgullo de haber recobrado la decencia o con el propósito de tener de que hablar en los talleres de tejedores de mentiras y se abrió camino entre los arlequines trasnochados, sus paso ciegos despertaron algunas mujeres que se escondían de las miradas de las señoras de las esclavas del divino rostro dirigidas por Milena Yacovich que por casualidad pasaban ese lunes con dirección a la Milagrosa, aquí, Milena miró de reojo al viejo y juró ante el alma bendita de su madre dejarlo morir de soledad más que por verlo disfrazado de bestia que por andar tirado con una mujer por la calle después de todo que se podía esperar de un tahúr, lo prefiero en la cárcel, de allá poco salen los escándalos susurró con fingida vergüenza y se marchó moviendo sus caderas por el centro de la Plaza del Carnaval. Me reglan un minutico más. Este es un homenaje a los maestros Hoover y Caicedo con quienes nos hemos tomado unos traguitos y de esos traguitos salió, ellos no han venido pero bueno. A partir de una historia que cuenta el maestro Caicedo le regala al maestro Hoover la cabeza de una muñeca y el maestro Hoover la lleva como amuleto en todas las carrozas del carnaval, y yo recreo esta vaina así como literatura. El humo consume mis manos, los dedos descifran las líneas de una mujer que no conozco, el ruido de la calle me mantiene despierto, las soledades me adormecen con el murmullo de las fiestas cercanas, sospecho que la mujer ocupa el lado izquierdo de mi lecho, despierto el pedazo de espejo de mi celda tiene el rojo carmesí de sus mejillas y los pinceles guardan sus olores, le hablo al sentir su presencia en el ángulo de mi espejo incapaz de combatir la lluvia que fluye por las rejas decido refugiarme en la mentira del carnaval después de tantos años de jugar su juego debe abrazarme en su mundo de serpentinas, he modelado en mi mente el rostro de Malena en su boca pongo la voces que solo perciben los amantes, construyo las manos que tantas veces acariciaron las mías y pinto su cara con colores febriles, vivos, la muñeca lleva el vestido y los ajuares de rojo a fin de que agonice en el desfile principal. En el psiquiátrico me permiten jugar con cartón y pinturas que me trae el maestro Chicaiza como parte de su terapia experimental, a los desahuciados nos dan algunos privilegios , trabajo duro noche y día y me rio de pensar que la grotesca figura de Malena se paseará mañana en las calles. El seis de enero el maestro Chicaiza se ha estacionado frente al hospital y monta mi muñeca en su propia carroza con el beneplácito de los directivos, cuando arranca el desfile salgo de la muñeca en medio de las carcajadas, al volver la calma la carroza continua la marcha y en el camino los aprendices se han dado cuenta que el color del vestido de mi monigote desentona con los colores de la fiesta, pero el maestro ensimismado con la lluvia de papelitos de colores que le tiran desde los balcones responde que en el carnaval todo se vale y el rojo monumento sigue la ruta hasta encontrarse con la multitud. Soy indiferente a los gritos de júbilo, me desangra el ridículo intento de la turba al tratar de atrapar la alegría, tomo los intentos de manos de mujer y danzo un vals nupcial que es aplaudido con frenesí. Al terminar el desfile al final de calle esta Malena con las mejillas manchadas de pintura roja y negra y la boca acalorada por el vino tino de la tarde, me dice que está dispuesta a regresar siento desbaratarme, como mi escultura en la lluvia, pero saco fuerza para gritarle que no la conozco, que no tengo memoria, que solo soy un hombre de papel, la
  • 17. muñeca se deshace en la mitad de la calle entonces corro a besarle los labios despintados y lloro las tibias lágrimas de un amor que crece mientras el agua nos abraza a los amantes de cartón. Ciudad y Carnaval MEMORIAS DEL CARNAVAL Fusión Plaza del Carnaval Foto inicial José Elías Calpa JAVIER VALLEJO DIAZ Licenciado en Artes Plásticas universidad de Nariño - Especialista en Pedagogía del Folclor 30 años como Docente de Escuela – Docente de fotografía Universidad mariana – Docente de Fotografía universidad de Nariño – Reportero Gráfico ocasional : mercurio de chile, Comercio de Quito, Hoy de Quito, Universal de Caracas- Fotografías publicadas en varios periódicos de Colombia – Ha escrito varios textos sobre Carnaval. Remembranza Nostálgica Entre las Vivencias y las Anécdotas La nostalgia que depara rememorar escenas íntimas de taller en los Carnavales del Pasto de antaño, o de los sucesos que en la memoria colectiva se sumergieron para recrear los otrora momentos de tertulia en torno a la creación de máscaras, de bocetos, de bastidores o de monigotes para la gran gala del 4, del 5, o del 6 de enero, nos lleva a escudriñar vivencias, anécdotas o aconteceres narrados por los protagonistas en aquellos momentos. Acercarse a reconstruir la historia de nuestro Carnaval en sus aspectos vivenciales o anecdóticos de los actores en sus diferentes épocas, es una tarea compleja y dispendiosa, pero no difícil, por cuanto algunos de los gestores ya no se encuentran entre nosotros. Quienes por alguna circunstancia hemos participado de cerca en los procesos evolutivos de nuestro magno evento, podemos testimoniar de los hechos y curiosidades que se sucedieron en los talleres o en los mismos escenarios del carnaval. Las intimidades particulares son fortuitas para cada artesano y para cada taller y su registro grabado o escrito es un testimonio valioso para construir y nutrir la historia que nunca se ha contado. Las tradiciones son “células vitales” que nos permiten acceder a la cultura de los pueblos, de ella se abastecen los investigadores para estudiar la cotidianidad.
  • 18. A los preludios del Carnaval de Negros y Blancos de Pasto, -en diciembre,- pertenecen múltiples eventos que marchan concatenados con la realización de los festejos centrales de enero, por ejemplo las novenas de navidad, el pase o pasada del niño, el juego de aguinaldos, el 28 de diciembre o Día de Inocentes y el 31 de diciembre con los Años Viejos, informan que desde antaño Pasto ha tenido dinámicas particulares para recrear masivamente a su comunidad. El 28 de diciembre a través de los tiempos ha sufrido variaciones que hoy se sumergen en la nostalgia y el olvido. En el Sector de Hullaguanga, -calle 22 entre las carreras 26 y 27,- se escenificaron importantes faenas que inmersas a los festejos navideños de Pasto, le aportan a su historia un libreto singular. Hullaguanga acogió en sus entrañas a importantes personajes de la cultura regional entre quienes se pueden citar al empresario de las baldosas Peregrino Morán, así mismo el barítono nariñense Alejandro Villamarín, quien junto con los integrantes de los tríos Los cóndores del sur, El Trío Martino, El trío Los Caminantes y el dueto Arteaga y Rosero conformaron la legendaria Rondalla Nariñense con la que dieron vida a la música romántica y la proyectaron en interior del país y fuera de él. En el vecindario de Ullaguanga, el arte y la cultura se hospedaron para explorar entre sus cultores las habilidades y propuestas estéticas de las diferentes disciplinas de expresión. La Escuela de Artes Agustín Agualongo de Juan Molina, -exponente y heredero de la génesis de la Artesanía del Tamo en Nariño, promovió a los jóvenes que en su momento se inquietaron por el dibujo y la artesanía. Igualmente en sus entornos, otra joven promesa de la plástica y la música: Alfonso Pizarro Narváez “El corozo” adoptó como su medio expresivo, la música, la escultura, el dibujo, la pintura y permitió con sus obras recrear el Carnaval. Pero Ullaguanga aún más se enorgullece por haber engendrado en sus entrañas a uno de los cultores de la imagen y con ella de la de promocionar, exaltar y ponderar a esta la tierra de Promisión: Nariño, se trata de del reconocido fotógrafo Javier Vallejo Díaz. Advierto que Hullaguanga o Ullaguanga es, según el Diccionario Pastuso de Don Héctor Bolaños Astorquiza, “asamblea de Gallinazos”, para el cuento no se que relación guarde con lo expuesto. Desde mi infancia tuve la oportunidad de apropiarme de muchas prácticas desarrolladas con motivo de celebrarse el Día de los Santos inocentes. Paralelo al Juego del agua entre el vecindario se recurría entre otras a burlarse o mofarse de manera sana del desprevenido e inocente habitante o visitante de este lugar, como el inyectar ají picante con una jeringa el interior de un paquete (sellado) de confites que luego se distribuía a los jugadores en quienes se podía apreciar gesticulaciones de desagrado que de inmediato disimulaban para permitir que los demás, sin la menor sospecha se integraran con el propósito y efecto de la chanza. En la víspera de los Santos Inocentes en este mismo sector, cuando la tarde avanzaba y se asomaba la noche, desde algún balcón se dejaba caer a los píes de un transeúnte desprevenido un muñeco relleno con trapos o aserrín ocasionando el súbito susto acompañado del “por inocentes”, coro que anunciaba la vinculación en el juego. El convidar a un café caliente “endulzado con sal” y apetitosas empanadas rellenas con algodón o con “concho de café”, el envío de cartas con citas románticas o falsos contratos para trabajos bien remunerados, contrastaban con el lanzamiento de agua con ollas o recipientes, o de bombas llenas de agua, que se lanzaban desde una terraza, desde un balcón, o en las mismas calles, estrechaba la participación comunitaria en el juego y se consolidaban los lazos fraternos de unión en estos días. La apertura de un hidrante convocó siempre al juego colectivo de purificación con el agua. Cabe también resaltar que en el juego con agua existieron desmanes y excesos que desvirtuaron la esencia del mismo. Recuerdo que la familia del empresario Peregrino Morán habitaba una casa
  • 19. enorme que con el tiempo la dividieron en apartamentos para arrendar a inquilinos ocasionales o estudiantes. En la década de los años 60s, uno de aquellos apartamentos lo ocupaba una pareja de ciudadanos de origen norteamericano, “gringos”, quienes se integraron al juego incorporándole las bombas de látex con agua previamente congeladas, a decir de Ellos para proyectarlas a mayor distancia, pero su experimento tuvo un infeliz suceso, una de esos proyectiles impacto en el rostro de una dama ocasionándole la pérdida de un ojo. El 31 de diciembre se constituye en el día clásico para la expresar a través de la ironía, el sarcasmo y la sátira diferentes manifestaciones como la del elogio o la crítica mordaz al personaje más destacado o al hecho que suscitó mayor relevancia en el ámbito regional, nacional o mundial. El año que termina con todas sus vicisitudes, logros o infortunios se representa en monigotes que se visten con los trapos viejos y aderezos que por desuso cumplieron su vida útil. En estos flamígeros muñecos rellenos de aserrín y pólvora se queman en la hora precisa en la que fenece un año y nace el siguiente, - las 12 de la noche-, con su ritual efímero se calcinan las desventuras. En Pasto el desfile y concurso de “años viejos” tiene una tradición que se remonta a varias décadas entre las cuales cabe mencionar al cuerpo de Bomberos Voluntarios como una de las entidades que por muchos años obtuvo el primer puesto en el concurso. La participación de organizaciones sindicales, gremios, asociaciones y grupos políticos dieron un giro al concurso que de los mensajes en pro de campañas propositivas, se tomó como tribuna exquisita para dirigir críticas fuertes al sistema y a los gobernantes. El partido comunista, el MOIR y El Movimiento Popular Los Inconformes dinamizaron este desfile con sus arengas y proclamas. Los Inconformes ganaron el primer lugar en varias versiones del concurso. Liderado por Luis Eduardo Arturo y Mercedes Rodríguez, El Taller de Restauración El Monasterio, por varios años protagonizó durante el desfile, la alegría y el contacto del público con los caminantes y expositores en el día de años viejos; con la comparsa y la murga incorporadas al 31 de diciembre el precarnaval cobró vitalidad. Más tarde se sumaron como colectivos la Cooperativa de Ahorro y Crédito COFINAR, de docentes y el Hospital San Rafael, con administrativos y pacientes. El juego del agua y la quema de “monigotes de años viejos” se trasladaron a los colegios y a las empresas comerciales como un acto simbólico de terminación de labores en la fecha de cese de las mismas. Con la mojada se recibía en la Universidad de Nariño a los Primíparos. Tantas son las historias y muchos más los relatos que se pueden extractar, al escudriñar la memoria de nuestros ancianos, dueños de esas páginas de vida pretérita, por esta razón es importante hacer el ejercicio de recuperar los aconteceres y plasmarlos a través de los medios que nos ofrecen eficacia con la tecnología. La limitación de tiempo no permite que pueda narrar sino algunas, entre tantas de las vivencias anecdóticas que los gestores le aportan al carnaval, por ello citaré las siguientes: Colisión entre Carrozas Jaime Erazo, quien desde su infancia acompañó a su padre, el desaparecido maestro Lizardo Erazo Vallejo, en la elaboración de las motivos para el concurso de carrozas, nos participa de un hecho curioso no registrado en publicación conocida acerca de nuestra magna fiesta, -“en la versión del Carnaval de 1968, el recorrido del desfile del 6 de enero que iniciaba en el parque Bolívar, se continuaba por la avenida Colombia hasta la carrera 20 (de Julio), por esta se llegaba hasta la calle
  • 20. 18 y al encontrar la carrera 24 el recorrido giraba por la calle 15, -entonces en sentido contrario a la actual_ y al interceptarse con la carrera 25 se descendía hasta el Parque de Nariño en donde se dispersaban los motivos y modalidades participantes. Algunos continuaban hasta el Parque Infantil, otros a sus barrios de residencia y la mayoría se quedaba a disfrutar de la fiesta en la plaza. El asunto es que, en la esquina de la gobernación, carrera 24 con la calle 19, chocaron dos carrozas, la de Don Edmundo Delgado y Rigoberto Villarreal, que se titulaba “Los Quillacingas”, con la nuestra, “Industria Nariñense”, la cual ilustraba el trabajo con la fibra de iraca en la confección de los sombreros de paja toquilla. El impacto fue tan fuerte que mi Padre cayó hacia el interior de la carroza y quedó privado del conocimiento. En la casa de mi abuelo José Erazo, en la carrera 27 donde instalamos el taller, le practicaron los primeros auxilios y no demoró en restablecerse para disfrutar en la noche, del veredicto del jurado calificador que nos ubicó en el tercer puesto, detrás de Don José Ordóñez y de Don Alfonso Zambrano”. El maestro Lizardo Erazo Vallejo fue protagonista de primer orden en las diferentes versiones del Carnaval, merced a sus conocimientos en la plástica, como que fue un reconocido pintor y docente de artes. Es de anotar que en la versión del Carnaval de 1968 el Maestro Erazo Vallejo repetía el puesto obtenido en el anterior año, éste, curioso, por que no registró ganador del primer y segundo puestos en la modalidad de Carrozas, declarados desiertos según el criterio de los jurados calificadores. “El Carro de la otra Vida”, Carroza enigmática y misteriosa En 1989, el Jurado Calificador dio a conocer el acta de los ganadores del concurso en la modalidad de carrozas en la que los hermanos Raúl y Germán Ordóñez Parra obtuvieron el primer puesto con el motivo titulado “El Carro de la Otra Vida”. La máscara gigante que personificaba al diablo con expresión burlona, dos cabezas de dragones, un esqueleto que representaba a la muerte, varias máscaras expresivas con gestos de terror dispuestas en los bastidores y una falsa cabina de un carro de modelo antiguo, integraban el conjunto de la carroza. Desde la fase del diseño previo a la elaboración de este motivo, “El Carro de la Otra Vida” encontró obstáculos que impidieron su realización normal. En las instalaciones donde funcionó la Sede de la Zona de Carreteras, frente al Parque Infantil, se empezó a darle forma a los primeros muñecos, los mismos que se encontraron destruidos al siguiente día. Estas acciones vandálicas intentaron minar la motivación de los hermanos Ordóñez por ofrecer a los espectadores del 6 de enero una fantástica y colorida carroza. A pesar de sortear estas adversidades y con el estímulo de vecinos y amigos, se fijaron como meta participar con un motivo excepcional. Según Raúl Ordóñez, el sector hacia donde trasladaron su taller de operaciones, en las cuadras, contiguo a las curtiembres Concha, tenía una energía enigmática, perceptible en su ambiente pesado y atmósfera rara, talvez por estar en la ribera del Río Pasto. Las noches oscuras y con el aroma basuriego que expelía el río se tornaban misteriosas. Frente a este lugar se levantaba y aún permanece un espeso bosque de eucaliptos que dibujaba con las sombras extrañas formas acompañadas del susurrar tenebroso del viento entre los ramajes que invadían la temerosa soledad. Preso del cansancio y la fatiga, adportas al día del jolgorio y de la fantasía, Raúl Ordóñez tuvo que pernoctar en el taller, hecho que ocurre todos los años, esta noche, relata Raúl, - “tuve una pesadilla horrenda, la señora que cuidaba esta edificación en ruinas siempre conversaba con nosotros acerca de visiones y de sonidos extraños que se sentían con frecuencia. Sería psicosis o no sé a que atribuirle, en el sueño se me presentó la máscara del diablo que estaba a punto de terminarse de pintar y me increpó en tono desafiante para que no lo saque en el desfile del 6 de enero. En el mismo sueño despertaba y era el día siguiente al carnaval, con ello el diablo se salía con la suya, la carroza aún no estaba terminada.
  • 21. Posteriormente, como al mes o mes y medio, en una conversación familiar que siempre la hacíamos en nuestra casa, surgió el tema de la carroza y mi hermano Germán se refirió a un sueño que lo inquietó y lo tuvo nervioso por algunos días. Su narración coincidía exactamente como me ocurrió a mí”. “En mi sueño, relata Germán: las imágenes que aún estaban en barro y otras con el papel, la cola y el yeso frescos se levantaban de sus puestos y se dirigían a mí para obligarme a que no los mostrara en el desfile, ellos no querían que se los exhibiera en la carroza ni en el carnaval”. De las conversaciones con la señora celadora de ese lugar surgieron ideas que los Ordóñez materializaron en el proyecto. Como el sitio al parecer estaba enduendado. Ellos decidieron incorporar la imaginaria figura del duende, mítico personaje como un componente adicional del motivo. “una de tantas noches, la señora nos describió esta figura tal como lo había visto, comenta Raúl y añade, esa misma noche estuve pendiente del lugar por donde supuestamente aparecía este pequeño hombrecillo, de hecho ya conocía de las leyendas que se contaban acerca de ese lugar, inclusive José Ignacio Chicaíza en una versión anterior del Carnaval presentó una Carroza alusiva a este sector que se llamó “El Duende de Tulpacinga”; la verdad es que no lo miré, pero si pude percibir la réplica de un tambor que por instantes se acercaba y alejaba a la vez. Germán por su parte menciona que entre la oscuridad del bosque, por las noches se escuchaban sollozos, voces, cantos y murmullos indescriptibles que a decir de la señora eran del duende. Al día siguiente, unos muchachos que acostumbraban a ingerir vicio, ocultos entre la arboleda, llegaron al taller a ofrecer en venta un tambor para colocarle al duendecillo que habíamos elaborado, al mirarlo éste no era cualquier redoblante, su forma y diseño daban la apariencia de ser antiguo, pero lo curioso del caso es que calzó en forma precisa en la cintura del muñeco a la cual se lo aseguramos con alambres y cuerdas. Al terminar el desfile del 6 de enero fui a retirar al duende de la cabina del carro, porque un profesor de la Facultad de Artes lo había solicitado con anticipación; tal fue mi sorpresa que el muñeco no tenía el tambor, tampoco se notaba que lo hubieran forzado. Más extraño aún es que en uno de los videos que miramos, el duende aparece tocando el tambor con bastante fuerza, furia y dinamismo. Los brazos del muñeco los hicimos rígidos, por tanto no debía tener el movimiento que aparece en la grabación”. Al montar todos los muñecos y accesorios que integraban la carroza, la noche del 5 de enero anterior al desfile, sucedió otro hecho fortuito que se sumó a esta serie de contratiempos. El Carro de la otra Vida, de acuerdo al diseño, llevaba un esqueleto que simbolizaba a la muerte, éste era de gran tamaño y muy visible en su parte frontal. Raúl narra que por efectos del trasnocho y el estrés, esta figura se instaló provisionalmente en un costado de la carroza. Su altura alcanzó con la cabeza la ventana del segundo piso de una casa vecina, en donde permaneció inclinada hasta el día siguiente. Al amanecer, la señora residente en ella retiró la cortina y se encontró con la terrorífica imagen de la calavera, de ipso facto su cuerpo se desvaneció y fue llevado por urgencias a un centro hospitalario en donde le diagnosticaron preinfarto. En torno a esta carroza existen más historias y anécdotas que al narrarlas seguramente ocuparían unas cuantas páginas de esta revista, cabe mencionar también, que un conato de incendio producido por corto circuito pudo dar al traste con la presentación de la carroza. Un Pato Ganó al Maestro Zambrano En la versión del Carnaval de Negros y Blancos de 1963 se sucedió triple empate en la asignación del primer puesto en la modalidad de carrozas, que fue compartida por Conchita y La Fiesta Brava, presentada por Alfonso Zambrano, La banda de Los Cochinos, de los hermanos Narváez, entre ellos Sigifredo y La Familia Dónald inscrita y presentada por Servio Tulio Torres. Al maestro Servio Tulio no le cabía en la cabeza que su colega Alfonso Zambrano gane todos los años
  • 22. como en efecto ocurrió hasta esa fecha ya llevaba 8 primeros lugares, por ello tomó la decisión de intervenir el fallo del jurado calificador; según relato de Manuel estrada en entrevista concedida en 1999, el maestro Servio Tulio averiguó el lugar donde deliberaban los miembros del jurado y con unas copas encima se dirigió a este lugar portando una pistola con la que disparó al aire repetidas veces e instó a cambiar el acta que ya se había culminado de redactar. Por su puesto en ella se daba como ganador absoluto al maestro Zambrano. Entre los jurados cundió la zozobra, pues se hallaban en la encrucijada de acceder a las pretensiones del Maestro Torres y por otra parte enfrentar a la ciudadanía que por el clamor popular habría postulado como ganador absoluto al motivo del maestro Zambrano. El cometido del Maestro Torres de todas maneras favoreció sus intereses pues logró que se registrara como ganador junto a Zambrano y Sigifredo Narváez. Creo que los relatos expuestos, pueden resumir en alguna medida el calvario que los cultores y artífices del Carnaval, alegre, bullanguero, jolgórico, folclórico y patrimonial de los nariñenses, asumen como un reto para recrear a la multitudes. En contraste con la fiesta que se vive en las calles, parques, casetas, carpas y demás eventos que se programan para estas fechas, los artesanos padecen vicisitudes, de todos los tipos, sacrificios y navidades oscuras, con el fin de darle vida a esta gran fiesta patrimonial de los pastusos: El Carnaval de Negros y Blancos. Ciudad y Carnaval UN INQUILINO DEL CARNAVAL Plaza del Carnaval, archivo
  • 23. Registro corpocarnaval FRANCISCO MELO TRIGO Arquitecto Universidad Piloto de Colombia - Postgrado en Proyectos Arquitectónicos “Énfasis en teoría y crítica de la Arquitectura”. Madrid España. - Profesor Universitario: Universidad Piloto, Universidad Javeriana, Universidad Católica, Universidad de Nariño. -Colaborador Diseño Pabellón de Aragón. Expo 92. Sevilla España. - Caminante del ensueño de la ciudad. Mi ponencia tiene que ver con la historia, con la memoria, con la dialéctica y la estética de la ciudad, como arquitecto yo no me aparto de todos esos elementos recopilados durante mis estudios y mis investigaciones, la idea era de que yo leyese luego de presentarse las diapositivas pero como el tiempo apremia vayan entonces viendo las diferentes diapositivas son muy largas es muy extenso esto, voy a leerles unos apartes, unos fragmentos. Próximamente nuestra ciudad San Juan de Pasto se vestirá de fiesta, la serpentina, la carioca, el antifaz, la imaginación la inventiva esa para expresar de algún modo una realidad o irrealidad compartida en una ciudad que se disfraza y se contagia de una locura colectiva, esos son algunos elementos primordiales que posibilitan dar inicio para que se geste este magno evento que son los Carnavales de Negros y Blancos. Como es usual y tradicional estos se realizan en los primeros días de cada año, las fiestas carnestoléndicas se efectúan entre el cuatro y seis de enero cabe mencionar que estos carnavales son populares y muy sui generis en Colombia no solo por la fecha en que se desarrollan sino también por esa composición estética, formal, espacial e histórica que acompaña y refuerza esas tradicionales fiestas socioculturales, que tienen su arraigo en este bello paraje andino del sur de Colombia. Leí en un periódico unos apartes del diario español de nuestro gran premio Nobel Gabriel García Márquez, decía algo de los arquitectos:”Los arquitectos nos alquilamos para soñar”. Hay que destacar esa fuerza, el entusiasmo, la sensibilidad y pundonor que le impregnan los arte-sanos para crear, soñar e inventar una carroza, de esta manera se proyecta y elabora el marco conceptual el cual va cargado con temáticas inusuales que poco a poco se van estructurando y confiando en articulaciones maravillosas para que los cíclopes paulatinamente se vayan transformando en figuras abstractas que luego serán unidas a ese enorme campo estructural que contiene una carroza. La alegoría, la utopía, las alucinaciones son acciones fantásticas que van en mundo real porque al mismo tiempo aquí se vive y se siente, se vibra y se baila al compás de la Guaneña, que es una canción tradicional, ésta era interpretada por músicos que hacían parte del ejército del General Bolívar la historia describe que con esta canción se ganaría en las terribles batallas por parte de las huestes de la campaña libertadora y son en las comarcas de Ayacucho y Junín donde se perfila y llegaría a tener renombre ese tradicional tema, siendo adoptada como himno en el departamento de Nariño, himno entre comillas. Los citadinos se jactan de aquella genialidad gestual y compositiva que le impregnan nuestros artesanos al realizar los fastuosos y descollantes motivos. Ahora bien, los diferentes motivos son propuestas que hacen parte de una narrativa oral contadas por nuestros padres y abuelos las que nos describen también los campesinos cuando los topamos recorriendo esos caminos reales esas leyendas y fábulas le imprimen un matiz para soñar, crear e inventar. En este mismísimo momento una descomunal serpiente de ocho metros de longitud se va deslizando por la cinta asfáltica de nuestra ciudad efímera que se engalana y transforma para el momento y ocasión; en la lejanía
  • 24. diviso un enrome dragón el cual va impregnado de hermosos colores, él poco a poco se va despertando de su largo sueño, este animal lerdamente se va desplazando por la céntrica ciudad colonial en una de las vías y mas concretamente en la calle de La Compuerta y a manera de la magia va asomándose este cíclope surcando la plaza mayor, su descomunal cabeza espanta al observador y jugador, el dragón que con movimientos rítmicos y espectaculares va lanzado por sus fauces gran cantidad de talco, confeti, serpentina y cosmético a todos los terrícolas que se han aposentado en todas las barandillas y balaustradas de los viejos balcones coloniales. Un ave Fénix va surcando el firmamento andino, un fuerte viento lo hace salir de su curso ahora en su bitácora de vuelo será la de recorrer ese maravilloso e inconmensurable paraje con el que siempre añoraría nuestro poeta nariñense Aurelio Arturo; en el lomo del ave Fénix una legión clandestina de jinetes va sentado y atentos ante su brújula para que este siga su curso trazado no perezca en el proyectado viaje, las vestimentas de estos legionarios están desgastadas por esas continuas batallas, su armadura compuesta por una espada reluciente y bien elaborada será su fiel compañera para esas innumerables cruzadas que tendrán que esquivar; este caballero de los vientos y de los mares, aquel valiente jinete tubo que eludir los potentes huracanes que se desatan en el Cono Sur, la recompensa por dicha proeza es ser convidado al jolgorio, la algarabía y fiesta que bañan esos carnavales que se gestan en el maravilloso Valle de Atríz. Algunos vampiros, cacatúas, camellos y dromedarios son entre otras figuras mitológicas que contienen una espectacular carroza, esa elaboración y complemento artístico que le imprimen los ideólogos son esenciales para la proyección efímera en la fiesta carnestoléndica de principios de año. La mitología se desborda y embriaga a todos los terrícolas que hacen parte de este jolgorio, de esta diversión colectiva que embriaga a cualesquier actor o autor que se designe a ser parte de la fiesta de los carnavales. Algunos cuerpos son adornados por maravillosos disfraces, los fantásticos disfraces son diseñados por los: Guerrero, Erazo, Tarapues, Enríquez, Jojoa o Gomajoa, estas distinguidas familias que con suma paciencia van tejiendo y entretejiendo las prendas, los vestidos son de buena factura, armoniosos, pulcros y bien confeccionados, aquí no existen los grandes diseñadores y menos las internacionales marcas comerciales como: Cristian Dior, Chanel o Paco Ravan, los paños para la fiesta magna no son adquiridos en el Canal de Suez o en Estambul si no en la carrera 23 frente al viejo almacén Navia, es en el céntrico sector de la ciudad donde los turcos se han afincado por muchos lustros, otros artículos se compran en la cacharrería New York que precisamente no está en los Estados Unidos sino localizada al lado del Café Palatino en la calle 18, estas coloridas telas forman parte de ese recubrimiento que contiene nuestra epidermis esos cuerpos son protegidos con lienzos nacionales eso si adquiridos en los fantásticos centros comerciales que se localizan en los barrios del churo y la Mocha, esos almacenes no tienen nada que envidiar a las edificaciones diseñadas, construidas y enclavadas en las orillas del río Támesis de esta magnifica capital Londinense. En la ciudad de Pasto todo es posible, la creación, la inventiva están al orden del día el derroche no hay límites para plasmar es utopía exuberante esos locos, loquillos en el mejor sentido de la palabra van estampando su huella en la elaboración de las mascaras en sus mentes se dibujan desdibuja esa fantasía, la proyección compositiva se ve reflejada en esos grandiosos muñecos que son esculpido en material arcilloso perenne de nuestra región , las manos laboriosas de nuestros artesanos permiten realizar unos cortes, en el icopor, papel mache o fibra de vidrio, pintores y escultores como los Zambrano, Ordóñez, Caicedo , Otero o Chicaiza se asocian en u solo propósito y darles vida a esos materiales, me imagino a esos grandes cirujanos camellando sobre esas magníficas incisiones a un paciente inanimado a ese paciente que duerme sobre un guango de leña, el quirófano de los artesanos es un rústico galpón su techumbre compuesta por un plástico raido que poco cubre y protege la provisional y destartalada sala de cirugía. Los instrumentos del quirófano son rudimentarios y elementales: la segueta, el martillo, el cincel y el alicate, la espátula y unos cuantos kilos de alambre de amarre, son los implementos que el verraco artesano utiliza para así darle forma a esos muñecos fantasiosos que hacen parte de una carroza. Aquí la magia, la inventiva de los artesanos esta confabulada con los dioses que de una u otra manera ellos le proporcionan esa nueva vida efímera, trabajar y poder plasmar en papel, icopor o arcilla que anteriormente estaba preñada en una roca aquellas figuras inanimadas subyacen el los
  • 25. galpones, taburetes o mesa desvencijada que contiene los elementos de trabajo. La familia, los amigos, los vecinos se agrupan en una minga para acabar la carroza, el olor a pintura arcilla húmeda, ese olor característico del engrudo, del pegante, del sellador, de agua de panela, ese aguardientico Galeras que cae muy bien para disipar el trasnocho y bueno que les digo de se cafecito negro que lleva la etiqueta de Morasurco Café Puro, que es mil veces recalentado pero eso poco interesa su aroma y sabor son únicos. Doña Rosa esa bella mujer ya entrada en años hace parte del grupo de trabajo, la señora, va desfilando por su vetustos galpones en sus manos lleva esa chiltada y vieja cantina que lleva un rico y delicioso hervido de lulo, en una improvisada bandeja de triplex nos ha preparado esos sanduches nativos que son simplemente un pambazo y tajada de queso conocido en nuestro argot popular como pan con queso. Doña Rosa, es puntual en sus horarios a las diez de la mañana y cuando los relojes marcan la tres y treinta ella recorre pausadamente el taller para convidarte a ese pasa bocas que te ayudará a mitigar el hambre ya que las jornadas de trabajo son extensas y muy laboriosas , dichos olores y sabores también nos acompañaran por muchos meses y días, esos olores se impregnarán en la ropa en nuestros cuerpos y será una característica muy peculiar de cualesquier taller que usted pastuso, pastusita y usted buen amigo, turista, que es un viajante en el tiempo los convido para que visite esos teatros de la vida y de la mofa, en sus la carioca y el talco perfumado de esas costumbres que emergen en este pequeño pecunio y bastión en esta región donde perecería el insurrecto Agustín Agualongo por ser un defensor del ejército realista de esta manera y muy su síntesis he querido reflejar de una pincelada, en un bosquejo rápido, la construcción o deconstrucción de lo son nuestra fiestas mayores que por ende son canalizadas en los carnavales de Negros y Blancos. Ciudad y Carnaval CULTURA, CIUDAD Y CARNAVAL
  • 26. Panorámica calle 20 Fotografía José Elías Calpa ORLANDO MORILLO SANTACRUZ Maestro en Artes Plásticas de la Universidad de Nariño Doctor en Historia de la universidad de Barcelona España Profesor de la Facultad de Artes Visuales de la Universidad de Nariño El tema que convoca a esta ponencia es la relación entre ciudad y carnaval, a partir de esta relación me parece fundamental generar unas reflexiones que nos lleven en la medida de comprender el acontecer humano, para definir nuestras características culturales y entender que a partir de esa comprensión de nuestro comportamiento, de nuestras manifestaciones libres y lúdicas, podamos definir básicamente lo que es el ser nariñense y como ese ser nariñense se puede comprender a partir de lo vivencial que básicamente es lo que caracteriza el carnaval y desde luego permite confrontarse de una manera rotunda con toda la rigidez logo céntrica del mundo. En este sentido, entonces, primero, pienso en abordar el tema ciudad a partir de los orígenes para comprender las diferentes posibilidades de ciudad que se pueden dar o que se pudieron dar en el curso de la historia y en la medida de comprende el término ciudad dentro de esta óptica histórica lograr conectarla con el carnaval y terminar entonces con lo que puede significar plenamente el carnaval como una obra de arte, el carnaval como una manifestación de escultura social o sea catalogar el sentido de la expresión del carnaval como una manifestación que implica que la sociedad sea creativa, que la sociedad se convierta en obra de arte; entonces bajo estos parámetros, presentar estos contenidos. El término ciudad, en su nacimiento pensando en Troya, fue creada para satisfacer el desarrollo de todas las necesidades espirituales y materiales del ser humano, estaba destinada al ejercicio de todas la capacidades del sujeto como la educación, la salud, el conocimiento, la producción cultural, el deporte, el tiempo libre, etc. Estas actividades estaban destinadas en conjunto a satisfacer el libre ejercicio de la personalidad y el afianzamiento de los valores sustentados en la ética y la moral de modo que este tipo de ciudad es una categoría que abarca toda la gran parte de nuestra experiencia cultural a este perfil de ciudad se la podría llamar ciudad “semántica” porque está cargada de símbolos y valores; pero que sucedió cuando todo el acontecer de lo vivencial derivado del acontecer libre de la cotidianeidad que interrelacionaba armónicamente a los individuos de una comunidad, cuando esta realidad se perturbó por las imposiciones racionalistas de la modernidad, el sujeto como ciudadano no se sometió a la lógica instrumental del progreso y la objetividad; la expresión mundana del goce y del disfrute y el entendimiento terminan siendo agotadas por la razón, la ciudad entonces se subordino a la inmediatez, a lo fugaz, a lo pasajero , a lo efímero, a lo vulgar; es la banalidad lo que redujo el proyecto emancipador y humanizante que fue el principio que originó el nacimiento de las ciudades, se revela entonces una especie de degradación que termina en el escenario primordial del consumismo y la virtualidad globalizante que rechaza el sentido de comunicación y el diálogo, perturba el valor del símbolo como lenguaje, bajo estas condiciones la ciudad actual, entonces, pierde el poder de significación porque se ha convertido en una simple área de muestreo de actividades en donde lo real se suplanta por la ficción, el conocer reemplazado por la apariencia y la superficialidad de los hechos, el sentido dialogizante de la comunicación humana suplantada por la espectacularidad táctil de las imágenes
  • 27. publicitarias y de la información tele comunicativa extrema, supeditadas a las lógicas del mercado a este tipo de ciudad se la podría denominar como ciudad “impersonal” porque está sustentada en los valores de cambio, en el vidrio, el hierro y en el cemento, por sus características a este tipo de ciudad a la que hemos arribado por los desbordes consumistas y mas-mediáticos algunos teóricos como Pérez Salaver la denominan ciudad “fluida” porque todo el acontecer se resume en lo difuso en la proliferación fragmentada de múltiples realidades inconexas que diluyen la historia, perturban el sentido y anulan la posibilidad de significado, su espacio físico es expandido multiplicado en múltiples direcciones, sus elementos y órganos se diseminan en montón; por otro lado la ciudad se observa en términos urbanísticos de distribución de espacios racionalmente concebidos donde las calles, las avenidas y todo el transitar destinado para el desplazamiento del individuo se ha diseñado como una estrategia matemática de control ciudadano donde el plano cartesiano el ángulo recto de la geometría posibilita la hegemonía del automóvil y la máquina desplazando lo humano a segundo plano. ¿Es la línea recta acaso la mentira convertida en código, en norma? Coercitiva destinada a privilegiar el consumo, a imponer la agresión y a suscitar violencia, al parecer la ciudad contemporánea esta exclusivamente dispuesta a las exigencias del consumo de la industrialización y al servicio de los efectos globalizadores; esto concluye en un modelo de ciudad monótono, dominante que invade de manera imparable el espacio de manera agresiva, ciudad salo céntrica, que crece vertical contrariamente excluye el cielo de la tierra por su carácter deshumanizador aumenta la densidad del tránsito y genera la crispación de los individuos aumentando la violencia ciudadana porque allí en ese espacio el ciudadano se convierte en paciente, en enfermo, en confinado. Es el fenómeno de la ciudad regida por los parámetros de una mundialización homogeneizadora hace posible la angustia de los pueblos por su pérdida de identidad, por su muerte simbólica, por la destrucción del referente como significado, la ciudad que trastorna los valores y arranca las raíces, que rompe el hábito, la reserva psicológica de nuestras vidas, la ciudad que se disuelve en las nebulosas de lo banal para instituir la modalidad del desbarajuste y la confusión. ¿Dónde queda entonces la ciudad semántica? La del significado, la del verdadero tejido social, que enaltece lo humano como centro y promueve la filosofía de lo vivencial como factor de discontinuidad ¿Será acaso que la ciudad como potencial de cultura ha muerto? La ciudad que mueve sentido simbólico, la que conforma la ética y construye valores para lo discursivo y dialogizante promueva la representación social, la ciudad que plantea el territorio de lo imaginado como acción colectiva entendiendo que el territorio es diverso y plural y no puede sujetarse a las normas hegemonistas de la instrumentalidad promulgada por la civilización moderna. En estos parámetros que se puede entender que se puede entender como nuestra ciudad, entendiendo la diferencia en lo que es la ciudad semántica y la ciudad impersonal que bajo estos términos he podido tratar de diferenciar en sus características, en relación a estas y diferencias de la dos ciudades, que será, entonces, de la nuestra la de San Juan de Pasto; puede estar enmarcada en la fusión antagónica en la confluencia mixta de lo semántico y de lo impersonal, en la interrelación de los valores semánticos con los simulacros del consumo; una ciudad que mantiene el vuelo de lo milenario, mítico y popular interconectado con los desvíos y las aporías de los valores de cambio impuestos por la economía transnacional. Si de élla emergió un carnaval cargado de vivencias, de costumbres, mitos y leyendas, ritos y hábitos que permiten lo imaginario colectivo se puede pensar en una ciudad que se aproxima a la ciudad de los orígenes porque de una parte mantiene los valores semánticos que la privilegian porque demuestra su diversidad en múltiples facetas, en sus cualidades, la ciudad que reivindica lo humano y permite fortalecer la espiritualidad de lo cotidiano por encima de las lógicas del mercado, podemos hablar entonces de un devenir como ejercicio de libertad, de conocimiento que desplaza la corrosiva acción alienante de la civilización, sin embargo, por otra parte se puede percibir una ciudad que vive la dificultad entre lo simbólico y lo económico, pues no podemos olvidar que estamos atravesamos por el
  • 28. consumo y que ante el peligro y la amenaza de la muerte del símbolo es conveniente reflexionar para que en su antagonismo dialéctico como movilidad poder encontrar nuevos significados. Si el carnaval emerge de una ciudad como la nuestra conformada por características que oscilan entre lo semántico y lo impersonal físico de la instrumentalidad, entre el pasado y el presente, entre lo imaginario y la serialidad del simulacro, podemos pensar en la ciudad dialéctica que merece cultivarse y difundirse como esperanza para la humanidad porque hay muchos valores aun por realizar, porque promueve eclépticamente escenarios creativos que dan cuenta de acaecer de lo imaginario colectivo, que dan cuenta, además, de los desbordes tele comunicativos y consumistas por esto en nuestra cultura ciudad y carnaval se corresponden y ante esta unión sagrada de territorio y espíritu se fractura el hegemonismo unilateral de la razón universalizante, entonces, cultura y carnaval, la ciudad como dinamizadora como productora de símbolos, como productora de lenguaje y el carnaval como valor simbólico, como elemento que definitivamente representa todo el acontecer del temperamento, de la fuerza inconsciente de ser nariñense. En ese sentido el carnaval parte por eso de lo popular, lo popular implica una condición directa con el origen, implica una posibilidad de conexiones muy profundamente instituidas, en la medida de que vamos a la raíz y de que el lenguaje popular implica una discontinuidad, el lenguaje popular implica descentrar los puntos fijos del logo centrismo del mundo, desestabiliza la historia totalizadora, esa historia de la gran farsa, de la mentira, esa historia que solo se ancló en la economía, que desconoció lo múltiple, lo diverso, que marginó, que excluyó. El carnaval con lo popular así como emerge de la ciudad como símbolo nos permite entonces crear una nueva historia, posibilitar el resurgir de los otros relatos de eso que fue marginado y excluido de esa verdad que hay por conocer, de esa bofetada que hay que darle básicamente al desmesurado énfasis tele comunicativo extremo del consumismo alienante. El carnaval a partir de lo popular y dentro del desarrollo de la cultura de nuestra ciudad implica entonces inventar un pasado que se convertirá en un nuevo conocimiento, ese conocimiento que parte de la espiritualidad del ser y parte de la poética, de la palabra, parte de la voz, de la espiritualidad humana; allí entonces como nosotros poder visionar que ese carnaval nos llevará a redimir la conciencia de lo humano, ese carnaval servirá de ejemplo en la medida de que construye en la ciudad otros imaginarios, hay esa memoria colectiva, hay esa fuerza poderosa de sentimiento de eso que fue marginado, minimizado, eso que es le grito y canto del sujeto, de ese artista del carnaval, ese que emite el criterio del otro lado de las verdades objetivas, allí el ejemplo de una manifestación que como el carnaval que se genera en esa ciudad semántica así confrontado con la impersonalidad pueda convertirse entonces en una obra de arte. Como el carnaval puede ser una obra de arte como si emerge de una ciudad con esos valores y como entender entonces que el arte urbano es aquel que utiliza el espacio público como una verdad, el espacio público se constituye en un elemento que prioriza la presencia de un ciudadano que enaltece los valores que representan su propia espiritualidad en ese sentido entonces la categoría de ciudad es aquella que promulga lo urbano, podríamos, entonces, pensar el carnaval como arte público porque es producto colectivo que le da sentido a las distintas tradiciones espaciales y estéticas y representa básicamente todo el acontecer de la ciudad histórica el carnaval es la acción artística que recae sobre la ciudad y formaliza como escultura en el espacio público son las cualidades formales, cromáticas, escultóricas, musicales, dancísticas, teatrales, etc. todas estas manifestaciones hilan la urdimbre, un diálogo de asombro, de misterio, de goce, de tragedia, donde lo dionisiaco y lo apolíneo se conjugan como imagen estética, como verdad de acontecimiento y palabra, propuestas creativas que dan paso a la superación del dogmatismo donde las exploraciones del material se constituyen en hecho plástico que derrumban y fracturan los ideales de la belleza clásica anclada en el número y en la medida. Entender el carnaval y la ciudad como el entramado de una compleja interacción entre escultores artistas, y público será el fundamento que permita rebasar el contexto de la galería y el museo; entendiendo que éstas ante la caída del proyecto occidental sustentado en el progreso y la linealidad de la historia, en la idea judeocristiana de salvación o en todo este carácter de verdad
  • 29. científica y objetividad extrema, todo esto cuando cae, cuando se critica y se cuestiona el término galería y museo entran en crisis por igual, pues las normativas convencionales de las ideologías instrumentales del arte de la representación moderna se pulverizan, el espacio definido entre las paredes cerradas de la arquitectura que complacen el dogma matemático de la construcción se deconstruirán para dar acceso a lo múltiple y heterogéneo como principio de lo público y lo popular. Se conceptúa el carnaval como arte público se orienta un destino que acentúa el fracaso de la ciudad impersonal , moderna y con ello la superación de las ópticas historicistas de la linealidad del progreso; en este sentido el arte del carnaval rebasa los márgenes, los límites de la representación mimética objetivista, de lo ilusorio, funcional y consumible postulados todos ellos de la profundidad del ser, de la articulación de lo íntimo, el arte en la ciudad generado espontáneamente en el carnaval ante todo se formaliza en escultura social y seguirá por tanto el concepto ampliado de arte donde la sociedad es una obra de arte y todos los individuos por su participación se convierten en creadores por excelencia. Enriquecido el carnaval con estas potencialidades estéticas y conceptuales servirá para sentar nuevas formas y lenguajes, los potenciales expresivos presentados como arte urbano serán importantes en la medida que agudicen nuestra experiencia porque alimentan la lúdica renovada que revitaliza la ciudad porque la humaniza y nos proporciona la exaltación de nuestras percepciones como nariñenses ante el mundo de esta manera nuestros ciudadanos ya no serán pacientes sino sujetos, hechos palabras, la sangre como espíritu que se hace voz y símbolo, si es posible enriquecer esta vida llegaremos a redimir lo humano y por tanto nuestra ciudad y su carnaval serán ejemplo para la humanidad por significado y contenido. Por lo dicho y ya para terminar, y pensando en estos argumentos que modestamente se los presenta puedan empezar a hacerse efectivos, reales, pongo como ejemplo una característica reflexionada frente sobre lo que es la senda del carnaval, es decir como se puede cuestionar el carnaval en la medida en que esta sujetándose a situaciones de imposición normativa impuestas por esa óptica objetivizante extrema de la racionalización, del progreso y del consumismo en cuanto se quiere hacer entender el carnaval como línea recta, es decir como matemática porque la senda del carnaval tiene que someterse a una directriz lineal, entendiendo que la línea es una mentira, porque la línea es lo que representa todo este desmesurado énfasis de la impersonalidad, porque no la senda del carnaval puede catalogarse como curva, porque no entender el tiempo como esa espiral cíclica que moviliza el espíritu y que va al fin con el poder del símbolo, en esa medida entendamos la curva como una verdad porque habla de la palabra simbólica como horizonte de sentido para construir caminos, pues solo la espiral del tiempo y la verdad hacen del espíritu una eternidad, pues solo bajo esa espiral, bajo esa verdad de la curva se pueden juntar el pasado y el futuro que como principio será la fuente del devenir como nariñenses. Ciudad y Carnaval BITACORAS DE CIUDAD Y CARNAVAL